Tocura Amino 2

Este relato sigue al de los dos de historia de los criados de la manada. Pero como nada tienen que ver con ella he decidido cambiarle el nombre

Como hace mucho que escribí la primera partes de esta historia os contaré de forma sucinta  de que va la misma. Está ambientada en el Japón medieval. Tocura Amino es un hombre de apenas 18 años que al nacer es repudiado por su padre, está enamorado de su prima Nuriko y esta la corresponde. Pero al morir su abuelo, la ambición de su tío le hace huir de las tierras de su familia, hacia su única posesión, una aldea perdida entre las montañas del sur. Con la única compañía de su fiel criado ninja, los hermanos Katamura y las hermanas de estos. Pero justo en el límite de las tierras de su tío se les une Nuriko y una criada de esta. El camino para llegar a sus tierras es arduo y en él se encuentran con una banda de salteadores dirigidos por el gigante Yorokobi un hombre de 2 metros de altura y con una musculatura  de hierro. Pero nuestros samuráis dan buena cuenta de ellos y el susodicho gigante es esclavizado por Tocura Amino. La historia se queda cuando Tocura Amino llega a las puertas de la aldea.

La verdad mi aldea estaba en un estado lamentable, los campos a medio sembrar, la empalizada que debía protegerla ni el nombre conservaba, las casas estaban llenas de grietas y con podredumbre en sus paredes. ¿Cómo había llegado a este estado?. Mujeres famélicas me miraban mientras traspasaba sus puertas, la suciedad se acumulaba en cada rincón de sus calles, verlo era desolador

Me dirigí a la casa más grande del pueblo, pues era la residencia del señor, era la única que se conservaba de forma aceptable, desmonté del caballo, y di grandes golpes en la puerta. Una voz de mujer empezó a soltar improperios hasta que abrió la puerta y nos vio.

-         ¿Qué desean los señores?._ Balbuceó más que habló

-         Quiero ver a quien manda en este pueblo._ Dije

-         Ahora aviso al señor._ Contestó mientras entraba a por el

Al cabo de pocos minutos salió un hombre gordo con una mirada torva, caminaba con dificultad apoyado en un grueso bastón. Su cara no me era desconocida pero era incapaz de ubicarla. Soltó una gran carcajada y dijo

-         Hombre si es Tocura Amino el indeseable

Fueron sus últimas palabras en este mundo, pues desenfundé mi catana despertando al dragón que fluía dentro y le corté la cabeza de un solo movimiento. Si él estaba a cargo de la herencia de mi madre lo había gestionado muy mal y eso lo había deshonrado. Además estaba claro que no me respetaba y quería dejar claro que pese a mi juventud no pensaba tolerar un desprecio semejante.

-         Convoca a todo el pueblo delante de esta casa.- Le dije a la criada que se había quedado blanca.

-         Sí mi señor._ Dijo

Entré en la casa que sería mía a partir de ese día y comprobé que tenía estancias suficientes para todos, aunque su limpieza era inexistente, lo primero que hicieron las criadas de Nuriko fue ponerse a limpiar la misma.

-         Buena lección le has dado al recaudador de impuestos de tu tío._ Dijo mi criado Ninja

En ese momento recordé de qué me sonaba su cara, era uno de los recaudadores de impuestos de mi tío, había uno en cada una de sus posesiones, su función era exprimir hasta el límite a los campesinos para poder financiar las campañas militares de este.

La verdad, la criada del recaudador de impuestos cumplió el encargo con una rapidez inusitada, el miedo es lo que tiene. Delante de mi aparecieron medio centenar de mujeres de diferentes edades, dos hombres muy mayores y alrededor de 30 críos. Lo primero que hice fue presentarme

-         Soy Tocura Amino, mi difunta madre era la dueña de esta aldea y las tierras que la rodean, vengo a tomar posesión de ella.- Dije

-         ¿Porqué no hay hombres jóvenes?._ Dijo Hisiro Katamura

-         Los dueños de las minas de hierro vinieron en busca de esclavos para trabajar en sus posesiones y se llevaron a todos los hombres en edad de trabajar._ Dijo una de las más ancianas

-         ¿Por qué no se llevaron al inútil ese?._ Dijo Nuriko señalando al fallecido recaudador

-         Porque les entregó todas nuestras reservas de grano para el invierno a cambio de su libertad.- Contestó la misma mujer

-         ¿Cuánto hace de eso?._ Pregunté

-         Hace un mes y desde ese día que pasamos hambre._ dijo

-          Esto es intolerable, montemos todos y vamos a recuperar nuestros hombres y el grano. _Dije

-         Como ordenes Tocura Amino dijeron todos

-         Yorokobi ¿Quieres recuperar tu honor?

