Tiempo de libertad 2

Miguel por fin logra integrarse en su trabajo y empieza a “estrechar” su relación con alguna de sus compañeras de trabajo. Sale de marcha con sus vecinitas y los amigos de estas

TIEMPO DE LIBERTAD - 2

En la oficina la cosa iba viento en popa, había tenido algún desacuerdo con Helena, mi jefa, pero se soluciono rápidamente. Por ejemplo uno fue con el café, yo solía ir a la maquina, sacaba el café y me lo llevaba a mi mesa para tomarlo mientras trabajaba. Eso a ella le pareció mal, de modo que con muchísima educación me prohibió hacerlo de ese modo. No me corte ni media, al día siguiente me tome mi media horita en la maquina del café con las secretarias que en ese momento estaban también tomando café.

Al segundo día salió Helena de su despacho a buscarme ya que había estado llamándome sin que le cogiera el teléfono, cuando me hizo señas para que fuese a su despacho, me limite café en mano a señalarla el reloj, indicándola que me quedaban todavía once minutos de mi tiempo, que una vez que hubiese terminado de tomarme mi café iría a su despacho. En el despacho cambiamos impresiones sobre lo sucedido, yo la indique que si no la parecía bien de ese modo me indicase como lo quería, al día siguiente según entro saco un café de la maquina y dándome los buenos días me lo dejo encima de la mesa soltándome un "que aproveche".

Puedo decir que no sé cómo habría sido Helena con los demás, pero desde luego conmigo en el tiempo que llevábamos trabajando juntos era la corrección personificada, salvo algún que otro pequeño roce como el del café, que solucionamos rápidamente, todo iba como la seda. Ella me daba las instrucciones de lo que quería que hiciera, yo lo hacía como ella quería y todos tan contentos. Debo también de señalar que por lo que vi las otras secretarias de la planta estaban asombradas de ver lo bien que llevaba el tema de Helena, ya que hasta ese momento habían visto un desfile constante de gente y multitud de broncas a sus secretarias o secretarios anteriores a mí.

Empecé poco a poco a llevarme también con mis "compañeras", quedábamos juntos para ir a comer en el tiempo destinado para ello, después del trabajo a tomar algo, etc. De momento había declinado lo de quedar a divertirnos por ahí cualquier noche, pero lo cierto es que una vez que agote los sitios a visitar típicos de la capital lo de acompañarlas cada vez me parecía algo más apetecible. Entre las compañeras había de todo, separadas, casadas, divorciadas, con novio, sin relación estable en ese momento, modositas, lanzadas, facilitas, jóvenes, menos jóvenes, maduritas... de lo que pudieses pedir había entre ellas.

Yo cuando estaba en EEUU debido a mi situación de jefe, tenía claro que de liarme con cualquiera del trabajo nada de nada, pero aquí al no ser nada más que otro empleado no tenía ese problema, quizá lo de intentar ligarme a alguna para hacer algo en el trabajo como que no o quizá sí, eso confieso que no lo tenía claro aunque solo pensarlo me daba morbo, pero lo de ligarme a alguna para quedar después del trabajo, me resultaba ciertamente apetecible. Desde luego como podéis comprender un santo no era y como me pudiese beneficiar a alguna de mis compañeras pensaba hacerlo.

Había un par de ellas o tres con las que veía posibilidades, ya que era obvio que no les resultaba indiferente del todo a ninguna de esas tres en cuestión. La que más me atraía era Carol, una chiquita separada de unos 33 o 34 años que por lo que sabía tenía un crio pequeño, era morenita, bajita, muy voluptuosa, un pelín rellenita lo que le daba unas más que solidas curvas, con un pecho que se apreciaba duro, duro y un culazo de escándalo, todo un bombón. Desde luego como pudiese me la pensaba trajinar a la mas mínima que me diese pie. De hecho la primera vez que acepte quedar con ellas y con Raúl me asegure de que ella también estaría, ya que era mi principal objetivo, follàrmela, tal cual suena y sin disimulos, quería follàrmela y punto.

