Tía Sally

La hermana de la madre se hace cargo de la familia.

Tía Sally

Había pasado un año desde que mi padre falleció y mi madre se había endeudado muchísimo... La tía Sally vino a nuestro rescate… Pagó todas nuestras facturas y decidió mudarse a nuestra casa, con madre, mi hermana y conmigo.

Mi madre intentó por todos los medios y formas posibles pagar las facturas antes de acceder a dejar que tía Sally viniera a vivir con nosotros, cosa que no entendía.

Tía Sally tenía poco más de 42 años y mi madre dos años menos... Ella era guapa y tenía un cuerpo tan bien proporcionado que hacía que mi polla se pusiera tiesa cada vez que venía, lo cual era raro.

Mi hermana estaba en su primer año de universidad y yo estaba en mi último año de secundaria… La idea de que tía Sally viniera a vivir con nosotros me volvía loco y por la noche me masturbaba la polla al verla por la casa en bata o algo más.

Ese viernes por la noche, y ella y mamá estuvieron discutiendo toda la noche mientras yo entraba y salía tratando de verla cuando nadie estaba mirando.

Mi hermana no estaría en casa hasta mañana por la noche debido a que tenía un partido de voleybol en la universidad, así que me fui a dormir después de masturbarme recordando cada detalle del cuerpo de tía Sally.

A la mañana siguiente, me desperté y me vestí rápidamente para bajar a desayunar.

Escuché ruidos en la cocina cuando me acerqué y grité que iba a entrar sólo para asegurarme de que todo estaba bien… Mi polla se puso tiesa cuando entré a la cocina.

Mamá estaba sentada a la mesa con un camisón transparente, que mostraba sus grandes tetas, y tía Sally estaba sentada a su lado con otro camisón igual de transparente.

Podía verle sus muslos de lado y sus tetas más pequeñas y mejor desarrolladas que las de mi madre, y bien marcadas a través del tejido del camisón… El pelo de mamá estaba todo alborotado como si no se lo hubiera peinado.

  • “Siéntate, Jeff… Ellen, por favor, prepárale una taza de café y unas tostadas a tu hijo… Seguro que tiene hambre”, dijo tía Sally.

Me senté frente a ella y vi a mi madre levantarse de la mesa… Le vi lo peludo que tenía su coño cuando se levantó y luego al darse la vuelta también le vi las nalgas de su gran culo moviéndose mientras caminaba hacia el banco de la cocina.

  • “Seguro que has visto cuerpos de mujeres antes, Jeff... Actúas como si nunca hubieras visto uno… ¿Tienes pensamientos guarros?, me dijo tía Sally sonriendo.

  • “No”, susurré tratando de evitar su mirada, pero al mirar hacia otro lado, vi la desnudez de mi madre preparándome el café.

Mi polla estaba tratando desesperadamente de salir de mis pantalones mientras me retorcía en el asiento.

Mi madre finalmente se dio la vuelta y casi me desmayo al ver cómo sus pechos se balanceaban trayendo el café y sentándose frente a mí, mientras yo seguía mirando sus grandes tetas.

Ella no dijo nada y evitó mirarme mientras se volvía a sentar.

  • “Verás, Jeff, cuando tu madre y yo éramos más jóvenes ella siempre se metía en problemas al igual que lo ha hecho ahora con las deudas que he tenido que pagar… Yo siempre tuve que enseñarle el error que cometía... Así que aquí estoy otra vez teniendo que cuidar de ella… ¿No es así, Ellen?”, habló tía Sally.

  • “Sí”, respondió en un susurro.

  • “Jeff, tu madre aceptó dejarme manejar la casa como solía manejar su vida para asegurarme de que las cosas nunca se vuelvan a torcer... También estuvo de acuerdo en que tu hermana y tú también participaréis con ella en el proceso de aprendizaje.

Seguí sentado con los ojos muy abiertos mientras ella continuaba.

  • “En esta casa, cada uno de vosotros seréis castigados por cualquier ofensa por pequeña que sea y me obedeceréis como yo diga... Ellen levántate y quítate tu camisón para que Jeff pueda verte mejor.”

Casi me caigo de la silla cuando mi madre se levantó lentamente y se sacó el camisón por la cabeza, dejando al descubierto su coño peludo y sus grandes tetas... Mi polla estaba goteando por todo mis pantalones mirando con incredulidad… Noté que su coño también estaba húmedo mientras yo seguía observándola.

