The Simpson Dark Stories 06

Primera parte de dos. Bart, Lisa y 12 muchachos más de la Escuela vuelven a una Isla que abandonaron para una reunión de la ONU. Por una idea de Nelson, todos comenzarán a volverse bestias calientes, y la primera víctima será la hija del Reverendo, Jessica Lovejoy.

THE SIMPSON DARK STORIES 06

-¡¡¡Ahhhh!!! ... ¡¡¡Bart!!! Esto es una locura... -gemía Lisa Simpson.

-Claro que no hermanita, no puede ser una locura algo tan placentero -le respondió su hermano mayor.

-Pero Bart, ¿Qué haríamos si nos vieran... ¡Ah!... haciendo esto? -le preguntó la rubia, al instante en que miraba a todos lados por si llegaba alguien.

-Nadie se aparecerá aquí, Lis... yo nunca habría venido si no fuera por esto, ni siquiera sabía que existía esto en la Escuela -le agarró las pequeñas tetitas y le besó el cuello, causando más gemidos de placer en su incestuosa hermana.

Bart estaba en lo correcto. Mientras apoyaba a su hermana en un mesón y le penetraba el coñito, nada pasaba en la Biblioteca de la Escuela Primaria de Springfield. Nadie caminaba por sus pasillos, solo Lisa y Martin de vez en cuando. Así que cuando Bart se vio forzado a pagar una deuda acompañando a su hermana a buscar unos libros, no dudó un segundo en ponerse detrás de ella, subirle la faldita, bajarle el calzón ya mojado por la situación, y meterle su rabo en la entrada. La cuidadora de la biblioteca leía tranquilamente un libro, y no se percataba de lo que ocurría detrás de un estante cerca de ella. Estaban en horario de descanso, pero esperaban una llamada del Director, así que se daban prisa.

-Sé más rápido, hermano, debemos volver... ¡Oh, Dios!

-¿De verdad crees que aguantarás más rápido hermanita? Bien, pero debes pedírmelo con más dulzura... -dijo Bart con una sonrisa pícara.

-Por favor... Bart... Ah... Hm... Quiero más rápi... Uf, más rápido, más fuerte, por favorcito, ah, ah, ah, mmmm... -terminó la frase justo en el momento en que se corría.

-¡Como quieras, Lisa Marie! -Bart aumentó la velocidad, y justo cuando se oía el parlante encendiéndose, Bart se corrió e inundó la vagina de su hermanita, compartiendo, como solía ocurrir, sus orgasmos.

-Ay, Bart, qué sensación tan agradable es ser llenada por tu semen...

-Me vuelves loco, hermana -Bart dio vuelta a Lisa para besarse, pero los interrumpió la voz del Director Skinner.

-A todos los miembros del Club de la ONU, por favor, preséntense en el Auditorio, y repito, TODOS, incluyendo a Nelson Muntz, así que ¡Deja de robar mi auto! -la transmisión se cortó con un grito, Lisa se acomodó la ropa, y corrieron hacia el Salón.

-Como todos saben, la primera excursión que tuvimos no salió muy bien, ya que tuvimos un percance en una Isla ( Ref. Das Bus) -les dijo el Director por el micrófono con una sonrisa incómoda. Los estudiantes

-¿“Tuvimos”? Él ni siquiera estuvo ahí -le dijo Bart a Millhouse por lo bajo.

-Luego, la Presidenta del Club tampoco pudo presentarse por estar en un reno imaginario ( Ref. Lisa, la Reina del Drama ), pero ahora, finalmente, tenemos a todos listos y presentes para una reunión de la ONU. Leeré la lista y les diré las instrucciones y el lugar donde tienen que estar: Presidenta Lisa Simpson, Estados Unidos; Vicepresidente Martin Prince, Bélgica; Janey Powell, Jamaica; Bart Simpson, Irak; Nelson Muntz, Japón; Sherri Twiny, Irlanda del Norte; Terri Twiny, Irlanda del Sur; Wendell Borton, Inglaterra; Alex Whitney, Francia; Ralph Wiggum, Canadá; Jessica Lovejoy, Brasil; Database, Australia; Millhouse Van Houten, Polonia; y finalmente Allison Taylor, Rusia. ¿Están todos? -preguntó Skinner, y los 14 niños asintieron.

