Tiempo de libertad 13
Poco a poco las cosas entre Miguel y Helena parecen ir "complicándose" por momentos, para terminar de arreglarlo aparecen familiares de Miguel por sorpresa
TIEMPO DE LIBERTAD – 13
La primera semana de trabajo fue... digamos que peculiar. Helena parecía pendiente de mí hasta en el más mínimo detalle que hiciese o tuviese intención de hacer. Sabía que a esas alturas debía de tener muchísimas preguntas sobre mí que no podía contestar, cierto es que tampoco podía echarme nada negativo en cara. Tanto el miércoles como el viernes de esa semana Helena se paso por mi piso. La semana siguiente fue aun peor la cosa con ella... y en cierto modo también conmigo.
En el trabajo no tuve forma de poder escaparme para echar un polvo con Estela o con Carol, Helena me tenía sometido a un marcaje implacable. Quería saber en todo momento donde me movía y para que concretamente, no era nada tonta, ni yo tampoco, de ese modo sabia más o menos el tiempo que podía tardar en hacer lo que fuese, también sabría en el acto si de verdad tenía que hacer algo o por el contrario solo era un escusa para poder follar con alguna de las otras dos. El colmo fue ese fin de semana, el viernes se presento en mi casa igual que el fin de semana anterior, solo que en este había una pequeña diferencia... traía ropa consigo, me soltó con toda la cara que pensaba pasar todo el fin de semana conmigo, que necesitaba sexo y que ya que éramos amantes más o menos fijos, pensaba aprovecharse de la situación al máximo... según dijo esto dejo las bolsas de ropa sobre el sofá y sin mediar una palabra más se lanzo sobre mí, quitándome la ropa a tirones a la vez que ella se desnudaba a toda velocidad.
Esta fiera que intentaba follarme a como diese lugar era sin duda la Leona, de todas, todas, así que obre en consecuencia con ello. La aprese entre mis brazos levantándola a pulso mientras que me dirigía a mi cama estando ambos completamente desnudos ya. Cuando llegue la tire de golpe sobre ella, haciendo que cayera sobre su pecho, dándome la espalda. Según se reincorporo toda furiosa para volverse a por mí, sin duda con la sana intención de sacudirme por mi cariñosa forma de depositarla sobre la cama la cogí con fuerza por el pelo, poniéndome tras ella y sin mediar palabra le introduje de golpe mi polla en su coño. Estaba muy mojada, pero aun así debo de confesar que me dolió un poco debido a la dureza con que se la clave. Ella soltó un fuerte gemido mezcla de dolor y placer al sentirse así ensartada… sus manos se aferraron con fuerza a los bordes de la cama.
Empecé a moverme rápidamente, metiéndosela todo lo profundo que podía, metiéndola y sacándola todo lo fuerte que era capaz. Sabía que a la Leona la iba su puntito de dolor mezclado con su puntito de salvajismo, por lo menos al principio. Mientras que con una mano la tenia sujeta por el pelo con la otra la sujetaba por uno de sus hombros, con el fin de hacer fuerza y ayudar a penetrarla con mayor dureza. Estaba claro que si durante toda la semana yo no había podido follar con nadie por su marcaje, ella tampoco había tenido ningún desahogo con nadie dado lo caliente que estaba... me llamaba de todo lo que os podáis imaginar y me pedía incluso más, mucho más… estaba totalmente desatada.
Cuando advertí que estaba a punto de caramelo, le solté el hombro, inclinándome sobre ella con el fin de pasar mi brazo por debajo de su cintura y acudir como buenamente pude con la mano a su coño. Seguí embistiéndola como un animal, todo lo duro que podía, con todas mis fuerzas, cuando sentí como le llegaba el orgasmo metí mis dedos, aferrando su clítoris con los laterales de los dedos índice y corazón, retorciéndoselo durante el segundo que tardo en resbalarse de entre ambos dedos. Ese fuerte latigazo de dolor se mezclo con su orgasmo, provocando que aumentara en mucho su intensidad... unos chorritos de flujo escaparon de su coño debido al placer que recibió, tuvo una corrida bestial de verdad. Quedo completamente rota sobre la cama... empapándola bajo ella por la cantidad de flujo que expulso.
