Todo comenzo a orillas de un lago 1

De como invadieron mi vida.

TODO COMENZO A ORILLAS DE UN LAGO

1ª PARTE

La historia que le voy a contar es parte de mi vida, dos años después del divorcio hasta hoy. Mi nombre es Mónica, hoy de 39 años, 1,66, cabello entre castaño y pelirroja, piel muy blanca, ojos azules y unas buenas medidas que los dos últimos años se han perdido un poco. Igualmente me mantengo bastante en forma  89- 68- 93.

Me case con Marcos, creo los dos enamorados, por mi parte si lo aseguro. Tenía solo 19 años y tuve dos hijos con él. Un varón y una mujer, ambos mellizos de 17 años, que ahora viven con el padre. Vivimos en una casa que heredo Marcos al morir sus padres, por lo cual era solo de él. El coche era de los dos, como bien ganancial. Un día vino y así sin mas me pidió el divorcio, cosa que me sorprendió por no le había dado motivos para ello. Después de divorciada descubrí que vivía en esa casa con una mujer de 23 años, el tenia 40 años. Mis hijos prefirieron vivir con el padre y además seguro iba a perderlos por no tener donde vivir y trabajo para mantenerlos.

Al quedarme sola, sin vivienda y sin trabajo, a los 36,  comencé a pelegrinar  en busca de trabajo, muchas cosas no sabia hacer, por lo cual tome uno de limpieza de oficina y conseguí vivir en una pensión de mala muerte. Por suerte me empezaron a ir bien las cosas. Viendo como era y que me arreglaba bastante bien con mis tareas, en una oficina me ofrecieron el trabajo de recepcionista o sea atender los teléfonos y derivar las llamadas.

Éramos tres mujeres trabajando en ese lugar, dos empleadas y yo. Por suerte hice buenas migas con ellas y salíamos a pasear las tres. El gerente era una persona mayor y no jodia mucho.

Con ayuda de Elsa y Mirta, logre alquilar un pequeñísimo departamento. Al filo de cumplir mis 37, con la secreta esperanza que Marcos volviera, falso por cierto, porque en ese año ni siquiera un llamado telefónico ni de él ni de mis hijos. Por motivos laborales no podíamos salir de vacaciones en verano, por el rubro de la oficina. En el mes de julio la oficina cerraba sus puertas por un mes. Ya casi estamos en julio y ellas me dijeron que las acompañara en sus vacaciones a una provincia con montañas y llanura hermosas, habían  conseguido un hermoso chalet frente a un hermoso lago y lejos del ruido céntrico, propiedad del tío de Mirta.

ELSA: total mira, la casa la tenemos gratis y vamos en mi coche, por lo tanto no vas a tener gastos. Solo ayuda con la comida y las salidas. Si?

Tanto insistieron que al final dije que si y hacia las montañas y llanuras partimos a la mañana del 29 de junio. Justo era el mes de mis 37 años. Al llegar bajamos las cosas y las entramos en la casa. La verdad era una belleza. Apareció corriendo un perro, les tengo terror a los perros, de gran porte, según supe un gran danés. Mirta  dijo no le tema, es de mi tío y claro no te conoce. Esta solo y cuida la casa.

MONICA: y quien le da de comer?

MIRTA: un vecino de acá a 3 Km. le trae comida suficiente para tres o cuatro días.

ELSA: reacciono porque aun no te conoce, a nosotras si.

Me tranquilice por las palabras de ella, y el perro en verdad no jodio más

Pasamos el primer día hermoso y el segundo ellas tenían que ir la ciudad, por la muerte repentina de un familiar de Mirta. Convinimos que me quedara en el chalet, por cualquier cosa. Justo es noche era mi cumpleaños. Salieron por la tarde para llegar de día, antes de oscurecer, por el camino de la montaña. Lógicamente postergamos mi fiesta para la noche siguiente. Dijeron que saldrían de vuelta tipo 8 de la mañana y llegarían a medio día.

Le pedí que antes de irse ataran al Tifón, que así se llamaba el perro, por el miedo que le tenía yo.

El día anterior  Mirta había arreglado que vinieran esa noche tres amigos para festejar mi cumpleaños, pero como surgió eso, llamaron por teléfono y les enviaron mensajes para que pospongan el viaje un día.

