Tiempo de libertad 9

Miguel poco a poco avanza con la Leona… ¿o quizá sea con Helena?. Juegos con las vecinitas delante de Helena... ¿o seria la Leona?. Pequeños problemillas en el trabajo

TIEMPO DE LIBERTAD – 9

El interrogatorio de Alma y Sandra a Helena fue sutil al principio, pero no lograron sacarla ni media, solo lograron generalidades que no decían nada de nada. Después le echaron más morro, pero las dio exactamente igual, Helena no soltaba prenda de nada referente a ella, solo lograron sacarla que los dos trabajábamos cerca uno del otro y por eso nos conocíamos, pero no cual era nuestra relación ni nada por el estilo. Por cierto que Helena me miró con una sonrisita socarrona cuando dijo lo de que trabajábamos cerca uno del otro, ya que mi mesa estaba justo en la puerta de su despacho y ella jamás se había referido a edificios o algo así, me di cuenta que todo este juego de hablar con ellas esquivándolas, diciendo pero sin llegar a decir la estaba encantando.

Por el contrario sí que lograron que contase muchas cosas de sus múltiples ligues en los locales de ambiente, también consiguieron sacarla jugosos detalles de algunos y algunas de sus amantes, todo ello mirándome a mi directamente, como si me estuviese dejando claro con quien, con qué clase de mujer de armas tomar me estaba jugando los cuartos. No por ello dejo ninguna de las dos de intentar colarla alguna pregunta de índole personal entre todas las demás, pero Helena se limitaba a ignorarlas con una sonrisita sardónica en la cara. Mientras contaba un montón de cosas sobre sus múltiples amantes no perdía mis ojos con los suyos, mirada que no me costaba en lo más mínimo mantenerla, si esperaba ver algún tipo de reacción por mi parte ante lo que estaba contando, que me pusiese cachondo perdido con los detalles, que me achantase o algo de ese estilo lo llevaba claro… Una particularidad que tengo es que al estar completamente saciado de sexo, era capaz de mantener cierto control sobre mi primo, no podía evitar que se me pusiese morcillón pero si podía evitar empalmarme por completo, con lo que no se me notaria apenas nada, algo era algo, ¿no?, por otro lado tampoco me hacía pensar, solo lograba que me interesase mas por la posibilidad de “domarla”.

A la hora de irse no quiso que la acercara a ningún sitio, pedimos un taxi por teléfono para que se fuese. Lo cierto es que me lo pase muy bien todo el tiempo viendo la pequeña frustración que para Alma y Sandra suponía no poder sacarle nada de nada a Helena, aunque al final las dos cabronas hicieron una de las suyas, estábamos despidiéndonos de Helena cuando tras los besos de rigor ambas se abrazaron a mi cintura y apoyaron sus cabezas en mis hombros en plan mimosas totales. Fui plenamente consciente del momento en que los ojos de Helena empezaron a soltar chispas... y como se entrecerraron por un segundo cuando yo también las cogí a ambas vecinitas por sus cinturas al ver aquellos ojos... Lo malo fue que entonces las dos pasaron sus manos de mi cintura a mi culo ante los mismísimos ojos de la Leona, porque aquella era la Leona otra vez y no Helena. Para no se menos, y porque no decirlo, porque me apetecía mucho, mis manos también abandonaron sus cinturas quedando sobre sus glúteos, con la diferencia de que ellas solo las pusieron encima, mientras que yo estuve sobeteandolas a gusto.

Cuando se fue el taxi, desapareciendo de nuestra vista las dos se empezaron a reír porque se dieron cuenta como yo de la poca gracia que le había hecho a Helena la familiaridad que tenían las dos conmigo... y la que yo mostraba con ellas. La diferencia es que mientras estábamos en casa desayunando, por lo visto una de las veces que me levante de la mesa para ir a la cocina, Alma se había quedado mirándome el culo y Sandra vio perfectamente como a Helena no le hizo gracia esa forma de mirarme, por eso es por lo que las dos se abrazaron a mí de ese modo. Yo al estar de espaldas no pude ver ese interés por mí, pero Sandra que la estaba mirando sí que lo vio perfectamente. Ese fue el motivo de abrazarse y tocarme el culo la dos… solo que yo también aproveche la ocasión.

Seguíamos abrazados tras desaparecer el taxi por la esquina de la calle cuando Alma sin soltarse de mí, en plan de coña me pregunto...

