Todo comenzo a orillas de un lago 3

Un noche de terror

TODO COMENZO A LA ORILLA DE UN  LAGO

3ª PARTE

Prácticamente hice todo el viaje en silencio, solo hablaba cuando me preguntaban algo.

Pero mi cabeza trabaja a full. Pensaba lo sucedido en ese chalet, lo que hicieron conmigo y al final el perro. Encima de todo, sin saberlo, sacaron cientos de fotos mías, borracha, drogada, teniendo sexo con todos y para colmo también con el perro. Me tenían agarrada con todo eso y por eso Fabián aprovechaba eso para hacerme su prostituta. Sino todos, mis amigos y en especial mis hijos y mis familiares recibirían las fotos e incluso las subirían por Internet.

Ahora me llevaban a mi destino de puta callejera, como decía Fabián. Eso quería decir que tendría que buscar clientes por la calle, sea con quien fuera y en hoteles de mala reputación.

Nos detuvimos en el coche en un parador a comer y tomar algo. Baje custodiada, por si quería escapar. Adonde iría, no podía escapar a riesgo de que las fotos salieran a la luz.

Estaba resignada ya a ser la puta de Fabián.

Estábamos cenando y Fabián se dio cuenta que un comensal de otra mesa, me miraba con interés.

FABIAN: ese de allá, que esta solo en la mesa te mira como para comerte – dijo por lo bajo-

Si, era cierto ya me había percatado de eso

FABIAN: anda a afuera y te sigue y se acerca pedile $ 100.- por chuparle la polla. Si te dice menos aceptas. Esta claro?

Asentí con mi cabeza, mire al tipo y Salí del bar.

Me pare a fumar un cigarrillo y el tipo se acerco

Oye estas con esos tipos?

MONICA: si porque?

Te quería invitar un rato a mi coche

MONICA: chuparla sobro $ 100.-

Es mucha plata para eso, chau

Se dio vuelta y se encamino nuevamente al bar

MONICA: espera no te vayas, podemos arreglar

Te doy $ 20.- por una buena mamada

$ 20.- por mamarla, yo me quería morir. En mi vida nunca me pagaron por sexo. Ante el temor de perderlo, y luego la reacción de Fabián por no cumplir, asentí con la cabeza y me llevo a la camioneta que tenia el.

Quiso me desnudara de cintura para arriba dándome $ 10.- y si la tragaba había $ 10.-

MONICA: esta bien dame los $ 40.-

El tipo abrió su billetera y saco $30.- y me los entrego

MONICA: dijiste $ 40.-, faltan diez.

Eso cuando acabe y vea que la tragas toda.

En medio de mi vergüenza y humillada, saque su polla y me follo la boca, mientras que con su mano libre apretaba una de mis tetas y pellizcaba mis pezones. No tardo tanto en eyacularme en la boca, apresurándome a recibí todo su semen y tragarlo para terminar de cobrar. Una vez que acabo pago $ 10.- y dijo

Bueno puta bájate ya que me voy

MONICA: espera me visto y me voy

Que esperar ni esperar, bájate ya puta.

Me hizo bajar de prepo, así como estaba desnuda de arriba, con el frío que hacia.

Una vez abajo tiro mi sostén, blusa, pulóver y campera al suelo. Levante todo lo mas rápido que podía y me vestí. Hace mucho frío. Volví a la mesa y me senté con ellos.

Tome los cuarenta pesos y se los di a Fabián

FABIAN: (los contó) esto solo, cuarenta roñosos pesos. No pudiste sacarle más, puta de mierda.

MONICA: me dijo que con eso, estaba bien paga.

FABIAN: vas a tener que esforzarte mucho para traerme la platita.

En tanto lo otros dos me toqueteaban debajo de la mesa. Fabián llamo al mozo y le pago con los $ 40.- y agrego más dinero, porque no alcanzaba.

FABIAN: viste puta, apenas sirvió para desayunar, tienes que aprender o vas a trabajar hora extras para llegar a cumplir la cuota.

Entramos en la gran ciudad y la cruzamos. Estaba asustada no sabia adonde íbamos.

Entramos en un suburbio de casa vieja cerca del puerto. Lo se porque bordeamos el puerto. Paramos frente a una casa vieja. El frente de la casa pintado con leyendas políticas o equipos de futbol y también pintadas de amor y odio. vi. un entrar y salir gente de todas las razas. Era un conventillo. Adentro todas habitaciones en que vivían amontonados en sus cuartos. Estábamos llegando al fin del pasillo y había dos pisos arriba. No se que cantidad de gente vivía ahí realmente.