Me tumbe a su lado acariciándola, se puso de lado, situándome cómodamente tras de ella, comiéndola el cuello mientras que una de mis manos la abrazaba contra mí, la otra acariciaba sus pezones, tironeándolos, arañándolos suavemente con la uña, masajeando con suavidad sus pechos. Cuando vi que estaba más o menos recuperada hice que levantara una de sus piernas, penetrándola desde detrás en esa posición. No era nada cómoda a decir verdad, pero nos dio igual, empecé a follàrmela en esa posición durante varios minutos, justo hasta el momento en que ella se transformo, os aseguro que nunca la había visto en ese estado. Se quito, me empujo sobre la cama haciéndome tumbarme de espaldas y se empalo sobre mí de golpe, en una única sentada, hasta los huevos.
Empezó a moverse de forma rítmica, sus caderas se empezaron a menear, a hacer unos leves movimientos semicirculares a la vez que me cabalgaba con suavidad, pese al modo en cómo se había empalado. Sus manos jugaban con mi pecho, sus dedos tironeaban de mis pezones, igual que los míos hacían con los suyos. Poco a poco se fue moviendo de forma más violenta, sus manos rasguñaron mi pecho y sus dedos empezaron a tironear con fuerza de mis pezones, haciéndome gemir mezcla de dolor y placer… sus músculos vaginales apretaban mi polla como si quisiesen exprimirla.
Su ritmo empezó a acelerarse aun mas, empezó a moverse de forma aun más violenta sobre mí… Sus uñas empezaron a dejarme marca en el tórax al apretar con los dedos mientras se movía… sus uñas empezaron a arañar la piel, levantándomela por algunas zonas, sus ojos brillaban, sus labios estaban entreabiertos, jadeantes, dejando escapar sus gemidos. Su cara era de pura y dura lujuria, verla en este estado hacia que me pareciese que mi polla estuviese aun más dura y grande si eso fuese posible… Unos minutos después de que empezase a cabalgarme como si galopara de verdad sobre mí, ambos alcanzamos el orgasmo, derramándome en su interior, cayendo ella después de tambalearse en medio de sus contracciones y la tensión de su cuerpo, termino totalmente rendida sobre mí. Empecé a sentir como lentamente de su coñito empezaba a escurrir una mezcla de sus jugos y mi semen que iban a caer sobre mi pelvis… ella estaba jadeante por el esfuerzo… yo realmente sorprendió por su forma de follar tan salvaje.
Estuvimos buena parte de la noche follando los dos como descosidos, yo me corrí dos veces más y ella como cuatro, quizá incluso alguna más, me ordeño bien ordeñado, al final de todo me dolían la polla y los huevos cosa mala. Quedamos tendidos sobre la cama abrazados, quedándonos dormidos en los brazos del otro, con nuestros cuerpos marcados por la noche que pasamos... creo que fue la primera vez que de verdad tuve en mi cama a la leona, o por lo menos la primera vez que de verdad estuvo en mi cama tal y como ella debía de ser con todos los que hasta el momento había estado y por lo que había conseguido su fama de destroza amantas. En esta ocasión había estado en mi cama con autentico hambre de sexo.
Cuando nos despertamos por la mañana no pudimos por menos que echarnos a reír al ver el panorama que ofrecíamos, marcados por nuestra pasión, arañados, cubiertos por completo los dos de restos secos de flujo, semen y completamente sudados por la batalla amorosa de la noche. Riéndonos los dos nos fuimos juntitos a la ducha, pero de camino recordé algo y se me ocurrió una pequeña maldad... Después de ducharnos salimos de la ducha juguetones los dos... al pasar por delante de la cabina de hidromasaje que tenía el servicio, cogí a Helena por la cintura y la arrastre tras de mí, sentándome en el asiento y cerrando la puerta tras nosotros.
