Todo empezó en un cine con un maduro

Hola amigos de relatos, aquí estoy de nuevo con ustedes para darle continuidad al relato “Mi primera vez con mi vecino madurito” publicado en la categoría sexo con maduros. Sin más preámbulos, les diré que después de un año de haber terminado mi relación con el macho peludito que le quitó la virginidad a mi culito no había tenido ninguna relación con otra persona, no la había buscado, ni tampoco...

Todo empezó en un cine con un maduro.

Hola amigos de relatos, aquí estoy de nuevo con ustedes para darle continuidad al relato "Mi primera vez con mi vecino madurito" publicado en la categoría sexo con maduros.

Primero quiero agradecer a las personas que se contactaron conmigo a mi correo, ubicado al pie del relato, para hacerme saber que les gustó y a quienes al darle lectura, si bien no me hicieron saber sus comentarios a mi dirección, si se tomaron la molestia de valorar el relato con buena puntuación lo que me anima a seguir escribiendo para ustedes.

Sin más preámbulos, les diré que después de un año de haber terminado mi relación con el macho peludito que le quitó la virginidad a mi culito no había tenido ninguna relación con otra persona, no la había buscado, ni tampoco había respondido a insinuaciones de varias personas mayores que me encontraba en las calles de la ciudad de Hermosillo o en los cines a donde en ocasiones acudía.

En esos tiempos, inicios de los 90¨s combinaban la función en los cines los churros mexicanos con una cinta subida de color (después las películas mexicanas salieron de la programación y dejaron películas para adultos únicamente), para aquél entonces ya tenía yo 22 años de edad a punto de terminar la carrera universitaria.

En una de esas ocasiones que acudí al cine, entré cuando esta ya había comenzado la película. La sala estaba a oscuras. Como han de saber, al entrar te imposibilita ver con claridad hasta después de varios minutos.

Así, a tientas en la pared me conduje a la parte superior del inmueble (aquí le llamaban luneta). Como pude encontré un lugar en la segunda fila. Al acostumbrarse mi vista a la oscuridad pude observar que a mi lado los asientos se encontraban prácticamente vacíos, un poco retirados varias personas de diferentes edades observando la función muy atentos a las imágenes de la pantalla donde una pareja se canchondeaba sabroso.

Si bien ya había acudido en otras ocasiones al cine Sonora, que así se llamaba en aquél entonces, (hoy el inmueble es un centro comercial)nunca me había dado cuenta del comportamiento de las personas mientras corría la película. Por los pasillos, arriba y abajo, varios hombres realizaban "rondines", se sentaban al lado de una persona sola. Estaban varios minutos y volvían a levantarse para buscar a un nuevo acompañante.

Entretenido como estaba viendo el comportamiento de las personas, una de ellas se fue acercando poco a poco cerca de la fila donde yo estaba. Se recargaba en la pared como queriendo decir, "no veo en la oscuridad". Minutos después de estar parado se decidió a sentarse, lo hizo enseguida de mí.

Mientras estaba de pie, yo lo estuve observando. Era una persona mayor, unos 45 años, le calculé, 1.80 aproximadamente, escaso de cabello y de bigotes. A mí de inmediato me llamó la atención y observaba lo que hacía mientras se decidía.

Al estar sentado a mi lado lo pude observar mejor. Llevaba camisa manga corta y sus brazos estaban cubiertos de vellos. Lo pude sentir cuando intencionalmente movía el brazo y los pegaba al mío, también descubiertos debido a la camisa manga corta que llevaba.

Con el paso de los minutos su acercamiento era más abierto, al ver que yo no decía ni protestaba nada, restregaba su brazo en el mío, yo lo dejaba hacer esperando a ver a donde llegaba esto. Un año sin compañía de un hombre despertó en mí de nuevo las ganas de sentir una rica verga en mi boca y en mi culito.

Con su vista puesta en la pantalla, al igual que yo, su mano empezó a moverse, lentamente la pasaba al lado de mi butaca y me tocaba la pierna, subía y bajaba la mano. Paraba y con sus dedos continuaba con la caricia. Eso me tenía exhitado y mi verga estaba parada, mi bulto se hacía evidente en mi pantalón de vestir que llevaba en esa ocasión.

