The love I meant to say

Una historia real, una reflexión de vida. Un hombre inigualable: Sonreímos, nos pusimos de pie, y al despedirnos me dio otro abrazo, al que yo respondí con un beso igual, y otro, y un tercer beso que se hizo eterno, ingenuo, temeroso, y poco a poco fue volviéndose pasional...

Dedicado a tí Amigote! Donde quiera que estés!

______________________________________________________________________________________

Últimamente he pensado mucho en la confianza y en la "necesidad" de tenerla... eso tan preciado en la sociedad que de ello dependen la mayor parte de las estructuras (relaciones de pareja, amistades, familia) y sin embargo tan pero tan frágil y compleja que nunca termina de existir. Y es que nos cuesta mucho confiar en los demás, nos cuesta mucho que confíen en nosotros, y de esas dificultades surge que sea tan fácil perder la confianza ganada... u otorgada...

He pensado además en las decisiones; ya que ellas nos llevan a algún lugar, sea cual sea, una tras otra ayudan a construir el camino por el que transitamos… Mis decisiones me han llevado a buenos lugares, pero hay algunas que me han roto el corazón.

Mi nombre : no importa

Mí edad : es un misterio

Mi descripción : un trabalenguas

Mi sexo : una redundancia

Mi estadocivil : una adivinanza

Mi estado sentimental : confuso

Mis gustos : artísticamente homosexual.

¿Qué significa todo eso? Pues que soy un tipo bastante enrollado, solitario, desconfiado, solo vivo en mi mundo imaginario, entre pinceles y pinturas, entre cuadros de hombres desnudos y tristes... significa que hasta hace poco fui un insensible y que hoy me estoy volviendo loco...

Te preguntarás por qué…

Se llamaba Azael... el nombre de un ángel caído, un rebelde y un maestro; de alguna manera asombrosa su nombre significaba “chivo expiatorio” y al final todo tuvo sentido. Era capaz de iluminar una habitación al sonreír y de contagiar a todas las personas en el lugar con su felicidad auto infundida, un orador por excelencia y un maestro de vida por convicción... La primera vez que lo vi estaba en mi trabajo, una tienda de artículos electrónicos en una concurrida avenida, entró y no llamo especialmente mi atención aunque se parecía a los hombres que suelo pintar, era alto, muy alto, tenía unos brazos enormes, el pecho fibroso mostrando unos vellos en su cuello "V", la espalda marcada en su franela ceñida, mandíbula cuadrada, y a pesar de su ceño fruncido, su expresión de malestar y su evidente carga de estrés, cuando vi sus ojos sentí una conexión que no podre revivir jamás... unos ojos grandes, vitrificados, expresivos, unos ojos que gritaban...

Atendí sus requerimientos y sentía que me evaluaba, me veía, no como se imaginan, pero sabía que me veía, así que sin saber para que me esforcé en sacar la mejor nota... Fui bastante simpático con él, hacía sólo los movimientos necesarios y de forma precisa, traba de verme elegante.

-¿quisieras ser modelo? . Me dijo

-¿disculpa? Le dije yo.

-Me llamo Azael, y dirijo una academia en donde la protagonista es la belleza masculina... es sobre todo de fotografía, expresión corporal y tú tienes algo... algo... si te decides, ya verás de que se trata.

Yo no tenía palabras, así que despidiéndose de la forma más agradable que recibí ese día me dejo su tarjeta.

Mi cabeza se lió muchísimo esa semana, ¿yo modelo? Nunca lo pensé, pues nunca me considere feo, y trato de estar en forma, no musculoso, simplemente trato de no engordar ya que de niño y hasta los 14 años fui motivo de burla en el colegio y eso creo un fuerte complejo en mi... Pero definitivamente tampoco me consideraba de esos increíble e irrealmente atractivos hombres que solía ver en revistas o películas malas de Hollywood.

No sabía por qué, pero confiaba en aquel hombre. Lo busque por facebook, vi fotografías de 'el olympo' (así se llamaba la academia) y me interese y lo contacte

-no sabes cómo alegra que te hayas decidido . Me dijo.

Comenzó la preparación y yo nadaba en incertidumbre, debía conocer al resto de los chicos de nuevo ingreso e interactuar en una serie de talleres introductorios en las que aprenderíamos a caminar, a movernos, a posar, a lucir y hasta a maquillarnos (no me gustaba la idea) y sin embargo terminé aprendiendo a conocerme a mi mismo, a conocer a los demás, a ser seguro, y a ser auténtico.

