Tocando Fondo
Porque mi hermana y yo... No dejabamos de pelearnos.
TOCANDO FONDO
La relación que tengo con mi hermana:
Para comenzar supongo que se trata de soberbia. Nos tratamos como un culo, sin cariño y contacto físico, escasamente nos saludamos con una mirada. Cuando tenemos algún conflicto cada quien solo se preocupa por sacarle alguna ventaja al otro, somos definitivamente toscos y nada detallistas, en conclusión; es como si no nos demostráramos ninguna importancia el uno por el otro.
Con este tipo de situación lo mas normal es que surjan miles de problemas cotidianos en la convivencia diaria, pero lo mas raro de todo es que nos tenemos una gran confianza, porque aunque constantemente nos tratamos a punta de sarcasmos, también podemos amanecer charlando de nuestras mundanas vidas. Además hay que reconocer que detrás de esa confianza parlanchina se ha generado una tolerancia y apoyo por las cosas existenciales que difícilmente se podría encontrar entre personas ordinarias.
Cuando hablamos de sexo ambos fenómenos no dejan de ser la excepción. Ambos conocemos todas las experiencias de cada uno sucedidas hasta la fecha y a su vez las motivaciones que han de desatarlas. Pero por el otro lado no entramos en detalles explícitos, es como si surgiera un gesto de asco mutuo consecuente con un orgullo turbulento que nunca demostraría la sensación de morbo.
En mi caso particular, no puedo evitar imaginarme el fragmento del relato que quedo omitido y aun así se me hace medio complicado, porque si hay algo cierto es que mi hermana tiene un carácter tan fuerte como las peleas que tenemos.
De todas esas charlas se podría concluir que ella es una mujer normal que simplemente tiene la mente abierta y de mi; que padezco de una apatía y tedio que se sobrecargan de ansiedad.
Un día cualquiera, lejos de las efímeras y pasajeras vacaciones donde hay un variado material de anécdotas, llega mi hermana y me dice.
-Estoy aburrida, necesito un hombre... uno que no me joda la vida que tampoco es para cuadre-
Yo simplemente le respondo con cara de (no sea tan estúpida) por andar hablando a la ligera.
-Es en serio- me reitera por no dejarse apabullar.
La idea de ofrecer a mi hermana con mis amigos o conocidos como a cualquier puta necesitada realmente me es indiferente, no tendría nada de difícil porque cualquiera le tiene ganas, pero con lo complicada y creída que es, seguro que se pone de exigente y me hace dar mas mamera todavía.
-Si quiere mas bien le consigo un vibrador- le digo haciéndome el amable y burlándome de ella para que se deje de bobadas.
Si hay algo que la enfurezca es que la humille y para dárselas de osada me dice.
-Lo que quiero es un espíritu virtuoso con carne de verdad-
-No pues tan trascendental-
-Por lo menos que no valla a ser cualquier idiota- me responde cagandose de risa.
-Pues ese si ya es su problema, además lo que no quiero es que después se eche para atrás y me haga quedar mal con el pobre sacrificado-
-Fresco... ahí miramos- me dice en tono desafiante después de pensarlo un poco.
-Pero con una condición... usted vera como hace, pero me trae a la mas buena de sus amigas y de una vez le digo que no sea ni Catalina, ni Diana, ni Mónica, ni Marcela-
Porque para volver a hacerlo con cualquiera de ellas no la necesito.
Y así fue lo que acordamos.
Al principio me valió huevo el asunto y no le hice mucha fuerza que digamos aunque ya tuviera un candidato en mente; se trataba de un tipo que conozco con el que no tengo mucha confianza que digamos y por el que no pensaba mover ni un solo dedo en echarle el cuento y presentárselo a mi hermana, porque de solo imaginármelo dándome las gracias creyéndose el súper semental después de que se la puse en bandeja de plata, me daban ganas de programar un suicidio colectivo ¿Que se estaría creyendo mi hermana como para ponerme en esta situación?
Hasta que un pensamiento macabro se apodero de mis neuronas... no iba a quedarme sin algo mas a cambio, aunque mi hermana me consiguiera a la mujer mas hermosa de la tierra... decidí que iba a grabar en video todo su consabido encuentro, montando una de esas camaritas digitales a escondidas. Iba a ser mas que difícil instalársela dentro de su propio cuarto sin que lo descubriera , pero no me importaba, cueste lo que cueste ya estaba decidido, así que aproveche un día en que no había nadie en casa y dispuse de todo el equipo teniendo en cuenta hasta el mas mínimo detalle, hasta que al fin pude monitorearlo desde mi habitación satisfactoriamente. Me quedo tan bien hecha la operación que inclusive estuve tentado a dejar el equipo conectado permanentemente, pero era demasiado arriesgado que tarde o temprano mi hermana se terminara dando cuenta, así que volví a dejarlo todo como estaba y solamente lo colocaría cuando llegara la hora decisiva.
Al encontrarme con mi hermana le dije.
-Ya tengo lista su victima... se lo entrego después de lo acordado.
Se tardo como semana y media y me dijo.
-Mañana viene-
-¿Y eso quien es... de donde la saco?-
-Si supiera todo lo que me toco hacer para convencerla... y fuera de eso le quede debiendo-
Efectivamente al otro día se apareció con una tal Verónica de la universidad que no me decepciono para nada, tenia pinta como de hippie con punk; pelo naranja con las raíces negras y unos aretes con plumas rojas enmarcaban un rostro angelical de ojos azules realmente precioso, pero con una carita de puta que no se la quitaba nadie, llevaba puesta una blusa suelta de esas que hacen los indígenas artesanos con un bolsito del mismo estilo que le cruzaba en medio de un buen par de tetas y finalmente un pantalón descaderado pero suelto con botas tipo militares... me encanto como le quedaba el pantalón escurrido, tuve un deja-vu en las yemas de los dedos, agarrándole los huesos de las caderas.