Su mano empezó a subir de nuevo hacía mi verga parada, por encima del pantalón la tocaba suavemente y continuaba con un pequeño apretón. Dejó de hacer y tomó mi mano. La condujo hacia su entrepierna. Así, sujetando mi mano procedió a moverla sobre su bulto.

Él estaba ya, al igual que yo, completamente exhitado, podía sentir su dura barra de carne a través del pantalón. Yo seguía sin decir y hacer nada, era él que con su mano movía la mía restregándola en ese gran bulto que tenía entre sus piernas.

Yo seguía con la mirada en la pantalla mientras lo dejaba hacer. De pronto retiró levemente mi mano de su bulto y la colocó en su pierna. Con su mano libre, sin darme cuenta, había procedido a bajarse el zipper del pantalón y se sacó la verga.

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De nuevo condujo su mano hacia su verga fue cuando la pudo sentir con mi mano. Fue en ese momento que despegué mis ojos de la pantalla y los dirigí a ese pedazo de carne caliente que me ofrecían. Era realmente grande y gruesa. Al menos más grande que la primera verga que había yo tocado y mamado, la de mi vecino madurito.

En la oscuridad veía esa verga realmente hermosa. El seguía restregando mi mano en ella. De repente escuché por primera vez la voz de ese hombre.

-Agárrala, te gusta, tómala, es para ti. Me la ofrecía tomándola con su mano libre.

Yo miré alrededor y el comportamiento de la gente seguía igual. Hombres por los pasillos en busca de compañía. Quienes permanecían en su lugar, retirados de donde nosotros estábamos, seguían atentos en la película, al parecer eran ajenos al comportamiento de las demás personas, habían ido al cine a ver la cinta y en eso estaban.

Eso me animó a entrar en acción con mi mano que estaba encima de su parada macana. Procedí a tocarla. La herramienta estaba realmente dura y grande, era para mi la segunda verga que tomaba en mis manos en mi vida. La tomé y la encerré en mi mano. Empecé hacerle movimientos de arriba hacia abajo, despacio.

-Así, despacio, ahhhhhhhhhhhh que rico lo haces, decía el hombre mientras estaba concentrado en mi trabajo haciéndole una rica masturbada.

Recuerdo que se deslizó un poco en el asiento. Con sus manos libres aflojó su cinto y desbrochó su pantalón. Metió una de sus manos en su boxxer y sacó sus huevos. Me estaba dando más libertad para poder tocar mejor su verga sus peludos huevos que también eran grandes y estaban calientitos.

Yo estaba ya completamente caliente, mi mano subía poco a poco arriba del área púbica, hacia el ombligo. Me encontré una alfombra de pelos en su panza y eso me exhitó más. Me imaginé a este osito con su pecho completamente peludo y estaba dispuesto a todo con él.

Bajé de nuevo hacia su verga y continué con los movimientos de mi mano. El también me estimulaba con su mano en mi entrepierna pero sin sacarme la verga.

Habían pasado ya varios minutos en esta tarea en que estábamos concentrados. Al parecer este macho ya había visto la película pues tiempo después el se incorporó de nuevo en el asiento.

-Espera, me dijo.

Empezó a meterse la verga parada a su boxxer, se abrochó el pantalón y se ajustó el cinto. Minutos después la cinta terminaba y las luces del cine se encendían. Al verlo de manera clara, era un hombre guapo, sus bigotes y su escaso pelo le daban un toque muy sensual que tienen los hombres mayores.

En el intermedio, platicamos como si nada hubiera pasado minutos atrás. Como si nos conociéramos empezamos a platicar ante los demás para no levantar suspicacias. El se presentó.

Me dijo que se llamaba Diego y que tenía 44 años y que trabajaba en un plantel educativo de nivel preparatoria. Me dijo que le gustaba mucho y que lo tenía bien caliente con los que habíamos hecho hace unos momentos.