Para comenzar, se nos pidió una presentación en video, en la cual debíamos especificar nuestros gustos, hobbies y cualidades, haciendo alguna demostración o entregando algo de lo que hiciéramos. Mi mejor amigo me ayudó con un montaje en el que aparecía pintando en algunas escenas mientras de fondo leía uno de mis escritos favoritos y más cargados de melancolía… Llegó mi primer desafío personal, estar en ropa interior frente a todos, Azael nos pidió que lleváramos ropa interior blanca y minúscula ese día... todos eran muy guapos, para mi sorpresa uno de mis compañeros era mi ex-amor platónico, un hombre mayor del que me enamore siendo un niño y que ilusionándome y rompiéndome el corazón me enseñó a ser "duro", sobre todo el día en que años después de dejarme muerto, llorando en mi cama, se entregó a mí en la misma casa que compartía con su pareja, en la misma cama donde hacían el amor y luego me trató como si nada... allí estaba yo, viendo todos esos cuerpos perfectos, apenado por mi contextura muy lejos de ser fitness, pues tenía un cuerpo “grueso” y por tener las piernas velludas, fantaseando con todos ellos, con el rubio, con el moreno, con el tatuado, con el delgado, con el alto... todos tenían además una belleza "particular"... Azael en especial, siendo nuestro maestro.

Cada taller era más raro que el anterior, meditaciones, juegos, asignaciones, pero de cada uno salía sintiéndome más y más vivo, más y más libre.

Llegaron las fotografías y me encanto, cada sesión temática con un hilo conductor basado en los diferentes mitos griegos y la humanización de las más aberrantes criaturas, siendo sensuales en la guerra contra un dios, ayudaba a mis compañeros con sus vestuarios, tocando sus cuerpos como "gajes del oficio", rozando sus culos, tropezando sus bultos, y creo que todos hacíamos lo mismo... llego el día en que nos revelaron que existiría un evento público a modo de graduación, un concurso de todos nuestros trabajos... todos estuvimos nerviosos... hasta espié a dos de mis compañeros en una sesión de sexo desestresante y me sentí hasta un poco decepcionado, pero mi excitación era mayor, no era obsceno, no era vulgar, no hacían el amor, cogían, follaban salvajemente, pero se veía de una extraña manera "hermoso"... si me lo preguntan, no gane, pero mi premio estaba dentro de mí.

Azael nos dijo que ya cada uno había aprendido lo que necesitaba, tanto "profesionalmente" como de forma personal...

Y despidiéndose de cada uno de forma particular me dijo que no abandonara el arte, que nunca renunciara a escribir, y que un día le gustaría que yo tomara su alma para inmortalizarla en un lienzo o en un libro; le prometí que así sería y traté de abrazarlo con los ojos húmedos de felicidad, pero mi cuerpo no obedeció y el sólo saltó al siguiente.

Mantuve mucho contacto con mis compañeros, en especial con Azael, nos hicimos grandes amigos, y siempre quería encontrar ese no sé qué que él tenía que lo hacía brillar, y averiguar que era ese algo que el vio en mí.

Con el tiempo Azael se enamoró de un modelo de nuevo ingreso a su academia, y yo eventualmente también me empareje con un chico excepcional... aun así, veía a Azael cada vez que podía, me puse a su orden en ayudarlo con una serie de maquillajes corporales para unas fotografías, lo ayude con presupuestos, con publicidad, almorzábamos juntos de vez en cuando, el cuidaba de mi con mi consumo de grasa sugiriéndome fibra y yo cuidaba de él y de su casi nulo consumo de frutas sugiriéndole lechosa...

Todo cambió un día en que lo esperaba para almorzar, mi expectativa era grande para ese día, incluso me había cambiado para esperarlo, jean desgastado, botas de cuero negras, una camisa azul marino con corte texano desabotonada dejando ver los vellos recién nacidos de mi pecho y la cruz plateada colgando del cordón de cuero negro, una correa de cuero a varias vueltas en la muñeca derecha, y una sonrisa que no estaba acostumbrado a sacar de mi baúl, pero que ese día era perfecta... esa tarde Azael llegó puntual, y acompañado... allí estaba Alfonso, si, Alfonso el modelo, el alto Alfonso, el delgado y definido y simpático y con cabello perfecto Alfonso... en ese momento me inventé que estaría ocupado y no podría salir a almorzar, me despedí secamente y abrí la puerta.

