Tio Cesar
-soy Marina, esta mi madre? -si perdona soy Cesar, el hermano de Miguel. Tu tio. Ellos han salido a comprar estarán al caer, pasa. Siento lo de antes no te esperaba así
Cuando mi madre me llamo para invitarme a comer, no me apeteció ni me atrajo la idea, aunque le dije que volvería a llamarla.
Para terminar de alegrarme el día llamo Jaime, mi nuevo amante para decirme que no podíamos vernos hasta el lunes, puesto que su mujer había invitado a sus padres y no podía escaparse.
Al final llamar a mi madre y me cogió el teléfono su marido.
-hola soy marina, esta mi madre?
-si guapa, vas a venir a vernos?
-si
-me alegro
Miguel era el marido de mi madre, algo más mayor que ella era un encanto de hombre, la quería y la cuidaba y yo le quería por eso.
-por cierto marina, mi hermano está pasando unos días de vacaciones aquí, te lo presentare, acaba de llegar del extranjero.
Hable con mi madre y quede en llegar el viernes por la tarde a la casa de la playa y accedí a quedarme hasta el domingo noche. Total no tenía ningún plan hasta el lunes tarde.
Prepare una pequeña maleta y el viernes después del trabajo me dirigí a la costa.
Miguel tenía una preciosa casa a las afueras, con una playa salvaje a dos minutos, la verdad es que siempre lo pasaba bien y me relajaba mucho.
Al principio no me apetecía porque pensé que podría ver a mi amante y claro o fin de semana de relax o sexo, me quedaba con el sexo. Pero a falta de pan…
De camino a la casa pensé en Jaime y en nuestro sexo, lo pasábamos muy bien, él era mi jefe y llevaba dos años en la empresa aunque solo dos semanas en su departamento, cuando un día nos quedamos hasta tarde y surgió, un roce, una frase tonta y terminamos haciendolo en el sofá, desde entonces y de eso hacía cinco meses follábamos al menos tres veces por semana. Cada uno llevaba su vida, eso era lo que más me gustaba, no me gustaba que alguien controlara toda mi vida, por eso no me importaba que estuviera casado, y lo de la mala consciencia lo combatía pensando que ni había sido la primera ni sería probablemente la última, nos divertíamos y punto.
Sé que suena frívolo pero no quiero enamorarme, no quiero depender de nadie, vi como mi madre lo pasaba cuando mi padre se largó con otra y no quiero pasar por ello, prefiero ser la otra.
Llegue sin darme cuenta a la casa, toque el timbre y me abrió la puerta un señor que no conocía de nada, él se quedó mirándome, miro mi escote algo exagerado de mi vestidito de verano y bajo a mis piernas bien modeladas, no era una mujer de bandera pero el conjunto era bastante resultón, pechos grandes, culito respingón, y piernas largas.
-soy Marina, esta mi madre?
-si perdona soy Cesar, el hermano de Miguel. Tu tio. Ellos han salido a comprar estarán al caer, pasa. Siento lo de antes no te esperaba así
-que esperabas? –su escrutinio me había calentado un poco-
-espera… ni lo sé, pero no esto
-ahora soy esto?
-perdona no quería ofenderte, hoy estoy espeso, discúlpame
En ese momento llegaron mi madre y Miguel, mi madre me beso, no es nada besucona, por lo que me volqué en Miguel, me agarre a su cuello, era como un gran oso y me colgué literalmente para besar sus mejillas.
-hola preciosa te echábamos de menos
-yo también a vosotros, mami te he traído lo que te gusta.
Las dos nos dirigimos con mi bolsa a mi cuarto y allí me conto que el hermano de Miguel se había separado y que estaba haciendo obras en su casa, que pasaría el verano con ellos. Por supuesto no le dije que me había comido con los ojos en el portal, ni le dije lo mucho que eso me había calentado. Me dijo que tenía solo dos años menos que Miguel, a lo que le eche cincuenta y seis. Era algo viejito para mi pensé.
Cenamos de lo más entretenidos y tomamos unas copitas se estaba en la gloria en el jardín, el olor del mar me llenaba las fosas nasales, estaba laxa y relajada. Mi madre se despidió primero y Miguel la siguió.