-Quiero que me mames la verga con esa boquita que tienes y me saques la leche después quiero enterrártela en tu culo. Vamos a mi casa, vivo solo ahí estaremos más a gusto, te voy a dar lo que andas buscando, me dijo.

Yo estaba bien caliente con ese hombre al que le había acariciado la verga y sabía que era un machito peludo, lo que había tocado con mis manos al recorrer su vientre así me lo indicaban. Yo no iba con ese objetivo de ligar con nadie pero la ocasión se había presentado, un año solo era justo darle gusto de nuevo a mi boca y mi culito con una rica barra de carne dura y aquél macho la tenía.

Acepté de inmediato la invitación. Nos pusimos de acuerdo de cómo salir para no despertar la curiosidad de los presentes. Se apagaron las luces que daba inicio de nuevo la función, (antes te podías quedar a ver la cinta las veces que quisieras, hoy no se puede, se termina y prácticamente te votan del cine) minutos después él se levantó para salir del inmueble.

Casi 15 minutos después, que pasaron de inmediato al estar observando la película, procedí a abandonar el cine. Así, pensé yo, nadie sospecharía que iba tras ese macho que minutos antes me había puesto bien cachondo.

Eso fue lo que pensé, a lo mejor todos ya se habían dado cuenta, bueno eso ya no importaba, lo que a mí me interesaba era encontrarme de nuevo con ese maduro señor en el lugar donde quedamos.

Una esquina del mercado municipal fue el lugar de la cita, ubicado a tres cuadras del cine. Ya era de noche pero todavía gente caminaba por las calles del centro. Al llegar al lugar indicado lo observé, ahí estaba esperando, fumando un cigarrillo, no había impaciencia en él, estaba seguro que lo alcanzaría y así lo hice.

Inmediatamente abordamos un taxi en dirección a su casa, indicó al chofer y arrancó la unidad. Nosotros nos metimos en el asiento trasero. No hubo plática, solo nos mirábamos a los ojos. La casa estaba realmente cerca, escasos diez minutos. Llegamos, el procedió a pagar al taxista y nos dirigimos a entrar.

Ya en el interior me invitó a sentarme en uno de los sillones, fue directo al refrigerador y sacó dos cervezas. Platicamos un rato mientras bebíamos la TKT. Al terminar me dijo.

-Ven, vamos a la recamara.

Yo lo seguí y se sentó en la cama. Hice lo propio por el otro costado de la cama y nos recostamos.

De inmediato, como lo había hecho en el cine empezó a acariciarme con su mano las piernas. La libertad que teníamos ahora que no había en el cine, el procedió a desabrocharme el pantalón y metió su mano a mi entrepierna. Mi verga estaba ya dura, sentía sus caricias suaves en mi pedazo por encima del calzoncillo.

Después me bajo la truza y con su manos acariciaba mi verga. Desocupó una de sus manos y mientras seguía masajeando mi pija el procedió a desabrocharse la camisa y se la quitó quedando ante mi un hombre completamente peludo que me ofrecía su enorme verga.

Eran unos pelos completamente negros y largos que cubrían todo su vientre y se perdían en la parte baja de su ombligo donde empieza la mata de pelos de su verga.

Mientras se tocaba el pecho con una mano, con la otra seguía con la caricia en mi verga. La dejó para desabrochar y quitar botón por botón mi camisa.

Yo no resistí más y coloqué mis manos en su pecho peludo. El se dejó hacer y suspendió la tarea en mi verga. Así como estabamos, él acostado boca arriba, mi mano izquierda bajo hasta su bulto que estaba completamente duro. Mientras lo acariciaba abajo, con mi boca recorría sus pezones uno por uno, completamente peluditos.

-Sí, asiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhh, que rica su boca, chupameeeeeeeeeeeeeeee mis tetillas, ohhhhhhhhhhhhhhhh, que sabroso lo haces quiquito, escuchaba sus quejidos de palcer.

Abajo, mi mano procedía a bajar el ziper de su pantalón, desabroche su pantalón y metí mi mano para acariciar ese lindo macanón que tenía y después se la saque lentamente.