- Alma : ¿Te diviertes con nuestros culos?

- Miguel : ¿Y esto de abrazaros a mí las dos tan mimosas?

- Sandra : Es que una de las veces que te levantaste Alma se quedo mirándote el culo y a ella no la gusto lo más mínimo… puso una cara que…

- Alma : Jajajajajaja… tampoco la ha gustado esto de ahora…

- Miguel : (Sonriendo) Pues a mí lo cierto es que me ha encantado…

- Alma : Y ahora que hacemos... aparte de que nos sueltes el culo, que tu amiguita ya se ha ido…

- Miguel : Pues ya que sois tan zorras como para abrazarme y tocarme el culo solo por cabrearla, porque estoy seguro de que lo habéis hecho así solo por eso, ¿qué tal si subimos a mi casa los tres y echamos un polvo?

- Sandra : Jajajajajajaja... mira tú como aprovecha el chico para intentar mojar, y parecía tonto...

- Alma : Ayssss Miguelin... no le eches tanto morro, que no va a colar...

- Miguel : Pues que lastima, porque me encantaría follaros a las dos ahora mismo

- Sandra : Jajajajaja, eso no hace falta que lo jures, se te nota en el bultito... (Me lo dijo señalando a mi paquete, donde se notaba perfectamente mi erección ya que el jueguecito me había excitado lo suyo y de repente mis ganas de más sexo habían vuelto con fuerza arrolladora)

Se soltaron ambas de mi riéndose, volvimos a entrar en el portal, llamamos al ascensor y entramos los tres en el. Estábamos subiendo entre las risas de las dos chicas cuando mi mano acudió a la cintura de Alma, metiendo la mano por dentro de su pantalón y logrando alcanzar su coñito, en parte porque ella misma me facilito el acceso al moverse un poquito para ello...

- Alma : ¿Qué haces?

- Miguel : Comprobando si mis sospechas al ver tus pezones tan duros es cierta...

- Alma : ¿Y?

Moví mis dedos, metiendo dos de ellos en su coño que estaba empapado, Alma soltó un pequeño gemidito. Después de eso saque la mano, metiéndome los dos dedos en la boca, lamiéndolos de forma que ella lo viese claramente... entonces la dije...

- Miguel : Lo que yo sospechaba... sigues estando riquísima...

- Sandra : Joder que morro que le hechas tío... si me...

Mi mano acudió ahora a por ella, hice lo mismo que con Alma con prácticamente unos resultados idénticos, las dos estaban mojadìsima. También con Sandra hice el jueguecito de lamerme los dedos cubiertos de sus flujos en su cara y decirla lo mismo que a Alma. Cuando llegamos por fin a nuestro piso me despedí con un beso de tornillo de cada una de ellas. Las deje en la puerta de su casa, estaban más calientes las dos que una estufa, sabía que si me metía con ellas en su casa podría terminar follando con las dos sin muchos problemas. Pero el problema era yo en esos momentos, pese a que me moría de ganas por follàrmelas a ambas juntitas y estaba empalmado a niveles dolorosos, llevaba demasiado trote encima como para irme con las dos a la vez... si lo hacia lo más probable es que la pifiara antes o despues, así que mas me valía replegar velas en ese momento que todavía estaba a tiempo y todo quedaría como un pequeño juego "inocente". Aunque cuando me iba...

- Sandra : ¿Dónde vas?

- Miguel : Pues a casa, por supuesto...

- Alma : No quieres pasar un ratito con nosotras... (Su voz sonaba insinuante)

- Miguel : (Le sonreí) No chicas, muchas gracias pero tengo cosas que hacer y no puedo acompañaros...

Les hice un simpático gesto de despedida con la mano, sus caras eran como de un cabreo irracional, para mí que lo más suave que pensaron de mi era que soy un hijo de puta con todas sus letras. Me escape por los pelos, una vez en casa, cuando cerré la puerta de la calle a mis espaldas solté un suspiro de alivio por haber salido de la situación, aunque después me eche a reír.

Estaba claro que las dos estaban más que dispuestas a enrollarse conmigo, pero como ya he dicho, dudaba que en esos momentos hubiese podido estar a la altura con ambas a la vez, sin duda el “calentón” me hubiese servido para una, pero no para ambas, de eso estaba casi seguro. Lamente la oportunidad que perdía y tener que dejarla pasar. Esa misma noche llame a mi hermana Susan para hablar con ella sobre el tema de mi cuenta, quería que cambiara otra vez de manos para quedar bajo el control de Helena. La parte negativa de la llamada es que Susan me pregunto sobre mi decisión de ayudarles a ser papas, y todavía no había sacado nada en claro sobre qué hacer con esa petición de mi hermana.