-Qué larga se me hizo la lista, ¡Diga dónde vamos y terminemos con esto luego! -gritó Bart, provocando unas cuantas carcajadas.

-Por favor, Simpson, haz silencio, es mi primera reunión de la ONU, y es nuestro deber escuchar a nuestro Director -le replicó Jessica, la hija del Reverendo, causando un agradecimiento del Director, aunque después la chica le sonrió con malicia a su ex novio.

-Bueno, aunque no fueron las palabras más corteses, les diré donde van a ir a su reunión. Algunos recordarán la Isla donde quedaron varados, ¿No es así? -Esperó a que esos chicos asintieran dubitativamente, y siguió hablando -Bueno, pues, ¡SORPRESA! Volverán a esa Isla, con todos los gastos pagados, para que puedan discutir todo lo que quieran, ya que conocen muy bien el lugar, y al Inspector Chalmers le agradó mucho la idea.

-¡¿Qué?! ¡Es una locura, mi madre no se acuesta con usted para que me deje varado en esa Isla de nuevo! -gritó Nelson, y otros acompañaron con los reclamos, excepto Martin que se quedó extrañamente mirando el suelo con una sonrisa idiota.

-Es cierto, es una ridiculez, la última vez fuimos salvados solo de suerte... ¿Cómo fue?

-Moe nos salvó, ¿No te acuerdas, Bart? -le respondió Lisa.

-Ah sí... ¿Y cómo hizo algo así? -volvió a preguntar el mayor con cara de duda.

-Fue muy fácil para él, solo tuvo que...

-¡Silencio, por favor! Sé que algunos no estarán muy de acuerdo con la idea, pero en el itinerario escolar se precisa una visita a un lugar paradisíaco y de naturaleza relajante, pero no tenemos dinero para pagar tal viaje, el cual sí lo hace la misma ONU al organizar estos reuniones, así que aprovecharemos esa generosa oferta y los dejaremos aquí, lugar que ya conocen y donde ya compartieron una vez, para que se conozcan mejor, además de discutir nuevas ideas que hagan mejorar al mundo.

-¿Aquí? ¿Qué quiere decir con “Aquí”?- preguntaron al unísono las inteligentes y perspicaces Lisa y Allison.

-Ah cierto, habrán notado que al pasar por esa puerta se escuchó un pequeño crujido, ese fue el motor del camión que disfrazamos como auditorio, y este otro quejido -se oyó un estruendoso ruido mientras el Director hablaba a toda velocidad- es el sonido del helicóptero que me llevará de vuelta a Springfield. ¡Los pasaremos a buscar mañana en la mañana, cuídense, y guíennos a un mejor futuro! ¡Ustedes son...!

Lo último no lo pudieron oír, culpa de lo rápido que se sucedieron las cosas y que el Director se alejaba agarrado de un helicóptero que salió del suelo. Las paredes del Auditorio se cayeron mostrando un camión hundiéndose en el mar. Los chicos habían sido engañados por Chalmers y Skinner, y se encontraban a unos metros de la Isla.

Después de nadar igual que la primera vez que visitaron el lugar, Lisa liberó su frustración subiéndose a la misma roca desde donde dio órdenes alguna vez.

-¡No puedo creer que nos hicieran esto! ¡Todo por ahorrar unos cuantos dólares, no somos animales o ratas de laboratorio con los cuales experimentar!

-Es cierto, los adultos dan asco- se quejó Millhouse.

-Sí, ¡Adultos! -entonó Nelson.

-¡Niños! -lo siguieron los demás, comenzando a cantar.

-Adultos

-Niños

-¡Silencio!, ya cantamos eso una vez, ¿No recuerdan?- tranquilizó Bart, sobándose las sienes- lo que necesitamos es vengarnos de ellos de una vez.

-Les apuesto que nos dejaron para que los adultos se pudieran divertir con sus cosas de adultos, ya saben, “esas cosas”, ¿No? -dijo Alex, aún tratando de sacarse la arena del cabello.

-¿“Esas cosas”? -preguntaron al unísono las gemelas.

-Ay, ya saben, cariñitos, besitos, y “lo demás”... -viendo la cara de duda de algunos niños (pero no de todos), Alex pensó en divertirse un poco explicando -Bueno, todo eso, ¿Qué nunca han...? Ay, qué niños son, Nelson, ayúdame a explicarles.