  • “Ellen estuvo muy mal ayer y necesita ser castigada... ¿No es así, Ellen?”

  • “Sí, Sally”, respondió mamá mirando hacia abajo.

  • “Ves y coge el jabón del fregadero y vuelve aquí”, le dijo Sally.

Sentí el pie de mi tía Sally entre mis piernas y luego me agarraba mi polla con los dedos de los pies.

  • “Chico malo... Se te ha puesto dura tu polla mirando el culo de tu madre... Tendrás que ser castigado por eso”, me dijo mirándome mientras continuaba acariciando mi polla con su pie.

Estaba a punto de disparar mi chorro de semen cuando mi madre regresó y se paró al lado de tía Sally... Ella quitó su pie de mi polla y se levantó cogiendo el jabón de su mano.

  • “Abre Ellen para que pueda lavar esa boca sucia tuya.”

Mi madre abrió la boca y tía Sally metió la pastilla de jabón hasta la mitad… No sabía si debía meter mi polla en mis pantalones o reírme al ver a mi madre parada allí, totalmente desnuda, con una pastilla de jabón en la boca... Ella me había castigado así varias veces en el pasado y ahora pensaba que esto era justicia.

  • “Asume la posición, Ellen”, dijo Sally.

Mi madre se dio la vuelta y se inclinó… Podía ver su ano entre sus grandes nalgas y sus tetas colgando al frente… Su coño quedó expuesto por debajo mientras se agarraba los tobillos… Sally se puso a su lado y le dijo:

  • “Veinte palmadas en tu culo deberían ser suficiente... Por supuesto que sabe que si te cae el jabón de la boca, te daré 10 más.

Me senté retorciéndome en mi asiento y preguntándome si tía Sally realmente la iba a azotar… Pero mi espera duró poco pues su mano cayó con fuerza sobre el culo de mi madre.

Pude ver la huella roja en su culo cuando se estremeció con el golpe y luego la mano volvió a bajar... El gran culo de mi madre se movía con fuerza cuando iba por el décimo golpe y estaba totalmente rosado por las duras palmadas que la tía Sally les estaba dando, pero el jabón todavía estaba en su boca.

Cuando recibió el golpe quince, lo escuché caer al suelo y vi a mi madre agacharse y agarrarlo poniéndolo de nuevo en su boca mientras tía Sally seguía golpeando su culo.

  • “Te daré los diez golpes extra más tarde… Ahora ve a la esquina y quédate ahí hasta que te diga que puedes moverte”, dijo la tía Sally, golpeándole el culo con fuerza otra vez mientras veía a mi madre tambalearse hasta llegar a la esquina y poner la cabeza mirando la pared y mostrando su culo rojo, todavía temblando.

  • “Jeff, levanta tu culo del asiento y quítate la ropa”, me dijo.

Casi salté de la silla en estado de shock cuando escuché sus palabras… Pase la camiseta por la cabeza y bajé los pantalones cortos al suelo… Mi polla saltó hacia afuera y comenzó a gotear pre-semen en el suelo.

La vi acercarse tratando de evitar mirar su hermoso cuerpo hasta que estuvo a mi lado... Ella se agachó y agarró mi polla con fuerza en su mano.

  • “Eres un chico travieso… Se te pone la polla dura mirando el gran culo de tu madre… Creo que voy a tener que azotarte en el culo… ¿Crees que deberías ser castigado, Jeff?

  • “Sí, tía”, respondí de inmediato… Su agarre en mi polla me estaba volviendo loco de emoción.

  • “Date la vuelta e inclínate sobre esa silla, jovencito”, me dijo soltando mi polla y dejándola caer.

Rápidamente me di la vuelta y me dejé caer sobre el respaldo de la silla con mi culo apuntando hacia atrás… Este era mi sueño hecho realidad y ahora estaba sucediendo... Me retorcí al pensar en su mano golpeándome el culo… Rápidamente descubrí que no era lo que esperaba cuando cayó la primera bofetada y salté de dolor.

  • “Quédate quieto o doblaré el castigo”, gritó golpeándome fuerte el culo, de nuevo.

