Tiempo de libertad 15 - Fin
Tras mi fulgurante despido, el amigo Rodrigo amablemente se despide de mi en la Empresa. Llego a mi casa donde me espera Helena para darme ciertas explicaciones. Por fin me toca darle explicaciones a Helena aunque lo hago a mi modo, con el consiguiente cabreo por su parte
TIEMPO DE LIBERTAD – 15
Fue de lo más divertido del mundo la que me exploto en la cara, esa tarde Helena se fue antes, apenas media hora después fue cuando paso todo. Me volvieron a llamar del despacho del jefe de Personal, allí esta vez junto a él, estaba también el Sr. López y el caballeroso Sr. Rodrigo. Según me dijeron, Helena había recibido una importante oferta del grupo Americano con el que iban a negociar para que trabajase para ellos, por lo que había sido despedida de forma fulgurante, y yo como secretario suyo de confianza iba justo detrás en el paquete. Me dejaron perplejo por completo, ya que eso si que era algo que no me esperaba para nada... lo peor vino después, cuando hablo Rodriguito conmigo al quedarnos a solas, ya que salió tras de mí para poder reírse a mí costa, amenazarme y restregármelo por la cara... creedme que más le hubiese valido estarse calladito, el caballero era todo un bocazas...
- Rodrigo : Bueno, bueno... quien tenemos aquí, el súper novio de pega de la amiga de mí ex prometida... resulta que solo eres un miserable secretario de tres al cuarto...
- Miguel: ¿Como dices?
- Rodrigo : No te hagas el tonto, que se perfectamente quien eres... Miguel... sé que fuiste uno de los que te follaste a la puta de mí ex durante la fiesta de mí compromiso... y créeme que me las vas a pagar, te voy a hacer la vida imposible, me voy a asegurar que no vuelvas a conseguir ningún trabajo de cierto nivel... como no te dediques a lavar coches desde mañana... te vas a morir de hambre...
- Miguel: Sabes que me alegra que me hayas explicado esto tan amablemente... así no tendré escrúpulos tontos cuando me encargue de ti y de tus amiguitos, algo de lo que como tú dices, me pienso ocupar de hacer personalmente… además, me voy a tomar la molestia de hacerlo en tu honor. Por cierto, sabes una cosa... me encanto follarme a la puta de tu prometida... espero que no te costase mucho que te serraran los cuernos que te pusimos con ella...
- Rodrigo : (Cerro los puños con fuerza, pareció que se iba a arrancar contra mí pero se controlo) No pienso intentar pegarte... puedes decir lo que quieras, hijo de puta...
- Miguel: (Solté la carcajada) Que lastima, y yo que pensaba hundirte si me llegas a poner una sola mano encima... o quizá me hubiese gustado más partirte la cara… otra vez será cornudo... adiós, y cuidado con los cercos de las puertas, que no te los serraron bien y lo mismo te rozas en alguno al pasar... o eso, o es que tu nueva novia te los está volviendo a poner... puede que incluso otra vez conmigo... dala recuerdos de mi parte, cornudo... Muuuuuuu… (Me retire soltando tras el mugido una carcajada que vi que le llego al alma)
Vi como se quedaba allí parado, mirándome con cara de odio. Salí de allí, pase por mí mesa para recoger todas mis cosas, había uno de seguridad allí esperando para acompañarme después amablemente a la salida, también para retirar mí pase al edificio y al parking del mismo. Me despedí no obstante de todas mis compañeras, de Carol, de Estela... en fin, de todos y todas con los que había hecho buenas migas en todo el tiempo que estuve allí trabajando. Nada más salir del aparcamiento con el coche puse rumbo directo a casa de Helena, encontrándome con el chasco de que no estaba allí, y por la trazas no tenía pensado ir posiblemente ese día. Le llame al móvil y este aparecía como apagado o fuera de cobertura... os juro que se me llevaban los demonios.
Para mí sorpresa cuando llegue a mí casa, al aparcar lo hice junto al coche de Helena, que estaba aparcado junto a mí Mustang. Comprobé que no se hubiese movido la funda que lo cubría, más que nada por si acaso a Helena le hubiese dado por mirarlo, aunque no tenía porque saber que era mío, pero su matrícula americana... en fin, que mejor curarse en salud y evitarse luego sorpresas desagradables cuando discutiese con ella, porque estaba segurísimo de que íbamos a discutir los dos.
Cuando entre en casa me la encontré sentada en el sofá, me pareció que me estaba esperando completamente preparada para intentar calmarme o quizá intentar “manejarme” para que no saltase todo lo que teníamos por los aires, ya que solo llevaba una camiseta larga mia y sus braguitas por lo que vi. Estaba tensa a más no poder... supuse que ya sabía lo que había pasado conmigo... pensé que lo mismo la habían llamado también a ella para darla la patada en el culo... Antes de que pudiese decir nada de nada empezó a hablar...
- Helena : Creo que tengo que explicarte algunas cosas... te debo también una disculpa por haberte costado tu trabajo... por favor, me gustaría que me escuchases sin interrumpirme, luego me podrás decir lo que quieras... (Tenía los ojos brillantes, como si estuviese a punto de llorar… aunque reconozco que estaba de lo más sexy, me parecía una “pantera” desvalida)
Entonces empezó a hablar sobre lo que pasaba. Por lo visto cuando mí hermana y mi cuñado la invitaron a cenar en la primera reunión, justo el día antes de que nosotros cenásemos juntos, debieron de estar tanteándola sobre ella, sobre su vida personal y situación familiar en el sentido de como de atada estaba a todo eso, sobre sus expectativas de trabajo, sobre su disponibilidad a moverse de allí, y me refiero a cambiar incluso de país llegado el caso. También sobre el gran trabajo que había echo para la reunión, lo que la llevo a hablarles de mi colaboración poniéndome por las nubes, según me conto estuvieron bastante rato hablando sobre mi y sobre su trabajo en la entidad. Obviamente no le hizo falta ser ningún lince para darse cuenta de que mí hermana y cuñado la tenían en mente para algo, por lo que me dijo, hacia unos días, antes de aquella conversación sobre bodas que tanto me extraño, mi hermana la llamo para hacerle una oferta de trabajo que no podía rechazar de ningún modo.