Esa noche estuvimos bailando pero sin lograr nada mas de ella, ya que se fue relativamente muy pronto, antes de las doce, ya que según dijo tenía que recoger a su hijo de casa de su madre. Fue mi gozo en un pozo, estuve bailando con varias de mis compañeras, pero desde luego no hubo nada que hacer con ninguna... tampoco lo intente con insistencia, no quería espantarlas, por si acaso se daba alguna que otra ocasión mas adelante con alguna de ellas. Con mis dos vecinas todo iba más o menos igual, de vez en cuando se venían a comer o cenar conmigo a mi casa o me hacían subir a la suya para ello, pero todo en plan buenos amigos nada mas, aunque no os negare tampoco que me encantaría el poder follàrmelas a ambas y que si se diese el caso no dudaría lo más mínimo en hacerlo.

Durante toda la semana mi jefa, Helena, estuvo de lo mas irritable, aunque conmigo no tuvo ningún percance, pero parecía que fuese a morder a alguien de la mala leche que llevaba encima la señora. Estuvo toda la semana en un plan ultra exigente con el trabajo, algo en lo que no tuve el más mínimo problema, ella pedía y yo hacía sin dilación... no la quedo otra que en cierto modo felicitarme por haber mantenido el tipo con sus peticiones... ¿que como lo hizo?, pues dejándome el viernes café encima de mi mesa en un par de ocasiones, digamos que eso era lo más parecido a una felicitación con ella.

Ese mismo fin de semana, el viernes, volví a quedar con algunas de las secretarias y alguna de las chicas de las demás plantas amigas de ellas, incluida el bomboncito de Carol, pero como la vez anterior se tuvo que marchar relativamente pronto una vez más por el tema de su hijo. Pero en esta ocasión antes de que se despidiera de todos, cayeron sobre mí mis adorables vecinitas Alma y Sandra, abrazándome y pegándome dos besazos delante de mis compañeras, Carol incluida, arrastrándome de seguido a la pista de baile tras las oportunas presentaciones. Me dio la impresión de que a Carol no la hizo gracia esto, me pareció que la molesto un poco. No me malinterpretéis por favor, todo esto hablo desde la perspectiva de sexo sin compromiso,  veréis, desde que llegábamos hasta que ella se iba, Carol no se separaba ni medio metro de mi, bailando conmigo y poniéndome a cien, haciéndome desearla con cada movimiento que hacía, creo que Carol se me estaba trabajando poco a poco, lentamente para asegurarse que me esperaría a cuando ella pudiese quedar conmigo para ir más lejos y no la hizo gracia que esas dos llegaran para llevarse a su presa sin el menor esfuerzo, aprovechándose de su trabajo..., por otra parte veía que las demás no intentaban nada conmigo, parecía como si entre ellas tuviesen el acuerdo de no pisarse los ligues o algo así, sinceramente me hizo gracia esa posibilidad.

Estuve bailando con mis dos vecinitas durante bastante rato. Pero no por ello deje de lado a mis compañeras de la oficina. Una de las cosas divertidas que vi es como nos miraban mis compañeras cuando estábamos bailando juntos Alma, Sandra y yo, las dos pegándose a mí como lapas, dándose de vez en cuando el pico entre ellas y dándome también a mi piquitos de vez en cuando. Vi que todas nos miraban con la boca abierta y en el caso de los novios de dos de ellas que nos acompañaban lo hacían con evidente envidia por no ser ellos. Mis dos adorables vecinitas se despidieron de mi a las dos horas más o menos ya que habían quedado con unas amigas, como despedida nos abrazamos, nos metimos sendos besos de tornillo y nos pegamos unos apretones de culo que dejaron a mas de una y uno con la boca abierta por la sorpresa... pensé en que las tendría que invitar a una buena cena por este espectáculo y haberme dejado tan bien delante de mis compañeras de trabajo.

Estuve tras esto tonteando y de risas con una de mis compañeras con la que me pareció que iba a lograr romper esa especie de tregua a la que me réferi antes, una madurita de unos 40 años. Lo tenía todo medio encarrilado para poder irme con ella esa noche a pasármelo bien cuando me jodieron el invento, concretamente uno de los dos chicos que habían ido acompañando a su novia… se cogió un ciego que no veáis… aunque lo cierto es que fue una mezcla de alcohol y dos pastillas que se metió para el cuerpo el anormal.

