The only one 4
Un suceso que cambia las cosas, un encuentro inesperado y una invitación sin un no por respuesta
Era un sábado por la noche, Derek se encontraba sentado en el sofá viendo Rio místico, una de sus películas favoritas con Sean Penn, había logrado poner en otro asunto su mente que no fuera el pensar en Greg, pero no solo era eso también en lo que había hecho la última vez que se vio con Fernando, el haberse quedado dormido, el amanecer en la que cama de su amante, hiso lo que no hacia nunca, rompió una regla que se había impuesto el mismo, y al día siguiente en que se despertó y se dio cuenta en donde se encontraba, se sintió mal y se marchó sin decir nada, después de eso no había vuelto a ver a Fernando, ni había respondido cualquier llamada o mensaje de esté.
Pauso la película y fue a la cocina, abrió la llave y se dio cuenta de que había una fuga de agua, entro en pánico porque de seguir así todo el apartamento se inundaría. Trato de calmarse y pensó en que hacer y así pensó en Greg, fue a buscar su celular, cuando lo encontró busco el número y lo llamo:
- Hola, Greg.
- Si soy yo, eres tu Derek.
- Sí, es que necesito tu ayuda, hay una fuga de agua en la llave del lavaplatos de la cocina y pensé que podría arreglarla, si eres tan amable.
- Claro por supuesto, dame la dirección de tu apartamento y enseguida estaré allí
- Claro, muchas gracias Greg.
- Ok, enseguida estaré allí.
Derek colgó y se fue a buscar cubetas para recoger el agua que salía mientras Greg llegaba, encontró unas y se devolvió a la cocina. Greg por su parte luego de colgar fue y busco su caja de herramientas y unas cuantas piezas para arreglar la fuga, se alegró al pensar que vería de nuevo al hombre de ojos azul, tomo sus llaves, salió de la casa con todo lo que tenía que llevar, abrió el carro metió la caja y las piezas y se fue lo más rápido que pudo al apartamento de Derek, al llegar se anunció en la recepción, luego de que le dijeran que podía seguir, subió en el ascensor hasta el piso donde quedaba el hogar de su deseado hombre, toco el timbre y cuando le abrieron sé quedo concentrado en lo que veía, a Derek en una pantaloneta corta y en una camiseta sin mangas, pudo darse cuenta de las fuerte piernas del hombre, de su pecho trabajado.
- Puedes pasar Greg,
- Ah como, salió de su trance al escuchar la voz de Derek.
- Que puedes pasar Greg.
- Ah sí claro, con permiso.
- Adelante.
Greg quedo impresionado con la decoración de sala, donde predominada el negro y el gris, le gusto.
- La cocina esta por aquí, le indico Derek y lo llevo hasta la misma.
- Vaya tienes muy bien decorado el apartamento Derek.
- Ah bueno, hago lo que puedo.
- Si ya veo.
Así se dirigió a ver la fuga, se dio cuenta que el tubo que conectaba a el resto de la tubería se había partido y debía cambiarlo, se dio cuenta que entre las piezas que trajo había un tubo que podía utilizar para reparar la fuga.
- Derek podrías traerme la bolsa negra que deja en tu mesa.
- Claro ya te la traigo.
Derek fue por la bolsa, mientras tanto Greg retiraba el tubo que se había partido para poner el nuevo, cuando lo hiso se mojó toda la camiseta y cuando Derek regreso con el tubo, se quedó sorprendido al ver a Greg todo mojado, podía ver el dorso velludo de esté, por su parte Greg se quitó la camiseta, lo que hiso solo que Derek se pusiera más cachondo, ya que por fin pudo ver lo que tanto imaginaba, las tetillas del arquitecto, las vio y le parecieron las mejores que hubiese visto en su vida, allí rodeadas de ese vello castaño, solo quería acercase a ellas y lamerlas, acariciarlas hasta que se quedara sin aliento. Greg se percató de todo, y se sintió aliviado, pues ahora estaba seguro que entre los dos podría pasar algo, pero se acordó que lo había traído a ese lugar, entonces le hablo a Derek:
- Derek pásame la bolsa por favor.
