The Simpson Dark Stories 04

Bart y Lisa unen sus recién adquiridos conocimientos en el momento en que su niñera, Laura Powells, viene a cuidarlos.

THE SIMPSON DARK STORIES 04

Bart había aprendido todo lo que necesitaba sobre sexo oral gracias a su madre (THE SIMPSON DARK STORIES 02), y Lisa lo mismo del Director Skinner y Edna Krabappel (THE SIMPSON DARK STORIES 03). Ambos estaban listos para afrontar su próxima aventura sexual. Para eso, Bart tenía un plan. Quería follarse a Laura Powells, su vecina. Ella le había dicho a sus compañeros que la única forma de tener sexo con ella, era que fueran buenos con las manos y la lengua, que la supieran calentar, y Bart se sentía preparado.

Sin embargo, necesitaba que ella fuera a su casa como niñera. Para lograr esto, hizo una llamada falsa a Moe, no para bromear esta vez, sino que diciéndole que había ganado un premio para cantineros en Shellbiville, y que debía invitar a su mejor cliente junto a su esposa para recibir el premio y tener testigos de su habilidad. Así que, ya que Barney no era casado, llamó a Homero, quien le informó a Marge de la situación, y partirían durante la tarde.

-Pero necesitamos una niñera...

-Ay, llama a papá, él los cuidará, ya vámonos Marge, habrá todo tipos de cerveza ahí y me lo estoy perdiendo -se quejó el jefe de la casa.

-No es necesario llamar al abuelo, Homero. Mamá, ¿Por qué no llamas a Laura para que venga a cuidarnos? -sutilmente Bart guiñó un ojo a su madre, que sabía las intenciones de su hijo, así que aceptó.

-Claro Bart, tu enamorada vendrá a cuidarnos para que te lleve a la cama y te dé besitos, muack muack -se burló Lisa, pero Bart no se molestó.

-Sí hermana, es justo lo que quiero, a ti también te irá a acostar -Lisa no supo cómo reaccionar ante las palabras de su hermano. Sabía que había algo detrás. La verdad, Lisa quería quedarse a solas con su hermano para practicar lo que había aprendido, por eso quería al abuelo, quien se dormiría rápidamente, pero no pudo convencer a su madre, quien llamó a Laura, quien a su vez llegó a las 8 en punto. Lisa no estaba contenta con la situación.

Después de preparar unos aperitivos para Bart y Lisa, Laura informó que iría a quedarse con Maggie hasta que ella se durmiera, y que por mientras, los chicos vieran televisión. Tomó a la bebita y subió al segundo piso. Bart pensó que ese era el momento para comenzar con su plan, que involucraba a Lisa, su hermana.

Daban el programa de Krusty el payaso por la televisión, pero Bart por primera vez no estaba atento a eso.

-Lisa... oye, ya que estaremos solos unos momentos, ¿No quieres repetir lo de la otra noche? Digo, por diversión... -le susurró Bart al oído de su hermana.

-¡Pero Bart! Está la niñera, pensé que querías estar... ya sabes, con ella -Lisa fingía resistencia, pero la verdad es que las cosas salían como quería. Sin embargo, no sabía cuánto tardaría Laura en bajar.

-Bueno, quizás, quizás, pero ella no está aquí, y la que me está provocando cosas ahora eres tú -Bart besó repentinamente a Lisa, quien inmediatamente se dejó llevar. La rubia sintió como su conchita se humedecía rápidamente. Aunque solo había tenido dos experiencias sexuales en su corta vida, ya le había agarrado gusto al asunto, y había empezado a sentir cosas más allá de la fraternidad por su hermano mayor. Así que usó lo que le habían enseñado, e introdujo la lengua en la garganta del chico, quien no se esperaba eso.

Las lenguas de ambos comenzaron a jugar, al tiempo que Bart tocaba las tetitas en desarrollo de su hermana por sobre el vestido. Ella solo se dejaba llevar, estaba muy excitada, pero no se había olvidado de la preocupación por la posible aparición de Laura en cualquier momento. Se preguntó si Bart querría o no eso.

-Oh Bart... gimió Lisa cuando el mayor recorrió su cuello con la lengua, y acariciaba el lóbulo de su oreja con el dedo índice.

