Todo comenzó con una noche de sexo salvaje 8-FINAL

Fin de la saga de los relatos de “todo comenzó con una noche de sexo salvaje”

Continuación de los relatos de “todo comenzó con una noche de sexo salvaje”

Lo primero de todo es pedir perdón por tardar tanto en publicar. Pero entre las fiestas navideñas y que he estado enfermo no he tenido tiempo de publicar, por eso os pido perdón a todos.

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Pasé todo el domingo en casa de Gorka y por la noche me llevó a casa. Después de cenar le llamé para darle las buenas noches y a desearle suerte el primer día de curro y él hizo lo mismo con mi primer día de vuelta a la universidad. Ya tumbado en la cama recordé la conversación de Alex y su hermano y la verdad es que me moría por saber de lo que hablaban, pero   el sueño pronto me alcanzó.

El despertador volvió a sonar y no me costó nada levantarme de la cama. Me duché, desayuné, me vestí y salí por la puerta de casa y me dirigí a la universidad. Aparcar siempre era un poco difícil, sobre todo el primer día, porque los de primero siempre se traen el coche pensando que hay aparcamiento, salí del autobús y me dirigí a la puerta principal de la facultad. La puerta estaba llena de la gente de primero así que me abrí paso hasta donde están las listas de las aulas. Miré la clase y me fui directo allí y antes de entrar ya estaba allí Alberto y Esteban. Esteban me miró y se metió rápido para clase.

-Dani, ¿qué tal ese veranito?

-Bien... muy intenso.

-Jajajaja, vamos que te has liado a follar ¿no? Has tapado todos los chochetes jajajajaja. - Alberto era un poco bestia hablando pero era buen chico.

-No te creas, ojala hubiese follado más.

-Bueno, he visto a unas tías nuevas en clase y están cañón. - Alberto era el típico que se follaba a una y decía que se había follado diez.

-Pues habrá que entrar a verlas. - Alberto y yo nos sentamos en medio y pegados a la ventana. Por las ventanas se veía la entrada de la facultad. Entró el profesor y empezó a dar la clase como si no hubiésemos parado. La asignatura era bastante aburrida así que me puse a mirar a la gente de clase. Había mucha gente del año pasado pero en las primeras filas estaban un grupo de chicas nuevo, supuse que serían las que decía Alberto. Seguí con la mirada aburrida y me pare en el cogote de un chico. Podía verle solo la parte de atrás y un poco de la oreja izquierda. No quitaba la mirada de él, hasta que en un momento se giró un poco más y pude verle la mitad de la cara. Era Alex, Alex el vecino de Gorka, el Alex que hablaba con su hermano de algo referido a Gorka. Me moví del asiento y Alberto me miró como preguntándome si me pasaba algo. Le escribí en una nota lo que pasaba. Alberto sabía de todo sobre todos, así que decidí probar suerte.

“El chico del polo amarillo, le conozco”

Alberto le buscó con la mirada y al final lo encontró. Desde su lado le podía ver mejor la cara que yo. Empezó a escribir, no sé lo que estaba poniendo, pero parecía que había dado en el clavo, seguro que sabía algo de él, después de unos minutos me paso la nota.

“¿Sí? Joder, pues vino este verano a vivir a Madrid, porque mi padre es el compañero de su padre y un día vinieron a casa sus padres, su hermano y él, y en la cena dijeron que venía a esta facultad, ¿de qué le conoces”

En la nota no ponía nada que me interesara, seguro que si fuese una tía sabría hasta la forma de la ropa interior.

“Es vecino de un amigo y vino una tarde a casa, pero no sabía que venía a nuestra clase”

Alberto solo me miró y asintió y volvió a escribir en sus apuntes. Yo seguí mirando a Alex, hasta que sonó el timbre de que terminaban las clases. Las siguientes dos horas las tenía libres.