Como suele suceder en esos casos, cuando estoy con alguien mientras que mi hermana esta en la casa, me encerré en mi cuarto y puse música para disimular el ruido.
Al otro día cumplí con mi parte del trato y traje al afortunado, mi hermana recurrió a la misma técnica que yo, se encerró en su cuarto y puso música, inmediatamente me fui a mi cuarto para verlo todo en vivo y en directo.
Se demoraron hablando estupideces como casi dos horas, ya me te tenían aburrido de tanta mierda y sin embargo no paraba de reírme, el tipo resulto ser una completa hueva, se puso todo filosófico tratando de entender porque ella estaba haciendo algo tan extraño según el, ella le siguió la cuerda y bla, bla, bla... supongo que para no parecer tan fácil le echo el cuento ese de que no quería compromisos que interfirieran con su carrera y etc... etc... hasta que por fin se comenzaron a besar por iniciativa de ella, el man definitivamente era una hueva total, parecía paralizado. Yo ya estaba sintiendo lastima por los dos, hasta que veo que mi hermana comienza a empelotarlo y empelotarse simultáneamente; estaba sentada sobre el, pero aun les quedaba a ambos puesto el jean.
Verle las tetas fue toda un sorpresa, me pusieron tan arrecho que comencé a pajearme poco a poco, nunca le había visto esos pezones rozaditos y duritos y mucho menos tambaleándose a su propio ritmo, el tipo seguía acostado boca arriba y escasamente le chupaba las tetas y le cogía el culo, que en mi opinión ella se lo estaba refregando riquísimo como si le estuviera haciendo cunclillas sobre la verga. Así estuvieron un buen rato hasta ella comenzó a bajarle con intenciones de mamarselo, esto se estaba poniendo demasiado interesante, iba a ver a mi propia hermana tragándose una verga y no lo podía creer, ella puso la cara de lado y le aprisiono el tronco entre la comisura de los labios y la palma de la mano mojando todo de saliva con la lengua, luego le daba lametazos desde el culo hasta el glande pasando por las huevas, cuando lo tuvo bien emparamado puso los labios en forma de silbido y comenzó a aletearle la lengua sobre el orificio de la uretra mientras que lo pajeaba con la mano a un ritmo consistente, lo que mas enfermaba era la mirada que le hacia mientras tanto; era una mezcla de agudeza, resignación y porno, hasta que unió los labios con la mano y empezó a subirle y a bajarle profundamente por todo el tronco a gran velocidad.
Eso fue demasiado para mi y me vine sobre el piso de mi alcoba. Fui al baño por papel higiénico para secar la derramada y para cuando volví ya estaban totalmente desnudos y lo estaba cabalgando, la escena no tenia nada de espacial y además no duraron casi nada, porque parecía que iban a cambiar de posición, en esas pude fijarme del culazo que tenia cuando se puso en cuatro, realmente ya se lo había visto antes en traje de baño o con alguna tanga por ahí y no es que fuera el mejor culo del mundo, pero el verla postrada como una perra tenia un encanto particularmente hermoso, el tipo comenzó a metersela desde atrás, a mi hermana se le notaba sutilmente como se le comprimía y aflojaba la masa de carne de las nalgas con cada acometida, desde el ángulo de la cámara no se le podía ver el rostro, pero si se notaba como ella se estaba metiendo el dedo tratando de venirse. Tampoco duraron mucho en esa postura, parecían algo incómodos hasta que el tipo se lo saco y se quedaron quietos. Yo también me quede medio pasmado ante lo evidente... mi hermana le quito el condón y trato de reanimarlo, pero era inútil. El tipo no decía nada aunque ella trataba de tranquilizarlo, se notaba que se sentían como culo, charlaron un rato y se vistieron hasta que al poco rato el man se fue. Yo me quede en mi cuarto como si nada para evitar cualquier contacto bochornoso.
Un par de días volvió Verónica y volvimos a encerrarnos en mi cuarto. Un buen rato después de que se fue, llega mi hermana y me pregunta que si lo que acababa de pasar iba a costarle algo.
-Tranquila que eso es cosa de nosotros- le dije.
Y así siguió viniendo Verónica de vez en cuando y al cabo de un tiempo le perdono a mi hermana lo que le debía, luego me entere que se trataba de unos trabajos escolares que tenían pendientes y un par cds.
Cada vez que Verónica venia, mi hermana comenzaba a montármela con sus típicos comentarios malintencionados y para colmo le da por decir que le iba a tocar volver llamar al tipo que le presente como si fuera el repolvazo en comparación conmigo y con Verónica, dándome a entender que éramos unos asquerosos y superficiales que no hacíamos nada mas aparte de tirar. Y ahí si se me salió y le dije:
-Eso será porque a mi si me funciona y no como a ese pobre desdichado que le vino a tocar a usted.
Ahí si se puso de todos los colores y solo atino a decirme confundida
-¿Como así?-
Luego lo pensó bien y comenzó a enfurecerse de verdad mirándome como si fuera a matarme, entonces le dije.
-Pero fresca, que usted estuvo bien el que se lo perdió fue otro.
-¿Ese hijueputa le contó?-
-No creo que el quiera que alguien se enterara- y me reí.
Ahora si que estaba odiándome porque se dio cuenta de que la espié de alguna forma.
-¿Que hizo? ¿cómo supo?- Y comenzó a gritarme cada vez mas fuerte.
-Nada... ya... olvídelo- respondí haciéndome el desentendido. Pero ella estaba furiosa como para ir a dejar las cosas como si nada.
-Dígame la verdad o no respondo- y se me vino encima totalmente encolerizada como si quisiera pegarme.
