THE LIST OF FUCKS (17) N. 77 Fran y Rodrigo.

Fran le cuenta a Marcell y a Eloy una de sus folladas... Bueno, cómo ya sabéis todos aquí, me gano algún dinerillo haciendo chapas, vamos de chapero y de puto folla mariconas, y algún que otro machito casado y con hijos también.

THE LIST OF FUCKS (17)

(Núm. 77. Fran y Rodrigo)

Marcell: ¿Y tú Fran, que follada nos vas a contar puto chapero? Jajaja... Que se a buena. ¿Eh?

Fran: Bueno, no se si mis folladas son tan interentes cómo la que ha contado mi colega Pablo, pero intentaré contaros una muy borbosa con un cliente que tengo, y que la verdad me lo paso bastante bien con él.

Marcell: Empieza tío, vámos empieza que no veas cómo tengo el cipote otra vez colega, que cuando termines te voy a destrozar de nuevo el culo a pollazos, a los dos, y a los tres, tú también Eloy, cabronazos, jajaja.

Cuenta Fran el chapero.

Bueno, cómo ya sabéis todos aquí, me gano algún dinerillo haciendo chapas, vamos de chapero y de puto folla mariconas, y algún que otro machito casado y con hijos también. No lo hago siempre, es un dinero extra que me gano cuando me llaman y me apetece hacerlo, y con clientes que tengo desde hace mucho tiempo, porque desde hace un año y medio estoy trabajando en una pizzería, y la verdad es que ya lo hago más por placer que por el dinero. Casi todos los clientes los he hecho en el bar de Paco, es allí donde siempre he tenido y tengo mi coto de caza, o bien rondando por la barra para que me inviten y así ligar para después follar con el tío, pero la mayoría siempre ha sido en la sala secreta.

Tengo un cliente, Rodrigo se llama tío, que lo conocí hará un año en el bar de Paco, y es el gerente de una inmobiliaria, por lo visto el padre es el dueño de la franquicia y a él lo puso al frente de una de las sucursales. El tío tiene pasta para dar y regalar, de hecho cada vez que me llama para follar me paga, y no es mentira, 700 euros, ahora eso sí, tengo que hacer todo lo que él me pida, y cuando digo todo, es todo. Para que os hagáis una idea Rodrigo es un tío de 26 años, con novia y a punto de casarse, pero le encanta comerme la polla más que a un tonto un lápiz, y que le folle el culo a saco y lo ponga mirando las estrellas, jajaja.

Rodrigo se cuida bastante, siempre va muy bien vestido con ropa de marca, los pelos engominados y de punta, y un olor a perfume buenísimo que te da la sensación de tío limpio y cuidado. De cara es guapetón, de ojos verdes, labios carnosos, y los dientes perfectos y muy blancos, una cara muy morbosa. El tío es alto, más que yo, y el cuerpo no lo tiene musculoso, pero si fibroso y sin un gramo de grasa, ya os he dicho que Rodrigo se cuida bastante, pecho marcado, brazos fuertes, y las manos grandes, sobre todo para sobarme el cuerpo cómo un pulpo el cabrón. Tiene un culo tremendo, de esos culos que te ponen cachondo mirárselo bien marcado en el pantalón y viendo cómo la tela separa sus nalgas redonditas y duras, mientras la boca se te hace agua imaginándote y pensando nada más que en meterle el cipote dentro hasta el fondo. La polla de Rodrigo no está nada mal, le cuelga entre las piernas unos 23 cm y la tiene proporcionada a su cuerpo, larga, gordita y un capullo regordete granate. Lo que más placer me da de su polla, es que al metérmela en el culo siento siempre cómo le late dentro de mi ano, cómo si tuviera el corazón en el tronco en vez del pecho y nunca me hace daño ni me duele mucho cuando me lo jode. Normalmente siempre soy yo quién me lo follo por detrás, pero algunas veces me pide que le ponga yo el culo y la verdad es que me lo empotra de maravilla.

Cómo os dije antes, Rodrigo es el gerente de la inmobiliaria y tiene casas para vender y otras para alquilar que ya están amuebladas, y son en esas casas donde normalmente me cita cuando me llama para echar un polvo y follar de lo lindo. Él me manda la ubicación de donde está la casa al móvil con la hora que tengo que ir, y cuando llego Rodrigo ya se ha encargado de prepararlo todo y llevar algo de beber, y bastante costo cómo a mí me gusta, y a él también ya me entendéis colega. Cuando llego lo primero que me hace hacer es ducharme, no porque le dé asco ni nada, si no porque le gusta verme cómo me lavo el cuerpo mientras él se sienta y observa durante todo el tiempo cómo me froto y me magreo por todos lados. Rodrigo es muy fetichista para muchas cosas y una de ellas es esa, se queda sentado mirándome mientras se fuma un porro y se sobetea el cipote por encima del paquete poniéndoselo bien duro y tieso, y mientras tanto va oliendo el aroma de mis calzoncillos cogidos en su mano y pegándoselo a la cara.