-Dani, yo me piro que tengo una de libre y si no, no llego. - No me dejo ni responderle y salió pitando de la clase. Entre toda la multitud empecé a buscar a Alex para hablar con él, pero no lo encontraba, así que salí de clase esquivando a la gente. En el pasillo pude ver alguien con un polo blanco que entraba en los baños. Entre y allí no estaba nadie, pero se oía a alguien mear, así que me quede esperando en los lavabos y allí apareció Alex. Al abrir la puerta se quedo mirándome a los ojos durante unos segundos y fue a lavarse las manos.

-Hola Alex.

-Hombre Dani, no sabía que estabas en esta facultad.

-Ya ves, el mundo es un pañuelo. ¿Tienes ahora clase?

-No, tengo unas horas libres.

-Yo también, si quieres vamos a la cafetería que quiero hablar contigo. - Alex y yo salimos de los baños y fuimos directos a la cafetería. Nos sentamos en una mesa que estaba en el fondo. Alex se le notaba tenso, pero estaba dispuesto a hablar largo y tendido y yo no estaba dispuesto a hablar de tonterías así que iba a ir al grano.

-¿Por qué no viniste a verme a casa después del hospital? ¿Por qué me dijiste te quiero y luego pasaste de mí después de lo que pasó? - Estaba apretando el vaso y no sé como no se lo lancé a la cara. Alex bebió un trago  de agua de una botella y me miro fijamente a los ojos. Notaba como me penetraba esa mirada y me empezaba a encontrar incómodo y ahora era él  el que manejaba la situación.

-Como te comenté cuando hablamos, me surgieron varios problemas y me fue imposible ir a verte y a la segunda pregunta la respuesta es porque quise decirte que te quería, porque eso es lo que siento y a la segunda parte de la pregunta se contesta con la primera pregunta. - El muy hijo de puta había dado la vuelta a la situación y ahora me había quedado sin palabras, pero no me iba a achantar este imbécil.

-¿Y qué problemas son esos por los cuales pasaste de mí todo ese tiempo? Y no me digas que son problemas personales porque no me va a servir como respuesta.

-Pues mi hermano se metió en problemas y necesitaba tenerme a su lado. - Otra vez volvía a controlar la situación. - Pero tampoco te puedes quejar mucho, porque no has perdido el tiempo con Gorka. Que el otro día estabas en su casa y Gorka estaba casi en bolas y tú estabas to despeinado.

-Gorka estuvo ahí cuando tú pasaste de mí y al final abrí los ojos contigo.

-Los ojos y el culo – susurró.

-Pues si, los ojos y el culo, pero lo que me arrepiento es de haber estado con un gilipollas como tú.

-Perdona Dani, perdona, no quería decirte eso. Mira te voy a ser claro. Yo te quería y bueno, te quiero. Me gustas mucho y eso lo sabes, pero hice cosas que no debía.

-Pues cuéntame. Soy todo oidos.

-No puedo, te juro que no puedo – me cogió de las manos – si pudiese te lo habría dicho antes. - Recordé la conversación con su hermano y algo me dijo que se lo dijera en este momento.

-Alex, cuando estuve en casa de Gorka, escuché la conversación con tu hermano, la que teníais en el jardín – le solté las manos. Se le abrieron los ojos y empezó a temblarle las manos.

-Dani... te lo puedo explicar... te lo juro.

-Eso es lo que quiero, que me lo expliques todo.

-Puffff a ver, pero prométeme que no dirás nada por favor. - Tenía los ojos húmedos. Mi móvil empezó a sonar, era un mensaje de Gorka

“Peque, hoy solo trbaj 4 oras. Tienes clase?”

No le contesté.

-Te lo prometo.

-Pues a ver – Alex tenía un nudo en la garganta – El mensaje que te mandé para quedar... en el centro comercial... me equivoqué

-¿Te equivocaste?