-¿Cómo te sientes, hermana? ¿A gusto? -preguntó el chico, y como respuesta recibió otra cosa inesperada. La manita de Lisa se había posado en su pantalón, ya abultado por la creciente erección. No sabía donde había aprendido la rubia eso en tan poco tiempo, o si tal vez ella había tenido otras experiencias sexuales antes o después. Pero en el caso de lo primero, ¿Cómo se explicaba lo novatos que parecían la primera vez en la cama de Bart? Lisa comenzaba a sobar por encima de short, acariciando la hombría del muchacho.

-Sí, Bart, muy a gusto, veo que tú también...

-Lisa, tus pezones se están endureciendo -dijo metiendo la mano adentro del vestido para acariciar los botoncitos duros de la chica.

-Eso es porque... ehm... me siento muy deseosa de lo que toco, ji ji -Lisa recordó que Edna le había dicho que a los hombres les gustaba que las mujeres mostraran lo deseosas y calientes que estaban por el pene de la pareja, aunque obviamente aún no sabía sonar muy convincente, mas Bart no pareció notarlo.

-Bien, aquí hay algo extraño, será mejor que continúe a ver hasta dónde puede llegar -pensó Bart para luego agacharse y abrirle con delicadeza las piernas a su hermanita- Ahora voy a tocarte tu cosita, se ve que estás empapada.

-Es que estoy muy caliente, hermano... -ella también notaba lo conocedor que parecía Bart ahora, y ambos sabían que el otro pensaba lo mismo. Competirían en silencio hasta que uno de ellos revelara quien le había enseñado cosas, y la razón de eso.

Sin que lo supieran, al tiempo que Bart metía la cabeza bajo el vestido de su hermana, y empezaba a bajar sutilmente su mojado calzoncito, Laura había bajado y se quedó estupefacta ante la escena que veía. Se escondió en la entrada al living, detrás del muro, sin dejar de mirar. Pronto, la impresión se agotó, y empezó a sonreír pícaramente, con su temperatura corporal aumentando.

-Ah Bart... ¿Qué haces? Hazlo ya... por favor... -suplicaba Lisa, mientras Bart, tal como su madre le había indicado, acariciaba y lamía los alrededores de la vagina húmeda de Lisa, pero sin tocar el punto principal.

-Suplícame más y lo haré, hermanita...

-Por favor, Bart... si lo haces te la chuparé como nunca, por favor... -diciendo esto, Bart detuvo sus movimientos y se salió de su hermana mostrando una cara de reproche.

-¡Muy bien, ya es suficiente! ¿Cómo sabes estas cosas? ¿Quién te enseñó? -Bart se sorprendía a sí mismo que mostrara algo de celos sobre el maestro de Lisa, primero porque su motivo primordial para lo que hacía era para que Laura los atrapara y observara las habilidades de Bart, y no por Lisa en sí (que consideraba más una carnada) y segundo porque no comprendía los sentimientos que comenzaba a tener por su hermanita.

-Lo mismo podría decir de ti Bart. Estuviste con alguien a parte de mí, ¿Cierto? ¿Quién te enseñó sobre sexo? ¿Y por qué no soy yo tu motivo? -los ojos de Lisa comenzaban a llenarse de lágrimas por la situación arruinada.

-¿De qué hablas?

-Supongo que tu motivo es Laura, ¿Cierto? Aprendiste estas cosas para acostarte con Laura, pero como ella está con Maggie, quisiste tener una previa conmigo... -Lisa trataba de no gritar fuerte para no alertar a la niñera, que aún a desconocimiento de ambos, observaba atentamente toda la escena.

-Bueno, tal vez sí. ¿Y qué? Me encanta Laura. Quería mostrarle todos mis conocimientos, y que al igual que a ti, puedo darle un placer inimaginable, no como esos tontos de Jimbo y los otros tres -al oír esto, Laura se dio cuenta que tal vez Bart había visto lo que ocurrió (En THE SIMPSON DARK STORIES 02), o que quizás ellos le habían contado, aunque eso era poco probable, y se enterneció. Al menos por dentro, porque lo que mostraba su ropa interior era lo excitada que estaba ante la idea de que Bart, el  pequeño vecino que sabía estaba enamorada de ella, había aprendido cosas para complacerla. Y había visto con lo que le hacía Lisa que realmente sabía varias cosas.

-¿Ah sí? ¿Al igual que a mí, eh? Bueno, si yo aprendí cosas fue justamente para complacerte a ti, por eso quiero chupártela y agradecerte que tomaras mi virginidad de la forma que lo hiciste -Lisa intentaba con todas sus ganas no llorar.

Bart se enterneció por lo que decía su hermana. Se dio cuenta de que no era solo Laura, también deseaba seriamente acostarse con Lisa. Lanzarla al sofá y follarla con todas sus fuerzas.