- Ah si la bolsa toma, y se la paso. Greg saco el tubo que iba a colocar.
- Bueno será mejor que lo coloque antes de que esto se inunde.
- Si tienes razón, te traeré una toalla y una camiseta, para que no te resfríes, ya regreso.
- Gracias Derek.
Greg se dispuso a colocar el tubo nuevo, mientras que, Derek fue hasta su armario busco una toalla, pero no encontraba ninguna camiseta que le quedara buena a Greg, ya que este era un poco más alto y musculoso que él, siguió buscando hasta que encontró una de color azul, pero recordó que no era él, no pensó más de quien podría ser, solo se dirigió a la cocina, cuando llego ahí estaba Greg con su pecho desnudo, se dio cuenta que tenía una erección monumental, así que se dispuso a pasarle lo que había traído.
- Ya está todo, cambie el tubo, así que no habrá más fuga de agua.
- Si claro, gracias y toma la toalla para que te seques y esta camiseta para que te pongas.
- Gracias, Derek. Dijo esto y se empezó a secar, esta escena solo hacia calentar más a Derek, quien solo podía mirarla. Luego se secarse se puso la camiseta y se dispuso a darle la toalla a Derek.
- Toma, deberías colgarla para que se seque.
Se acercó a Derek y cuando estuvo tan cerca de él, pudo sentir su respiración. Y también como la boca de él hombre que estaba en frente suyo se acercó a la suya y cuando menos lo pensó, Derek lo estaba besando no dio resistencia solamente lo dejo ser, pues era algo que estaba esperando hace tiempo, respondió a aquel beso siguiéndolo, y allí estaban los dos con sus bocas entrelazadas, sus lenguas danzando entre sí, como si nada más existiera, como si el tiempo se hubiera detenido para ellos.
Siguieron en su beso, ambos querían ir más allá, pero ninguno se atrevía a dar el siguiente paso. Hasta que Derek se apartó bruscamente y empezó a decir algo.
- No, esto debe pasar, lo siento Greg.
- Pero que paso, no te gusto, algo te molesto,
- Vete por favor, si eres tan amable.
- Pero Derek yo, yo.
- Vete maldita sea, no puedes entender, quiero que te vayas AHORA.
Y luego de esas palabras dichas con ira, Greg cogió sus cosas y se fue, dejando solo a Derek, quien después de eso se lamentó el haberlo echado de esa manera de su apartamento, así que se dispuso a guardar las cubetas con el agua para usarla después, cuando hiso eso, regreso a la cocina y se dio cuenta que a Greg se le había quedado la camiseta, estaba mojado, entonces fue y la colgó par que se secara, luego regreso a terminar de ver la película, triste por lo que había hecho con el hombre que había venido a ayudarlo, pero también pensó en ese otro hombre.
Greg por su parte se fue directo a su casa, llego y busco el helado que había comprado hace días, lo abrió fue hasta la sala de estar, encendió el televisor y se dispuso a ver cualquier programa y a comer su helado, esta triste y feliz al mismo tiempo, pues por una parte se besó con el hombre del que aparentemente se había empezado a enamorar pero a la misma vez esté mismo lo había tratado tan bruscamente y lo hecho de una manera muy desagradable, así siguió el resto de la noche para ambos, entre sus pensamientos por lo ocurrido y la TV.
Había amanecido, era domingo. Greg se despertó, un poco desanimado tanto así, que no se hiso su paja matutina, se bañó, se arregló lo mejor que podía, pero ese sentimiento de tristeza por lo ocurrido la noche anterior, cuando se dispuso a desayunar recordó que hoy llegaban su hermana y su sobrino, así que decidió que lo mejor era cambiar su actitud y olvidarse de lo que había pasado, pues venían a verlo dos personas que hace mucho no veía y que extrañaba.
