Toallas blancas
El inicio de su vida sexual, una relación prohibida con un sabor especial de gozo.
TOALLAS BLANCAS
Al pedirme que escribiera bajo el nombre apócrifo de "Cristina" todo lo que ella pensaba de su vida, no me negué, la posibilidad de trasmitir a los lectores , sentimientos, actitudes , moral , confusiones , deseos y perspectivas de su vida de esta hermosa mujer, bella en el sentido más amplio me hizo sentir un privilegiado .
"Cristina" tiene hoy 29 años, sus facciones, delicadas hasta la fragilidad de la porcelana, me hicieron escucharla, embelesado en su belleza, quizás eso fue lo que la llevó a contarme cada uno de sus pasos en su vida desde el inicio sexual, espero que disfruten del relato como lo hago al releerlo varias veces.
El inicio
El sol calentaba su piel, como sus hormonas la caldera interna de la adolescencia, el juego de sus dedos en su virgen vagina, lubricaban sus deseos de mujer, cerca del fin de la tarde se sabía sola, bañarse desnuda la liberaba, era una pintura de maja niña con curvas de mujer, su mente lo sabía, los primeros besos de adolescente, pronto serían un pasado de una infancia en fuga.
Ensimismada en deseos, le sorprendió la llegada de su padre sintió algo extraño, un dejo de miedo y gozo, inexplicable en ese momento, él secó y tapó su torso cubriendo sus espaldas liberando sus cabellos largos que ella cubrió en toca con otra blanca toalla.
El contacto de sus brazos sobre su cuerpo, conmovieron su ser, no tenia miedo. ¿Qué era eso que la estremecía internamente? Sus vibraciones, en magia de alquimia parecían despejar el camino a terrenos prohibidos.
Al irse a duchar , aprovechó en ponerse la malla, el calor la obligó a refrescarse , no le extraño que el se uniera y nadara, las miradas de ambos iban quebrando la muralla enorme e imperceptible , tomada desde su cintura, no sintió a su padre , sintió a un hombre, la demolición había comenzado, las barreras se iban abriendo y estaba lista, no era lo que había pensado, quizás él percibió en su piel sus deseos, o se dejo llevar por los instintos primarios , no eran padre e hija, sino una pareja pronta a unirse.
No recuerda que la llevo frente a ese blanco lecho de toallas en la pieza de huéspedes, eran una escenario que incentivaba al pecado, sacándose la malla, no hubo sorpresa en sus rostros, solo se olía hormonas mientras un falo dispuesto a romper su slip pidiendo liberación, recibía sus miradas, atraída su mano tomo su cuerpo y las caricias se sucedieron, mientras su cuerpo aprendía, su mente volaba, él la dio vuelta, ¿Pensaría que era la mejor postura? ¿Le permitiría fantasear que no era su hija? Las caricias en sus senos se juntaban con sus manos, su vagina se lubricaba rápidamente , el jugo con sus dedos en el clítoris, acaricio su sexo, metió sus dedos comprobando el deseo, su pene lamía su raja, hasta que en presión suave fue penetrando, el portal de lo racional había sido traspasado abruptamente, poco a poco el dolor y el goce se entremezclaban, una hermosa realidad al pasar al estadio de ser mujer , mujer de su padre y a gusto con el sexo que imaginó, el orgasmo de ambos su unieron destrozando toda represión moral y dio paso al deseo.
La lujuria los poseyó y los desnudos cuerpos se unieron, soldados, mientras sus senos acariciados se ponían más firmes, lo prohibido del goce era su realidad
Hubiese querido guardar esa toalla, que las cosas no fueran así, mostrar a todos que su primer acto fue hermoso, imaginado con un ajeno a su vida, pero ella estaba, plena, feliz y se sentía mujer del hombre que estaba a su lado. Su hermano dos años menor con su madre, no llegarían hasta mañana, su dolor y ardor se calmaban al recordar lo sentido, era ya noche y sus amigas la llamarían para salir, se bañaron juntos y al enjabonarse mutuamente, se provocaban más deseos, ¡Todas se darían cuenta, Pensó! , ¡Mis piernas tienden a separarse, siento que estoy abierta!