Esa tarde recibí un sms de su parte que decía:

-¿qué pasó? Hasta cinco minutos antes acordamos que almorzaríamos

-no pasó nada, de verdad estaba ocupado con asuntos de último momento

-umm, no te creo... pero está bien amigo, sé que estarás bien, un abrazote!

Me sentía mal, bastante confundido, definitivamente celoso, pero ¿por qué? Azael era solo mi amigo, me alegraba su felicidad, además se suponía que yo también estaba feliz con mi relación... lo que sentía no tenía cabida, de hecho no tenía ni nombre. El tiempo paso, rechazando las invitaciones de Azael, no respondía sus mensajes, trataba de no escribirle, lo único que respondía era lo relativo a trabajo, alguna consulta, alguna idea, algún concepto. Del resto, escribirle me confundía y no quería irrumpir en su felicidad. Además confiaba en que el entendería.  Así paso el tiempo, deje la tienda, avance en la universidad, mi relación tenía problemas cada vez más absurdos y de nuevo me abstraje en mi propio mundo de soledad, comencé a trabajar en una empresa, con mi propia oficina, ocurrieron muchos cambios, todo cambiaba menos yo, y mi forma de sentir.

La nueva ruta entre mi trabajo y la universidad pasaba muy cerca del lugar donde asistía a los talleres cuando intenté ser modelo en aquél rincón robado de Roma, era un local mediano, blanco en su totalidad a excepción del piso, con unos pocos muebles y muchos espejos. Día con día pensé bajarme del bus e ir a verlo, pero ni de enviar un mensaje era capaz. Un día, mientras iba en camino recibí un correo electrónico, mi profesora de costos administrativos, no asistiría esa noche, lo que agradecí enormemente ya que mi cabeza iba a reventar si veía un número más... con un arranque de valentía y nulidad cerebral le envíe un texto

-hola Amigo, ¿de casualidad estás en el local?

-¡¡¡Amigote!!! Estoy cerrando, ¿pero por qué? ¡Si vendrás te espero!

-iba camino a la universidad y mi profesora escribió que no podrá ir. Dime si podre pasar.

-Vente amigote, ¡te espero!

Así con el pecho lleno de nervios y la cabeza llena de dudas, me bajé unas cuadras antes para caminar y meditar mi impulsiva decisión... allí estaba él esperándome, y sentí algo muy “invasivo” dentro de mí, su presencia agresiva, su estatura y sus brazos indiscretos, sus ojos gigantes y brillantes y su sonrisa tan particular...

Nos saludamos con un apretón de manos, y nos sentamos a conversar. Casi había olvidado la luz del lugar, pero jamás podría olvidarme de la luz de mi amigo... hablamos de trivialidades, de política, del país, de arte, de trabajo, del evento, de los modelos... ¡nos reímos muchísimo! Llegado el punto del arte, me mostró algo que no conocía, una pintura que él había hecho años atrás de una princesa africana muy hermosa, con un nivel de detalle sorprendente y un enfoque onírico único... lo elogie por su talento... lo reprendí por haberlo abandonado... se hacía tarde y debí despedirme, entonces me dijo

-me debes un abrazo desde hace más de un año.

Y al abrir los brazos se abalanzo sobre mí.

Vaya que si era alto, vaya que si era musculoso, me sentí sumamente pequeño al ver como se inclinaba, sumamente escuálido al ver cómo me envolvía su cuerpo, y profundamente encantado porque me sentía protegido y la melancolía del recuerdo vino a mí... dos gruesas lágrimas se me escaparon al separarnos, y el con una sonrisa y sus pulgares las seco, mientras me sujetaba las mejillas dijo

-¿que fue? No estés triste tontito

-no estoy triste, me siento bien, no se explicarlo... pero quiero darte las gracias.

Y sin planearlo, sin quererlo, un completo acto reflejo, le di un pequeño y rápido beso en los labios...

- discúlpame por eso . Le dije apenado

- descuidad, mi caballerito... Más bien gracias por eso, fue sincero, directo del corazón, así lo sentí.

