Todo empezo por una causa justa (1)

La historia de como descubrí mis poderes por casualidad.

Hola amigos, soy de Argentina, me llamo Marcelo, tengo 28 años y mis amigos me llaman coco, lo que les voy a contar me paso hace 10 años y cambio mi vida por completo.

En esa época empecé a trabajar en una oficina comercial, estaba la dueña, 3 empleadas y yo. La dueña se llama Laura, contaba 34 años, rubia, 1.70 de altura y unos pechos espléndidos, las empleadas eran Maria, 22 años, castaña, 1.50, flaca con unos pechos buenísimos, otra era Cecilia, 25 años, recién casada, una diosa realmente y también estaba Esther, 35 años, separada, 2 hijos, bastante bien y según comentarios de las otras era lesbiana.

Yo por mi parte soy físicamente normal, de 1.90, castaño, ojos verdes y con un instrumento que ronda los 20 cm.

Bueno luego de la descripción pasamos al detalle: Laura, la dueña, tenía por costumbre llegar al trabajo a las 11,00 hs, nosotros entrábamos a las 8.30 hs. Un lunes de Febrero Laura no vino a trabajar en todo el día, y ni siquiera aviso por teléfono, a nosotros nos extrañó ya que nunca pasaba eso, por eso decidí a la salida pasar por su casa.

La encontré en la puerta llorando, por lo que le dije, ven entremos que te preparo algo de tomar y me cuentas que te pasa, mientras preparaba unos mates, ella me relato que tenía muchas deudas y que no sabía como pagarlas, ya que una amiga suya, de nombre Estela, le había prestado mucha plata y ahora le reclama su devolución, y que mañana iba a pasar por la oficina a buscar ese dinero o armar un escándalo; yo le dije que no se preocupara que siempre hay una solución para todo, ya que hasta ese momento desconocía de mis poderes. Al rato me despedí porque ella tenía que pasar a buscar al novio por su trabajo.

Al otro día bien temprano llegó la amiga y se encerraron en su oficina, yo me dirigí al baño y estando allí mentalmente dije el nombre de Estela, y pensé, ven al baño conmigo y hazme una paja. Al minuto golpean la puerta y veo que se abre y aparece Estela con una sonrisa pícara y me dice que no me mueva y me quede callado, yo no entendía nada, entonces ella me llevó hasta la pared y luego se agachó y me toco mi pene por sobre el pantalón, y me decía que ella nunca había hecho esto, pero que no sabía porque lo estaba haciendo, acto seguido, me saco mi pene del pantalón, que ya estaba en todo su esplendor, y comenzó a metérselo en la boca, mirándome con una cara de viciosa lo que me provocaba un placer sublime, lo masajeaba con una mano, le pasaba la lengua en todo lo largo, se metia los huevos, y se volvía a meter mi pene hasta el fondo, así estuvo por un rato, hasta que sentí que me venía, por lo que le avise, pero ella me agarro de mis nalgas y se lo metió hasta el fondo, cuando no pude aguantar más me vine en varios chorros como nunca me había venido, acto seguido se levanto, me dio las gracias y se fue como había venido.

Yo me quede pensando en lo que había pasado, no entendía que lo que había pensado sucedió en la realidad. Me tenía que sacar las dudas y me puse manos a la obra.

Salí del baño y me senté en mi escritorio, se escuchaban los gritos de Laura y Estela que se estaban tirando con artillería pesada, yo me concentré en Estela y le dije mentalmente que se tranquilizara, que no gritara más, al segundo sucedió; luego le dije que trate de ser más amigable con Laura y que se pongan de acuerdo por las formas de pago y entonces sucedió, ya que Laura salió de la oficina con una sonrisa, buscando la libretas de cheques. Al rato salieron de la oficina y Estela se despidió estrechando las manos de las chicas y cuando llegó a mi, me dio un cálido beso cerca de la comisura de los labios por lo que me puse colorado y me tuve que aguantar las cargadas de mis compañeras. Luego Laura nos explicó que de repente su amiga cambió su forma de proceder y se pudieron poner de acuerdo.

Ahí me di cuenta de mi poder sobre Estela, pero pensé funcionará con otras personas?

Y valla si funcionó.

Al otro día me la pase experimentando cosas pequeñas en la calle, como que una persona se ponga a mirar una vidriera con la cara pegada al vidrio o un señor con sombrero se lo saque para saludar a todas las mujeres que pasan a su lado, y todo resultaba.

La cosa se estaba poniendo buena, y tenía que sacarle provecho.

Como a la semana, mentalmente me dirigí a Laura la dueña, para que me pidiera si le podía ayudar a levantar su negocio, proponiéndole algunas ideas, y claro yo tenía el as en la manga, la cosa resultó puesto que Laura me pidió que me quedara después de hora para hablar conmigo.

Cuando se fueron las chicas, Laura me pidió que fuera a su oficina, al entrar me señaló que me sentara ya que ella estaba hablando por teléfono, mientras hablaba puse en práctica mi plan. Empecé a pensar que mientras hablaba me mirara provocativamente y jugara con su pelo, y lo logré; luego le dije que empiece a sentir que yo le excitaba, y también lo logré ya que se pusieron los cachetes rojos, a continuación le dije que cortara su comunicación se dirigiera a mi, y me besara.

Cuando cortó el teléfono mi corazón empezó a latir fuerte por lo que se avecinaba y ella se levantó y poniéndose frente a mi me dio un beso que yo retribuí pasándole mi lengua, luego nos paramos y ella comenzó a desabrocharme mi camisa y el cinturón, luego me bajó los pantalones y se agachó para bajarme los slips y luego saco mi pene, que ya estaba duro como una roca y le empezó a dar besitos en la punta, luego a pasar la lengua hasta los huevos y luego comenzó a mamar, era una delicia , parecía una profesional, llevándome al placer mas absoluto, ya no aguante por mucho tiempo, me vine en su boca a lo que ella se trago todos mis jugos, luego se paro y le ayudé a sacarse el vestido y nos dirigimos a un sofá que tenía y allí le saque la bombacha y me tiré de cabeza a su almeja para saborearla, ella estaba con los ojos cerrados y gimiendo, entonces empecé a meterle varios dedos, al rato ella me dijo por favor penétrame que no aguanto más entonces me fui subiendo hasta colocar mi aparato en la puerta de su cueva y muy despacito empecé a meterla, ella empezó a gemir muy fuerte y cuando la metí toda empezamos en un vaivén suave para terminar fuerte y a los gritos, cuando sentí que me venía y le inundé las entrañas con mi leche y caí sobre ella.

Nos quedamos en silencio un tiempo escuchando nuestra respiración y luego de besos y caricias interminables me dijo que me vistiera que se le hacía tarde, por lo que me vestí y me pidió que guardase el secreto, que no quería que llegara a oídos del novio, a lo que le dije que no se preocupara.

Luego de recomponernos, nos sentamos nuevamente en el escritorio a hablar de las innovaciones que tenía pensada para mi, cosa que yo le había inducido mentalmente. Al rato nos despedimos hasta el otro día, y me fui a mi casa con una sonrisa de triunfo.

Pero no todo estaba dicho, tenía en mente a mis compañeras de trabajo, pero luego les contaré.

Aguardo sus comentarios

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