Les dijo a sus amigas que tenia una descompostura. Su padre la cuido, la lleno de caricias y acostado a su lado, no dejo de besarla, mientras el sueño la vencía, durmió él, elimino cada una de las posibles pistas que dieran lugar a siquiera imaginar lo sucedido. La toalla con esa mancha roja en sangre coagulada, junto con papeles, fue enviada a la basura, cada jabón, cama, sillón, utilizado, fue ordenado y limpiado, despertó al escuchar su entrecortada voz, pidiéndole perdón, promesas de nunca más y besos con caricias. Ella lo beso y sonriendo con caricias le dijo:
- Yo quise y quiero seas mi hombre, haremos lo imposible para esconder esto, pero también te pido que no olvides que siempre estaré para ser tuya.
Sus ojos reflejaban estupor, sabía que fueron sus instintos y recién se percataba que había abierto un camino más que complicado en la vida de ellos.
Desde ese día empezaron las puestas en escenas , ella salio con sus amigas y le dio el calce necesario a un lindo pibe que gustaba de ella, poco le costo fornicar con él a la semana , no le extraño la comparación que hacia con su padre, ante tanto empuje sin caricias, tanta fuerza para el goce individual, quedaba vacía, su actuar inconscientemente , cree ahora que lo hizo por lo que vendría, veinte días transcurridos y el periodo no llegaba, a los 40 días habló con su padre, el test dio positivo, la interrupción del embarazo achacado al "novio" fue una necesidad familiar , ¡Para no cortar los estudios!, ¡Para no ser madre soltera! , todas las excusas fueron validas, con 17 años, era toda una mujer, con un aborto incluido.
Ya terminaba el colegio, las experiencias de sus amigas eran secretos a voces de las pasadas por la cucharita abortiva, nunca le dijo a nadie de su relación inicial, las posibilidades de mantenerlas con él crecían a la par del deseo, Su madre consideraba que no tenia secretos con ella, al acompañarla al ginecólogo le aconsejaba que tenía que cuidarse, las pastillas anticonceptivas eran una tranquilidad para gozar, en cada una de sus salidas, se poseía en mente con su padre.
Aprendió a sentir y pensar en su relación inicial como lo máximo en sexo, extrañaba esa primera vez y era cuestión de tiempo de encontrar oportunidades. Pese a la negativa que él siempre le manifestaba, sabía que cedería, lo que pasaba entre ellos, tenía un alo mágico.
Al no poder su madre acompañarla por razones de trabajo, a inscribirse en la facultad le pidió a su padre que lo hiciera, por supuesto delante de su madre, él ahí no podía negarse, era lógico que tenía que ir, no había excusas, después del trámite de inscripción, fueron al departamento a dejar cosas y ropa de su futuro lugar.
El momento prohibido tomo forma cuando cerró la puerta, otra vez vibró, sus manos estuvieron a la par de la velocidad de sus meditaciones , su falo levantó casi instantáneamente, él no atinó a decir nada, desnudos los dos, apoyada sobre el vanitory, miraba por el espejo ese rostro lleno de pasión desenfrenada, penetrada se agarró fuerte de su apoyo y jugando fue llegando al éxtasis, el empuje medido de esos besos y lambidas en su cuerpo, la ponían en trance de un goce pleno, en seis meses era la segunda vez, no sintió dolor solo placer, sabía que estaba mal, que era terrible la historia que estaba haciendo, pero ella también comprendía que su padre no la había violado, que ella lo quiso. Y más, no creyó poder dejar de hacerlo, era feliz, era mujer, era su puta y le gustaba .
Cabalgó sobre él, ya de frente, al besarlo , besaba a su hombre, exaltada el ritmo desenfrenado potencio sus goces, luego del coito, disfrutando se despego de él , lamiendo su falo, poso su cara en su pubis , arrancando su vello, un gritó de dolor y sorpresa , los llevó a la risa, ella limpiando su boca los guardó dentro de "guardapelos" regalo de su abuela, envolviéndolo en una gasa, junto a los de su madre, y los de ella de niña , se tiró nuevamente sobre la cama ,lamerle el sexo , suavemente, chupar hasta el éxtasis era la manera de pedirle perdón por el recuerdo de ese momento, la idea de filmar , no prosperó en su mente , puesto que el riesgo de perder todo el futuro que tenían , era más que cierto, ella era y quería ser su amante .