Conecte rápidamente los chorros de agua de la cabina mientras situaba mi pene en la entrada de su coño. Haciendo que poco a poco se fuese sentando sobre mí empalándose con mi polla. Una vez estuvo toda dentro Helena empezó a moverse despacio mientras los chorros del hidromasaje golpeaban sobre nosotros desde todas direcciones. Fue un polvo de lo más morboso y excitante, sobre todo cuando me di cuenta de que esta de ahora era sin duda Helena, no la Leona… era más “pacifica”, menos agresiva pero sin embargo mucho mas…, no sé, quizá lo definiría como más sensual que sexual. Cuando logre que Helena alcanzase el orgasmo cogí un sobrecito de Gel y apartándola un poquito lo extendí sobre mi polla, pasando también parte de el por su culito, lubricándoselo bien, metiéndole dos dedos dentro de él al hacerlo. Vi como los ojos de Helena brillaban al darse cuenta de lo que pretendía hacer… colaboro conmigo en extender el gel de forma adecuada.
Me levante, haciendo que ella se inclinase un poco, lo justo que nos permitía la cabina, con cuidado y paciencia fui poco a poco metiéndosela, lentamente, abriéndola despacio, dejándola acostumbrarse a mi presencia, pese al trote que ya tuvo su culito por la noche. Cuando tuve más de media dentro le pregunte como prefería que lo hiciese, tal y como ella misma me pidió, termine de metérsela de un solo empeñon, haciendo que lanzara un gemido de dolor. Un minuto después empecé a moverme fòllandomela con ganas, la posición era un poco forzada por la estrechez de la cabina, pero el sentir los chorros de agua a presión sobre nosotros lo compensaba con creces... alcanzamos el orgasmo minutos después, primero ella y después yo, solo que esta vez me salí de ella, corriéndome sobre su espalda también por petición de ella.
Después de esto nos volvimos a la ducha para lavarnos mutuamente mientras seguíamos jugueteando con nuestros cuerpos. Cuando terminamos fuimos a prepararnos el desayuno, lo hicimos a la par, en perfecta colaboración y armonía, incluso cada vez que nos cruzábamos nos dábamos un pikito. Podéis creerme si os digo que en ningún momento ninguno de los dos se dio cuenta de nada en este comportamiento claramente de pareja, y no de folla-amigos o amantes, como nos gustaba considerarnos. Desde luego para no querer ninguno de los dos una relación lo estábamos haciendo genial, ¿qué no?.
Ese sábado Helena se empeño en que nos fuésemos por la tarde a Toledo, a pasear por allí, cenar en algún restaurante y después ir a divertirnos, a pasárnoslo bien bailando e incluso si se terciaba en lugar de regresar a Madrid quedarnos en algún hotel de por allí a follar toda la noche como descosidos. Debo de señalar que el plan no me pareció nada mal, sobre todo la parte del hotel y de follar los dos como conejos toda la noche otra vez. La idea era que en Toledo no nos verían, riesgo que corríamos de salir por Madrid por sitios "normales". Lo cierto es que me pareció una muy buena idea también en ese aspecto, considere que Helena tenia razón en ello, en Toledo podríamos estar mucho más agusto los dos... sigo diciendo que para no querer ninguno de los dos una relación seria no se nos estaba dando nada mal la cosa… además me dio la impresión de que Helena parecía estar tanteándome por algún razón… no sé, me dio la impresión de que iba “demasiado en pareja conmigo”.
Ese mismo sábado cuando me encontraba cenando con Helena recibí una llamada de mi hermano Patrick, diciéndome que estaba en España desde el viernes a primera hora de la madrugada, por lo visto se había tomado quince días junto con uno de mis primos y dos de mis primas para preparar la reunión que tendrían con Helena y los demás ejecutivos. La verdad es que me extraño un poco que mi padre o mis tíos dejasen que esos cuatro estuviesen quince días preparándolo todo aquí, en España, no les hacía falta para nada, podrían haberlo hecho perfectamente en los EEUU en sus oficinas... además también me mosqueo en cierto modo eso de que llevaran en España desde el viernes tan temprano y no me hubieran llamado hasta 24h después… me pareció “raro”, pero que muy “raro”. Lo único bueno es que al menos era mi hermano y no Susan, eso sí que hubiese sido algo malo de verdad para mí con toda seguridad. El problema de esto pese a que se trataba de Patrick, es que estando con Helena. Además de cómo estaba de rara y de pendiente de todo lo que hacía, tampoco quería explayarme mucho en la conversación con mi hermano, de modo que hable todo lo posible usando únicamente monosílabos, pero sobre todo, teniendo muchísimo cuidado con lo que decía. Decidí que podía esperar a estar solo de nuevo para hablar seriamente con él e intentar averiguar qué estaba pasando, porque lo de los quince días me rechinaba.
