Tocura Amino 3
Sigue sus aventuras
Cuando llevábamos tres días derribando la empalizada para construir el nuevo muro Niru, vino a verme y dijo.
- Tocura Amino, quiero aprender a defenderme
- ¿A que te refieres Niru?._ Le pregunté yo
- Quiero saber luchar y que nadie más vuelva a abusar de mi._ Contestó
- Las mujeres no reciben entrenamiento guerrero._ Dije
Japón es una sociedad muy tradicionalista, con costumbres milenarias y tremendamente machista, por lo que hay leyes que prohíben que las mujeres reciban entrenamiento militar.
- Por favor Tocura Amino, no quiero volver a ser una persona indefensa._ Dijo
- Niru, no quiero ser descortés contigo, pero se necesita mucha fuerza para poder tensar un arco o manejar la catana y tu careces de ella._ Dijo
- Aprenderé y acabaré haciéndolo como cualquier samurái
- Dentro de una semana los hombres que están arreglando los campos acabarán y podrán dedicarse a la construcción del muro. Cuando esto pase te haré una prueba y según como vaya decidiré que haré
- Vale, verás como todo el mundo se dará cuenta de que tengo alma guerrera._ Dijo ufana
- De eso nada la prueba la haremos en un sitio apartado, no quiero que si fallas se burlen de ti._ Dije
- Como tu ordenes Tocura Amino._ Contestó
Como podéis imaginar la discusión fue mucho más larga, aquí solo os puse un resumen de cómo fue, pues la mayoría fue tediosa y aburrida
La semana pasó sin más contratiempos y cuando todos los hombres pasaron a trabajar en el muro yo fui a una arboleda cercana donde había quedado con Niru para hacerle la prueba. Llevaba conmigo el arco la espada corta y la catana. Ella ya me estaba esperando, se había confeccionado prendas de entrenamiento iguales a las de los hombres, con tela ligera que hacía que el moverse fuese más cómodo. Chica lista, pensé
- Bien Niru hay tres formas de matar a una persona la primera e a distancia para lo cual usamos el arco._ Le dije mientras le pasaba el arco
- Bien Tocura Amino. ¿A que quieres que le de?._ Soltó
- Te veo muy predispuesta, eso es bueno, empieza dándole a ese árbol que hay a tu derecha._ Dije mientras le señalaba un árbol que estaba a poca distancia nuestra
Se tomó su tiempo en apuntar, pero al disparar acertó al árbol que le había dicho
- No estés tan pagada de ti misma, eso lo sabe hacer un niño de 5 años._ Dije tras verle el gesto de superioridad que ponía
- Sí Tocura Amino._ Dijo bajando la cabeza
- Sólo quería comprobar si sabias coger bien el arco. ¿Quién te enseñó ha hacerlo?._ Pregunté
- Nadie, pero vi en múltiples ocasiones como se entrenaban mi padre y mi hermano._ Contestó
- Pues entonces dejémonos de tonterías y dispara al cerezo que está allí._ Dije señalando a uno que se encontraba a una distancia considerable.
Este disparo requeriría bastante fuerza para conseguirlo. Tardó su tiempo en tensar la cuerda, aguantó la respiración y lanzó la flecha. Le dio en el centro. Eso sí que me sorprendió, pues había hombres que eran incapaces de apuntar bien a esa distancia.
- No te lo voy a negar, me has sorprendido, así y todo aún no has pasado la prueba. Vamos a ver si sirves para la defensa cuerpo a cuerpo. De momento coge la catana y mira si puedes manejarla con una sola mano
Sin decirme nada fue a por la catana y aunque lo hizo de forma torpe pudo manejarla con una sola mano, me había equivocado con respecto a ella. Era una chica fuerte, muy fuerte.
- Bien ahora veremos el cuerpo a cuerpo. Atácame._ Le ordené
Chillando como una demente me atacó, como suele hacerlo una mujer, con las uñas por delante. De un manotazo la aparté.