Mientras estudiaba, en las noches de soledad, mirando el camafeo, se masturbaba con el consolador regalo de una amiga, que en su estuche se leía
¡¿Para que correr riesgos?! Con tu mente y esto serás feliz.
La última vez de ese año, coincidió con un viaje de su madre con las amigas, Salio de la facultad a las seis, llegó al departamento se bañó, lubrico su vagina y lavo sus manos.
El llegó besándola, se dio una ducha y se encontraron en la cama, sentir su lengua en su vagina, mamarle el falo a un ritmo suave y constante, les dio el primer 69, ambos tenían la boca seca , el calor de diciembre , la transpiración propia de este hermoso ejercicio , la sequedad de los flujos , les pidió mojar con champagne sus gargantas, una efusión en su sangre, la llevo a montarlo en cuclillas, su pene penetraba trabajosamente entre sus piernas,, se sentó sobre él y acompasando su cuerpo llegaron al clímax, no querían hablar, todo lo prohibido estaba con ellos.
El, le decía que debía salir con alguien, que debían terminar, pero sus dichos no convencían ni a él mismo. Ella disfruto ese día, pero sus palabras la dejaron con sensación de abandono.
A la tarde siguiente su llamado no fue el esperado para otro reencuentro , la sorprendió, su negativa rotunda de "encontrarse" nuevamente sonaba con la solidez de los actos racionales.
Le pidió que viniera y el firme se negó a todo, ¿La cordura estaba en acción?
El estudio era su escape mental, la negación de su padre de mantener relaciones, eran acompañadas de sus ruegos de cordura, el pecado minaba su vida, un por favor constante se repetía seguido ante una lastimera letanía de perdón.
El llanto de ella, no lo ablandó, su padre, estaba decidido, cinco años desde la primera vez, una relación sexual perfecta, pero viciada desde su nacimiento, ella rogó por una última vez y no accedió.
Era su hija, el pecado lo seguiría hasta la tumba. Sus marcas de sexo, esas que se sienten dentro por siempre, goce prohibido, adicción que encontraba ineludible.
A los 23 años en su cumpleaños, la foto familiar, todos juntos, su mente en él, consolada y recordando el goce de esa relación, no dejaba traslucir nada de lo sucedido. Ella se sabía puta de su padre. En sus salidas las oportunidades de comparar siempre caían derrotadas al ejercicio mental de los ya muchos recuerdos de placer.
Ya recibida, su trabajo le formaba más callos, una sorpresa fue la separación de sus padres, no le cayo bien, le exigió a su padre que se reconciliara, que le perdonara todo (ella había sido infiel), ahora con veintiséis años sus deseos seguían, no quería cambiar las cosas.
Aquel que tuvo de amante a su hija, ¿no perdonaba a la madre de ella de infidelidad? esa circunstancia fue enfriando la relación que aún pendía en su mente.
Su hermano, ahora abogado, logro que la separación los beneficiará, ella, como a su hermano, obtuvieron un fideicomiso de por vida, salieron a festejar, juntos con unos amigos, no era poco estar tranquilos económicamente de por vida.
La noche los encontró con champagne todo parecía bien, viajar con alcohol en su sangre podría ser peligroso por ello se quedo en el departamento de ella, dormir ahí no era lo habitual varias veces sucedió pero no era una idea que ella alentara , su preocupación de no masturbarse.
¡Los ruidos se sienten!
Se cruzaron en el pasillo del baño, al beso de hasta mañana, sintió una vibración ya conocida desde su primera vez con su padre , lo miró a la cara y vio deseos que ya había visto en otros hombres, pero parecían idénticos a los de su padre.
! Ya estaba crecido el niño de quince1!