Llego al aeropuerto cerca de las diez y media de la mañana, estaciono el auto y se fue a esperar a su hermana y a su sobrino, no tuvo que esperar mucho ya que el vuelo no se había retrasado y había llegado según lo previsto, cuando vio a su hermana se alegró y vio que venía alguien corriendo, era Santi su adorado sobrino, que se le lanzo en los brazos, correspondió el gesto del pequeño y lo saludo:
- Hola pequeño monstruo, como estas.
- Hola tío Gego, te extrañe mucho, le respondió el pequeño.
- Yo también te extrañe.
- Y para mí no hay un saludo.
- Claro que si Ari, ven acá, bajo al niño de sus brazos y le dio un gran abrazo a su hermana,
- Eso es hermanito, cuanto tiempo sin vernos.
- Como seis meses supongo, veo que el pequeño monstruo ha crecido mucho.
- Así es, podemos irnos ya.
- Claro, déjame ayudarte con el equipaje,
Greg cogió el equipaje y así los tres se fueron al parqueadero, cuando llegaron, acomodo el equipaje en el baúl del carro, se montaron en el carro y se fueron a dar un paseo por la ciudad.
Derek había salido a correr como lo hacía siempre en las mañanas, cuando regreso, se ducho y se acostó en la cama, pensaba en lo que había pasado la noche anterior, en el beso que se dio con Greg, ese beso le había gustado, hacía mucho tiempo que no sentía algo como lo que sintió en ese beso, lo cierto es que quiso continuar más allá del beso pero no pudo y vez de eso, se apartó de Greg y lo hecho de su apartamento de la manera más grosera en que pudo hacerlo, no se preguntó el porqué de esto, lo que si era cierto era no paraba de pensar en ese hombre en el que hace mucho tiempo no pensaba, tal vez eso fue lo que lo detuvo de seguir las cosas con Greg, pero su cabeza no podía pensar en eso, solo en ese hombre, y pareciera que así iba a continuar todo el día, ya que toda la mañana se la paso en la cama, ni siquiera contesto su celular, no tenía ganas de hablar con nadie, además pensó que quien llamaba era Fernando que no paraba de hacerlo desde la mañana en que abandono el hogar de esté.
Greg se dedicó a pasar el día con su hermana y su sobrino, habían ido a un parque, donde jugo con Santi, quien para él era su sobrino favorito, después de todo de todos sus hermanos, con quien mejor se llevaba era con Ariela, con quien siempre se había llevado bien, desde que eran niños, y más se acercaron cuando Greg le dijo a su familia sobre su homosexualidad, ya que ella lo apoyo mucho, y lo seguía haciendo, por eso él era muy apegado a la familia de su hermana, se llevaba bien con su cuñado. Luego del almuerzo, siguieron recorriendo la ciudad, ya entrada la tarde fueron a su casa para descansar, Santi se había quedado dormido, cuando llegaron él fue a acostarlo, lo dejo en la cama para que siguiera durmiendo, bajo hasta la sala de estar, donde su hermana lo esperaba para hablar.
- Ahora si podemos hablar tranquilamente.
- Si, dime como esta Alex.
- Bien, ya se ha recuperado mucho, y pues ha vuelto al trabajo, claro que como te conté el otro día, con un ritmo bajo.
- Qué bueno, después de todo había quedado muy afectado.
- Si ahora que está de nuevo en el trabajo, se ve más alegre, eso si nada le quita en ser un papá muy dedicado,
- Si en eso creo que nunca ha decaído. Pero creo que a ti te pasa algo, no tomaste vino en el restaurante y a ti te gusta mucho, no me digas que vas a aumentar la familia.
- Bueno, estoy embarazada, si eso es lo que querías saber.
- Vaya, que alegría y lo sabe Alex.
- No, me entre ayer y bueno no sé, pero no supe si decírselo o no.
- Igual aún debo ir a confirmarlo con un examen de sangre.
- Bueno pues yo creo que si lo estas, si quieres mañana podemos ir a un laboratorio para que te hagas la prueba, y así sabes si lo estas o no.
- Está bien, pero no tienes que trabajar mañana.