-Sí... me equivoqué... pero déjame que te lo expliqué todo por favor. - Asentí – Ese mensaje era para Gorka... yo te quería a ti y Gorka estaba por medio, así que le dije a mi hermano que llamase a un colega y... le hicieran... lo que te pasó a ti... ¡pero llamé a mi hermano para que no hiciera nada, pero no me lo...! - Me levanté de la mesa. No sabía qué hacer, Alex había planeado violar a Gorka y me violaron a mí. Me quedé mirándole y estaba llorando y con las manos juntas apretadas encima de la mesa.

-Eres un hijo de la gran puta y... y... - No podía decirle nada más, me había quedado sin voz. Me estaba costando respirar. Me fui corriendo de la cafetería, aunque oía una voz que me llamaba desde lo lejos. Salí corriendo del edificio y me quedé ahí parado y empecé a llorar y a gritar. La poca gente que había me esquivaba y me miraban. Seguí caminando sin rumbo y llorando, cuando algo en mi cabeza lo dijo... Gorka. Saqué el móvil y marqué su número. No me salían las palabras, solo me salían lágrimas.

-Dime peque.

-...

-¿Peque?

-... Gorka... ven...

-¿Dani? ¿Qué te pasa? Salgo en diez minutos del curro ¿dónde estás?

-... - colgué el teléfono. Alex estaba ahí delante.

-Dani, perdóname, perdóname. Joder, sé que la he cagado. - Seguí caminando por la calle – Dani, por favor, no digas nada por favor. - Lo único que le importaba era que no dijera nada a nadie, se la sudaba lo que me había pasado.

-No... diré... nada. - Sonó un trueno. Noté que Alex me había colocado sus manos en mis hombros.

-No llores Dani, por favor, no llores.

-Déjame... vete...

-Vente para adentro, que va a empezar a llover. - Me solté de sus manos y seguí caminando. Ya no había ningún ruido, ya me había dejado en paz, solo se oía el caer de la lluvia y nada más. Alex se habría ido adentro porque estaba diluviando y ahora mismo lo único que quería era estar con Gorka, sentir uno de sus abrazos. Me senté en un banco y levanté la cara al cielo. Mis lágrimas y las gotas de lluvia se unían en mis ojos y mis mejillas. Algo me devolvió a donde estaba, era como un pequeño zumbido. Mi mano instintivamente se acercó a mi bolsillo del pantalón. Me levanté y saqué el móvil. Era Gorka que me estaba llamando.

-Peque, estoy llegando a tu facultad. Joder Dani, dime algo.

-… Gorka… - No podía dejar de mirar al cielo. El móvil se apagó solo y se me cayó al suelo. Lo recogí y me volví a sentar en el banco. Sonó el derrape de un coche y luego un acelerón. Levanté la vista y un coche frenó de golpe delante de mí. Era un deportivo de color azul oscuro, y ese coche me sonaba mucho. El conductor salió disparado hacia donde estaba yo.

-Dani, Dani, que te pasa. - Sólo pude levantar la vista para verle la cara. Esa tez morena y esos ojos negros... era Gorka.

-Gorka...

-Si pequeño, soy yo. Joder estas empapado, venga vamos al coche. - Gorka me cogió y me metió en el coche. Luego dio la vuelta y se subió en el asiento del conductor. Me quedé mirándole, estaba guapísimo todo mojado. Arrancó el coche y siguió preguntándome que me pasaba, pero no sabía si decírselo o no. Al final paro de preguntarme y empezó a acelerar y en menos de media hora llegamos a su casa. Salí del coche por instinto y entramos en casa. Gorka no me decía nada solo iba a su habitación y yo le seguía. Al entrar él se sentó en la cama y yo me tumbé dándole la espalda. Empezó a acariciarme el pelo.

-Dani ¿qué te pasa? ¿Por qué estabas llorando? – Una parte de mí se alegraba de que no le hubiesen hecho nada a Gorka y fuera yo el que se llevó aquello.

-Gorka… Alex… es un hijo de puta.

