Tiempo de libertad 12
Miguel debido a la petición de su hermana debe estar unos días esquivando a sus amigas La vida de Miguel se complicara aún más pero que bastante más
TIEMPO DE LIBERTAD – 12
Cuando llegue a la puerta del restaurante, o más bien del hotel, deje las llaves de mi Mustang al aparcacoches. Entre en la recepción del restaurante preguntando por la mesa reservada a nombre de mi hermana, fui conducido allí al instante. Cuando llegue a la mesa mi hermana Susan y mí cuñado Robert ya estaban sentados hablando animadamente entre ellos. Tras los saludos correspondientes me senté, procediendo los tres a pedir lo que queríamos cenar.
Todo el primer plato transcurrió perfecto, hablando de un montón de cosas de la familia, negocios, que tal lo pasaba yo en España, etc... hasta que nada más comenzar el segundo plato entramos en materia los tres.
- Susan : ¿Que has decidido sobre lo que te pedí?
- Miguel: Lo que suponías que iba a decidir cuando me lo planteaste de ese modo
- Susan : ¿Entonces no vamos a acostarnos los tres juntos?, que penaaaaa.... (Puso carita de niña haciendo pucheros)
- Miguel: Susan, una sola broma más con eso y me levanto al instante...
- Susan : Venga hermanito, que no es para tanto, sabes que no... (se detuvo en seco con lo que iba diciendo) ¡Un momento, un momento!, ¿al principio te lo tomaste en serio?
- Miguel: Un poco, luego conociéndote como te conozco lo descarte enseguida (mentira cochina, pero no podía admitírselo o empezaría a hacerme…, o peor aún, a hacerse preguntas sobre el porqué no me había dado cuenta de la broma, me conocía demasiado bien), sabes que te diría que si a lo que los dos queréis. Seré el donante, solo debéis decirme cuando y como debemos de hacerlo...
- Susan : Gracias hermanito, sabía que no me decepcionarías por mucho que te pidiese (se levanto para darme un abrazo y un beso en la mejilla)
- Miguel: Anda petarda, siéntate y compórtate que estás dando la nota.
- Robert : Gracias por lo que vas a hacer por nosotros cuñado, aunque lo del trió no te creas tu que no me hacia un cierto aquel, sabes...
No os digo como se rieron los dos mientras yo ponía cara de mala leche y circunstancias con la broma de mi cuñado. No obstante vi como mi hermana se quedaba un tanto pensativa mirándome de reojo, como especulando con algo, y me temí que ese algo tuviese que ver con el porqué no me había dado cuenta al instante casi de que lo de acostarnos juntos solo era una broma de las suyas... Yo sabía de sobra que el motivo para no haberme dado cuenta fue por estar distraído ya con otra cosa o mejor dicho, con una persona, con Helena, algo que tampoco me gustaba tener que reconocer. Con el fin de distraer a mi hermana de todo esto hice una jugada con la que esperaba alejarla de ese tipo de pensamientos... y que no volviese a acordarse de eso.
- Miguel: Susan, luego, antes de irme, me acompañáis a la puerta y os quedáis los dos con el Mustang, yo me volveré en taxi, así os podréis mover los dos libremente por todos lados a vuestro aire durante los días que estéis...
- Robert : Gracias cuñado, pero no creo que podamos, durante toda la semana estemos muy liados con las conversaciones, así que dudo mucho que nos quede tiempo para nada...
- Miguel: No te preocupes, si tenéis suerte de terminar para el martes o el miércoles, entonces lo podréis aprovecharlo, ya que hasta el domingo no tenéis que regresar a casa... así que quedároslo, y disfrutadlo... pero tener claro que como le hagáis algo os machaco (Puse mi mejor cara)
Vi como los dos se ponían muy contentos por mi detalle, sobre todo sabiendo ambos como era con ese coche, empezando a hacer ambos planes para por lo menos el mismo domingo ir a ver algo de los alrededores de Madrid. Yo sabía sabia de sobra que el martes o el miércoles como muy tarde, ambos quedarían libres de hacer lo que les diese la gana, ya que mi trabajo con Helena había dejado esta primera toma de contacto con un acuerdo inicial de intenciones, muy avanzado para ambas partes. Sabía que este contacto inicial seria rápido y que ninguna de ambas partes tendría casi problemas que objetar durante el mismo. Una vez solucionado estos pequeños escollos que pudieran, pese a todo surgir, quedaría listo para poderse iniciar el siguiente proceso más adelante, las conversaciones serias para el negocio. Helena ahora, tras mi cooperación, más o menos tenía ya una idea muy clara de hasta donde podrían llegar ambas partes en las conversaciones, lo que para ella suponía saber casi con certeza donde estaría el punto ideal de acuerdo, algo que se viese beneficioso por ambas partes, lo que haría que en solo un par de días se solucionase el tema.
Por si acaso yo tenía un poquito de razón, los dos me estuvieron preguntando por cosas que poder ver en el tiempo que tuviesen libre. Les hice un detallado informe de todo lo que podían ir a ver. Sobre el otro asunto, básicamente lo que Susan me indico fue que tendría que estar unos diez días sin eyacular y después viajar a EEUU para hacer una donación de modo adecuado. Ellos no pensaban tener el hijo enseguida, todavía pensaban esperar un poco de tiempo, de modo que me dijo que estuviese tranquilo y que me quedara tranquilo que nadie sabría nada de todo esto excepto nosotros tres.
Todo fue de lo más ameno, cuando terminamos me acompañaron a la puerta para recoger las llaves del Mustang y llevarlo al parking para clientes del hotel. Mientras regresaba en taxi a mi casa estuve pensando en cómo esquivar a todas mis "amigas" para irme en diez días con los huevos bien cargaditos para EEUU, con el fin de ir a descargarlos donde me dijera mi hermana. Debía de conseguir también el permiso para hacerle este favor con el fin de que fuese Mamá, pero había algo que no sabía de mi querido viaje a EEUU, las ideas fijas de mi hermanita, menudo embolado que me había preparado allí.