Tomó el pantalón con sus manos, levantó levemente la cintura y se los bajo con todo y boxxer hasta las rodillas. Bajé la mirada hacia su verga que estaba inhiesta, dura como una roca.

Regresé la mirada a su cara mientras estaba recargado en el respaldo de la cama

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-Cometela chiquito, chúpame la verga, es para ti, esta noche es toda para ti, hazme gozar con tu boquita, continúa lo que empezamos en el cine. Diciendo esto se tomó la verga y me la mostró en todo su esplendor, grande, realmente grande y gorda.

La propuesta no era para desperdiciar, baje de la cama para colocarme entre sus piernas. La tomé con mis dos manos, tenía un grosor importante pero no para evitar poder metérmela en la boca.

Le puse la lengua en su cabeza y empecé a acariciarla, le pasaba la lengua a lo largo de su tranca, quería disfrutarla con mi lengua antes de succionarla con mi boquita traviesa que ya extrañaba una linda macana.

Después de darle sendos lenguetazos a la extensa herramienta abrí mi boca y me la metí poco a poco. Centímetro a centímetro ese pedazo fue desapareciendo en mi boca, no me cabía toda pero si lo suficiente para darle un placer a este osito papito que seguía observando como mi boca se comía su dura verga.

-Ohhhhhhhh chiquito que rico lo haces, asiiiiiiii mama mi vergaaaaaaaaaaa, cometela toda, tenías ganas de chupar una rica verga, eh, esto querías, sí, pues tómala, succiona este pedazo de carne, asíiiiiiiiiiiiiiiiiiii, sigue, me matas, sigue mamando tu mamila así y te dará tu ración de leche caliente.ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh que rica boquita, sigue, sigue asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

Yo no esperaba que tuviera esa reacción y menos me dijera esas palabras. No me molestaba, al contrario me exhitaba más y me esforzaba por seguirle dando placer subiendo y bajando mi boca por su rica verga.

-Así. Así te gusta como te la chupo papitoooooooooooo, le decía yo mirándolo a la cara mientras me pegaba con su verga en la cara. Te gusta ehhhhhhhhhhhhhhhhh, le volvía a decir, mientras de nuevo enterraba mi boca en ese pedazo de carne caliente haciendo delirar de pasión a ese macho peludo que gozaba intensamente.

-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh putitooooooooooooo que boca mamadora tienes, sigue, sigue, ahhhhhhhhhhh

La calentura estaba al máximo y yo quería ver completamente desnudo a este hombre de 44 años que me estaba llevando al delirio. La sensación que sentía era superior a lo que habías vivido hace años con el vecino madurito. Ese pedazo de carne dura y gruesa era la causa.

Suspendí por unos segundos la succión que le estaba dando a ese rico palo. Procedí a quitarle por completo sus pantalones que tenía hasta las rodillas y que le impedían abrir por completo sus piernas.

El se levantó y terminó de quitarse el pantalón mientras yo hacía lo mismo. Observar como se iba despojando de toda podía darme cuenta de lo realmente bueno que estaba este hombre, todo peludito y fuerte, al parecer hacía ejercicio muy seguido.

Quedamos completamente desnudos y estando de pie me dijo.

Al terminar de desnudarse se sentó en la cama y se masajeo la verga para ponerla dura, y grande, el madurito estaba para comérsele. La verga alcanzó un grosor importante por la estimulación que se hizo.

Luego se levantó y con la verga parada se dirigió a mí.

-Ven cométela como tu sabes hacerlo, abre esa boca y trágate hasta el fondo mi gruesa verga.

Abrí mi boca a todo lo que pude y me la empecé a meter.

-Papi que rica y gorda tienes esta herramienta, quiero sacarte la leche.

Estuvimos unos minutos saboreando esa rica verga e inmediatamente nos echamos de nuevo a la cama. Yo me arrodillé entre sus piernas que así desnudo las abría en un compás amplio. Tomé de nuevo esa verga y me lo volví a meter de nuevo a al boca.

