THE LIST OF FUCKS (9) N.24 Nadir conclusión

Mi amigo y yo nos levantamos y cogimos las cámaras de mano, para grabar cada postura, cada movimiento, cada culo y polla de la escena tan excitante y provocadora, que íbamos a contemplar con nuestros cipote bien duros y chorreantes de pre-cum.

THE LIST OF FUCKS (9)

(Núm. 24. Nadir. Conclusión)

Eloy: No lo llameís colegas, está aqui ahora y loco por comeros el cipote a los dos... ¿O es que no lo veís?... ¿O no Nadir?

Nadir: Aqui estoy colegas... ¡Ufff!... Estoy como una puta perra caliente, hambriento de pollas, y super sediento de beber lefa... ¡Joder colegas, me salen las palabras solas!... Y como vosotros todavía no sé como os he podido contar lo que me hace mi tío Saíd, y que en realidad me molan más los tíos que las tías, y ya que estamos, os voy a decir que los dos me gustaís mogollón... ¡Wauuu!... Ya lo he dicho colegas, y ahora cuando queraís empiezo y hago lo que me pidaís.

Marcell: Antes de empezar... Lo de esta noche aquí en casa de Eloy, celebrando el cumpleaños de Paula, que de paso hay que decir... "Que menudo culazo y menudo pollón tiene la travelo, y como folla la cabrona"... ha sido para vosotros tres una experiencia única e irrepetible, aúnque esperamos tanto Eloy como yo, que nos veámos muchas veces más y la volvamos a repetir. El colocón que te teneís encima, el ciego que llevaís tan flipante, la excitación, el calentón de perra, y como estaís alucinando de gusto, y de placer disfrutando como putos cerdacos..., es un regalo de nosotros dos. Los tres habéis fumado petas sin parar, hasta poneros ciegos como bellotas, os habéis esnifado y metido por la nariz casi 15 gramos de coca, los tarritos que os bebíais y que os ha dado mi amigo Eloy eran de cristal líquido, que son tan fuertes que a los dos segundos de tomároslos os pega un subidón, un calentón, una excitación de cojones, y una ganas de follar desenfrenadas sin control. Hasta la tarta del cumple de Paula llevaba dentro cannabis y mucha marihuana... Y por eso estaís así de salvajes y de cerdacos, putos niñatos, ni más, ni menos... ¿Pero a que os gusta sentiros así, eh cabrones?

Abel: Flipando estoy brother... Ya decía yo, que no era normal esto tío... Todo desmadrado, super ancioso, sin control de mi y haciendo cosas que en mi puta vida he hecho... ¡Puffff!

Fernán: Tú, y yo colega, vicioooo... ¡Uffff!... Tira Nadir, aqui me tíenes cabrón.

Marcell: Pues empezar niñatos, que Eloy yo queremos esta vez miraros y grabaros bien follando a saco... Vamos a hacer una pedazo de peli porno con vosotros tres... ¿Ok?... Os íremos diciendo los dos algunas veces como poneros, y que hacer en según que momentos.

Nadir: ¡Guayyyy!

Fernán: Ok, por mi bro... Pero antes de nada dame otro tarrito de esos de los que tiene Eloy... Pásamelo tío.

Abel: No mirarme colegas, que si, que yo me apunto también... Pero no veis como estoy y como tengo el rabo joder... Pásame a mi otro de esos como a Fernán Eloy.

Eloy: Pero quiero que os lo toméis y cuando lo tengáis en la boca antes de bebéroslo pasároslo de boca a boca metiéndoos un morreo de vicio con lengua incluida... Tomád bastardos, jejeje.

Marcell: Adelante putos salvajes, haced lo que os de la real gana, lo que os salga de los huevos, y no os freneís, ni contengaís ningún deseo por oscuro y perverso que sea.

Mi amigo y yo nos levantamos y cogimos las cámaras de mano, para grabar cada postura, cada movimiento, cada culo y polla de la escena tan excitante y provocadora, que íbamos a contemplar con nuestros cipote bien duros y chorreántes de pre-cum. Fernán y Abel, se quedaron sentados en el cabecero de la cama muy pegaditos, comiéndose la boca el uno al otro, restregándose las lenguas mientras se tragaban y bebían el delirante líquido. Nadir, que estaba arrodillado en la cama frente de ellos, miraba fijamente a los colegas como se comían los morros, con esas pintas de macarras que tenían los dos y que tan caliente le ponía a él, y a su preciado pollón, el cual no dejaba de magrearse con la mano. Sus labios carnosos pegados, sus buenos cuerpazos musculosos, depilados, y las miradas de chulería que tenían los dos cabrones.