El lunes estuve pendiente de evitar tener que salir en todo lo posible de mi sitio de trabajo, lo último que quería era tropezarme por error con mi hermana o mi cuñado. Cuando a medio día regreso Helena de la reunión venia realmente exultante, todo había ido mucho mejor que bien, y en gran parte gracias a nuestro trabajo del fin de semana, ya que fui poco a poco llevando el trabajo hacia las bases generales que sabía de sobra que mi hermana y cuñado no tendrían el menor problema en aceptar. Evidentemente todavía quedaba muchísima tela por cortar, pero el mero hecho de empezar también era un gran éxito para ambas partes se mirase por donde se mirase.
Ese lunes volví a llevar a Carol a su casa, sin embargo no hicimos nada de nada, cuando vi que se ponía en plan gatita en el coche la corte, diciéndole que no podía ser, que tenía una molestísima rozadura en el pene y me dolía lo suyo, que estaba dándome una cremita por lo cual no podíamos hacer nada. Vi como se quedo un poco así, pero no dijo ni media, obviamente entendió que no quisiese, o más bien, que no pudiese, más todavía cuando la comente que con la erección simplemente ya de dolía, porque se rozaba más que cuando se estaba tranquilita. Al decirlo con vocecita de niño pequeño fue como una pequeña broma que hizo que el ambiente regresara al buen rollo original.
Con Helena en ese aspecto sabía que no tendría problema ninguno, mientras durase la reunión no me buscaría para nada, para ella lo principal seguía siendo su carrera y esta reunión la podía ponerla en el camino que se dirige hacia la cumbre con cierta facilidad, o por lo menos ponerla en el punto de mira de la gente adecuada para disparar su carrera. Por cierto, que en esos días que duro la reunión, yo tuve que estar haciendo malabares para evitar salir de mi sitio, incluso llegue a reorganizar mi trabajo varias veces en una sola mañana para evitar salir de mi mesa y no ir por la planta donde estaban reunidos, o simplemente evitar las escaleras o los ascensores, solo por si las moscas, no fuese a darme directamente de morros con la ley de Murphy.
El martes cuando la reunión termino por la tarde, fue más de lo mismo, Helena llego radiante, una vez más iba espléndidamente preparada para darles las respuestas que les iban pidiendo, había podido ir atajando uno por uno todos los problemas que habían surgido, según me comento muy alegre, la dirección se encontraba muy encima de las negociaciones ya que eran unos clientes de los considerados “extremadamente importantes” y estaba muy satisfecha de cómo iban yendo las cosas. La ventaja obvia de Helena estaba en tenerme a mí como secretario y en el que ella me interesase personalmente. Yo por mi puesto tenía información de primera mano sobre nosotros, y por razones obvias también tenía un buen número de datos de lo que mi familia pudiese querer o necesitar. Fui capaz de preparar con Helena un muy, muy, muy buen trabajo que a la hora de reunirse con mi hermana y cuñado, la situaría en ventaja para hacer lo que quisiese... aunque en cierto modo también fue una trampa por mi parte hacia ella. Quería ver si era capaz de medirse hacia un negocio justo para ambas partes o bien prefería irse hacia la obtención del máximo margen posible para ella sin preocuparse de nada más que de su propio beneficio.
Si tuviese que dar una razón lógica para ponerle semejante trampa no podría, digamos que fue algo involuntario, o más bien instintivo por mi parte para saber cómo era realmente en los negocios. Yo sabía más que de sobra que si apretaba para conseguir más ventajas, a la larga terminaría estropeando el trato, conocía a mi hermana y a Robert de sobras como para poder poner la mano en el fuego por ello, es más, de estar yo en su caso y veme en la tesitura actuaria exactamente como ellos. Una cosa que mi abuela siempre se esforzó por inculcarnos a todos, primos incluidos, es que un trato justo en los negocios suponía perder algunos beneficios a corto plazo, para ganar estabilidad en la relación a medio y largo plazo, lo que a la larga siempre suponía mayores niveles de negocio para nosotros y por tanto un mayor beneficio, que era de lo que se trataba. Por como manejó el asunto Helena, vi que ciertamente también debía de pensar de la misma forma, o por lo menos, de un modo muy aproximado.
Esa noche del martes tuve que dar esquinazo a mis dos vecinitas, y una vez más me jodío a lo bestia... llegaron dispuestas a cenar conmigo y que yo fuese su postre... me volví a perder la ocasión de montarme un trió con ellas. Os aseguro que se me hizo muy cuesta arriba no ceder a mi impulso de decir que si y follar con ellas como loco... pero era lo peor que podía hacer para lo de mi hermana, así que hice de tripas corazón y les solté la misma "historia" que a Carol. Creo que ahí fue cuando me empecé a dar cuenta de verdad de que sin duda todas ellas debían de saber o por lo menos suponer que también estaba por ahí follando con otras... ya que ni una sola puso caras extrañas cuando les solté la escusa para escurrir el bulto y no follar, incluso hubo alguna que me soltó a bocajarro que eso me pasaba por putero… y otra me soltó que me pasaba por follarme a la primera zorra que se me abría de patas… que manda cojones también el que alguna me soltara eso, ¿qué no?. Que conste que incluyo también en esto de soltarme ocurrencias a Helena y Estela, aunque por lo que vi Helena lo llevo peor que las demás. También fue con todo esto donde me empecé a dar cuenta de algunas cosas, para todas solo era un amigo más, con el que follaban, pero un amigo mas. Pero sin embargo con Helena no era así, la cosa con ella parecía estar más seria, y debía de reconocer que quizá lo estuviese por ambos lados, ni a ella le gusto mi peregrina explicación, ni a mí me gusto el tener que dársela, me di cuenta que con ella sí que temía lo que pudiese decir al respecto.