- Esa no es la forma como ataca un guerrero. Primero estudia a tu oponente, fíjate si es zurdo o diestro, cuales son los músculos que tensa y si tiene algún defecto físico. Y si en el primer vistazo no le encuentras puntos débiles lanza ataques que no le permitan a tu enemigo cogerte. Vuelve a atacar
Volvió a levantarse, esta vez fue dando vueltas a mi alrededor y me lanzó un manotazo. Yo le cogí la mano y la estiré hacia mí cosa que le hizo caer
- El ataque mejor, pero la ejecución nefasta. Vuelve a atacarme._ Le ordene
Esta vez se tomó mucho más tiempo, primero me lanzó una patada que yo paré, pero apartó con rapidez la pierna para que no se la cogiese. Empezó así un intercambio de golpes, yo procuré no hacerle daño, pero en uno de los golpes le agarré de la ropa y se la rasgué, cosa que hizo que sus enormes pechos quedasen a la vista. Yo me quedé mirándolos de forma estúpida y ella aprovechó para lanzarme una tremenda patada a la entrepierna que me hizo caer al suelo del dolor. Ella aprovecho la oportunidad para ponerse encima mío y decirme.
- ¿He pasado la prueba Tocura Amino?
- Sí, la has pasado demonio de chica._ Dije mientras me frotaba los genitales
- ¿Te he hecho mucho daño?._ Dijo Niru realmente preocupada
- Es mayor el dolor en mi orgullo que el físico._ Dije
- Así y todo déjame comprobar si lo tienes bien._ Dijo mientras bajaba mis pantalones hasta las rodillas antes de que yo pudiese hacer nada.
- Vaya pues si que está bien, de hecho está extraordinariamente bien._ Dijo mientras cogía mi polla entre sus manos
- Normal creo yo.- Contesté
- De eso nada, que así como está es más grande que la de mi hermano totalmente empalmado. Dijo mientras la cogía y la acariciaba
- ¿Que haces niña?._ Le dije mientras me meneaba la polla
- Quiero saber cómo es en pleno esplendor. Y no me llames niña que tenemos la misma edad
- Niru, lo que estás haciendo puede traer consecuencias que soy un hombre tienes mi polla en tu mano y tus tetas al aire._ Le dije
- Vamos a comprobar lo hombre que eres._ Dijo y se metió mi polla en la boca
- Niru por todos los dioses que no responderé de mi._ Dije a la puertas de la lujuria
- Madre mía menuda tranca que te gasta, eso tengo que metérmelo yo pero ya, seguro que me parte en dos._ Dijo Mientras me empalmaba como un toro.
- Ven aquí pues potranca que te voy a enseñar yo a jugar con lo que no debes._ Y le desgarré su ropa
Comprobé que su pelo era rojo natural y no por la acción de un tinte ya que lucía una impresionante mata de pelo rojo entre sus piernas. Apunté mi polla y fui taladrando su coño despacio, pero sin pausa.
- Madre mía del amor hermoso, me escuece el coño de lo grande que es, para un poco, que es la segunda vez que me entra una polla y esta es tres veces más grande que la de mi hermano._ Dijo
- Bueno pues los dos iremos aprendiendo, pues eres la primera mujer que me follo._ Dije mientras empezaba a moverme
Niru no volvió a decir nada más coherente, exceptuando una sarta larga de suspiros gritos y jadeos de placer, hasta que nos corrimos los dos.
- A sido lo mejor que me ha pasado en el mundo, soy adicta a tu polla._ Dijo mientras me la besaba y lamía sin parar, cosa que hizo que me volviese a empalmar.
- ¿No has tenido bastante con una vez?._ Le dije
- Ni con una, ni con un millón, esta polla es una bendición divina._ Dijo mientras se empalaba y me cabalgaba como una loca poseída, con lo cual nos volvimos a correr los dos
- ¿Y ahora que vamos a hacer?._ Dije mientras recuperábamos el resuello.
- Ahora me vas a entrenar y a follar por igual.- Dijo entre risas.
- Pero yo amo a Nuriko
- Yo no quiero ser tu esposa, soy una mujer marcada por lo que nadie se querrá casar conmigo._ Dijo totalmente seria
- Pero eso no es justo para ti.- Dije yo pues su situación era parecida a la que tenía mi madre cuando yo nací.
- Estoy enamorada de ti, desde el primer día que te vi y ahora soy adicta a tu polla._ Dijo comiéndose la lefa que le salía del coño
Al verla me volví a empalmar de inmediato y la follé de nuevo y mientras le daba caña sin tregua dijo
- No se te ocurra buscarme un marido siempre estaré enganchada a tu polla y no pienso dejarla nunca.
- Pero yo quiero a Nuriko._ Le dije
- Yo hablaré con ella, tu esposa será ella, pero yo seré tu amante.