Rodrigo: Así nene, que te caiga el jabón por todo el pecho, estruja bien la esponja, y ahora lávate la polla y los huevos y ensenámelo bien que te vea... ¡Mmmm!... Date la vuelta que te vea bien el culazo cabroncete, así, sí, sube la pierna y apoya el pie en la bañera para que se te abra la raja del culo, y magreátela a tope, así, que yo te vea... ¡Ufff, mi niño!

Después cuando Rodrigo me dice, me enjuago bien y me seco, y ya para entonces, él ya está con la polla por fuera del pantalón y pajeándosela muy suavemente esperando ansioso cómo un niño pequeño que le dé mi biberón que tengo por cipote. No tarda mucho el cabrón en adueñarse de mi polla y pegarle una buena mamada poniéndome súper cachondo, mientras le miro esa cara de niño pijito tragando tranca sin parar, y lamiendo el capullo muy delicadamente, al mismo tiempo que me agarra los cojones que me cuelgan con una mano y con la otra me toca la raja del culo con las yemas de los dedos. Yo cada vez abría más las piernas dejando hueco al mamón de Rodrigo, para que se aplicara comiéndome el cipote cómo a él le gusta tanto, y darse un buen atracón de buenos kilos de carne dura. Se llenaba toda la boca de mamón que tiene, y cuanto más crecía y más larga se hacía mi verga, más ganas le entraban de comérsela y tragársela hasta el fondo, cómo siempre. El puto mamón sabe cómo ponerme al límite y que me vibre el cuerpo de gusto y de puro morbazo, así que cómo sé que le encanta, le agarré la cabeza con las manos y le metí el pollón de un golpetazo en toda su boca, hasta que noté la arcada que le dio al rozar su campanilla con mi capullazo. Cuando le hago eso a Rodrigo, la saliva se escapa de la boca, mojándome la polla y formando grandes hilos de babas, que mezclados con mi pre-cum bajan como un río hasta mojarme los huevos.

Después de lubricarme a base de bien el pollón con su saliva, me dio la vuelta poniéndome de espaldas a él, y comenzó a trabajarse mi culo lamoteándome todas las nalgas hasta llegar a mi ojete y jodérmelo metiéndome todo el lengüetón por el agujero. Allí se tiró varios minutos mientras me escuchaba cómo jadeaba y gemía de gusto, del gustazo tan grande que me daba mi agente inmobiliario en el boquete del culo.

Fran: Vamos a la cama cabroncete que quiero follarte esa boca de mamón chupa coños que tienes, y partirte hasta los dientes a leñazos con mi cipotón... ¡Uffff, cómo me pones tío!... Venga, tira para allá cabrón.

Cuando llegamos y nos subimos encima de la cama, ya íbamos desnudos los dos y con una empalmada de polla por parte de los dos que te cagas, descomunal. A Rodrigo le encanta esnifar poper´s mientras me lo follo, lo pone súper verraco, bueno poper´s, coca, y todo lo que se pueda meter para ponerse vicioso el cabrón. Lo que me pone más cachondo de Rodrigo es que tiene novia, y a él le encanta contarme cómo se la folla, le come el coño, y en que postura se la tira, y ahí está el morbo y el calentón tan grande que me da el tío, cuando lo veo tragándose mi pollón cómo una putita calentona y poniéndome el culazo para que se lo reviente a envergadas... ¡Uffff, me encanta follarme a los tíos machotes y si están casados más aún!

Me arrodillé en lo alto de la cama y Rodrigo se tumbó boca abajo con el culazo a la vista de mis ojos con esas montañitas que tiene por nalgas, la cabeza metida en mi entrepierna, y su boca apresando todo mi cipote dentro de ella. Empecé a follarle el boquino bombeando cada vez con más fuerza y rapidez, martilleándole la boca con mi pollón y notando el incesante golpeteo de mi capullo en su puta garganta. Su cabeza subía y bajaba cogida firmemente por mis manos al ritmo que yo le marcaba al mamón, al mismo tiempo que él saboreaba con locura mi delicioso cipote y me suplicaba con los ojos que no me detuviera ni parara nunca. Me había adueñado de su puta boca, cómo buen puto chapero que soy dando caña, se la follaba sin compasión a un compás salvaje y descontrolado, a la vez que le decía guarradas por mi sucia boca cómo a él tanto le gustaba, y lo ponía cachondo perdido.