Me quede un poco pensativo con todo el asunto y Helena, que no es nada tonta, lo noto enseguida, interesándose por lo que me sucedía. Cuando la dije que solo era mi hermano pequeño, que había venido a España este fin de semana con mis primos, Helena rápidamente se ofreció a irnos de regreso a Madrid y a estar con ellos, algo a lo que como podréis suponer me negué en redondo y quizá con demasiado énfasis. Me empezó a mirar con cara rara tras mi ardiente defensa del continuar en Toledo los dos, al final tuve que decirla que mi hermano y primos estaban de visita "turística", que ellos mismos decidirían cuando aparecerían para verme, pero que primero tenían pensado pasárselo ellos solitos de muerte antes de venir a verme a mí, me hice una mezcla entre el ofendido y el cabreado por ello, creo que hasta cierto punto coló. Le indique que estarían unos quince días, que de esos quizá se pasasen tres o cuatro en mi casa, pero que el resto estaban para divertirse. Me pareció que eso tambien colaba, aunque vi que se quedaba con algo de ganas de conocer a mi familia, y por cómo me miro me dio la impresión de que no había terminado todavía con esa opción… ni con lo que fuese que estuviese intentando conmigo al traerme a Toledo.
Si Helena veía a Patrick, este se presentaba como mi hermano, y luego era quien se encargaba de las negociaciones por parte de la familia junto con Susan, que al estar aquí era lo más probable, o sino al menos, como mínimo, seria seguro uno de los que estuviese en ellas. No creo que se necesite ser un lince para saber que el presentárselo a Helena junto con mis primos seria todo un problema para mí, porque estaba mucho más que seguro de que Helena no se lo tomaría nada bien cuando se diese cuenta de quién era yo de verdad, y menos aun el que lo descubriese de ese modo delante de todos, principalmente sus enemigos en el trabajo.
Creo que fue en ese momento cuando empecé a darme cuenta de la verdadera situación en que estaba, me gustase o no, quisiese o no, lo cierto es que mas que probablemente me había enamorado de mi jefa, de Helena. Me había ido a enamorar de la peor elección que podría haber hecho para mi tan soñada libertad, de una mujer que sabía de sobra que sería perfecta para mí, para el hijo de mi padre, para uno de los miembros de una de las familias más ricas del mundo, precisamente la mujer perfecta para poder estar justo en aquello de lo que había huido. Sabía que Helena encajaría allí como un guante hecho a medida para la familia. Estaba segurísimo de que la recibirían con los brazos abiertos, más aun si me lograra llevar de regreso… que miedo que me daban mis conclusiones.
Ese sábado por la noche puedo decir con total certeza que Helena y yo hicimos el amor, no nos limitamos a follar como siempre, como animales. Fue algo completamente diferente a lo que yo había vivido antes con una mujer, incluidas Estela, Carol o mis vecinas, fue algo... increíble, y creedme que me dio autentico miedo sentirlo. El dormir abrazados fue también algo genial, también el despertarnos juntos abrazados y besándonos para darnos los buenos días. Me sentía como en una nube, pero por otro lado sentía como mí hasta ese momento perfectamente organizada vida, mi perfecta libertad estaba empezando a tambalearse a pasos agigantados.
Todo el fin de semana estuvimos los dos como si fuésemos una parejita envueltos en una nube de felicidad, el domingo antes de regresar a Madrid estuvimos paseando por Toledo cogiditos de la mano, abrazados por la cintura, besándonos sin el menor pudor en cualquier sitio donde nos apetecía, que era en casi todos. Cenamos también en Toledo, estuvimos incluso a punto de terminar follando en los servicios del restaurante por el calentón que pillamos con nuestros arrumacos... menos mal que nos salvo de dar el espectáculo la poca cordura que nos quedaba. Después de eso nos volvimos para Madrid, dado que fuimos a Toledo en su coche me fue a dejar en mi casa para después marcharse a la suya, pero al final terminamos los dos en mi casa, en la cama, follando otra vez como descosidos… y digo follar, no hacer el amor.
