Tina cariñosa
Una joven y los encuentros familiares....
TINA CARIÑOSA
La Tina es tan bella que camina siempre con un aire distinguido y soberbio. No puede evitarlo. Las miradas se conjugan siempre en su culito en pompa. Carnoso y sabrosón. La figura de la chica es excelsa. Tiene unas tetas que hacen que su juventud se vea más esplendida, mas caliente, más perverso.
Tiene un lado salvaje en sus ojos de gata color verdosos y que a veces cambian de color según el tiempo. Ha cumplido añitos y sus diecinueve le calzan perfectos en esas calzas ajustadas que lleva moviendo de un lado a otro y que hombres y mujeres que la ven al paso se babean.
Envuelve todos los espacios que habita con su sensualidad de ser transformándose en mujer plena, voluptuosa. Arreboladora amazona de los tiempos.
Viene llegando a casa de sus tíos donde la esperan porque debe quedarse con los niños, porque ellos deben salir a una fiesta de casamiento. Siempre la llaman cuando la necesitan. Ella es muy cariñosa con los chicos y se llevan bien.
Toca el timbre de calle y su tía entre vestidos y corridas le abre la puerta.
__¡Hola amor, como estas, pasa, pasa!!!__ dice Merce colocándose los aritos a las apuradas.
__¿Como estas?
__¡Acá a las apuradas!
__¿Los chicos?
__¡Mirando l tele en el cuarto!
__¡Son dos santos!
__¡Si ya van a crecer!__ dijo Merce colocándose los zapatos negros de tacos altos.
__¡Estas preciosa!__ comentó Tina, mordiéndose el labio inferior.
__¡No seas tonta!__ dijo Merce
__¿Porque?¡ Si es verdad, mira que cuerpazo!!__ volvió a decir sonriendo la chica sensual
__¡Hola chicas!!__ saludó Jorge, mientras buscaba alguna cosa en el cuarto que compartía con Merce.
__¡Tío como andas!
__¡Bien cariño!!__ le dio un sonoro beso casi en la comisura de los labios. Siguió buscando lo que no encontraba y resulto ser el cinto.
Asi entre pedidos, sugerencias, encargues y saludos se fueron a la fiesta.
Tina fue a ver y saludar a los chicos, que la recibieron como siempre muy alegres.
Después de cenar se quedaron viendo un rato la tele y ya cerca de la medianoche los chicos fueron a sus respectivas camas y enseguida se durmieron.
La chica de cuerpo hermoso y seductor se fue al baño. Allí se desnudó por completo. Se metió debajo de la ducha y se dio un baño reparador, metiéndose varias veces los deditos en su almeja sedienta y en su ardiente culito gozando de dos o tres orgasmos violentos y que la ayudaron a sedar su temperamento salvaje y caliente.
Luego de un rato de gozar de sus dedos y la ducha se metió en la cama que usaba siempre que se quedaba allí.
Desnuda. Temblando de gozo. Acariciando sus pezones oscuros y duros. Sensibles. Provocando nuevas sensaciones ardientes y placenteras. Lentamente fue entrando en un sopor para después quedarse dormida por completo.
Sintió las caricias sin saber que hora era ya. Le sobaban las piernas. Los muslos frescos y jóvenes.
Los dedos invasores llegaron a su cuevita húmeda y tibia. Gozó. Ya conocía el efecto que le producían. Al retorcerse tratando de abrir los ojos, sintió una boca succionando sus pezones rebeldes y calientes. Erectos. En punta gordos. Los chupaban y ella se debatía entre el sueño y la realidad.
__¡Ohh la bella durmiente no puede despertar!!__ escuchó la voz en el fondo del mundo. Era su tía Merce.
Chuparon sonoramente sus tetas y los dedos en su conchita mojada hicieron que está afiebrada se abriera como un capullo en el amanecer.
Alguien mordió su cuello de gacela herida y al fin vino a la realidad. Sus tíos la estaban cogiendo deliciosamente y tuvo ahí mismo su primer orgasmo.
La boca de su tía se metió con la invasora lengua hasta la garganta, ella largo un profundo y largo suspiro, ya gimiendo.
Jorge el tío invadía su agujerito trasero, con una habilidad que a ella le encantaba desde la primera vez en que se entregó a las caricias de aquel hombre.
Movía haciendo círculos, y la sabrosa Tina gemía un poco más a cada empuje de los dedos, que se perdían cada vez con más calentura y deseo.
__¡Oh Tina cariño como me gustan tus tetas!__ decía Merce, la tía, y seguía mordiendo los pechos de la sobrina.
Los tres estaban completamente desnudos. El garrote de Jorge estaba tan duro como estaca. De vez en cuando el se lo tocaba y lo rozaba contra las nalgas de aquella criatura tremenda que era su sobrina. Hija de su hermana. Una hermosura potente y sensual. Una delicia.
__¡Ahh querida, que buena estas, sos un sueño!!__ la chica estiró la mano hacia atrás y atrapó el garrote rígido. Lo acarició con los dedos mientras su tía le seguía mordisqueando y chupando los senos firmes y jóvenes.