-¿Alex? ¿A qué viene ahora Alex? – No quería decir que me alegrase de que me hubiesen violado a mí, pero “gracias” a esa violación Gorka y yo empezamos nuestra historia en común, aunque no me gustaba que la persona que la conspiró fuese Alex.

-No digas nada, déjame terminar, pase lo que pase.

-…

-Júramelo.

-Está bien, te lo juro. – Gorka no era mucho de jurar pero algo era algo. Me incorporé en la cama y me quedé mirándole a los ojos. Estaba muy serio y expectante de lo que iba a decir. Cuando quería hablar se me hacía un nudo en la garganta, ya que no sabía cuál iba a ser su reacción.

-Gorka… -él seguía acariciándome la pierna con su gran mano-. El día que paso aquello… -empecé a llorar-, Alex planeó que te violasen a ti… y se equivocó en los mensajes y me mandó a mí el mensaje de quedar antes-Gorka se quedó con los ojos abiertos y apretando la mandíbula. Se levantó de un salto, cogió la silla de su habitación y la empotró contra la pared. Luego bajó la cabeza y me miró, tenía lágrimas en los ojos.

-Está bien peque, está bien. Tú quédate aquí y descansa.

-Gorka ¿qué vas a hacer?

-Nada –se acercó y me dio un beso en la frente. Me hizo tumbarme en la cama-. Acuéstate un poco y descansa por favor-. Gorka salió de la habitación y yo me quedé tumbado en la cama. Toda la habitación desprendía el olor de Gorka.

HISTORIA DE GORKA

Salí de la habitación con los puños cerrados. El hijo puta de Alex y su hermano habían planeado todo para joderme a mí. Salí de la casa sin hacer ruido con la puerta por si Dani estaba durmiendo. Fui directo a la puerta de la casa de Alex y llamé. Oí pasos y luego silencio, pero al final la puerta se abrió. Era su hermano.

-Ey Gorka, ¿Pasa algo?

-No, no, no pasa nada. ¿Está tu hermano?

-Está en la universidad.

-¿Puedo entrar?

-Pues es que… -empujé la puerta y entré. El hermano estaba en calzoncillos y una camiseta ancha y se le marcaba toda la polla. Entré al salón y había otro chaval. Estaba totalmente desnudo y masturbándose. Estaban viendo una peli guarra de una tía rubia comiéndose dos pollones negros. El amigo se giró para verme y se tapó con un cojín.

-Hola chaval, madre mía como huele a polla aquí –el hermano entró rápidamente.

-Gorka tío, no digas nada a nadie. Es que no hemos ido a clase y nos aburríamos y nos hemos puesto a ver esto-. El amigo seguía mirándome con la cara como un tomate.

-No si no voy a decir nada chaval –me daban ganas de cogerle del cuello y partirle la cara, pero era a su hermano al que quería, pero iba a vengarme de ese canijo hijo de puta. Me senté al lado de su colega y Guillermo se sentó a mi otro lado.  Estaban cortados de que estuviese sentado allí viendo una porno con dos chavales-. Venga coño, no os cortéis, seguir con lo vuestro, que yo tengo no diga nada-. El amigo se quitó el cojín y empezó a sobarse la polla. Guillermo se quitó la ropa y empezó a cascársela. Llevarían unos minutos así y yo me moría por partirle la cara al chaval cuando el amigo me hablo.

-¿Tú como la tienes? –me quedé de piedra.

-¿Te molan las pollas o qué?

-…No… pero me gusta comparar-. Le miré la polla un momento y la tenía normalita. Miré de reojo a Guille y la tenía un poco pequeña y ahí fue donde encontré el momento para humillarle.

-Mira-. Me bajé los pantalones y los calzoncillos. La tenía desempalmada porque dos niñatos no iban a conseguir que se me pusiera dura.