-         Sí amo

-         Pues este es tu momento acompáñanos y lucha como un valiente y recuperaras tu honor y puede que hasta tu libertad, fállame y te mataré allí mismo. Devolvedle sus armas._ Dije a las hermanas de los Katamura, pues estaban en el carro que las llevaba

-         Como digas Tocura Amino.- Y con una enorme dificultad, por culpa del tremendo peso de su hacha de combate le devolvieron las armas

-         Necesito a alguien que nos guíe para llegar a la guarida de esos cobardes._ Dije

-         Llévate a Akasi, aunque es joven es muy listo y valiente.- Dijo una mujer de mediana edad

Un niño de apenas 12 o 13 años dio un paso adelante

-         Bien sube a la grupa de mi caballo._ Le dije mientras le ayudaba a subir

Tardamos dos días en llegar a las minas, pues el camino era complicado y avanzábamos muy lentamente. Las minas se encontraban protegidas por una valla, vigilada por hombres armados, pero se notaba que no esperaban ningún ataque, pues su indolencia era manifiesta, no miraban al exterior, sino que estaban contemplando como trabajaban los mineros. Eran evidentemente esclavos pues estaban siendo vigilados por hombres de armas en todo momento. A la izquierda de la empalizada se alzaba un villorio que seguramente albergaría las casas de los dueños de la mina, pues dentro de la empalizada había barracones en los cuales dormirían los hombres de armas y los almacenes donde guardaban todo lo que tenían de valor

-         Muy bien esperaremos a la noche habrá menos hombres de guardia atentos, atacaremos primero la empalizada, procurad no hacer mucho ruido y matad a todos los hombres de armas. No liberéis a los esclavos todavía, pues seguidamente montaremos en los caballos y arrasaremos el villorio._ Dije

-         ¿Hemos de matar a todo el mundo en el villorio?._ Dijo Yorikobo

-         No, respetad a los que se rindan y jamás matéis a mujeres y niños

-         Como ordenéis Tocura Amino._ Contestó

-         Akasi tu quédate aquí, tu presencia en el ataque me distraería y una distracción es fatal._ Dije mirando al crio.

-         Como ordenéis señor.- Dijo el chico

Era un plan simple, pero la empalizada a la que nos enfrentábamos servía más para encerrar a los trabajadores esclavizados que para prevenir un ataque. Cuando ninguna luz se veía en el cielo empezamos el ataque. Con certeros disparos de nuestros arcos, atravesamos las gargantas de los vigilantes de la empalizada, cosa que evitó que pudiesen dar la voz de alerta. Ninja saltó la empalizada y desde dentro abrió la puerta. Entramos como una exhalación, matando a diestro y siniestro, ningún hombre de armas sobrevivió a este ataque expeditivo. Miedo daba la figura de Yorikobo pues con su gran catana segaba cuerpos a diestro y siniestro.

Acabado este ataque nos dirigimos al villorio. Fuimos a la casa más grande pues esa sería la del señor de esas tierras. Matamos a los guardias de la casa y entramos sin apenas hacer ruido.

Encontramos una escena dantesca. En medio de la sala había dos mujeres totalmente desnudas, una de ellas era una japonesa clásica, pelo negro bajita y con pechos pequeños, era una prostituta pues lucía la marca de las que practican ese oficio, estaba sumamente borracha, no paraba de beber sake mientras un hombre bufando como un buey la follaba salvajemente haciendo que en cada embestida la puta riese cada vez más fuerte.

En cambio la otra chica tenía el pelo rojo como el fuego no era bajita como la otra y lucía unos inmensos pechos. Carecía de la marca de las prostitutas y no paraba de llorar, mientras otro hombre la violaba sin compasión. En ese momento soltó

-         Por todos los dioses, que soy tu hermana, como puedes hacerme esto.

-         Porque puedo y quiero maldita zorra el que seas mi hermana no va a impedir que te la meta hasta que me corra.

-         Pero yo sí._ Dije mientras sacaba mi catana y lo mataba de un certero golpe.

El otro hombre se levantó de un salto para caer fulminado bajo la espada de Hisiro Katamura

La chica empezó a gritar de puro pánico y mientras intentaba calmarla mis hombres recorrían toda la casa. Cuando finalizaron uno de los hermanos Katamura me informó

-         Hay una pareja de ancianos muertos a cuchillos en la sala contigua,  y fuera de ellos nadie más hay en la casa.

-         Esas personas eran mis padres mi hermano los mató cuando intentaba impedir que me violasen._ Dijo y volvió a llorar desconsolada.

La puta no paraba de reír, el alcohol nublaba su entendimiento y empezaba a ser muy molesta

-         Yorikobo saca a la puta de esta casa y ninja trae algo de ropa para que esta mujer pueda taparse

-         A sus órdenes Tocura Amino._ Dijeron los dos al unísono

-         Vístase, señorita por favor._ Dijo Ninja tras darle un vestido limpio

-         Gracias es usted muy amable._ Dijo mientras tapaba su voluptuoso cuerpo

-         ¿Podria contarnos que ha pasado?._ Dije

-         Verá señor, mi padre no estaba de acuerdo con la caza de esclavos que mi hermano estaba haciendo entre las aldeas circundantes, por lo que se lo recriminaba constantemente. Esta noche mi hermano ha llegado bebido y acompañado de esa puta, mi padre en ese momento le soltó que era un hombre sin honor y que hiciese el favor de salir de esta casa._ Dijo mientras paraba un momento de hablar y volvía a llorar