Ese mismo miércoles terminaron las conversaciones, emplazándose en un mes aproximadamente a falta de fecha exacta, para empezar a negociar en serio, ya que el acercamiento había sido muy provechoso para ambas partes. Cuando llego Helena, me dijo que los dos americanos le habían invitado a cenar, estaba encantada de la vida, creo que pocas veces la había visto tan radiante, me comento que se iba a casa corriendo a prepararse para esa importantísima cena, que me ocupase yo de todo. Os aseguro que por un instante pensé que me iba a besar por cómo estaba de contenta y por cómo se acerco a mí al decírmelo… creo que si no ocurrió fue porque Helena debió de recordar en el último instante donde nos encontrábamos o la relación que quería mantener conmigo, no sé bien cual de ambas cosas fue la que la hizo detenerse, pero de que me iba a besar, creedme que de eso no tuve la menor duda, esto me dejo un poco perplejo.
Por otra parte Estela aprovecho esta inesperada ausencia de mi jefa esa tarde, para pedirme que fuese con ella a entregar unos documentos por la tarde a la sexta planta... y no veáis la vocecita o la carita que tenía cuando me lo pidió… se me puso como una piedra en el acto. Hable con ella en un sitio la mar de discreto y en voz baja le conté también a ella el cuento de la rozadura de mi polla. No me pregunto aunque si me soltó algún comentario jocoso, luego se limito a darme un tierno beso en la mejilla diciéndome que deseaba que mejorara cuanto antes de "mi problema". Cuando se fue por fin respire aliviado ese día, estaba realmente contento, todo me había estado saliendo perfecto. Creo que si hubiese sido consciente en ese momento de lo que sucedió en la reunión esa misma mañana, no me hubiese quedado tan cámpate con todo esto, ni muchísimo menos… no sabía que la “bendita” ley de Murphy había venido de visita a verme.
Tuve un error estúpido cuando estuve ayudando a Helena con todo el asunto. Cuando yo me ponía a preparar ese tipo de situaciones en EEUU, solía usar abreviaturas de mi propia cosecha en los borradores que me creaba para aclararme, por otro lado si alguien que no fuese yo, o mis hermanos los leyera no se enteraría ni de media. Cuando me di cuenta de lo que estaba haciendo le pedí disculpas a Helena por ello y le asegure en el acto que cuando pásese todo a limpio no vería rastro ninguno de semejante galimatías, pero solo me indico que le hiciese un pequeño estadillo con cada una de esas abreviaturas que había empleado y ella misma se encargaría de cambiarlas después, ya que me dijo que sería ella misma quien lo pasases luego todo a limpio para así darle a todo un último repaso al hacerlo. Sinceramente no me esperaba eso, aunque era algo que yo también hacia en EEUU, en lugar de dejar que lo hiciese mi secretaria prefería hacerlo yo precisamente para eso, para poder controlar que todo estuviese como quería… no me disgusto ver esa forma de actuar también en ella.
Quizá con esto me adelante un poco o quizá no debiese de hacerlo, pero creo necesario explicarlo, veréis, en ningún momento me dio por imaginar que mi hermana le pudiese poner la vista encima a alguno de esos borradores, ya que al pasarlos a limpio lo normal es que Helena no llevara ninguno a la reunión. Como ya he dicho, mi hermana sí que conocía perfectamente las abreviaturas que yo usaba, por lo que estaba más que claro que si las veía en unos borradores de la persona que llevaba mi cuenta, dado que además anteriormente yo ya le había dado cierta información “interna” cuando le pedí que mantuviese con Helena la cuenta… digamos que serian muchas casualidades juntas. Eso era casi tanto como decirla donde estaba trabajando, lo que junto con ciertas casualidades que ocurrían cada vez que yo oía el nombre de mi jefa en su presencia... Lamentablemente esto era lo que había sucedido, Helena por error llevo alguno de mis “apuntes” que por circunstancias mi hermana pudo ver perfectamente, algo de lo que lamentablemente yo no me entere en ese momento.
El jueves por la mañana me sonó el móvil, lo cogí sonriente cuando vi que era mi hermanita querida y tras hablar los dos menos de cuatro minutos, me alegre cuando mi hermana me dijo que habían cambiado de opinión, decidiéndome que mejor se alojarían conmigo para de esta forma poder estar juntos cuando yo saliese de trabajar y el fin de semana. Según ella me echaba mucho de menos y quería estar estos días que les quedaban conmigo todo el tiempo posible. Sinceramente no sospeche nada raro, como dije, Susan y yo éramos uña y carne, lo que si me sorprendió cuando me avisaron de que vendrían fue que en un principio decidiese alojarse en un hotel en lugar de conmigo... este cambio como podéis comprender no me extraño, ya que era lo que pensé que sucedería desde el principio.
Esa misma mañana le pedí a Helena unos días para poder irme a EEUU a ver a mi familia, esta vez también fui de lo más escueto sobre el motivo, solo explique que era por motivos familiares y punto. Esta vez como sabia que pese a todo, Helena estaría pendiente de lo que hiciese al volar, ya había quedado con mi hermana en que fuese ella quien me mandara los billetes, instándola a que los pagara como la vez anterior, exactamente del mismo modo... mi hermana me dijo que lo haría, que era ningún problema, aunque me miro un poco extraña cuando se lo dije y me sonrió con una sonrisita bastante extraña también. Helena no es que pusiese muy buena cara con ello, pero transigió, claro que peor cara me puso cuando me dijo de cenar conmigo el viernes en su casa... los dos solos, mas todavía cuando le dije directamente y a lo bestia que si era para follar se olvidase. Le conté también la milonga de la rozadura, y la cara que puso cuando termine no es que fuese muy amistosa que digamos, aunque ella sí que no me dijo ni media, se limito a arrugar el morro y rechinar los dientes. Tras eso me despidió y durante todo el resto del día me ignoro por completo, mostrándose como lo más parecido a un bloque de hielo que haya visto.
