Tiempo de libertad 1

Escapo del control de mi familia mudándome a España, empiezo a trabajar como secretario de alto nivel de una ejecutiva, un puesto para el que no me presente, pero que fue el que me ofrecieron cuando me presente a pedir trabajo

TIEMPO DE LIBERTAD – 1

Me llamo Miguel Ángel y trabajo como secretario en una consultoría perteneciente a una banca de inversiones, a su vez dependiente de una importantísima entidad bancaria, esta sección está destinada a la exclusiva atención de gente con dinero, con mucho, muchísimo dinero. Soy moreno, alto, delgado y como muchos otros chicos, soy un tío normalito, del montón. Gano un muy buen sueldo por mi trabajo, pero quizá lo que más os pueda sorprender es que mi patrimonio personal asciende ahora mismo a prácticamente un centenar de millones de dólares aproximadamente, o algo menos de euros al cambio, como prefiráis y os sintáis mas cómodos de manejar.

¿Que que hace alguien con mi fortuna trabajando en una oficina como secretario?... simplemente vivir mi vida, aunque no os lo creáis o incluso más de uno podáis pensar que estoy loco. Todavía lo veríais peor si supieseis que esa fortuna la hice en solo dos años y medio partiendo de unos cientos de miles de dólares de una herencia, menos de medio millón de dólares de hecho, pero por ahí, por ahí.

Para que lo entendáis os contare algunas cosas sobre mí. Mi padre murió cuando yo tenía escasos tres meses en un accidente. A los pocos días de mi primer cumpleaños mi madre se volvía a casar con un americano al que conoció cuando este estaba de vacaciones, fue un flechazo a primera vista. Mi madre y yo nos mudamos a Estados Unidos con mi padrastro, aun así seguí manteniendo contacto siempre con mis abuelos paternos hasta el día de su muerte, cuando yo tenía diecisiete años. La familia de mi padrastro eran gente de dinero, de hecho de mucho, mucho, muchísimo dinero, quizá una de las familias más ricas del país. Su fortuna tocaba muchísimos sitios, estaba muy dispersa y diversificada, con lo que no eran conocidos públicamente, no aparecían en esas famosas listas de los más ricos.

Mi madre me dio dos hermanastros, al año de casados nació mi hermana Susan, y un año después mi hermano Patrick, tras eso mis padres decidieron que con los tres estaba bien. Otra particularidad es que yo mantengo mi apellido paterno original, mi padrastro siempre quiso que adoptara el suyo, cuando yo tenía seis años decidió que ya era hora, pero mi abuela (La madre de mi padrastro) siempre se opuso, pese a todo esto yo la quería con locura, para mí fue muy duro cuando ella murió, confieso que estaba mucho más apegado a ella que a mi propia madre. Mi abuela no permitió que me cambiaran el apellido, y creedme que se hacia lo que ella decía, ni mi abuelo, que era un hombre de tremendo carácter se atrevía a oponerse cuando ella se ponía seria... que era muy poquitas veces, pero con lo de mi apellido se puso con todos, incluida mi madre muchísimo más que seria, de hecho, que yo recuerde la mayoría de las veces que se ponía en ese plan era cuando algo hacía referencia a mi… podríamos decir que yo era su ojito derecho.

Mi abuela dijo que si cuando yo fuese mayor quería adoptar los apellidos de la familia entonces así seria, pero que hasta que ese momento llegara, lo de cambiarme los apellidos seria por encima de su cadáver. Creo que ella leyó en mi desde pequeñito, creo que vio en mi, parte de ella misma y no quiso que fuese absorbido por la familia con ese cambio de apellido, algo que puede que solo se vea como algo simbólico, pero que quizá mi abuela vio a un nivel mucho más profundo. Yo sigo manteniendo el apellido de mi padre biológico y mi nacionalidad española intactos, mi madre adopto la nacionalidad Norteamericana, pero mi abuela tampoco permitió que eso pasara conmigo. La familia era suficientemente influyente como para no tener problemas con mi nacionalidad...