Bajó la mirada y se encontró con unos pollones descomunales con un tamaño más que considerable y babosos, muy babosos y mojados de pre-cum. Los niñatos tenían las pollas duras y gordas, tremendamente proporcionadas, con un capullo grueso y rechoncho cada una, incluso el de Abel era más inflado todavía, que el de Fernán, y al verlo Nadir en todo su esplendor lo primero que pensó el muy maricón, era el gusto que tenías que sentir cuando le abriesen el culo a lo bestia. El mamón no se lo pensó, se inclinó ante los dueños de aquellas pollas, las cogió con las manos, la derecha para Abel, la izquierda para Fernán, y su lengua empezó a lamerles con suavidad el capullo pasando de una a otra, disfrutando como un niño con su nueva piruleta.

Cada vez que les pasaba la punta de la lengua por las rajitas y lamía a conciencia sus glandes, los colegas gemian ardientemente, muy excitados mientras le acariciaban la nuca, y le pedían a su amigo entre jadeos que se las chupara entera. Empezó a chuparlas, primero una y después la otra, metiéndosela poco a poco en la boca, lamiéndola, chupándola despacito, poco a poco, y según iba el colega de turno gimiendo y resoplando más de placer, Nadir aumentaba la mamada tragándosela toda, por completo, hasta que sus labios llegaban a la base de la polla y tocaba el escroto con su barbilla. La tenía toda dentro, era la de Fernán la que le rellenaba la boca entera, Eloy lo filmaba de cerca, en primer plano, y yo grababa desde atrás, metido debajo de su pecho y entrepierna, rozándome con mi espalda contra su duro pollón, así que alargué la mano cojiéndole su hermoso culo y empujé con fuerza metiéndole aún más, si eso era posible, el pollón del colega. Nadir no podía repirar, se ahogaba el mamón, le daban numerosas arcadas, pero aún así se lo tragó y le pegó una pedazo de mamada de vicio, alternando la rapidez con la delicadeza de su lengua, notando como el cabrón de Fernán empezaba a vibrar y a retorcerse de gusto.

Yo seguía empujándole el culo con brío ahora contra la otra verga, la de Abel, pero ya se lo empujaba con tres dedazos míos incrustados dentro de su ano, al chaval aquello le encantaba por lo visto porque no controlaba los vaivenes que daba con su trasero y el bailecito culero que estaba ofreciendo a mi cámara.

Su voluntad no pudo resistirse a la invitación que le hizo Eloy sin hablar cuando agarró sus pelos con fuerza y vigor con la mano y le empotró de un golpe el cipote de su bro Abel. No quiso negarse ni mucho menos rechazar, el poder saborear aquel platanazo exquisito y delicioso de su coleguita. Se podía ver como su boca se aferraba a aquel tronco grueso y venoso, y sus labios de mamón succionaban sin descanso de manera frenética la verga más divina del mundo en ese momento para él. Subía y bajaba por aquella hermosura, desde el cabezón hasta la base tocándole el bello púbico con sus labios, y después le lamía el glande de forma circular hasta provocar el delirio, el éxtasis, la pasión de Abel, que gemía y jadeaba sin control mientras le decía con voz chulesca, "sigue mamón, no te pares, no pares", a voces.

Eloy: Ahora quiero un primer plano de vosotros dos chupándole la polla a Nadir. Poneros de rodillas, y tu Nadir de pie encima de la cama, así chavales, como estáis, a cada lado de vuestro colega... ¡Mmmmm!... Esto va a estar divino, de vicio tíos, y tu Marcell, grábalos desde abajo como a ti te gusta... ¡Uffff!

Nadir, bueno de cojones el cabrón, de pie en lo alto del colchón, y enseguida tenía a esos dos chulos machotes comiéndole la polla y los huevos. Se turnaban para chupársela, para mirarse de cerca el uno al otro a ver qué tal lo hacía el compañero y aprender, o enseñar. De una sola mamada hasta el fondo, Fernán, le dejó el cipote y el capullo bien mojadito con sus babas. El niñato cabrón se puso cachondísimo al sacarla de su boca, porque parecía no tener fin aquella barra de carne y sus labios recorrían ese pollón duro por todo el tronco hacia arriba. Al llegar al final se detuvo con el cipote en la boca y se lo masturbó con la lengua, mientras abría la garganta para él tragándose el pollón como mejor pudo hacerlo, sin una arcada, todo hambre, al mismo tiempo que su colega Abel lo miraba entusiasmado y con la boca hecha agua.