- Mo se si le hará mucha gracia._ Le dije mientras la bombeaba sin parar
- Tranquilo que me dará su aprobación cuando vea la desesperación que tendría sin tu polla. Eso sí reconocerás a todos nuestros hijos
- No te quepa la menor duda
- Y quiero ser tan buena guerrera como los otros samuráis._ Dijo
- A partir de hoy entrenaremos juntos._ Le contesté.
Dos días después nos reunimos con Nuriko, Niru quería hacerlo en solitario, pero yo ante la posibilidad de que llegasen a las manos preferí estar presente.
- Nuriko san estoy profundamente enamorada de Tocura Amino y por eso hace dos días le entregué mi cuerpo.
- ¿Qué has dicho maldita zorra?.- Soltó Nuriko, era la primera vez que la veía insultar de esa forma.
- Pues que se que el amor de Tocura Amino es tuyo en exclusividad, eso no lo pondré jamás en duda, pero soy una mujer marcada por el destino y nunca podré optar a un marido decente. Así que me ofrecí como amante de Tocura Amino, teniendo siempre presente que tu serás su esposa y yo tan solo su gueisa._ Dijo Niru
- Pero nosotros aún no estamos casados, por lo que a día de hoy eres la única mujer que disfruta de el._ Dijo con voz resentida Nuriko
- Eso tiene fácil solución casémonos._ Dije yo
- Sabes que necesito el permiso del jefe del clan para casarme y Akira nunca me lo dará, pues quiere beneficiarse de mi compromiso._ Dijo con un deje de tristeza.
- Yo soy el jefe del clan. Akira intentó matarme, por lo que no le debo a el fidelidad y soy noble de cuna, por mucho que mi padre me repudiase, por lo que a partir de ahora voy a formar mi propio clan._ Dije con total determinación
- ¿Pues siendo así que os impide uniros?._ Dijo Niru
- Nada, cuando estén acabadas las obras de acondicionamiento de la aldea nos casaremos
Tardamos 6 meses en acabar el muro, pues la población no paraba de aumentar día a día y nos vimos obligados a ensancharlos en varias ocasiones. ¿ A que se debió este aumento de población?. Por dos causas principales, la primera y más rápida tuvo que ver con Niru ya que los habitantes del villorio de su padre la siguieron en masa y se asentaron en el poblado. Y la segunda fue que poco a poco fuimos asentando nuestro poder en la región asegurando los caminos castigando a los malhechores, cosa que trajo un mejor nivel de vida para las personas a mi cargo, la gente de los alrededores hartos de la inseguridad imperante en las aldeas limítrofes, se trasladó a vivir a nuestro pueblo.
Consecuencias directas de esto, la población de la aldea pasó de tener tan solo un centenar de habitantes a acercarse al medio millar. Tuvimos que entrenar a más guerreros cada uno de nosotros estaba al mando de un escuadrón de 10 hombres de armas que se entrenaban a diario para tener los caminos seguros.
Envié gente a las minas de hierro para que estas no parasen su producción y todos los rufianes que apresábamos acababan trabajando allí. Establecí un mercado a las afueras del pueblo donde una vez al més se realizaban intercambios de productos. Y yo vendía el hierro de las minas que Niru me había cedido.
ME follaba a Niru a diario y en ocasiones hasta varias veces al día, pero esta no se quedaba preñada, empecé a sospechar que la violación a la que su hermano la sometió pudo dañarla irremisiblemente.
La unión con mi prima Nuriko tuvo que ser pública, pues era el señor de aquellas tierras, pero no fue algo ostentoso.
Esa noche en la alcoba desnudé a la que era ya mi esposa. Su cuerpo era delgado, pechos pequeños y sin apenas culo, lo que es una japonesa típica.
LE besé todo le cuerpo de forma dulce hasta llegar a su vagina, allí me detuve a lubricarla, pues recordaba que Niru se sorprendió del tamaño y grosor de mi polla, la primera vez que me la follé y no quería desgarrarla. Cuando la noté preparada poco a poco la fui penetrando y al romperle el himen lloró, pero fue un llanto de alegría, a continuación empecé a fallármela lentamente, quería disfrutar de todas y cada una de las sensaciones que su cuerpo me producía, al corrernos los dos Nuriko se durmió y a mi me dejó con un mal sabor de boca ya que a Niru le tiraba un mínimo de 3 polvos antes de que se durmiese. Bueno era evidente que al ser mujeres tan diferentes el sexo en ellas también lo fuese, así que sin pensar más me dormí, eso sí esa misma noche se quedó preñada, lo que me confirmó que el problema de fecundidad de Niru era más que evidente