Cuando termine la universidad en Harvard y varios másters que hice, mi padre (padrastro) me llevo a trabajar con él, igual que posteriormente haría con Susan y Patrick. A mí no me gustaba en lo mas mínimo y al final mi termine discutiendo muy enserio con mi padre por ello, tubo que interceder mi abuela entre ambos y todo. Cuando ella falleció su patrimonio personal se dividió entre sus nietos, a Susan y a Patrick les dejo toda su fortuna, que estaba unida a la de la familia, a mi únicamente unos cientos de miles y una extensa carta que únicamente debía de abrir y leer cuando estuviese solo.

Mi abuela siempre fue un autentico tiburón en los negocios... era sin duda la mejor de toda la familia, una autentico genio, con ser todos francamente buenos en ellos, ella destacaba sobre los demás. Desde que tenía catorce años me estuvo enseñando todo lo que ella sabía, todos los trucos, todo ello como si de un juego se tratase... poco a poco, jugando, sin darme cuenta, me convertí en su réplica, eran tan bueno o más que ella, incluso ella hizo operaciones siguiendo mis indicaciones, lo que yo consideraba un juego ella lo llevaba a la practica en pequeña escala por su puesto, solo unos pocos miles de dólares, pero que logre sin saberlo que se multiplicaran rápidamente, por lo que parece esos cientos de miles fueron los que yo gane con mis “juegos”... según me dijo en la carta mi abuela y era considerablemente más bueno que ella.

En su carta mi abuela me decía que me pusiese a trabajar codo con codo con mi padre, que le demostrara de lo que era capaz, que me ganase su respeto transformando esos pocos cientos de miles que me había dejado por ser realmente míos, ganados por mí, en unas decenas de millones. Que si después seguía pensando como en esos momentos no hiciese lo que ella, que por presiones de la familia se dedico a ganar dinero y no a vivir... que siguiese mi propio camino. Me explico que desde pequeño ella se vio reflejada en mí, que éramos prácticamente iguales, por eso nunca dejo que me metiesen en la familia, mi distinto apellido y nacionalidad, el haberme ganado yo solo mi fortuna desde su herencia ajeno al dinero de la familia me permitiría liberarme de casi todas mis cadenas... Para terminar su carta me decía que lo único que siempre lamento desde que me conoció, es que no llevara su misma sangre, que yo no hubiese sido su hijo y que siempre me quiso mas como a tal que como a un nieto.

Durante dos años y medio trabaje con ahincó como uno más de la familia, durante ese tiempo mis cientos de miles se convirtieron en millones, en varias decenas de millones de dólares, de hecho, casi, casi rozando la centena, digamos que aparte de saber lo que me hacía con el dinero, más que eso, lo que tuve también fue una suerte del demonio con las inversiones. Y si, fui puesto bajo investigación por el modo de ganar dinero, pero pudieron comprobar que todo lo que hice fue completamente legal y no cometí el menor delito en ninguna de mis acciones. Conmigo trabajaron codo con codo Patrick y Susan, aprendieron a mi lado muchísimas de las cosas que a mí me enseño mi abuela... convirtiéndose también en dos tiburones mas para la familia. Cuando llegue casi a la centena de millones me plante, y me fui a hablar con mi padre. No diré que fuese algo simple o siquiera agradable porque no, pero acepto mi decisión a regañadientes. Como me dijo mi abuela, le había demostrado lo que valía y podía hacer, mi diferente apellido y nacionalidad me daba una cierta sensación de diferencia con el resto de la familia que me ayudo bastante por extraño que pueda pareceros, además al enseñarle a leer parte de la carta que me dejo mi abuela, estaba el hecho de que ese dinero en realidad era todo mío, había hecho mi fortuna sin contar con el dinero de la familia... puede que eso fuese definitivo para que mi padre me “autorizara” a volar del nido. Cuando hablo de familia también me refiero a primos, etc... no solo a mi padre, madre o hermanos.