Sonreímos, nos pusimos de pie, y al despedirnos me dio otro abrazo, al que yo respondí con un beso igual, y otro, y un tercer beso que se hizo eterno, ingenuo, temeroso, y poco a poco fue volviéndose pasional... no hay palabras para describir esas sensaciones, sentía que había una explosión de luces cálidas en mi interior, sus labios eran suaves, su lengua fuerte, su barba corta me lastimaba, pero me hacía sentir presente, seguro de que no despertaría de repente...

Nuestros labios no se separaban, y cuando sus manos presionaron mi cintura, sentí permiso de explorar su espalda, sentía cada fibra, cada relieve, y quise tocar su piel, así que evadiendo su franela sentí su calidez. Lo libere de la tela y quería fundirme con él, mientras tocaba su espalda esperaba toparme con sus alas, pero aunque no fue así, sabía que era un Ángel, un Ángel moreno y musculoso con una personalidad única que iluminaba el ambiente. No sé cuánto tiempo paso mientras nos besábamos, pero de pronto sentí como acariciaba mi bulto sobre el pantalón, y haciendo lo mismo que yo con su camisa, evadió el jean, evadió el elástico y me tocó directamente sobre la sensible y delgada piel, dejando mi erección al aire, y acariciándome suave, pero con firmeza. En ese momento su beso se hizo agresivo, su lengua llegaba a mi garganta, sus labios envolvían los míos, y mi mundo estaba en llamas, unas cálidas y divinas llamas de oro, que me elevaban hasta lo más alto... de pronto, el bienestar, la calidez, el placer, todo se unificó y en un escalofrío proveniente de mi médula espinal, un ejército de sutiles cosquillas recorrió mi cuerpo y en un estallido viril, salpiqué su mano, sus dedos, su pantalón, el suelo, y mis zapatos...

Ese impulso, esa escena, esa sensación, fue suficiente para perder el miedo y encontrar su cinturón y desarmarlo, su botón y soltarlo, su cremallera y violarla y su boxer y bajarlo... una vez tuve su miembro en mi mano, fue para mi sorpresa, una sensación de bienestar más que una emoción de morbo o lujuria... era firme, buen tamaño, buen grosor, pero al mismo tiempo era suave, y delicado, como si hubiese sido esculpido por el mismísimo miguel Ángel...

¿Qué estaba haciendo? ¿Por qué estaba en esta situación con Azael? Confiaba en él, confiaba en lo que sentía, confiaba en lo que llevaba dentro... y a diferencia de él, no lo acaricie suavemente, fui directo, con fuerza, con rapidez, y sin detener aquel infinito beso... sus gemidos eran absorbidos por mi boca, sus fluidos eran diseminados sobre mi piel... y en un único momento en que nuestros labios se separaron, con los ojos cerrados elevó su rostro y en un grito auto-sofocado, dejó escapar su semen, llenando mi ropa, mis manos, y mi alma... en ese mismo momento, ya que él nunca dejo de tocarme, me unifiqué una vez más con su placer y un segundo, tercero, cuarto estallido fueron a dar contra él y contra el piso... nuestras cabezas apoyadas entre sí, nuestros pulmones trabajando con fuerza, nuestras mentes en blanco, nuestros corazones acelerados y nuestros cuerpos empapados fueron dejados en segundo plano con un comentario que nos hizo reír

- Vaya… 50cc...

Y un corto beso. Nos limpiamos, nos abrazamos, y con brillo en la mirada nos dijimos hasta luego.

Esa noche le escribí

-mi Ángel, no quiero decir un te amo del que no estoy seguro, pero aquí dentro, siento algo que se le parece mucho, algo que me ha dado vueltas tanto tiempo y hoy sentí intensamente, aunque aún no sé cómo llamarle

-tranquilo, se exactamente a que te refieres, ya que aquí dentro siento lo mismo...

Ese fue el último mensaje que recibí, después de muchos intentos, de muchos textos, de muchas llamadas, Azael no respondía... pasaron varias semanas y un día en que estaba deprimido por el balance general de mi vida  recibí un mensaje instantáneo

-amigote. Me sorprendí...

-¡Amigo! ¿Ya te hiciste amigo de la tecnología? ¿Dónde has estado? ¿Qué paso?

-he estado ocupado, y si, Alfonso me trajo un teléfono nuevo jeje.¿Cómo estás?

-deprimido, como cada luna llena. ¿Ocupado en qué?¿ No podías solo avisarme?