Ese mismo jueves, apenas acababa de dejar las maletas de mi hermana y mi cuñado en la habitación, se presentaron por sorpresa mis vecinitas, encontrándose con la presencia en mi casa de mi hermana y cuñado... Fueron de lo más simpáticas con ambos una vez que los presente a los cuatro y ellas dos supieron quienes eran mis visitantes, no sabéis las ganas que me dieron de estrangularlas a ver si de ese modo se callaban. Rajaron todo lo que pudieron, a conciencia y más aun, sobre lo bien que me había integrado, conquistas femeninas incluidas, explicando las cosas además con todo detalle. Mi hermana no paraba de mirarme con una sonrisita irónica a medida que estas dos iban deslizando anécdota tras anécdota sobre mí... incluida la Leona, lo que por algún motivo me empezó a procurar sudores fríos. Di gracias de que ellas no supiesen nada de que me estaba follando también a Carol y a Estela, ni que decir tiene de lo tranquilo que me quede al recordar lo poco, lo tan poquito que ellas dos sabían sobre Helena, aparte del nombre o de que la llamaban la Leona y parecía haberse aficionado a mi tanto como yo a ella... o más bien, que nos habíamos aficionado mutuamente a follar juntos.
Cuando mis vecinitas empezaron a centrarse en la Leona, en lo salvaje que todos decían que era, en lo cercanos que estábamos empezando a demostrar ser… me empezaron a entrar sudores. No os cuento cuando le dieron su nombre real a mi hermana, Helena, y pasaron a intentar describírsela con todo lujo de detalles para que viesen el pedazo mujer que me había ligado… les corte en el acto a las dos, taxativo y sin contemplaciones… pero cuando vi que mi hermana me miraba muy pensativa y silenciosa me eché a temblar. Y creedme que cambie de tema a toda velocidad, fui como una locomotora sin control… arrolle a quien estaba hablando en mis ansias de dejar este tema de lado, “afortunadamente” mi hermana “no” me pareció que advirtiese mis ansiosas prisas por dejar el tema de la Leona en paz…
No mal interpretéis lo que he dicho antes y recordad lo que os conté. A mí en esos momentos no me preocupaba el que pudiese saber quién era la Leona o su nombre… la descripción evidentemente era otro cantar. Pero lo que realmente me preocupo, descripción aparte, es que Susan pudiese llegar a pensar que estuviese enamorado de ella o algo de ese estilo, conocía a mi hermana de sobra y sabia también lo ultra protectora que era conmigo, sin olvidarme en ningún momento de las ganas que tenia de que regresara con la familia, cerquita de ella… lo último que yo quería era tener a Susan metiendo el hocico en este asunto… sobre todo porque sabía más que de sobra que Helena sin el menor género de dudas le encantaría para mi… y eso si que como se suele decir, ¡¡¡lagarto, lagarto!!!... que conocía a Susan y cómo se las gastaba con sus planes e ideas para cualquier cosa que considerara por mi “bien”… El que Susan supiese que tenía algo a nivel sentimental con Helena, por leve que fuese, sería un peligro para mí y para ella… como ya he dicho, conocía a mi hermanita querida demasiado bien.
Por eso he dicho que no mal interpretarais mis ansias por cambiar de tema, ya que era “imposible” del todo que Susan supiese o se pudiese imaginar siquiera quien era de verdad la Leona por mucho que la dijesen que se llamaba Helena, ya que no sabía nada sobre mi vida en España y por no saber, no sabía ni donde trabajaba… Os recuerdo que me había cuidado muy mucho de contar nada a nadie de mi anterior entorno, confieso que incluso, pese a mis prisas por cambiar de tema, no lo pude evitar y me hizo bastante gracia pensar que había estado hablando con ella, había estado sentada junto a ella, la había tenido delante de sus narices y al alcance de sus manitas durante tres días sin saberlo.
El fin de semana, hice de guía turístico por la ciudad para Susan y Robert, pero las noches pese a que lo intente, ni mi hermana ni Robert quisieron pasarlas conmigo o que yo les enseñase la noche de la ciudad, según me dijeron preferían salir los dos juntitos solos como cuando se conocieron. Por lo visto este viaje les había venido de muerte a nivel personal y como pareja, era como una cortísima segunda luna de miel. De lo que no me entere hasta el sábado por la mañana, es que ese mismo viernes habían quedado para cenar con alguien, aunque no me dijeron con quien, tampoco me preocupo, ya que supuse que lo habrían hecho con el consejero delegado del banco, el que estuvo presente en las conversaciones y con el que mi hermana hablo de mi cuenta.
El viernes pese a mi reticencia a salir mientras la parejita estuviese fuera de mi control y no supiese exactamente donde iban a estar en cada momento, al final di mi brazo a torcer y estuve con las compañeras de trabajo por ahí de marcha. Aunque realmente puedo decir que fue una noche de lo más relajado, porque la escusa de la rozadura me excluía de los adores de Carol y Estela... sobre todo de esta última delante de los morros de su novio. Aunque lo que no pude evitar fue que de vez en cuando, en cuanto me quedaba solo con alguna de las dos, se empeñasen en darme muerdos y pikitos en plan calentorra… creo que pretendían castigarme por “la rozadura”. Desgraciadamente mi polla no entendía de escusas y se me ponía que parecía al borde de romper el pantalón de la erección que me provocaban las dos con sus juegos o de sus castigos... que no tenía yo muy claro cuál de los dos casos era.