Entonces el que comenzó a disgustarse fui yo ante tanta agresividad y por sacarle mas la piedra, fui a mi cuarto por un casette de vhs y se lo tire encima a ver si se callaba.
Casi se le salen los ojos incrédulos de rabia cuando vio el casette y se fue a su cuarto para verlo y en un par de minutos regreso gritando histérica para cantaletearme.
-Coma mierda... como se atreve... abusivo... me las va a pagar gran hijueputa- y se puso a llorar de frustración.
Supongo que ella no sabia que hacer con tanta rabia, lo cual comenzó a darme un poco de remordimiento porque a eso si no estaba acostumbrado, verla llorar de impotencia y desamparada de su propio orgullo ya me parecía demasiado, además con lo que me estaba odiando algo haría para vengarse y me convertiría la vida en un infierno, esta vez si se me había ido la mano y supongo que nunca la hice sentir tan humillada. Aunque fuera una estupidez se me ocurrió lo único que creí que medio podría compensar las cosas y le entregué un casette donde tenia grabado mis encuentros con Verónica, ya estaba cansado de tanta peleadera como para quedarme a ver como reaccionaba y me largue de la casa dejándola sola.
Volví hasta el otro día, mi hermana simplemente no me dirigía ni la palabra, ni la mirada. Así pasamos casi dos semanas sin determinarnos por completo, la situación era realmente incomoda, la única vez que volví a escuchar su voz fue uno de los días que regreso Verónica; aunque se supone que son amigas y compañeras de estudio, se le paro al lado y se puso a mirarla de arriba abajo como para intimidarla mientras que le decía.
-¿Umhmm, mijita pero como que le quedo gustando no?, de lo que yo no tenia ni idea era que le gustara tanto que le dieran por el culo- Verónica quedo atónita, mientras que mi hermana proseguía y la miraba con morbo -Lo que no me explico es como hace para que no le duela con eso que le meten- y me lanzo por fin una mirada después de tanto tiempo -Bueno pero al fin y al cabo para eso llevan un buen rato practicando no? La verdad es que me da hasta envidia- y comenzó a mirar a Verónica como si se la quisiera comer acercándosele al rostro.
-Y no valla a creer que es por usted- me dijo mientras que pasaba suavemente la mano por las vértebras de Verónica desde la nuca hasta el cóccix... y finalmente se fue.
Verónica estaba como en shock tuve que hacerle una seña para que viniera conmigo a mi cuarto, aunque para ser honesto yo también estaba totalmente turbado con lo que mi hermana acababa de hacer y debido a la situación tuve que reaccionar rápidamente y contarle a Verónica todo el asunto del video. Aunque lo tomo aparentemente en calma, se disgustó, terminamos de pelea y se fue.
Cuando salí de mi cuarto, mi hermana me miraba triunfalmente, aunque la discusión con Verónica aun me tenia alterado mezcla de rabia con tristeza ya estaba cansando de esa situación así que decidí romper el hielo, retornando a nuestros típicos sarcasmos.
-Y es que no va devolverme el video?-
-Voy a quedármelo otro ratico si es que a usted no le molesta- me respondió.
-Yo que iba saber que iba a gustarle- le dije, esperando a ver con que me salía, puesto que según ella todo lo que tiene que ver conmigo es una seba.
-Digamos que vi algo que nunca creí posible y admito que todo lo que dicen por ahí de usted es cierto... aunque... yo con Verónica haría maravillas. Lo decía como si me desafiara.
Hasta donde yo sabia mi hermana nunca había tenido una experiencia bisexual, solo sabia que la idea no le era del todo desagradable, pero del dicho al hecho... quien sabe, así que me tenia aterrado que todo esto tuviera que ver de alguna forma conmigo.
Lo anterior fue como si nos hubiéramos perdonado y vuelto a quedar en igualdad de condiciones. Aunque aun no habían cambiado las cosas del todo, por lo menos la rutina deambulaba sin que nos ignorábamos como antes.
-Presénteme otro tipo- me dijo mi hermana muy resuelta.
Yo me quede meditándolo un rato y le dije.
-Pero con una condición... que lo vuelvo a grabar-
-Y usted para que quiere ver eso- me dijo haciendo un gesto, como si mi propuesta le pareciera la cosa mas absurda y horrorosa.
-Y además usted que alega, si el video que le di de Verónica tiene como 5 sesiones y a propósito... ya va siendo hora de que me lo devuelva- le dije como para que no se hiciera la sana.
-Ayy no valla a creer que es por verlo a usted- me dijo y se quedo callada un rato sin dejar de hacerme el mismo gesto conciente de mi argumento, hasta que me dijo -Pero con una condición... que lo haga con Mónica y que me deje verlo-
-¿Con Mónica?- pensé que mi hermana definitivamente se estaba volviendo lesbiana y media y le dije si lo que quiere es una vieja, porque no mas bien se lo pide a Mónica usted misma en vez de pedirme que le presente otro tipo... o mas bien dígale a Verónica que por lo visto fue la que la puso así-
-Con Verónica no me he vuelto a hablar... además a usted que le importa? Yo veré como hago mis cosas no sea sapo-
Mónica es una de sus viejas y mejores amigas, con la que ya me he acostado como mil veces y no se porque diablos quería que la cosa fuera especialmente con ella.
-¿Y usted que es lo que quiere ver? porque supongo que ella algo ya le habrá contado- le dije para confrontarla.
Y ella volvió a hacerme la misma cara de horror absurdo.
-Ayy no se tan imbecil, que usted fue el que comenzó con eso de grabarme, y además... aun no ha visto nada, ¿o es que lo que le gusta son los hombres? me dice sabiendo que nada podría darme mas asco en la vida.
-Bueno listo... ya párela... y mas bien voy a llamar a Mónica y a ver quien le consigo para que le parta el culo- no podía creer que ya me estaba sintiendo verdaderamente presionada con todo esto.
