Todo comenzó con un sueño
Dos jóvenes se plantean con vacilaciones y miedos la posibilidad de tener una relación íntima.
Recuerdo muy bien el sueño, estaba yo sentado en una banca de un parque nunca antes visto y de pronto llegó un tipo a sentarse a lado, recuerdo que tan incoherente, como todos los sueños suelen ser, me le abalancé y comenzamos a besarnos apasionadamente, jugando con nuestras lenguas y toqueteándonos el pecho y especialmente el culo, recuerdo que sentía toda su dimensión cuando bajé lentamente mi boca a su verga y comencé a mamarsela y sobre todo cuando dominantemente me volteó y me clavó ese material era estupendo cuando la sentí dentro, era increíble, me volvía loco y en cualquier momento pensaba que explotaría de placer.
Recuerdo que así fue como comenzó todo. Por un simple sueño erótico gay. Eso lo soñé como hace mas de 3 meses y aún me hace motivarme a hacerme una paja. Oh, se me ha olvidado, mi introducción : Me llamo Julio, tengo apenas cumplidos 18 años y a decir verdad disfruto mucho el sexo y todo esto pero prefiero que sea sólo en ocasiones "especiales" y no a todo momento y oportunidad, soy una persona que suele pensar mucho las cosas y también a veces tomo otras más en serio que a la ligera. Pero bueno, tengo ojos completamente negros, el pelo café claro, la verdad no me gusta calificarme ya que no sé qué decir, o me siento muy engreído o siento que me estoy pasando de modesto; soy delgado y firme, no estoy todo musculoso pero estoy marcado, soy lampiño, una polla de como unos 18cm, mido 1, 70 y tengo una sonrisa muy característica, me han dicho que soy un chico lindo pero eso lo dejamos aparte.
Bueno, yo me encontraba muy tranquilo en esos días, como cualquiera, tenía sueños eróticos, me excitaba un rato etc. Pero hasta hace poco tuve un sueño erótico gay, el que he contado sin muchos detalles, recuerdo que me desperté sudando, manchado y agitado como nunca y con una sensación de volver a vivirlo. Nunca había pensado en ser gay y en tener relaciones así, la verdad nunca me desagradaron, ni nada por el estilo, yo sólo vivía mi vida y punto, para serles sincero nunca tuve una relación lo suficientemente seria con una chica, así que estuve como toda una semana pensando en ese sueño, en que sentía y comencé a fijarme en los hombres, siempre tuve muchos amigos pero nunca los miré como algo más aparte de confidentes y compañeros.
Por ese tiempo estaba un amigo en que en verdad me fijé, sobre todo por su semejanza al Adonis de hombre que me cogió en mi sueño ¡ No podía quitármelo de la cabeza !, era horrible pensar en hablar con él y decirle que temía estar enamorado de él. Sí, estaba enamorado y me estaba volviendo loco, ¡ Yo no sabía ni qué hacer !, ni que decirle, ¡ podía ver mi seguridad y simpatía por fuera pero no sabía que por dentro me desgarraba al no poder besarlo !.
Alfredo, era de cabellos muy oscuros parecía como si tuviera el pelo negro totalmente, ojos azules preciosos, tenía una piocha muy linda que le venía bien, un cuerpo más fornido que el mío pero nunca con exageraciones musculares, era unos 5 cm menos alto que yo y es de lo más alegre y agradable del mundo. Su polla que varias veces llegué a ver en los vestidores era un poquito más pequeña que la mía igual que los testículos, tenía un capullo precioso y muchas veces me dieron ganas de siquiera rozar contra mi cuerpo ese miembro.