Fran: Traga mamona, puto maricón chupa pollas... ¡Ohhhh!... ¡Asiiiii!... Que boquita más buena y cómo mueves esa lengua, joder. Si tu novia te viera ahora puto maricón, chupándome el cipote todo entero, y tus amigos pijitos, todos mirándote cómo te follas la polla de tu chulo chapero... ¡Uffff!... ¡Sigue mamón!... Te voy a hacer una foto así, mamándome el cipote y se la voy a mandar a tu puta novia cabrón, para que vea a su hombre, a su macho que le folla el coño de maravilla, si, y ahora está cómo una perra lamiendo rabos... ¡Ohhhh!

Evidentemente no era verdad que le iba a mandar fotos a la novia ni nada de eso, todo era parte del juego morboso y vicioso que a Rodrigo le gustaba, y que él tanto disfrutaba escuchándome decirle esos insultos y esas vejaciones súper guarras. Pero Rodrigo con esas palabras mías se ponía cómo una moto a mil por hora, y muy cerdo vicioso, y comenzó a chupar como un poseso, un puto animal hambriento y todo sediento de lefa, la mía. El mamonazo adivinó enseguida por mis reiterados gemidos y jadeos, que no iba a aguantar mucho más con esas chupadas que me pegaba el rabazo, el hinchazón de mis huevos que estaban a punto de reventarme en su mano, le estaba avisando de que más pronto que tarde le iba a escupir en su puta boca una buena cantidad de leche cómo siempre me pasaba con sus mamadas gustosas y bestiales. Y lo consiguió el mamón cómo siempre, estallé cómo una buena vaca lechera bien ordeñada llenándole por completo su cabrona boquita de rico y exquisito semen, mientras él tragaba y bebía como podía, atragantándome sin poder respirar, sin dejar de succionar hasta el más pequeño grumo de esperma que yo le escupía por la rajita del capullo, y que era solo para él, para mi machote folla novia.

Se tragó cómo siempre lo que él quiso beberse, y lo restante de lefa me la dejó pegada en la polla para acto seguido darse la vuelta poniéndose a cuatro patas cómo una perra, y que le resbalara bien todo mi cipote al metérsela de un empujón contra mi abdomen. El hijo de puta engullía cómo siempre cómo un puto campeón, empujando y arremetiendo con su culazo y su cuerpo con fuerza, mientras chillaba del subidón harto de poper´s cómo una puta loca gozando a tope al mismo tiempo que devoraba con su ano todo mi pollón por completo. Era puntazo tras puntazo lo que yo le daba en su estrecho ojete, uno detrás de otro, seguidos, sin descanso, tan brutales y descontrolados que en uno de ellos se lo clavé hasta el fondo, consiguiendo que Rodrigo se retorciera en la cama del gustazo al sentir como le atravesaba con mi tremendo pollón ese boquete tan estrecho.

Rodrigo: ¡Ufffff!... ¡Fóllame puto chulo de mierda!... ¡Asiii!... Joder cabrón, me vas a partir en dos con tu polla... ¡Ohhhhh!... Si, así tío bueno, fóllamelo, dáme fuerte por el culo y hazme disfrutar con tu pedazo de pollón, chapero de mierda... ¡Ahhhh!.

Fue decirme el cabronazo aquello y me desboqué por completo cómo un potro salvaje, cogiendo las riendas y arreándole una potente envergada que le hice tragarse mi cipotón hasta los putos cojones, mientras le cabalgaba y le domaba cómo un buen vaquero su rebelde y caníbal ojete. La tenía tan bien ajustada al agujero del machote, que por muchos movimientos que hiciera tanto él cómo yo, mi violadora polla no salía de su ojete ni a la de tres, y aparte no se la iba a sacar por nada del mundo, joder, menudo tragón. Siempre es un gustazo pleno envergarle el culazo a Rodrigo, es flipante el gozo que le pega a este niñato en el rabazo, o sea yo, y me hace disfrutar de lo lindo mientras me lo envergo abriéndole a tope la raja del culo, y le taladro el ano sin piedad.

Fran: Como te gusta... ¿Eh?... Pedazo de maricón... Mucho tío macho, pero lo que tú quieres en realidad es tragarte un buen pollón cómo el mío por este culo de puta que tienes... ¡Wauuu!... Que te folle tu chapero guapo y buenísimo, tu chulo putas a base de bien. ¿A que si cabrón?

Rodrigo: ¡Siiiii!... ¡Fóllame cabronazo!... Que bueno estás niñato de mierda, eres el único que me partes el culo, chulazo mío, y el único que me hace gozar cómo un loco... ¡Ahhhh!... ¡Una mierda para la puta de mi novia, joder!... ¡Asiiii!... Sigue, fóllamelo y destrózame el boquete del culo.

