Todo comenzó con una noche de sexo salvaje 6

Continuación de la serie de relatos de noche de sexo salvaje

Continuación de los relatos de “todo comenzó con una noche de sexo salvaje”

Al abrir la puerta Gorka estaba de pie mirándome. La verdad es que iba bastante arreglado para ser él. Una cazadora negra, unos vaqueros oscuros anchos por abajo y unas deportivas blancas a la moda. El pelo se lo había peinado como en cresta y sus dientes blancos parecía que brillaban.

-Sí, he ido a pegar un meo. ¿Quieres algo? – Salí por la puerta y nos colocamos a un lado del pasillo de los baños.

-Quería aclarar lo que ha pasado.

-¿Aclarar? No hace falta Gorka. Llevas dos semanas sin verme. Te he ido a buscar mil veces y nunca estabas y cuando podíamos quedar me dices que no y luego te veo afuera, así que paso. No voy a discutir contigo ni nada, al revés. Volvemos a ser colegas y listo, como si lo nuestro nunca hubiera pasado. – Gorka se quedó mirándome y su sonrisa se desdibujó de su rostro. – Te voy a dar un consejo, que para eso soy o fui tu mejor amigo. Cuando salgas con alguien intenta tener las cosas claras, porque las personas no somos tus juguetes. – No le dejé contestar y me fui. Antes de cruzar la esquina del pasillo oí un golpe. Miré hacia atrás a ver que había sido y Gorka estaba con el puño en la pared y la cabeza agachada. Sé que sonará muy cruel pero seguí mi camino porque para mí la fiesta acababa de terminar. Me fui hacia donde estaba Lorena

-Lore, me piro, que no me encuentro muy bien.

-¿Estás malo? Si quieres te acompaño o algo.

-No, no. Tú quédate.

-¿Seguro Dani?

-Que sí, de vedad. – Y la sonreí.

-¿Has visto a Gorka?

-Sí, ya he hablado con él. Pásalo bien y mañana me cuentas qué tal te ha ido con ese. – Lorena se rió, porque estaba tonteando con uno toda la noche. La di dos besos y me dirigí hacia la salida. Miré a la barra y vi a Esteban mirándome y después de lo que hice sería mejor tener una charla con él.

-Esteban, yo me abro.

-¿Ya?

-Sí, necesito pensar algunas cosas y necesito estar solo.

-Oye si es por lo que ha pasado… solo ha sido un polvo. A ver… me pareces muy guapo y todo eso pero… vamos que ha sido solo eso, un polvo.

-Lo sé, lo sé. Bueno, solo quería despedirme. – miré dirección a los baños.

-Pues ya nos vemos – y me chocó la mano.

Al salir del local el aire fresco me sentó bien, aún faltaba para que abriesen el metro, así que me fui dando una vuelta y así pensar un poco. Por dentro agradecía que Esteban se hubiese tomado eso como un polvo y no como algo más, porque ya sería el culmen de la noche. Según iba caminando me iba sintiendo peor por haberme follado a Esteban. En un principió pensé en solo calentarle y no hacer nada, pero al final me puse yo y siempre que me pongo no pienso con la cabeza. Una parte de mí me decía que no preocupase que Gorka tampoco era mi novio, era solo un amigo especial pero yo me sentía como una mierda. A lo mejor Gorka se sentía así después de que me dijera todo eso de empezar algo y después de todas las veces que se había puesto cachondo y había acabado conmigo en la cama. A lo mejor yo era un calentón más. Llegué a la parada de autobús y miré el horario. Cojonudo, ya había pasado el último autobús nocturno, así que o cogía un taxi o esperaba a que abriesen el metro. Seguí caminando hasta llegar a ver un taxi, no me apetecía esperar, pero ningún taxi aparecía. Siempre que salíamos de fiesta Gorka se llevaba el coche y nunca tomaba nada.

-Tengo que dejar de pensar en Gorka – susurré. Me saqué un cigarro de la chaqueta, me lo encendí y me quedé mirando el humo y note una sensación conocida. La sensación de enamorarte de alguien que sabes que si lo consigues vas a sufrir y si no lo consigues vas a sufrir también. Miré el móvil para ver la hora y tenía un mensaje.