Al día siguiente nos levantamos juntos y nos fuimos juntos a trabajar, aunque eso sí, cada uno en su coche, con cinco minutos de diferencia para evitar llegar los dos a la vez a la oficina. Digamos que empezaban a ser ya muchos días llegando los dos prácticamente a la vez a la oficina, de modo que preferimos dejar un margen de tiempo entre uno y otro, solo por si acaso. Sinceramente creo que esto era solo por culpa de nuestra imaginación, ya que no creíamos que nadie se fuese a molestar en fijar se en eso, mucho menos en pensar que hubiese algo entre nosotros, que estuviésemos los dos liados, pero por si acaso... mejor tomar precauciones.
El lunes fue más de lo mismo, tranquilidad absoluta, Helena seguía sometiéndome a estrecha vigilancia, aun mas que antes de ir a Toledo, no apartaba sus ojos de mi. Esa tarde en mi casa se presentaron Patrick, mi primo y mis primas, lo cierto es que me alegre muchísimo de verles a los cuatro, algo menos cuando empezaron a tirarme indirectas sobre chicas. Afortunadamente ninguna de mis vecinitas se presento en casa para darme la sorpresa. Estuve indagando sobre como llevaban el tema de la futura negociación y me lleve una buena sorpresa, ya que por lo que saque en claro aparte de ellos cuatro, también estaría mi hermana Susan y Robert, ya que ambas familias pensaban hacer las inversiones a la par en Europa, sería una operación conjunta por su parte, solo que ellos no habían podido escaparse.
Con esto sí que me mosquee, si. Por lo que pude sacar en claro, todo el peso lo pensaban llevar Susan y Robert, ¿entonces que pintaban esos cuatro en España?, más aun conociendo como conocía a mi familia como eran con el deber para con el trabajo. Una opción podía ser el haberse escaqueado del control de la familia aprovechando la ocasión y mi presencia allí como escusa perfecta para ir los cuatro por delante… uhmmmm, no colaba, seria improbable en el mejor de los casos. Por otra parte, también cuando me ofrecí a alojarles me dijeron que no, que sus habitaciones eran mucho mas cómodas y que en ellas podían llevar invitados o invitadas de forma mucho más discreta que hacerlo en mi casa. Además que según ellos bastante tenía yo con mis ligues por lo que les había contado Susan como para estar también ellos danzando por medio con los suyos, y más en mi casa...
Esa referencia a Susan no me hizo la menor gracia, menos todavía viniendo de Patrick, todavía tenía muy claras las palabras de Susan sobre sus intenciones para que volviera al redil de la familia, cerquita de ella… y estos me estaban empezando a parecer una avanzadilla de algo… o de alguien para ser más concreto… y lo malo es que yo había estado en plan caramelo con Helena totalmente despreocupado mientras estos andaban a menos de cien kilómetros de mi… eso ya me preocupo un poquito más conociendo como conocía a Susan… mi suerte es que no tenía ni idea de la existencia de Helena, sino la creía muy capaz de ponerme un detective incluso con el fin de hacerme regresar, si la conocería yo a mi adorable hermanita.
El martes en la oficina me dio la impresión que tanto Carol como Estela habían empezado a dejar de buscarme con tantas ganas como antes… o eso o alguien había hecho algún movimiento de algún tipo con ellas. Por otro lado tampoco yo las buscaba ya, digamos que precisamente en esos momentos lo que menos quería era tener problemas con Helena por tirarme a ninguna otra tía, y no por mi familia ciertamente, sino por no joder lo bien que estábamos en esos momentos. Eso en cierto modo, también era una cosa curiosa por mi parte, dado que supuestamente no teníamos ninguna relación entre ambos fuera de la de folla-amigos o amantes, como prefiráis. El martes por la tarde seguí con mi buena suerte, ni Alma, ni Sandra dieron señales de vida cuando apareció mi hermano con mi primo y primas por mi casa, tampoco le dio por aparecer a Helena, y creedme que ese era mi mayor temor.