-         Señorita no se preocupe que nada malo le va a pasar ya._ Dije yo para consolarla

-         Gracias.- Dijo la chica con una sonrisa triste

-         Si no quiere continuar no lo haga, a fin de cuentas no nos tiene que dar ninguna explicación.- Dijo Hiriso Katamura

-          No hay mucho más por contar. Pues verá mi hermano dijo que pensaba follarse a la puta delante de el y luego me haría a mi lo mismo. Mi padre se levantó e intentó coger su catana, pero ese lo mató de un golpe por la espalda._ Dijo mientras señalaba al cerdo que se follaba a la puta

-         Mal nacido demasiado rápido has muerto.- Dijo Yorikobo

-         Mi hermano me desgarró el vestido y me tumbó en el suelo, mi pobre madre se quiso interponer entre los dos, pero mi hermano la mató y tras sacarse su inmunda polla empezó a violarme como el animal que era. Y entonces llegaron ustedes._ Dijo y  esta vez estalló su llanto y no pudimos  consolarla.

-         Subid todos a caballo y matad a todo hombre de armas que encontréis, no quiero que mientras volvamos a casa nos asalten._ Les ordené

-         A tus órdenes Tocura Amino

Sólo dos hombres más fueron muertos por mis hombres ya que la mayoría de los guerreros se encontraban en la mina

-         Señorita, nosotros hemos de irnos pues en nuestra aldea nos esperan._ Le dije a la huérfana

-         No por dios, no me dejen aquí sola._ Dijo mientras se lanzaba a mis pies y abrazaba mis piernas

-         Señorita, su tierra es esta, ahora es suya pues su hermano y su padre están muertos._ Dijo Ninja

-         Soy una mujer deshonrada por su hermana, voy a llevar ese estigma toda la vida y nadie querrá desposarse conmigo._ Dijo sin parar de llorar

-         Pero eso no tiene porque saberlo nadie todos los que lo presenciaron están muertos._ Dijo Hiriso Katamura

-         Los criados vieron lo que pasó antes de que ustedes llegaran y antes de que salga el sol lo sabrá todo el pueblo. Además también pensarán que ustedes me violaron también._ Dijo entre sollozos

-         Eso es cierto mi señor, aquí no tendrá una vida digna y antes o después algún vecino los atacará y la matarán para hacerse con sus tierras._ Dijo Ninja

Estuve un tiempo meditando y tras ver que lo que ninja decía era lo que realmente pasaría decidí llevármela.

-         Bien vendrás con nosotros  y te pondré bajo mi protección._ Le dije mientras le tocaba la cabeza

-         Gracias señor._ Dijo

-         No me llames señor, eres noble, llámame Tocura Amino. Hazte con un carro y caballos de tiro y ayuda a la chica a llevarse sus pertenencias. ¿Cómo te llamas?._ Le pregunté

-         Nirujai  Endi Tucano, pero mis seres queridos me llaman Niru y así quiero que tu lo hagas Tocura Amino

-         Muy bien Niru, nosotros marchamos a la mina id allí cuando estéis listos

Veinte hombres había eslavizados en la mina, pero solo 15 ern de mi aldea, los otros cinco aunque los liberé quisieron venirse con nosotros, pues en su aldea, habían matado a todos los demás habitantes

-         Cogen todos los carros y animales de tiro que encontréis quiero que los carguéis con todo el grano que nos robaron y la producción de metal de la mina, además reunid al ganado que tengan y separad la mitad que será laque nos llevaremos como compensación._ Ordené

Nos llevó toda la noche pero al alba salimos 10 carros cargados y las reses de vuelta a mi aldea. Tardamos el doble de tiempo en volver pues avanzamos más lentamente que cuando partimos. Mi aldea se llenó de felicidad cuando nos vieron llegar, los hombres habían vuelto y la aldea volvía a tener vida. Puse a la mitad de los hombres a arar y arreglar los campos de mi propiedad, la otra mitad arreglaron las casas que estaban en mal estado y construyeron establos para las reses. Nuriko cogió a las mujeres y limpió a conciencia las calles de la suciedad que acumulaban. Los críos más mayores se dedicaron a guardar el grano en los almacenes y  Nosotros nos dedicamos a construir un verdadero muro de piedra que protegiese a la aldea, no era trabajo para samuráis, pero había que hacerse con prontitud, pues no me fiaba de mi tío

A las dos semanas de volver le dije a Yorikobo que viniese a mi presencia.

-         Yorikobo, tu valor en la batalla te ha devuelto tu honor, y la incansable forma de trabajar te ha devuelto tu libertad. A partir de ahora eres libre de ir donde quieras._ Dijo

-         Tocura amino, lo que quiero es servirte a ti como uno más de tus hombres._ Dijo

-         Pues júrame lealtad, como lo han hecho todos los hombres de esta aldea._ Dije

Y sin pensárselo me juró por su vida y su recobrado honor que me sería fiel,  a mí y a mi familia todos los años de su vida