MIRTA: están avisados que se suspendía para la noche siguiente. Son tres amigos nuestros para pasar la noche. Si pasa algo bueno que pase.

Se fueron y yo me abrigue bien y camine a orillas del lago. Cuando retornaba, faltando poco para llegar a la puerta del chalet, para un automóvil de alta gama, con tres personas. Los tres bajaron del coche y tendrían más o menos entre 27 y 29 años, como Mirta y Elsa.

Uno de ellos me dijo soy Fabián y estos son Marcelo y Gustavo.

FABIAN: y las chicas adonde están?

MONICA: yo soy Mónica y amiga de ellas, tuvieron que ir la ciudad por un velorio. Vienen mañana al medio día más o menos. Ellas le mandaron mensajes que no vinieran hoy y que el cumpleaños lo festejaremos mañana a la noche.

Se miraron entre los tres como preguntándose

GUSTAVO: no recibimos ni llamada ni mensajes. Y ahora que hacemos es un viaje largo y bárbaro y hace mucho frío.

FABIAN: Moni nos podes dar un café, estamos helados, para colmo no funciona la calefacción del coche.

Dude mirándolos pero los hice entrar a la casa. Estaba calefaccionado por lo estaba bien calentita.

GUSTAVO: acá si se esta bien

Traje los café en taza dobles y empezaron a tomarlos. Se reían y me hacían reír a mí. Eran muy alegres y parecían buenos chicos, salvo ese Marcelo que no había pronunciado palabra alguna. Con el calor nos habíamos sacado todos los camperones.

Vieron bebidas y me pidieron permiso para abrir una par de botella, mientras ese Marcelo ponía un CD de música bien movida.

MONICA: esta bien abran un par de botellas y luego se van. Hoy a las doce comienza mi cumpleaños.

FABIAN: bárbaro felicidades, tenemos que brindar

GUSTAVO: si brindemos por Moni

Odiaba siempre me dijeran Moni

FABIAN: y cuantos cumples, si puede saberse, 30

Me causa risa

MONICA: 37 años

GUSTAVO: no parece la verdad, mas de 30 no te daba

MONICA: bueno gracias.

FABIAN: (dirigiéndose a ese Marcelo) Che mono saluda que cumple años la señora. Perdón señora o señorita.?

MONICA: es igual, estoy divorciada.

GUSTAVO: pero su marido no tenía ojos, porque dejar a un bombón así….

MONICA: (sonrojada) se fue con una de 23

FABIAN: no importa Moni hay que divertirse

Ese Marcelo lleno las copas de vino y brindaron conmigo. Me llenaron la copa no se dos o tres veces. Ya tenía mucho calor por la calefacción y ahora por la bebida. No estaba acostumbrada a beber.

GUSTAVO: (airándome de la mano) veni bailemos por tus 37

Me dio otra copa de vino y me saco a bailar un ritmo frenético.

Nos contorsionamos al ritmo musical, ante el aplauso de los otros dos. Yo, sinceramente estaba media mareada, no acostumbrada a beber. Pero seguí danzando con él.

Ese Marcelo puso un lento y Fabián tomo la posta para bailar conmigo. En  ese momento ellos se sacaron los pulloveres. Fabián en medio de mi pequeña borrachera me saco el mío. Respire un poco mas aliviada por el calor.

Fabián me apretó contra su cuerpo, que sentí su polla apoyada en mí. Quise apartarlo y me apretaba más. Me había quedado con una blusa blanca que trasparentaba mi sostén blanco. No me atrevía a reaccionar por miedo, rogando terminara esa canción. Por suerte termino y quise sentarme. Gustavo me acerco un vaso de whisky que casi rebalsaba. Lo rechace y me forzó a tomar medio vaso de golpe.

Ya me arrepentía haberlos dejado entrar y si le decía que se fueran no se que harían, por lo que seguí como estaba.