“Dnd sts?”

No sabía si responderle o no. Una parte me decía que le llamase y que viniese a por mí, otra que no hiciera nada y que el tiempo lo acabara curando. Me quedé parado mirando el móvil. No le había dejado explicarse, a lo mejor tenía una buena escusa para hacer lo que hizo, pero yo le avisé, que no quería empezar algo si él no estaba seguro… la había cagado. La había cagado con lo de Esteban, cuando le dije eso en el pasillo, con todo. A lo mejor le estaba agobiando y esas dos semanas sin verme tienen una explicación lógica. Le llamé, pero tenía el móvil apagado. Empecé a correr hacia el local por si aún podía encontrarlo. Me había cabreado por algo que no sabía los motivos y me sentí la persona más egoísta del mundo. Él siempre se había considerado hetero y ahora siente algo por mí, me dice de intentarlo y a la mínima de cambio me comporto como un gilipollas. Cuando sepa porque lleva dos semanas sin verme ya decidiré si me cabreo o no, pero lo primero es encontrarle y pedirle perdón. Llegué al local casi sin aire. Entré y le busqué por la multitud. Esteban estaba hablando con un chico y se susurraban cosas al oído, seguí buscando con la mirada  a Gorka o  a Lorena por si sabía algo. Lorena estaba en una esquina del local hablando con el chico de antes. Me abrí paso entre la multitud hasta llegar a ella

-Lore, Lore, ¿has visto a Gorka?

-Dani, ¿pero no te ibas?

-Sí, pero necesito hablar con Gorka.

-Pues la última vez que le vi estaba saliendo por la puerta.

-Joder – y me di la vuelta para salir del local. Mientras andaba entre la gente miré a Esteban que estaba muy pegado al chico ese y parecía que le estaba metiendo mano. Llegué a la puerta y la abrí rápidamente. Oteé por la calle por si le veía a él o veía algún amigo con los que estaba, pero sabía que no iba a tener suerte. Cuando mis esperanzas se perdieron, me fui a la acera de enfrente y me senté en el borde de la acera mirando la puerta del local. Cogí el móvil y aunque lo tuviese apagado, algún día lo tendría que encender.

“Lo sient. Sient aberm cmportad cm 1 gilipoys. Si aún qiers ablar toy n la puert dl locl. Si no qiers ablar hoy ya sabs dnd pueds ncntrarm. Lo sient mucho”

Seguí con la mirada fija en la puerta del local por si Gorka había entrado sin que nadie lo viese y ahora saldría a hablar conmigo. El tiempo pasaba, la gente salía y Gorka no daba señales de vida. Agaché la cabeza y mis ojos se nublaron hasta que oí una voz familiar. Miré a la puerta y Esteban salía del local con el chico que se estaba tomando algo con él. Caminaron unos metros y este abrió un coche y se subieron. Los dos se estaban pegando el lote en el coche y empecé a llorar. Echaba de menos a Gorka, quería estar con Gorka. Una parte de mi cabeza desapareció y ya me daba igual si sufría o no estando con él. Quería sentirle cerca, aunque solo estuviese a mi lado, quería poder oler su colonia, oír su voz, su risa… notaba que me faltaba el aire y empecé a caminar para buscar un puñetero taxi que me llevase a su casa. Le esperaría en la puerta si no veía su coche o me colaría en su habitación como me enseñó él cuando éramos pequeños y se escapaba de casa cuando estaba castigado. A la lejanía vi un coche blanco con una franja diagonal roja, era un taxi. Corrí como un desesperado y al llegar arrancaba con unas chicas dentro. Miré hacia todos los lados por si vislumbraba algún otro pero no. No sabía cuánto tiempo llevaba esperando hasta que caí que llevaba un teléfono y podía pedir el teléfono de una compañía de taxis llamando al número de información. Me sentía como un imbécil por no haber caído antes. Los dedos me temblaban y no sé qué número marqué pero al final una chica me preguntó que qué deseaba. Mientras hablaba con mi interlocutora estaba andando de un lugar a otro. La chica me dio el teléfono de una empresa y me dijo que me pasaba directamente con ellos, empezó a sonar el tono del teléfono y oí un coche se paraba a mi lado. Seguro que eran unos gilipollas alcoholizados que encima me iban a entretener más, me giré con cara de mala ostia hacia el coche y miré a través de la luna delantera que el que conducía era Gorka. Bajó la ventanilla del copiloto y habló un poco alto mientras se apoyaba en el asiento de su lado