Digo que era un anormal porque no veáis el coctel de lo que se tomo, primero fue un ciego que parecía que iba camino al coma etílico, cuando se le paso un poco se quedo en un pedo contestón, pero contestón en plan graciosillo, y así le fue al idiota, menudo bocazas... Decidimos que era hora de marcharnos, a mi me toco llevar a Manuel, como se llamaba el bocazas, a su novia, Estela y a su compañera de trabajo Magda. Estela y Magda eran recepcionistas, tenían unos ventipocos añitos muy bien llevados, estaban las dos que rompían, las dos tenían novio, solo que el único que estaba presente era el de Estela… y más le hubiese valido no estar.

Manuel era como un peso muerto que me toco cargar hasta mi coche mientras la pobre Estela iba disculpándose a cada paso por el, por mucho que yo la dijese que no se preocupara que eso le podía pasar a cualquiera. Entre el local y el coche, al darle el aire se ve que se despejo un poco, lo justo como para coordinar mínimamente y serme más fácil de llevar.

Una vez en el coche la buena de Marga tubo la genial idea de comentar sobre mis dos amigas, que eran muy lanzadas, que se me veía muy contento, etc, no creo que os haga mucha falta que os indique por donde iban sus bromas, por lo menos hasta que el tal Manuel abrió la boquita. Le soltó a Marga que no se hiciese la tonta, que había visto como se le ponían los pezones como escarpias al verme bailar con mis dos amigas, y que había estado frotando sus piernas de lo cachonda que debió de ponerse… su novia, Estela, intento hacerle callar como pudo, pero para su desdicha Marga le contesto con muy mala leche…

- Marga : Cómo que a ti no se te empalmo de ver a sus dos amigas…

- Manuel : Ya te digo… (risita de borracho) jijijijiji… me hubiese encantado follarme a esas dos golfas… deben de ser la ostia las dos… jijijiji…

Por el retrovisor mire la cara que ponía Estela tras esta salida de tono de su novio, y no os quiero decir cómo le miro, miedo me daba estar en su pellejo cuando se le pasara el ciego. Aun así la cosa empeoro mucho tras esto, ya que Estela se ve que no pudo reprimirse tras lo que había dicho delante de su amiga, que creo que era lo de menos y de mi, que pienso que la jodío mucho mas al ser la primera vez que nos veíamos…

- Estela : Tendrás tu mucha queja de mi en la cama como para querer ir con esas dos…

- Manuel : No… (Risita de borracho) jijijijiji… pero tu aburres un poquito, te tengo muy vista y esas son zorras nuevas que deben de follar… bufff… jijijijiji….

Llegados a este punto yo ya no sabía muy bien si el tal Manuel era retrasado mental o algo así, además del cebollón que llevaba… porque soltarle algo así a la novia no se le ocurriría ni al más idiota o borracho de los mortales… Marga intento echar un capote y solo la lio más todavía…

- Marga : Estela no le hagas caso, no ves que va borracho perdido…

- Manuel : Oye Marguita… que a ti también te tengo ganas… (otra risita de borracho) jijijijiji… si quieres dejamos a estos dos y nos vamos a follar aprovechando que no está tu novio…  jijijijijijiji…

Vi como Marga apretaba los dientes con fuerza, juraría incluso que le rechinaron, justo igual que los de Estela al oír a su novio decir eso… Permanecieron las dos calladas el resto del viaje, pero Manuel no, el fue incapaz de cerrar su bocaza… siguió explicándonos con pelos y señales lo que les haría a mis dos amigas si las pillara como las debía de pillar yo de vez en cuando por lo que vio… Supongo que no hace falta describiros las caras de Marga y Estela al escucharle, pero sobre todo la que iba poniendo esta ultima a medida que su querido novio iba explayándose con más detalles cada vez, y para empeorarlo cada vez eran más gráficos y los explicaba mejor.

Dejamos primero a Marga en su casa… os podéis creer que el anormal intento salir del coche para irse a casa con Marga y follàrsela según nos estuvo explicando el amablemente cuándo entre su novia y yo lo volvíamos a meter dentro del coche… entenderéis que yo estuviese deseando poder largarlos en su casa y perderlos a los dos de vista, la situación era “incomoda” por decirlo suavemente… Creo que no será ninguna sorpresa si os digo que tenía unas ganas locas de partirle la cara al gilipollas de las narices. Tenía mis serias dudas de que el tal Manuel al día siguiente siguiese teniendo novia, pero que muy serias dudas, podéis creerme.