Después de esto decidí alejarme de la familia y venirme a España, aunque mis abuelos paternos habían muerto hacía unos años y no mantenía contacto con la familia de mi padre pensé en visitarlos. Sabía que mientras que siguiera por allí antes o después terminaría siendo absorbido por la familia y no quería terminar como ellos. Mi padre salía de casa a las siete y regresaba a las diez o las once de la noche, igual que mi hermana y hermano. Mi padre tenía su amiguita en la oficina para alegrarle el día, mi madre tenía también sus amantes, más o menos oficiales... Mi hermana se caso con su novio de siempre, hijo de otra familia bien y después de dos años de casados empezaban a parecerse a mis padres, cada uno por su lado y con sus líos... sinceramente creo que se casaron porque era lo que las familias querían y no se atrevió ninguno de ambos a oponerse a ello, aunque unas semanas antes de casarse intente hablar con ellos sobre esto sin el menor resultado, también creo firmemente que si hablasen la situación entre ellos podrían arreglarlo, pero eso deben de ser ellos, no yo. Patrick era un mujeriego empedernido, pero sabía que antes o después seguiría el ritmo de los demás... antes o después encontraría o le encontrarían a alguien "conveniente" para casarse.

Mis padres empezaron muy enamorados y a su modo aun lo están los dos, pese a sus amantes se que se seguían queriendo como al principio, pero en unos años la familia término por devorarlos a ambos convirtiéndolos en lo que eran ahora... yo desde luego no iba a permitir que me pasara eso. Distinto apellido, destina nacionalidad, para mi total y más absoluta sorpresa pude escaparme casi tranquilamente de las garras de la familia gracias a la decisión de mi abuela de no permitir que me "integrasen" oficialmente en la misma. Deje mi fortuna dentro del control de la familia, concretamente bajo el control de Susan, pero en inversiones fijas de bajo riesgo, con la mitad del dinero que generaba podría vivir espléndidamente y con la otra mitad podía ir incrementando mi patrimonio tranquilamente. Creo que quien peor se tomo mi marcha fue mi hermana Susan ya que éramos uña y carne de pequeños, aunque al crecer nos habíamos distanciado un poco, su boda, vivir ella en otro sitio, etc... Seguíamos estando los dos casi igual de unidos.

Cuando llegue a España fui a ver a los hermanos de mi padre... fue de risa, me recibieron de una forma que no me esperaba, tenían varias tiendas en Sevilla, Cádiz, Granada y Córdoba... parecía como si hubiese ido a verles para pedirles dinero, una parte de lo que poseían o algo así. Incluso mis primos y primas me recibieron de malas. Debo de decir que todo lo que tenían era heredado de mis abuelos, así que legalmente al seguir teniendo los apellidos de mi padre y mantenido la nacionalidad tenía mis derechos intactos...

No me gusto como me trataron, lo que insinuaban y muchísimo menos las veladas amenazas legales sobre mi si trataba de quedarme con algo de lo que consideraban suyo cuando intentaron que firmara mi renuncia legal a mi parte por una miseria y sonriendo les dije que no firmaría nada de nada. Según su forma de verlo ellos tenían dinero y yo no, podían hacerme la vida imposible a nivel legal... o eso les entendí. Yo hablo perfectamente español, sin acento, pero se me escapan muchos matices del idioma, algo que solo podre aprender a usar con la práctica constante.

Cuando mis abuelos murieron, los hermanos de mi padre se lo repartieron todo sin informar a mi madre o a mí, ya que yo era el heredero universal de mi padre y debería de haber heredado su parte. No sé qué chanchullos harían, pero desde luego si me metía en juicios con ellos, podían salir todos muy mal librados con todo esto. Lo cierto es que mi fortuna me daba como para comprar sus bienes varias veces y quedarme bastante todavía para seguir siendo rico. Me hice el tonto y me marche para la capital, para Madrid. No obstante decidí no hacer nada de nada con respecto a mis derechos sobre esa herencia, no iba a pedirlos pero tampoco a renunciar a ellos... no creía que fuesen a intentar nada de nada al ver que yo no movía ficha, pero si desde luego me llegaba algo de algún juzgado de parte de ellos, iba a meterme a saco y a por todas... Quizá entonces descubrirían quien es el que de verdad tenía dinero aquí.