- Sí pero solo medio día, porque estamos empezando un nuevo proyecto y apenas estamos en fase de estudio y además quiero pasar estos días contigo, así que no hay problema.
- Ok y has hablado con Eliad o no.
- No hace mucho que no hablo con él, tú ya sabes que él nunca ha aceptado del todo mi homosexualidad ni él ni Ariana, lo han hecho.
- Si lo sé, pero me eso es lo que no me gusta ver, después de todo eso ha disgustado a papa y a mama, que siempre han querido que todos nos llevemos bien, lo que si no he podido comprender es porque nuestros hermanos no lo aceptan si nuestros padres lo hicieron.
- Mejor cambiemos de tema, ya sabes que casi no me gusta hablar de la familia.
- Ok, entonces hablemos de cuando vas a encontrar a tu príncipe azul.
- Jajaja, ya sabes que no creo en eso, por eso fue que viniste para ver cómo va mi inexistente vida amorosa.
- Ya sabes que así como tú te preocupas por mi vida y mi felicidad, yo también lo hago, o acaso ya renunciaste a tu vida romántica, a querer formar una familia, sé que no crees en el príncipe azul ni nada de eso, pero estoy segura que hay alguien para ti, un hombre con el cual puedas formar una familia y llevarte bien.
- Bueno te contaré esto, pero es solo porque me has soltado el sermón y porque después de todo eres mi gran confidente Ari.
- Entonces hay un hombre, cuéntame vamos.
- Si lo hay, déjame decirte que tiene los ojos azules más hermosos del mundo.
- Vaya fantástico, después de todo para ti los ojos son algo importante, y como lo conociste o que.
- Bueno le salve la vida, así Greg le conto todo lo que había pasado con Derek a su hermana hasta que llego a la noche del sábado anterior.
- Entonces se besaron y de ahí que paso, dime Gego.
- Bueno, me aparto y me dijo que me fuera del lugar, claro que cuando lo dijo estaba muy alterado.
- Osea que te hecho así como si nada, que imbécil. Como puedes hablar de él tan bien después de eso.
- Bueno es cierto que fue grosero pero no sé me dio la impresión que había un motivo muy bueno detrás de esa actitud,
- Bueno si tu lo dices, solo espero que no sea de esos hombre celosos y maltratadores, ten cuidado Gego.
- No te preocupes, que estoy seguro que Derek no es de esos tipos.
Era lunes por la tarde, después de haber pasado todo el domingo sumergido en sus pensamientos a cerca de ese hombre, decidió que la mejor manera de lidiar con ello, era concentrarse en el trabajo por eso en la mañana del lunes se había dedicado a los casos que tedia en curso, después de haber estado en la corte, se fue a un centro comercial que había cerca, a tomar algo y también a distraerse de todo por un rato, se sentó en las mesas de un pequeño local y pidió un jugo, mientras espero a que se le trajeran, vio a Greg, pero no estaba solo, estaba con un niño que le cogía la mano, le pareció muy extraño, hasta donde recordó no le había escuchado nada de que tenía hijos, luego pensó que el niño tal vez era su sobrino o algo parecido, recordó lo que había pasado el sábado, se sentía apenado por la forma en que lo trato y dispuesto a disculparse lo llamo:
- Greg por aquí soy yo Derek. Este al escuchar su nombre busco de donde lo llamaban y cuando se dio cuenta que era el hombre de ojos azules, se alegró y cogió con Santi hacia donde estaba el hombre que lo traía loco.
- Hola Derek, que gusto verte.
- Hola Greg, como has estado.
- Bien gracias, ah por cierto él es mi sobrino Santi. Derek se paró de su asiento se agacho y se dispuso a saludar al niño.
- Hola Santi, mucho gusto soy Derek.
- Hola mucho gusto soy Santiago, señor Derek.
- Oh no, no me llames señor, por favor solamente llámame Derek.
- Está bien Derek.
- Por favor siéntense.
- Claro, pero no te incomodamos.
- Para nada, estoy esperando un jugo y pues quiero hablar contigo.
- Está bien, Santi siéntate ahí sí.