Ayude a Estela a subir a su novio hasta su casa y a dejarlo en el sofá tirado, le pregunte si quería que la ayudara a acostarlo y me dijo que no, estaba por irme cuando el imbécil tubo otra ocurrencia de flipado, se levanto, se echo encima de su novia por detrás, ya amasándola con fuerza los pechos me dijo que mirara que tetazas tenía su chica, que mientras yo estaría en mi casa disfrutando de mis dos golfas él estaría allí disfrutando de la suya… la cara de Estela fue para enmarcar, se soltó de su abrazo y de un empujón lo tiro sobre el sofá todo lo largo que era, donde por cierto al maromo le dio un ataque medio de risa medio de hipo… Estela me pidió que me quedara un momento y salió del salón… después de esto sucedió una de las cosas más surrealistas que me han pasado en la vida, podéis creerme…

Estela volvió a los pocos minutos con un vaso de leche al que daba vueltas de forma rápida con una cucharilla, después hizo que su novio se lo bebiera, y por la cara que este puso debía de estar asqueroso, a mi pregunta sobre eso ella se encogió de hombros y me dijo que debía de ser por las dos pastillas para dormir que acababa de largarle a su chico. Pregunte que porque de darle esas pastillas si ya estaba medio noqueado, y ella por respuesta me dijo…

- Estela : Se las he dado por esto…

Se agacho ante mí, me bajo la cremallera sacándome la polla, metiéndosela en la boca delante de la cara de su novio que nos miraba, me dio la impresión de que intentaba enfocar sobre lo que hacía su novia por las caras que ponía, sin acabar de verlo muy claro. Estela era toda una mamadora, que forma de succionar, de lamer mi glande, de metérsela por completo hasta la garganta, de acariciar mis testículos aumentando mi placer… llego a colocarse de tal forma que lo que realmente acabe haciendo fue follàrmela por la boca, me gustaría decir que aguante, pero lo cierto es que todo transcurrió en escasos minuto treinta segundos, entre el calentón, lo bien que ella lo hacía y el que su novio estuviese viendo como Estela me ordeñaba... no aguante casi nada.

No veáis el morbazo que me dio cuando al borde del orgasmo maniobro para recuperar el control de la mamada, provoco que me corriera en su boca, reteniendo por completo toda mi corrida para levantarse después rápidamente y besar a su novio, pasándole toda mi lechada a su boca… Este intento escupir, pero Estela le tapo la boca con una mano y la nariz con otra, al pobre no le quedo otra que tragar para no ahogarse… tras esto callo redondo al sofá… sin duda las pastillas acabaron de hacerle efecto… lo cierto es que en esos momento no hubiese sabido decir si se entero de lo que paso delante de él o no.

Después Estela reclamo mi ayuda para mover un espejo de pie que tenía en su habitación, colocándolo delante del sofá, luego vi como sacaba el miembro de su novio y recogiendo de la comisura de los labios del mismo, restos de mi leche, los uso para embadurnarle la polla con ellos, dejándosela toda pringosa de leche. Según me dijo si al día siguiente al despertar recordaba algo, le diría que lo que vio fue a si mismo reflejado en el espejo mientras ella le chupaba la polla, y que después se empeño en besarla sin dejar que se lo tragara…

Tras esto se abrazo a mi besándome, algo a lo que no hice ascos… después de eso me dijo, palabras textuales, que el cornudo dormiría como unas doce horas por las pastillas, que teníamos al menos ocho para follar en su cama tranquilamente sin ser molestados y sin que nadie se enterara de lo que pasara entre los dos. No me hice de rogar y me fui con ella a su habitación mientras nos desnudábamos por el camino, y la verdad es que Estela estaba muchísimo más buena de lo que parecía a simple vista… era todo un bombón que el imbécil de su novio me había puesto en bandeja de plata por no saber beber, o mejor dicho, por no saber ser un buen borracho y ser además todo un experto bocazas.