Susan me dijo que no me preocupara por mi cuenta de inversiones que ella se encargaría, me garantizo que lo arreglaría lo antes posible, traducido a nuestro lenguaje eso era en la semana entrante, después de eso nos despedimos ya que ella tenía una reunión y debía de terminar de prepararla. Una cosa que me mosqueo en la despedida de Susan es que se despidió con un "hasta pronto hermanito", cuando siempre se despedía insistiéndome a que la llamase más a menudo a ella y a Patrick, mi otro hermano, y en esta ocasión no me había dicho nada de nada al respecto. Susan tendía a ser muy precisa con sus palabras, además de extremadamente clara, y ese "hasta pronto" me sonaba a visita por su parte o la de Patrick, o a un regreso a casa por la mia por algún asunto... en ambos casos me dio mala espina.

El lunes estuve muy atareado, Helena me cargo bien cargadito de trabajo, pero no dije ni media, me limite a hacerlo y a pasarla para firmar los documentos habituales. Estuvimos trabajando los dos con el mismo trato de siempre hacia el otro, como si no hubiese sucedido nada entre ambos. El martes fue más de lo mismo, igual que el miércoles, solo que este último era el día que esperaba que hablaran con Helena, ya que mi hermanita me aviso la noche anterior de que ya lo había solucionado, que había tenido una mucho más que interesante charla con alguien del consejo de administración del Banco, de modo que le prepare a Helena todo el dossier de información sobre mi cuenta, ya que sabía que posiblemente le preguntarían sobre esto tras la conversación que habían tenido con mi hermanita.

Tras la reunión vi regresar a su despacho a una Helena muy pensativa que me miro con una cara un tanto extraña. Me llamo a su despacho a los diez minutos de haber entrado en el. Cuando entre me la encontré sentada en su mesa con el informe sobre mi cuenta abierto sobre ella, estaba leyéndolo detenidamente con muchísima atención, con las manos cruzadas y su barbilla apoyada sobre ellas, con los ojos entornados, pensativa. Levanto la cabeza, me miro a los ojos y me pregunto...

- Helena : Se puede saber qué es esto Miguel.

- Miguel : Pues si no recuerdo mal es el informe que me pidió que redactara sobre una de las cuentas que llevaba usted, y que según creo fue transferida al nuevo Ejecutivo, el Sr. Rodrigo.

- Helena : ¿Sabes lo que ha pasado hoy en la reunión?

- Miguel : Pues la verdad es que si usted no me lo dice no, no lo se

- Helena : Pues lo que ha sucedido, es que me han devuelto esa misma cuenta tras pedirme un detallado informe sobre ella y todo lo que se ha hecho para dicho cliente, informe que gracias a ti, casualmente tenia entre la documentación que me preparaste antes de irme a la reunión y que he podido entregar en el acto... para sorpresa de más de uno de los presentes, incluidos Rodrigo, uno de los miembros del consejo de administración, que había acudido por casualidad  hoy a la reunión enviado expresamente “para ver cómo nos iba”, el director general de Banca Privada y varios otros “cargos”…

- Miguel : Me alegro mucho por usted señora, pudo responder enseguida a las peticiones delante de tan importantes personajes por lo que deduzco, pero no veo el que...

- Helena : ¿Porque estaba ese informe con mis documentos? ¿Porque me lo metiste entre ellos?

- Miguel : Bueno, digamos que oí algunos rumores sobre esa cuenta y creí que lo mejor sería que se lo llevara por si acaso... no me atreví a decirla nada por si lo tomaba por una estupidez... o pensaba que me metía donde no me importaba… (Por su mirada vi que seguía haciéndose multitud de preguntas sobre el asunto)

- Helena : (Me miraba pensativa con los ojos entrecerrados, como evaluándome y evaluando esa ultima explicación) Tras ver el informe que les pase, que tu preparaste para mí y que metiste entre mis papeles “por iniciativa propia” (remarco las palabras entre comillas), me devolvieron la cuenta en el acto pidiéndome disculpas por el error cometido... (Me tendió la carpeta de papeles, todo lo que yo le había pasado de mi cuenta) Toma y dime tú que ves aquí...