El sábado paso lo mismo con Helena, me llamo por la tarde y me invito a cenar a un buen restaurante alegando que me lo debía por todo lo que le había ayudado con el trabajo para las conversaciones. Viendo como se puso cuando le solté la excusa de la rozadura no me atreví a negarme, así que acepte su invitación. A la hora de esto mi hermana y cuñado me dijeron que el motivo de no haber querido salir por ahí conmigo tampoco ese sábado era porque también habían quedado esa misma noche con alguien para cenar, pero no me dieron más detalles… de modo que imaginar lo mal que lo estaba pasando, más que nada porque cuando me lo dijeron intente cancelar lo de Helena y no podía localizarla ni viva ni muerta por ningún sitio… de modo que me fui a la cena muy preocupado por lo que pudiese pasar… lo que tenía claro es que la opción de dar plantón a Helena estaba descartada se mirase como se mirase.
Para mi sorpresa cuando llegue era un restaurante la mar de romántico para cenar, velas, rosas, muy coqueto a la par que discreto y la mesa para mi total tranquilidad era únicamente para dos personas... respire aliviado cuando vi que solo seriamos los dos y no como me temía después de lo que me dijo mi hermana de que casualmente también habían quedado con alguien para cenar. Por las preguntas de Helena durante buena parte de la noche, empecé a darle vueltas llegando a conclusiones que no me hicieron ni pizca de gracia, algunas desde luego ni la mas mínima. Veréis, pensé que quizá me había pasado mucho ayudándola con la reunión, parecía sospechar de mí por saber tanto en muchos aspectos que supuestamente debería de desconocer. Digamos que se había dado cuenta de que conocía muy bien a los americanos, demasiado bien de hecho, de que en cierto modo le había dado muchas y muy buenas "pistas" sobre que debería de hacer para llevarse el gato al agua… todo un exceso de buenas “pistas”.
Digamos para que me entendáis mejor, temía que en cierto modo también se hubiese dado cuenta gracias a esa reunión de que quizá no hubiese sido solamente un simple secretario mas como yo le había vendido, que quizá con ellos en EEUU no hubiese trabajado precisamente en ningún puesto, o para alguien de baja o media categoría dado todo lo que sabía, posiblemente también se estuviese preguntando por todo lo que sin duda conocería de ser ese el caso y no había dicho... sin olvidar el hecho para mi aun más preocupante, de que también podría estar preguntándose porque había abandonado un puesto a esos niveles para irme a otro país a casi empezar de cero por lo que ella sabia... y como comprenderéis eso ultimo iría sobre mi vida personal, lo que era como un campo de minas. Logre salir al paso desviando la conversación hacia otros temas, me pareció que me funciono bien la treta. Lamentablemente solo sirvió para que pasara a interesase entonces por mi vida privada y por qué le contara cosas sobre ella, lo que fue todavía peor que lo anterior.
El domingo partieron mi hermana y mi cuñado dejándome muy preocupado al saber antes de que embarcaran que la cena había sido con Alma, Sandra y toda la panda de amigos..., me eche a temblar por el potencial desastre para mí que podía haber resultado de todo ello, más si cabe por la cara de malicia de Susan cuando me lo dijo y la cara que puso Robert de “pobrecito mi cuñado”. Me fui disparado a ver a mis queridas vecinitas para que me contasen con todo detalle lo que se había hablado en dicha cena... encima resulto que habían estado cenando todos apenas a dos calles de donde yo estuve cenando con Helena. Para mi tranquilidad no parecían saber nada sobre quien era de verdad mi familia, sobre la leona tampoco parecía que hubiesen hablado demasiado, ni que nadie hubiese dado ninguna descripción… Aunque me lleve las manos a la cabeza cuando supe que les habían enseñado en plan gracia mi video porno con la adorable amiguita de Alma… Ni os digo el cabreo que me pillen con las dos, que encima para tranquilizarme no se les ocurrió otra que decirme que no debía de preocuparme, que sobre lo único que comentaron Susan y Robert fue sobre el camarero del pollòn… Luego por lo que me entere y no sabía, es que alguno de los presentes en la cena también habían probado a dicho camarero y casi todo el resto de la velada fue en esa dirección… No os digo cuando llegue a casa y me senté, creo que os podéis imaginar sobre que me dedique a pensar con calma… ¿A ver qué coño daba yo como explicación a Susan cuando llegara a EEUU como me preguntara sobre el puñetero video?
La semana siguiente fue una balsa de aceite en todos los sentidos salvo en el caso del video, donde no veía escapatoria ninguna. El trabajo fue genial, Helena parecía más amable que nunca, Estela y Carol parecieron darme una pequeña tregua, incluidos jueguecitos, para dar tiempo a que mi "problema" mejorase. Mis vecinitas también estuvieron de lo mas simpáticas, incluso un día que se presentaron en mi casa para cenar solo se comportaron con dos excelentes amigas, sin intentar ponerme en ningún compromiso ni nada con sus habituales salidas de rollo bollo para calentarme… lo que fue de agradecer, claro que supongo que en su caso el cabreo que pille por lo del video también influyo para que estuviesen ahora con su rollito de chicas buenas. El Sábado por la mañana tome el vuelo en dirección a EEUU deseando terminar de una vez con todo esto... en los últimos días me pasaba más tiempo empalmado que otra cosa, con todo el trote que había llevado desde que empecé a trabajar en ese sitio, la abstinencia forzada que me había autoimpuesto con lo de mi hermanita me estaba matando… lenta y en cierta parte también muy “duramente”.
Susan me fue a recoger al aeropuerto. Lo más gracioso de todo fue que el mismo sábado según llegue a casa de mi hermana, según entramos por la puerta, me soltó cachondeándose de mí a lo bestia un botecito para que le diese mi primera muestra, preguntándome si necesitaba alguna revista porno o con lo que había visto por el camino tenía suficiente. Creedme que es lo que hice enseguida, la muy cabrona, de camino hacia su casa desde el aeropuerto, no dejo de señalarme una por una cuanta tía buena que veíamos, y de todo lo que podría disfrutar con cada una de ellas en caso de poder follàrmelas. Hizo todo tipo de comentarios sobre sus atributos, que si pechos para que me hiciesen cubanas, que si culazos para rompérselos, que si boquitas para chupármela… no os digo el empalme con que llegue a su casa, de escándalo creedme. No dije ni media, cogí el bote de marras y me metí al servicio a hacerme un pajote diciéndole medio mosqueado que para la próxima esperaba que fuese ella quien me "ordeñase", a ser posible con esa boquita viperina. Al salir una nueva sorpresa, mi cuñado sentado en el salón, descojonado de risa con mi hermana que le estaba contando todo lo que me había hecho pasar y mi entrada apoteósica al baño.