-¿Ah sí, eh? Entonces intenta complacerme como no lo haría ella, demuestra que eres mejor -Bart desafió a su hermana, y ella sin dudar se agachó y bajó los pantalones de su hermano, mostrando su tremenda polla lista para la acción. Laura también quedó sorprendida, y se metió la mano adentro de su pantalón, comenzando a tocarse.

Lisa agarró el pollón con su mano, lo frotó lentamente al principio, luego fue aumentando la velocidad, lo acompañó de lametones, y finalmente se lo tragó tal como Edna le había enseñado. Rítmicamente movía su cabeza chupando la verga de Bart, mientras éste se retorcía de placer. Laura no perdía detalle. Sacó su mano del interior de su pantalón y se dio cuenta que sus dedos estaban cubiertos de un espeso líquido. La escena de incesto la estaba aponiendo a mil.

-¿Qué te parece, Bart? ¿Te gusta como lo hago?

-Lisa, es estupendo... casi tan buena como mamá -esto último solo lo pensó.

-¿Crees que Laura haría algo así? -le dijo Lisa mirándolo a los ojos, sin dejar de pajearlo.

-¿Sabes? Aún me gustaría que apareciese aquí. Quisiera metérsela a ambas, y que mostrarás que estás a su nivel... y mostrar que puedo dar un gran placer -Bart dijo esto a gran velocidad, para solo después pensar que con eso podía herir nuevamente los sentimientos de su hermana. Sin embargo, ella siguió chupándoselo.

-Sí... tal vez podríamos llamarla... en realidad no me molestaría tener a alguien con quien compartir el darte placer, Bart -sugirió Lisa, después de recordar lo bien que lo había pasado con Edna. Estaba dispuesta a confirmar si lo que ella decía de tener sexo con otras chicas era verdad, y la lujuria le estaba ganando por goleada a sus sentimientos y celos.

-No es necesario, ya hace rato que estoy viendo una película porno de las mejores, y gratis -dijo Laura, apoyada en el dintel de la puerta, sacándose sensualmente su chaqueta.

Ambos chicos se detuvieron por unos segundos, estupefactos. Bart fue el primero en reaccionar, tratando de no provocar que ella los acusara con sus padres.

-Eh... Laura, yo... es que... el otro día tú... Jimbo... quería hacerte sentir... aprender... -solo tartamudeaba, pero después de mirar la sonrisa lasciva de Laura, se empezó a tranquilizar.

-Calma Bart, ya me has mostrado que sabes hacérselo a una mujer, Lisa se veía bastante complacida, aunque ni siquiera le habías lamido su conchita mojada, ¿Cierto? Cariño, siéntate en el sofá, y que él muestre si sabe hacer sexo oral. Si logran excitarme, les daré a ambos un placer que nunca han sentido. -La verdad es que ella ya estaba echando humo, pero quería saber si podían excitarla aún más.

Obedientes y muy excitados por la situación, hicieron lo que la adolescente pidió. Lisa se sentó en el sofá, se subió la faldita, y Bart sin previas, comenzó a realizarle sexo oral, lamiendo con pasión y hambre el clítoris hinchado de la chica.

-Ahhhhhh, Bart, sí... Ah, Bart, qué bien se siente... -gemía sin control la rubia, al tiempo que Laura se acercaba y se sentaba a su lado en el sofá.

-Vaya vaya, realmente no eres nada como Jimbo y los chicos. Ellos se lanzaron a intentar penetrarme rápidamente o hacer que se las chupara, tú te das tiempo para la chica, eso es muy excitante -Laura se quitó la camiseta y mostró sus tetas sin sujetador. No eran tan grandes como las de Marge o Edna, pero sí eran muy apetecibles. No solo Bart, incluso Lisa se las quedó mirando. Laura se acercó al mayor.

-Ay caramba, qué melones... -Bart estaba como en un trance.

-Es hora de repartir besitos, niños -Laura entonces besó apasionadamente a Bart. Él casi se corrió solo por eso. Llevaba meses queriendo que ella lo besara así, y ahora la lengua de esa adolescente con experiencia combatía con la de Bart, quien ya había puestos sus manos sobre sus redondos pechos.

Bart babeó cuando ella lo soltó, riendo pícaramente. Se bajó el pantalón y mostró sus húmedas bragas. Se metió un dedo al interior y lo sacó cubierto de jugos.