-¿Nano te llevo o vas a seguir persiguiendo taxis? – No dije nada y entré. Me puse el cinturón y arrancó el coche. – Anda que menuda manera de correr tienes. Seguro que los que estaban dentro del taxi se han cagao y to. – Gorka puso una gran sonrisa y yo me notaba rojo de vergüenza. Él no apartaba la vista de la carretera y yo no la apartaba de mis pies. Miré el salpicadero y Gorka tenía cargando el móvil. – Me había quedado sin batería y fui al coche a cargarlo un poco. – Yo volví a mirar hacia abajo, la verdad es que no me atrevía a mirar a Gorka a la cara. – Y cuando lo encendí vi tu mensaje y tus llamadas, así que me fui en coche hasta la puerta. Y cuando llegué te encuentro casi cogiendo un taxi. ¿Te ibas a casa?

-No

-Ahm, pues entonces nano, dime donde te tengo que dejar. – Gorka sabía manejar muy bien las situaciones cuando quería y en esta sabía que la estaba manejando a su antojo, porque después del mensaje que le mandé sabía muy bien a dónde dirigirse. - ¿No dices nada? Pues no veas si subes a un taxi y no dices donde quieres ir. Como sea uno de los cabrones te empieza a dar vueltas por el centro hasta que le tengas que pagar en carnes, jajajajaja. Sabía que me estaba vacilando y que lo único que quería era picarme para que dijese algo.

-Iba a tu casa

-¿A mi casa? ¿Para? – Estaba sonriendo y eso significaba que estaba disfrutando con esto y la verdad es que era lo mínimo que me merecía por todo lo que le había hecho. Le miré los nudillos de la mano derecha, los tenía pelados y con costra. Me miró y vio que estaba mirando los nudillos. – No te preocupes por eso, es que me arrepiento de algunas cosas que hice a un colega de hace mucho. – Se quedó callado pero sonriendo. Sabía que esas últimas palabras las había dicho yo esa misma noche. Estaba muy nervioso, así que intenté hacer una broma para así poder ver su reacción y ver si me podía relajar un poco antes de que me entrara un infarto.

-Pues ese colega de hace mucho tiene que ser un gilipollas, pero gilipollas, gilipollas.

-Hombre, no te lo voy a negar. – Me quedé mirándolo fijamente y con cara de vergüenza – Es un gilipollas integral. – Estaba cabreado y eso que aún no sabía lo que había pasado con Esteban en el baño. – Pero integral, integral – Gorka imitó la forma con que dije gilipollas. Y  le di un pequeño golpe en el brazo y Gorka empezó a reírse.

-Lo siento.

-Yo también lo siento, he estado un poco alejado de ti y claro, si empiezas una relación con alguien que al poco tiempo ya se distancia y encima le has cambiado de gustos, pues nano, es normal que estés así. Y encima me dices de quedar y luego me pillas cuando te había dicho que no quería salir… pues ya está el lio. Lo que pasó es que le conté a uno del equipo de fútbol que tenía curro y me dijo que había que celebrarlo sí o sí, así que lo siento de veras, tendría que haber ido contigo y no con ellos, o por lo menos negarme en rotundo. – Me cogió la mano y me miró. Empezó a sonreír con esa sonrisa suya – y tú ¿por qué lo sientes? – Gorka me pilló con la guardia baja y la verdad es que después de todo lo que me había dicho me sentía como un hijo de puta, pero tenía que decírselo aunque su reacción fuera que no nos volviéramos a ver nunca más.

-Pues… por lo que te dije antes de que entrase en el local, por lo que te dije al salir de los baños…

-¿Ya? – Ese ya no me gustó nada, era un ya de que si ya había terminado porque ahora empezaría él decirme todo. Tenía que sacar el valor para decírselo, pero cuánto más lo pensaba peor me sentía por lo que había hecho.