Sus huevos estaban a mi disposición en esa posición. Recorría de arriba abajo su herramienta y al llegar a sus grandes huevos se los chupaba, eso me gusta hacerlo mucho y a él no le desagradaba en nada pues seguía suspirando.

-Cabrónnnnnnnnnnn que rico mamas mis huevos y mi verga, cometela toda de nuevo, hazlo como tu sabes chiquito. Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh cabrón, asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii.

Me metí un buen pedazo de macana a la boca y el tomó mi cabeza con sus manos, hizo presión para que no la sacara pero sin impedir que moviera mi boca de arriba hacia abajo.

La succión que ejercía en su verga con mi travieza boca hizo su efecto. De pronto se puso tenso y empezó a echar una buena cantidad de leche caliente en mi boca.

-Me vengoooooooooooooooooo putitoooooooooooooooo, me vengoooooooooooooooooo, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, comete mi leche, trágatela toda, asíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, que rica vaciada papito, me haz dejado seco……ahhhhhhhhhhhhhhhhh..

Pude recibir dos trallazos de leche en mi boca y me la sacó, siguió masajeando su rico animal gordo expulsando todavía torrentes de leche, realmente era abundante la venida que estaba teniendo.

Después de terminar su verga quedó completamente llena de leche así como sus vellos, a pesar de la venida su verga mantenía un grosor importante.

Lo que veía me exhitaba mucho y puse a acariciar su cuerpo peludito. El me abrazó y me apretó a su cuerpo. Cerca de mi oído, me dijo.

-Me haz hecho una gran mamada cabrón, tienes una boca caliente con la que me haz dado un gran placer pero ahora quiero disfrutar ese culito por donde quiero que te comas ahora mi herramienta.

Dicho lo anterior fue bajando con su boca por mi cuerpo. Llegó a mi verga parada todavía y empezó a mamarla. Lo hacía excelente. Este macho sabía como hacerlo. Se metía la verga hasta donde podía, la lamía con su lengua.

Tomó la misma posición en que yo estaba entre mis piernas y yo boca arriba. Seguía chupando mi verga de manera lenta.

Luego se olvidó de mi verga que se encontraba tiesa y a punto de expulsar la leche pero hice todos los esfuerzos para evitarlo. Ahora estaba concentrado en comerse mi culo, me estimulaba con su lengua e intentaba penetrarse el chiquito con ella.

De pronto sustituyó su lengua por su mano. Sus dedos jugaban en mi orificio estimulando mi esfínger que respondían de inmediato abriendo y cerrando mi hoyito aprovechando para meter los dedos mientras regresaba a mi verga parada para seguir succionando.

-Así papito, asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, méteme los dedos en mi culitooooooooooooooooooooo.

-Que rico y apretadito culito tienes cabrón, ya me calentaste de nuevo y te la voy a meter toda, quiero que te comas este vergón por el culo hasta que me hagas venir de nuevo.

Era verdad, su verga ya estaba bien parada de nuevo, lo pude sentir cuando me tomo las piernas y se las colocó en los hombros, me jaló hacia sí acercando mi culo a su macana. Mi culo quedaba a su disposición dispuesto a recibir ese gran pedazo de carne en mis entrañas.

-Eres virgen, me preguntó.

-No le contesté. En pocas palabras le dije como había perdido la virginidad de mi hoyito.

-Así que ya te metieron una verga en el culo putito, pues ahora prepárate que vas a recibir este pedazo de carne que tanto deseas.

Y vaya que lo quería. Lo sentía duro cada restregada que me daba con la cabeza de su verga en mi culito No había más que decir, su verga estaba completamente parada.

Tomó su verga con su mano y la dirigió a la entrada de mi culo. Ya estaba bien lubricado con los leguetazos que me había dado y la penetración se facilitará.

Lentamente empujó la punta de su verga en mi culo. La cabeza entró poco a poco y hacía una pausa. Mi culito se abría para recibir semejante vergón gordo y duro.