Ella siguió golpeando mientras yo me retorcía de dolor y suplicaba que parase… Que iba a ser un buen chico y prometía hacer cualquier cosa que me pidiera.

Finalmente, se detuvo y comenzó a frotar mi culo con su mano mientras yo retrocedía en éxtasis con sus caricias... Dolor o sin dolor, su mano la sentía muy bien en mi culo… Mi polla estaba a punto de explotar cogida con su otra mano.

  • Ellen, saca un delantal del cajón y tráelo aquí”, la escuché gritar desde atrás… Escuché también los pies de madre aproximarse y luego sentí un delantal atado alrededor de mi cintura y frente a mi polla.

  • “Vas a obedecer todas mis órdenes como tu madre, ¿no es así Jeff?”

  • “Sí, tía”, respondí.

  • “Tienes que prepararme una taza de café y traérmela… Espero que los dos me sirváis”... Ella me dio una palmada en el trasero para que fuese a prepararle el café.

Rápidamente me di la vuelta, me acerqué a la encimera de la cocina y preparé la cafetera... Mi madre estaba de rodillas a su lado cuando regresé… Le serví el café.

  • “Jeff, me duelen los pies... Lámelos y dales un masaje.

No necesité que me lo dijeran dos veces mientras me metía debajo de la mesa, echando un vistazo rápido a su hermoso coño y comencé a lamer sus grandes pies con mi lengua.

  • “Al menos tu hijo obedece como es debido, Ellen… Anda prepárame otro café mientras tu hijo me lame lo pies”, le oí decirle a tía Sally desde arriba a mi madre.

Miré desde un lado y noté que mi madre se levantaba mientras yo continuaba lamiendo los pies de tía Sally... Cada oportunidad que tenía levantaba la vista y miraba sus muslos y su coño que estaba abierto para que yo se lo viera… Sabía que haría cualquier cosa que ella quisiera sin importar qué cosa me pidiera.

  • “Jeff, puedes ahora trabajar tu lengua en mis piernas doloridas”, dijo mientras oía a mi madre sentarse en la mesa.

  • “Ellen, no te sientes y ve a prepararme un baño caliente… Sabes cómo me gusta que esté de caliente el agua.”

Mi madre se apresuró a alejarse mientras yo movía mi lengua arriba y abajo por las suaves piernas de la tía Sally… Sentí su mano agarrando mi pelo y tirando de mi cara hacia su entrepierna... Obedecí rápidamente metiendo mi lengua en su coño y trabajando en su clítoris.

  • “Lentamente Jeff... Veo que tendré que entrenarte yo misma”, dijo, moviendo mi cabeza con su mano.

Lamí y chupé su coño durante lo que me parecieron veinte minutos hasta que comenzó a moverse hacia adelante y hacia atrás sobre mi cara y se corrió en mi boca.

  • “No está mal para tu primera vez que me has lamido el coño y me has corrido”, me comentó apartando mi cabeza y levantándose de la silla.

  • “Gracias, tía.”

  • “Limpia el desorden de la cocina, Jeff y luego sube al dormitorio de tu madre… No tardes demasiado o tendré que azotarte de nuevo”, me dijo sonriendo y se alejó.

Salí gateando de debajo de la mesa e inmediatamente comencé a lavar los platos… Mi polla latía de dolor y goteaba por todo el delantal… Limpié la cocina en quince minutos, puse el delantal en el cesto de ropa sucia y me dirigí hacia arriba… Quería volver a ver su bonito cuerpo… Subí las escaleras y la encontré en la cama de mi madre, desnuda, con la madre arrodillada a los pies de la cama y la cara en el coño, lamiéndoselo.

  • “La próxima vez que entres en el dormitorio, será mejor que preguntes primero… Serás castigado más tarde por eso… Ahora ve a la cómoda y busca un cepillo que hay ahí”, gritó mirándome.

Rápidamente me acerqué, recogí el cepillo y me puse de pie detrás de mi madre que continuaba arrodillada... Podía escucharla lamiendo el clítoris de tía Sally y yo ya conocía esa sensación tan placentera.

  • “Jeff, le vas a dar a tu madre esos diez azotes extra que me debe con ese cepillo y será mejor que la escuche gritar con cada golpe o será el doble para tu culo... ¿Está entendido?