Fue hasta después de un mes de loca desesperación que me decidí a decírselo, así que lo invité a mi casa a comer. Bien comimos, como todos unos amigos subimos a platicar y a hacer un sin fin de ociosidades, hasta que me armé de cojones y le dije algo así :
-Oye Alfredo, necesito confesarte algo. -Va, ¿ qué cosa ? -Bueno es que, no sé cómo lo tomes, yo... -Dilo ya hombre -Tengo que decírtelo, soy gay, lo he confirmado, contigo. Alfredo me gustas, me gustas mucho, estoy enamorado de ti. -Ah.-guardó un gran momento de silencio que a mí me mató ya que percibí el rechazo cruzar por su mente en instantes- No sé qué hacer, nunca un hombre me había dicho eso, digo, es que sólo me agarraste de sorpresa, no sé-- -Entiendo... -No, digo es que yo tendría que pensar qué hacer al respecto, no te puedo dejar así, no soy homofóbico ni nada por el estilo, sólo que una declaración así debe ser seria, ¿o no? -Claro. Oye, ¿pu-puedo, besarte ?, tal vez así sepas lo que debes hacer. -Bien, pues, esta bien, es sólo un beso.-
Dudó mucho, realmente estaba muy confundido, podía verlo en su expresión al acercarse a mi cara. No había nadie en la casa y mi hermana había salido con sus amigos.
Me besó tan suave que sentí que podía terminar en cualquier segundo, yo estaba de lo más feliz, ya que reaccionó de una forma que no me lo esperaba. Se separó sin despegar mucho la cara y después de un rato, de pensarlo supongo yo, me volvió a besar pero más firmemente, yo sentí, después de unos segundos de estar fundidos en un tierno beso, la confianza, así que lo tomé de la cintura y comencé a dar de mi un beso más elaborado, estuvimos un rato así, besándonos el cuello, tocándonos un poco, ese día se dio un estupendo faje el cual terminó cuando mi hermana tocó la puerta.
Pasaron como 3 días y Alfredo y yo no habíamos tenido otra oportunidad de saciarnos, fueron días de dialogo, en los que platicábamos sobre nuestra relación etc. Realmente me encantaba estar así pero tenía ganas también de tener algo más "íntimo".
Me contaba cosas suyas más íntimas y algo de pareja, eran días en los que lo tierno nos rodeaba. Y claro llegó el momento en donde él habló del sexo, me confesó que él ya había llegado a una mamada con su primo hace mucho y nada más, así que tomándolo muy normal decidimos coger, primero el problema fue el sitio y luego resolviendo todo esto nos vimos un día estratégico en su casa, en donde sus padres se iban por una semana, su hermano ya casi no estaba en la casa y su hermana estaba picadísima con su nuevo novio y no paraban de salir, así pues fuimos a su casa.
Nosotros con ya un poco de experiencia en el sexo comenzamos como siempre, con caricias, y besos hasta que di el primer paso a meterle la mano al pantalón, con lo que respondió inmediatamente con quitarme la ropa, quedamos desnudos y comencé a sobarsela, y ver cómo se erectaba, él no paraba de gemir y besarme el cuello, hasta que me la metí a la boca, recordando mi sueño, estaba en el éxtasis, estuve mamándosela hasta que él quiso algo de mí y quedamos en un 69 riquísimo, no podía parar de jugar con su culo, sus huevos, su gran polla de la cual emanaba un líquido que me encantó, él se fue más por mi culo y comenzó a tratar de meterme la lengua desesperadamente.
Después de un orgasmo que no parecía desaparecer nos separamos entre jadeos y él me ofreció su culo, meneándolo y viéndome totalmente excitado, parpadeaba más lentamente y eso me volvía loco, esa cara es tan preciosa. Viéndonos a la cara me puse un preservativo y comencé a metersela. Al principio hizo una seña de dolor, yo no era un experto y para el era la desvirgacion de su culo, así que fui lento, lo más que pude, y después de un rato nos movíamos a más no poder, él jadeaba "Más, más, así, oh, te amo tanto". Mientras yo le masturbaba haciendo la cabeza hacia atrás de placer, era increíble el espectáculo, "Alfredo" llegaba a babear un poco y veía cómo constantemente se tocaba el vientre y curveaba la espalda pidiendo por más, el orgasmo nos invadió el sonido de los huevos golpeando su trasero era delicioso al ser acompañado de gemidos y respiraciones entrecortadas, era demasiado que no nos pudimos contener "Me corro", gimió y al ver la descarga me corrí igual.
Le chupé el semen que había quedado en su pecho y nos besamos por no menos de 15 minutos, fue hermoso, desde entonces tenemos una relación que en verdad me gusta, descubrí que las chicas nunca me gustaron realmente y que estaba en las nubes con mi "Alfredo", que estaba muy feliz por esto, hasta entonces hemos hecho de todo, creo que en serio estoy muy enamorado.
Atte. Julio