Cogí los papeles e hice el paripé mirándolos, intente parecer concentrado en ello mientras me sonreía para mi mismo al ver el repentino interés que mostraba Helena. Esto era algo con lo que ya contaba de ante mano, sabía que cuando le devolvieran la cuenta no la dirían el porqué de ello y tratarían de buscar un punto débil para poder quedarse alguien con esa cuenta, que repentinamente había pasado a interesar para sí mismo, a todo el que conocía su “secreto”. El dosier que le puse en la carpeta realmente no decía nada de nada salvo que era una cuenta muy simple de llevar, con inversiones muy seguras ya que el cliente no quería asumir grandes riesgos.

Pero para cualquiera que supiera que era lo que estaba realmente escondido detrás de la cuenta, parecería un informe destinado a un cliente poderoso que quería pasar inadvertido por algún motivo (Normalmente la competencia, eso era algo obvio), cosa que algunas veces sucedía. Me imagine que después de llamar Susan, el consejero con el que hablo debió de llamar al director de la sección de Banca privada para ponerle las pilas sobre estar haciendo el idiota con clientes tan importantes... y con semejante potencial de desarrollo del negocio con ellos, posiblemente ese mismo consejero fuese el que se presento en la reunión en persona, o bien otro miembro de su total confianza.

Veía de reojo como Helena me auscultaba intentando ver algo en mis gestos, en mi forma de leer... intentando discernir que sabia o no sabía yo con respecto a esa cuenta que tan oportunamente le había puesto entre los documentos de la reunión. Supuse que no le habrían dicho nada de nada al respecto de la cuenta, sabia de primerísima mano como se hacía en estos casos para verificar si la persona encargada sabía lo que tenía entre manos o no, solo por si acaso no lo supiese y pudiesen levantársela... Supuse que el director habría informado a sus "íntimos" de que iba exactamente esa cuenta, e intentarían ponerle piedras en el camino a Helena para poder quitársela... claro que había una forma muy simple de evitar ese problema.

- Miguel : Sinceramente no veo nada raro en esto... es un perfecto informe detallado pero conservando el anonimato del cliente... supongo que algo tratarían de esto en Nueva York cuando estuvo viéndolos...

- Helena : (Pego un respingo que casi hace que saltase de la silla y todo, no pudo ocultar tampoco un gesto de sorpresa absoluta que rápidamente reprimió) Entiendo, ya sé lo que quieres decir, pero de todos modos, explícate por favor según tu propia opinión, adelante... creo que el que escuche tu opinión personal sobre esto es lo menos que mereces dada tu “intuición” al respecto…

Había picado del todo, estaba cautelosa, era claro que se había dado cuenta de que por algún motivo que ella desconocía esa cuenta concreta le había anclado con fuerza a su puesto, y que más de uno de los directivos la miraba con envidia, sin saber ella el porqué. También que de pronto el director general y algunos otros habían empezado a tratarla yendo con pies de plomo, tanteando el terreno con muchísimo cuidado, vi que tenía muy claro que todo esto estaba relacionado única y exclusivamente con esa dichosa cuenta. Al contestarla como si yo supiese que pasaba con la cuenta, acababa de ofrecerla una oportunidad de oro de enterarse sin aparecer como alguien que no sabe ni lo que tiene entre manos, cosa que si algún ambicioso pudiera demostrarlo podía costarla la cabeza si resultaba ser tan importante como parecía. Detenidamente le explique todo lo que supuestamente sabia sobre la cuenta, también la dije el nombre de la persona que daba las órdenes sobre ella, el nombre de mi Hermana Susan, con la que estuvo hablando durante nuestro viaje... no pudo evitar que sus ojos se abriesen como platos al darse cuenta de que había ido a EEUU, que la habían mandado allí con intención de quitársela de en medio y fastidiarla, enviándola para intentar conseguir algo imposible, algo que acababa de descubrir que ella misma personalmente había tenido en sus manos todo el tiempo...

No sabía tampoco cuanto tardaría en darse cuenta Helena de ese hecho concreto a su favor, ella había estado en Nueva York con esos mismos clientes, pero al regresar no había hecho informe ninguno de progreso… dudaba seriamente que el consejero con el que hablo mi hermana hubiese dicho o informado de nada al dar el toque de atención, así que los “enemigos” de Helena debían de estar preocupados por la posibilidad de que ella estuviese informando directamente sobre cualquier posible progreso en ese cuenta, a un nivel muy por encima de ellos.