Me dijo el puesto que mi hermana le había ofrecido en la empresa. Conocía bien toda la estructura de nuestras empresas y la de los suegros de Susan, por su puesto también conocía ese puesto y a quien actualmente lo ocupaba. La persona que ahora estaba en él se iba a jubilar muy pronto, porque lo que era una buena idea ir buscando un sustituto y que el mismo lo guiara y preparara para sustituirle. Que el mismo fuese quien lo instruyese explicándole todo lo referente al trabajo, responsabilidades y lo que se esperaría de él, o ella. El problema aquí… o mejor dicho, aquí existían varios problemas, el primero es que aunque ciertamente Helena fuese la persona idónea para ese puesto sin el menor género de dudas... no hacía ninguna falta acudir a España para contratar a alguien, en EEUU no había cientos de personas, sino miles tan preparadas y capaces como Helena para desempeñar ese puesto.
Helena evidentemente no dudaría en aceptarlo, para su carrera era un salto cualitativo enorme, además era un salto a un sitio donde todavía le quedarían muchos peldaños por poder escalar para su carrera y llegar más alto de lo que lo haría en su actual sitio. Sabía o a esas alturas creía saber que ella no dudaría tampoco en irse a los EEUU con los ojos cerrados por una oportunidad como esa que le habían colocado delante de las narices, ya me había encargado yo también de ir tanteándola… aun habiéndolo hecho de forma inconsciente. El problema de esto, es que no veía el porqué de ello, esa contratación no era necesaria en la forma en que se había hecho, y mi hermana Susan, "no hacia cosas innecesarias", pero había sido precisamente ella misma quien le hizo la oferta a Helena, no Robert que sabía que si podría estar dentro de su estilo. Pensé que lo único que podía hacer que esta situación tuviese sentido es añadirme a mí a la ecuación, y solo en el caso de que Helena como mujer pudiese arrastrarme con ella de regreso a los EEUU cerca de la familia... o en todo caso, al menos un paso más cerca de ellos, lo que significaría que Susan conocía de sobra mi relación con Helena, posiblemente desde el primer momento que estuvo en España para la reunión inicial (aunque como ya explique en su momento, de los detalles sobre ello me enteraría posteriormente).
El segundo problema de todo esto era lo que nos había pasado a los dos… ¿Cómo demonios se habían podido enterar de la tentadora oferta hecha a Helena?, además casualmente justo en el momento preciso de la negociación y tras descubrirse que estábamos los dos juntos. Tenía una pero que muy seria sospecha de que todo hubiese sido orquestado por Susan para hacerme volver a EEUU con la familia usando para ello a Helena, de quien quisiese o no, posiblemente estuviese ya enamorado hasta las trancas. Y eso desde luego sí que encajaba con mi hermana, eso sí que sería algo que ella haría con vistas a lograr otro objetivo a la vez. Por una lado lograba conseguir alguien capaz con quien cubrir el puesto momentáneamente, excelente sitio además para probar las capacidades reales de Helena sin que pudiese hacer daño de ser solo una inútil, y el objetivo principal, llevar de regreso a su hermanito..., pero aun así y todo, algo me faltaba en todo esto, era imposible que todo fuese tan… tan “sencillo”, pues menuda bruja que era Susan...
- Miguel: Que más...
- Helena : No te entiendo...
- Miguel: Que me digas que más te dijeron, que condiciones te pusieron para ello, o que comentarios te hicieron... (Vi como se ponía colorada y desviaba la vista)
- Helena : Nada, solo fue una tontería...
- Miguel: Helena mírame... te han hecho una oferta en plena negociación que me ha costado el trabajo, y por si todavía no te has dado cuenta, también te ha costado a ti el tuyo... además querrás que te explique cosas sobre mí y lo que te escondo, ¿o no?
- Helena :(Me miro completamente perpleja sin saber a donde quería llegar) Si claro, sigo queriendo que me expliques, pero después de esto...
- Miguel: Vale, trato hecho, yo te intentare explicar de la mejor forma que pueda después de esto. Entonces dime por favor que fue lo que te comentaron o te dijeron, además quiero que me especifiques detenidamente la oferta que te hicieron...
Una Helena colorada como un tomate me dijo que el marido de ella (por Susan) la dijo que nos habían visto a los dos la noche que salimos a cenar, la que ella me invito, justo al día siguiente de haber cenado con ellos… Además también nos debía de haber visto alguien cuando estuvimos en Toledo antes de todo este lio, pero según Helena nos debieron de confundir con novios o algo así, porque él la dijo en esta última vez que se vieron, cuando la hicieron decididamente la oferta en firme apremiándola para que aceptara… que incluso podrían encontrar trabajo para su novio. Eso me lo termino por confirmar, Susan andaba detrás de todo esto.
Según le explico Susan la familia de ambos era muy conservadora, de modo que una joven como ella con novio, o comprometida, ganaría muchos enteros en la empresa para su carrera. Tal y como se lo dijeron Helena asumió que de saber que yo solo era su amante podría suponer que la oferta no siguiese adelante, por lo visto ese fue el motivo de aquella ristra de preguntas que me hizo... lo peor fue que por sorpresa me soltó a bocajarro mientras trataba de digerir todo esto sin empezar a soltar por mi boquita mentando a mi hermana, a mi cuñado, a mi hermano, a mis primos y a toda mi puñetera familia... junto con la familia política de mi hermana, que seguro que de saberlo contaría con su total beneplácito si así lograban hacerme regresar al redil…
- Helena : ¿Te vendrías conmigo a EEUU? ¿Querrías seguir conmigo Miguel?
- Miguel: (Decidí ir desde ya poniendo los puntos sobre las íes entre ambos, pero con calma y sin apretarla para no fastidiarla) ¿Solo como secretario, o también como algo más?
- Helena : (Vi que tragaba saliva) Mira Miguel, se que dijimos que no pasaría, pero lo cierto es que me he enamorado de ti... quiero que te vengas conmigo, seguro que trabajarías conmigo, y si no quieres que trabajemos juntos algo encontraras, tú vales mucho... por favor...
- Miguel: ¿Si digo que no, te iras de todos modos?... y por favor, quiero una respuesta sincera.
- Helena : (Bajo los ojos) Si, si sigue la oferta en pie, si… lo siento, ya te dije que mí carrera era lo primero... te quiero Miguel, te lo juro, pero... mi carrera... es... pero pese a todo te quiero conmigo… (Vi como una lágrima le cayó de cada uno de sus preciosos ojos)
- Miguel: Vale, de acuerdo, me iré contigo si decides irte, pero antes creo que es mejor que...
- Helena : (Me corto en el acto, me salto a los brazos y no me dejo volver a decir nada) Mira Miguel, no te preocupes por nada, vale... si quieres incluso nos podemos casar de verdad, de eso modo te aseguras de que no te este utilizando, de divorciarnos tendrías derecho a la mitad de lo que gane... y...