Yo también me dispuse a levantarme al ver que Cesar también lo hacía. Subimos las escaleras y yo las volvía a bajar minutos después, como les dije en la cena me encantaba bañarme de noche, en la playa me daba miedo sola, pero no en la piscina de atrás.
Me quite el camisón y me metí en braguitas, estaba sola. Nade un ratito y luego descansando me acorde del escrutinio de mi “tío” y me calenté de nuevo, lleve mi mano a mi braga y empecé a acariciarme.
Estaba sentada en el escalón y frotaba mi rajita, la habitación de mi madre daba a la otra parte lo cual no podían verme otras veces me había masturbado en la piscina, pero no con la habitación de al lado de la mía con gente, Cesar oyó mis chapoteos y me miraba tras las cortinas.
Termine enseguida y me metí de nuevo en el agua y al sacar la cabeza le vi, en bañador, de pie en el borde
-te importa si te hago compañía?
-no
Se metió en el agua y nado un rato, luego se acercó a mí y al moverme le roce el paquete, estaba duro, excitado y baje la mirada a su bulto.
-lo siento Marina, aunque la culpa es tuya, vi tu masturbación en directo desde la ventana
-lo siento no pensé que podías verme
-no lo sientas lo disfrute mucho, hacía tiempo no veía a una chavalita tan guapa solo en braguitas eso y6a fue extraordinario y encima luego verte disfrutar ya fue demasiado.
Me acerque a él y agarre su paquete sobre la tela y empecé a tocarlo, al momento el tamaño se agrando, sus pantalones quedaron tirantes a mas no poder.
-si es culpa mía, tendré que redimirme
-estas segura que quieres, conmigo?
-claro
-debería decirte que podría ser tu padre, que mi hermano me mataría si se entera y tu madre también
-tengo veinte cinco años no soy una niña
-para mi si lo eres, la última mujer que toque fue mi mujer y doblaba tu edad
-Cesar te gusto o no?
-coño niña entre tus manos está la prueba, pero no está bien
-si está bien
Saco entonces su barra del pantalón y descubro una preciosa polla, dura, con un gran capullo rojo y brillante, mis ojos se encienden y mi mano se mueve ya sin control sobre ese enorme rabo, el que ya sueño con tener en cada rincón de mi cuerpo.
El suspira apoyándose en la pared y busca mi boca, me lame los labios y soy yo la que jadea cuando me muerde la boca.
-marina, ven conmigo. Aquí nos oirán
Salimos de la piscina y nos dirigimos al bosquecillo, cruzándolo nos plantamos en la playa, con la arena bajo los pies me pongo de rodillas, saco su polla y empiezo a lamer la punta, de esta se desprenden dos gotitas que la chupo, la meto lentamente entre mis labios en mi boca, hasta tragármela casi por completo, empiezo a entrarla y sacarla de mi boca mientras agarro sus testículos y doy pequeños tirones, al ratito saco su polla de mi boca y la masturbo con mi mano, mientras giro la cabeza y dedico mis lamidas a sus testículos, son gordos y peludos, los meto en mi boca y succiono fuerte. Luego regreso a su polla hasta que le oigo entre jadeos
-marina cielito me matas, no aguantare, Marina para. Marina me corro, me corro
Decía sin parar mientras me llenaba la garganta de semen, no quería parar, quería que se corriera en mi boca. Trague toda su leche y me tumbe en la arena.
-nena vaya mamada
Se arrodillo entre mis piernas, saco mis braguitas y empezó a tocar mi raja.
-que jugosa estas, aun se notan tus juguitos de antes
Me tocaba lentamente, tiernamente y mi coñito estaba a punto, sus dedos se movían rápido, pero suave, creía que quería una marcha más, pero estaba equivocada consiguió sacarme un orgasmo con esas suaves caricias en mi raja, cuando empecé a convulsionarme y a mover las caderas, me inmovilizo con una mano en mi tripita y bajo la cabeza entre mis piernas, saco su lengua y empezó a pasarla por toda la raja, desde mi culito hasta arriba, también suavemente, aun coleteaba mi orgasmo y esa lamida no me dejaba terminarlo del todo, pequeñas descargas eléctricas sacudían el centro de mi coñito, esa lengua me estaba matando suavemente, gritaba, jadeaba y movía la cabeza como una posesa, cuando de repente sus labios succionaron tan fuerte que sentí vaciarme por dentro, otra vez y tuve que gritar fuertemente y una tercera que me lanzo al abismo, caí en un orgasmo desconocido, caía y caía, para subir desesperadamente, mi respiración era entrecortada y hasta me maree.