Muy pálida me despidió sin mediar palabra, solo indicándome con un gesto que regresara a mi mesa. Me fui sonriendo con malicia, estaba seguro que en esos momentos Helena sería incapaz de hablar sin soltar algún gallo... el shock debió de ser fortísimo para ella, tenía en sus manos la llave para lograr algún ascenso, posiblemente de varios escalones además y de paso asegurarse su sitio en la entidad...

De todos modos sabía de sobras que no tardando mucho, en un par de días o tres como máximo, una vez que revisara con lupa todo lo relacionado con mi cuenta desde que se abrió, se daría cuenta de que no había forma de que yo pudiese haber sabido tan fácilmente a quien pertenecía y muchísimo menos quien estaba realmente detrás de ella... Helena era lo bastante lista como para no decirme más nada, pero intentaría investigarme para saber más de mi y quien puñetas podía ser yo, que contactos era los que tenia para haberme enterado de algo así... Sin mencionar que seguramente sospecharía también de que voluntariamente y sin pedir nada a cambio le acabara de salvar el culo siendo además, más que consciente de ello en todo momento.

Susan hizo lo que yo le pedí, y más o menos como yo le pedí que lo hiciese para precisamente crear esta intriga a mi alrededor... Como ya dije anteriormente, desde muy joven tuve que aprender a manipular a las mujeres ya que yo era una presa muy golosa para las caza fortunas, ahora estaba intentando manipular a Helena, para traer a mis garras a la célebre "Leona”... Me encanto follàrmela, quería que fuese mia y sabia que esta intriga llevaría a Helena a seguir lo más cerca posible para intentar desvelar lo que pasaba conmigo... dudaba que pudiese evitarlo, y eso pondría más veces en mi cama a la Leona, puede que incluso como amante más o menos fija y creedme que pensaba aprovecharme todo lo que pudiese, me encantaba su fiereza… sin duda intentar domarla podría ser la ostia.

Ese miércoles también sucedió otra cosa que me hizo estar más pendiente de Helena, y en este caso me refiero a Helena, no a la Leona. No me permitió subir a última hora los documentos habituales de todas las semanas a la sexta planta, argumento un pequeño problema en uno de ellos para retrasarlo hasta la mañana del jueves, después de eso hizo algo que jamás había echo antes con nadie, acompañarme al parking como una compañera mas, dejándome con una sonrisa muy cerquita de mi coche y sin ninguna posibilidad de regresar a la oficina sin que ella me viese hacerlo. Todo esto me dio la impresión de que fue para que no pudiese reunirme con Estela en la sexta planta, como hacía casi todos los miércoles y viernes desde que nos enrollamos la primera vez, y desde luego si lo hizo, no fue por el tema de la cuenta... creedme que en cierto modo me desconcertó un poco esta reacción por su parte, era algo que no me esperaba para nada.

El viernes Helena ya me miraba con más atención, así que supuse que ya se habría dado cuenta de que era imposible que yo supiese con los datos a los que tenía acceso de quien era esa dichosa cuenta… tal y como esperaba estuvo revisando el portátil que la empresa suministró para mi, y que yo lleve, el mismo donde estaban todos los archivos de mi trabajo en Nueva York, imagine que estaría mirando los registros (archivos de seguridad) de horas de grabaciones automáticas del programa de proceso de texto que usábamos, para de ese modo intentar averiguar si yo durante sus reuniones había estado trabajando de verdad o había estado ocupado en otros asuntos distintos… y por eso sabia de quien era esa cuenta.

Una vez más me impidió quedarme hasta tarde para llevar documentos a la sexta planta, a medio día me hizo subirlos justo en el preciso momento en el que tenían más trabajo en recepción, con lo que Estela no podría escaquearse para ir conmigo, además que a esas horas la sexta planta todavía tenía mucha gente trabajando. Como la vez anterior se espero a que me fuese a ir para acompañarme otra vez… solo que en esta ocasión le salió rana, nos alcanzo Carol cuando entrabamos al ascensor, mientras bajábamos me pidió si podía llevarla a donde su madre a recoger al niño, ya que su coche estaría en el taller hasta que se lo dieran el sábado, evidentemente acepte… y más cuando disimuladamente Carol me dio una palmadita en el culo.