Días después, como media hora antes de que llegara Mónica, me hice la paja para aguantar mas al comienzo. Aunque Mónica y yo nos conocemos a la perfección y siempre hemos tenido encuentros excelentes, esta vez a iba darle lo mejor de su vida y de la mía, teniendo cuenta que mi hermana iba a ser testigo de algo que para mi no era ningún crimen. Cuando por fin terminamos Mónica estaba mas que contenta y no hacia mas que preguntarme cosas como:
-¿Que pasa que hoy estas mas marciano que de costumbre?-
Yo solo le sonreía para que dejara de extrañarse como si fuera la cosa mas normal del mundo, en el fondo yo también estaba contento y mas que satisfecho, hacia mucho tiempo que no tenia sexo sintiendo que tuviera algún sentido mas que el de descargar angustia, recordé algo parecido a las veces que lo he hecho enamorado, cuando se siente al alma saliéndose del cuerpo, pero esta vez no era otra cosa mas que sexo; simple, puro, crudo y carnal.
Después de que Mónica se fue, me sorprendió mi hermana en mi cuarto casi desnudo para que le entregara el video, estaba de una ansiedad que casi nunca deja ver.
-Espere... aguántese un ratico... que yo se lo doy cuando usted haga lo suyo- le dije burlándome de ella.
Se puso como loca respirando agitadamente como si percibiera el reciente olor a sexo de mi cuarto, mientras que miraba todo el desorden de mi cama y de mi ropa tirada.
-¿Sabe que? Llame al que sea pero ya- y se fue a su cuarto y se encerró.
Esto si que se estaba poniendo medio loco, las cosas parecían salidas de los trapos. No lo pensé mas de 3 veces y llame un amigo por teléfono y le pregunte de una sin vacilar.
-Kiubo Camilo ¿oiga a usted le gustaría acostarse con mi hermana?- se quedo mudo, pero como me conoce bien y sabe que le estoy hablando en serio y que por algo se lo digo me contesto.
-Pues si-
-¿Usted es capaz de venirse de una para mi casa... fresco que yo le pago un taxi?-
-Bueno listo- me respondió.
-Vengase ya... tiene media hora, chao-
-Listo, ya le caigo, chao-
Llame a mi hermana y le dije.
-Camilo viene para acá... esta por llegar en cualquier momento-
Se quedo como dudando, porque ella lo conoce hace mucho tiempo y no creo que se le hubiera pasado por la cabeza hacerlo con el, pero finalmente me dijo.
-Hágame un favor... ábrale la puerta y dígale que lo espero en mi cuarto.
Al poco rato estaba yo dejando a Camilo en la puerta del cuarto de mi hermana sin darle tiempo para que me preguntara nada y me fui de una para mi cuarto a verlo todo simultáneamente. No se porque, pero antes de encender todos los equipos, ya me estaba poniendo cómodo y preparándome para masturbarme, sacando fuerzas de quien sabe donde porque con lo de Mónica ya estaba agotado. Cuando aparecieron las imágenes ya se estaban empelotando con afán, esta vez si no hubo ningún tipo de charla preeliminar, mi hermana solo le dijo algo al oído y comenzaron.
Camilo se quedo de pie y ella se agacho frente a el para mamarselo, comenzó a chuparle la verga al mejor estilo porno, mientras tanto se agarraba las tetas y se pellizcaba los pezones, abría las piernas de par en par acurrucada y se daba dedo como un animal, le cogía la verga y la usaba como para darse bofetadas ella misma, mirando fijamente a hacia la cámara y a Camilo que solo la observaba con cara de pastel de cumpleaños. Luego ella lo sentó en el borde de la cama se puso entre sus piernas y comenzó a darle lengua en el ano mientras que lo seguía pajeando, después se lo volvió a mamar con fuerza mientras que le iba metiendo un dedo suavemente, Camilo comenzó a relinchar como un caballo agarrándola de la cabeza bruscamente y recostándose en la cama boca arriba desde donde comenzó a jalarle el pelo. Mi hermana se le acerco al rostro con cara de gata y le metió la lengua hasta la garganta y volvió a decirle algo en secreto. Inmediatamente ella se puso de pie sobre la cama, le puso cada pie al lado de las orejas y comenzó a descender lentamente hasta quedar acurrucada sobre su boca para que le comiera la vagina. Antes no había podido vérsela bien, la tenia totalmente depilada y aunque se notaba que estaba gozándosela de verdad se le veía delicada y bonita. Mientras que Camilo le daba lengua en la raja, ella no paraba de agarrarse las tetas y frotarse el clítoris frente a la cámara relamiéndose los labios libremente como la ninfomana, mas ninfomana de las ninfomanías ya que le estaba dando a Camilo la espalda sin que este pudiera darse cuenta.
Yo estaba pajeándome frenéticamente apunto de partírmelo, pero sin poder venirme.
Camilo seguía empeñado en su labor añadiéndole los dedos dentro de la vagina, lo que hizo que ella se dedicara a trabajarle la verga como un heladito en un 69 sin parar, hasta que mi hermana tomando aire, se volteo a decirle algo que alcance a escuchar.
-Meteme los dedos en el culo-
Mientras que mi hermana se la seguía mamando, miraba hacia la cámara, me miraba a mi, haciéndome unas muecas que no tenían ningún término medio entre el placer y el dolor. Esta era una de las cosas mas cachondas que había visto en mi vida, porque yo sabia que mi hermana tenia muy poca experiencia con el sexo anal.
Al cabo de un rato Camilo pronuncio palabra por primera vez mientras que al parecer le estaba abriendo el culo con los dedos de ambas manos.
-¿Ya estas lista?- ella solo le respondió bajando y subiendo la cabeza afirmativamente con los ojos cerrados.