-…

-Dani – se puso un poco más serio – he hablado con el colega ese con el que entraste en el local –. El corazón me dio un vuelco, había llegado el momento de afrontar la tempestad que yo mismo había desatado. – ¿No me tienes que decir nada? – Gorka quería que se lo dijese yo mismo y no sé si porque no se creía a Esteban o porque quería escucharlo de mis propios labios. Dejé de mirarle y miré hacia abajo, quería que me dijese que era un hijo de puta, que me merezco lo que me paso en el centro comercial, incluso que me diera una ostia allí mismo, aunque sabía que eso nunca lo haría.

-Estaba cabreado contigo, llevaba todo el día yo mismo mal metiéndome contra ti. – Gorka seguía en silencio mirando mientras conducía. – Y Esteban pues me dijo que si quería desahogarme que lo usase a él. Lo empecé a calentar y… yo solo quería que me pillaras hablando con él y te dieras cuenta de si de verdad querías algo conmigo o no – le miré. Estaba apretando la mandíbula y el volante con las manos. Él lo sabía, sabía lo que había hecho y ahora iba a pagar por eso. – Y… fuimos los dos al baño y… lo hicimos… - empezó a nublárseme la vista y las lágrimas brotaban de mis ojos. – Lo siento, de veras que lo siento Gorka. Estaba con el calentón y cabreado y… joder… quería ver que te importaba. Yo le dije a Lorena, que si preguntabas por mí, fueras al baño y así me pillaras. ¡Quería ver que de verdad te importo para algo más que para follar! – Me quedé mirando a Gorka mientras lloraba. Estaba tenso y se le notaba en todo el cuerpo. De repente dejó de apretar la mandíbula y se relajó.

-Es una manera muy infantil y gilipollas de demostrar las cosas. Pero contando que tú eres un poco gilipollas y bastante infantil tendría que entender que sería algo normal ¿no? – No sabía si tenía que responder o no, pero continuó hablando. – No te voy a engañar, cuando me lo contó tu colega, casi le parto los dientes allí mismo, pero el tío me dijo que solo había sido un polvo y nada más, que de todas formas tú le habías dicho que yo no era tu novio ni nada, y eso es lo que más me ha dolido, porque lo creas o no, tu a mí me importas – se le empezó a hacer un nudo en la garganta – ¿sabes por qué? – Aparcó el coche enfrente de mi casa y se giró para mirarme a los ojos – Porque te quiero, y si en esas dos semanas no he ido a verte es porque quería darte una sorpresa, porque estaba practicando con mi primo, porque en su taller necesitaban un dibujante de aerógrafo y quería entrar para que vieras que no era un bala perdida… - Gorka estaba llorando, era la segunda vez que le veía llorar. – Y tú en vez de tener paciencia, vas y te tiras al primer mindundi que aparece, pero lo peor… es que… no me consideres nada tuyo. – Estábamos los dos llorando y después de su explicación me quería morir. Quería desaparecer y decirle que él se merecía a alguien mejor que yo.

-Lo siento –me lancé a sus brazos. – Lo siento mucho Gorka – pero Gorka no me abrazaba. Yo le apretaba fuerte porque no quería dejarle marchar. – Solo quería hacerte reaccionar.

-Hay muchas maneras de hacerlo y has usado la peor de todas. – Noté que se secó las lágrimas.

-Lo sé, por eso te pido perdón – me separé de él y me sequé las lágrimas. – Entenderé que no quieras volver a verme y que no quieras saber nada de mí. –Me quedé mirándolo y vi un atisbo de sonrisa.