Para terminar de rematar tan estupendo día, mis queridos familiares me reafirmaron sus intenciones de seguir en su hotel, emplazándome a que no fuese tan vago y me presentara allí alguna tarde para estar con ellos. Menos gracia me hizo cuando mi hermanito Patrick me dijo que de paso podía llevar conmigo a la Leona, que según le había dicho Susan, debía de ser toda una fiera en la cama, que no me la guardase para mi solito. No sé bien que cara debí de poner con su comentario, pero los cuatro a dúo me soltaron enseguida que no me enfadase, que solo era una broma... lo que en cierto modo me dejo un tanto pensativo sobre el significado de esa reacción de torcer el gesto de mala manera por mi parte ante el comentario… y lo que pudiesen haber pensado de él, amén del que mi hermana les hablara a estos sobre ella me preocupó, cuando estuvo en España y hablamos sobre mis ligues, con la Leona pase de puntillas todo lo que pude dando casi ninguna información, pero parecía que pese a todo, quizá lo mismo se olio algo… o lo que era más preocupante, quizá mis vecinitas hubiesen hablado más veces con ella sin que yo lo supiese.
El miércoles ya más relajado, dejando mis ralladuras a un lado y estando también más animado, termine durmiendo en casa de Helena, igual que el jueves, que terminamos durmiendo y haciendo otras cositas más divertidas en su cama, en su cocina, en su salón, en su ducha… mejor dejarlo aquí, solo comentaros que dormimos mas bien poco. Desde allí nos fuimos los dos a trabajar, cada uno con nuestro coche evidentemente. El viernes, el sábado y el domingo termino Helena durmiendo en mi casa. El lunes otra vez salimos los dos a trabajar desde allí. Aunque no os pueda contar exactamente ni como, ni cuando sucedió, lo cierto es que esa semana terminamos Helena y yo con un juego de llaves de la casa del otro en nuestro poder… Por otro lado yo hacía malabares para intentar que de ninguna de las maneras se cruzaran mis primos y Helena, o por lo menos que no lo hiciesen estando yo delante.
El fin de semana Helena acudió a mi casa, abrió el parking con su propio mando aparcando en la plaza que tenia libre, para después abrir también la puerta con sus propias llaves, después de ese gesto que más o menos vi como de no retorno, estuvimos follando los dos toda la noche. El mismo domingo por la noche Helena y yo no pudimos evitar hablar de como se estaban poniendo las cosas entre los dos, estábamos abrazados en la cama después de follar...
- Helena : Se nos está yendo de las manos Miguel
- Miguel: Lo sé, ya me he dado cuenta, ahora hasta nos hemos facilitado las llaves de nuestras casas mutuamente...
- Helena : Yo no persigo una relación estable, no quiero una relación estable en estos momentos… (No sé porque pero su voz no me pareció muy sincera que dijéramos, no dudaba de que lo pensara, pero me hubiese extrañado que lo sintiese así de verdad por como lo dijo, con lo que fui con pies de plomo al hablar)
- Miguel: Lo sé cariño, lo sé (aproveche para besarla en la frente, ella se incorporo y nos dimos un pikito) pero las cosas están como están, y para serte sincero tampoco quiero preocuparme ahora mismo de nada
- Helena : Mi carrera es importante para mí, lo más importante, he sacrificado mucho por llegar hasta donde he llegado... yo quiero seguir avanzando en mi carrera... (Estaba claro que quería llegar a algún lado concreto, de modo que decidí facilitarla el camino en lo posible)
- Miguel: ¿Temes que quizá yo sea un obstáculo en ella...?
- Helena : No, realmente no, pero temo enamorarme de verdad de ti, veras Miguel, siempre he querido llegar muy lejos en esto, me gusta mi trabajo... quiero seguir escalando puestos...
- Miguel: Y yo quiero que avances en ella, además no quiero tampoco comprometerme con nadie, o por lo menos no es una posibilidad real que haya barajado hasta ahora. Me ha costado mucho conseguir esta libertad de la que ahora gozo... tampoco yo quiero perderla...