-Pero pa comparar, la tienes que tener dura-. Empecé a mirar la película y a sobármela, hasta que se me puso dura.-Joder tío, la tienes to gorda. Comparada con la del Guille es enorme-. Miré hacia guille y este miró hacia abajo y empezaba a ver que se estaba avergonzando de su pequeña polla, cuando noté que tenía algo húmedo en mi rabo. El chaval me la estaba comiendo. Le quite la cabeza de mi polla con brusquedad

-¿Pero qué coño haces, chaval? –me levanté del sofá y Guille estaba con los ojos como platos.

-Quería saber si sabía igual que la de Guille –el chaval era un poco subnormal diciendo eso. Ahora sabía que el hermano del Alex le molaba que los tíos le comieran la polla.

-¡Pues chaval, ni se te ocurra volver a tocarme o te parto los dientes! –el chaval, miró hacia el suelo y estaba temblando-. Venga cómesela al Guille como se la comes siempre –el chaval sonrió y se acercó a gatas a la polla de Guille y se la metió en la boca, empezando a darle otra vez la mamada que les había cortado. Mientras se la chupaba me puse los calzoncillos y los pantalones. El Guille estaba disfrutando porque se le veía en la cara-. Bueno Guille, tu sigue con tu rabo en la boca de tu colega que me piro a buscar a tu hermano –sabía que eso le había humillado. Él que siempre iba de machito le estaba haciendo una mamada un tío. Salí del salón y abrí la puerta. Caminé por la calle hasta subirme al coche y me fui a la universidad de Dani y Alex.

Busqué a los amigos de Dani para preguntar por Alex, pero no encontraba a nadie conocido. Seguí por los pasillos hasta que vi a Noe. Aceleré el paso hasta que la alcancé.

-Hombre Gorka, tú en la universidad –sonrió.

-¿Sabes dónde está Alex?

-Le he visto en la cafetería.

-Gracias. –me fui corriendo hasta la cafetería y allí estaba Alex sentado en una mesa del fondo. Me senté en la silla de enfrente y Alex se quedó pálido.

-Hola Alex.

-Hola Gorka, ¿qué haces aquí? Dani se ha ido ya.

-Lo sé. He venido a buscarle.

-Ahm.

-Alex… lo sé todo,¿eh? No te hagas el gilipollas –le puse el pie en el paquete-. Así que era yo el que tendría que haber sido violado, ¿no? –Alex se quedó en silencio sin decir nada.

-Gorka lo siento, de veras. Me puse celoso de ti, porque Dani te eligió a ti y lo hice sin pensar –apreté más el pie y Alex se echó para atrás un poco la silla. Me levanté y me fui de la cafetería. Al salí del edificio, me apoyé en el coche y me encendí un cigarrillo. A la media hora esperando Alex salió de la facultad. Me dirigí hacia él y le cogí del cuello del polo. Fuimos al coche y lo subí dentro. Me subí al asiento del conductor y eché los cerrojos de las puertas.

-Gorka por favor, no me hagas nada.

-No te voy a hacer nada –arranqué el motor y empecé a conducir-. Sólo quiero decirte que esto no te lo perdono en la vida y te digo que tu hermano la ha cagado mucho.

-Tío es un menor, hazme lo que quieras pero a él déjale en paz.

-Alex… tu hermano tiene dieciocho años. Tú madre se lo dijo a la mía, así que déjate de gilipolleces –Alex se quedó callado y no dijo nada. Llegamos a su casa y aparqué el coche fuera.

-¿Me traes a casa?

-Sal, que te quiero enseñar algo –salimos los dos del coche y fuimos rápido hasta la puerta-. Abre despacio sin hacer ruido –Alex abrió la puerta y entró en el salón. Se quedó de piedra con la imagen que había en el salón. Su hermano estaba sentado y encima de él estaba su colega. Le estaba pegando la follada del siglo mientras le daba ostias en la cara y en el culo.