Helena había estado todo el tiempo con su cara de póker y su sonrisa de oreja a oreja, su conversación agradable y una de sus manos formando un puño cerrado con fuerza… la cerro así cuando Carol me pidió que la llevase a recoger al niño y la apretó hasta poner blancos los nudillos cuando me dio la palmadita en el culo para indicarme lo que quería de verdad, algo que evidentemente no paso desapercibido para Helena por lo que vi. Creo, y solo digo creo aunque realmente estaba casi seguro de que era así, que yo le atraía a la Leona como un imán y le posiblemente también le gustaba del mismo modo a Helena… había resultado bueno follando, cuando habíamos follado la había sometido en cierto modo, era discreto, no había intentado sacar tajada, y quizá lo que era peor, no estaba babeando tras ella, sino que para colmo y tras lo que había visto, puede que supusiera algo del estilo de que me follaba a media oficina, sin contar a mis dos vecinas… creo que ahora mismo para ella Miguel era un tipo enigmático que la atraía por eso mismo, y que mi parte sexual era como la de un León, con un grupo de leonas para follar… Digamos que estaba consiguiendo mostrarme más o menos como su doble en hombre… y eso la estaba matando… lo que no tenía tan claro ya, era a cual de ambas la estaba matando más.

Entramos Carol y yo en mi coche, estuve atento a que Helena hiciese la maniobra de sacar el coche de su sitio en el aparcamiento para ver por donde saldría, cuando vi que lo haría directamente por nuestro lado, me eche directamente encima de Carol para besarla, una de mis manos la dirigí a su falda, colándola por debajo para acariciarla su coñito por encima de su braga.  Carol colaboro en todo, incluso cuando mis dedos llegaron a su sexo emitió un pequeño gemido que escapo de sus labios mientras nos besábamos. Helena al pasar por nuestro lado seguro que debió de ver todo un señor espectáculo, y por nuestras posiciones no le debió de ser muy difícil imaginarse lo que no pudo llegar a ver… creedme que me hubiese encantado poder verle la cara cuando nos vio a Carol y a mí de ese modo.

Carol me llevo hasta su casa, efectivamente tenía que ir a recoger al niño donde su madre según me dijo riendo cuando le pregunté la dirección donde ir, pero me dijo que hasta el sábado por la mañana no tenía que ir, y eso seria después de recoger el coche en el taller de su misma calle. A mi pregunta de qué hacíamos entonces, puso su mano sobre mi polla y me contesto que tenía algunas ideas al respecto que seguro que me parecerían interesantes… después me dio un besazo y me dijo que arrancara.

Entramos en su casa besándonos, tras cerrar la puerta de la calle me llevo de la mano hasta su habitación donde nos desnudamos mutuamente sin dejar de comernos a besos. Carol estaba muy caliente y se le notaba, cualquier caricia mia por leve que fuese le arrancaba un gemidito… por fin estando los dos desnudos puede alcanzar su sexo con total libertad, encontrándomelo muy mojado. La hice tumbarse en la cama, quedando sus piernas colgadas fuera de ella, arrodillándome al borde de la misma le abri las piernas colocándomelas sobre los hombros mientras ponía mis labios en contacto con su sexo… una suave pasada de mi lengua por su sexo fue suficiente para que alcanzara un orgasmo que la estremeció por completo, levantando el culo al tensarse y estirando las piernas sobre mis hombros, lo que me obligo a sujetárselas para que no me hiciesen daño si le daba por moverlas con brusquedad.

Una vez que se quedo relajada por completo empecé a besarla la parte interna de los muslos, avanzando hacia su pelvis lentamente y con delicadeza, dispuesto a saborear a Carol con calma, con mucha calma. Cuando note que estaba recuperada pose otra vez mis labios y lengua sobre su sexo, introduciéndola en el lentamente para una vez que la lengua estuvo dentro moverla de forma rápida como si fuese una culebrilla, arrancando jadeos de sus labios… sus manos se aferraron a mi cabeza apretándomela con fuerza contra ella. Me alce un poco haciendo que perdiera el contacto de su culo con la cama… dejándola de esta forma en un ángulo elevado que favorecía mi comida de coño y dejaba fuera del alcance de sus manos mi cabeza.

