Todo empezó en el ascensor

Al quedar atrapados dentro de un ascensor, profesor y alumna pasan un fin de semana de lujuria...

Nadia era de esas chicas de preparatoria que a sus 16 años ya están completamente desarrolladas, y ella lo explotaba, pues a pesar de tener que usar uniforme en el colegio ella siempre hacia que se viera un poco de mas. La falda tablonada apenas cubría sus muslos y la blusa a veces era tan ajustada que los botones se jalaban ligeramente. Lo que nadie entendía era como es que siempre desairaba a cualquier chico que quisiera pretenderla, no cuadraba con su manera de verse y obviamente todos los chicos pululaban a su alrededor como moscas a la miel. Y no solo los chicos, algunos profesores se les notaba que harían lo que fuera para atraerla.

Santiago el nuevo profesor de lengua tenía 35 años sin embargo siempre se veía mas joven de su edad, era el favorito de todos no solo por su aspecto si no por que realmente su clase era la mejor, todos salían bien en su materia y no por que fuera fácil si no por que realmente todos le ponían atención. El ya se había percatado de su llamativa alumna como cualquier otro sin embargo siempre había puesto su ética de maestro primero y se abstenía de tratar algo con ella. A pesar de ello un día cuando ya todos se habían ido y el salió tarde de su despacho pues terminaba de calificar algunas pruebas oyó ruidos en uno de los salones y asomándose vio a Nadia masturbándose contra el escritorio sus pezones marcados en la blusa y su rostro ávido de placer le turbaron demasiado, salió de prisa subiéndose a su auto se marcho tratando de olvidarlo, sin embargo cuando le toco dar clase al siguiente día al ver a Nadia lo único que podía pensar era en ese momento.

Pasados algunos días un fin de semana al salir del ascensor de su edificio vio que había nuevos inquilinos y que ellos eran Nadia y su familia. Aparentando, saludo cordialmente a todos y le informaron que vivían un piso debajo de el. Eso lo molesto ya que no quería nada que ver con esa chica que pudiera arruinar su reputación y desde ese día se fijo bien en los horarios de Nadia para no topársela al salir y entrar. Se dio cuenta también que sus padres salían mucho de viaje y ella vivía prácticamente sola.

Un día Santiago tuvo que salir tarde del colegio había habido junta y luego se había quedado a revisar trabajos eran pasadas las 11 pm cuando llego al edificio y no vio a nadie pero al subir al ascensor oyó una voz que pedía que lo detuvieran, era Nadia. Vestía el uniforme escolar al parecer apenas llegaba a casa después de salir de la escuela. A Santiago como siempre le llegaron los recuerdos de esa noche que la vio en la escuela y tratando de parecer formal le pregunto por que llegaba a esa hora. Ella rio divertida y le dijo que como iba a ser fin de semana se había juntado y ella y sus amigas salieron un rato sin preocuparse, además sus padres no estaban en casa y la verdad lo único que les importaba era que sacara buenas notas. Mientras charlaban Santiago noto que ella se mecía mucho el cabello y parpadeaba como cuando coqueteaba con los chicos de la escuela parecía que ya era algo usual en ella.

De repente el ascensor dio un salto brusco y se detuvo, las luces parpadearon y el brillo bajo dejándolos con una luz tenue. Tratando de calmarse Nadia busco el teléfono de emergencias y dándole la espalda a Santiago marco el teléfono, pero nadie contestaba. Santiago se sentó tranquilamente en el suelo pues estaba cansado, mientras Nadia intentaba marcar de nuevo, pero cuando volteo a verla se dio cuenta que desde su posición podía verle el tanga marcando sus extremadamente bien formadas y respingonas nalgas. Se puso de pie pues su turbación aumentaba con creces. Nadia se dio la vuelta el clima que se había vuelto mas frio hacia que sus pezones se marcaran a la perfección sobre su blusa como la última vez y ahora noto que no usaba sujetador alguno. Nadia también lo noto y volvió a darse la vuelta avergonzada pero algo excitada.