Comenzó otra pieza lenta y Fabián me volvió a hacerme bailar por delante, mientras Gustavo me abrazaba por detrás. Fabián desabrocho mi blusa y tironeo de ella hasta sacarla de la pollera, mientras Gustavo tomando de cuello de la blusa me la saco quedando en sostén, mostrando la generosidad de mi busto. Después Gustavo sin darme cuenta bajo el cierre de mi pollera, por cual cayo al suelo. Intente subirla y no me dejaron. Ese Marcelo me forzó a tomar más whisky. Mientras Gustavo de atrás liberaba mis tetas del sosten. Quise taparme con las manos y recibí una bofetada. En un par de minutos mas estaba desnuda completamente, temblando de miedo. Había caído en una trampa

Ese Marcelo se acerco y me dio una pastilla le dije que no, que era esa pastilla. Gustavo detrás mío tiro de mi pelo hacia atrás haciéndome doler e instintivamente abrir mi boca.

Marcelo aprovecho y la mando en mi boca con un vaso de vino atrás. Me ahogue pero ya la pastilla estaba dentro.

A los pocos minutos comencé a sudar y amoverme a un ritmo infernal. Fabián me tomo del pelo y me tiro sobre el sillón. Se tiro encima de mí y me violo

FABIAN: mira colorada, te conviene portarte bien y coger con nosotros (al tiempo que retorcía mis pezones provocando mi grito de dolor.) te portas bien, cogemos y nos vamos, total ya en 37 años cuantas pollas te comiste, que mas no es nada

Yo miaba aterrada, sin musitar palabras. Tres tipos me iban a follar y no tenia escape.

Ese Marcelo se acerco al teléfono y lo arranco de cuajo. Luego tomo mi cartera, volcó el contenido sobre la mesa. Yo observaba todo desde el sillón tomada por Fabián. Fue mirando las cosas que tenia en ella. Saco el celular, lo apago y se lo guardo en el bolsillo. Reviso mis documentos y se los dio a Gustavo que los guardo en la campera de él que estaba en el respaldo de una silla. Tomo el estuche de cosméticos, saco   el lápiz labial y el espejito, desechando lo demás. Lógicamente el poco dinero que había lo puso en su bolsillo. Se acerco a mí y a Fabián con el lápiz de labios y el espejito. Fabián apretó mi boca y Marcelo me pinto los labios. Se rieron de mí dándome el espejito para mirarme. Burdamente tenia pintados mis labios y alrededor. Parecía que tenía un bigote rojo. Luego Fabián me dio vuelta, teniéndome agarrada fuertemente mostrando todo mi culo en su esplendor. Marcelo hizo círculos por mis nalgas, como si fuese mi culo un cartel de tiro al blanco.

Gustavo miraba todo riéndose, se acerco y bajándose los pantalones con su polla al aire dijo

GUSTAVO: a ver si acierto al blanco.

Fabián lo ayudo abriendo mis nalgas y este sin contemplaciones inserto en seco su polla en mi culo, provocándome gritos de dolor, que aumentaban a medida que bombeaba dentro de mi culo. Estaba desesperada, doliente y mis gritos no podían oírlo nadie a no se cuantos kilómetros. Estaba que derramo su semen dentro de él y lo saco.

Mientras ese siniestro Marcelo golpeaba en mi boca con la punta de su horrible polla y yo seguía siendo amarrada por Fabián. Me hizo abrir la boca y me follo violentamente derramando todo el semen en mi boca, tuve que tragarlo ahogándome y tosiendo. Fue a la mesa trajo otros vaso, ahora de whisky y me lo hizo tomar entero

FABIAN: así te baja bien la lechita mi amor.

Fabián me tiro al suelo, gritando que no me moviera. No podía ni moverme paralizaba por el miedo y encima borracha como estaba. Fue a la mesa y trajo dos vasos de vino dándome uno a mi grito brinda conmigo. Los otros habían tomado sus vasos

FABIEN: brindo por la mejor puta que encontré en mi vida.

Todos vaciaron sus copas y ante la mirada violenta de Fabián que hacer los mismo.

Creí se iban a ir, pero para mi desesperación siguieron fallándome de distintas formas, hasta las tres o cuatro de la mañana.

FABIAN: bueno antes de irnos y dejarte tranquila, vos elegirás quien te echara el último polvo en ese maltrecho culo. Te taparemos los ojos y a ciegas tantearas las pollas, elegirás la del último polvo.

Haría cualquier cosa con tal que se fueran.