-La verdad nano, es que lo que has hecho es para dejarte abandonado y que le vayas con el cuento a otro, pero… es saber que otro tío te ha tocado… y me pongo malo. – yo ni sonreía ni nada solo me quedaba callado -. Tengo ganas de mandarte a la mierda, que te bajes del coche y efectivamente, no saber nada más de ti, pero sé que luego me voy a rallar por si vas a estar con otro o no, porque me tienes loco. Eres el único que se ha preocupado siempre por mí, desde pequeños e intento ponerme en tu situación. La situación de enamorarte de un hetero – hizo el gesto de las comillas con los dedos cuando lo dijo – y cuando consigues que esa persona se comprometa contigo, pase de ti. Sé que tú no sabías los motivos por los que no nos veíamos durante esas semanas, pero notabas que pasaba de ti, y en cierto modo era verdad. – Levantó la mirada hacia el techo – Y bueno… ni tu ni yo en ningún momento dijimos de ser pareja, solo dijimos de intentarlo. – Sabía que Gorka estaba intentando convencerse – Así que técnicamente no han sido unos cuernos. – Me miro a ver mi reacción. Yo estaba sonriendo, con las lágrimas corriendo por mis mejillas. – Anda nano, sécate las lágrimas joder. Que pareces una fuente. – me las sequé.

-Gracias – y apoyé la cabeza en su hombro. Mi nariz estaba en su sobaco que desprendía olor a desodorante.

-No tienes porque darlas. Estoy contigo porque te quiero, no por lástima, pero eso sí, desde hoy eres mi novio, así que cualquier cosa que hagas tendrá sus consecuencias. – y me atusó el pelo con dulzura. Giré la cabeza y mis ojos apuntaban a su entrepierna. Sabía que no serviría ni nada, ni tampoco si él quería que se la comiera después de lo que había pasado. Solo coloqué la mano encima y me quedé relajado. Oía su respiración y note que estaba respirando más fuerte de la normal.

-Nano, dime una cosa, ¿te molo hacerlo con él? – yo me separé de él y le miré. Estaba sonriendo mientras me miraba.

-No

-¿Por?

-Porque no siento nada por él

-¿Tienes que sentir algo para que te mole?

-Hombre, yo lo prefiero la verdad – Gorka volvió a mirar al techo.

-¿Te la metió?

-No, se la metí yo. Y en una de esas vi tu cara en él. – No sabía si era acertado que dijera eso o no, pero a lo hecho pecho.

-¿Si? - y empezó a reírse – pues si que te gusto, para ver mi cara en cualquiera.

-Pues sí, me gustas mucho. Más de lo que te puedes imaginar.

-Pues una cosa te digo nano, en mi culo no entra nada, te aviso y en el tuyo solo entra lo mio.

-Lo sé cari.

-¿Cari? Vas muy rápido ¿no? - y volvió a atusarme el pelo.

-Cállate idiota. - y me puse a mirar su paquete otra vez.

-Oye

-Dime

-¿Aún te queda munición? ¿o has gastado dos semanas sin nada con ese engendro?

-Depende de quien podría sacar mucho todavía.

-Pues hombre, yo llevo semanas sin nada – y se sacó el rabo que estaba un poco morcillón. - dos semanas exactamente sin nada, ni una paja, para que saliera más espesita. - y se la meneó un poco mientras me miraba.

-Gorka, estamos delante de casa de mi casa.

-Es domingo, no creo que vayan a madrugar.

-Ya Gorka, pero no me quiero arriesgar.

-Venga, cómetela un poco. Si estás deseando, ¿dónde has visto una polla así? Será menos larga que la tuya, pero es muy gorda. - Comencé a tocársela - ¿ves? Si te gusta y a ella también le gustas. - Empezó a crecer más y más. - Anda, cómetela, aunque sea un poco. - me lo dijo con un tono como de súplica y la verdad que no me podía negar después de todo lo que había pasado.

-Vale, pero solo un poco, que no quiero que nos vean y menos delante de mí casa. - Me la metí en la boca y la polla siguió creciendo. Gorka me colocó la mano en la nuca y me empujó hasta el fondo. Notaba la cremallera en la nariz.

-Así peke, así. - ¡me había llamado peke! Estaba que no cabía en mí de felicidad y se la comí lo mejor que sabía. - Joder, peke. - Intentaba abrir mucho la boca poder jugar con la lengua dentro de la boca, pero me costaba. De repente Gorka encendió el motor del coche y me sacó la boca de su polla. - Deja una nota en casa de tus padres y diles que pasas el domingo en mi casa.

-¿En tu casa?

