Tiempo de Recordar

Una mañana aburrida como tantas en ese lugar, mi amigo Oscar me invitó a jugar videojuegos a su casa que era lo común que hacíamos, a lo que acepté, eran vacaciones y realmente no había mucho que hacer ahí, su abuela había salido a una cita médica a la ciudad y la había acompañado la mamá de mi amigo. Entonces nos propusimos a conseguir uno en el videoclub, yo tenía flojera de ir hasta allá pues eran varias calles y el calor de 40° no era agradable, así que me quede a esperarlo en la casa mientras conectaba todo a la tv. El pueblo no era grande, pero las casas y los pocos negocios que había estaban apartados por algunos cientos de metros por lo que él podía tardar fácil 15 minutos en regresar si no se encontraba con algún conocido que lo entretuviera.

Esperaba en la sala y repente, por detrás sentí que había alguien más, a lo que solo intente responder con un empujón creyendo que Oscar había regresado, para mi sorpresa era su tío Ángel (un poco mayor que nosotros) que había llegado de vacaciones a casa de la abuela. Me miraba, no era la primera vez que lo atrapaba mirándome debajo de la falda, siempre había lanzado miradas lascivas sobre mí, decidí ignorarlo y seguir esperando a mi amigo en la sala, pasaron 15 minutos, ya se sentía un ambiente tenso entre el tío y yo por lo que decidí irme, pero antes que cruzara la puerta me jaló a otra habitación sin decir una palabra, estaba oscura pues no tenía ventanas solo había una cama grande con sábanas azules, en cuanto entramos este cerró la puerta sin dejarme muchas opciones, miraba a mi alrededor, realmente entré en pánico quería huir y gritar pero sabía que no había gente en la casa y la próxima estaba a más de 500 metros, forcejeamos un tiempo hasta que caí al suelo, y el de golpe me subió a la cama, comenzó a tocarme el cuerpo, tratando de besarme a lo que me resistía de pronto me quitó la ropa interior y comenzó a jugar conmigo, tocaba mi vagina con su pene (era pequeño creo menos de 15 cm, no muy grueso) y se sentía tan bien que cedí, así continuamos bastantes minutos, el sobre mi frotando. Era una mezcla de placer, miedo y sobre todo la adrenalina, lo disfrutaba.

Hasta que se oyeron pasos en la casa, se abría la puerta de la habitación, era Oscar que había regresado con el juego en mano. Él se quedó en silencio mientras observaba la escena, yo avergonzada y el tío riéndose haciendo ademanes a mi amigo y de dijo con voz firme “te vas a quedar ahí nada más, ven ya te la dejo preparada… esta calientita, sin ropa que estorbe y está será tu primera vez”. El chico avergonzado no sabía qué hacer, su tío obligo a  pasar, en medio de burlas hizo que se desnudara y lo tiro junto a mí en la cama, y nos dice… “bien ahora es momento de que jueguen entre ustedes algo más que videojuegos”, nos miramos el uno al otro sonrojados, el tío soltó una tremenda carcajada, no podía parar y nosotros ahí desnudos no entendíamos que era lo que debíamos hacer.

Ángel se nos acercó y le dice a Oscar “no seas tonto, agárrala, bésala y cógetela! Esta es tu oportunidad”. En ese momento el chico se transformó, se subió sobre mí sosteniéndome por las manos y comenzó a besarme apasionadamente, después a tocarme el cuerpo lentamente. Creí que me volvería loca con esa sensación corriendo en mí cuando tocó y chupó mis senos bien formados para ser tan joven, no quería parar, necesitaba saber que pasaría después, y el tío disfrutaba viéndonos desde orilla de la habitación. Oscar seguía tocando, y frotando con su verga que ya erecta medía unos 18 cm y grueso, cosa que me asustó era la segunda que veía en mi vida (el anterior era el del tío). De repente se detuvo y me hizo sentarme ordenándome “tócalo y mámalo ahora...”, así empecé a hacerlo lentamente, hasta que me tomo del cabello jalándome hacia arriba y abajo la cabeza, me dice “así de rápido me gusta, síguele”, en un rato más sin aviso me empujó y se vino sobre mi pecho, a lo que no sabía cómo reaccionar, el apenado saltó a buscar una toalla para limpiarme y el tío viendo la escena con su cara burlona.

Me limpie y estaba a punto de levantarme e irme cuando el tío le dice “ahora le toca que le des una buena mamada, que ella te diga como con sus gemidos”, a lo que mi amigo muy obediente me vuelve a tumbar y a lamer mis jugos vaginales al principio era muy rara la sensación hasta que me volvía loca, me tomó de las manos y en el momento que oía el pequeño gemido y apretaba fuerte las manos más lento/rápido lo lamia o succionaba, tremendo juego nos aventamos hasta que termine con placer tremendo que hacía temblar mis piernas.

Cuando creí que todo había terminado y no habría nada más placentero, Oscar no aguantó más y dejó entrar en mí su verga que ya lubricaba de más, lo que en medio de un grito de dolor y un suspiro largo se hizo un vaivén gustoso y tan enajenados que no notamos cuando el tío dejó de acompañarnos y el juego se convirtió en solo de dos, en medio de besos, tocamientos en los senos y arremetidas de su verga tuve mi primer orgasmo y poco después el terminó satisfactoriamente, ambos dejamos de ser vírgenes, para encontrar algo de lo mejor de este mundo “el sexo”. Ese chico que había sido mi amigo desde el kider-garden se acababa de convertir en mi amante, en mi primer hombre.