-¿qué paso lobito?

-mi retrospectiva de vida

-no estés así, ya verás que todo estará bien para ti amigote, la gente como tu es recompensada. Ya debo irme, vinieron por mí. ¡Cuídate amigote!

-¡espera! ¿Qué pasa? ¿En qué estás? ¿Quién fue a buscarte?

-es mejor que no sepas aun amigote. ¿Sabes que fue lo que vi en ti aquélla vez y no me canso de recordar?

-siempre me lo pregunte, pero jamás encontré la respuesta. Por favor dime q pasa.

-vi tu luz amigote, eres bello, una bella persona, y lograrás muchas cosas, por eso siempre recuerda que llegaran ángeles a tu vida, porque tú eres uno. Prométeme que siempre tendrás una sonrisa y que no te olvidaras de mí.

-por favor dime ¿¿¿qué pasa???

-te quiero. Y lo que había en nuestro pecho, era amor... Un abrazote infinito angelito

-yo también te quiero. Pero no hables así. ¿Qué pasa?

-azael...

-azael...

-azael...

-azael...

-azael...

No recibí más respuestas, más nunca se conectó... no sabía a quién preguntarle por él, pero ese día un amargo sabor de boca y un nudo en el pecho no me dejaron dormir.

Una semana paso y lo vi en línea, le escribí

-¡Amigo!

E inmediatamente recibí una llamada, era una mujer

-¿eres el pintor?

-ehhmm, si, ¿puedo hablar con Azael?

- no... (y la escuche llorar) hijo, el falleció hace dos semanas... siempre...

Y colgué. Dudé, tuve miedo, dolor, y lloré... nunca lo creí, así que a los días fui al local y allí estaba una señora de apariencia amable y ojos tristes recogiendo los espejos... era su mamá, me conto que Azael había caído enfermo y ningún doctor supo decir que era, hasta que ese día, después de pasar horas en su teléfono nuevo y por ultimo abrazar a su madre, cerró los ojos y no los volvió a abrir... en ese momento mi suelo se derrumbó, mi corazón se enfrió, y lloré como nunca antes lo había hecho, abrazado a una mujer que no conocía, en un lugar al que creía pertenecer, pero donde no había nada que me diera la bienvenida...

No paro de recordar a mi amigo, a mi Ángel, a aquel ser que lleno mi vida de luz, y me hizo conocerme a mí mismo, aceptarme, y hasta aceptar el mundo. Un maestro infinito con labios de durazno y alma de artista... no paro de reprocharme las veces que lo rechace, las veces que no Atendí sus llamadas y el haberlo dejado ir ese día... sin embargo, el recuerdo de todo lo que “era” Azael es hermoso... un Ángel nuevo en el cielo... ojalá me cuide... ojalá un día, pueda volverlo a ver y decirle

- sí, es amor....

Hoy mi nombre es un seudónimo, el que uso para firmar los cuadros de mi colección “espíritus de Roma”, y es el mismo que ira al final del manuscrito en el que trabajo un poco cada día y que se titula “ser”. Hoy mi única descripción (gracias a él) es “en paz y en libertad” y mi estado sentimental es el resultado del compendio de recuerdos de una vida que dio vida y de una luz que jamás se extinguirá.

______________________________________________________________________________________

Gracias por haber leído este relato, significa mucho para mí.

Sé que muchos lectores llegan a TodoRelatos con las hormonas desbocadas en busca de buen material para fantasear, pero es bueno recordar que existen otro tipo de historias. Para muchos, TodoRelatos es una vantana a un mundo quiza inalcanzable, en el que podemos ser escritores, confidentes, y enell que podemos expresarnos... Respetando siempre los límites infranqueables que establecen que el contenido incluya material "erótico"...

De nuevo gracias! Dudé mucho en publicar algo tan personal, pero ya estaba escrito, y ya estaba la promesa.

Quería disculparme con mis lectores (ya saben quienes son) por la demora con las siguientes entregas de la historia de Tom&Joseph (que les adelanto se titulará "Despertar") y el poeta maldito, pero llegadas al punto en el que están estoy buscando no desmejorar ni sobrecargar las historias encontrando el equilibrio perfecto.

Agradezco de igual modo a todos aquellos que estuvieron conmigo en año nuevo a través de mensajes, pero de corazón.

Los quiero!

Un abrazo inmenso!