Ambos se acomodaron rápidamente en todo el centro de la cama, Camilo se escupió en las manos, se unto la verga de saliva, le apunto el glande en el culo de mi hermana y comenzó a clavárselo lentamente. Ella arqueo su espalda parando mas el culo y hundió el rostro entre su revuelta cabellera. El se lo metía y se lo sacaba poco a poco mientras que ella se agarraba de las cobijas destendiendo la cama, hasta que levanto el rostro enrojecido y desafiante hacia la cámara y le dijo
-Mas duro- y comenzó a sobarse el clítoris.
Camilo ni corto ni perezoso comenzó a hacerle sonar el culo contra su pelvis como si fueran aplausos.
-¿Asi? le preguntaba.
Y ella le respondía aullando como una loba.
-Siii... asi, mas duro- gemía sin importarle que yo la escuchara.
Los aplausos de semejante espectáculo subían de volumen y de fuerza y yo hacia lo mismo con mi verga sin consideración alguna.
Camilo comenzó a darle palmadas en las nalgas, haciendo que mi hermana le gritara de la dicha.
-Ahhh... ahhh... sigue... no pares... aguántate un poquito que ya voy a venirme- y se daba con los dedos con mas fuerza.
Hasta que paro de gritar y comenzó a convulsionar como durante un minuto... un espasmo tras otro cada vez mas prolongados (lo que se podría escuchar, ver o sentir dentro de sus entrañas se quedo como un misterio para mi) hasta que le hizo una señal a Camilo para que se lo sacara porque estaba mas que encarnizado y le dijo.
-Metemela por delante y hazme lo que quieras... pero no te vallas a venir... me avisas-
El se la metió de una sola puñalada haciéndole pegar un salto y empezó a taladrarla con las fuerzas que le quedarían, mientras que ella al parecer se estaba recuperando, después de su breve descanso mi hermana comenzó a moverle las caderas en círculos y acariciarle las huevas por debajo o le agarraba las nalgas sosteniéndole el ritmo y animándolo con mirada zorra.
A ese paso Camilo no tardo mucho en avisarle.
-Me voy venir- y se lo saco de la vagina.
Mi hermana se dio media vuelta y comenzó a pajearlo con violencia mientras que le ponía la lengua en la cabeza de la verga, hasta que Camilo comenzó a dispararle los corros de semen en toda la cara, aunque estaba enceguecida porque algo le cayo en los ojos, no paraba de tragárselo para luego volver a dejarlo derramar por su garganta hasta que le caían algunas gotas en las tetas, lo miraba fijamente y se esparcía todo lo que quedaba del semen por el cuello, las tetas y el estomago y mientras tanto le preguntaba sonriendo.
-¿Te gusto?-
Camilo solo respondió con un gesto de (por supuesto, obvio).
-Estuvo riquísimo- le dijo ella.
Camilo que ya estaba totalmente exprimido se dejo caer sobre la cama y le dijo suspirando.
-Espérate un toque... déjame descansar-
-No... lo siento... pero ya te tienes que ir- le dijo ella como saliendo del letargo.
Camilo reacciono igual, pero como si no lo pudiera creer, ella le dio un beso con ternura y le dijo.
-Oye de verdad muchas gracias... pero te tienes que ir ya mismo... voy a ir a bañarme- y lo volvió a besar Chao- y salió del cuarto así como estaba totalmente desnuda.
No se que se habrá quedado haciendo Camilo porque yo apague el televisor. Aunque mi hermana se hubiera pegado un polvo realmente salvaje, no me vine y decidí parar y dejar de masturbarme, habían durado como entre 10 y 15 minutos aproximadamente, fue algo relativamente corto pero demasiado intenso. Con Mónica no nos les quedábamos atrás, solo que a diferencia de ellos, duramos mas de una hora y yo me vine 2 veces, mas el pajazo que me había echado antes. Escuche el agua de la ducha abrirse, me recosté en mi cama y puse un cd; todas las imágenes del día se mezclaban en mi mente mientras que me quedaba dormido, de repente me despertó el ruido de la puerta principal, supongo que era Camilo que se iba, note que habían pasado como 5 canciones y que ya no sonaba el ruido de la ducha. Mi hermana toco la puerta de mi habitación, me levante a abrirle, estaba envuelta en una toalla y con el pelo mojado.
-¿Ahora si me da el video?-
Comencé a atrasar el casette en el vhs y me metí a mi cama dándole la espalda, en menos de un minuto escuche que se termino de rebobinar y le dije sin voltear a mirarla.
-Listo sáquelo... primero esta el de nosotros y luego el de ustedes-
-Bueno... gracias-
Ella tomo el casette y se fue dejándome con la puerta cerrada. Volví a quedarme dormido, dormí como una hora, pero sentí como si lo hubiera hecho toda la tarde, me levante y me metí a bañar, dure como otra hora sentado en el piso de la ducha para relajarme con el agua caliente y pensar tranquilamente en todo lo que había pasado.
Llegue a la decisión de que nunca intentaría seducir a mi hermana o proponerle que tuviéramos sexo por mas ganas que hubiera comenzado a tenerle. Sin embargo me dio el arranque de ir a verla a ver que me decía o que. Salí de la ducha, me cepille los dientes, me envolví en una toalla y me fui para su cuarto, al acercarme a la puerta escuche que aun sonaba el televisor como si estuviera viendo el video y pensé ¿se lo estará volviendo a repetir? Porque ya tubo tiempo de sobra para verlo. Golpee la puerta, ella apago el televisor y me dijo.
-Siga-
Cuando entre, la encontré a oscuras metida totalmente en las cobijas asomando solo la cabeza, me senté a un lado de su cama en la penumbra y le dije.
-¿Y que tal... que le pareció todo?-
Ella se quedo mirando el techo un rato y me dijo.