- Helena : No se, creo que lo mejor sería cortar todo esto ahora que todavía no es muy tarde, pero sinceramente no quiero hacerlo, quiero seguir disfrutándolo... (Se abrazo a mí con fuerza) quiero seguir disfrutando de ti y contigo, los dos solos... ojala pudiésemos compaginarnos sin problemas…
- Miguel: Lo mismo digo, yo tampoco quiero que esto termine, creo que lo estoy disfrutando, y como tú dices…, pero mientras dure... quiero continuar así...
- Helena : Miguel...
- Miguel: Dime...
- Helena : Veras, es una tontería, pero quería hacerte una pregunta...
- Miguel: Dime, pregunta lo que quieras...
- Helena : ¿Si lograra un ascenso a otro puesto tú querrías seguirme a mi nuevo lugar como mi secretario?
- Miguel: (Mirándola fijamente a los ojos) Por supuesto que sí, pero supongo que te pondrían otro secretario o secretaria con mucho mejor nivel que yo... alguien más apto para ese nuevo trabajo...
- Helena : En eso no habría problema, aparte de ser muy, muy, muy bueno en lo que haces, quizá incluso demasiado para estar solo ocupando ese puesto, tu eres mi hombre de confianza, te reclamaría junto a mi...
- Miguel: Gracias por lo que me toca, pero creo que exageras, me ves con buenos ojos...
- Helena : (Sus ojos fulguraron, pero vi como se volvía a calmar en el acto en un gesto de autodominio que me asombro, mostrándose cautelosa y muy melosa) ¿También te vendrías conmigo en caso de que tenga que mudarme a otro sitio por el ascenso? (Retiro sus ojos de los míos para besarme en el pecho mientras me preguntaba)
- Miguel: (Riéndome) Jajajajaja, claro que sí, no tendría el menor problema llegado el caso
- Helena : Y si te pidiese algo mas... si necesitase que... bueno, no se... aparentar tener algo los dos...
- Miguel: (No pude evitar echarme a reír) No te preocupes, te permito hasta que me pidas matrimonio, incluso si llegara el caso sería capaz hasta de casarme con la jefa. Eso sí que sería un braguetazo completo... me casaría con un bombón como tú que además me mantendría, Jajajajaja... (Se me corto la risa de golpe con su respuesta)
- Helena : Estoy por pedírtelo… (Y esta vez sí que no me sonó a broma de ningún tipo)
- Miguel: ¡¡Helena!!
- Helena : (Sonrió maliciosa continuando en otro tono desde donde la corte) Mira que estoy por proponértelo solo para ponerte en el brete de tener que decirme que si o quedar como un cerdo...
- Miguel: (Sonriéndola todavía más malicioso pensando en que era de broma, aunque después de todo lo anterior no estaba teniéndolas todas conmigo) Pero primero tendríamos que ser novios y luego prometernos antes de casarnos... mira que me lio la manta a la cabeza y te digo que acepto... (Le sonreí irónico, pensando que ahora retrocedería)
- Helena : (Sonriéndome con los ojos brillantes) Te tomo la palabra... tampoco sería una mala idea esa de tener de novio a mi secretario sabes, tendría a mi futuro prometido controladito todo el santo día para que no me engañase con cualquier pelandusca de la oficina... (Su sonrisita me puso de lo más nervioso porque ahora sí que no me pareció que fuese en broma para nada)
Todo esto me dio la sensación de que algo se estaba cociendo con Helena o a su alrededor, aunque ni por asomo podía imaginarme lo que era. Después de esta conversación, que de hecho fue bastante más larga, pero tras tocar esto Helena me cambio rápidamente de tema hacia otro menos espinosos evitando todo el tiempo volver a este. Lo cierto como digo, es que no me pareció que las preguntas fuesen muy en broma. La sensación que me dio es que me estaba tanteando por algo, y no sabía tampoco bien a que venía todo eso de cambios de puesto, bodas, etc... Aunque no iba a tardar mucho en averiguarlo...
CONTINUARA