Asentí con la cabeza… El gran culo de mi madre se movía debajo de mí mientras admiraba sus enormes nalgas… Sabía que estaba mal pero ya era demasiado tarde cuando me agaché detrás de ella y le di una palmada en la nalga derecha con el extremo plano del cepillo dejando una marca en ella… Y escuche su grito ahogado en el coño de tía Sally y mi polla saltó hacia arriba al tiempo que golpeaba su otra nalga con el cepillo.

Seguí dándole palmadas en el culo mientras ella continuaba gritando de dolor… Mi polla se estaba segregando pre-semen y  por todo el suelo... Escuché a tía Sally gemir mientras yo seguía mirando a mi madre con el culo cada vez más enrojecido.

  • “Muy bien, Jeff… Ahora levántate y acércate al lado de la cama.

Me levanté y me acerqué a su lado y ella me agarró mi polla con su mano.

  • “Ellen, Jeff tiene que correrse... ¿Sabes lo que se supone que debes hacer cuando un hombre tiene que correrse?”

Observé atónito cómo mamá se levantaba de entre las piernas de Sally y caminaba de rodillas frente a mí... Abrió la boca cuando sentí que Sally comenzaba a acariciar mi polla.

  • “No te preocupes, Jeff… Tu madre está acostumbrada y disfruta que la utilicen como vertedero.

Traté demasiado de no correrme, pero las caricias de mi tía eran demasiado intensas y rápidamente disparé mi chorro de semen en la boca de mi madre, observando cómo se la tragaba.

  • “Ahora límpiale su polla, Ellen y date prisa”, le dijo Sally.

Mi madre rápidamente abrió la boca y metió mi polla en ella… Comenzó a chupármela mientras yo estaba allí tratando de no volver a correrme y la miraba extasiado.

Al poco tiempo, tía Sally dijo:

  • “Ellen, querida… Ve a limpiar el salón y Jeff, tú limpia mi baño… Los inspeccionaré para asegurarme de que estén correctamente limpios... Ahora moved vuestros culos y a trabajar.

Me apresuré a ir al baño, vaciando el agua de la bañera y limpiándola… Después limpié el inodoro y el resto del cuarto de baño… Cuando terminé, mi polla saltó de excitación cuando vi a mi tía Sally… Estaba tendida en el sofá, desnuda, con las tetas y el coño disponibles... Madre correteaba limpiando cosas y trayéndole sus objetos sexuales para que pudiera utilizarlos como mejor quisiera.

  • “Ellen tírate al suelo y apoya la cabeza en la alfombra… El culo que te quede bien alto… Eso es Ellen… Así.. Jeff, ya que antes te fue difícil mirar el culo a tu madre, recibirás tu próximo castigo, mirándoselo de cerca… Pon tu culo en el suelo y mete tu nariz en el culo de tu madre”, le ordenó Sally mientras me acercaba a ella.

Me arrodillé detrás de mi madre y le metí la nariz en el culo… Estaba totalmente absorto mirándoselo y deseando poder chuparle su ano en vez de tener allí mi nariz... Mientras disfrutaba de este espectáculo, sentí un dolor agudo en mi culo y supe que tía Sally me había golpeado una de mis nalgas con su zapatilla… Para el quinto golpe, estaba retorciendo mi nariz en el ano de mamá mientras empujaba mi culo hacia adelante para evitar el siguiente golpe y mamá meneaba su culo en mi cara para obtener mayor placer.

  • “Oh, Dios mío”, escuché.

Todo se detuvo… Conocía esa voz… Era la voz de la hermana Anna.

Miré hacia arriba para verla de pie en la puerta mirándonos con incredulidad… Escuché a mamá intentar decirle algo cuando Anna se dio la vuelta y corrió escaleras arriba… Ambos nos quedamos paralizados preguntándonos qué hacer a continuación.

Sentí un nuevo golpe de zapatilla en mi culo.

  • ¿Te dije que lo dejaras?... Vuelve a meter la cara en el culo de tu madre y será mejor que no te muevas hasta que yo vuelva”, gritó tía Sally.

Asumí inmediatamente la posición de antes, consciente de que los pasos de la tía Sally me indicaban que salía del salón… Mamá tampoco se movió… Permanecimos quietos durante al menos veinte minutos con mi polla goteando en el suelo.