-Cesar que manera de chupar, como te dejo escapar tu mujer?
-nunca le hice esto
Me sorprendió pero decidí no profundizar cuando vi como se la meneaba entre mis piernas de nuevo dura, grande y dispuesta a darme placer, abrí mucho las piernas y el llevo la cabeza a mi entrada, empujo un poco y le costó meterla.
-iré despacio y solo te meteré lo que puedas resistir
-créeme la quiero entera, todita
Mi frase lo excito y empujo deshaciéndome la vagina que chorreaba jugos, empujaba más y yo desde abajo levantaba las caderas hasta que entro del todo.
-qué coño más estrecho tienes y aun así te la he metido del todo, casi nunca lo he hecho, que placer estar por completo dentro de ti.
Empezó a moverse, primero solo empujaba lentamente, pero se fue animando y empezó a entrar y salir, dentro y fuera; dentro y fuera; dentro y fuera.
-así Cesar como me llenas con esa gran polla, dame fuerte
-si putita voy a darte bien.
No dejaba de follarme el coñito abriéndomelo, notaba mi carne abrirse para él y me encantaba verle jadear, gemir.
-que rico Marinita, que rico tienes el coño, que rico follas niña
Deje que saliera de mí y él se quejó, me levante y le di la mano, él se levantó, le solté y corrí al agua, me siguió, me agarro y me subió por debajo de los brazos, mis piernas rodearon sus caderas y de nuevo me clavo en su polla, esta vez sin remilgos, me la metió de una vez, me agarro del culo y yo de su nuca y nos movíamos ambos, el jadeaba, yo jadeaba y cuando empecé a correrme con esa polla bien adentro note sus chorros calentando mi vagina, alargando mi orgasmo y apreté su polla. Hasta que me quede colgada de su cuello, el me agarro más fuerte sin salir de mi interior y yo apoye mi cabeza en su hombro.
-gracias Marina ha sido espectacular
-a mí también me ha gustado
Me bajo lentamente y saliendo de mi lavo mi rajita con sus dedos, aun notaba calambres con sus dedos. Se lavó la polla y salimos del agua de la mano. Paramos a por su bañador y mis braguitas, nos encaminamos al bosque y a la casa, entramos con cuidado y con una palmada en el culete me abrió la puerta de mi habitación.
Durante horas rememore ese gran polvo y decidí aprovechar el glorioso fin de semana que se me presentaba.
Al despertar y bajar mi madre me puso el desayuno y con cuidado pedí por Cesar. Me conto que llevaba años casado, que trabajo como un mulo y que se separó de su mujer el año pasado, que estaba desengañado de las mujeres y que desde que esta lo dejo, no había tenido ninguna relación, mi madre me dijo que esa misma noche iba a presentarle un par de amigas a ver si se rehacía. Me reía por dentro pensando en la noche anterior, oí pasos y le vi en la puerta, llenaba casi todo el hueco, era tan grande como su hermano, parecía un oso también y pensé en su gran polla, en esas grandes manos en mi culito y casi jadee, él lo noto y me sonrió.
De nuevo estaba chorreando ante ese hombre con el que nunca imagine tener sexo. Ahora por cierto veía más claro lo de las dos corridas tan seguidas a pesar de su edad, pero era normal pensando que llevaba tiempo sin sexo.
Ese día fueron los cuatro a la playa y se puso a su lado, cuando los otros se fueron al agua le dijo
-niña como estas? No dejo de pensar en el polvo de ayer. Llevaba mucho tiempo sin sexo, aunque te diré que como el de ayer no recuerdo haber tenido nunca
-yo también me acuerdo, nunca la engañaste con otra?
-no, cuando era más joven no tenía tiempo y cuando tenía más tiempo no tenía ánimos y desde que lo dejamos me volqué en encauzar mi vida y no tenía ánimos de conocer a ninguna mujer.