-Ahhhhhhhhhhhhh, papí, me duele, hazlo despacio, la tienes muy grande y gruesa, le decía. En verdad me provocaba dolor, hacía un año que una verga no invadía mis entrañas

-Chiquito, en verdad que tienes el culito apretadito, quien te desvirgó tu culo al parecer no rompió todos tus pliegues y yo me voy a encargar de eso con mi gruesa verga.

La verdad es que cuando me rompió mi vecino madurito me había destrozado mi culo por completo y el tiempo que estuve con él terminó de hacerlo en cada metida de verga que me hizo. Lo que pasa es que quizás por el tiempo sin tener una verga adentro y las dimensiones mayores de la macada de este hombre hacían que mi culito estuviera un poco apretado para ese pedazo de carne dura.

Una vez con la cabeza de la verga dentro de mí, él empezó a deslizar su herramienta poco a poco. Podía sentir como iba invadiendo mi culo con ese animal. Me provocaba dolor, él lo percibía y se detenía con la verga tiesa.

Ya había entrado la mitad, Fue entonces cuando el tomó las piernas que tenía en sus hombros y sujetándolas con las manos se hizo hacia delante recargándose en mi cuerpo quedando levemente su cara a la mía.

En esa posición, con mi culo ensartado con su verga a la mitad, el empezó de nuevo a bombear y deslizar su verga hasta el fondo de mi culo que lo recibía ya casi sin dolor, el tiempo que había estado adentro sin moverse había acostumbrado mi culo a las dimensiones de su verga.

-Ahhhhhhhhhh, así metemela toda papí….. que rica la tienes, es realmente grande termina de romper este culo que es tuyo.

-Siiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii, cabrón comete mi verga, exprime mi palo con ese culito apretadito que tienes, cabrón como te la tragas hasta el fondo, se ve que tenías ganas de verga y yo te voy a llenar ese culo hasta que me saques la leche caliente que derramaré adentro, decía mientras continuaba con el vaivén, entrando y sacando esa rica macana.

Y vaya que si lo hacía bien. En cada estocada sentía como sacaba la verga de mi culo hasta la cabeza, luego la volvía a meter hasta el fondo, eso me provocaba una sensación en mi orto y en la punta de mi verga queriendo expulsar la leche.

El movía sus caderas cada vez más rápido y por la posición en que estaba arriba acercaba su boca a la mía y chupaba mis labios levemente. Yo abría mi boca en espera del beso que también deseaba, el sabía que así lo quería y terminó por comerme la boca.

En cada estocada que me daba, nuestras bocas se comían nuestras lenguas.

-Ahhhhhhhhhhhhhhhh putito, así quería tenerte ensartado hasta el fondo con mi verga parada desde que te vi entrar al cine por eso me acerqué a ti, me encantaron tus nalgas y este culito apretado que tienes y con el que le estás dando un rico placer a mi verga. Cometela todaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa asíiiiiiiiiiiiiiiiii, exprime mi verga y sácame toda la leche.

Continuó con el vaivén durante varios minutos en esa posición, luego me la sacó y me indicó que me pusiera en cuatro patas.

-Ponte en cuatro patas y muéstrame ese culito que te lo voy a meter hasta el fondo.

Yo lo hice de inmediato mostrándole mi culo abriéndolo con mis manos.

-Papito que rico culo el que tienes, bien apretadito, no se como se cabe mi verga en ese hoyito tan cerrada.

El de inmediato se colocó detrás de mí y colocó de nuevo su verga en la entrada de mi culo y la empezó a meter.

La penetración fue con más facilidad, mi culo se había acostumbrado al grosor de esa barra de carne. Sentía la verga hasta el fondo pegando sus huevos en mis nalgas. El empezó a empujar y sentía como entraba y salía, lo sentía como se deslizada adentro y fuera de mi culo. No sabía como pero me estaba tragando con el culo ese pedazote de carne.

-Sientes como se te entra toda mi verga en ese culito, me decía mientras entraba en mí.

Te gusta como te la meto, tienes un culo goloso de verga, ahhhhhhhhhhhhhhh que rico me la comes con tu culitoooooooooooooooooooo estas sabroso chiquito, ya te he acabado de tronar ese culooooooooo, sabía cuando te vi que este culito quería verga.

