Tía mara -divina-

Amiga de mama mal cogida es atendida por sobrino puber.

Vivia una placida adolescencia, los 16 años con hormonas brotando eran llevados con paciencia masturbatoria. Siempre fue de fisico corpulento, tenia 75 kilos de peso, media 1, 75 y me conservaba en buen estado atletico. Mis ratones giraban sobre los videos, paginas web, revistas mas o menos bien ilustradas y a las manos. Eran tiempos tranquilos, hasta que. . . . .

Llegó de visita -para hacer un curso de 3 meses- Mara, una compañera de mamá de toda la vida y a quien en casa llamamos Tia Mara.

Mara es una mujer de 40 años, de 1, 70 mt de estatura, unas caderas impresionante, un culo duro y parado y unas gomas medianas con pesones del tamaño de una aceituna. Realmente una mujer atractiva. Ocupó el cuarto de huespedes, justo al lado del mio, lo que permitia verla y admirarla en forma casi directa. No era muy cuidadosa con las puertas ni siquiera cuando se cambiaba de ropa, por lo que, podia mirar sus hermosas piernas y conocer el color, tamaño y modelo de su ropa interior. Por supuesto que estas visiones comenzaron a perturbar mis hormonas.

La primera vez que vi su cola apenas cubierta por un hilo dental fue como un impulso electrico. Corri al baño y me despaché una paja abundante y quedé con ganas.

El trato con Mara era afectuoso, yo era su sobrino que conversaba con ella y ella era la tia que me complacia.

Cada quince dias, su marido se hacia una escapada, creia que era, para cogerla. ese fin de semana, Mara salia de su cuarto solamente para comer y las ojeras le duraban tres dias, tiempo que Mara demostraba un caracter introvertido. . El marido era medio huraño y poco comunicativo.

Despues de la segunda visita del marido, Mara se quedó en cama hasta pasado el medio dia del lunes, Yo, que habia vuelto del Cole, miré por su puerta entreabierta y vi a Mara acostada en su cama, vistiendo solamente corpiño y tanga y su mano descansaba sobre su monte de venus. Asomé mi cabeza y dije: tia? estas bien? Mara, instintivamente se cubrió con la sabana y contestó: si, sobrino, pasá y entre a sentarme a su lado sobre el lecho.

Mis ojos devoraban esos hombros desnudos y trataban de apreciar el volumen de sus lolas marcadas por la sabana. Su vientre se notaba bajo la cobertura y una pierna sobresalia desnuda a un costado. Era un espectaculo que como debia ser, me provocó una erección inocultable. Traté de disimular conversando, le pregunté sobre la visita del tio y ella, con cierta melancolia o dolor contestó: mirá, no se a que viene, llega se acuesta, duerme no me deja salir del cuarto, esta un dia y medio y se vuelve al pueblo. No se en que anda tu tio. Bueno, puede ser que no entiendas esto, pero, a alguien debo contarlo y vos sos mi sobrino de confianza, no? dijo al tiempo que levantando su mano acarició mi rostro.

Yo balbucenado, traté de continuar la charla. Si tia, entiendo tu tristeza, no se que decirte, si queres, el proximo fin de semana salimos de paseo, shopping, cines, lo que tu quieras, yo te hago pata, . Me miró, sonrió dulcemente y me dijo: sos todo un caballero, te tomo la palabra, me dio un beso en la mejilla y repitió : sos todo un caballero. Se quitó la sabana que la cubria y con su corpiño y tanga color guinda comenzó a caminar hacia el baño mientras decia: voy a comenzar el dia para tener el fin de semana libre, un caballero me acaba de invitar. Yo, que no podia creer lo que escuchaba, miraba su culo y cuando entró al baño, atiné a decir : chau tia, nos vemos y sali a mi cuarto a masturbarme como loco.

Durante la semana solo vi a Mara dos veces de pasada y varias en la penumbra de la noche mientras dormia. el viernes cenamos en familia y antes de ir a dormir, me dijo:

Sobrino, mañana salimos no? por supuesto tia, despues de desayunar partimos.

Y asi fue. Me puse un jean y una camisa a cuadros, mocasines y pedi dinero a Mama.

Mara escuchó y gritó: yo pago, vos sos mi compañia. mama me dio unos pesos y salimos hacia nuestra aventura ciudadana.

Nos tomamos de la mano y esperamos el bus. Llegó al rato y venia completo. Subimos igual y en el pasillo lleno, me puse a su espalda, tomando sus hombros. Ella se habia puesto una blusa de seda que marcaba sus pesones y mostraba el canal de sus pechos y una pollera larga, abierta al medio. Estaba divina. El andar del bus bastante y su cercanía me enervaron. Mi verga dura rozaba sus gluteos y yo trataba de evitarlo. pero, parecia que ella gustosamente se arrimaba sobre mi. En un momento determinado mi verga calzó justo en su canal posterior. Mara me miró y sonrió sin hacer comentarios. Yo, acalorado no sabia que hacer. Ella tocó mi mano sobre el hombro y dijo:ya llegamos amor, ya llegamos. Mas alla de tranquilizarme, su expresion me llevó al borde de la eyaculación.

Cuando bajamos, tomados de la mano emprendimos una caminata sobre la plaza San Martin, sin apuros y mirando el paisaje, los edificios, los monumentos, siempre de la mano.

Mara estaba resplandeciente, simpatica y generosa con las caricias, de vez en cuando me besaba en la mejilla para agradecer la salida.

