Tìa Dora (2)

Despues de una noche caliente con mi tía, seguimos en su casa nuestra relación.

Tía Dora II

Después de una noche candente con mi tía, y que al otro día termino con una súper mamada que le dio a mi verga, nos alistamos para regresar a su casa, durante el camino no hablamos, no nos dijimos nada solo nos miramos en ocasiones pero ella desviaba la mirada así cuando llegamos a su casa, entramos y solo se metió rápidamente a su habitación se cambio y se fue a su escuela, salio vestida de falda en color azul, blusa blanca, medias y únicamente me dijo que regresaba en la tarde.

No dejaba de pensar en ella, el recuerdo de la noche anterior me hacia desearla aún mas, su cuerpo desnudo y excitado no salía de mi mente, decidí en ese momento explorar un poco su habitación para buscar, en primer lugar, esa tanguita que probablemente se había quitado y descubrir que otras sorpresas podía aguardarme mi querida tía. Su habitación esta bien ordenada, en un cesto encontré su ropa del día anterior, junto con la tanguita que tanto me calentaba, la acerque a mi nariz para olerla y el efecto inmediato fue que se me puso mas dura la verga, seguí mirando por ahí, encontré una colección de películas esperaba hallar algo porno o erótico pero bueno no se puede logra todo en la vida, me acerque a sus cajones de ropa, tenía faldas, pantalones, short, blusas, playeras, etc. Pero lo mejor, yo sabia, estaban en los dos primeros cajones, ahí su ropa interior bien ordenadita, del lado derecho tangas algunas como la que traía puesta un día antes, otras aun mas diminutas, la parte de enfrente era un triangulo que probablemente no cubría nada, había algunos bikinis, pantaletas con encaje y algunas transparentes, de solo pensar como se veían en el cuerpo de mi tía Dora me encendía. En medio estaban los brasier igual unos con encaje, otros casi transparentes que hacían juego con las tangas y pantaletas, pero el que mas me gusto fue uno que solo cubría, seguramente por el tamaño, solo los pezones, ese era seguro que se lo ponía con la tanga que observe hace un rato. Abajo en el segundo cajón estaba mi perdición una colección de medias y ligueros, medias de todo tipo, de red, con estampado, lisas; por lo que halle mi tía tenía preparado un verano muy caliente, claro pero no conmigo, ahora estaba decido tenia que pasar con mi tía Dora el resto de la semana, para verla con todos esos atuendos.

Decidí esperarla y tratar de poseerla, aunque la tentación de masturbarme era irresistible, sobre todo con el material que había encontrado, no lo hice y vi por un rato la tele, ya por la tarde noche llegó mi tía, cenamos platicamos ahora si, pero el tema era de lo que había hecho en el día nada de importancia, yo quería hablar de lo que paso en la noche y no sabía como, decirle que deseaba poseerla pero no me animaba mucho, ella solo me miraba algo incomoda, nerviosa tal vez, acaso con el mismo sentimiento dentro de su cuerpo, ese momento de tensión fue roto por la visita de una chica, tenía algún asunto pendiente con mi tía, nos sentamos los tres en la sala, ahí note que al sentarse mi tía cruzo la pierna y mostró sus muslos pero sobre todo note que traía medias de red, nunca supe de que hablaron en treinta minutos, mi cuerpo estaba ahí pero mi mente no, se concentraban en las piernas de mi Tía Dora.

Ella fue la que dio el primer paso, - eh, con respecto a lo paso anoche, eh, desde cuándo lo pensaste, mejor dicho desde cuándo te parece tan atractiva tu Tía Dora como para cogértela – no note que se refería a ella en tercera persona, respondí – desde que saliste del baño con mi playera puesta – esbozo una sonrisa y dijo – así que me la pase toda la semana pasada aquí en short y muy muy sexy, a plena luz de día y Tú no sentías ninguna atracción por tu Tía, pero solo esperaste la oscuridad de aquella habitación y me deseaste, sobrino eres malo – claro era en un tono de broma – y que fue lo primero que me viste – Tus tetas – respondí – luego – tus piernas – aja – y bueno cuando te vi tu trasero fue cuando me puse mas nervioso – ya no estaba cruzada de piernas, sus manos las tenía sobre las rodillas me miraba fijamente – ven siéntate aquí a mi lado – señaló con su palma el sillón, con una sonrisa, le dije – aquí estoy bien la vista es excelente – pero me fui a sentar a su lado obviamente, - ¿y qué? Mi boca, mis labios, mi lengua ¿ no te gustaron?, porque de acuerdo con lo que sentí en la mañana fue lo que mas te gusto – puso su mano sobre mi verga súper dura y empezó a frotarla sobre mi ropa – comienzo yo o tú lo haces – por supuesto que yo – respondí.