-No se... todo es tan raro... pero bueno, de un modo u otro estuvo como bien-
-¿Y que... se estaba volviendo a ver el video?- le pregunte-
-Pues si... se podría decir que tengo mi escena favorita-
-A ver- le dije.
-Bueno, pero mire un momento para otro lado mientras que la busco-
Yo hice como si le diera la espalda al televisor y mire en su rostro los reflejos mientras que tomaba los controles remotos.
-Listo, mire- me dijo.
Aparecíamos Verónica y yo, ella estaba en cuatro y yo detrás de ella sodomizandola. Después de todo lo que habíamos grabado hoy, me extraño mucho ver material de los primeros capítulos, mientras veía la pantalla le pregunte.
-¿Y que... porque le gusta?-
- Verónica me encanta... mírela-
Pues si... la escena tenia una fascinación particular... porque como ya lo había dicho antes, Verónica parecía un angelito con sus formas femeninas de muñeca de porcelana, aunque estaba postrada con el culo en alto y conmigo detrás de ella follandomela como si fuera otro ángel (pero de los caídos) todo en ella se movía delicadamente, desde el bamboleo de sus preciosas tetas hasta sus gimoteos y expresiones casi tiernas.
-Esta parte también me gusta- dijo mi hermana.
Cuando yo le sacaba la verga del culo a Verónica y comenzaba a venírmele en la cara mientras que ella me lo chupaba.
-¿Y porque? Le pregunte.
-Por lo mismo... porque Verónica me fascina... y por verla de la forma que lo hace-
A mi me quedo la sensación de que le faltaba algo mas por decir y volví a preguntarle.
-¿Solo por eso... nada mas?-
Mi hermana se quedo callada un rato mientras que la misma escena transcurría lentamente.
-Bueno y también porque...- y volvió a hacer un breve silencio Cuando usted de un momento a otro se lo saca, uno como que no se imagina que lo tenga así-
-¿Cómo?- pregunte yo.
-Pues Mónica tenia razón... lo tiene bien y además sabe como usarlo- y se reía medio apenada. -¿Y a usted como le parece que salió mi ultima peli... mejor que la primera?- y se volvió a reír.
Me hizo reír a mi también y le dije.
-Pues bien, muy bien...- y también me quede callado un rato mientras que reunía valor para lo que estaba por decirle Le confieso que me masturbe pero no alcance a venirme... con lo de Mónica me quedo como jodido-
-Pues si, es comprensible según lo que pude ver- hizo un breve silencio y me dijo ¿Sabe que? Yo también le confieso que me acabo de masturbar 2 veces viendo esta misma escena-
Ambos volteamos a ver la pantalla por un momento, donde aparecía yo consintiendo y acariciando a Verónica. Esa mujer realmente me gustaba mucho y aunque la conocí en este tipo de circunstancias me hubiera gustado conocerla mejor, quizás en otras facetas de su vida porque le sentía algo de afecto y eso si era algo para preocuparse. Voltee a ver a mi hermana quien me miraba fijamente y me dijo.
-Lastima que usted no pudo venirse como yo-
Yo me quede callado pensando en que decirle y comencé a sentir como se me estaba parando debajo de la toalla, iba a decirle algo así; como que ganas no me faltaban cuando me interrumpió y me dijo.
-Quítese la toalla-
Me volví a quedar en silencio y poco a poco fui aflojándome la toalla, hasta que me la quite por completo, mi hermana se quedo mirándome la verga fijamente, aunque a mi mismo me daba la impresión de tenerla adolorida, la tenia bien parada y comencé a subirme y a bajarme el escroto suavemente.
-Párese- me dijo y comenzó a enderezarse recostándose sobre la cabecera de la cama, dejándose las cobijas a la altura del ombligo mostrándome las tetas.
Al vérselas me excite mucho mas aun y le hice caso poniéndome de pie al lado de su cama y comencé a meneármela mas rápido. Ella me miraba fijamente alternándose entre mis ojos y mi verga sin hacerme ningún tipo de gesto obsceno, yo hacia exactamente lo mismo con ella, estábamos concentrados. Ella comenzó a acariciarse las tetas muy suavemente, solo medio rozándolas con las yemas de los dedos, yo me masturbaba con mas velocidad sin perderme ningún detalle. Mi hermana se quito todas las cobijas y se sentó frente a mi en el borde de la cama, mi verga estaba como a 10 centímetros de ella a la altura de su cuello, nuestras miradas seguían impávidas recorriendo todos nuestros cuerpos para volver a encontrarse nuevamente.
Mi hermana se abrió de piernas y con cada una de sus manos abrió sus labios vaginales de par en par, mostrándome toda su vagina por completo y pidiéndome con la mirada que me le derramara encima cuanto antes, se acomodo en la cama para abrirse mucho mas y permitirme ver mejor. Yo comencé a pajearme con mas ganas... ya sentía que estaba cerca de venirme de verle la pepita del clítoris enrojeciéndose, ella no se estaba masturbando, solo disfrutaba de como le miraba hambriento la vagina... reclino su cuello hacia atrás cerrando los ojos con paciencia y con los dedos se abrió los labios vaginales todo lo que pudo, su estrecha entradita comenzó a abrirse poco a poco pegajosamente y eso fue suficiente para mi y ahí mismo le apunte el primero de mis chorros, tan pronto lo sintió volvió a mirarme y le mande los siguientes chorros a la cara haciéndola suspirar con el contacto, inminentemente algo le cayo en la boca y pude ver como lo estaba saboreando... de ahí en adelante me abandone en mi orgasmo salpicándole hasta la gota mas insignificante sobre las tetas sin ningún control.