Mientras mi lengua la martirizaba su rajita vi de reojo como sus manos se aferraban con fuerza a la cama. Aumentando progresivamente sus gemidos a medida que mi lengua aceleraba sus caricias sobre su sexo, para convertirse sus gemidos en grititos cada vez que rozaba su clítoris. Cuando vi que Carol estaba ya cerca, muy cerca de un nuevo orgasmo, aferre con fuerza sus piernas viendo como se tensaba y se aferraba todavía más fuerte a la cama, a la espera de lo que le fuese a hacer al agarrarla de ese modo. Pose mis labios bien ensalivados sobre su clítoris, jugueteando con la lengua sobre él, obligando a su garbancito a salir de su capuchón, momento en que aplique sobre él una suave succión continua que provoco la llegada incontenible del nuevo orgasmo de Carol.

Su cuerpo se tenso, mis brazos seguían aferrando sus piernas, su culo estaba alzado lo que le independía poder girar sus caderas… Recibió un fortísimo orgasmo completamente incapaz de poder intentar hacer nada por amortiguar lo que sentía salvo tensar su cuerpo… cuando paso quedo totalmente laxa. Me incorpore, pase mis brazos por debajo de su cuerpo y alzándola en el aire la tumbe bien en la cama, dejándola sobre ella con mucha suavidad. Según la deje sobre ella hecho sus brazos a mi cuello y tiro de mi acercándome a sus labios para poder besarme. Me tumbe a su lado sin dejar de besarla, mientras mi mano pasaba acariciante por su estomago, por el canal de sus pechos, por sus mejillas… Cuando se recupero se alzo un poco, me miro fijamente y me dijo…

- Carol : Y ahora por favor… fòllame de una vez, te quiero dentro de mi… venga… fòllame…

Me situé sobre ella, colocándome entre sus piernas, alce mis caderas para que mi pene se colocara sobre la entrada de su sexo… empecé a puntearla despacito, empujando y empezando a abrirla para después retirarme, volviendo segundos después a repetir la operación entre las primeras protestas de Carol por no penetrarla de una vez. Al final fue la propia Carol la que pasando sus piernas por mi cintura apretó con sus talones sobre mi culo haciendo que mi pene se abriese paso en su interior, introduciéndose hasta el fondo en medio de un prolongado gemido de placer de Carol.

Carol me empezó a pedir que por favor la diese todo lo fuerte que pudiera, que quería que fuese duro con ella. La mire fijamente empezando a comérmela a besos, a morderla los labios mientras que pasaba mis manos por debajo de sus brazos para poner mis manos en sus hombros, haciendo que sus omoplatos descansasen sobre mis antebrazos. De ese modo cada vez que me incrustaba en su interior hacia fuerza con mis brazos como si quisiese introducirme por completo en su interior, de ese modo me costaba mucho menos darla todo lo rápido y duro que podía mientras que las piernas de Carol parecían dos cepos sobre mi cintura, contra más fuerte la daba más presión hacían estas sobre mí, haciendo que empezara a tener un leve dolorcillo, lo que a su vez provocaba que la embistiera todavía como muchas más fuerzas y ganas.

Fue cuestión de casi diez minutos el que nos corriéramos los dos como animales, a gritos. Ella pego un grito cuando se corrió y otro cuando sintió como mi leche golpeaba sus entrañas al salir disparada de mi polla con fuerza. Yo solté un grito también al correrme en su interior, descargando toda la tensión acumulada por semejante follada… cuando todo paso rodé a un lado para quedar tendido bocarriba jadeante junto a ella… Quedamos los dos que parecía que nos hubiese pasado un camión por encima, estábamos los dos empapados de sudor… Diez minutos después nos levantamos para irnos a la ducha.

En la ducha empezamos a besarnos mientras nos enjabonábamos, en un momento dado Carol se agacho metiéndose mi polla en la boca, empezando a mover su cabeza como si me la estuviese follando por ahí. Después se la saco para tratarla como si fuese una piruleta, dándola lengüetazos todo a lo largo del tronco, para cada vez que bajaba terminar usando mis bolas como si fuesen chupa-chups… Al final la hice levantarse antes de que pudiese lograr que me corriera… la di la vuelta, colocándose ella misma apoyada contra la pared, medio inclinada y con su culito restregándose contra mi polla.