Cuando el cabronazo paro de reírse, se levanto, me cogió el bote, lo etiqueto, puso su nombre y metiéndolo en una nevera portátil de esas que se conectaban al mechero del coche, dijo que se iba a llevar la primera muestra. Creedme que no pregunte nada sobre eso… menudo corte que estaba pasando con esos dos y menuda bronca a mi hermana cuando mi cuñado se fue, esa también fue de órdago… por lo menos hasta que callo soltándome que no veía porque me ponía así con ella, que comparado con cierto video que prefería no nombrar, todo por lo que me quejaba era una leve broma de buen gusto.
El domingo, una vez que se me paso el cabreo, fue cuando hable con mi hermana sobre el asunto. Según me dijo, habían hablado con el centro donde querían hacerlo y les habían comentado que el semen debidamente guardado bajo determinadas condiciones, podría aguantar bastante tiempo, de modo que tenían pensado esperar todavía un poquito antes de mirar en serio de tener el niño. Le pregunte también sobre su situación con Robert dadas sus preferencias sexuales, lo que me dijo me dejo un poquito a cuadros. A Robert claramente le van los hombres, claramente pero con una única excepción, Susan. Por lo que me dijo estuvieron acudiendo a un especialista para intentar arreglar lo suyo... lo que sacaron en claro es que Robert era indudablemente Gay, pero paradójicamente se había enamorado de Susan, o más bien, llevaba enamorado de ella desde pequeño. Según parece ese descubrimiento fue lo que en si evito el divorcio en un inicio, llegaron a una especie de compromiso para tener un matrimonio más o menos abierto.
Luego llego el tema de los hijos, que fue algo mucho más peliagudo para ambos, más cuando se enteraron de que Robert no podía tenerlos. Bueno, sin entrar en detalles, el resultado para solucionar ese problema es que yo fuese el donante. Los dos estaban totalmente de acuerdo con esa posible situación, pero tenían que poder vendérmela para que aceptara, por eso mi hermanita querida monto todo el espectáculo de querer follar conmigo y que hiciésemos un trió con Robert... aunque también me dijo que no esperaba que colara como coló por mucho que yo dijese que no, que le dio la impresión de que yo no estaba "normal", que fue como si estuviese con la cabeza puesta en otro sitio, o en otra persona… Fui a decir algo al respecto cuando me corto para restregarme otra vez lo del video, alegando que ahora ya no le extrañaba que estuviese como en babia vistos mis gustos exhibicionistas… como comprenderéis volví a cerrar la boquita… mientras sus sospechas fueran por ahí… me jodìa, pero me preocupaba mucho menos a que fuesen sobre la leona.
De todos modos la tranquilidad relativa me duro poco, ya que volvió a la carga como si lo del video fuese solo una broma y lo otro lo que le preocupara de verdad, volvió a la carga con eso de que le pareció por cómo me conocía de bien, que francamente sospechaba que toda mi atención estaba puesta sin duda en otra persona. Cuando llegó a la parte esa de "otra persona", cometí un error mas, le cambie de tema a toda velocidad y esquive ese. Sinceramente tampoco podría deciros que tuve clara la situación al desviar el tema por algún motivo concreto, simplemente lo hice de modo instintivo en cuanto la oí ir por ese lado de nuevo, también vi en sus labios una pequeña sonrisita cuando vio como respondí de rápido a su “leve” sugerencia. Después de eso el tema de conversación dio un giro de ciento ochenta grados haciéndome sudar, me empezó a interrogar, porque eso es lo que fue en la práctica, sobre mi "amiga" Helena o como la llamaban mis dos vecinitas, la Leona. Parece que en la cena mis queridas vecinitas y el grupito fueron de lo mas… explícitos sobre mi relación con ella, como estaban de sorprendidos y como me envidiaban por haber logrado “ligármela”.
Esquive todo lo que pude el darle datos concretos sobre Helena, pasando por encima de su persona siempre, en cambio en un intento de que soltara esa presa, si le conté mis líos con Alma, son Sandra, con Carol, con Estela, eso sí, evitando cuidadosamente dar datos sobre dónde y de que trabajaba, yo o cualquiera de las personas de las que hablábamos. Incluso con el fin último de que dejaran a la Leona en paz, les conté todo lo del dichoso video, lo que paso cuando acompañe a Alma a la fiesta de compromiso de su "amiga del alma", estuve de lo mas grafico y expresivo con todas esas explicaciones… se meaban los dos de risa con todo esto… pero al menos logre mi objetivo y no se volvió a mencionar a la Leona o el nombre de Helena.
Cuando llego la noche y me pude parar a pensar detenidamente, me di cuenta de un pequeño detalle que tenía que empezar a asumir por lo que me desvelaba todo lo que estuve hablando con mi hermana. Tenía que empezar a ser consciente de que Helena, por mucho que me dijese a mi mismo que no, la realidad es que estaba empezando a convertirse en alguien mucho más importante para mí que una simple o probable folla-amiga, lo que definitivamente podía ser todo un serio problema. Estuve bastante tiempo dándole vueltas en la cama y fui plenamente consciente de la situación real en la que me había metido con ella por jugar con fuego, más que nadie era capaz de evaluar hasta donde llegaba mi atracción por ella, pero pese a todo seguí negándome a asumir de forma incluso agresiva cualquier cosa con ella que pudiese derivar en que pudiese estar enamorado, o enamorándome de ella.