-Guillermo, pero… ¿qué coño haces? –los dos chavales giraron la cabeza y el de arriba se sacó la polla del culo y empezó a vestirse. Alex y Guillermo se quedaron mirando. Ahora que Alex sabía que yo conocía  la verdadera edad de su hermano y con todos los problemas que había tenido con la justicia iba a intentar hacer algo. El amigo se quedó vestido de pie en el salón, mirando el suelo.

-Chaval, vete a casa –le dije. El chaval salió corriendo por el salón y cerró la puerta de golpe. Me coloqué delante de la tele, que seguía con el porno y miré a Guille. Seguía con la polla dura, pero mirando al suelo. Alex estaba de pie sin saber qué hacer. Su hermano el machito era un folla culos de primera.

-Alex –dije y los dos me miraron-, Guille, sé que tienes dieciocho años y que tus padres decían que eras menor por todos los problemas que creas.

-Gorka tío, si le denuncias irá a la cárcel. Ya tiene antecedentes.

-Me la suda lo que os pase a los dos, pero no quiero denunciarte, porque vamos, con lo maricón que eres seguro que al final en la cárcel te comes las pollas de todos, y a lo mejor disfrutas y to.

-¡Yo no como pollas!

-Ya aprenderás hombre, no te preocupes. Ahora vamos a hacer un juego. Si no jugáis tu hermano irá a la cárcel y tú seguro que al final algo te cae, aunque sea solo el disgusto de los juicios y to eso. Así que empecemos. Alex, quédate en bolas –Alex empezó a desnudarse de mala gana y mirando de mala ostia a su hermano. Se quedó en bolas y miré a su hermano. Estaba mirando el cipote de su hermano con los ojos brillantes. Me bajé los pantalones y me quedé en calzoncillos. Los dos hermanos se miraron y luego me miraron de mala ostia a mí.

-No pongáis esa cara. Tengo fotos de un colega comiendo el rabo a tu hermano, además de tu declaración de la violación de tu hermano a Dani, así que bajar los humos. Venga Alex, de rodillas y restriégate mi paquete por la cara, babéamelo. –Alex hizo lo que le dije y se puso de rodillas a lamerme el paquete y a restregárselo por la cara. Me giré para quedar de perfil a su hermano y pudiera ver el espectáculo. Miré de reojo a su hermano y tenía la polla dura y le babeaba de excitación. Se la tocó un poco pero luego de un golpe dejó de tocársela. Miré hacia abajo y tenía el calzoncillo lleno de babas y la polla de Alex babeaba en el suelo.

-Guille, acércate y toca el culo a tu hermano –Alex se separó de mi rabo y me miró a los ojos desde abajo-. Le hemos jodido la follada, así que hay que devolvérselo

–Guille se acercó y empezó a tocarle el culo a su hermano y a meterle un par dedos. Me separé y dejé a los hermanos solos-. Guille cómele la polla a tu hermano, que está dejando todo mojado.

-Yo no como pollas, que me la coma él –premio, pensé.

-Alex, cómele la polla a tu hermano, que seguro que no es la primera vez que se la comes –miré al hermano y le sonreí. Él me devolvió la sonrisa, así que supuse que su hermano era su puta particular. Alex se metió la polla en la boca y empezó a comérsela. El hermano me sonreía, y puso la mano en la cabeza de su hermano para marcarle el ritmo. La verdad es que tenía la polla to dura por la escena.

-Así Alex, así. Cómesela bien a tu hermano que el pobre le hemos cortao el polvo, ¿la come bien?

-Puuuuuuuuf, de pm tío. La come de lujo, ¿quieres probar?

-No, gracias. Es todo tuyo.

-Mejor. –Le empujó la cabeza hasta el fondo y Alex se masturbaba como un loco.