Me sentí pasmado, totalmente vació, pero con una delicia que me poseía, quise alargar un brazo para tocarla pero no me atreví, ella también se estaba reincorporando paulatinamente a la realidad mientras que tocaba tímidamente alguna que otra de las gotas de semen que habían sobre su piel. Después de un rato el silencio y la inmovilidad comenzó a tornarse incomodo, supongo que para ella también, así que tome mi toalla y me despedí..
-Chao-
-Chao- me respondió
-Mañana hablamos- le dije.
-Bueno-
Y me fui para mi cuarto.
Sin embargo dejamos las cosas así y no volvimos a tocar el tema, fue raro, porque desde ahí las cosas cambiaron para siempre, la dinámica ya no era la de antes, todo se invirtió. Por un lado dejamos de pelear y comenzamos a tratarnos muy amablemente aunque sin llegar a ser cariñosos ni nada de eso, nos volvimos bastante respetuosos y la convivencia era demasiado buena como para poder creerlo. Pero... por el otro lado, dejamos de ser confidentes y tener esa confianza que nos caracterizaba, era como si ninguno se atreviera a meterse en la vida personal del otro.
Yo por mi lado, sentía que esto me afectaba; porque aunque me alegraba haber dejado de pelear con mi hermana, a quien creía como un caso perdido, ahora comenzaba a parecerme una completa extraña, me hacia falta compartir con ella tantas cosas a través de nuestras charlas y el dejar de hacerlo me hacia sentir curiosamente solitario dentro de mi propia casa. Además estaba lo peor; lo que había pasado se me había quedado muy adentro, estaba como obsesionado, no paraba de ver los videos y de masturbe varias veces al día y justo cuando ya estaba por eyacular no podía sacarme de la mente la imagen de mi hermana recibiendo de frente todos los chorros de mi semen... el semen de aquella vez, era la única parte de mi ser que había tenido contacto físico con ella.
Ya habían pasado casi 2 meses desde aquel entonces y toda la situación me estaba desesperando, era muy extraño, porque además de ser amables y respetuosos entre si estábamos comenzando a volvernos hasta detallistas, pero manteniendo la misma distancia en el aspecto personal. Yo sentía varias emociones contenidas y encontradas, porque además del deseo inapagable, estaba comenzando a surgir entre nosotros una nueva especie de cariño fraternal, que me incitaba inclusive a acariciarla o ser mas afectuoso y mucho mas aun, porque ella me demostraba exactamente lo mismo, sin embargo aun nos quedaba a ambos una gran barrera por delante para que alguno tomara ese tipo de iniciativa.
Yo necesitaba confrontarla de alguna manera y sacar de la oscuridad todo este asunto, pero no lograba encontrar la forma de hacerlo sin que todo se desequilibrara, en medio de tanta armonía, ella me parecía inaccesible.
Y así paso el tiempo, hasta que un día mi hermana me llamo desde un teléfono publico.
-Kiubo que mas? Soy yo... Umhmm llevo llamando toda la mañana, acaba de llegar o que?-
-Mas o menos, hace un rato, porque?-le respondí.
-No fresco nada grave, estoy por aquí juiciosa en la universidad... ehhh... me ha llamado alguien o algo?-
-No, nada raro-
-Ahh bueno...ehhh... es que necesito que me haga un favor- y comenzó a cambiar el tono de la voz poniéndose toda misteriosa.
-Y eso que será?-
-Me pone la cámara en mi cuarto- y se quedo callada un rato -Como sabemos- me dijo bajando el tono de la voz .
Me dejo mudo, confundido, tratando de entender que era lo que pretendía.
-Ya voy para alla... listo?- me dijo ella.
-Bueno, listo, chao-
Y colgamos.
Cuando la sentí llegar yo estaba que me explotaba de los nervios, escuche que venia con alguien mas, lo cual me lleno de mas incertidumbre, así que decidí quedarme en mi cuarto, encender los equipos y esperar. Entonces pude reconocer la voz de quien la acompañaba, era Verónica. ¿Para que la habría traído mi hermana? ¿qué es lo que estaría planeando? No iba a quedarme con la duda, así que les salí al encuentro.
-Hooola- me dijo Verónica y me saludo con besos en las mejillas y un emotivo abrazo que casi me electrocuta- me sorprendió mucho, verla otra vez tan afectuosa después de lo sucedido, además sentí que se me movía el piso del vértigo porque creí que nunca mas la volvería ver, estaba divina, ahora tenia el cabello violeta y estaba vestida totalmente de negro como una vampirita, detrás de su simple presencia había un misterio cautivante que se mantenía intacto desde el día que la conocí.
Ambas aparentaban estar de muy buen humor y seguras de si mismas, sin embargo cuando mi hermana vio en el estado de nervios en que yo estaba, comencé a contagiárselo, así que como para romper la tensión del silencio me dijo.
-Vamos a estar en mi cuarto- y se llevo a Verónica de la mano.
Yo no sabia que sentir o que pensar cuando las vi entrar a la habitación de mi hermana. Era como si mi hermana hubiera vuelto a compartir nuestra mórbida confianza de otros tiempos y que además de un modo u otro esto confrontaría las cosa, pero no sabia a que precio y hasta donde esto podría afectarnos.
Lo primero que hizo mi hermana fue sacar la cámara del escondite donde la deje, se tardo un poco en ajustarla en un lugar donde todo se podía ver muchísimo mejor que antes, usando a Verónica como modelo. Yo estaba perdiendo lo que me quedaba de paciencia, me sentía frustrado y excluido. Con lo poco que había visto estaba demasiado excitado, pero no quería masturbarme, la confusión ante cual era mi posición en este asunto me tenia verdaderamente incomodo... ya no me sentía como un simple voyeurista y me molestaba mas aun, contemplar la idea de que estuvieran jugando con mis emociones.
Comenzaron a besarse como si tuvieran todo el tiempo del mundo...
