TOCO Y ME VOY (relato 24)
Relato una aventura, estando embarazada.-
Carlos, el portero de mi edificio, habia resultado un verdadero semental, siempre estaba dispuesto a "satisfacerme" y a calmar mis ansiedades y hasta mis mas "bajos instintos".-
Por otro lado, aunque yo era consciente que no era su "única hembra", él se mostraba celoso cuando percibía que por mi departamento..., por mi camioneta..., por mi cama..., o por donde fuera, pero siempre por entre mis piernas, había pasado algún que otro galán...-
Llegó al máximo de su "descontrol", el día que se enteró que yo había aceptado a Samuel (hoy mi primer ex-marido) en matrimonio...; a Carlos nunca le había caído muy simpático mi "pretendiente" (en rigor, se encelaba de todos y cada uno de los hombres que me visitaban en casa, o que me rondaban fuera de ella), pero a partir del momento que tomó conocimiento de la "buena nueva" de mi casamiento, odió "concienzudamente" a Samuel y en mas de una oportunidad, llegó a negarle el acceso al edificio, bajo pretexto de mi "ausencia en casa" (muchas veces falsa).-
Estando ya casados, mientras terminábamos nuestros estudios en la Facultad de Derecho de la U.B.A., vivíamos Samuel y yo, en mi departamento..., en verdad, nuestra convivencia, si bien era "llevadera", en el matrimonio comenzábamos a mostrar algunas "fisuras", ya que en materia sexual, era en verdad un verdadero fiasco..., Carlos (el portero), talvés por su "experiencia" como "amante latino" de cuanta "mina solitaria" (o no tan solitaria) habitara el edificio, se apercibió de ello y volvió "al ataque", contra esta hembra "insatisfecha" por su marido (aunque muy satisfecha por los amantes que conservaba); así fue que Carlos, no perdia ocasión de "tirarse un lance", cada vez que tenía oportunidad... y así, por insistente tuvo su premio ("tanto va el cántaro al agua...", dicen), por eso, siendo él y yo, dos verdaderas "máquinas sexuales", no perdíamos oportunidad de "concretar" nuestras aventuras, ya sea en su departamento..., en el mío, cuando estaba sola..., en algún lugar extradomiciliario... (hasta en el Parque Centenario, tuvimos algún que otro "entrevero fiero", aprovechando su abandono en esas épocas, que lo convertían en lugar inhóspito y poco atractivo para los paseos nocturnos), o donde cuadrara y la calentura del momento nos predispusiera.-
Así fue que una vez, estando yo ya embarazada de mi único hijo, (Samuel me embarazó a los tres meses de casados), me dirigía a la Facultad a cursar alguna materia que no compartía con Samuel pero al salir de mi departamento y llegar a la Planta Baja con el ascensor, Carlos me abre la puertas tijeras del mismo y aprovechando que estaba sola y nadie nos observaba, se introduce en él y me besa en los labios mientras que con sus manos, me acaricia "la Panza" (en rigor, todavía "pancita") mientras me dice: "¡Que sensual!, me excita verte embarazada...-", casi de inmediato, alza mis polleras acampanadas y me "mete mano a discreción", acariciándome el sexo con lujuria...; sentirlo allí, abrazarme a su cuello y besarle los labios, mientras mis pies se elevaban en puntillas y mis rodillas se separaban para no oponerle resistencia a la mano que me acariciaba el sexo (falto por esos días de "esmeradas atenciones"), fue todo a un tiempo...-
Salimos luego del ascensor..., pero en lugar de dirigirme hacia la puerta, lo obligué, al tenerlo aún abrazado, a internarnos en el cuartito de portería donde Carlos solía descansar de a ratos entre tarea y tarea.- Una vez allí, lo arrinconé contra una pared y le pedí: "¡Cojeméee...!".-
ÉL: "¿Estas loca?, estas embarazada..., no, puedo latismarte..., no quiero...".-
YO: "Carlos..., por favor..., hacelo... lo necesito..., te necesito...".-
ÉL: "No insistas..., es peligroso...,te puedo lastimar el feto...".-
YO: "Carlos, por favor..., necesito cojer..., que me cojan..., no te niegues....".-
ÉL: "No, no insistas..., no es correcto..., estas embarazada...".,-
YO: "¡Haceme el culo entonces...!, pero cojeme..., no me dejes caliente..., sacame esta calentura que tengo..., por favor Carlos..., ¡hacémelo!...".-