-Mira como me pusiste, cariño, sí que sabes besar. Ahora, te ordeno que vuelvas a lo que hacías a tu hermana. Y a propósito, dije “besitos”, no “besito” -con una mirada lujuriosa se sentó sobre Lisa, mientras Bart volvía a su trabajo de sexo oral. Laura esta vez besó a Lisa, quien al principio, al igual que con la maestra Krasbappel, se intentó resistir, pero no duró mucho hasta que empezó a disfrutarlo.

Los besos lésbicos eran algo que algunas de sus compañeras ya habían realizado entre ellas, por jugar, pero esto era real, y era una chica experta la que le metía la lengua en su interior,  llenaba de saliva sus labios, y estaba casi desnuda sobre ella. Lisa volvió a pensar que tal vez cuando mayor sería bisexual, porque se corrió en la boca de Bart al recibir la mezcla de ambas lenguas sobre distintas partes de su cuerpo.

-Lisa, sí que lo disfrutabas, me dejaste todo manchado -dijo Bart, tragándose los restos de jugos con hambre. La rubia no había terminado, seguía excitada, y eso Laura lo notó.

-Esto no ha acabado, chicos. ¿Saben? me gustaría algo de acción también. Podrían hacerme algo de cariño, y se los recompensaré.

Ambos Simpson entendieron. Lisa se agarró de las tetas de Laura y acarició sus tetitas con los dedos, además de besarle los pezones gracias a instrucciones de la niñera. Bart aprovechó que estaba a centímetros del trasero de la muchacha para darle lametones, y bajarle después el calzón. Deseaba ansioso probar sus jugos también.

-Oh sí, niños... ese es el lugar Lisa, sí, acaríciame, muérdeme el pezón, que me gusta... ¡Ah! Eso es... ah... Bart, pequeño bastardo, cómete mi concha, lo pide a gritos, mhhh sí... nunca había sentido así... -gemía la joven, mientras recibía el placer de ambos.

De repente, Bart metió un dedo en la vagina de la chica, y empezó a lamer su entrada trasera sin asco, al mismo tiempo que Lisa, excitándose nuevamente, se quitó el vestido, rozó sus pezones con los de la muchacha, y la besó sin avisar.

-Esto también sabe muy rico... -saboreaba Bart.

-Me gustaría probarlo Bart...

Laura estaba a punto de correrse ante lo que hacían por instinto los chicos, y cuando Lisa bajó a la entrepierna de la niñera, y lamió por primera vez una vagina mientras Bart se ocupaba del ano, ella no aguantó más. Tal vez Lisa no era tan buena en lo que hacía como Bart, pero solo el hecho de que lo hiciera, junto con la lengua de Bart metiéndose en su trasero, hicieron que se volviera loca. Apoyándose en el sofá, comenzó a gritar.

-¡¡¡Ah, me voy a correr!!! Qué rico... hijos de puta... van a hacer que me vuelva loca... eso, más, más, ¡MÁS! ¡ME CORRO! ¡¡¡AHHHHHHH!!! -finalmente se corrió, empapando de jugos a ambos chicos.

De nuevo actuando por instinto, sabiendo lo excitados que estaban, no necesitaron más previa. Mientras Laura se recuperaba, Bart se montó encima de su hermana y la penetró con pasión y ternura. Ella también deseaba eso, y comenzó a gemir con las primeras embestidas.

-Sí Bart... necesitaba eso, ah, ah, ¡Más! Te amo, hermano, qué rico se siente que estés adentro de mí...

-Lisa, estás tan apretada, se siente fabuloso, tengo que aumentar la velocidad...

Ambos follaban como conejos, velozmente, y Laura ya se había recuperado. Se estaba masturbando frenéticamente viendo la escena, con la mano izquierda apretando sus pezones, y la derecha moviéndose rítmicamente al interior de su concha. Ya no pudo esperar más, necesitaba también una buena polla, así que le pidió a Lisa si podía tener un poco también.

-Lisa, necesito un poco de eso también, ¿Me prestarías la polla de tu hermano por favor? Mientras te meteré los dedos y te penetraré con mi lengua...

-Claro Laura, además estoy a punto de... ah... más Bart, eso, estoy a punto... ¡Baaaaart!

Lisa se corrió por segunda vez. Laura la tomó en brazos y la sentó en el sofá. Luego, se puso a cuatro patas y le pidió a Bart que la hiciera suya.