- si señor, respondió el niño. En eso llego el mesero con el jugo de Derek.
- Aquí tiene señor.
- Gracias, pueden pedir lo que quieran, les dijo a Greg y a Santi.
- Está bien, tráigame un jugo y un helado de vainilla, si es tan amable.
- Enseguida le traigo su pedido, con permiso.
- Si helado de vainilla que delicioso, dijo Santi.
- Así que helado de vainilla para Santi, sí que eres un tío muy permisivo Greg.
- Oh ya sabes lo que dicen de los tíos.
- Si lo sé y creo que te debo una disculpa por lo del sábado, de verdad espero que me disculpes por la forma en que te trate, no lo hice intencionalmente.
- Disculpas aceptadas Derek, después de todo tuviste tus motivos para hacer lo que hiciste, no te preocupes.
- Me alegró, y tu Santi, porque estas por aquí por la ciudad, dime.
- Es que mi mamá y yo vinimos a visitar al tío Gego.
- Así que es por eso, entonces quieres mucho a tu tío.
- Si, el tío Gego es mi tío favorito.
- Ya veo, que suerte tiene el tío Gego de tener un sobrino que lo quiere tanto. Entonces dime Gego, que hacen acá en este sitio.
- Oh bueno primero Gego es como me dice mi hermana Ariela y pues a Santi también se le pego, y pues lo traje para que conociera un poco, mi hermana se quedó en la casa descansando.
- Ok, entonces estas en vacaciones.
- No es que estos días por un nuevo proyecto que estamos iniciando en la constructora, trabajo solamente por la mañana, así que aprovecho la tarde para estar con Ariela y Santi.
- Que bueno, yo estaba aquí cerca en la corte y pues vine a despejarme un poco.
- Aquí tienen un jugo y un helado de vainilla.
- Gracias, toma Santi.
- Con gusto.
- Está rico el helado Santi.
- Está muy bueno, Derek. El niño se comió todo el helado que le habían dado, y los dos hombre se tomaron el jugo, Derek pidió la cuenta, cuando llego el mesero con está, Greg le iba a pasar dinero pagar su parte y la del niño.
- Oh no, por favor déjame pagarlo a mí, tómalo como una manera de terminar mi disculpa contigo.
- Está bien, pero la próxima vez que terminemos en algo parecido yo pago.
- Ok, tomare nota de eso.
Luego de que Derek pagara los tres se retiraron del sitio, y se dirigieron al parking del sitio cuando llegaron se despidieron:
- Bueno hasta aquí llego yo, debo irme a la oficina a llevar unos documentos, un gusto verte Greg y un gusto conocerte pequeño Santi.
- Nosotros también debemos irnos, así hasta otra ocasión Derek. Santi apretó la mano de su tío este se agacho y le dijo algo, luego se paró y se dirigió a Derek.
- Derek, Santi quiere invitarte a cenar mañana a la casa.
- Oh bueno si Santi me invita a cenar, tendré que aceptar, eso sí Santi tendrás que cocinar algo muy sabroso, si no, no volveré a aceptar una invitación tuya.
- Si Derek, no te preocupes.
- Bueno ahora si me despido, hasta luego Greg, hasta luego Santi y le dio la mano al pequeño.
- Hasta luego Derek, nos vemos mañana. Y le apretó la mano fuerte a Derek.
- Ok, hasta mañana.
Así Derek entro en su carro y se fue rumbo al Buffete, por su parte Greg y Santi se fueron a la casa, donde los esperaba Ariela. En el camino, Santi le hiso una pregunta a su tío.
- Tío Gego, ¿Derek es tu novio?
- Claro que no Santi, Derek es solo un amigo.
- Ya pero, él te gusta, cierto.
- Eso no le voy a responder, no es una pregunta que deba hacer un niño, entendido.
- Sí señor.
Bueno hasta aquí este capituló espero que sea de su agrado, la demora es por unos problemas con el pc, así que no desesperen. A George Saint y a Rosloff gracias por comentar y como siempre a la espera de comentarios, sugerencias y dudas.