Alex agarró el brazo del abusón, lo atrajo con fuerza hacia ella, y lo besó repentinamente en los labios. El chico se sorprendió al principio pero, siendo la persona mayor en la Isla, sintió que debía dar el ejemplo, e introdujo la lengua en la garganta de Alex. Luego de unos segundos, Alex lo soltó, le dio otro beso en el lóbulo de la oreja y le ordenó retirarse.

-Eso es solo la primera parte de lo que nuestros padres están haciendo, ¿No ven? Ay, maldita arena, y recién me había comprado el mejor acondicionador... -los otros niños solo observaban y cuchicheaban entre ellos con risillas sobre lo que acababa de suceder, compartiendo ideas sobre lo siguiente que hacían los adultos.

-¡Un momento! Para que esto ocurriera, unos de los dirigentes del Club debió aceptar la propuesta del Director, y Estados Unidos no lo hizo. -interrumpió Lisa, tratando de no sorprenderse por el espectáculo reciente, y se dirigió específicamente a Martin, que había permanecido totalmente en silencio hasta ese momento, alejado de todos -¿Qué tal Bélgica?

Todos miraron a Martin, quien se ocultó detrás de su mejor amigo, Database.

-Eres un traidor, el duendecillo dice que debo quemarte -dijo Ralph sonriendo perturbadoramente, ganándose unas miradas extrañadas de sus compañeros.

-No estoy de acuerdo con la... “propuesta” de Canadá, pero creo que debemos hacerle un juicio al obvio traidor, ¡El Vicepresidente Martin Prince!

-Ah, qué aburrido, ya hicimos eso una vez con el maricón cuatro-ojos, ven Simpson, vamos a buscar algo de comida -sugirió Nelson y se llevó a Bart con él, dejando muy molesto a Millhouse, quien agarró la mano de Lisa buscando seguridad. Ella solo se alejó unos centímetros.

-Oye Simpson, ¿Recuerdas ese ají que te di hace unas semanas? -le preguntó después de alejarse lo suficiente, cerca de unos frutos rojos.

-Eh, sí, lo recuerdo Nelson, ese de las plantaciones de tu tío -le respondió el rubio sin entender la razón de plantear ese tema (DARK STORIES 01). Supuso que lo había incentivado el beso de Alex.

-¿Lo usaste? -preguntó el abusón con una sonrisa y las cejas levantadas. Bart se sintió nervioso después de presenciar lo que Nelson hizo con sus amigos en la casa de Laura (DARK STORIES 02), se alejó unos cuantos pasos.

-Pues, sí, lo usé, fue muy... satisfactorio... su sabor.

-Oh, no vayamos con cuentos, amigo, sabemos lo que producía esa cosa, y te diré algo, mi tío no tiene plantaciones de nada, ni siquiera tengo tío, parece que murió, no sé, el punto es que es un ají que saqué precisamente... de aquí -al decir eso, Nelson apuntó con su dedo las plantaciones que habían donde estaban. Bart no era muy inteligente, pero no tardó en darse cuenta de lo que ocurría. Nelson lo confirmó, diciéndole que quería usarlo para que ambos (dijo que tenía ganas de compartir) violaran a las siete chicas.

-Pero Nelson, es que eso es tan... ¿Pero qué estoy diciendo? Definitivamente he estado mucho con mi hermana, démosles agua y luego los ajís.

-¿No me digas que has estado follándote a tu hermana, Simpson, jeje? -preguntó Nelson quedándose con esa parte de las palabras de Bart.

-Eso no te importa, y más aún, te lo advierto, puedes quedarte a las otras seis si quieres, pero a mi hermana no le toques ni un pelo...

-¿Y quién te crees tú para amenazarme, Simpson? -preguntó Nelson, cerrando el puño.

-Aquel que conoce los secretos que se dieron frente a una cámara en la casa de una vecina -le respondió Bart con una sonrisa triunfante, haciendo que Nelson instantáneamente tomara unos cuantos ajís y volviera con los demás, sin discutir. Bart lo siguió.

-¡Por favor amigos, qué más podía hacer, necesitábamos un lugar tranquilo para discutir! -gritaba Martin, pero Ralph lo cayó, metiéndole un palo en los orificios de la nariz, sin un motivo aparente. El inteligente chico estaba atado a un mástil de algún barco, solo en calzoncillos, y las chicas lo rodeaban.