-Sí, mi casa. Mi madre entraba a las once de la noche en el hospital y mi padre tenía hoy guardia. Salí del coche y entré en casa. Dejé una nota en el frigorífico y salí hacia el coche. Al entrar vi que en mi asiento había unos calzoncillos.

-Son para que te entretengas. - Me senté y Gorka arrancó. Manoseé los calzoncillos y los olí. - Nano no huelen mal, jajajajaja.

-Ya lo sé, bobo. Huelen muy bien... huelen a ti. - Gorka seguía con la polla fuera y apuntando. La parte delantera olía muy bien, esa mezcla, de orín, sudor y detergente. Empecé a lamerlos y a mirarle, sé que es peligroso hacer eso mientras conducía, pero estaba ya caminando por las carreteras de la excitación y ya nada podía pararme.

-Puuuuffff nano, como te gusta lamerlos ¿eh? Te los puedes quedar para que te acuerdes de mí en algún momento de calentón y así te haces un pajote a mi salud.

-Prefiero que me los hagas o que me taladres con esto – le acaricié el rabo y este dio un respingo.

-Joder, peke, para ya que al final te violo aquí mismo. - Ya me había puesto muy juguetón y además ya veía la casa de Gorka al final de la calle.

-Bueno, eso es lo que quiero, aunque no sé si sería violación porque es consentido.

-Jajajaja, como me gusta cuando te pones sumiso.

-Solo me pongo sumiso contigo, porque me encanta que me mandes y me ordenes. - Le pegué una lamida a la cabeza de su rabo, que empezaba a soltar un poco de pre.

-Hoy te voy a desgastar la lengua. Vas a lamerme todo te lo puedo asegurar.

-Pues como no me obligues te vas a quedar a dos velas todo el domingo.

-Acabas de sentenciarte tu mismo chaval. - Aparcó rápidamente en la puerta de su casa y se escupió en la polla – Venga, límpiame el lapo. - Me cogió de la cabeza y me la puse a pocos centímetros de su arma. Saqué la lengua y lamí las babas que caían por ese mástil tan gordo. Le lamía la cabeza hasta que llegue al final del glande, donde hace la “v” invertida y empecé a lamerle solo con la punta de la lengua. Gorka no paraba de gemir. - Venga, vamos a dentro. Gorka se quitó la chaqueta y se puso la chaqueta por delante para taparse el rabo.

-¿Por qué no te lo metes dentro?

-Porque cuando está muy duro no me entra en estos pantalones.

-Pues entonces no tendrás que ponértelos mucho porque pienso ponerte la polla en todo momento. - le di un beso en la mejilla y el me sonrió. Entramos en su casa y subimos a su habitación. La verdad es que ahora su habitación me parecía ridícula con esos posters de modelos en ropa interior y con poca ropa y coches. - Vaya decoración de habitación, jajaja. Me giré a dónde estaba y se había quitado la camiseta y la chaqueta la había dejado encima de la silla.

-Es que antes de que me cambiaras de acera estas chicas me ayudaban a dormir las noches que no conciliaba el sueño.

-Pues ahora para poder conciliarlo tendrás que poner fotos mías.

-Hombre, si te pones esa ropa interior por mi encantado, jajajaja. - Me acerqué y le empecé a besar como un loco. Gorka me separó – No tengas prisa peke, que tenemos todo un día por delante. Siéntate en la cama anda. - Obedecí gustosamente y me quedé contemplando su cuerpo. Se estaba quitando la ropa dándome la espalda. Podía ver su culo perfecto, morenito, pero menos que el resto de su piel y con esos pelos que tanto me ponían. Al darse la vuelta puso los brazos en jarra y pude contemplar su escultural cuerpo. Todos los músculos los tenía marcados. Lo que más me gustaban eran sus abdominales, tan perfectos y esa piel morena que quitaba el hipo. Gorka solo sonreía y me miraba. Yo creo que se me caían hasta las babas de verle.

-Seguro que con esas pose te conquistas a todas.

-Me da igual, ahora solo quiero conquistarte a tí. Además ¿no decías que eras sumiso?

-Sí.

-Pues empecemos. Quítate todo. - Me quite la ropa muy rápido sin mirar ni si quiera donde la dejaba. Me quedé de pie y desnudo también.