No pude resistir la tentación y metí mi lengua en el ano de mi madre y comencé a trabajarlo... Primero se lo lamí en círculos y luego le hice inserciones lentas para finalmente usarla como un consolador metiéndola y sacándola del ano.

Ella mecía su culo de un lado a otro, en mi cara, y cuando estaba a punto de correrse y yo también, escuchamos:

  • ¿Os dije que jugarais mientras yo no estaba?

Miré hacia arriba y vi a tía Sally parada allí con Anna totalmente desnuda a su lado… Tenía el pezón de la teta derecha de Anna agarrado por un tornillo apretado y con su mano tiraba de él para hacer que ella le obedeciera en todo.

Cuando llegó hasta nosotros, miró hacia abajo y nos dijo que Anna tenía una confesión que hacernos:

  • “Dile a tu madre y a tu hermano por qué te voy a castigar, Anna”, ordenó tía Sally.

  • “Estuve follando con un chico en la universidad”, respondió Anna, mirando al suelo.

  • “Y qué más, Anna”, le preguntó tía Sally, agarrando su teta con más fuerza por el tornillo apretado que le había puesto en su pezón.

  • “Me calenté al ver a Jeff con la cara metida en el culo de mamá, mientras estaba siendo castigado.”

  • “Y ahora… ¿te calentaste de nuevo al verlo lamer el gran culo de tu madre y encima sin permiso”, preguntó tía Sally.

  • “Si, tía”.

  • “Jeff, apoya la cabeza en el suelo... Buen chico… Anna pon tu cara en el culo de Jeff y se lo lames como viste que él se lo estaba haciendo a tu madre”, dijo ella.

  • “Sí, tía”.

  • “Mientras lo haces, te voy a dar lo que te mereces, jovencita... Ahora pon tu culo en posición.”

Ellen me lame el culo mientras yo le doy nalgadas.

Me incliné hacia adelante con la cabeza en la alfombra cuando sentí la cara de Anna deslizarse en la rendija de mi culo… Su nariz estaba respirando en mi orificio anal mientras yo movía mi culo en su cara.

Escuché un golpe y sentí su lengua en mi culo mientras yo comenzaba a gotear pre-semen por mi polla.

Otro golpe y su lengua se abrió camino hacia dentro de mi ano mientras yo empujaba hacia atrás para ayudarla.

No pasó mucho tiempo hasta que disparé chorros de mi semen en la alfombra, mientras disfrutaba con la lengua de Anna en mi culo, balanceándose con cada golpe que recibían sus nalgas.

Escuché a Anna suplicarle a tía Sally que sería buena chica y no volvería hacer nada sin su permiso.

  • “Ellen, hay una mancha húmeda en la alfombra... Ya sabes cómo limpiarla… Y vosotros, chicos, venid conmigo”, le dijo tía Sally.

Vimos a mamá gatear hacia adelante lamiendo mi semen caído en la alfombra.. Anna y yo nos levantamos del suelo y seguímos a tía Sally hasta la cocina… Cuando llegamos, me ordenó que me cogiera una pequeña paleta del banco de la cocina.

  • “Al jardín no se le ha sido cortado en una semana joven, dijo. Sentí que insertaba el extremo de la espátula en mi culo mientras lo apretaba mientras estaba demasiado suelto para evitarlo. Ahora saca tu trasero y córtalo ahora. Y no pierdas esa espátula.

Salí prácticamente corriendo por la puerta trasera con la espátula balanceándose en mi culo… Sólo teníamos una vecina, la Sra. Green, que era una anciana soltera… Yo estaba tan caliente que no me importaba si me veía o no.

Inmediatamente cogí la segadora y comencé a cortar el césped… Miré  y vi a la Sra. Green en las ventana del piso de arriba... Seguro que tenga una buena visión.. Probablemente jugará con su coño el resto de la noche.

Cuando terminé, volví a colocar la segadora y entré cansado y exhausto… Ya no sentía la espátula en mi culo, porque me había acostumbrado a que estuviera allí.

Sally continuaba sentada en la cocina y Anna estaba debajo de la mesa, probablemente lamiéndole su coño cuando entré.

  • “Ellen quita la paleta del culo de tu hijo Jeff... Y tú, Jeff, ves y  toma una ducha y vuelve.