-No hables cuando te estamos juzgando, chico listo -le dijo Alex, jugueteando aún con su cabello. Janey estaba a su lado, sentada en una silla del “Auditorio”, sonriendo con picardía. Las gemelas pellizcaban los pezones del obeso niño, compartiendo cómplices risas.

-Oigan, detengan esto, es verdad que se lo merece, pero no somos salvajes -les dijo Lisa, aunque con una actitud ligeramente pasiva.

-Sí, además el cuerpo de Martin está haciendo que Ralph enloquezca más y Wendell siga vomitando -complementó Millhouse, mirando como el chico enfermizo descargaba sus entrañas cerca de Database.

-Eres una cobarde y ñoña, Lis. ¿No ves que el chico lo disfruta? -entonces se acercó a uno de los pezones de Martin y lo lamió con expresión lujuriosa. El gordito lanzó un gemido.

-Dios, no puedo creer lo que pasa aquí - suspiró Lisa.

-Lisa, tal vez Alex tiene razón, tal vez estamos aquí para divertirnos -sugirió Allison que no participaba de lo que hacían las demás chicas.

-Pero estamos aquí para discutir sobre las Naciones Unidas, somos siete chicas y siete chicos que deben sentarse a dialo... un momento, ¿Dónde está Jessica?

-Veamos, no me costará ordenarle a Millhouse que se vaya, Martin estará encerrado un buen tiempo, supongo, Ralph no se dará cuenta de nada, Wendell seguirá enfermo y Database es fácil de sacar de encima, no tendremos dificultades -contaba Bart mientras Nelson molías los ajíes y los ponía en unas hojas de unos árboles para servirlos.

-Muy bien, Simpson, pero dime, ¿No quieres un aperitivo? -preguntó Nelson e hizo un gesto indicativo con la cabeza. La hermosa hija del Reverendo los observaba pasando un dedo sensualmente sobre sus labios.

-Ustedes sí que son MALOS, chicos. ¿Puedo participar de su banquete?

-¿Jessica? Ni siquiera sabes lo que haremos, ¡Vete de aquí! -claramente Bart seguía molesto por la situación en el Auditorio.

-Hm... Ajís silvestres de una isla extraña, deshacerse de los chicos, no soy tonta Bartholomew, quieren follarnos con esas cosas.

-¿Y qué sabes tú de follar? -preguntó Nelson, interesado, con un bulto ya notorio en los pantalones. Ella lo notó y se acercó caminando como una gata en celo.

-Sé muchas cosas, Nelson Muntz, ya sabes, represento a Brasil, y dicen que las brasileñas son las mujeres más candentes del mundo... -sin dudarlo un instante, la chica se abalanzó sobre Nelson y Bart, y comenzó a besarlos con pasión. Ambos se dejaron llevar. Entre los chicos de la escuela, la gran mayoría consideraba a Jessica una chica puritana y mojigata, pero solo algunos pocos (que incluían a Bart y Nelson) sabían que en realidad era una putita en desarrollo. Tenía en unos segundos ya ambas vergas en sus manos, preparadas para la guerra y las pajeaba con rapidez.

-Ah, Jessica, no me dijiste que sabías hacer esto cuando estábamos juntos...

-¿Por qué te lo diría? Solo te manipulaba, Simpson. Pero por lo que oía, parece que ya has tenido experiencia con algunas chicas.

-He tenido cosillas -sonrió Bart- ¿Qué tal tú?

-¿Yo? Perdí mi virginidad hace mucho. Los Lovejoys no son los santurrones que la gente cree, jaja -en ese momento engulló la enorme polla de Nelson, con algunas dificultades por su grosor. Él solo disfrutaba.

-Eso es putita, succiona mi miembro, trágate toda la leche que hay en ella... ¿Qué crees Simpson? No necesitamos el ají con ella... ¡Ah, sí, eso!

-¿Qué creerías? ¿Qué no aprovecharía mi oportunidad en una isla desierta sin adultos mirándome? Ustedes son los únicos chicos que valen la pena aquí, de todas formas -comentó Jessica antes de proceder a comerse el falo de Bart, sin dejar la pajeada que le hacía al abusón.