-que sepas que mi madre quiere embaucarte con alguna de sus amigas divorciadas
-pues lo siento, pero después de probar la carne tierna, prefiero explorar ese campo. Qué opinas?
-encantada de dejarme explorar
-tienes pareja? Ni te pregunte si te protegías
-nada serio, te diré que tomo la píldora pero nunca lo hacía sin condón por lo de las enfermedades
-y conmigo bajaste la guardia?
-tu eres de la familia, eres mi tío
-pues tu tío se muere por volver a poseer tu cuerpo
En ese momento llego mi madre y yo me fui al agua, al rato vino Cesar, se puso detrás y metió su mano en mi braguita.
-quítatela Marina
Me saque la braga del bikini y de nuevo sus dedos hurgaban en mi vagina, se movían sin parar, entraban y salían.
-abre más las piernas putita para tu tío
Metió tres dedos y luego cuatro abriendo mi coñito al máximo, hasta que me mordí los labios cuando me corría.
-es una gozada ver cómo te corres
Salí del agua y el cómo no tuvo que quedarse un rato, luego salió y nos invitó a comer y luego regresamos a casa a descansar para la cena. Cuando salimos del coche y sin que nadie le viera me dio un pellizco en el culo.
-menudo calentón llevo, desde tu pajita golfa, no sé cómo llegare a la noche.
Le sonreí y los deje hablando yéndome a mi habitación a descansar. Pero me metí en la habitación de Cesar, en diez minutos llego él. Cuando me vio desnuda tumbada en su cama, me sonrió mientras se desnudaba y se tumbaba a mi lado.
-que sorpresa Marina, eres la respuesta a todos mis sueños sexuales.
Se apoyó en un brazo y busco mi rajita ya mojada, yo agarre ese trozo de carne caliente y duro y empecé a meneársela, baje a lamerla y se estiro en la cama, yo entre sus piernas lamia la cabeza de su polla y la hacía resbalar por mis labios, me la metía casi toda dentro y la sacaba.
-ven cariño súbete, clávatela preciosa, me dejas sin respiración con esa boquita.
Trepe sobre él y abriéndome la coloque en mi entrada bajando de un solo empujón me la clave, él se agarró a las sabanas y me miraba serio mientras yo empecé a mover mis caderas, se agarró a ellas y me movía como a una muñeca de trapo sobre su polla que aun creció más dentro de mí, me llenaba como nunca y me corrí, el beso mi boca para que no gritara mientras yo movía el culo. Cuando me recompuse me tumbo y mamo mi coñito como la noche anterior haciéndome correr de nuevo. Se bajó de la cama y me puso de rodillas en el borde, se puso de pie detrás de mí y me la metió de un golpe, me agarre a las sabanas y disfrute sus arremetidas, jadeaba flojo, casi no podía contenerme, era una gozada su manera de follarme, entraba y al final aun daba un empujón mas eso me llevaba al borde del abismo una y otra vez, note un dedo en mi culito, lo empujo dentro y entro sin dolor, luego metió otro y el placer de su polla se intensificaba.
-que culito tienes, voy a frotártela en la entrada.
Me frotaba la cabezota de su polla y le oía jadear, estaba al límite y le dije
-Cesar empuja
-si Marina un poquito
Me dolió horrores cuando su glande entro en mi culito, ya había follado, pero nunca con una polla tan grande, empujo un poco más y entro casi media polla, empezó a moverse, a salir y a entrar, su orgasmo crecía en su interior y el mío también, me incorpore y el me agarro las tetas, pellizcaba fuerte mis pezones cuando eche la cabeza hacia atrás y le dije
-empuja Cesar, la quiero toda
-no marina
-si follame del todo
No pudo resistirse metió dos dedos en mi coño y mientras me corría empujo toda su polla que al momento empezó a soltar chorros de semen que llenaban mi culito. Caímos en la cama y el seguía empujando fuerte.
-la tengo completamente en tu culo
-lo es y ha sido buenísimo
Cesar piensa en lo que acaba de sentir y sabe qué hará cualquier cosa por repetir eso mil veces, es completamente suyo, esa pequeña golfa lo ha cazado, sabe que le dará cualquier cosa que le pida.
Si os gusta os contare mas.