-Joder, como chorrea. - siempre que estaba cachondo mi polla no paraba de echar pre, a veces parecía que me había meado. - Ponte la mano debajo y cuando tengas suficiente restriégamela por el rabo. - Cada vez que Gorka decía algo guarro mi polla escupía una gran cantidad. Cuando tuve suficiente en la mano me acerqué lentamente y se la restregué. Cuando me iba a limpiar la mano Gorka me la cogió y empezó a lamerla. Quería ponerle más cachondo así que empecé a hablar.

-Y eso que iba a ser yo el que se iba a cansar de lamer. - Gorka paró con mi mano y se la restregó por el cuerpo.

-Pues venga, empieza a lamer. - Empecé lamiéndole el cuello, luego bajaba lentamente hasta sus pezones, seguí bajando por sus abdominales hasta parar la lengua en el ombligo. Gorka esta jadeando como un macho. Miré hacia arriba y le veía escupiéndose en los brazos. - Aquí te has dejado un poco – le lamí los escupitajos que se había echado.

-Gorka, quiero sentirte muy dentro.

-Pues me sentirás, y mucho creéme. - Date la vuelta y pon el culo en pompa. Gorka empezó a comerme el culo, la verdad es que era un poco bestia haciendo todo y eso tenía su punto para mí. Yo ponía mi mano debajo de la polla para coger la pre y luego bebérmela. En uno de esos movimientos Gorka me tuvo que ver - ¿qué pasa que tienes sed y eres incapaz de decirlo? Ponte de rodillas. Gorka me la metió hasta el fondo mientras me follaba la boca.

-Joder, joder nano, si es que contigo puedo hacer cualquier fantasía realidad  - y siguió follándome la boca, hasta que paró en seco, se fue al armario y sacó algo que parecía un tubo.

  • Toma – me lo lanzó – Es una vagina artificial, mete la polla dentro y dale al botón. No te preocupes por la lefa que tiene un compartimento pa guardarla y luego limpiarla. - Me la metí en la polla he hice lo que me dijo. Sentir que la estaba metiendo dónde antes la había tenido Gorka me ponía a mil. Me acerqué a él y baje para seguir chupando la polla. La vagina artificial me estaba haciendo un buen pajote así que tenía las manos libres para acariciar todo su cuerpo - ¿A qué mola el chocho? Ojala hubiese un aparato de estos que hiciese lo mismo que tu boca, porque fliparías. - Yo seguía chupando y chupando. Y mi polla no paraba de escupir pre. Notaba como Gorka empezaba a follarme más rápido la boca y no sé porque pero empezaba a creer que me estaba rajando la comisura de los labios. La máquina que tenía entre las piernas seguía con su  trabajo y yo estaba a punto de caramelo.

-Gorka, yo estoy a punto, no puedo más

-Pues córrete venga, echa to la lefa dentro, venga. - Empecé a gemir y a gritar y eyaculé una gran cantidad de semen, más de lo que pensaba después de haberme corrido con Esteban. Me saqué el rabo y le entregué a Gorka el juguete. Metió su rabo dentro. - Joder, está calentito y húmedo. Ya veras como llenamos el depósito. Tú mientras a comer culo venga. - Puso el culo en pompa y yo me sumergí entre sus nalgas. Me encantaba comer culos peludos, pero el de Gorka era el mejor, durito y bien puesto. Mientras le lamía el ojal, le acariciaba los huevos y movía la maquinita. - Joder chaval,  voy a echar mil de lefa. Aaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaahh. - Cerró el culo con fuerza y se corrió. Se sacó del rabo la vagina artificial, se tumbó en la cama y abrió el compartimento de la lefa. Lo vertió por su cuerpo y su polla. - Venga a limpiar. Le lamí todo el cuerpo, bebiéndome hasta la última gota de semen. Luego me enseño la vagina y el compartimento y lo limpié con la lengua. - Así me gusta que me dejes todo limpio, pero para desayunar ya sabes lo que te toca

-¿El que?

-Una ración de pollón por el culo, no te creas que te vas a ir sin que te marque por dentro. - Y me dio un gran beso

-Lo estoy deseando

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Espero que os guste ^^