TheWorldIsYours.APK
Una muy curiosa aplicación móvil encontrada en la Deep Web, una que me entregó una vida llena de placer y lujuria.
La Deep web tiene la falsa creencia de ser peligrosa y llena de malicias, pero eso es falso, la Deep web me entregó una mejor vida que cualquiera haya podido de darme. Recuerdo haber estado navegando por estas misteriosas “tierras” en mi celular, un verano que me encontraba aburrido. Estando de vacaciones del instituto, tenía mucho tiempo libre, y decidí invertirlo en buscar conocimiento aleatorio por ahí en internet. Tras pasearme un tiempo por páginas raras y algo tontas, decidí volver a la Hidden Wiki, el puerto principal de la Deep web.
Mientras volvía a revisar los enlaces que me entregaba, me apareció uno que no había visto antes, por lo que supuse que habían actualizado la página mientras revisaba otras. “ The World is Yours ” salía como título al nuevo enlace que me entregaba. Era una frase de la aclamada película Scarface, supuse que sería quizá un sitio de droga o algo relacionado con el tema de delincuencia, pero no pude estar más equivocado. Entré por la curiosidad de saber qué era exactamente, tardó unos pocos segundos en cargar la página entera. Un fondo negro con letras rosadas que dictaban el mismo título que el del enlace aparecían frente a mí junto a una flecha del mismo color que apuntaba a un link de descarga.
Era muy tentador, no puedo negarlo, pero la probabilidad de que sea alguna clase de virus era considerablemente alta. Por pura superstición (y por la desesperada intención de encontrar una excusa) lancé una moneda al aire y, si salía sello, me dispondría a cliquear y descargar lo que sea que me hayan puesto ahí. Como habrán deducido, salió sello y con un morbo me dispuse a empezar la descarga del archivo. Para mi sorpresa, era un archivo APK, es decir, una aplicación para mi celular. El logo era un fondo negro con engranajes en color rosado, no pesaba mucho la app en cualquier caso, así que la instalé con una gran mezcla de temor y ansias. Entré a la aplicación con mucha expectación, el fondo y tipo de letra eran los mismos que los descritos anteriormente, pero un aviso de uso me saltó a la pantalla, decía algo así en inglés:
“The World is Yours” es la aplicación que has estado buscando toda tu vida. Has estado toda tu vida manteniéndote en lo que crees en libertad y libre albedrío, pero eso no puede ser más falso. Esta aplicación de limitada descarga te entregará una prueba de lo que es ser la persona detrás de la pantalla, la persona que tragó la píldora roja. Diviértete y procura no causar un gran estrago, pues todas tus acciones son y serán vigiladas para mantener a raya atentados masivos en contra de la sociedad.
Quedé pasmado frente a lo que acababa de leer, ¿qué clase de chiste es este? Pulsé “aceptar” en el aviso, pues no había otra opción. A continuación, me apareció una ranura blanca con el título de “ID” y otra de “Search”. Decidí, por curiosidad, colocar el número de identificación de mi prima, pues dentro de los IDs que me sabía de memoria, ella era la que menos me importaba. 20.365… y seguí la secuencia de números. Pulsé Search y apareció en unos segundos una foto de ella de frente y de perfil, como si fuera las fotos de identificación de un criminal. Estaba asustado y muy sorprendido, ¿cómo consiguen una foto así de ella? Aparte de eso, todos sus datos como la edad, nombre completo, vivienda, familiares y muchos otros más aparecieron debajo de sus fotos. Aún más abajo, salía un cuadro en blanco donde se podía escribir, tenía como título “Commands to Follow” y tenía el botón de “Obey”.
Había que ser muy idiota para no saber qué hacía la app ya con todas las pistas a la vista. La app era una forma de controlar a las personas, lo que me daba un profundo temor de lo que yo he creído como libertad. Pero todavía más perturbador, es que yo tenía esta prueba gratis para controlar a quien yo quiera, bueno, ese era mi idea. No había colocado ningún comando, no podía probarlo al 100%, así que tenía dos opciones: Hacer la vista gorda y desinstalar la app, o usarla y probarla. No estaría escribiendo mi experiencia si no hubiera tomado la segunda, así de grande era mi morbo. “Text your cousin E…” escribí en la ranura blanca, luego pulsé Obey a esperar qué pasaría. La ranura se reinició a blanco y, a los quizá 20 segundos, recibí un mensaje de mi prima.
