Todo cambia en un momento

“Espero que tengas un buen día preciosa, es que andaba pensando en ti y solo quería que lo supieras. Un beso”...

José, como todos los meses de Julio desde hacía 5 años, andaba algo nerviosa. Porque sabía que tenía que ir a la revisión  médica y  eso la tenia inquieta. Sabía que no tenía que  estar así, porque todas las veces anteriores le habían dicho que estaba bien, pero algo en su interior no la dejaba dormir. Tumbada en su cama recordaba ese fatídico día en el que la medico le dijo que tenía cáncer y que tenía que ser operada, todo afortunadamente salió bien y se recupero en pocos meses, pero el hecho de tener que ir a ver cómo iba, le hacía pasar unos malos días.

Pensaba mucho en su vida, en cómo cambio su forma de ser desde ese momento, en que siguió adelante con su carrera y que ahora que todo le iba genial, que por fin era abogada, como siempre había deseado, y que sentía que su vida iba viento en popa. Recordaba esos duros momentos y sentía que otra vez tenía que pasar por esa incertidumbre de no saber nada hasta llegar a la consulta de su doctora.  Con esos pensamientos se quedo dormida.

Al día siguiente, se levanto muy temprano y fue a buscar a su madre.

Jose: mama, he pensado, que puedo ir sola a la consulta, ya hace 5 años desde que paso y siempre dicen lo mismo, así que para que vayas a perder un día de trabajo por acompañarme.

Madre: hija, sabes que me gusta ir contigo (la abrazo con mucho cariño)

Jose: lo sé mama, pero realmente no me van a decir nada nuevo y sabes que cuando llegue a casa te contare todo lo que me haya dicho la doctora, así que realmente pienso que esta vez puedo ir yo sola. (Le sonrió de manera tranquila, como si no le afectara nada el tema)

Madre: bueno hija, si quieres ir sola, pues no hay problema, además, se ve que no te sientes preocupada, así que será lo que tú digas, pero prométeme que me contaras todo lo que te diga.

Jose: si, tranquila, te contare todo lo que me digan.

Así se quedo la conversación y la madre de Jose se fue a trabajar. Cuando la vio salir, se le quito la cara que había puesto solo para que su madre no se preocupara y siguió arreglándose para ir al médico.

Jose se miro al espejo y vio a la chica normal que era, se comenzó a ver más detenidamente, se impresiono ella misma de lo delgada que se encontraba, pero se dio cuenta que en el fondo estaba más sexy. En su pensamiento comenzó a dar vueltas la idea de que siempre había sido la gordita del grupo y ahora se encontraba mucho más delgada, tenía sus curvas y ese pelo negro que se había cortado hacia poco tiempo que le quedaba muy bien según la gente que la conocía. Comenzó a pensar en ella, en que siempre decía que era una chica muy simpática, amable, amiga de sus amigos y sobretodo y eso nadie lo sabía, era una persona muy romántica y esperaba con gran ilusión algún día conocer al amor de su vida, cosa que hasta el momento no había pasado, pero que si sentía algo por alguien, aunque todavía no sabía que era realmente. Pero lo que más le gustaba era dejar huella en la gente que la conocía y si podía ayudarles, pues siempre ofrecía su apoyo.

Cuando acabo de divagar con todos esos pensamientos y de vestirse de manera casual como siempre hacia, salió de su casa rumbo a la consulta de la doctora, iba andando cuando le entro en su móvil un mensaje y lo abrió.

“Espero que tengas un buen día preciosa, es que andaba pensando en ti y solo quería que lo supieras. Un beso”

Cuando lo leyó una sonrisa ilumino su rostro y en ese momento se le olvido por momentos a donde se dirigía. Comenzó a pensar como contestar al mensaje, pero en ese instante llego a la consulta, por lo que puso en silencio el móvil y decidió contestarle luego. Le dio a la enfermera la cita y los datos y se sentó a esperar a que dijeran su nombre, miraba para uno y otro lugar, inquieta y con unas ganas enormes de entrar ya para que le dijeran que todo estaba bien y que volviera en un año.

De repente escucho su nombre, se comenzó a poner nerviosa, había visto mil veces a la doctora Ruiz, pero aun así tenía miedo de que no dijera lo que quería oír. Cuando entro a la consulta Marta, la enfermera la saludo con dos besos y una sonrisa que siempre le brindaba, le dijo que se sentara que en un momento vendría la doctora con los resultados.

Jose: marta, como está tu familia?

Marta: pues muy bien y como es que no ha venido tu madre hoy?

Jose: pues bueno, como siempre me decís lo mismo, para que iba a perder un día en el trabajo, no crees??

Marta: ay! Tu siempre mirando por los demás, la verdad es que desde que te conozco, nunca te he visto perder esa sonrisa, ni cuando… ya sabes…

Jose: si, tranquila, ni cuando me dijo la doctora Ruiz que tenía cáncer, querías decir, no?