-Alex, deja ya la polla y siéntate en el sofá –Alex hizo lo que le dije y se sentó al lado de su hermano. Los dos tenían la polla brillante, por la pre y el otro por las babas de su hermano. No dije nada y Guille se lanzó a comerle la polla a su hermano.  Me quedé sorprendido, y empecé a entender que esto más que una humillación era un placer y que ya lo habían hecho veces. Saqué una foto con el móvil sin que se dieran cuenta. Alex estaba sentado y el hermano se estaba masturbando la polla mientras se la comía a su hermano. Me acerqué y apreté la cabeza de Guille a la polla de Alex. Guille se seguía masturbando como un loco y Alex estaba con los ojos en blanco y le quedaba poco para correrse.

-Te gusta como la come tu hermano, ¿eh? Venga Guille, que tu hermano tiene buen pollón

-Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, joder, quita la boca Guille…. Aaaaaaaaaah, que me corro –seguí apretando la cabeza de Guille y noté los espasmos del hermano. La verdad es que Alex tenía un cuerpo perfecto. Todos los músculos marcados y depiladito entero. Las gotas de sudor le caían por la cara y el cuerpo. El hermano tuvo que tragar la leche para que no se ahogase. Quité la mano de la cabeza y empezó a toser y de la boca le caía lefa.

-Venga Alex, morrea a tu hermano y límpiale la lefa de la cara.

-No –dijo Alex. Acerqué la cabeza de Guille y este cerró los ojos y abrió la boca. La verdad es que el niñato era una auténtica puta. Alex al final empezó a morrear a su hermano y Guille se le notaba que estaba jugando con la lengua. A los pocos segundos Alex se levantó.

-Me voy a duchar. –No dejó que respondiéramos y se fue arriba. El hermano se quedó parado sin saber qué hacer. Ya tenía fotos de las dos mamadas y el beso, pero quería humillar a Guille más. Me senté a su lado y le puse su mano en mi calzoncillo. Él me miró sorprendido.

-Bájame los gayumbos –el chaval me los bajó y mi polla saltó. La pre caía en hilillos al suelo. Guille no sabía si cogérmela o chupármela. Le levanté del sofá y le di lavuelta, quedándose con el culo en pompa. Cogí la pre con la mano y la restregué por su ojal.

-Por favor, no me la metas, por favor. Que la tienes demasiado gorda

-Ya verás cómo te gusta –Me acerqué y le empecé a meter la polla. Guille no hacía ningún ruido, pero su culo estaba muy dilatado y se la metí de un golpe

-¡JODER, QUE DOLOR! ¡AAAAAAAAAAAAAAAAAH! –Le tapé la boca, para que no chillara más. Le saqué el rabo y me vestí. Guille tenía lágrimas en los ojos y se me quedó mirando. Se había corrido en cuanto le metí la polla y había pringado el sofá de lefa. Abrí la puerta y salí de la casa. Arranqué el coche y lo aparqué en mi casa. La verdad es que estaba bastante caliente pero no sabía si Dani tendría ganas de algo. Entré en casa y cerré la puerta.

HISTORIA DE DANI

Me despertó el ruido de la puerta cerrándose. Me encantaba sentir las sábanas de Gorka en mi cuerpo desnudo. Oí pasos que subían y me hice el dormido. Entreabrí los ojos y vi que Gorka cerraba la puerta lentamente para no despertarme. Se despojó de toda la ropa y se cogió su enorme pollón. Yo estaba con la cara casi fuera de la cama, así que se acercó a la cama con los huevos colgando y la polla en la mano. La verdad es que la polla de Gorka era demasiado gorda y casi no podía abarcarla con la mano. Me puso la polla encima del moflete pero con unos centímetros de distancia. La pre empezó a caer y me la restregó por el moflete y por los labios. Abrí la boca un poco para que cayese dentro y vi los dientes perfectos de Gorka.

-¿Estás despierto peque? –Me metí la polla lo mejor que pude para comerle el rabo-. Joder, si que estás despierto. Como te mola comérmela. –Gorka se empezó a echar encima de mí, con la polla en mi boca, pero se la sacó.