Nos dimos un beso largo, nuestras lenguas chocaron inmediatamente, me acerque a mordisquear sus orejas, luego recorrí su cuello con mi lengua y le di algunos besos, desabotone su blusa y se la quite su brasier era de media copa, pero con lo duro de sus tetas, lo erecto de sus pezones estos se le salían del mismo brasier, con mis manos abarque lo mas que pude de esos pechos y los apreté, los bese, mis labios se acercaron a sus pezones y los chupe para morderlos ligeramente y estirarlos, mi boca se dirigió a su abdomen, mientras mis manos recorrían sus piernas y levantaban su falda, sus pantaletas azules con encaje hacían juego perfecto con su brasier y ese liguero que coronaba a las medias de red que tanto me excitaban. La deje solo con el liguero, abrí sus piernas mi lengua se abrió paso entre el mar de pelos de su concha, con dos de mis dedos ayude a separar los labios de su vagina para que mi lengua lamiera y chupara su clítoris, este acto hizo gemir y que la espalda de mi tía se arqueara, con mis dedos empecé a metérselos en su vagina – ¡sigue, sigue ah…! - suspiraba mi tía – ¡con tu lengua! ¡Hazlo con tu lengua! – Decía mientras me agarraba de los cabellos y me aprisionaba con sus piernas la cabeza y la apretaba mas hacia su concha – ¡así, así sobrino, comete la concha de tu tía! - cerraba los ojos y hacia la cabeza para atrás – ¡me voy a venir, eso, mas, mas, tu lengua, dámela toda en mi concha!, ¡me vengo! - saque mi lengua de su concha y le di un beso para que probara sus jugos.

Me senté sobre el sofá ella se hinco para mamar mi verga, su cabeza la hizo de lado y solo con los labios recorrió mi verga desde la base hasta la punta y luego del otro lado lo hizo desde la punta hacia abajo, la tomo firmemente con su mano y comenzó a masturbarme, su lengua recorrió toda la punta de mi verga para lamerla completamente, luego se la metió completita en su boca, era la sensación mas maravillosa que había tenido, la metía y la sacaba de su boca, haciendo pausas para metérsela por completo en la boca y retenerla ahí por unos segundo, - te gusta como te la chupa tu Tía – solo asentí – verdad que nadie te la ha mamado como tu caliente y cachonda Tía – se levanto y me tomo de la mano para llevarme a la cama de su habitación, ahí me acosté boca arriba, ella busco un condón me lo puso y se dispuso a montarme, se metió mi verga poco a poco para después acelerar su movimiento hacia arriba y hacia abajo, con mis manos solo atina a agarrarle las tetas, estaba muy caliente, cambiamos de posición se puso en cuatro, - cuando quieras puedes meterla por mi culito – decid seguir disfrutando de su vagina, abrace su cintura y con el otro brazo apreté su pecho, para concentrar mi movimiento de cadera y se la metiera con mas fuerza, luego abrí sus nalgas, y se la metí en su culito, de nuevo estuve a punto de venirme dentro de el pero ella dijo – termina por favor fuera de mi – me coloque de nuevo boca arriba, con su mano izquierda apretó fuertemente la base de mi verga para que no me viniera de inmediato y con la derecha me masturbaba rápidamente y decía – dónde quieres venirte en mi cara, en mi boca, en mis pechos, dime donde sobrino – paro de repente y con su boca empezó a mamarme la verga, la metía y sacaba de su boca lo mas rápido que podía hasta que no aguante mas y me vine en su boca. Se levanto al baño a escupir todo el semen que deje en su boca, se recostó a mi lado, seguíamos muy calientes con mi mano explore de nuevo su concha, - por favor vuelve a poner tu lengua en mi concha – dijo mi tía, esta vez no fue muy difícil hacerla llegar a un orgasmo en poco tiempo ya se había venido. Terminamos exhaustos, nos dormimos completamente desnudos, lo cual fue perfecto porque pude sentir su piel junto a la mía, su culo junto a mi verga, su espalda contra mi pecho, a la mañana siguiente amanecimos pegados el uno con el otro, no tuvimos sexo en su casa pero si nos bañamos juntos, ahí solo nos tocamos, vi como se vestía en esta ocasión fueron una pantaletas transparentes al igual que el brasier, me hubiera gustado quedarnos así durante todo el día pero tenia obligaciones; sin embargo esta vez la acompañe a su escuela y solos en la oficina terminamos haciendo de nuevo el amor. Toda la semana como se lo imaginan hicimos la misma rutina por la noche y por la mañana teníamos sexo, al terminar esas vacaciones que de mas cansado de cuando llegue supuestamente a descansar.