Recorrimos unas cuadras de Florida hasta las galerias Pacifico y hicimos algunas compras. Ella unas tangas que me mostraba para que le ayude a elegir y me ofrecio de regalo unos boxer que vimos en vidriera. te van a quedar divinos sobrino, las minas se van a romper todas por mirartelos. y a vos con esas tangas te van a seguir hasta tu pueblo. Vos pensas que es para tanto? preguntó. y vos? me seguirias?

yo zafé diciendo, me comprenden las generales de la ley, sos mi tia. Tramposo, dijo mientras su dedo se depositaba en mis labios.

Continuamos caminando sin soltarnos de la mano. En las vidrieras se reflejaba una mujer plena, vital, que gozaba de un dia esplendido. Sabes, sobrino, hace mucho que no hago esto, es maravilloso. Tomamos un cafe? dijo y ahi nomas, nos sentamos en un bar de las Galerias. Mis ojos se posaban sobre sus lolas erectas. sus ojos me atraina como los de una serpiente. Mara volvió sobre el tema de que la van a seguir hasta el pueblo. Y si no fueras sobrino mio, me seguirias? Yo, jugado, le dije: no tengas las menor duda, seria el primero de la fila. Me puso el dedo sobre los labios y agregó: viste que sos tramposo. Yo, besé su dedo y ella no lo sacó. Lo lamí, con suavidad y ella agregó sos un caballero, sobrino, me gustas. Te quiero mucho desde que eras un bebe, pero, ahora. cerca tuyo, no tengo muchas ganas de ser tu tia.

Yo, siguiendo la conversación pregunté :y ganas de ser que, tendrias? la verdad, ? tengo ganas de ser tu amante. Tomé su mano, volvi a besar sus dedos, esta vez, uno a uno y lami la palma de su mano. La miré a los ojos y pregunté:que te lo impide, ? realmente nada, sos un varon maduro, sano y te deseo, y vos? yo tambien Mara, yo tambien. Nos pusimos de pie, pagué el gasto y de la mano salimos del shopping. la tome de la cintura y acariciaba sus caderas y ella con la mano en mi cintura pellizacaba mi cuerpo. Nos besamos suavemente en la calle y cruzamos la avenida.

Donde vamos? preguntó con ingenuidad provinciana. A un telo, amor, a un telo.

Entramos, en el ascensor nos abrazabamos apasionadamente y cuando llegamos a la habitación, dejó caer su cartera y las compras, me besó largamente tratando de que su cuerpo se pegue al mio. Mi verga calzó justo en su monte de venus y ella comenzó a gemir. Besé su cuello y Mara bajaba el cierre de mi jean, Cuando tocó la carne que buscaba, la sacó, se arrodilló y me comenzó a chupar como los dioses. Yo acariciaba sus cabellos y apretaba sus lolas, ella gemia y llegaba a un orgasmo. Dame leche, amro, dame leche, decia y cuando eyaculé se tomó todo, sin derramar nada. Era una divina chupadora de pija.

la puse de pie, volvia a abrazarla y saboree sus labios con gusto a magnolias y desprendia uno a uno los botones de su camisa y dejaba al descubierto su cuerpo aluscinante. Bajé los breteles de su corpiño y sus pechos aparecieron turgentes a mi vista y a la altura de mi boca. Los besé, los chupé, los lamí y ella acababa y volvia a acabar. Su cuerpo se pegaba a mi verga que ya estaba dura nuevamente. Bajé su pollera y me encontré con sus muslo duros, un culo parado y un monte de venus depilado que dejaba escapar unos jugos aromaticos que me dispuse a libar.

De rodillas, abri sus piernas y mi lengua se posó en su clitoris. Lami sus labios vaginales, mordia dulcemente el boton de amor y ella prendida a mis cabellos llegaba a su climax. Sobrino, sos divino. gritaba. Me puse de pie, la bese con desesperacion y la deposité sobre el lecho.

Desnuda, hermosa, caliente, era una mezcla explosiva. Abrió sus piernas y me pidió: sobrino, poneme esa pija hermosa aqui, y asi lo hice. Comenzó a mover sus caderas en circulo y acababa en forma repetida, sus dedos se clavaban en mi espalda y gritaba:

mio, amor sos mio. yo, en estado de desperacion sexual, aceleré el ritmo y sin poder contenerme comencé a eyacular. Cada chorro de semen sobre el fondo de su vagina le provocaba un grito y un orgasmo. Sos un macho divino, amor.

Nos abrazamos y relajados conversamos. No creia que ya estabas maduro como para ir a la cama con vos, sino, lo hubiera hecho hace mucho tiempo. disculpame por haberte dado motivo de excitacion sin darme cuenta, perdoname. Yo, le dije: todo los deseos contenidos fueron compensados con esto, sos un amor Mara, mientras mi mano jugaba con su concha mojada.

No sabes, cuanto bien me hace estos momentos de placer, mi marido no me coge nunca y yo necesito pija, sabes? y cuando se encierra con vos en el cuarto que hace?

duerme y se hace cartel de que cogemos, pero, la verdad que quedo caliente y con bronca. Le diré que no venga, que tengo que estudiar y necesito el tiempo de los fines de semana para hacerlo. Tanto tenes que estudiar? pregunté. Si, tengo que analizar como sacarle y darle el mayor placer en el corto tiempo que me queda a mi sobrino.

Querés? La abracé, besé su cuello, sus pechos y comi a besos y mordiscos su abdomen. Cuando chupé su clitoris acabó nuevamente y sus uñas se clavaron en mi espalda. Era una fiera mi tia Mara y sigue siendo.

Volvimos a casa despues de la hora de cena. Con unas ojeras hermosas. habiamos disfrutado el dia y la cama. Que mas podiamos pedir?