-¿Por qué la sacas?

-¿Quieres que te folle la boca?

-Sí. –Me coloqué bien y Gorka me la metió.

-Prepárate que empiezo

-oggk. –Gorka empezó a follarme la boca como nunca lo había hecho. A veces me costaba respirar, pero me encantaba sentir como mi nariz se hundía en sus pelos y sus huevos me daban en la garganta. Yo me masturbaba como un loco, pero paré y puse mis manos en su culo para que me dejara el rabo dentro.

-Jooder, como me gusta metértela hasta la garganta –yo no podía articular palabra-. Joder nene, ya verás cuanta lefa te tengo preparada –Gorka empezó a follarme la boca más y más rápido- Me corro, aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah, joder, joder, joder, ¡Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaah! –Gorka sacó un poco la polla para que saborease su lefa. Sacó la polla mientras seguía echando lefa. Abrí mucho la boca para que no se desperdiciara ni una sola gota. Gorka se quedó mirándome desde arriba y al ver que me había tragado todo y seguía con la boca abierta me escupió un gapo con mucha espuma. Lo relamí y le sonreí. Ver ese cuerpo desnudo encima de mí, ese cuerpo moreno con pelo en el pecho, esa tableta de chocolate, esa cara afiladilla y esas facciones tan masculinas… estaba enamorado hasta las trancas. Gorka me besó y cerré los ojos. Nos estábamos besando cuando Gorka se sentó encima de mi polla. Abrí los ojos de golpe y Gorka me miró. Nos dejamos de besar y Gorka se concentró en meterse mi rabo.

-¿Qué haces Gorka?

-Quiero sentir tu polla dentro y saber lo que se siente, pero joder nano, la tienes muy grande.

-La tendré más larga, pero es más fina que la tuyaaaaaaaaaaa. –Gorka se la metió de golpe y empezó a mover en círculo las caderas.

-Joder nano, siento que me estás taladrando. –Yo mientras seguía con el mete saca del culo de mi adonis, pero Gorka se levantó y se tumbo a mi lado-. Venga métemela así –Me puse de rodillas y se la metí de golpe.

-JODER NANO, ME VAS A ABRIR EN CANAL –gritó. Pero yo seguí con el mete saca.

-¿Te gusta Gorka?

-Sí, nano, siiiiiiiiiiii, aaaaaaaaaaaaaaah.

-Estoy aaaaa puuuuunto deeee correeeerme.

-Pues échame toooooooo la lefaaaaaaaaaaa en la tripa y el pechoooooooooooooo, porfa-. Saqué la polla de su culo y en dos meneos disparé seis trallazos de espesa lefa en la tripa de Gorka. Empecé a limpiársela con la lengua, mientras él se la cascaba. Sabía que le encantaba que me tragase la lefa. Cuando ya estaba terminando miré a su polla y había vuelto a manchar de lefa muy líquida.

-¿Te lo limpio?

-Claro peque. –Le limpié la polla y los pelos manchados de lefa. Después de limpiarle el cuerpo me tumbé a su lado y me quedé mirándole mientras le sobaba la pollaflácida con la mano.

-Dani.

-Dime.

-Ya no tienes que preocuparte por nada nunca más.

-Gorka, no hace falta que me protejas siempre.

-Pero yo quiero –se giró y empezó a besarme, mientras me cogía la cara y yo seguía sobándole la polla-. Te quiero Dani.

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Espero que os haya gustado esta saga.

Gorka y yo estuvimos juntos un año o así. Luego por cuestiones laborales suyas tuvo que irse de Madrid para irse a vivir a otra Comunidad y ahora somos amigos y la verdad es que seguimos muy unidos..

Si os ha gustado la saga, no dudéis en escribir un comentario o mail, que es la única manera de que un escritor sepa si gusta o no y si tiene que cambiar algo.

Muchas gracias por leer estos relatos de verdad