- Miguel : (Tuve que apartarle y ponerle una mano en la boca para poder interrumpirla) No, por favor, déjame hablar Helena… esto es serio, más de lo que crees… por favor… (Retire mi mano de sus labios)
- Helena : Vale, sigue… dime lo que quieres… (Estaba tensísima)
- Miguel : Te digo desde ya mismo que si nos casáramos tendríamos que hacer separación de bienes, mi familia nunca me permitiría casarme sin ese requisito previo, eso es algo que todos nosotros hacemos siempre... Helena creo que hay bastantes cosas que deberías de saber... te recuerdo que te dije que mi familia tenía dinero…
- Helena : (Volvió a cortarme en seco) No te preocupes, ya me lo explicaras, pero ahora debemos de vestirnos para irnos de cena... te acuerdas de las dos personas que te hable que fueron a negociar...
- Miguel: Si, el matrimonio que me dijiste, ¿no?
- Helena : Si, se llaman Susan y Robert, supongo que los conocerás aunque solo sea de vista, ya que eran tus antiguos jefes por lo que deduje cuando me contaste que trabajaste para su familia... veras, me invitaron a cenar esta noche, bueno, a mí y a mí novio si este también aceptaba irse conmigo a EEUU... esta noche en esa cena era cuando debía de darles mí respuesta... (Salió corriendo con intención según dijo de vestirse, apremiándome para que hiciese lo mismo)
- Miguel: (Suspire, menudo susto que se iba a llevar la pobre) De acuerdo, vamos a vestirnos para ir a la cena... supongo que es... (Dije el nombre del hotel donde sabía que estarían los dos alojados con mis primos y mi hermano Patrick, me enfade al saber de este modo que Susan junto con Robert ya estaban en España y no me habían dicho ni media)
No os digo la cara con que me miro Helena, se paró en seco… volviéndose hacia mí para hacerlo, su primera pregunta fue que como lo sabía, yo la dije como ella misma me había dicho, trabaje con ellos que no para ellos… y algo más que eso, por lo que sabía donde irían con casi toda seguridad, me dio la impresión de que no quedo muy convencida con la explicación, pero tampoco le dio más vueltas… ni se entero de mi matización y eso que fue de lo más directa, lo que me dejo a las claras lo turbada que se encontraba la pobre. Por mi parte empezaba a darme cuenta que mi hermanita no solo me quería de regreso en EEUU con ella, sino de regreso y con futura esposa incluida… me acorde de Susan de muchas formas nada agradables, para ser sinceros.
Se fue a mi habitación a ponerse el vestido que había llevado mientras que yo me ponía mí ropa allí con ella. Vi en sus ojos mientras me vestía como al verme con esas ropas que regresaban a su mente todas las preguntas que no le había contestado sobre ellas y sobre mi... no pudo evitar preguntarme, respondiéndola yo que no se preocupase por la ropa, que en unos minutos se preocuparía de otra cosa mucho más grande... vi que pensaba en la reunión con mi hermana, sonreí para mí sabiendo que mucho antes de eso se iba a llevar una nueva sorpresa, además algo que había tenido delante de los morros todas las veces que había ido a verme a mí casa. Pensé que ya veríamos como se lo tomaba.
Bajamos al parking para coger el coche e ir a la cena con los "Americanos". Cuando Helena con su precioso traje de noche abrió su coche, para su sorpresa la dije que no se molestara, que iríamos en el mío.
- Helena : Perdona Miguel, pero creo que lo más oportuno seria ir con mí coche, no te ofendas, pero es bastante mejor que el tuyo, dará mejor imagen y eso es algo que nos interesa, de modo que no está demás ir con el mejor de los dos.
- Miguel: Perfecto, opino como tú, lo mejor es ir con el que mejor sea de los tres...
- Helena : ¿Que tres?
- Miguel: Pues evidentemente hablo de los coches disponibles, el tuyo, el mío que ya conoces o el que me traje conmigo de EEUU y que está aquí mismo. Ayúdame a quitar la funda que lo cubre anda...
De reojo vi la cara que ponía cuando bajo la lona apareció el Mustang, sabía que ella era una gran aficionada a los coches porque se compraba todas las revistas dedicadas a ellos que podía, era algo que la entusiasmaba, también sabia por eso que no le costaría nada reconocer la marca y el modelo del vehículo que aparecería bajo la funda. Helena no dijo ni media, pero tenía los dientes apretados y respiraba con cierta rapidez debido al cabreo monumental que estaba empezando a tener. Cuando nos montamos y arranque oí perfectamente como sus dientes rechinaron... No me lo esperaba, pero sin duda debía de haber notado también que este coche tampoco era uno normal de la serie.
- Helena : ¿Quien coño eres? ¿Y esta vez sí que espero un puta respuesta por tu parte Miguel? (Suspire al oírla, ahora sí que estaba enfadadísima)
- Miguel: No te pongas así, este coche tampoco es para tanto... no cuesta tampoco... (Intente colársela, pese a todo, pero me corto en seco, las aletas de su nariz se movían violentamente con la respiración, señal de lo enfadada que estaba)
- Helena : No me tomes más por imbécil... ¿quieres? Se perfectamente que coche es este, es un Mustang Shelby Cobra, también tengo una idea aproximada de lo que vale más o menos, este es el más alto de su gama y por otro lado me parece que está preparado... no es normal lo que ha hecho cuando has arrancado... ese retemblar y ese sonido que hace el motor al acelerarlo no es normal tampoco...
- Miguel: Tienes razón en todo, es el más alto de la gama... y si, también tienes razón, este coche está preparado, o trucado, como quieras llamarlo... y por si te interesa fue un regalo que me hicieron mí hermana y mi hermano... Recuerda que te dije que mi familia tiene dinero, lo que no fue demasiado exacto… lo cierto es que mi familia tiene muchísimo dinero… mas del que ahora mismo puedas suponer…
- Helena : Joder, lo que me faltaba por saber en este preciso momento, ahora respóndeme y no te vayas por las ramas, ¿quién coño eres tú?
- Miguel: Ten un poco de paciencia y enseguida tendrás tus respuestas... no te preocupes que para mañana ya lo sabrás todo sobre mi... todo sin faltar nada, por favor, ten paciencia, ¿sí?
- Helena : ¿Me queda otra opción?