Mi hermana también estuvo contándome muchas cosas sobre los motivos de haber ido con Robert a España y lo que pretendían hacer allí. Estuve dándola alguna que otra idea al respecto y ella estuvo muy locuaz sobre todo el proceso de negociación. Una de las cosas a las que no preste atención, ya que estaba muy ocupado teniendo cuidado en no demostrar ningún conocimiento sobre nadie de esa reunión, es que me deslizo en la conversación algunas de la abreviaturas que vio en los borradores de los informes de Helena y yo me las comí con patatas, las acepte sin extrañarme en lo más mínimo de que estuviesen allí. Toda mi atención estaba puesta en evitar dar la impresión de que sabía algo y sobre todo, de que pudiese conocer a su interlocutora por cualquier remota casualidad.
Por lo que supe más adelante, Helena confundió dos de los borradores con dos de las hojas que había pasado a limpio y no tuvo otra que usarlos. En un momento dado esas dos hojas terminaron en manos de mi hermana que no tuvo el menor problema en reconocer ni las abreviaturas, ni la forma en que estaba redactado y construido el borrador por haberlo visto muchísimas veces antes, para colmo algunos apuntes míos a mano en los márgenes, le dejaron todo de lo más claro, ya que conocía mi letra también como yo conocía la suya. Como después me diría ella misma, acepto todo esto que descubrió en la reunión sin inmutarse, porque estaba con la mosca tras la oreja conmigo después de que le informara sobre mi cuenta y le diese instrucciones tan tajantes con respecto a ella… junto con tal cantidad de datos sobre “problemas internos” de esa gente. Vamos que entre que me pase de listo, que tuve algo de mala suerte con el olvido de Helena y mis adorables vecinitas, mi queridísima hermanita me coloco de lleno con el carrito del helado, como se suele decir.
Estuve toda la semana en casa de mi hermana, aunque vi a casi toda la familia por obra y gracia de mi querida hermanita, que me los fue llevando con cuenta gotas. Discutí con casi todos los que vi y por lo mismo, por no querer regresar, incluyendo en esto a los padres de Robert, también a alguno de sus tíos, vamos, que fue un viaje de lo mas completito… todo esto de las visitas orquestado por mi dulce hermanita para que me fuese dando cuenta de cómo estaba el percal al respecto… también para dejarme claro que estaba sentenciado del todo a volver al redil de un modo u otro, me pusiese como me pusiese o hiciese lo que hiciese. El ultimo día se reunió casi toda la familia para despedirme de nuevo, ya que regresaba otra vez a España, aunque tuve claro enseguida de que aquello mas parecía un consejo de guerra en toda regla, que una reunión familiar. El único que se medio puso de mi lado durante dos gloriosos segundos fue mi hermano Patrick y solo duro eso, ya que mi padre le dijo que lo que tenía que hacer es dejar de follar por ahí con cualquiera y sentar la cabeza de una vez en lugar de meterse donde no le llamaba nadie... en ese momento se quito de en medio no fuese que también lloviese sobre él parte de la que se me avecinaba a mí.
Para terminar de arreglarlo y echarme una mano, mi adorable hermanita soltó que yo era un poco como Patrick, que en España me estaba tirando a toda la que se ponía a mi alcance... poco menos que no tenía intención de volver porque era un crápula y un libertino absoluto… No veáis la que se lio con la amable incorporación de detalles que dio mi adorable hermanita sobre mis vecinitas, Carol y Estela… mas todas las posibles esporádicas que me pudiese haber beneficiado en el camino. Pues todo eso lo fue a soltar delante de una cantidad de “ultraconservadores” que no os digo… no veáis como me pusieron, me pusieron de vuelta y media con mis valores morales, aunque luego ellos y ellas hiciesen lo mismo de lo que mi hermanita me acusaba a mí, con el agravante de que estaban casados y yo no, pero claro, encima cualquiera decía nada. En ese momento tampoco estaba como para andar pensando fríamente, solo di gracias de que a mi “hermanita” se le hubiese pasado por alto contar todo lo que mis vecinitas le explicaron sobre la Leona y lo del dichoso video.
Como imaginareis no veáis el cabreo que tenían todos conmigo por mi vida amoral y disoluta que llevaba en España… Todos estaban empeñados en que dejase de hacer "estupideces" de una vez y regresase al trabajo con la familia. Si algo me quedo de lo más claro en esa esplendida despedida, es que todos estaban emperrados en que regresara de nuevo de una vez y como fuese, empezando por Susan. Creo que si no llegamos a tener una bronca aun mas monumental y a costa de mi regreso es porque todos me conocían bastante bien, algunos muy bien, y todos ellos sabían que si me encabezonaba sería bastante peor, pero si algo me quedo más que claro con todo esto, es que aun no había terminado, antes o después alguien se movería para intentar hacerme "entrar en razón" y que regresase… que era en definitiva de lo que se trataba, de hacerme regresar como fuese.
En el vuelo de vuelta a Madrid estuve pensando en todo lo que había sucedido en EEUU desde mi llegada a casa de mi hermana, aunque no tarde mucho en dejarlo de lado porque me estaba dando dolor de cabeza la que tenia liada con la familia... decidí dejarlo estar por el momento, ya tendría tiempo de pensarlo con mas frialdad y claridad que en esos momentos, que todavía lo tenía todo calentito y lo único que iba a conseguir dolor de cabeza aparte, era enfadarme otra vez. Iba en Business igual que la vez anterior, como no éramos muchos pasajeros íbamos uno por fila nada mas, es decir, uno en cada fila a cada lado del pasillo. Era un vuelo nocturno, llego un momento en que apagaron las luces para que la gente pudiese dormir, en la penumbra que había en la cabina, pude observar como la pasajera que iba al otro lado del pasillo en mi misma fila se estaba tocando bajo su manta. Vi como esta se movía de forma acompasada, como tenía los ojos cerrados, como su respiración era algo agitada, como se mordía el labio inferior, sin duda para ahogar todo el ruido posible.