Casi llegando al fondo del pasillo se para ante una puerta que abrió  con su llave.

FABIAN: llegamos a tu nuevo hogar. El cuarto siguiente tienes el baño general.

MONICA: (estúpidamente pregunte) es el único que hay

FABIAN: en planta baja si, hay dos en primer piso y dos en el segundo. Acaso querías un baño privado con sauna.

No conteste aguantando la humillación. Tenía que compartí el baño con semejante cantidad de gente. Me aterraba.

FABIAN: (dirigiéndose a Gustavo) llama a mis chicas que vengan

En pocos minutos fueron llegando cuatro chicas, dos de ellas embarazada. Una de embarazo por lo menos de 8 meses.

Dos de ellas eran argentina y dos paraguayas, justo la dos embarazadas. Todas mucho mas jóvenes que yo, no llegarían a los 30 años, aunque por la vida que llevaba parecían más viejas. En ellas vi reflejada mi propia vida y me entristecí

FABIAN: bueno mis pequeñas putas, esta es Moni, la nueva puta que traje de la costa. Moni- dirigiéndose a mi- estas son Raela, Cris, Matilde y Lujan, tus nuevas compañera de correría. Todas marcaditas a fuego.

Me estremecí de solo pensar que iba a ser tatuada, y principalmente de quedar preñada vaya a saber de quien. Se fueron y quedamos solos los 4, entonces Fabián  me hizo desnuda de pies a cabezas.

FABIAN: Gustavo el cuarto de aislamiento de la “reina” esta preparado.

GUSTAVO: si, ya este esperándola

FABIAN: bien putita, vas a ser aislada hasta que yo considere que bajases lo humos de grandeza que tiene y asumas que eres una puta que trabajaras para mi.

-dirigiéndose a Marcelo- abre la celda de esta

No se veía ninguna pieza o celda en el lugar solo adonde estábamos y era una habitación normal con una cama grande, mesa con 4 sillas, una mesita de luz, una cocinita pequeña sobre la mesada y también una pequeña heladera. También un placard de un cuerpo y una alacena colgada en la cocina.

De pronto Marcelo me aparto de donde esta parada, corrió la mesa y las sillas y apareció una tapa, supongo, de un sótano. Había una escalera para bajar y abajo una oscuridad terrible. Gustavo, parecía que era medio o algo así, abrió un maletín del que saco una jeringa y varias ampollas. Haciendo un coctel de ampollas en su jeringa se acerco y me la inserto en el brazo. Luego tomo la ampolla que restaba, lleno su jeringa y me pincho nuevamente introduciendo un líquido que alcance a leer en su ampolla: tétano.

FABIAN: ves putita como te cuidamos, has recibido varias vacunas incluida la del tétano. Ahora baja, te aconsejo no gritar, es inútil y alargaras tu hospedaje ahí..

Hice además de tomar mi ropa y el rápidamente la piso, reteniéndola con su pie, negando con la careza. Tuve que bajar desnuda y sin calzar.

Baje temerosa a esa oscuridad y apenas pise el suelo, subieron la escalera y cerraron la tapa. Quede parada tratando de habituar mi vista a la oscuridad. En la pared.20 centímetrosantes del techo, había rejillas para cambiar el aire. Tropezaba con pequeñas cosas o sentía pisar con mi pies cosas tiradas que me producían dolor.

Casi al tanteo fui al fondo de la pared y enseguida me aleje de ese lado, debido al olor fuerte a orín y excrementos. Tanteando fui a la otra punta, del largo sótano y me paralice de golpe al escuchar gruñidos. No podía distinguir que era ni tampoco saber si eras de adentro o fuera del sótano.

Lo que si fue entrar en pánico por lo pudiera haber  sea humano o animal. Tuve que ir al rincón de los olores. Del miedo que tenia ya ni me daba cuenta de los olores, solo pensaba quienes y que será.

Escuche luego un carrito bajando iluminado y cuando llego a medio del suelo, vi. que era la comida que me mandaban para mi. Me tranquilizo un poco eso y pude comer algo de lo enviado. Nunca había comido algo tan asqueroso. Era unos fideos moñitos hervidos sin sal y sin ningún gusto, pegoteados entre formaban una masa imposible de comer. Cuando tire del cable del carrito este subió y quede de muevo en silencio y a oscuras.

En cuclillas en ese rincón, tratando con mis manos de tapar mi cuerpo, quede escuchando los ruidos dentro sótano. Cuando ya no sentía ningún ruido, empece a relajarme un poco. Al poco rato sentí como pasos acercándose a mí y volví a ponerme en guardia esperando, oír todos los ruidos. Mis ojos ya estaban habituados a la oscuridad. Sentí algo acercarse sobre el suelo de madera. No mas dudas, alguien estaba ahí conmigo.