Aún que se notaba que estaba gozando muchísimo con aquella boca, no pudo evitar mirar el apetito voraz de su otro colega en los ojos, así que Nadir le arrebató la polla a Fernán de la boca, le escupió varias veces encima soltando la saliva sobre el capullo y se la clavó a Abel en el boquino, llegando el macarra a sentirla en lo más profundo de su garganta. Nadir, estaba excitadísimo mirando cómo su enorme tranca desaparecía dentro de la boca de ese mamón, de su amigo Abel, de su colega, y del tío que le sacaba el semen en sus pajas imaginarias. Más de una vez le tuvo que decir que no fuera tan salvaje y tan bestia chupando, porque el mamón iba a provocar que se corriera en su boca sin poder remediarlo, pero por más que le decía, Abel no paraba de dar rienda suelta a los sentimientos que despertaban en él el hecho de tener un pollón que le rellenaba toda la boca.

Los dos se turnaban chupando, uno tras otro, boca trás boca, Fernán y Abel, y Nadir no sabía si iba a poder aguantar la leche en los cojones al ver esas dos guapas y hermosas caritas lamiendo su tronco. Vaya par de cabrones murmuraba de gusto entre dientes.

Para ponérselo más difícil todavía al chaval, los dos colegas se besaban con su cipote en medio, uno se dedicó a comerle la verga y el otro a succionarle los huevos, y encima mirándole a la cara con esos ojazos llenos de lujuria. Nadir no aguantó más, les hizo juntar las boquitas y se corrió entre esos dos guaperas, y mientras descargaba le leche caliente, ellos sacaban la lengua y se lo chupaban todo. ¡Joder!... Eloy y yo alucinábamos de placer, de vicio, como dos putos degenerados cuando vimos a los dos niñatos jugar con su semen, besándose, pasándoselo de boca en boca, y tragándoselo, y volviendo a turnarse para comerle la polla corrida... ¡Wauuu!

Marcell: ¡Putos traga leches, joder!... ¡Uffff!... Después de este festín de mamadas, putos chupones, quiero que le folleís el culito a Nadir, y lo quiero a lo bestia, como putos salvajes... ¡Mmmm!... Esto te va a gustar morito, ya verás maricón, dos pollones a la vez como tu deseabas, los de tus amigos y colegas.

Iba a ser barbara y salvaje aquella follada conjunta un verdadero gustazo para Nadir tenerlo abarrotado de cipotes gordos y duros entrando y saliendo con total libertad. Dos amigos, dos chulos machos follándoselo con sus pollones y con buenos huevos, cubriendo su delicioso y dilatado ojete tragón por delante y por detrás. Una tremenda follada para ponernos cachondos a tope a Eloy y a mi. Desde luego el culazo de Nadir sabía bien lo que era tragarse una buena polla grande, larga, gorda, y monstruosa como la del tío, así que no había de que preocuparse.

Abel se tumbó de espaldas con el cipote apuntando al techo, rápidamente Nadier se subió encima de él dándole la cara y metiéndoselo entero en el ano como si nada, y Fernán, que tardó menos de un segundo, le clavó el pollón por detrás en el hueco que le había dejado el rabo del colega. Las enormes pollas le entraban enteras mientras Fernán y Abel se lo follaban con fuerza y vigor, clavándoselas una y otra vez, sin parar en su dilatado y espacioso agujero.

Abel le aupaba las piernas sujetándolas por detrás de las rodillas, tumbándolo de espaldas sobre su fornido pecho, facilitándole el trabajo a su amigo Fernán que no paraba de embestirle pollazos con rabia, con furia, como un puto toro corneando, al mismo tiempo que pegaba su boca a la suya y le pegaba un morreo brutal que casi me corro al verlo del entusiasmo que ponía el cabrón.

Eloy: ¡Joder, joder, joder!... Que follada más buena!... Mira Marcell tiene de todo... Es violenta, muy cruel, bárbara y superbestial... ¡Mmmm!... Vosotros dos hablarle cabrones, y decidle guarradas... Vamos, soltaros la lengua y escupir por esa puta boca de cerdo que tenéis... ¡Uffff, colega!

Abel: ¡Siiii!... Así, muévete maricón del culo, y traga cabrón, que esto es lo que te gusta Nadir... ¡Ohhhh!… Que te metan por detrás dos buenas pollas, como las nuestras, bien duras, y que te follen el ojete a saco dos buenos chulitos y sentirte como a una putita... ¿Te gusta, eh?