Se quedó de una pieza, nunca antes Carlos, me había tomado por la cola; a modo de reclamo insistente, le tomé el pene por sobre sus ropas y se lo apreté, mientras le pedía: "¡Dámelo..., haceme la cola..., Carlos, por favor...".-
Evidentemente, la tentación fue muy grande para él..., mirándome a los ojos, sin decir palabra, me toma por las muñecas..., me obliga a girar sobre mi misma para darle la espalda..., alza mis polleras nuevamente (a las que yo sostuve alzada con una de mis manos)..., baja las bombachas elastizadas que usaba por mi embarazo y mientras me contempla el culo, desnuda su falo, ya completamente excitado.-
Yo, semi agachada hacia adelante, giro mi cabeza y veo su pene erecto a su máxima expresión..., se lo tomo con la mano que tenía libre y mientras lo masturbo suave le pido: "¡dale...!, ponémelo...".-
ÉL: "Nunca te lo hice..., es la primera vez que me lo ofreces... ¿tan caliente estas?".-
YO: "Si, mi amor..., muy caliente..., nadie se anima a calmarme..., vos no te niegues..., necesito pija..., dame la tuya".-
Trascartón, giro hacia adelante, me inclino un poco mas y mientras que con mis manos abro los cachetes de mi traste le insisto: "¡dale!..., no me hagas desearte mas...".-
Carlos, se retira un poco y busca en una gaveta un frasco de plástico, lo abre y unta su dedo en el contenido (era vaselina en gel), para luego esmeradamente, esparcirla sobre mi ano, varias veces repitió la operación e incluso, hasta me lubricó el esfinter y luego su pene..., terminada la accíón, me apoya el pene a las puertas de mi ano y comienza a presionar..., en los primeros dos o tres intentos, su pene se escurría hacia abajo y se llegaba casi hasta mi vagina..., por eso yo, ya casi al borde de la desesperación, se lo tomé con una de mis manos y mientras que con la otra me abría como podía el orificio de mi ano, me lo apoyé a las puertas del culo y le pedí: "¡Empujáaa...!".-
Carlos empujó..., como yo lo tenía tomado con mi mano, esta vez no se deslizó fuera del lugar donde debía introducirse, pero tampoco se introdujo, hasta que yo le tomé los testículos y se los apreté un poco, para que se semi aflojara y pudiera perforarme sin mas perdida de tiempo...-
Estaba ahora sometida analmente por la pija de Carlos, pero él todavía no se animaba a "jugarse" haciéndomela sentir ir y venir dentro mío..., entonces lo empujé hacia atrás hasta que tropezó contra una sillita baja que usaba en sus descansos...; cayó sentado sobre ella y yo sobre él, sin desprendernos: "¡AAyyy....! ¡mi amor!, ¡que placer!..., ¡como se clavóoo...!"; le dije mientras que, sosteniéndome sobre mis piernas, empecé a balancearme en sube y baja sobre esa pija hermosa, que me estaba llevando al limbo por el placer que me transmitía...; en un momento, en el colmo de mi calentura, apreté mas mi traste contra el vientre de Carlos, lo quería sentir mas profundamente, pero no conforme con eso, llegué a caminar con mis pies por la pared que tenía enfrente, empujando mi cuerpo aún mas contra el de él, que permanecía sentado...; entonces Carlos, me toma con sus manos por debajo de mis nalgas y mis muslos y siempre penetrado en mí se incorpora y cuando esta completamente de pie, conmigo aún clavada por su pene, con sus brazos comienza a hamacarme haciéndome así, sentir su poronga otra vez extremadamente caliente y dura, entrar y casi salirse de mi culo, tras cada hamacada sobre su esplendida pija..., mis gritos de placer y mis ayes por el leve dolor que su fornicación me producía, seguramente debieron sentirse en todo el edificio, pero no me importó..., seguí así..., sometida por ese hombre y gozando su magnífica forma de cojerme el culo, hasta que lo sentí derramarse dentro mío y arrastrarme con él a mi tercer orgasmo del momento.-
Después que se corrió dentro mío, nos desprendimos y como era mi costumbre, me arrodillé ante él y le sorbí el pene hasta que se lo dejé completamente limpio y listo para volver a empezar..., cosa a lo que me negué bajo pretexto del atraso en tiempo que "el jueguito" anterior me había provocado, a sabiendas que en lo sucesivo, él no se negaría a darme las "satisfacciones" necesarias durante mi embarazo, máxime ahora que había explorado y disfrutado mi "vía prohibida"..., lo que le había gustado muuuuchoooo...-