En Madrid me instale en régimen de alquiler en un amplio ático con varias habitaciones y una enorme terraza, trastero y tres plazas de garaje (Y no, no sé el porqué de las tres plazas) que me iban a venir de muerte, estaba situado en uno de los mejores barrios de la capital, lo siguiente fue comprarme un coche pese a que mi hermana tenía que enviarme el mío desde casa, me estuve pateando concesionarios hasta que di con un coche que me gusto del Segmento B para usarlo por la ciudad, aunque no diré aquí ni marca ni modelo.

Por otra parte como ya os he dicho estaba esperando a que mi hermana me mandara a Madrid a la niña de mis ojos, mi Ford Mustang Shelby GT500, además mi coche había sido especialmente preparado para mi… este tenía pensado usarlo solo cuando saliera por ahí los fines de semana, por un lado era excesivamente cantoso ir con él a buscar empleo, o a trabajar ya puestos cuando encontrara algo, y por otro prefería no correr el riesgo a que me le dieran algún golpe… De hecho fijaros que cuando me llego a Madrid, al guardarlo en el parking le puse en una de mis plazas, concretamente la que mas escondida y protegida estaba, y lo tape con una funda para que no me cogiera nada de polvo, entre otras cosas… ahora os podéis reír si queréis, pero lo cierto es que sentía devoción por mi Mustang.

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Este era un regalo de mi hermana y de mi hermano que sabían lo que me gustaban los Mustang desde siempre y que dada mi forma de ser posiblemente nunca me lo compraría por mi mismo o si lo hacía me limitaría a un Mustang “normal”, por eso mismo decidieron que ellos mismos se encargarían de que tuviese uno, además uno preparado especialmente para mi… con lo que aun le tenía mucho más cariño si cabe. Debo de reseñar, que yo normalmente era igual de esplendido con ellos, lo que no me compraría para mí por considerarlo un lujo que no venía a cuento, no tenía el menor problema en hacerlo si era como regalo para cualquiera de los dos.

Después de todo esto decidí buscarme un empleo... me dedique a ir entregando algunos curriculum por ahí, no puse todo lo que realmente tenia, todos mis títulos y conocimientos, ya que lo que yo quería era algo que me permitiera tener un horario y no un puesto de responsabilidad que me lo negaría, para eso habría seguido con la familia o trabajando para mí con mi propio dinero. No os olvidéis de que estaba completamente solo, no tenía ni amigos ni familia conmigo... así que pensé que era lo mejor para ocupar tiempo y quizá hacer amigos en el propio trabajo.

Como por una ironía del destino encontré trabajo en la consultoría como mencione al principio, pero no de lo que pretendía, según iba a firmar como un empleado mas, me ofrecieron si o si el puesto de secretario de una de las ejecutivas más jóvenes de la misma. Era una mujer de unos 29 años, atractiva, buen físico, de nombre Helena, yo era su sexto secretario en lo que iba de año, y solo estábamos a mediados de septiembre. Me habían precedido cuatro mujeres y otro hombre, este ultimo solo duro quince días antes de pedir la cuenta e irse soltando pestes de ella... igual que hicieron las anteriores a él. Digamos que yo iba a por otro puesto la mar de feliz por haber sido tan listo, pero por mi curriculum me empaquetaron con ella, creo que me pase de listo al poner cosas.

Lo cierto es que empezamos con mal pie... nada mas presentarme me empezó a leer la cartilla lo que ya de entrada no me hizo la mas mínima gracia, pero cuando se puso a explicarme como hacer mi trabajo me remato del todo. Mi cara fue todo el tiempo de lo mas inexpresiva, no me estaba gustado la tipa esta en lo más mínimo, así que según termino de hablar...

- Miguel : ¿Por qué?

- Helena : ¿Por qué, qué?