Nadir: ¡Wauuu!... Me encanta joder... Que ganas tenía de teneros dentro cabrones... Siiii... Asiiii... Quiero vuestras pollas... más vicio... las dos juntas follándome a tope colegas... ¡Ahhhh!

Fernán: Eres una puta guarra, un buen putón brother... Estoy seguro de que te has matado a pajas pensando en este momento mamón, pensando en tus colegas follándote, así, como estás ahora atascado y repleto de buenos pollones... ¡Ohhhh!... Si tu tío te viera ahora, en lo que te has convertido colega y lo puto que eres... Venga putito, muévete.

Abel: Le encanta... ¿No lo ves como se retuerce?... Claro que si Fernán, esto es lo que iba buscando el pedazo de guarro, que le rellenáramos el culo como un pavo de navidad, y se lo reventáramos como unos animales salvajes... ¡Ufffff!... Tu tío te ha enseñado bien, pero que muy bien cabronazo... ¡Que gozada colega!

Nadir: ¡Ayyyy!... ¡Que dos pollones!... ¡Que gozada!... ¡Ohhhh!... Seguid, seguid, más, destrozadme el culo cabrones.

Era más que evidente que al niñato morito le gustaba mogollón que lo trataran de esa manera, sometiéndolo, usándolo, y tratándolo como a un marica traga pollas, y sobre todo que sus coleguitas le estuvieran diciendo tantas guarradas, y aquellas groserías mal sonantes que tan explícitamente relataban para que sus oídos se alegraran de puro placer. Con cada palabra o frase que soltaban los amigos por sus sucias bocas, la excitación y calentura de Nadir se multiplicaban por mil enloqueciendo y descontrolándose por completo. Era alucinante ver el ritmo frenético con que él se movía con las dos pollas dentro del ano, al mismo tiempo que mirar los movimientos de los amigos taladrándole aquel ojete con los cipotes, un mete y saca bárbaro, cafre, atroz e inhumano, que a su putita violada, a Nadir, parecía gustarle y complacerle demasiado.

Marcell: Muy bien chavales... ¡Uffff!... Sois estupendos los tres cabrones, y estáis haciendo una buenísima follada... Pero que muy buna follada... Ahora, Nadir, túmbate boca arriba en la cama y abre bien las piernas, que quiero que Abel se eche encima de ti y te folle el culo... Y tu Fernán, ponte encima de su cara y fóllale la boca metiéndole la polla hasta el fondo, pero colócate de culo a Abel y dáselo para que te coma el ojete al mismo tiempo.

Eloy: ¡Wauuu Marcell!... Esto va a ser digno de grabar tío... Y correros dentro de él, tú en su culo y tú en su boca... ¡Mmmmm!

Tomaron la postura que les dijimos y siguieron follándose a su coleguita. Fernán le empotraba el cipote hasta el fondo de su garganta, hasta que sus cojones se posaban en la barbilla de Nadir, mientras le regalaba el apretado boquete del culo a su amigo Abel, el cual no perdía el tiempo lameteándolo sin parar y metiéndole la lengua dentro del agujerito. Los dos seguían follándole el culo y la boca con un ritmo acelerado, firme, constante y muy duro, con unos movimientos de mete saca al unísono que le hacían sentir a su colega en el paraíso.

Eloy: Dejadle una buena preñada al moro maricón, por arriba y por abajo cabrones... ¡Joder!

Abel al oírlo, se le dibujó al cabrón una sonrisa en la cara llena de alegría y vicio. Culeó y culeó sin parar hasta que su pollón explotó dentro del culo de Nadir, y le inseminó por dentro. Al sacar su polla del ano, la leche empezó a brotar del agujero saliendo algunos goterones manchando las sábanas, mientras el que se corría ahora y vaciaba a tope los huevos de lefa en el boquino de Nadir era Fernán, que insertó su cipote dentro, hasta el fondo, y no lo sacó hasta que el colega se bebió y tragó todo lo que le escupía su capullo. Nadir se corrió con un buen pajote regalo de la mano de Eloy, al mismo tiempo que se metía en la puta boca las dos pollas manchadas de lefa de sus colegas, y se las limpiaba lamiendo como un cerdo y lavándoselas bien a fondo.

Después de eso, los tres colegas y amigos del alma se echaron unas risas... ¡Menudos cabrones!