Todo el mundo tiene un precio (2)

Continuación de "todo el mundo tiene un precio" El relato se suaviza pero aumentan las expectativas de morbo

Después de que Maria se corrió: Le saqué de su interior mi verga al mismo tiempo que mi dedo pulgar de su ano. Aún no me había corrido, pero eso solo significaba que la fiesta no había terminado

Eran las 10:40 en el viejo reloj de madera del comedor. “Pasarnos la noche follando”,había dicho, y aun quedaba mucha noche.

Maria estaba boca abajo tumbada en la mesa con los ojos cerrados, con su mejilla izquierda contra la mesa y las piernas colgando sin llegar a tocar suelo, con su culo en pompa. La toalla que tenia debajo estaba asquerosa de sus flujos y la orina que se le escapaba cuando se corría. La zarandeé un poco.

-Maria no te duermas

-No me duermo, en esta posición no podría.

Lentamente se bajó de la mesa sin permitir que yo la ayudara. Las piernas le flojeaban.

-¡¡¡Joder!!!... casi no me tengo en pie... me has dejado destrozada – dijo mientras se dejaba caer en la silla.

-Pues yo ya ves como estoy – dije indicándole mi erección - ¡¡Ardiendo!!

-No te has venido ¿verdad?

-No, pero aun hay noche.

-¿Que quieres que te haga? - dijo con una expresión mezcla de cansancio, satisfacción y algo más que no supe identificar.

-De momento es tarde, recuperate un poco y preparamos algo de cenar, ¿te parece?

En ese momento estaba tan salido que le hubiese arrancado un pezón de un mordisco, pero es una sensación que me encanta así que decidí disfrutarla. Emplearía mi imaginación y disfrutaría tanto como pudiera, y en ese estado se me ocurrían verdaderas barbaridades, y estaba dispuesto a hacerlas. Lo primero era ver por donde transcurrían las cosas.

Nos fumamos unos cigarrillos tranquilamente y al terminar nos dirigimos a la cocina.

-¿Que haces? - le pregunté al ver que quería volverse a poner la bata

-Taparme un poco – contestó

-De eso nada, con un delantal cada uno tenemos bastante

-Como quieras – dijo sonriendo y poniéndose unicamente las zapatillas.

Caminé detrás de ella viendo como se bamboleaba su culo al caminar, se lo amasé durante todo el trayecto hasta la cocina. Al llegar nos pusimos cada uno un delantal y empezamos a hacer una cena ligera: filete a la plancha y ensalada. Mientras ella salaba la carne, yo empece a trocear la lechuga, el tomate, al llegar el turno del pepino no me lo pensé se lo acerqué la centro del trasero e hice una ligera presión.

-¡¡Aparta eso!! está frío – se quejó

-Lo siento – dije agachandome tras ella – ahora te caliento el culito

Separando los cachetes del culo le pase la lengua por el ano y así estuve un par de minutos.

-Ufff... para un poco... uff... escuece... ufff creo que... aaahh... me has irritado el ano

-Bueno tranquila luego te pondré más cremita – mi imaginación estaba volando al infierno de la lujuria por la vía de urgencia.

Entre bromas más o menos eróticas terminamos de preparar la cena y de poner la mesa. Pero yo tenia de todo menos hambre. No obstante, me permití comer algo, iba a necesitar energía.

-Me has dejado el chirri destrozado a pollazos.

-Si pero aun no me he corrido y queda mucha noche

-No se si podre aguantar tanto trote.

-¿Crees que no podrás aguantar un poco más?

-Seguro que no. Estoy mayor ya sabes

-Pues creo que se como hacer que aguantes

-¿Si?

-Si. Voy a ofrecerte otro trato

-¿Trato?. Eso no me hará aguantar más

-Pues mira yo creo que si. Te quedas con los 200 €. Y te daré... mmmm... - hice cuentas del dinero disponible para gastos “extra” - y te daré 1100 € más por esta noche y las 3 próximas noches. ¿Hay trato?

-A ver, a ver ¿en que condiciones?

Empezaba a ganar la partida su precio había subido, pero seguía teniéndolo.

-Follaremos las cuatro noches, no te haré nada que no haga con mi mujer, - mentiroso,mentiroso - si no aceptas me haces una paja y te quedas con los 200 €.

Casi podía oír la maquinaria de su cerebro en funcionamiento. La posibilidad de quedarse con el dinero sin haberlo ganado del todo o la opción de una suma superior a su pensión en solo cuatro noches de “trabajo”. Dejé que se lo pensara.

Cuando terminados la cena recogí los platos y me senté en la mesa, delante de ella con mi morbo a tope.

-Pajeame - ordené

Me cogió mi ya reposado instrumento con tres dedos empezando con una sabrosa y suave paja.

-¿Has pensado en mi oferta?

-¿cuando me darías el dinero?

-Si aceptas puedo ir al cajero ahora mismo

-Estoy intrigada por saber lo que haces con tu esposa – pronuncio con una sonrisa extraña

-Acepta el trato y lo sabrás

Habían pasado unos segundos y mi polla estaba a tope con sus caricias. Mi palo parecía más grande rodeado por esa manita.

-mmmm.. ¡¡Vale, de acuerdo!!

-Termino y voy a por el dinero

-Vale – espetó, empezando a masturbarme ahora enérgicamente y con las dos manos – cochinote mira que gustarte que una vieja te haga una paja. Venga... suelta tu carga cerdito

Ese lenguaje suyo me puso a mil, quería acabarme con su pajote y sobre todo que miraba fijamente mi capullo mientras corría el pellejo de arriba a abajo.

-Aaaaaahh... dale... no p.. no pares... mete.. metetela en la bocaaaaaahhh...

Con esfuerzo se metió mi capullo el la boca no lo chupaba solo lo tenia dentro pero entre la humedad, el calor de la boca, el movimiento de esas suaves manos y el pensar todo lo que haría las próximas noches, junto con el tema de que ella ya se había corrido, hicieron que no aguantara más.

-Me está... me essssssssssssstaaaaaa... subiendo... aaaaah.... me voy.... me voyyyyyyyyy

Se sacó la golosina de la boca justo en el momento que soltaba mi carga

-Aaaaaaaaaaa... toma leche.... ¡¡¡Toda en la cara!!! ahí... aaaaaaaaaaaaa

Ella misma dirigió mi corrida hacia su cuello y tetas, manchando por completo el delantal, que aún no se había quitado, con mi corrida.

-¡¡Joder que bueno!!

-Niño, entre el cipote que gastas y la leche que sueltas tu mujer tiene que estar más que satisfecha. ¡¡Como eyaculas, pareces una fuente!! - la verdad es que tampoco solté tanta leche solo un par de andanadas no demasiado grandes.

-Bueno – dije mientras me recogía mis pantalones y me los ponía sin calzoncillos – voy a buscar tu pasta. ¿quieres que traiga algo más?

-No... bueno... si necesito un laxante... porque es que ni después de removerme el culo puedo ir de vientre. Levo 3 días sin cagar. Y como decía mi padre “es preferible un buen cagar que un buen comer” jejeje. - eso me dio que pensar.

A ver que encuentro, hasta luego - y salí pitando. Mientras caminaba pensaba en lo del laxante. Después de sacar el dinero, fui a toda prisa a la botica,. Ya en la puerta mi morbo me volvió a traicionar.

CONTINUARÁ