- Miguel : ¿Que a que ha venido todo eso?

- Helena : Le estaba explicando lo que tiene que hacer, ¿le parece mal?

- Miguel : Francamente si, ha comprobado mis credenciales y la documentación que les presente como candidato a trabajar aquí, por lo que habrá visto que estoy más que capacitado para ser su secretario...

- Helena : Si no fuese como dice no estaría aquí...

- Miguel : Pues entonces no se a que viene lo de explicarme como tengo que hacer mi trabajo. A mí, aunque solo sea por un mínimo de educación y sin conocerla de nada, nunca se me ocurriría decirla como hacer el suyo, aunque pensara que sé hacerlo mejor que usted...

- Helena : Como se atreve... esta diciéndome que podría hacer mi trabajo...

- Miguel : Tan bien como podría hacer usted el mío... Yo supongo que sí está ocupando este puesto es porque es una cualificada profesional, del mismo modo que si yo estoy capacitado para ejercer mi puesto es porque también soy un cualificado profesional. Así que le rogaría que antes de emitir un juicio de valor sobre mí, se espere antes a ver como desarrollo mi trabajo y después opine.

Me miraba con la boca abierta, me dio incluso la impresión de que me miraba como si fuese un alíen y estuviese intentando abducirla. Ahora hablando con toda sinceridad, me esperaba que me pegara una patada en el culo y me echara de su despacho, pero increíblemente fue todo lo contrario, me indico mi mesa y que comenzaba al día siguiente, después de indico la puerta de salida con un gesto de la mano un tanto... uhmmm, como lo diría, un gesto un tanto falto de respeto... Me estaba empezando a dar que me lo iba a pasar a lo grande trabajando con esa mujer.

También reconozco que no es lo mismo estar trabajando por un sueldo que necesitas para vivir, que estar trabajando para mantenerte ocupado y respaldado por una fortuna... las cosas son sensiblemente diferentes, muy diferentes. Al día siguiente inicie mi trabajo como su secretario, creo que estuvo todo el santo día intentando encontrar algo por donde poder cogerme en algún renuncio sin conseguirlo. Lo cierto es que no tenía el menor problema con el trabajo de ser su secretario, incluso con haberme puesto a realizar el suyo tampoco, de hecho y para ser más preciso, incluso mi curriculum posiblemente fuese muchísimo mejor que el suyo, sin contar mi experiencia al hacer mi fortuna.

Algo de lo que enseguida me di cuenta, es que mi circulo de posibles amistades del trabajo iba a ser un poco limitado en cuanto a género masculino... todo a mi alrededor eran mujeres, en nuestra planta todo eran ejecutivos y secretarias... de secretarios solo estábamos otro chico y yo. Por supuesto los ejecutivos no se juntarían conmigo para tomar unas cervezas, así que mi panorama de amistad masculina se reducía al otro secretario, Raúl, la única ventaja es que si algún día salíamos los dos juntos por ahí a ligar no tendríamos ningún problema, los chicos para él y las chicas para mi... Sin embargo, en cuanto género femenino había una mezcla de todo lo que pudieses pedir en mujeres, en fin, mi gozo en un pozo.

A la semana de estar allí trabajando me lleve una buena sorpresita, mi jefa era la encargada de cierta cuenta que yo en esos momento todavía no sabía ni que estaba en ese banco porque Susan no me había informado de donde la había abierto... Mi jefa era la encargada de la cuenta que mi hermana Susan había creado en esta misma sociedad bancaria, la cuenta sobre la que vencían parte de los rendimientos de mi fortuna para que yo los pudiese tener a mano... hablamos de al menos un millón y medio de Euros anual como mínimo y tirando por lo bajo, el resto de mis rendimientos se sumaban al resto de mi fortuna. En esos momento mi cuenta tendría unos cinco millones de dólares, y lo más chocante es que por lo que vi todavía nadie se había dado cuenta de su importancia, la cuenta en sí misma no era importante por el importe de ese dinero y el que basculaba sobre ella cada año, sino por todo lo que llevaba aparejado tras de sí, mi propia fortuna más un enlace directo con mi familia y su enorme fortuna e influencias. Increíble, cuando me di cuenta no me lo podía ni creer, vaya patinazo el de alguien de la entidad al no haber averiguado eso todavía, aunque para mi muchísimo mejor, claro.