Nada más llegar a su cama me dedique a devolverla el favor que me hizo en el salón, me metí entre sus piernas lamiéndola el coño, empleando mi lengua, dándola profundos, lentos y húmedos lengüetazos todo a lo largo de la misma, saboreándola, saboreando su humedad… debía de estar tremendamente caliente con todo lo sucedido en el salón, porque se corrió en menos de un par minutos desde que empecé, arqueo su cuerpo, se tenso, emitió toda una serie de gemidos sincopados y se relajo de golpe sobre la cama, quedando laxa.

Tras este orgasmo espere un poquito centrándome en la cara interior de sus muslos, besándoselos, mientras que una de mis manos jugueteaba con sus endurecidos pezones. Dos o tres minutos después volví a jugar con mi lengua sobre su sexo, una vez más empecé con lentos y largos lengüetazos a lo largo de toda su rajita, hasta terminar dándole golpecitos con la puntita de la lengua sobre el clítoris. Cuando vi que estaba a punto de caramelo pose mis labios sobre el mismo, ensalivándolo bien para evitarla molestias, aplicando una suave y continua succión hasta llevarla rápidamente al orgasmo... se corrió dando fuertes culetazos, casi, casi me parte la cara cuando dio el primero, no me lo esperaba y me cazó de lleno en la nariz, afortunadamente solo fue un pelín doloroso.

Tras esto me coloque una gomita subiendo después hasta llegar con mis labios a su cuello, situándome despacio sobre ella, colocándome entre sus piernas, situando mi glande sobre su rajita, frotándolo en ella, introduciendo un poquito el mismo para después retirarlo y seguir con mis movimientos. Llego un momento en que me sujeto con las manos la cabeza mientras cerraba sus piernas sobre mi cintura como un cepo para decirme...

- Estela : Déjate de mierdas y fòllame de una puta vez... métemela ya...

- Yo : Te voy a romper el coño...

Tras decirla eso empuje con fuerza metiéndosela de golpe hasta el mango... No espere a que se acostumbrara a tenerme dentro, sino que enseguida empecé a embestirla con todas mis fuerzas, enseguida sus brazos me rodearon abrazándome, sus gemidos y gritos eran un pelín escandalosos, desde luego sus vecinos debían de tener todo un concierto cada vez que follaba. Continúe embistiéndola con todas mis fuerzas, llego incluso un momento en que tuvo que abandonar su abrazo para usar sus brazos de parapeto con el cabecero de la cama, ya que mis embestidas poco a poco nos iban moviendo hacia arriba y corría el riesgo de incrustarla contra el mismo.

Desde luego estaba sudando como un cerdo debido al esfuerzo por darla tan fuerte, pero desde luego no menos que ella, su cabello también aparecía completamente empapado por el sudor. Estaba ya casi a mi limite cuando nos alcanzo el orgasmo, primero fue ella y enseguida, apenas unos segundos después llego el mío, descargándome en el preservativo. Me quite de encima suyo, tumbándome boca arriba a su lado, quedando uno junto a otro recuperando el ritmo, recuperando el resuello, completamente agotados.

Cinco minutos después de terminar, se incorporo, me estuvo chupando la polla un poquito hasta que esta volvió a ponerse enforna, entonces me coloco otra gomita y se situó sobre mí, empalándose por sí misma con cuidado, despacio, saboreando como mi palo entraba en su interior por segunda vez en la noche. Lentamente empezó a cabalgarme, moviendo sus caderas con suavidad, imprimiéndolas un suave vaivén, apoyando sus manos en mi pecho, empezando a jugar con sus dedos en mis pezones mientras mis manos la masajeaban a ella los pechos.

Poco después retiro mis manos de sus pechos para poder inclinarse con libertar para lamerme mis pezones mientras seguía con su relajado y rítmico movimiento de caderas... mis manos acudieron presurosas a su culito, masajeándola las nalgas con suavidad, dejando Estela escapar varios gemidos al sentir mis manos acariciándola. En menos de cinco minutos volvimos a alcanzar un nuevo orgasmo los dos. Tras esto nos fuimos ambos a la ducha donde estuvimos jugando todavía un poquito más, ella me hizo una mamada, tragándose todo mi semen mientras que yo la hice otra comida de coño, bebiéndome el néctar... tras ello me despedí, baje a la calle llevando en una bolsita los preservativos usados que tire en los cubos de basura, lo hicimos así con fin de no dejar rastros de “nuestra noche”, después me monte en mi coche y enfile rumbo a mi casa.