MONICA: quien esta ahí?

Silencio. Con los olores fuertes que emanaban de ese rincón, parecía estaba mareada.

MONICA: (repetí ya angustiada) quien es?

Silencio absoluto. Quise moverme y algo rozo mi pierna al tiempo que sentí unos snif snif. Pensé con temor en un animal. Di vuelta mi cara hacia mi costado, tratando de escudriñar en la oscuridad y casi choco mi cara contra unos ojos frente a mí, sintiendo el aliento y su lengua pasar por mi cara. Pegue un alarido y me pare corriendo a la otra punta del cuarto. Grite desaforadamente, como queriendo despertar al vecindario y una música estridente invadió el cuarto. En mi corrida tropecé con algo y caí estrepitosamente al suelo, de boca golpeando mis tetas en el suelo. Tanteando logre levantarme un poco. El terror había invadido mi cuerpo.

De pronto una luz roja se encendió en el lugar y mire a mis cotados y frente divisando solo como brumoso y entonce lo vi. Un descomunal perro avanzaba hacia mí. Trate de escapar pero no tenia lugar de escape, estaba en rincón. Me paralice con un tremendo ladrido y solo puede llorar. Empezó a olerme y trate de cubrir mis  tetas y mi coño, pero los gruñidos y los colmillos que me mostraba ahuyentaron mi pensamiento y solo me quede parada con las brazos extendidos hacia abajo, mientas su lengua exploraba mi coño. Entre los lengüetazos de me propinaba y los empujones caí sal mugriento suelo, acurrucándome de costado. El a fuerza de gruñidos y empellones me hizo acostar en el suelo. Ataco con su lengua, mi ya mojado coño. Estaba indefensa tirada y se paro y lanzo sobre mí. Sentí su polla en la puerta de mi coño y su hocico a la altura de mis tetas y pegue un alarido del miedo que sentía en ese momento. Ingreso a fuerza de empujar su polla en mi coño y comenzó a moverse salvajemente dentro de mi. De golpe sentí que mi coño parecía partirse y era que él ingreso su bola por completo. Comenzó a arrojar semen y luego se quedo quieto. Estuve no se cuanto tiempo abotonada a él, mientras su lengua lameteaba mis pezones. Estaba aterrada, sin poder moverme por lo que pudiera hacer. Hasta que al fin, cuando su bola se redujo me dejo libre y se fue caminando al otro extremo.

Me senté en el suelo y llore, como nunca lo había echo en mi vida, mientras sentía salir de mi coño y recorrer mis piernas el semen de él.

Fue la noche mas larga de mi vida por el temor y el deseo de que volviera.

A la mañana siguiente se abrió la puerta del sótano y me tiraron la escalera ordenándome salir. Del temor que tenia, no se si pise algún peldaño de esa escalera o la subí en el aire.

Agitada, sucia estaba de pie en el centro de la pieza, siendo observada por los tres.

FABIAN: bien espero te sirva de lección y bajes tus humos, (al tiempo que me daba una cachetada para hacerme reaccionar) sino te mandare abajo todo lo necesario hasta amoldarte pero con mas de un perro. Entendiste

MONICA: si Fabián

FABIAN: Quiero te bañes bien, te pongas esa ropa que trajeron las chicas, así Gustavo te llevara a tu lugar de trabajo.

Me dieron un jabón de lavar la ropa y una toalla y Salí así al pasillo con Marcelo. Abrió la puerta del baño y había un tipo afeitándose. Cuando lo vio a Marcelo, agarro sus cosas y dejo el baño libre para mí. Entre y ´se puso en la puerta impidiendo que uno entrara.

Me limpie, casi lastimando mi piel, me seque y salí. Una vez en la habitación comencé a vestirme. Era una minifalda roja bien corta, medias largas blanca y una blusa verde agua transparente, sin sostén y una pequeña tanga. Unos zapatos de tacones altos y luego bajo indicaciones de ellos me maquille.

Una ves que termine me mire al espejo y parecía una puta total. Me hicieron subir al coche de acompañante de Gustavo

FABIAN: bueno putita, por ser tu primer día quiero nada más que $ 500.- entendiste

MONICA: si Fabián.

Marcelo arranco y ahí iba yo hacia mi parada de puta. Me llevo a la zona portuaria de la ciudad y me dejo en una esquina bastante oscura. De solo bajar ahí, me producía miedo.

MARCELO: a las cinco te vengo a buscar putita con la platita.

Y se alejo, dejándome sola en ese medio.