Por otro lado por supuesto como comprenderéis tampoco nadie sospechaba que esa cuenta era mia, el motivo por el que mi jefa no se dio cuenta de ello pese a tenerme esa semana tan cerca y con todos mis datos a mano, es porque mi cuenta era dirigida por la familia pese a ser yo en cierto modo independiente de ella. Os recuerdo que mis apellidos son españoles y mi familia Americana, nuestros apellidos son completamente distintos, por eso paso desapercibida para Helena o cualquier otro... Lo cierto es que desde mi posición podía operar tranquilamente con mis fondos de esa cuenta de desearlo, aunque no lo hice por precaución para no descubrirme si me movía yo, cuando quería algo siempre era atraves de la familia, concretamente de mi hermana Susan... ¿complicado no?, pero eso si, en cierto modo me resultaba tremendamente divertido.

Por si alguno se lo está preguntando, mis nominas iban a otra cuenta de ahorro normal y corriente, domiciliada en ella del mismo modo que la de cualquier otro trabajador. De la otra cuenta, la de los millones, tenía un especialísima tarjeta de crédito expedida por el banco, con ella podía disponer de cualquier cantidad de dinero que estimara oportuna en cualquier lugar y momento.

Llevaba ya algo más de un mes en la ciudad y seguía sin conocer a nadie fuera del trabajo, y en él con quien más trato tenia era con mi jefa, así que imaginaos. El viernes por la noche decidí salir a ver si conseguía ligar, estuve por varios locales del centro echando un vistazo a lo que había, pero no hubo forma de comerme un solo rosco. En algunos de los locales había unas chicas espectaculares, claro que por lo que veía mas espectaculares debían de ser las carteras de la mayor parte de sus acompañantes, y no digo todos por no generalizar, lo mismo alguna de ellas estaba con alguien que de verdad le importase. Yo desde luego lo que no pensaba hacer bajo ningún concepto es tirar de dinero para ligarme a una de esas, para eso me pagaba un puta, los dos sabíamos a lo que íbamos, me saldría mucho más barato, seguro que sería mucho mejor en la cama y sin ninguna complicación.

Empecé a ver que según los locales me podía olvidar de ligar sin ir con una cartera abultada. El sábado varié de locales, cambie de zona y me metí en una zona de claras tendencias no heteros, estuve tomando algunas copas y mira por donde ahí sí que intentaron ligar conmigo algunos chicos, obviamente sin éxito. En uno de los locales me fije detenidamente en un par de chicas que se estaban enrollando en un lugar apartado y oscuro, ambas estaban comiéndose a besos. El hecho de que las estuviese mirando no era por el espectáculo de ver como se enrollaban dos tías, que también, sino porque me parecía reconocerlas pero sin lograr ubicarlas para nada... no podía quitar la vista de encima de ambas... sabía que las había visto antes, ¿pero dónde?

Se veía perfectamente como la mano de cada una de ellas se perdía en el interior de la mini de la otra, como sus manos se movían frenéticas mientras se besaban de forma apasionada y muy caliente. Lo cierto es que me la estaban poniendo como un garrote de dura, ver como ambas se estremecían por las caricias de la otra, como sus pezones se marcaban claramente sobre sus camisetas, como sus lenguas se buscaban mutuamente mientras sus brazos se movían frenéticamente guiados sin duda por sus manos...

Ambas parecían dispuestas a llegar mucho más lejos allí mismo, de pronto sus cuerpos se estremecieron, se tensaron y de forma casi simultánea de sus labios escaparon gemidos de intenso placer... acababan de alcanzar un orgasmo simultaneo las dos. Se quedaron un ratito mas sentadas besándose las dos, una vez que debieron de considerar que estaba bien se levantaron para irse de allí... fue entonces, al verlas a las dos juntas de pie cuando la reconocí... eran mis dos vecinas de abajo, Alma y Sandra, según tenía entendido eran primas que estaban estudiando en la universidad.