El momento, la hora y una chica con un cuerpo como ese fueron demasiado para el profesor y no pudiéndolo evitar más se acerco por detrás de ella pegándose a su espalda. Ella noto su miembro endureciéndose en sus nalgas y luego sus manos acariciando su pecho sobre la blusa. Con voz entre cortada le pidió que se detuviera pero su voz delataba cuanto le gustaba. El le susurro al oído que lo que había visto en la escuela. Ella se altero y trato de soltarse pero el le dio la vuelta y abriendo de un tirón la blusa (los botones estaban casi sueltos por la presión) empezó a comerle los pechos los cuales saltaron fuera de ella como liberados; eran inmensos, sus pezones muy duros, mientras lo hacia le dijo que cuando tuviera ganas no se contentara con un escritorio pues el estaría mas que feliz de ayudarla con eso. Bajando por su abdomen llego hasta su tanga que estaba ya mojada y quitándosela con rapidez empezó a comerle el coño, ella completamente extasiada lo hundía entre sus piernas. Subiendo una de ellas a su hombro siguió comiéndosela aun mas profundo mientras ella gemía de placer. No pudiendo mas se corrió en su boca jadeando. El se puso de pie y dándole la vuelta de nuevo le indico que pusiera las manos en la pared inclinándose hacia adelante, subiéndole la falda hasta la cintura coloco la punta de su miembro en la entrada de ella y empujando lentamente empezó a penetrarla, estaba estrecha y ardiendo moviéndose en círculos empezó a abrirla hasta llegar al fondo. Ella solo gemía de placer. Empezó a bombearla agarrando ritmo tomándola de la cadera cada vez mas rápido. Nadia solo le pedía mas y mas jadeando de placer. Empujaba mas y mas duro como un toro, resoplando. Los pechos de Nadia botaban con cada embestida. Sintiendo como Santiago crecía dentro de ella a punto de estallar, jadeando ella le dijo –No tema explotar dentro de mi, siempre estoy preparada- un segundo después de haberlo dicho Santiago se exploto dentro de ella, y al sentirlo Nadia también termino con un gemido. A pesar de todo la erección de Santiago no disminuyo seguía completamente erecto dentro de ella. En eso las luces regresaron y el ascensor siguió subiendo. Ella le pregunto si habría problema en subir hasta su departamento. Sin decir nada el solo apretó el número de su piso y al llegar se introdujeron rápidamente a su departamento.

En cuanto cerraron la puerta se besaron con pasión quitándose la ropa mientras llegaban a su habitación. El la tumbo en la cama boca arriba y quedándose de pie tomo sus piernas y colocándolas en sus hombros volvió a penetrarla de un solo golpe y hasta el fondo haciéndola gritar de placer. Mientras la follaba ella le dijo que era el segundo hombre que la poseía, eso solo lo éxito mas aumentando sus embestidas, bajo las piernas de Nadia colocándolas alrededor de sus caderas se coloco sobre ella en la cama para comerle los pechos mientras la penetraba, sintiendo los espasmos de su coño se corrio en ella nuevamente.

Jadeando tumbado en la cama se dio cuenta de que la había estado follando casi toda la noche y le dijo que tal vez debería volver a su casa. Como si fuera sorda se arrastro por la cama hasta llegar a su miembro y empezó a comérselo, lo chupaba por todas partes y poco a poco volvió a ponerse erecto hasta dejarlo como un palo. Se coloco sobre el y empezó a montarlo. Santiago estaba que no daba mas nunca se había encontrado con una mujer que le siguiera el ritmo y aun quisiera mas. Mientras lo montaba el le dijo que si era tanto su deseo entonces se lo haría todos los días en cualquier lugar y acabaría dentro de ella siempre. Lo harían como animales. Con sus palabras ella se movía mas y mas rápido salvajemente dándose sentones en el mientras Santiago la tomaba de las nalgas empalándola hata el fondo. Sus pechos bamboleándose, arqueando su espalda para sentirlo lleno hasta adentro apretó las piernas y sintió el orgasmo mas fuerte de esa noche al dejarlo salir sintió como la leche de Santiago la llenaba de nuevo nunca se habían corrido tanto dentro de ella en tan poco tiempo. Extenuada se recostó sobre el y ambos se durmieron rápidamente.

Cuando Santiago despertó vio que estaba solo en la cama, supuso que Nadia volvió a su casa antes de que el despertara, se metió en la ducha pero se dio cuenta de que ella la había usado antes. Terminando de ducharse se envolvió una toalla en la cadera y se dirigió a la cocina pero antes de entrar olio que algo se cocinaba y poco después vio que Nadia estaba dentro haciendo el almuerzo, ella lo saludo con ánimos, de frente vio que tenia puesto un delantal, pero al darse la vuelta para tomar un vaso vio que era lo único que tenia puesto. Como si algo se activara sintió su miembro pararse en un segundo igual de erecto que en la noche, se acerco a ella por detrás y riendo con coquetería ella le dijo que le dejara hacer el almuerzo. Coloco una de sus manos entre las piernas de ella buscando su perla al tocarla sintió su humedad y le dijo al oído que el también estaba haciendo almuerzo. Siguió tocándola, ella gemía suavemente tratando de seguir pero sujetándose de la mesa se inclino sobre ella y le pidió con voz entrecortada –follame, no resisto mas necesito que me folles de nuevo!- Atendiendo su petición se despojo de la toalla y sin miramientos la embistió hasta el fondo, ella estaba tan mojada que se deslizo dentro de ella hasta el fondo.

Así pasaron todo el fin de semana sin salir de casa ni un momento, el la poseyó una y otra vez entrenándola para el ser el único que ella dejara follarla. Continuara