Ahora los dedos de la mujer, acariciaban el botoncito endurecido. Los dientes de la joven brillaban con la oscuridad que solo se iluminaba con la luna amanecida de verano.
La mano libre de Tina acariciaba la cola de Merce. Las pasaba por las nalgas atractivas de la tía. Se chocaban otra vez las bocas.
Jorge hundía desde atrás el garrote en la cuevita que chorreaba jugos de manera ininterrumpida.
La vara se hundía en las carnes frescas y tiernas de la joven que largaba quejidos al aire que resonaban en toda la estructura del cuarto. El perno iba y venía, los dedos de la tía electrizaban el clítoris, ella, Tina convulsionaba con un orgasmo tras otro.
De pronto ella clavó un dedo en el ojete de la tía Merce que dio un gritito de gata en celo, de gata atravesada por ondas magnéticas.
Jorge mordía suave los hombros de la chica que se retorcía clavada entre dos fuegos, entre dos formas, entre dos perversos.
Así Tina hundió un par de dedos en la concha sedosa y depilada de la tía. Los perdió entre sus líquidos y entre los jugos de la mujer que ahora gritaba, teniendo un electrizante orgasmo. Luego mordió la boca roja y fresca de la joven que sintió el dolor, pero le encantó y solo gozo.
Merce bajó hasta la entrepierna, primero besando y lamiendo el vientre plano y sedoso, cargado de vientos de placer. Chupo y beso el ombligo hondo y misterioso. La lengua haciendo formas y dibujos le daba contornos a los pliegues de la vagina atravesada y llena por el miembro de su pareja, de vez en cuando sacaba del estuche aquella morcilla y le daba unos chupones. Arrancando gritos del macho excitado y enervado , envuelto en pasión y locura.
Luego de un rato, la tía, llevó su cuerpo hasta arriba y mientras la chica se ponía boca arriba, ella se sentaba en la cara de la joven para que hundiera finalmente toda su carnosa lengua en la concha que chorreaba jugos de pasión.
De allí paseaba por el ojal abierto ya entre medio de las lunas hermosas y maduras. La chica clavaba el estilete en el fondo del agujero. Lamiendo, chupando, abriendo un poco mas el lugar oscuro y profundo.
Jorge seguía serruchando despacio, lento para luego acelerar las embestidas. Los quejidos de la joven se hacían escuchar. De vez en cuando debían reprimirlos porque temían despertar a los chicos, que dormían profundamente.
___¡Ohhhh cariño sigue chupando, ahhh que lengua maravillosa tienes Tina, mi amor, ohhh dulce chica!!!__ decía la mujer cabalgando la cara de la sobrina que apenas podía respirar. Pero no dejaba de lamer y besar y chupar los genitales preciosos de la mujer montada en su rostro casi angelical y arrebolado de colores y pasiones.
Jorge de vez en cuando mordía y lamía las nalgas de su esposa ardiente. Mientras seguía bombeando a la joven abierta y dispuesta para el.
Ya los primeros rayos de sol veraniego anunciaban que venía cayendo la luna y empujando el sol hacia arriba.
Las manos de Tina abrían las nalgas de la tía. La pellizcaban. Las masajeaban. Las apretaban con dulzura y ganas. La mujer gemía y casi sollozaba de lujuria y pasión caliente. La lengua de la sobrina invadía, comía, se hacía dueña de los orgasmos, se adueñaba de el aire cálido de aquella habitación.
___¡Ahhh amorcito que lengua tienes….Eres una belleza…Ohhh que bien comes la almeja!!!
__¡Le enseñaste tu perra!!__ dice Jorge apretando la mandíbula y apurando las embestidas, siente que se inflama la poronga buscando largar su simiente, sus jugos. Se aferra a las nalgas de su esposa Merce, y apura las bombeadas. Se sacude como un muñeco desarticulado.
__¡Ohhh creo que voy a largar mi leche!!!
__¡Espera, espera!!__ dijo su esposa mientras se corría de la posición donde estaba abierta de piernas, para ser deglutida.
__¡Ya viene perras, ya viene, ahhh, no aguanto!!!
__¡Sácala de allí, sácala!!!__ pidió la hembra mayor. Con esfuerzo Jorge salió de la caverna joven y enrojecida por el volcán de los deseos y poniéndose en medio de las dos caras empezó volcar y salpicar con lo chorros de líquidos salobre, pegajosos, abundantes.
Gritos y alabanzas varias para el macho que vació sus bolas en las caras de las mujeres que ahora se chupaban y se intercambiaban los escupitajos con sus bocas, con sus lenguas, con sus dedos encendidos de calentura y pasión.
Limpiaron el sable de Jorge que aún gemía y temblaba de calentura. Los besos de todos se entrecruzaban, se entrelazaban. Se confundían entre brazos y piernas y dedos y manos. Lenguas.
Los tres siguieron disfrutando de los placeres en la cama. Repartieron caricias y besos húmedos y profundos. Tina cariñosa siguió dándoles placer a sus tíos hasta que no pudo más y se quedó profundamente dormida.-