Mierda, de por sí ya creía que sería real, pero al confirmarlo se vuelve de alguna manera más impactante. Quisiera decir que tomé valentía y que usé la app a mi favor de inmediato, pero la triste realidad es que acobardé y dejé la app por el resto del día. Estaba muy ansioso y lleno de una sensación de poder, algo muy raro de explicar. No fue hasta la noche, cuando me fui a dormir, que tuve un sueño mojado con mi misma prima, a ella la estaba enculando contra la pared, con mi verga rellenando su deleitoso culo, teniendo sus ojos puestos en mí que me pedían placer y piedad. Su cabello estaba sujetado por mi mano izquierda, estando la derecha paseándose por sus pechos.
Desperté algo agitado por el sueño, pero con una marcada erección y una mente cachonda. En eso, la app se me vino a la mente, y me debatí por unos minutos si debiese, o no, usarlo en mi “favor”. Terminé por decidir que sí, pues no era un atentado masivo en contra de la sociedad, solo era mi prima. “Send a pic of your face to your cousin E…” coloqué en los comandos, y efectivamente me llegó una foto de ella en mi celular, la prueba era exitosa. Le metí conversa a mi prima y ella continuó con normalidad, era increíble, es más, le pregunté por qué me envió una foto suya, y ella solo respondió que no sabía, pero ninguna emoción en contra de ello.
Seguí escribiéndole comandos hacia ella, hice que me enviara una foto de ella solo con ropa interior frente al espejo de su baño. Un cabello castaño caía a sus hombros, su piel morena se notaba suave en sus curvas y no se notaba signo alguno de vello corporal en ella. Sus tetas no eran muy grandes, pero no importaba eso ahora, el uso de su culo y cuerpo era más que suficiente para mí. Escribí más comandos, fotos de ella hincada con la lengua afuera, otras con las piernas abiertas, algunas con medias largas negras y una falda, y sin ropa interior las últimas, mostrándome todo su cuerpo mientras probaba más y más poses.
Tenía ya alrededor de 20 fotos de ella en posiciones eróticas y cachondas, tales como a ella chupando su alargado envase de desodorante mientras miraba a la cámara seductivamente. Ella vivía en otra ciudad debido a que no existía la carrera que ella quería estudiar acá, así que no podría follar con ella por ahora, para mi infortunio. No obstante, escribí en los comandos que ella me enviara un video masturbándose hasta acabar, y eso mismo llegó en mi bandeja de mensajes a los 10 minutos de ejecutar el comando.
Acostada en su cama, grababa el video con su mano izquierda mientras que con la derecha se metía los dedos en su mojada concha y masajeaba con su saliva su clítoris, aumentaba la intensidad con el tiempo y se veía claramente tres dedos metidos en su concha que se agitaban salvajemente. Se escuchaba ese sonido mojado grotesco y gemidos que aparecían espontáneamente, sin mencionar el ruido de su colchón. Gracias al espejo frente a su cama, notaba hermosamente su cuerpo siendo masturbado y notaba que su cabeza se echaba hacia atrás en puntos de placer suyos. Luego terminó contrayendo sus piernas cuando se vino, mojando parte de su cama y acompañado de un gemido de disfrute que se grabó perfectamente.
Esto era suficiente material para complacerme por la mañana, cosa que no tardé en hacer. Cuando terminé de satisfacerme, no pude evitar un arrepentimiento y sentimiento de culpa. Había hecho a mi prima una chica cachonda solo por andar de caliente en la mañana. Pero, ¿no acaso todo el mundo está bajo esta misma clase de control?, ¿qué tiene de malo que sea yo uno de los usuarios de este poder? Fui ciertamente privilegiado con un poder magnífico. Mi morbo era mayor a mis valores, recobré en poco tiempo las ganas de abusar de mi poder.
Esta vez tenía que usar los comandos en alguien que estuviera cerca de mí, no tiene sentido solo recibir fotos y videos con semejante poder. Entre estos pensamientos, una idea cruza por mi mente, así que agarro el celular y coloco el ID y comandos próximos. Tras pasar unos 10 minutos, entra en mi cuarto aquella señora que venía vestida con su lencería morada, portando una bandeja con mi desayuno. Ella parece tener una mirada normal, pero entonces suelta de su boca las siguientes palabras: “Ya te he traído el desayuno y la lencería que me pediste, mi querido hijo”.