Para salir del local tenían que salir por donde yo estaba, a ellas por lo visto no las costo nada de nada reconocerme, porque al verme se quedaron paradas mirándome... por su cara era obvio que no las gustaba en lo más mínimo verme allí, y muchísimos menos el que las hubiese podido ver cómo estaban solo unos instantes antes... una de ellas fue a hablar pero la interrumpí...

Yo ya he terminado por esta noche, ya me iba, tengo el coche fuera, si queréis os dejo en casa... Aceptaron las dos, según ella iban camino de la salida para coger un taxi con el que regresar a casa. En el coche iban un poco mustias mirándome de reojo... decidí romper yo el hielo...

- Miguel : Si os preocupa el que os haya visto cuando os enrollabais no os preocupéis... no voy a ir contando nada a nadie... es más, en Madrid en estos momentos solo os conozco a vosotras dos.

- Alma : ¿Entonces lo has visto todo?

- Miguel : Me temo que si...

- Sandra : ¿Que hacías en un bar de ambiente?

- Miguel : Pues mirad... seguro que os reis, pero no conozco nada ni a nadie, así que estaba simplemente recorriendo zonas buscando locales donde poder divertirme y ligar un poco...

- Alma : ¿Y nada...?

- Miguel : Oh, no diría yo tanto, lo cierto es que me han entrado un par de tíos a los que según mi han dicho mi culito les ha encantado, pero teniendo encuentra que soy hetero...

Las carcajadas de las dos eran para oírlas, les hizo una gracia que se descojonaban vivas. Después de esto se mostraron más abiertas, tampoco os penséis que me contaron su vida que no, pero por lo menos la tensión desapareció. Entre en el parking, subimos los tres hasta la planta de ellas, se despidieron las dos con un beso dándome las gracias, cuando las dije que porque, ellas me dijeron que por no decir nada u opinar sobre su relación...

Subí hasta mi piso donde me tumbe a dormir, quedándome tronchado enseguida. Al día siguiente Domingo, me levante pronto para irme a correr un poco tras desayunar, después regrese a casa dándome una buena ducha. A medio día me iba a poner a prepararme la comida cuando sonó el timbre de la puerta. Al abrir me encontré con las dos primas que llevaban un buen montón de platos con ellas... haciéndome a un lado bastante sorprendido las deje pasar.

Me dijeron que puesto que a las únicas que conocía era a ellas, habían pensado en comer conmigo y ser mis primeras amigas... que yo solo tendría que poner la cerveza, cuando me preguntaron si tenía, riéndome les dije que sí, que al menos un par de cajas de latas. Comimos juntos todo lo que ellas subieron regándolo con mi cerveza, de dos cajas de 24 latas cada una al terminar apenas quedaban 5. Nos pusimos ciegos, después de eso estuvimos viendo algunas películas que ellas habían llevado, lo cierto es que pase una agradable velada con ambas chicas.

Se bajaron después de cenar conmigo, pero esta vez me toco a mi hacer la cena mientras ellas bajaban a por refrescos a una tienda 24h que al ser domingo era lo único abierto. Cuando terminamos y se despidieron de mi me soltaron un...

- Alma : Bueno, no te quejes Miguel... ahora ya puedes decir que tienes dos amigas...

- Miguel : Si, y presumir de tener dos preciosas amigas lesbianas...

- Sandra : Jajajajajajaja... eso quisieras tú, que fuésemos las dos lesbianas para poder presumir... jajajajaja...

Entonces ambas muy sonrientes y a la vez, me dieron un beso en cada una de mis mejillas y un azotito en el culo, diciéndome "!!macizo¡¡"... después se fueron las dos escaleras abajo riéndose mientras yo me quede en la puerta mirándolas desaparecer completamente perplejo.

CONTINUARA