-Qué rico, qué rico, mejor que lo que hace mi mamá cuando está ebria -suspiraba Nelson.

-Déjame tocar esa conchita, Jessica, que hace mucho que lo deseo -Bart metió entonces la mano bajo la falda de la chica y la introdujo debajo del calzón, comenzando a acariciar el ya mojado coñito de la muchacha -Guau, estás empapada.

-Sí, Bart, ¡Jesucristo, qué mojada estoy! Acaríciame más, llevo dos días sin masturbarme, necesito que me toquen más, ¡MÁS, POR DIOS!

-Deja de llamar al carpintero niña, soy yo el que está aquí -le dijo Nelson arrancándole la blusa con rudeza y empezando a chuparle las tetitas.

-Son más grandes que las de Lisa -pensó Bart, y se puso a succionar el pezón que dejó libre el mayor. Jessica tenía las mejillas rojas, y gemía moviéndose de un lado para otro sin soltar las vergas de los chicos.

-Chicos, denme más placer, más, más, sí, ah...

-Ya no aguanto más, te la voy a meter putita -susurró Nelson al oído de la muchacha, la recostó en la hierba, le abrió las piernas sin que ella se resistiera, y le introdujo su enorme pene con agresividad, haciéndola gritar.

-¡¡¡Ah, chico malo!!! ¡Qué bueno! Llevaba mucho tiempo sin una verga adentro de... -se cayó cuando Bart le metió la polla en su boca, y empezó a follársela.

-Eso, cómetela toda, se nota que te gusta...

Jessica tenía los ojos entreabiertos, una sonrisa en la boca que no paraba de succionar el falo de Bart, sobaba sus propias tetas con las manos, rodeaba con sus piernas el cuerpo de Nelson, y movía su cintura al vaivén de la penetración.

Nelson empezó a derramar saliva en el cuerpo de la chica, especialmente en su coñito, haciendo que ella hirviera de placer, y Bart agarró su cabeza para usarla como concha. Ella, sin embargo, se sacó la polla del interior.

-Espera Bartholomew, ah... hmm... ¡No te hablo a ti, Muntz, sigue penetrándome por el amor de Cristo! Como decía, ¿Sabes por qué dejé que este chico me la metiera primero? Porque hay alguien que considero peor que él, más diabólico... (Uff, harán que me corra pronto, chicos) y quiero que ese alguien estrene mi culito, ¿Qué te parece metérmelo en mi ano virgen, ex novio?

-¿En serio Jessica? No sé qué decir, qué inesperado, es que nunca he hecho...

-¡Por el amor de Dios, Bart! ¡Cuando una chica te pide que le folles el culo, no haces estúpidos comentarios sobre experiencia y dudas y bla bla bla, le FOLLAS EL CULO! -Jessica le gritó al chico agarrándolo de la roja camiseta, luego arrojó a Nelson al suelo, se montó sobre él, y se abrió las nalgas- ¡Ahora, hazlo chico malo!

-Vamos, Simpson, ¿Qué esperas? Méteselo por atrás, es lo mejor que hay... -Nelson metió dos dedos ensalivados en la entrada trasera de la muchacha para lubricarla.

-Bien, ahí va, ¡NIÑA PUTA! -diciendo eso, se la metió de un golpe por atrás justo después que el otro chico sacara los dedos.

-¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhh, por Dios, QUÉ DOLOR, SÁCALO BRUTO! -gritó Jessica tan fuerte, que los chicos en el campamento se alertaron.

-¿De dónde salió ese grito? -preguntó Janey, levantándose del asiento.

-Sonó como Jessica -comentó Allison.

-¿Le estarán haciendo algo? ¡Hay que ayudarla! -reafirmó Ralph ganándose otra mirada de curiosidad. De verdad ese chico era muy extraño.

-Hm... Quizás no es lo que creemos -sugirió Lisa, pensando que tal vez su hermano y Nelson estaban disfrutando de la conocida puta, comenzando a sentir celos. Miró a Millhouse buscando alguna opción de acción, éste le sonrió con picardía, y ella se volteó -Qué estupidez.

-Estoy de acuerdo con él, suéltenme y vamos a ayudar -dijo Martin, aún atado, pero Alex le dio una bofetada en la cara.