- Miguel: No, lo cierto es que no... Salvo que te quieras tirar en marcha del coche ahora mismo… porque no pienso detenerme para que te bajes y te vayas… (vi que se le escapaba una leve sonrisita al oírme decir eso pese a su más que evidente enfado conmigo)
- Helena : Pero que te quede claro que antes de mañana quiero respuestas en serio, sin trucos, sin dejarte nada en el tintero y sin que te intentes escabullir... ¿está claro?
- Miguel: Como el agua Helena, claro como el agua.... Ahora te diré algo que no pensé que me atrevería a decirte tan pronto… te quiero ¿sabes?.. Estoy enamorado de ti…
- Helena : Y yo de ti, yo también estoy enamorada de ti… me guste en este momento estarlo o no, pero créeme que ni esta es forma de que te me declares, ni ahora mismo es el mejor tema a tratar, créeme, casi mejor que esperemos a hablar de ello después de que tú te "liberes" del peso de llevar encima tanto secreto... ¿me captas? (Su cabreo ciertamente era considerable, y me parece que mi declaración de amor no ayudo a calmarla precisamente)
- Miguel: Con toda claridad "amor", te capto con toda claridad...
- Helena : Eso espero "mi vida"...
No os hacéis una idea del tono que empleamos en esas últimas frases antes de callarnos hasta que llegamos al restaurante. Vi de reojo como Helena, pese al cabreo que llevaba, miraba con evidente interés todo el interior del coche, incluso como algunas veces cerraba los ojos para sentir la potencia oculta del coche al arrancar en los semáforos. Para congraciarme un poco con ella lo hubiese tenido fácil, solo tenía que haberla dejado conducir el Mustang hasta el restaurante, pero sabía que esa condescendencia con ella posiblemente después de lo que descubriría allí..., estaba seguro que sería peor el remedio que la enfermedad, sobre todo tras mi poca afortunada declaración de intenciones.
Cuando llegamos Helena pregunto a la entrada del restaurante por mí hermana, el maître nos guio hasta allí... Según nos acercábamos a la mesa vi que en esta estaba mí hermana, mi cuñado, mi hermano, mi primo y mis primas, vamos todos los que iban a representar a la familia en las negociaciones la semana siguiente… mi hermana aparentaba estar tranquila del todo, no así los demás que se removieron inquietos cuando me vieron la cara de pocos amigos que llevaba. Cuando llegamos a la mesa todos se levantaron para recibirnos, Helena se apresuro a intentar presentarme a los “americanos”, no se lo permití... A media que empecé a hablar la cara de Helena iba mostrando cada vez un mayor asombro… más el correspondiente aumento de su cabreo conmigo.
- Miguel: Sentaos todos y empezad a decirme quien es el que ha estado jugando a meterse en mí vida y la de Helena, aquí presente… Quiero saberlo ya mismo... (Mire a mis primos y a mí hermano Patrick, sabiendo de sobra que no había sido ninguno de ellos)
- Patrick : Yo no he hecho nada te lo juro... a mí no me mires...
- Prima : Y a nosotros tampoco... no sabemos de que hablas... de verdad Michael...
- Robert : Esto no ha sido, ni cosa, ni idea mia, créeme…
- Miguel: ¿Susan?
- Susan : Sabes una cosa hermanito, sigues teniendo tan mal humor como siempre, pero aun así sabes que te quiero ¿verdad?
- Miguel: Es decir, que tal y como ya me suponía… todo este enredo es cosa tuya, ¿no?
- Helena : (No pudo más y exploto, aunque hablo en todo bajo y medio mordiéndose los labios para no gritar) ¿Pero qué pasa aquí? ¿Cómo que hermano? ¿Miguel?
- Miguel: (Saque de mí cartera una tarjeta de crédito que reconoció al instante, vi como la cogía con las manos temblorosas y miraba su número) La cuenta que llevabas y que te quisieron quitar en realidad es mia, la gestiona mí familia, de la que son parte todos los aquí presentes... Recuerdas que me contaste que el hermano mayor de Susan gano en dos años y medio casi cien millones de dólares, ¿que casi era una leyenda en tu mundillo?... pues ese soy yo… te presento a mi familia, como te dije antes… no fui muy exacto contigo que digamos al hablarte de mi familia… (Pude oír perfectamente como le rechinaron los dientes)
Empecé a presentarles a todos como tales, con el nombre y parentesco de cada uno, mientras que veía como Helena intentaba asimilar todo aquello como buenamente podía. La conocía lo suficiente a estas alturas, mención aparte del constante rechinar de dientes, como para saber lo enfadada que estaba conmigo por todo lo que le había ocultado... también era consciente de que estaba a punto de mandarme a tomar por culo con todas las letras, que al menor patinazo de alguien allí perdería a Helena, posiblemente para siempre. La mejor solución seria sin duda darla explicaciones, y contra antes mejor...
La ventaja es que tal y como había supuesto desde el principio al moverme como lo había hecho, esto le había pillado tan a traspiés que no creo que supiera muy bien por donde tirar. Otra cosa con lo que había contado y me había salido aparentemente bien de momento, es que gracias a dios era tan profesional en todos los sentidos y estaba tan centrada en su carrera, que pese a todo jamás se permitiría ella misma tampoco un patinazo, precisamente por su carrera… algo estúpido si queréis dada la situación, pero a mí me venía de perlas para tratar de arreglarlo lo más posible y darme un margen de maniobra con ella, o más bien ahora ante ella, antes de joderla del todo.
- Miguel: Vale Susan, te importa explicarme a que viene todo esto con Helena...
- Susan : Antes de nada, veo que los dos lleváis anillos de compromiso... ¿eso significa que lo estáis?
- Helena : Si, eso mismo, pero tu hermano te ha hecho una pregunta... (Su voz era fría, además la había tuteado sin el menor miramiento, me alegre de ello, por lo menos se había posicionado claramente de mí lado en todo esto en lugar de permanecer a la expectativa, y vi que también se estaba recuperando de la sorpresa a marchas forzadas, algo que vi que hizo que mi hermanita querida sonriera ladinamente)
- Susan : Bien, eso era justo lo que pretendía, que mí hermano se lanzara a por ti si veía que te podía perder...