Sus manos no acariciaban otra cosa mas que sus rostros y cabellos, parecían enamoradas y me lo estaba contagiando con cada caricia y cada beso. Verónica abrazo a mi hermana por la cintura y comenzó a retroceder dando pasos muy lentos hasta la cama, luego se separo de ella y se dejo caer dispuesta a entregarle su cuerpo. Mi hermana procedió a descalzarla y la iba desvistiendo poco a poco sin dejarla de mimar. Ambas se acostaron de medio lado una en frente de la otra como si fueran un espejo, mi hermana totalmente vestida y Verónica totalmente desnuda, volvieron los besos y caricias entrelazando las piernas y los brazos, frotándose y recorriéndose por todo el cuerpo mientras que mi hermana iba perdiendo una por una todas sus prendas. Sus labios estaban adheridos permanentemente y mientras que Verónica comenzó gatear suavemente hasta arrodillarse sobre las almohadas en la cabecera de la cama, mi hermana se escurría hacia los pies de la cama acomodándose levemente boca arriba, sus miradas invertidas quedaron enfrentadas mientras que cada una besaba la frente de la otra... estaban por comenzar a avanzar hacia un 69. Estaba absorto en la pantalla de mi televisor sin que pudiera pestañear, deseando que aunque sea alguna de las dos se fijara en mi.
Las lenguas avanzaban zigzagueando sobre los poros de la piel con sutiles mordiscos y chupones... cada vez mas de prisa se iban tiñendo de invisible saliva y empañando con el dulce aliento; los cuellos, las clavículas, los pechos, las costillas, el ombligo y las caderas, hasta que se detuvieron en la fuente de su sed y los pezones se encontraron para rozarse indefinidamente. Se estaban matando de placer sincronizadas, Verónica encima y mi hermana debajo, parecían el yin y el yang... como dos dragones que se estaban devorando.
Ya no podía sostener ninguna de mis ropas, ya no podía sostener la soledad de mi existencia encerrada en este instante, ya no podía respirar sin sus exhalaciones.
Aparecí desnudo en uno de sus costados señalando el centro de su unión con el único pene que tengo, ambas me enseñaban con sus ojos las emociones de su imparable apareamiento. Y hasta que por fin pude comenzar a masturbarme... para que ambas recordaran lo que de mi sexo habían conocido. Ahora yo era la punta intangible del triangulo, mi hermana lucia insegura ante mi presencia, Verónica todo lo contrario, quien estiro uno de sus brazos y condujo mi pene hasta su boca. A través de su hermosa boca percibía un efímero contacto con mi hermana, éramos un solo fluido mientras que Verónica se alternaba paulatinamente entre nosotros acercándonos cada vez mas en una sola lamida. La electricidad se descargo con el contacto húmedo entre el clítoris de mi hermana y la punta de mi glande, nos recorrió todos los nervios hasta que nos salieron rayos por los ojos al encontrarse nuestras miradas, yo me acomodada entre sus muslos y ella me recibía abriendo las piernas todo lo que podía... los rayos que nos salían de los ojos seguían implorando. Verónica usaba la cabeza de mi pene como un labial escarlata que maquillaba los labios vaginales de mi hermana, a esta se le estaban sonrojando las mejillas y tuvo que esconder su rostro entre las piernas de Verónica.
Cada delicioso pliegue era delineado con la guía de la mano artista de Verónica, de la saliva de su lengua salía la tinta para mi pincel, hasta que fui deslizándome dentro de mi hermana... estaba "tocando fondo" cuando comenzaron sus convulsiones, sus tobillos se cruzaron en mi cóccix llevándome hasta la profundidad y un terremoto que salía de sus piernas me estrangulaba las caderas. Verónica se hizo a un lado revelándome el rostro enardecido de mi hermana que me suplicaba movimiento. Sus manos se posaron frágilmente sobre mi espalda acompañando el ritmo con el que me mecía sobre ella, aproximando mi rostro contra el suyo y volviéndome a alejar, aproximando mi rostro contra el suyo un poco mas y volviéndome a alejar, aproximando mis labios contra los suyos cada vez mas y volviéndome a alejar... con la parsimonia lentitud de un péndulo nos estábamos perdiendo en el reflejo de los iris, hasta que nuestras bocas se desmayaron abrazadas y comencé a inundarle las entrañas... me estaba ahogando con sus besos... sus terremotas convulsiones volvían a estremecerme....
Nuestras mentes estaban en blanco cuando Verónica nos despertó, comencé a separarme suave y lentamente de mi hermana hasta que se rompió el liquido hilillo blanco que nos unía. Me recosté entre las caricias que las dos se propinaban mutuamente transitando por mi cuerpo, Verónica estaba resplandeciente, mi hermana tenia una sonrisa taciturna y yo... yo estaba feliz por segunda vez en mi vida. La tranquilidad nos abrazo cubriéndonos con su manto como si tuviéramos todo el tiempo del mundo...
Mi hermana se levanto teniendo cuidado de no movernos y nos dijo.
-Voy a dejarlos solos-
Verónica y yo nos extrañamos pero no se lo discutimos.
Permanecimos juntos en la placidez de la intimidad, hasta que nos sentimos enamorados y comenzamos a amarnos por primera vez.
Mi cuerpo se mecía sobre el de ella con la parsimonia lentitud de un péndulo, de la misma forma en que mi hermana y yo lo hicimos... sus manos se posaron frágilmente sobre mi espalda acompañando el ritmo, de la misma forma en que mi hermana y yo lo hicimos. Nos reflejamos en los iris y nos ahogamos con los besos, yo le inundaba las entrañas y ella me estremecía convulsionando.
Nunca mas... volví a tener sexo con mi hermana.
Nunca mas... volvimos a pelear.
Ahora... nos tenemos mas confianza y es la primera vez que somos cariñosos.
Ahora... estoy con Verónica y es la primera vez que alguien me ama y acepta como soy.