-Si papacito quiero toda tu verga adentro, hace mucho que no me la metían en mi culo, cuando te la agarré en el cine bien parada me dieron ganas de tenerla adentro como ahora me tienes…………ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, asíiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii mete esa vergaaaaaaaaaaaaaaaa grandota que tiene.

-Quieres más verga pues toma, cometela toda con ese culo, asiiiiiiiiiiiii, quiero seguir comiéndome ese culo todos los días, decía entre quejido mientras enterraba su gran verga.

Aceleró más las embestidas. Lo hacía realmente sabroso. De Pronto paró y como la primera vez que se vació en mi boca tenso su cuerpo con su barra dura en mi culo.

-Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh chiquito me estás haciendo venir, asiiiiiiiiiiiiii exprimeme la verga, hazme acabar con ese culito apretado….ahhhhhhhhhhhhhhhhhhh, me vengooooooooooooooooooooooooooo , me vengoooooooooooooooooo ya voy a acabar.

Sacó su verga de mi culo dejándome un vació. Rápido empezó a masajearse la verga, dos o tres jaladas en su pija y empezó a expulsar su leche en mi espalda y en mi culito, estaban calientes, los podían sentir.

Acabó su vaciada dejándome el culo lleno de mecos, después se recargó encima de mi.

-Papi me acabas de dar la mejor vaciada que he tenido, me decía detrás de mi oreja.

Estuvo unos segundos así y después de dejó caer boca arriba en la cama. Yo veía su pecho peludo que estaba embarrado con su propia leche, eso me exhitó demasiado, me coloque encima de él con ni culo tocando su verga que ya había perdido su rigidez.

Agarró mi verga y empecé a masturbarme mientras le pasaba mi otra mano por sus pelos pegajosos por su leche.

El me observó.

-Espera me dijo.

Se levantó y me acostó boca arriba. Acercó su boca a mi verga y empezó a darme una rica mamada.

-Así se te gusta mi chiquito, te gusta como te la mamo, correte en mi boca dame tu leche calientita, vamos hazlo ya. Vaciáte, dame esa lecheeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeeee ,.

Yo no aguante más esa rica mamada de verga que me daba.

-Me vengo papiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii , me vengoooooooooooooooooooooooooooo , ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh , ya le avisé.

Pensé que sacaría la verga de su boca pero no fue así, siguió mamando hasta hacerme acabar dentro de su boca. La venida que tuve fue tremenda, no pensé que me dejaría hacerlo así y más me sorprendió cuando después de secarme toda la leche se la tragó toda.

-Me gusta tragarme la leche de los machos, también me gusta que me la metan y culiar un rico culito como el tuyo por eso decidí complacer tu culito con mi verga y tragarme tu rica leche, me dijo al final.

Descansamos un rato en la cama y luego me metí al baño, me di un regaderazo y poco después me vestí mientras el seguía en la cama. Me senté a su lado en la cama y después pidió un taxi. Cuando llegó avisando con el claxon, me despedí de él y me marché a mi casa no sin antes pedirle el número de teléfono para un nuevo encuentro. Lo hicimos dos veces más, en una ocasión el me volvió a culiar en el sillón y parado detrás de mi restregando ese enorme herramienta, fue delicioso.

La segunda me tocó a mí meterle la verga, después ya no volvió a repetirse.

Fotos tomadas de varias páginas de Internet para ilustrar relato. Espero les haya gustado.

Dedicado a quienes me contactaron y esperaban este segundo relato Genaro del norte de México e Ismael de Montevideo Uruguay. Quienes quieran hacerlo y decirme si les gustó este segundo relato háganlo a mi corre al pie de este relato. Si son maduritos y peludos mejor y díganme lo que ustedes gusten, si es algo caliente mejor…estaré al pendiente de sus comentarios.

Hasta pronto, espero poder relatar más adelante mi tercer relato con un maduro de 52 años que resultó pasivo, su nombre Miguel…..

Sanpatricio1812@yahoo.com.mx