Lindo cuerpo, el beso en su boca no la sorprendió, sus caricias desnudando su cuerpo tampoco, dejarse llevar en sus brazos al dormitorio , le recordaba otros momentos, pero se sentía entregada, sus miradas los llevó a bañarse juntos, las toallas blancas sirvieron para que se secaran mutuamente, acaricio su falo erecto , la cama matrimonial fue abierta para que en sus sabanas se unieran, un blanco toallón quedo al costado, testigo de un incesto que unía sus cuerpos, penetrada, despacio como ella le gustaba, ritmo suave y firme, sentir el flujo del jugo prostático con los espermas, la dejó llegar al orgasmo, el silencio precedió al pedido de perdón de él, con su dedo índice cerro su boca, se recostó sobre él, el cansancio los invadió y despertaron húmedos con frío, ella lo beso y lo llevo a la ducha, las caricias dejaron firmes sus partes, se apoyó en el vanitory y ahí "vio" a su padre, con esa cara de deseos incontenibles , abrió sus cachas y fue penetrada, ahora llegó al sexo pleno , no sin pensar en él que desde lejos , se hacía sentir dentro de ella.
Aprovecharon varias veces sus tiempos libres, solos gozaban el sexo prohibido y empalagados de fluidos se recostaban, mantenía la presencia de su primer hombre.
Al ver el camafeo donde había guardado esos vellos, quito de los peines del baño, pelos de su hermano y marcho hacía el hospital, no estaba segura que buscar, el ADN de sus padres , amante y el de ella estaban en curso.
Otro sábado empezaba, Ambos decían no, mientras, él la avanzaba.
- ¿Por qué? Grito ella, parando sus bruscos movimientos, un
- -¡TE AMO! Se escucho.
- ¿Te das cuenta que somos hermanos?
¿Vos sentís algo parecido, a lo mío?
¿Porque crees que estamos totalmente desnudos?
Su falo, era más grande que el de su padre, erecto llamaba, se sabía pecadora, siguió su intuición, las vibraciones se repetían, ahora penetrada el goce volvía a su cuerpo, ¿era puta de su hermano? Cuando el le dijo que quería hacerse un ADN para ver si realmente eran hermanos, puesto que sus dudas, si eran ciertas le permitirían casarse con ella, la desarmo, dos veces más gozaron, Los resultados del ADN era cuestión de tiempo, sus pensamientos se habían unido.
La química estaba dada, pero la diferencia sobresalía por comparaciones, la culpa carcomía su mente, no quería seguir engañándolo,
Comprendió a su padre, sentirse a gusto, no justificaba el pecado del incesto, le extrañó no sentir esa culpa con su padre.
Dos meses pasaron cuando su colega le dio los resultados, su padre no era su padre biológico, su hermano era hermano por madre.
Ella se puso firme (a igual que en su momento su padre) y dejó sentado que con él no podría nunca más, decirle lo de su padre y la relación que había mantenido, los confundió en un abrazo de hermanos.
Su primer amante, no era su padre, bronca, impotencia, inseguridad, fueron superadas, lo llamó esa misma tarde, nunca le había reprochado nada, pero lo espetó sobre el porque la había dejado, él, le dijo que era su hija y no podía soportar la situación.
¡No eres mi padre!
Tengo un ADN, para mostrarte, Un silencio cubrió la línea, cortó.
El portero sonó a las a las cinco de la mañana, estaba dormida vestida por el visor se veía su imagen, el deseo se apoderó de su piel y corrió por las escaleras, al abrir la puerta se fundieron en un beso preludio del sexo, que ahora si tenia un camino cierto, impredecible, imposible unas horas antes.
Su rostro no era de lujuria, era de interrogantes, ver los estudios le dio la certeza, no dudo.
Al bañarse sus caricias, la preparaban, lista a ser su puta, ahora sin tapujos, igual era su hijastra, pero legalmente serían libres para estar juntos, mamarlo despacio, sus caricias en sus senos firmes, la llevaron a recordar que siempre utilizó toallas blancas, recordó esa mancha, por lo menos ellos sabrían que era química de amor, sin perversión.
Introducían en el presente todas esas ganas, dio gracias por su hermano que le llevó la verdad, pensó en su amor, rogó su comprensión, el tiempo es el único bálsamo para estas heridas.
Y hoy, los veo juntos, estoy sin esperanzas, quizás espere el paso del tiempo, mi timidez me cierra toda posibilidad y me queda su rostro en mis sueños sobre toallas blancas.