- Miguel: Susan, Susan... estas jugando con fuego... y soy capaz de usar el extintor para darte con él en la cabeza después de todo lo que has liado…
- Susan : Ya lo sé, se que estarás mas que enfadado, pero teníamos que hacer algo para que vuelvas a casa Michael... perdón, Miguel... Sabes que todos los aquí presentes queremos que regreses con nosotros, incluidos en ese todos, también el resto de la familia... y ella es la clave para ello, te guste o no, nos guste ella a los demás o no… claramente tu regreso pasa por ella…
- Helena : Pero que... (La cogí por la mano apretándosela, pidiéndola que me dejase a mí, algo que para mí sorpresa acepto, se cayó sin más)
- Miguel: Te das cuenta que has jugado con ella, con su trabajo, con su vida y que ahora estás diciendo también que no os cae bien, que... (Susan me corto)
- Susan : No he dicho eso, no intentes cambiar mis palabras para escabullirte que te conozco. Lo que he dicho, es que independientemente de cómo nos caiga de bien o de mal, ella es la clave para lograr que regreses. Sinceramente, te diré que no nos cae nada mal, a mí personalmente es todo lo contrario, me encantaría que fuese mi cuñada... (Sonrió con malicia al mirarme) Es perfecta para ti, la creo muy capaz de tenerte controlado y que no te desmadres a su lado ni media. Aunque sobre su trabajo todavía tendrá que demostrar como es y lo que vale para poder unirse a nosotros como una más...
- Miguel: Te veo muy segura hermanita...
- Susan : Lo estoy, estoy completamente segura que ella misma querrá hacerlo así, no me cabe la menor duda, tampoco de que será la primera en ser consciente de su situación... créeme si te digo que opino... bueno, opinamos en general que es perfecta para ti y para la empresa, es perfecta, no podías haber encontrado a nadie mejor ni por casualidad... los demás se limitaron a asentir…
- Helena : ¿A qué te refieres?
- Patrick : Mira cuñada, eso mejor que te lo explique mí hermano cuando estéis a solas...
- Helena : ¿Qué pasa, que teméis que monte algún espectáculo?
- Patrick : (Soltó una carcajada) No, lo cierto es que no tememos que nos lo montes a nosotros, pero particularmente te diré que sí que espero… (Sonrió con malicia al corregirse, dejándonos claro a ambos como estaban las opiniones sobre nosotros dos) Que esperamos que le montes a él un buen expolio en cuanto estéis a solas, tampoco dudo que después de eso le pondrás a mí hermanito los puntos sobre las íes… o al menos que lo intentes, porque a estas alturas creo que ya sabrás lo “difícil” que es eso con el sin que se te escape por entre los dedos…
- Susan : Por mi parte espero que le hagas sufrir mucho antes de que le perdones… que se tenga que esforzar mucho contigo…
- Miguel : Podéis seguir si queréis por ese camino… me da igual, el cabreo no se me va a pasar por ello, ni le pienso permitir a ella que se le pase tampoco por esto… además eso es cosa particular de ambos… ¿Queda claro para todos?
Decidimos dejarlo de momento, Susan le dijo a Helena que no se preocupara por ese puesto, que dado que se terminaría casando conmigo ese puesto solo se lo había mostrado para hacerla picar, pero que se preparara porque lo que la esperaba conmigo sería mucho peor que eso, también mucho más elevado que eso, pero que ya vería, ya. La cena transcurrió sin más novedades, todo cordialidad por parte de helena y mi familia, parecían llevarse muy, muy bien... por lo menos hasta el momento de irnos cada uno por su lado... mi hermanita Susan me deseo suerte, porque según ella veía a Helena con unas enormes ganas de pillarme a solas... Helena le siguió la corriente y la dijo que ni lo dudara, que tenía ganas de pillarme primero para ponerme a caer de un burro y después para que hiciese que me perdonara... y guiño un ojo a mí hermana que se marcho riéndose a carcajadas tras abrazar a mí flamante prometida. Estábamos en el coche de camino a mí casa cuando empezó a preguntar...
- Helena : ¿A que se refería tu hermana con lo de mí situación?
- Miguel: En parte se refería a algo que siempre le decía sobre mí mujer ideal cuando me preguntaba por ella. Susan ha sido siempre mí ojito derecho y la persona con la que tengo más confianza... (Aunque no dije que eso también significaba para ella el que no quisiese verme lejos de su lado ni por asomo, principal motivo de todo este desastre por mucho que dijese)
- Helena : (Muy seria) ¿Y cómo es tu mujer ideal según tu?
- Miguel: Por increíble que parezca exactamente como tú, igual, o al menos muy parecía. Alguien capaz de trabajar conmigo codo con codo, un tiburón para los negocios, una autentica arpía en ellos. También alguien que me quiera y sea toda una puta en la cama, alguien a quien le guste el sexo tanto como a mí... que no la importe llegar cansada de vez en cuando y aun así ser capaz de ponerse a follar conmigo como una loba en celo... realmente conocerte fue un shock para mi… (en tono de recochineo) por lo menos lo fue cuando logre desenmarañar tus múltiples personalidades…
- Helena . (Me dio un golpecito para de dejase las bromas de lado) No sé si enfadarme por la descripción o alegrarme de ella, no sé si es buena o mala, de verdad. Sobre eso de trabajar contigo...
- Miguel: Veras, el puesto que te ofrecieron es un buen sitio por donde comenzar a trabajar y conocer la empresa de la familia a fondo, te permitirá eso, te permitirá integrarte, nos permitirá evaluarte y te dará tiempo para adaptarte con tranquilidad… además su actual ocupante es uno de los mejores en su campo, su guía te será muy valiosa para ir conociendo la empresa y la forma de hacer las cosas en ella. Ten encuentra que al casarte conmigo mí intención es que también te incorpores con nosotros a su dirección... pero solo si vales, sino sirves para ello o no das la talla, lo siento pero no podrás estar allí. Para mí familia los negocios son sagrados y la familia de cada uno va aparte de ellos... si vales, vales, sino no dudan en sacarte de ellos por las buenas, si insiste en quedarte, entonces lo hacen de una patada en el culo… en este caso, el encargado de dártela seria yo, bien como tu marido, bien como tu prometido… aunque nos costase la relación…
- Helena : Te refieres a estar en la dirección general de vuestras empresas, ¿a estar en todo lo alto?
- Miguel: Eso es justamente, a estar en todo lo alto... pero quiero que tengas clara una cosa, eso solo será si das la talla para ello, para llegar allí vas a tener que sudar sangre, aun siendo tan buena como eres... Te garantizo que puedes hacerlo, tienes madera para ello, pero tendrás que ser todavía mejor, bastante mejor de lo que ahora eres... yo te ayudare en todo lo que pueda, pero quiero que sepas que si tú en la oficina como jefa tenias fama de ser una hija de puta, realmente a mí lado trabajando eras como la madre Teresa de Calcuta... y yo seré quien este esta vez por encima de ti hasta que te pongas al día con todo… también que si no vales no me temblara la mano por mucho que te quiera… una cosa es nuestra vida privada y otra el trabajo…
- Helena : Todo eso ya lo suponía… más o menos así, yo hago igual, y lo sabes, de modo que no tengo que objetar a algo como eso, ¿algo más…?