Me chupe los dedos de la mano derecha, que procedí a pasarle por la raja del culo para terminar introduciéndose levemente en su coñito… que expulsaba flujos a un ritmo increíble. Sus jadeos cada vez eran más intensos con las caricias de mi mano, entre jadeos me rogo que se la volviera a meter, que la quería otra vez dentro de ella. No hice que me lo repitiese más veces, le clave la polla en el coño de un solo golpe. Estábamos los dos híper excitados otra vez, nos corrimos en cuestión de tres o cuatro minutos de embestidas, primero ella y apenas unos segundos después me corrí yo de nuevo. Quedando una vez más jadeantes los dos por el esfuerzo.

Una vez que terminamos nos volvimos a vestir y me invito a cenar con ella. Quiso que me quedase toda la noche en su casa, me prometió una noche tan loca o más que lo que ya había pasado esa tarde… Decidí rechazar educadamente la oferta, lo cierto es que estaba un poco cansado, tenía que llamar a mi hermana para hablar con ella sobre lo que me pidió, pero sobre todo, porque tuve una sospecha o quizá fue una intuición y si era así me convenía estar en casa esa noche. Así que me despedí de Carol y me fui.

Cuando llegue aparque el coche en el parking, como si empre en el mismo sitio, en el que estaba junto al Mustang que seguía como siempre, completamente tapado con su funda y pareciendo cualquier cosa menos un deportivo. Cuando llegue a mi piso me puse cómodo, me coloque un batín debajo del cual no llevaba nada de nada… sabia que mis vecinitas ese fin de semana tenían unos compromisos familiares, así que no estarían y no corría peligro de que me encontraran así... pero si mis sospechas se confirmaban, era la prenda ideal para llevar esa noche como única vestimenta cuando llegara mi más que probable visitante.

Llevaría como diez minutos cuando llamaron por teléfono, descolgué, pregunte quien era y simplemente colgaron, solo puede oír una respiración un pelín jadeante al otro lado antes de que colgaran. Tenía una pequeña sospecha de quien podía ser esa persona, esa llamada solo parecía querer confirmar que me podría pillar en casa… y mi sospecha se confirmo sobre las once y media de la noche, momento en que llamaron al telefonillo.

Cuando conteste y vi por la cámara quien era no pude evitar sonreír para mi, había acertado de pleno. Le dije a la persona que le tiraría por el balcón unas llaves para que pudiese abrir la puerta del garaje y le indique como llegar con su coche a la plaza que tenia libre junto a mi vehículo, vi como se iba a por su coche, y como entraba con este en el garaje poco después. Unos minutos después sentí las llaves en la puerta de casa, como esta se abría para después cerrarse de nuevo…

En el tiempo que había tardado desde que le tire mis llaves hasta que llego a mi casa, había preparado dos combinados para tomarnos cuando llegara hasta el salón. Sentí el ruido de las llaves sobre el taquillón de la entrada de mi casa, después la vi aparecer por la puerta envuelta en un largo abrigo negro que abrió dejándolo caer al suelo para quedarse únicamente en ropa interior… con un increíble conjunto de color negro formado por sostén semitransparente, braguitas a juego, medias, liguero y zapatos de tacón… le extendí el combinado que cogió en el acto sonriéndome con malicia… pasando un dedo de su otra mano por mis labios.

Antes de coger mi combinado deje caer mi batín, quedándome completamente desnudo… vi como abría los ojos al verme así, no se lo esperaba, pensaba sorprenderme y había resultado la sorprendida… después tome mi combinado con la mano sin apartar mis ojos de los suyos y lo acerque a sus labios para que diese un sorbo, fue a beber pero lo levante un poco, solo un poco, lo suficiente como para que instintivamente levantara la cabeza, ofreciéndome el cuello, deje derramarse un poco del combinado sobre sus labios y el hilillo de liquido que cayó por su barbilla fue recogido por mi lengua, que al bajar su cabeza termino uniéndose a la suya… besándonos con los combinados en las manos… pegados el uno contra el otro, piel con piel mientras mi polla se metía entre sus piernas restregándose con su sexo solo separados por la tela de su braguita.

Dejamos encima de la mesa ambas copas sin dejar de besarnos mientras aprovechaba para ir desnudándola del todo… unos minutos después cogí en brazos a mi pareja y puse rumbo a mi habitación sin dejar de comernos… ahora lo único que me quedaba por averiguar era si quien tenía en mis brazos camino de mi cama era Helena o la Leona… en todo caso mi sospecha de que esa noche alguna de las dos me visitaría en mi casa había resultado cierta.

CONTINUARA