-Esta es mi posición favorita, Bart. Se ve que tienes mucha resistencia... qué bien. Me encanta que me traten como perra, así que métemela, dame caña mi macho, que esto es lo que has deseado todo este tiempo, ¿No? -estas palabras excitaron a Bart, quien aún estaba lejos de correrse. Parece que el ser hiperactivo le estaba entregando mucha energía. Se puso detrás de Laura, acarició su vagina un poco alrededor, y metió adentro toda su carne de un golpe.

-Oh sí, qué rico se siente, ¡Tu vagina es mucho más apretada Laura!

-Es porque tengo más experiencia, cariño, ahora, te pedía que me trataras como perra -indicó la muchacha al tiempo que agarraba los pezones de Lisa con los dedos, y empezaba a darle sexo oral a la chica, que aunque estaba agotada, ver a otra pareja haciéndolo como perros iba a propinarle otro feroz orgasmo.

-Entonces, que así sea perra. Lame a la puta de mi hermana, y disfruta como tu macho te da caña, perra inmunda -dijo Bart, dejándose llevar por sus más salvajes deseos.

-¡Sí Bart, soy tu perra, soy una perra cochina en celo! Lisa, tu concha sabe deliciosa, puede sentir el sabor de la gran verga de tu hermano, quiero hacerte correr con mi lengua, preciosa... ¿Te gusta, perra? -preguntó Laura, fuera de control.

-Sí, me encanta, ahhh... nunca pensé que hacerlo con una chica sería así... ah... -respondió Lisa sin ofenderse ni un poco por los insultos.

-Yo ya lo había hecho con algunas chicas, y definitivamente es tan rico como hacerlo con un hombre, solo que es distinto, sabes a hembra en celo, córrete en mi boca mi putita...

-¡Ah, perras! Creo que estoy... listo... me va a salir...- decía Bart, aumentando la velocidad, al borde de su orgasmo.

-¡Espera, amor! Espera a que tus putas ser corran primero, luego les echas tu leche de macho encima, Lisa está a punto y yo... ah... ah... ahhhhhh... ¡Aumenta la velocidad mi macho, tu hembra va a correrse! ¡Más rápido, te lo suplico! Así, así, eso, sigue, más, más, ¡Me corro! ¡Me corrooooooooooooooo! ¡Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh!

-Yo también me voy... ¡¡¡Ahhhhhhh, Dios!!!

-Dios tendrá que esperar cariño, ahora es Bart quien tiene que alimentar a sus perras de lefa -Ambas chicas se corrieron al mismo tiempo, y se pusieron de rodillas rápidamente como lo indicaba Laura para recibir la eyaculación del muchacho. Ésta no tardó. Bart se masturbó unos segundos y estaba listo para disparar.

-Sí, sí ¡Ahí vaaaaaaaaaaaaa!

-Eso mi macho, alimenta de lefa a tus perras en celo, tenemos hambre, ¡Ah sí, eso, cuánta leche! ¡Es mucha! ¡Danos más, cúbrenos de tu semen caliente y pegajoso! -gritó Laura fuera de sí.

Ambas chicas quedaron cubiertas de semen, el que cayó en su pelo, caras, tetas y principalmente su boca. Al caer Bart agotado al sillón, Laura besó a Lisa para compartir seductoramente, limpiándose con la lengua, el ADN de Bart Simpson. Cada una derramaba lo que juntaba en la garganta de la otra, que se la tragaba gustosa. Lisa definitivamente le había encontrado el gusto al acto lésbico.

A la mañana siguiente, Bart y Lisa fueron despertados por sus padres. Habían estado en sus camas, supusieron que al quedarse dormidos, Laura los llevó ahí. Homero se quejaba de lo ridículo que fue ir a Shellvibille cuando era una falsa alarma, Marge se sentía mal por el pobre Moe, pero a los chicos no les importó.

-Laura dijo que se portaron muy bien. Es una buena chica. ¿Lo pasaron bien, niños? -preguntó la peliazul, con especial atención en su pequeñín especial.

-Sí mamá, es una gran niñera -respondió Lisa.

-Cuando necesiten salir, solo llámenla a ella -respondió a su vez Bart. Marge sonrió con complicidad, y se fue a calmar a su esposo.

Miraron por la ventana de Bart, como Laura les guiñaba un ojo desde la casa de al lado. Sabían que querían aprender con ella nuevamente.

-Deseo tanto volver a cuidarlos, chicos -fue el comentario inaudible de Laura antes de irse a tomar una siesta de descanso. Se lo merecía.

No se pierdan THE SIMPSON DARK STORIES 05, para otra excitante aventura. Esta vez protagonizada por Marge Simpson.