El sábado mis vecinitas se auto invitaron a comer conmigo, enredándome para salir con ellas por la noche... no sé como lo hicieron pero el caso es que acepte pese a estar muerto de lo de la noche anterior con Estela. Llegue a mi casa a las seis de la mañana y mis queridas vecinas me levantaron de la cama a las once, así que imaginad el cuerpo serrano que tenía yo para fiestas, pero como digo, me la metieron doblada haciéndome aceptar. Pero como esa noche no estaba yo para muchas tonterías decidí que nos fuéramos en taxi los tres.

Estuvimos toda la noche en un local de ambiente, nos reunimos con varias amigas y amigos suyos, desde luego fui un éxito entre sus amigos, por lo que vi les debí de gustar muchísimo. Además que no veáis lo que se rieron todos a mi costa, como dijo una de sus amigas, eran unas cabronas metiendo a un hetero entre toda una colección de gays... en un grupito donde salvo ligar con los chicos no me iba a comer una rosca. Lo cierto es que os puedo asegurar que me divertí muchísimo con todos ellos, quizá porque al tener claro que no había nada que rascar me relaje muchísimo con todo el grupo.

Esa noche tuve una sorpresita la mar de curiosa. Una de las amigas a eso de las dos de la mañana soltó...

- Amiga : Bueno, bueno, bueno... la "leona" ha vuelto a salir de caza...

- Amiga : No jodas... anda pues es verdad, está aquí... ¿qué será lo que cace esta vez, gacela o antílope?, jajajajajaja...

Tras esto todos ellos se echaron a reír, incluidas Alma y Sandra. Evidentemente pregunte sobre eso de "la leona", por lo visto era una chica que solía pasarse de vez en cuando por ciertos locales de ambiente y siempre terminaba saliendo acompañada por alguien, ya fuese hombre o mujer, por lo visto le era indistinto. Mi siguiente pregunta fue obvia...

- Yo : Porque le llaman "la leona"...

- Alma : Porque nadie sabe cómo se llama de verdad...

- Sandra : Se liga a alguien, se llevaba su presa a un hotel... por lo que dicen quienes han estado con ella, allí los devora y hasta siempre...

- Amigo : Si, por lo que sabemos nunca repite presa, por muy atractiva o guapo que sean... siempre elige a alguien diferente y con quien nunca hubiese estado antes...

- Yo : ¿Y quién es la célebre "leona"?... señalármela...

- Amigo : Si estas interesado en probar pierdes el tiempo...

- Alma : Si, hay tortas por irse con ella...

- Amiga : En cuanto entra en algún local es una revolución...

- Yo : Tampoco creo que sea para tanto, ¿no?

- Sandra : De este local te garantizo que el 90% de los que estamos, y nos incluyo a Alma y a mi (Alma asintió), nos iríamos con ella sin dudarlo...

- Amigo : Yo soy total, definitiva y absolutamente gay, solo me atraen los tíos, y te aseguro que si ella me señalara me iría tras ella moviendo la cola como un perrito...

No os digo las carcajadas tras esta salida del gachó. Lo cierto es que me estuvieron informando de todos los rumores que sobre ella corrían. Siempre se iba a la casa de su presa o a un hotel, pero por lo que sabían jamás de los jamases Nadia había ido a casa de ella. Estuvieron hablando de ella, contando anécdotas y rumores durante casi media hora, justo hasta que Alma me la señalo...

- Alma : Miguel... querías saber quién era, ¿no?, pues mírala, es la que sale ahora, la que lleva a la chica de la mano... la morena… en la puerta...

Me gire para ver a la célebre leona, y casi me quedo con la boca abierta con lo que vi. Era una morenaza de escándalo, estaba de muerte, pero el shock no fue la leona, sino la mujer que le acompañaba... esa mujer era Helena, mi terrible jefa... Increíble, mi jefa en un local de ambiente y con la célebre Leona, que se la iba a comer enterita esa misma noche, os juro que por un instante me costó trabajo el poder procesarlo mínimamente.

CONTINUARA.