- Miguel: (Socarronamente le dije lo que ella cuando decidimos ser amantes) El que este enamorado de ti o no, no influirá para nada en mí forma de tratarte. (Me puse serio) Piénsatelo bien antes de aceptar ser mí mujer, porque eso que te dije sobre mi mujer ideal es lo que espero de ti...
- Helena : Yo no he dicho que me vaya a casar contigo…
- Miguel: (Le cogí de la mano mostrándola el anillo en su dedo) Pues esto dice otra cosa distinta…
Vi como los ojos de Helena brillaban de puro placer, le acababa de ofrecer aquello a donde ella quería llegar, solo que mucho más rápido y más alto de lo que nunca soñó... pero también vi las dudas que tenía sobre mí a ese respecto, como si fuese demasiado bueno para ser verdad. Creo que lo que la decidió del todo a aceptar seguir conmigo, fue el hecho de decirla que pese a todo la quería, que si prefería dejar los negocios para estar en casa o hacer otras cosas lo entendería y aceptaría... pienso que fue en ese momento cuando se dio cuenta de que todo lo que le había dicho era en serio… que realmente le estaba ofreciendo todo con lo que ella debía de haber estado soñando… y esto era la más pura realidad, no ningún sueño.
Lo bueno de toda esta conversación es que cuando entramos en mí casa, a quien llevaba a mí lado ya no era Helena, sino la Leona. Salto sobre mí nada más cerrar la puerta, nos desnudamos medio arrancándonos la ropa, no hubo ni prolegómenos, ni caricias, ni leches... la pegue contra la pared, le levante una de las piernas dejando su coño franco para mí polla. Entonces coloque la punta de la polla en su entrada y de un solo golpe se la metí hasta el fondo, aquello parecía el horno de una fundición... estaba al rojo vivo.
Estuve empujando durante bastante tiempo, poco a poco la Leona se iba poniendo más agresiva, se abrazo a mí cuello con fuerza, subió sus piernas engarfiándose a mí cintura, quedando pegada contra la pared con la cintura un poco hacia adelante, ofreciendo así una mejor posición para las penetraciones... mis embestidas la empotraban contra la pared sin piedad mientras sus uñas empezaban a enterrarse en mí espalda, contra más fuerte la daba más se enterraban sus uñas, y el dolorcillo hacia que le diese aun con más fuerza como en un circulo vicioso. Solo unos pocos minutos después nos corrimos ambos prácticamente a la vez. La deje bajar de mí cintura y ambos nos sentamos en el suelo jadeantes, casi sin resuello. Cuando nos levantamos nos fuimos comiéndonos a besos directos a mí cama.
En ella lo primero que hice fue derribarla sobre ella y lanzarme a comerla el coño, use todo lo que sabía para lograr que se corriera como un grifo... use mí lengua hasta casi dejarla completamente entumecida. Moví mí lengua usándola todo a lo largo de su coño, incordiándola también un poco con ella también en su culito. Al final tuve que recurrir a torturarla un poco el clítoris para conseguir que alcanzara sus sonoros orgasmos. Después de eso fue ella la que me tumbo a mí, ocupándose de mí polla con sus labios, con su lengua, con el roce de sus dientes sobre mí capullo... logrando que me corriese dos veces en su boca.
Después de esta pequeña lucha entre ambos descansamos durante una hora aproximadamente para recuperarnos, mientras estuvimos hablando de toda la situación con total sinceridad, sobre todo yo que la conté todo desde que me fui de la familia hasta ese momento, y como no podía ser de otro modo terminamos enfadados, y solucionamos el enfado a polvos, que fue la ventaja de estar desnudos en la cama y abrazándonos.
Aprovechando mí superior fuerza sobre ella la obligue a darme la espalda, clavándosela en el coño desde atrás de un solo golpe... ella empezó a llamarme de todo, diciéndome que la quería en su culo, no en su coño, que no fuese una nenaza y la rompiese el culo, que quería sexo duro. La hice caso, cambie de orificio sin pensármelo dos veces, la metí la polla hasta las amígdalas sin encomendarme a nadie... el problema fue que me hice daño, pero daño, incluso me hice un poco de sangre y todo. Claro que a ella tampoco es que le fuese mucho mejor, debido a la violencia de la penetración la hice también un poco de sangre en su culito... Pese a todo minutos después logramos un nuevo orgasmo casi a la par otra vez, pero tras este quedamos completamente fundidos, abrazados en la cama, recuperando el resuello.
Aun así logre que Helena se quedase conmigo en mí casa hasta que termino la semana mientras yo me movía a sus espaldas, el domingo por la noche intento volver a la suya pero se lo impedí, ya que la invite a acudir a las negociaciones con nuestra ex-empresa, entregándola para su sorpresa varias carpetas… al leerlas me miro con cara mezcla de malignidad, mezcla de estar diciéndome que me iba a acordar de hacer eso a sus espaldas. Por lo que vi en sus ojos, tras ver esas carpetas, esa invitación resultaba algo que le sería muy difícil de rechazar por su parte. Esa misma noche hable con mi hermana Susan para indicarla que tanto Helena como yo iríamos a la reunión, sobre todo yo, ya que la cuenta en cuestión y el dinero que en principio se iba a invertir era mío en un 40% aproximadamente, era algo más de treinta millones de dólares de mí dinero lo que iría en esa primera inversión, si la cosa fructificaba debidamente esta se ampliaría con mayor capital.
Gracias a las rápidas gestiones de Susan en seguridad tenían nuestros nombres y datos para permitirnos el acceso al edificio y aparcamiento, de gran ayuda fue también los datos de coche con el que accederíamos, mí Mustang, ya que todo el que se cruzo con nosotros al entrar al aparcamiento miraron más al coche que a sus ocupantes, pasando ambos prácticamente desapercibidos. Gracias a esto logramos llegar a la planta donde estaba la sala de reuniones sin que nadie supiese que estábamos los dos otra vez allí. Evidentemente cuando entramos en esa planta todos nos conocían a ambos y se nos quedaron mirando, sobre todo a las perfectamente visibles identificaciones de visita que ambos llevábamos sujetas a las chaquetas con su correspondiente clip… sobre todo por el color rojo de Visitantes Vip que estas reflejaban. Esas tarjetas solo se entregaban a personas de visita que fueran muy, muy importantes y todo el mundo sabía que había que ayudar a que se sintiese muy cómodo aquel que llevase una… digo esto para que lo entendáis un poco mejor.
