Todo comenzó esa tarde...
Todo comenzó en casa de una prima a la que solía visitar. En aquella época éramos adolescentes y como tal, solo pensábamos en experimentar cosas nuevas y descubrir los placeres que nos da nuestro cuerpo. Mi prima siempre fue mucho más madura que los demás, pero esa tarde, se vengó de mí...
Todo comenzó esa tarde…
Todo comenzó en casa de una prima a la que solía visitar. En aquella época éramos adolescentes y como tal, solo pensábamos en experimentar cosas nuevas y descubrir los placeres que nos da nuestro cuerpo. Mi prima siempre fue mucho más madura que los que jugábamos con ella, y sabía muy bien cómo conseguir lo que quería. Solía quedarse sola en casa, y con la excusa de hacerle compañía, me las arreglaba para estar con ella en esas horas de soledad.
Recuerdo una tarde, en la que dos amigos y vecinos de mi prima, Jorge y Raúl, se unieron con nosotros para pasar el rato. Mi prima escondía una botella de ron miel bajo su cama, que sacaba cuando se quedaba a solas para darle algunos lingotazos. A mí también me gustaba tomar y enseguida se nos subía a la cabeza. Aquella tarde, nos reunimos los cuatro en una de las habitaciones y comenzamos a beber chupitos. En poco tiempo estábamos mareados y diciendo tonterías sobre follar, mamadas y cosas así. Mi prima se dejaba acariciar y tocar, es más, nos cogía de la mano sin ningún pudor y nos la ponía sobre las tetas (que eran abultadas para su edad) y sobre las bragas. Casi siempre iba con mini falda.
Por aquel entonces, todos nos la habíamos follado alguna vez, aunque nunca habíamos coincidido en la misma habitación. Esa tarde fue diferente. Se sentó en la cama con las piernas separadas para que viéramos el bulto bajo las bragas, como lo tenía de mojado. Nos colocó de pie delante de ella, alineados, y nos fue bajando el pantalón. Lógicamente los tres estábamos empalmados y nos quedamos mirando como ella ponderaba las pollas para elegir la que más le gustaba. Me sorprendió la polla de Raúl, demasiado larga y gruesa para su edad, igual que una morcilla. Era casi el doble que la mía y la de Jorge.
Mi prima se percató de cómo, inconscientemente, me fijaba en la polla de Raúl. Eso le hizo pensar en algo, por lo que posteriormente aconteció. Como era de esperar en una zorra así, eligió la polla mayor. Tumbó a Raúl, le hizo unas cuantas mamadas para dejarla bien lubricada, y se subió encima, y en segundos la gran polla desapareció en su coño (ya bien abierto después de tanto polvos). Empezó a follárselo (Raúl apenas se movía, todos sabíamos que ella tomaba siempre la iniciativa), metiéndosela hasta el fondo y volviéndola a sacar. Nos miró y nos dijo: “venga ustedes, a darme por detrás”. Empezó Jorge que se la metió por el hueco que quedaba en el coño. Las dos pollas se metían a la vez. Pero fue tan excitante que Jorge solo duró unos minutos. Fue increíble ver cómo le chorreaba la leche por el coño mientras la otra polla seguía follándola. Mi turno, acerqué mi polla la refregué un poco por la corrida de Jorge para que se lubricara bien y se la metí por el culo. Ya me la había follado varias veces por el culo, y sabía que no le gustaba del todo. Pero lo hice, y se la clavé hasta el fondo (dio un pequeño grito), le follé con fuertes envestidas en parte vengándome por no haberme seleccionado primero. Ella se giró con rostro medio enfadado medio provocador, y me dijo: “así que te gusta follar culos eh maricón, ah, ah, pues si queréis correros los dos, me vais a tener que obedecer. “Me separó y se bajó de Ramón, que seguía con la polla más tiesa y mojada que antes. “A ver, Raúl ponte boca abajo y deja que mi primo te la meta un poco. Eso me pondrá muy caliente, y así el podrá comparar qué culo le gusta más”. El protestó algo pero ante mi prima todos obedecíamos. Yo estaba sorprendido pero accedí. Me puse encima y se la metí. Un poco sólo porque enseguida mi prima nos separó. “Ya está bien, a ver si me lo vas a mariconear, jaja”. Todos reímos. “Bien primo, ahora tú. Túmbate en la cama.” Así lo hice, sin mucho pensar, ya que eso parecía ser rápido. “Jorge tu sujeta las manos de mi primo que es muy listo y capaz de moverse y entonces no valdrá.” Acepté a regañadientes. Tumbado boca-abajo en la cama, veía como Jorge se recreaba en su papel de carcelero agarrándome con fuerza, con la cara morbosa de quién está viendo una peli porno. Enseguida dejé mis cavilaciones al notar las manos cálidas de mi prima acariciándome el agujero y aún más, pues me extendía una especie de lubricante que no sé cómo había aparecido allí. Iba a protestar por padecer un trato diferente pero en ese momento dijo: “Venga Raúl sube, yo dirigiré tu gran polla.” Yo noté como ponía su cabezón en mi ano y empezaba a presionar. “Despacio Raúl, que este culo es virgen”. Noté la gran polla como se metía poco a poco en mi culo, estaba muy caliente y palpitaba. La sensación era extraña, entre dolor y placer, aunque me cueste reconocerlo. El seguía metiéndola, parecía interminable. Iba a moverme pero entonces recordé que me tenían sujeto. “Hasta el fondo, Raúl.” Entonces, cuando Raúl iba a protestar para decir que me la había metido casi toda (era como un gran salchichón húmedo en mi ano), mi prima volvió a ordenar más fuerte “hasta el fondo!” Acto seguido se tiró encima de Raúl con gran impulso y con sus manos en los cachetes de Raúl, lo que multiplicó el empuje hacia abajo. “Aaaaaahhhh!” noté como me entraba hasta fondo porque mis huevos chocaron con los suyos. Mis ojos se abrieron como platos y un escalofrío me recorrió el cuerpo. Vaya pollón me habían metido por el culo. Me quedé paralizado. Pero la cosa no acabó ahí. Yo noté el gemido de placer de Raúl, que a pesar de sus leves protestas hacia mi prima, la polla se le hinchaba. Mi prima con una sonrisa malvada en sus labios se separó un poco, lo justo para que Raúl sacara la polla hasta la mitad y entonces, para sorpresa de los tres volvió a hacer presión aun más fuerte sobre el culo de Raúl para que volviera a metérmela entera otra vez. Volví a quedarme sin respiración. Una y otra vez cuando Raúl hacía el intento de sacarla volvía a penetrarme con fuerza, lo notaba jadear de placer e intentar protestar, pero era inútil, mi prima lo tenía bien sujeto y lo manejaba a su antojo. Mi prima aceleró el ritmo y él no pudo resistir más, “joder me corroooo”. Y mi prima echando todo su peso encima decía “siiii muy bien, ahí, llena de leche todo este culo maricón, te gusta primo? Ves lo que se siente cuando te follan el culo? Verás cómo a partir de ahora te gustan más las pollas…jajaja” Cuando Raúl saco su gran polla una gran cantidad de leche se derramo hacia mis huevos. Tenía el culo rebosante de leche. Y lo que más me sorprendió, también me había corrido yo. Mi prima se quedó pensativa al verlo y una malvada idea parecía atravesarle los ojos…Yo quedé un poco avergonzado, pero desde ese día, todo cambió…