Marta: si, eso es, lo que pasa es que me cuesta pronunciarlo en estos momentos cuando esperáis los resultados.

Jose: no te preocupes, que tu sabes que a mi no me importa, además, se que la doctora Ruiz me dira lo mismo de siempre (lo dijo con una sonrisa, aunque ella tenia como un nudo en el estomago a la espera de noticias)

Marta: bueno, la doctora no esta, está de baja, hoy hay otra doctora que será quien te atienda

Jose: en serio? Uff!! Esto no me gusta, no sé porque, pero y si eso es una señal de que las cosas van a cambiar? (se puso algo más nerviosa, pero sin cambiar la cara)

Marta: no digas tonterías, sabes que no tiene porque ser eso, y ahora tranquila vale? (la abrazo con mucho cariño y con ganas de tranquilizar el nerviosismo que tenía)

Jose: vale, pero porque no viene??

Marta: es que ha ido a una urgencia, pero me dijo que te pasara, porque estarías mejor aquí dentro, es que la doctora es muy buena persona, la verdad es que después de mi doctora Ruiz, la doctora Alejandra es un cielo.

Jose al escuchar el nombre se tranquilizo, no sabía el porqué, pero ese nombre hizo que se quedara más tranquila y con ganas de saber quién era esa doctora.

Siguieron la conversación entre ambas hablando de trivialidades, cuando se abrió la puerta y Jose giro la cabeza para ver quién era la persona que entraba, de repente su corazón empezó a latir muy rápido cuando  vio a una muchacha un poco mayor que ella, con cabello castaño, piel algo bronceada por el sol y unas curvas de escándalo, siguió viéndola y se fijo en su carita con unos ojos color miel que eran grandes y con mirada cariñosa y a la vez misteriosos, siguió con su inspección y vio unos labios que invitaban a ser besados, pero de repente se dio cuenta que no sonreía, al contrario, tenía una cara de preocupación y algo triste, cosa que la saco de sus pensamientos.

Jose: buenos días doctora.

Alex: buenos días, usted es Dña. Josefina Garcia

Jose: si, eso pone en mi carnet, pero por favor, no me trate de usted y llámeme Jose

Alex: de acuerdo, pues no me trates de usted Jose y llámame Alejandra.

Jose: de acuerdo, pues encantada de conocerte Alejandra.

Alex: igualmente.

Alex se sentó y no paraba de mirar a Jose, era la primera vez que se enfrentaba a un caso así y decirle lo que tenía que decirle, era algo complicado, no entendía muy bien porque, pero la verdad es que le resultaba bastante difícil hablar de los resultados y mas viendo a esa persona tan linda enfrente de ella, no sabía la razón exacta de lo que estaba sintiendo, pero tenía que hablar y no sabía cómo.

El silencio se estaba apoderando de los minutos y las miradas entre ambas era cada vez más continuas, hasta que Marta decidió darle un empujoncito a Alex.

Marta: bueno doctora, tiene ya los resultados de Jose?

Alex: si, aquí los traigo y disculpa la tardanza, pero no salían en el ordenador y he tenido que ir personalmente a por ellos. (Eso no era verdad del todo, lo que pasa es que no se creía los resultados y decidió ir a confirmarlos)

Jose: bueno, pues dime cuales son, vivo o muero? (lo dijo con un humor que ni Alex la entendió, pero Marta que siempre estaba en esos momentos soltó una carcajada)

Marta: Jose, no le bromees asi a la doctora que todavía no te conoce

Jose: disculpa doctora, es que es lo que siempre le decía a la doctora Ruiz.

Alex: no te preocupes, puedo entender que estés nerviosa, así que será mejor que te lo diga ya, no?

Jose: estaría bien, más que nada, porque estoy algo ansiosa

Alex: pero, has venido sola? (lo dijo con una voz un poco quebrada)

Jose se dio cuenta de que algo no iba bien y no solo por la pregunta, sino por la cara que puso Alejandra y la voz que le salió, aunque rápido la intento disimular.

Jose: si, no se preocupe, diga lo que tenga que decir. (Intento decirlo con la mejor voz, porque se dio cuenta que a Alejandra le estaba costando mucho hablar y también se dio cuenta que era la primera vez que se encontraba en esa situación, por lo que lo hizo para tranquilizarla)

Alex: pues veras, es que me han llegado los resultados de las pruebas y…

En ese momento tocaron a la puerta y entro un muchacho, cuando Jose lo vio se quedo paralizada y dijo “tu que haces aquí?”.

CONTINUARA----------------------------------------------------------

HOLA A TOD@S , AQUI OS DEJO UN RELATO QUE HE COMENZADO, ESPERO QUE OS GUSTE Y SI QUEREIS QUE LO CONTINUE, PUES SOLO TENEIS QUE DECIRMELO.

MUCHAS GRACIAS A TOD@S LOS QUE ME LEEIS, ME COMENTAIS Y VALORAIS.

CUIDAROS MUCHO Y ESPERO QUE DISFRUTEIS CON ESTE RELATO