En la puerta de la sala de juntas nos encontramos con Carol que se disponía a entrar. Fue a decirnos algo pero se lo impedí, la di un suave besito en la mejilla como saludo, ante su asombro le indicamos los dos las tarjetas que llevábamos, sin la menor vacilación entramos en la sala de juntas justo delante de ella, no la dejamos anunciarnos para no estropear el susto que alguno se iba a llevar.
Cuando entramos todo el mundo se quedo mirándonos en un principio, rápidamente Rodrigo y varios de sus "colegas" se levantaron, unos para echarnos ellos directamente y otros para llamar a seguridad... Rodrigo metió la pata pero bien, y mi querida hermanita los dejo a todos con la boca abierta...
- Rodrigo : Vosotros dos estáis de más aquí... ayudadme a echar a estos dos intrusos... (Volviéndose a mí hermana) lo siento mucho, enseguida los echamos...
- Susan : ¿Como que van a echar a mí hermano y a su prometida de la reunión? (Se levanto de un salto... puso cara de enojo y mascando las palabras) Se termino la negociación... nos vamos... solo faltaba que echaran ustedes al responsable de nuestro proyecto...
- Miguel : Susan, siéntate por favor, creo que el “caballero” no se ha debido de fijan bien en las tarjetas que mi “prometida” y yo llevamos puestas…
Las caras de todos los presentes eran para enmarcar cuando se fijaron en nuestros dos pases. Miraban de mí hermana a mí o a Helena y viceversa sin terminar de digerir lo que les acababan de decir en sus morros, pero sobre todo Rodrigo y sus congénedes, que a medida que iban procesando la información se iban poniendo cada vez más pálidos. Por un lado mi pase indicaba a las claras que no era ningún broma, y el que la “Americana” se hubiese sentado dejándome a mi llevar la voz cantante les termino de dar la puntilla.
Lo primero que hice nada más sentarme con Helena a mí lado fue lanzar al Sr. Salgado la tarjeta de crédito adscrita a mí cuenta, la única de hecho que había en esa situación, signo inequívoco de quien era el verdadero propietario de la misma... Le pedí que por favor la verificase e indicase a los demás sus datos y significado, las caras de los presentes eran cada vez de una tonalidad más pálidas, estaban tan sorprendidos que les paso por alto el detalle de que el Sr. Salgado no se sorprendió en absoluto por nada de lo que allí estaba pasando, aunque puedo asegurar que fingió a la perfección, todo un señor actor.
- Miguel: Bien, en primer lugar quiero fuera de esta reunión a todos estos indeseables... (Lancé una lista de nombre al consejero delegado que estaba presente en la negociación) Además, si me entero de que cualquiera de estos inútiles está a menos de medio kilometro de cualquier operación en la que particípenos nos largamos en el acto con alguien que tenga personal más competente... de modo que los quiero fuera tanto de aquí, como de esta división ya mismo…
El consejero intento oponerse con fuerza a lo que yo quería, le deje cocerse en su defensa de la profesionalidad de su gente. Para su desgracia nadie sabía quién era yo realmente hasta ese fatídico momento, y con la inestimable ayuda de Helena que tras enseñárselo me ayudo a organizarlo de mejor forma, le pase un completísimo dosier de todas las operaciones de los demás con las que ese grupito se había apuntado los tantos, demostrándole además la clase de inútiles que eran todos, junto a lo trepas y el mal ambiente que había creado desde su llegada.
Otro problema de estos fue cuando me identifique ante él con mí antiguo puesto y el de mí "prometida", también con el despido que nos dieron y como lo hicieron. También mí hermana y hermano se encargaron de dejar caer quien era yo, resultaba que mis ganancias, esas que solo hice para poder independizarme de mi familia me habían convertido en una leyenda en el mundillo. Todo el coctel hizo que Rodrigo y sus congénedes quedaran a la altura del betún, para colmo mis primos hicieron una muy poco sutil mención a que si este trato se cancelaba, con las magnificas condiciones que habían logrado para ambas partes, por culpa de la existencia de esas lacras... al irnos podría ser que arrastráramos a varios de sus clientes importantes, sin mencionar a los que arrastraría la propia Helena cuando todo esto se conociese.
Otra puntilla fue mí cuñado, dejo muy claro que solo el Sr. Salgado y dos o tres personas más de su actual plantilla debían de ser los encargados de nuestros movimientos, ellos y nada más que ellos. Vamos, que al pobre hombre le empezaron a caer palos desde todas direcciones... para rematarlo entro Helena en acción...
- Helena : Si esto sale mal y se retiran de la negociación, será un varapalo durísimo para la entidad, este grupito que tiene usted aquí reunido, salvo contadas excepciones, no son más que unos trepas inútiles que están donde están por enchufismo y porque les han robado varias de las mejores cuentas a la gente verdaderamente competentes... (Lanzo la carpeta que le había dado en el coche en dirección al Consejero) A mí ya no pueden tocarme esta panda de memos o sus padrinos, así que ahí tiene todo lo que necesita para poder comprobar que no miento... tiene ahí todas las pruebas necesarias para pegarles la patada en el culo a ellos y a sus padrinos.
- Consejero : Por favor, cálmense todos un momento, por favor... hablemos...
- Miguel: En cuanto estos parásitos abandonen esta reunión seguimos por donde usted quiera, de lo contrario nos iremos ahora mismo directamente a la puerta de enfrente que estarán más que contentos de recibirnos, y le garantizo que no seremos los únicos que dejaremos su entidad... ¿me he expresado con claridad?
Ciertamente el consejero sabia también como yo que sería difícil que hiciésemos algo contra ellos de forma pública, podrían masacrarnos en los tribunales, pero ciertamente era una pésima política enfrentarse a los clientes, y más si eran tan importantes como nosotros. También estaba el hecho de que no necesitaríamos hacer ningún movimiento público, en cuanto se supiese que yo había trabajado allí, y que mí prometida había sido una de sus mejores ejecutivas. Viendo su cara puedo decir que el pobre hombre estaba más que seguro de que nos encargaríamos de que eso se supiese por parte de quienes más podían joderles... el que no confiáramos en ellos de aquel modo sería tanto como poner un cartelito que dijera "sálvese al que pueda" para sus principales clientes… y si eso llegaba a la prensa, y posiblemente pudiese garantizar que de algún extraño modo llegaría, podía ser un autentico problema incluso para la banca “normal” también, el consejero era plenamente consciente de que tenía un serio problema, un crítico problema de echo entre sus manos.