Esperé hasta que mamá se me acercó y fácilmente sacó la paleta de mi sudoroso culo... Luego subí las escaleras totalmente exhausto y cansado... El baño me sentaría, pensé... Cuando me metí en la bañera, mi polla volvió a ponerse pensando en todo lo que había sucedido ese día.

Me olvidé del tiempo mientras me recostaba en la bañera hasta que mi madre abrió la puerta y me dijo:

  • “Tía Sally dijo que bajes ahora mismo”, me dijo lamiendo sus labios mientras me veía salir de la bañera y secarme con la toalla… Me di cuenta de que quería chuparme la polla hasta dejarla seca, pero tenía miedo de hacerlo sin permiso… Finalmente recuperó la compostura y salió del baño mientras yo terminé de secarme y bajé las escaleras.

Tía Sally estaba sentada en el sofá con mamá y Anna de rodillas ante ella… Las tijeras, las navajas y la crema de afeitar estaban colocadas sobre la mesita delante del sofá.

  • “He decidido afeitarle a Anna su coño y a ti, tu polla... De esa manera, si alguien os mira ahí abajo sabrá que os han depilado... Vuestra madre Ellen me ayudará… Ahora tumbaros de espaldas”, les dijo a ambos hermanos.

Anna y yo nos acostamos de espaldas en la alfombra mientras mi madre y tía Sally cogían las tijeras y las navajas de la mesa.

  • “Para que no os aburráis mientras os afeitamos, nos vamos a sentar en vuestras caras para que podáis poner vuestras pequeñas lenguas en algo bueno”, nos comentó.

Vi a mamá a horcajadas sobre Anna y luego vi a tía Sally poner sus piernas, una a cada lado de mi cabeza… Su trasero era bonito y no podía esperar para meter mi lengua en su culo mientras lo bajaba.

Comencé a lamer de inmediato, ya que ella estaba sentada sobre mi boca, notando que mis pelos alrededor de mi polla estaban siendo estirados y cortados.

Cuando cubrió el área de mi polla con crema de afeitar, me volví loco de emoción y empujé mi lengua lo más profunda que pude en su ano, ya que me sentía muy excitado.

Tía Sally tuvo mucho cuidado de no cortar nada ya que se tomó su tiempo disfrutando del beso negro que le estaba dando… Finalmente, me dijo que todo había terminado y se levantó y mi lengua salió de su culo dejándome decepcionado.

  • “Ahora levántate putita… Hay mucho más pelo que recortar”.

Tía Sally hizo que mi madre se parara en medio de la habitación y le dijo a Anna que le afeitara el coño mientras yo le afeitaría el culo... Nos tomamos nuestro tiempo para cortarle y luego verterle la crema de afeitar.

Tía Sally miró para asegurarse de que no la cortáramos, ya que me di cuenta de que su coño estaba goteando por todo el piso tratando de permanecer quieta para nosotros pero la excitación estaba ahí.

Cuando terminamos, tía Sally exigió que usáramos la lengua para secarla… Mamá estaba temblando salvajemente mientras le lamía el culo y Anna trabajaba en su coño... Ella se corrió en poco tiempo, cayendo al suelo antes de que pudiéramos sostenerla.

  • “Hay algunas reglas nuevas para esta casa… Dentro de ella, todos permaneceréis desnudos en todo momento.. Os daré tareas para hacer cuando estéis en casa y seréis castigados si no las hacéis a mi gusto... Tú, Anna, si quieres tener sexo con otra persona, haz que venga a verme y me pida permiso para usar a mi esclava... A partir de ahora, harás todo lo que te diga sin dudarlo… Me entiendes puta Anna”, dijo la tía Sally.

Todos estábamos tan cachondos que respondimos de inmediato que estábamos de acuerdo sin siquiera pensarlo.

  • “Bien, Ellen ve a traerme la bolsa que traje.”

Nuestra madre se levantó, fue al dormitorio de la tía Sally y regresó con una bolsa grande en la mano... Se la dio a tía Sally, quien la abrió y vimos todo tipo de juguetes sexuales dentro de ella... Inmediatamente sacó tres tapones anales que estaban allí.

  • “Poneros de pie y daros la vuelta, putas… Os voy a tapar esos agujeros de vuestros culos y así tendréis que pedir permiso para ir al baño” dijo la tía Sally.

F I N