-Nada de eso, gordito, te quedas aquí hasta que nos vuelvan a buscar, ¿Oíste? Los que quieran ir a ayudar, tienen libertad para ir. Nosotras nos quedaremos pasándolo bien -se acercó a Martin, y se lamió los labios con sensualidad, cosa que solo notaron Janey y las gemelas.

-Somos los súper amigos, y nuestro deber es salvar a una doncella en peligro, ¡Vamos! -Database tomó a los otros nerds/inteligentes, Millhouse, Wendell, Lisa y Allison, además de Ralph, para buscar a Jessica. Allison, sin embargo, miró con curiosidad hacia las chicas antes de irse con sus compañeros.

-Bueno, chicas, los niños ya se fueron. Es hora de divertirnos como adultos, ¿No?- Alex se sacó la camisa entonces, se bajó la falda, y Janey se desnudó también. Ambas se acercaron a las gemelas seductoramente, frente al “pobre” Martin.

-¡Ah, ah, ah, ah! -se quejaba Jessica, recibiendo las dos vergas que tardaron un poco en acoplarse a un mismo ritmo.

-¿Qué, aún te duele puta? Las chicas con las que he estado siempre disfrutan de una buena cogida anal -recordó Nelson, con las manos detrás de la cabeza, relajado recibiendo la montada de Jessica Lovejoy.

-Es que... ah... es que... hm...

-¡Vamos Jessica, déjate llevar! Tienes dos chicos malos para ti sola -las palabras de Bart, acompañando de un repentino beso en los labios que le dio tirándole del cabello, hicieron pensar y luego reaccionar a la religiosa muchacha. Pronto, empezó a gemir otra vez.

-Es que esto... esto es... ¡LO MEJOR DE LA CREACIÓN!

-¿Ves? Te dije que lo disfrutan -sonrió aún muy relajado Nelson.

-Ahora sí es como me decía mi mamá que era, el sexo anal es majestuoso, y tener dos pollas para mí sola es... ¡ALGO DIVINO! ¡MÁS, MÁS, POR DIOS, DENME MÁS! -gemía Jessica, caliente como loca moviendo la cintura para recibir de mejor forma la doble penetrada.

-Jessica, tu culo está tan apretado... ¡No sé si pueda aguantar más! -se quejó Bart, cerrando los ojos y concentrándose para demorar la inminente eyaculación.

-Ah... yo también, creo que voy a mear semen, ¡Ah! -Nelson levantó a Jessica y empezó a bombearle el coñito de rodillas. Jessica se encontraba ahora verticalmente doble embestida.

-Chicos malos, malditos demonios, lleven a esta santa al cielo por favor, ¡Estoy a punto de correrme! ¡MÁS FUERTE, CÓRRANSE, LLÉNENME LAS ENTRAÑAS, POR CRISTO!

-Ahhhh... ya, ¡Me voy, AY CARAMBA! -gritó Bart.

-¡Haaaaaaaaahaaaaaaaaaaa!- rió como un gemido Nelson.

-¡Hmmmmmmmmmmmmmmmmm! -cerró los labios Jessica al disfrutar de la corrida de ambos muchachos, viniéndose a su vez. Rápidamente se sacó las vergas, se puso de rodillas y recogió el semen que se salía de sus dos agujeros, para luego bebérselo con sensualidad.

-Eso fue de verdad glorioso, jaja -comentó Bart recostado entre las hierbas.

-Qué delicia, chicos... -Jessica se relamía gustosa con la  esperma de los muchachos.

-¡Ahí están! ¡Oh, por Dios! -gritó Lisa, acompañada de Allison y los muchachos. Wendell volvió a vomitar ante la escena. Quedaron estupefactos al ver a Bart tendido con su pene flácido sobre la hierba, Jessica casi desnuda tragando semen, y Nelson comiéndose con ferocidad el ají molido que había dejado. Esto último llamó la atención también de los ex novios.

-Lisa, esto no es... -empezó Bart.

-Esto ES lo que parece, Simpson. Y Muntz tiene una sorpresa para ustedes también, al parecer -continuó Jessica, y todos vieron como Nelson, fuera de sí pro el placer obtenido, se había comido buena parte del producto rojo, y estaba con su verga empinada otra vez.

-Que empiece la cacería -susurró, y corrió hacia los recién llegados como un animal.

No se pierdan la segunda parte de esta historia en THE SIMPSON DARK STORIES 07