Otra cosa que yo sabía es que el hombre necesitaría tiempo para pensar, y para conseguirlo lo ideal sería ponerse a leer el dosier que le dejo Helena, de ese modo conseguía tiempo. El problema principal que tuvo es que a medida que empezó a leer también le empezó a cambiar la cara... se iba poniendo cada vez más rojo, y sus ojos cada vez despedían más furia mirando a ciertos sujetos que trabajaban para él. Una cosa que ninguno había sabido hasta ese momento, es que aparte, yo había hablado con el Sr. Salgado para que me consiguiese de forma discreta toda esa información, técnicamente podía haberla conseguido casi toda yo mismo, pero él lo tuvo mucho más fácil, además de que consiguió muchos datos que a mi me hubiese sido casi imposible de lograr… todo esto lo hicimos entre los dos sin que nadie se enterara, incluidas Carol y Helena hasta el último momento.
Al final se cerró el acuerdo sin ningún problema, nuestro enlace paso a ser el Sr. Salgado, tal y como se pidió. El Sr. Consejero según lo que nos dijeron a posteriori Salgado y Carol, hizo una limpia en la sección de banca privada de escándalo, una gran cantidad de chupópteros, pelotas y jefecillos que se creían dios, fueron puestos de patitas en la calle, incluido el director de la sección... además determinada gente se podía olvidar de volver a encontrar un puesto como el que tenía durante muchísimos años, empezando por mí queridísimo amìguete, el gran Rodrigo con sus cuernos y sus acólitos. Y si, no pude evitar restregárselo en los morros, que por cierto, su flamante novia lo dejo plantado en cuanto se entero de su "mala suerte"… aunque creedme que no me hubiese importado ponerle otra nueva ración de cuernos… claro que por otro lado no creía que Helena me fuese a dejar hacerlo por mucho que le odiase… de hecho no es que le gustase tampoco en exceso que fuese tan cariñoso con Carol o Estela, que acudieron a despedirme antes de abandonar definitivamente las oficinas de la entidad… menos aun todavía con mis vecinitas, que se despidieron de mi entre lagrimas, besitos y algún que otro intento de sobeteo de su parte, digo intento porque ahí sí que Helena entro como un buldócer en cuanto vio el plan pulpo de Sandra y Alma, poniendo fin a tan agradable momento.
Ejem… claro que yo en ese momento no sabía otra cosa que tuve que agradecerles a ambas vecinitas, si no creedme que en lugar de dos besos las hubiese estrangulado vivas antes de irme. Lo que hicieron fue que en plan coña, le entregaron una copia del video “porno” de pa ex prometida del cornudo, digo de Rodrigo, a mi hermanita… que se encargo de que Helena lo viese… organizándome la de dios con ella y con la Leona, que pareció empeñarse en superar aquello y casi me mata la muy bruta a polvos… pero bueno, eso fue mucho más adelante, en EEUU.
He vuelto al redil de la familia, bueno, de la mia y de la de mí cuñado Robert. Helena sigue siendo mí prometida pese a todo, solo ha pasado un año y lo cierto es que hemos tenido muchísimas tensiones en el trabajo los dos. Tal y como la dije en su momento le he hecho sudar sangre, pero poco a poco va logrando adaptarse perfectamente a lo que queríamos de ella. A nivel personal toda mi familia la adora, y sí, yo sigo teniendo a la Leona en mí cama cada dos por tres, algo que no había previsto es que tanto sudar sangre provocara que la Leona apareciese tan a menudo, os juro que me tiene machacado… contra mas difícil lo tiene más se excita, y contra mas avanza, contra mas consigue superarse, más caliente y salvaje se vuelve luego en la cama.
Sinceramente no me arrepiento de haberme enamorado de ella, aunque en este ultimo año sus ambiciones han cambiado de curso para mi sorpresa, aunque no su forma de ser o carácter. Ahora quiere que después de casarnos nos pongamos con la descendencia en el acto, según me dice quiere dos hijos, como mucho tres, quiere seguir trabajando conmigo, llegar a ser tan buena o más que yo, quiere ser capaz de satisfacerme en la cama todos mis caprichos, todos mis deseos y todo lo que se me pueda pasar por la cabeza, pero a cambio quiere lo mismo por mí parte con ella. Según su punto de vista, soy su pareja perfecta, soy tan hijo de puta como ella en el trabajo o puede que más, soy tan caliente en la cama como ella, puedo mantenerla el ritmo de sexo que quiere y necesita, pero sobre todo, la quiero tanto como ella me quiere a mí.
Por otro lado os aseguro que no es nada estúpida, y se ha dado cuenta de muchas cosas en mí familia, no de lo de mi hermana y cuñado conmigo, de eso no, pero si de lo de mis padres y demás cosas, me ha jurado que no permitirá bajo ningún concepto que algo como eso nos pase nunca a nosotros. No piensa permitir que nos alejemos uno de otro, mucho menos de que tengamos ninguna escapadilla por ahí, lo suyo es suyo y de nadie más, y me aviso firmemente que como se me ocurra pasarme de listo con alguna zorra que no sea ella me la corta en cuanto se enterase.
Helena me dejo muy claro que tenemos nuestra propia fortuna, que quiere seguir en la familia evidentemente ya que la posición estando con ellos es mucho más alta, el trabajo es mucho más “agradable”, pero que tenga muy claro que primero somos nosotros dos… no piensa cometer los errores de mis padres… mirándome muy seria me dijo que trabajar a mí lado, aun siendo a menor escala que con la familia, pudiéndose incluso considerarse un retroceso en su carrera… que prefería eso a sacrificar la relación que teníamos, tanto personal como laboral. De verdad que me sorprendió pero la di la razón, fue una alegría más por mí parte, descubrir que Helena pese a sus ambiciones compartía esa visión también conmigo… confió, creo o más bien estoy completamente seguro que estando ambos juntos conseguiremos todo lo que nos propongamos. El año que viene nos casaremos, y en ese momento si que se terminara mí tiempo de libertad de verdad, Helena me tendrá sujetito junto a ella para que no me desmadre con ninguna, según ella cree, sería capaz, jajajajajajaja.
¡¡Helena, te quiero!!.
FIN