A los dos o tres minutos de estar mirándola fijamente vi como abría los ojos y sentí en la penumbra la sensación de que estos se clavaban en los míos... se veían los contornos de los cuerpos y el brillo que provocaban los reflejos de la lamparita del asiento de la azafata sobre nuestras pupilas. Vi como ella apartaba lentamente la manta que le tapaba, mostrándome como su mano se perdía dentro de su pantalón, directa sobre su sexo. Yo me coloque medio de lado, me levante un poco la manta, le mostré como me sacaba la polla y empezaba a meneármela lentamente en la oscuridad mientras le miraba fijamente. Al poco de haberme sacado la polla y estar meneándomela a su salud oí como de sus labios escapaba un leve gemidito muy ahogado... escuchamos como una azafata se acercaba por lo que ambos volvimos a taparnos disimulando, según paso reiniciamos el juego.
Unos minutos después estaba a punto de explotar, me la guarde y me levante de mi asiento, cuando mi "compañera" de juegos me vio se quedo completamente quieta mirándome. Me situé junto a su asiento, en el de al lado, con una rodilla sobre él, con una de mis manos sobre su respaldo. Acerque mi cara a la suya, mi mano libero mi polla dejándola expuesta ante ella, cuyos ojos no podían estar quietos, iban de los míos a mi polla rápidamente. Después de eso mi mano acudió a su cintura, entrando por dentro de su pantalón siguiendo su mano... se la retire para ocupar yo su lugar, empezando a masturbarla mientras su mano al abandonar su coño había acudido a aferrar mi polla, moviéndomela suavemente... entonces sí que clavo definitivamente sus ojos en los míos… me acerque hasta rozar sus labios con mis labios, en ese momento en que tenía su cara a escasos centímetros pude verla perfectamente. Era un mujer de unos 34 o 35 años como mucho, con unos impresionantes ojos verdosos, brillantes, con dos pechos generosos y con un montón de curvas que podrían hacer perder la cabeza de cualquiera.
Saque mi mano de su coño y retirándome un poco para que me viese bien, ante sus ojos me lleve los dos dedos a la boca para lamerlos, los mismos dedos que tuve dentro de su sexo. Después de eso puse ambos dedos ante la suya que abrió para que los metiese, los chupo con golosinería mirándome fijamente a los ojos... acerque mi boca a su oído y le susurre...
- Miguel: Me voy a terminar la paja en el servicio a tu salud... espero que no me lo permitas… le di un mordisquito en el lóbulo de la oreja...
Me guarde la polla levantándome para irme camino del servicio sin hacer ruido y sin volver la cabeza hacia atrás. Cuando llegue me baje los pantalones, me senté en la taza del retrete y empecé a masajearme la polla lentamente, esperando para ver si me compañera de masturbaciones decidía que quería de mi algo más que simple morbo.
Dos minutos después se abrió la puerta del servicio entrando dentro mi compañera de pajas. Cerró la puerta tras ella, empezando a quitarse el pantalón de una de las piernas, dejándolo enganchado en la otra. Depuse se quito la braga avanzando hasta llegar a mí, se sentó a horcajadas, cogiéndome la polla con una mano para situarla en la entrada de su coño. Poco a poco se fue sentando sobre ella, clavándosela hasta la empuñadura. Empezó a moverse mientras yo con una mano la sujetaba por el pelo, aplastando su boca contra la mia para ahogar cualquier ruido que pudiésemos hacer.
Se notaba que los dos estábamos muy, muy calientes, sentía como el flujo de mi amante estaba bajando hasta terminar sobre su culito, culito al que le metí un dedo que empezó a mover dentro de ella. Cada vez se movía mas rápido, apenas unos minutos después se corría como una posesa... pero a mi aun me faltaba, poco pero me faltaba. Cuando se levanto y se dio la vuelta me incorpore también, abrazándola por detrás, poniéndola contra el lavabo mirándonos la cara en el espejo.
Cuando se quiso dar cuenta tenia la punta de mi polla en la entrada de su culo, una de mis manos tapándole la boca y la otra masajeándola los pechos, jugando con las uñas en sus pezones. Empecé a empujar suavemente mientras por su boca escapaba un ahogado gemido ahogado por mi mano. Lentamente empecé a moverme dentro de ella, embistiéndola con suavidad... sentí como ella empezaba lentamente a gozar con la situación, la estuve también besando en el cuello momento en que deje sus pechos para acudir a meterla dos dedos en el coño, empezando a fállamela también con ellos, a la vez usaba el pulgar con su clítoris. No tardamos mucho en corrernos los dos, yo llenándole el culo de leche que al sacársela empezó a escurrir por sus muslos. Estuvimos limpiándonos un poco con papel y colocándonos la ropa de nuevo en orden. Dos minutos después yo me sentaba en mi asiento, regresando ella poco después, tumbándose a dormir en el suyo. El resto del vuelo fue de lo más normal y tranquilo, incluso me pude echar una cabezadita durante un par de horas. Cuando bajamos del avión en Barajas tuve la ligera sospecha de que la azafata que me despidió nos había pillado, más que nada lo sospeche por su sonrisita, por su tono especial al preguntarme guiñándome un ojo si había tenido un buen viaje.
Cuando salí a la terminal iba justo detrás de mi compañera de la noche. Vi como dos niños salían corriendo al grito de ¡¡¡mamiiiiiii!!! para ir a abrazarse a ella, después la vi fundirse en un abrazo y un beso con el hombre que llevaba a los niños. Poco después se iban los dos abrazaditos de la cintura y con un niño cogido de la mano cada uno. Yo me dirigí a la salida con la sana intención de coger un taxi para ir a mi casa.
CONTINUARA