Fran: ¿Quieres follarme tú ahora el culito?... ¡Mmmm!... ¿Quiere meterme toda la polla y violarme por detrás, cómo a ti te gusta?... Dime, cabrón. ¿Me vas a empotrar tu cipotón gordo y duro?... ¡Uffff!

Sin decir nada más se cambió de posición tumbándose en la cama boca arriba, me cogió entre sus brazos y me subió del tirón encima de él, poniéndome el boquete del culo en lo alto de su boca de mamón y empezando a lamérmelo cómo un poseído por la lujuria. Mientras me comía el ano metiéndome la lengua hasta el estómago y dándome un gustazo que te cagas, él notaba cómo mi capullo le rozaba el pecho poniéndoselo chorreando de pre-cum, y sentía también la presión de mis huevazos apoyados en su cuello. Cuando el mamonazo se hartó bien agusto de saborear mi culito por completo, me dió la vuelta para verme la cara y el cuerpo mientras me sentaba en lo alto de su polla y me la envergaba despacio y poco a poco mientras degustaba el placer que le daba al hacerce camino con el cipote por mi recto.

Varias veces me la metió y me la sacó entera, muy suavemente, para que mi ano fuera dilatando poco a poco y se fuera acoplando sin problemas al grosor y a la anchura de su hermosa polla. La verdad es que no tardó mucho mi ojete en adaptarse a sus medidas, además ya sabéis colegas, y Rodrigo también, que mi boquete se ensancha rápido y se agranda pronto, adaptándose a grandes dimensiones de buenos pollones. igualmente el tío sabe perfectamente que no es el único que me folla el culo, y más de una vez en la sala secreta me ha visto tragarme pollones más grandes que el de él, y a pares de dos en dos, jejeje.

Casi sin darme cuenta, ya me lo estaba follando el cabrón a saco y poniéndome el ojete anchísimo y súper lleno de pre-cum. La dura, gorda y larga polla de Rodrigo me empalaba el agujero sin descanso, era un puto animal salvaje y habriento de mi, mirándonos cara a cara, pegando nariz con nariz, echándonos el aliento uno al otro súper agitados, y escuchando en voz alta nuestros gemidos. Me daba un morbazo increíble que me recorría todo el cuerpo, mientras veía cómo Rodrigo me miraba con deseo al mismo tiempo que me envergaba el cipote enorme entre las nalgas, y me ansiaba como si no hubiera un mañana. Yo saltaba sobre su polla muy alto y con la misma fuerza con la que saltaba me dejaba caer con todo el peso de mi cuerpo, y me autofollaba agustísimo y gozando cómo un loco. Rodrigo tampoco se quedaba atrás el hijoputa, dándome caña súper activo y empotándome con energía cada vez que yo caía y me la metía hasta sus cojones, y así él me la encajaba más adentro aún en el boquete del ano.

Me cago en la puta, que gusto más grande colega, cuando noté que me encajó por el ojete junto a su polla tres dedos enteros, sintiendo en mi recto cómo atrapaba entero el tronco de su cipote con los dedos y todo dentro súper ajustado.

Rodrigo: ¡Ohhhh!... La hostia puta, qué gustazo niñato cabrón... Notar mi pedazo de pollón en tu culo con los dedazos dentro de tú boquetón, y mirarte esa cara de placer que pones, esa cara de macarra chulo y súper guapo encima de mí... ¡Uffff!... Sigueeee... Fóllame la polla chapero de los cojones y sácame el lechazo para que te inunde ese culazo tan rico que tienes... ¡Ahhhh!

Fran: ¡Siiiiii!... ¡Me corroooo cabrón!... ¡Cómo sabes hacerme disfrutar, machote!... ¡Ahhhh!... Que pollón joder, que pollón más bueno colega y cómo follas tío… ¡Siiiii!... ¡Asiii!... ¡Toma lechazooooo!

Nos corrimos los dos a la vez pegando grito de puro placer y gozo, yo sintiendo su lefa quemándome todo el puto ano y llenándomelo por completo, y él notando mi semen caliente en su cara mientras mi cipote escupía sin parar chicates que llegaban hasta su careto pintándoselo de blanco y viscoso líquido. Después me limpió la polla con su boca a lametones, y al cabo de un rato de descanso y de ponernos otra vez hasta el culo de todo, volvimos a echar otro polvo. Cuando me fui de allí y me miré en el bolcillo del pantalón me había dejado 750 euros y una nota que decía:

"Gracias por este día Fran, ahí llevas un regalito de mi parte y que sepas que vales mucho más, el doble, y si nesecitas algo no dudes nunca en pedirmelo que sabes que por mi parte lo tienes. Eres el mejor chaval, y para mi siempre serás el único que me folle el culo, porque jamás otro tío lo ha probado nunca, y creo que nunca lo hará. Solo tú puedes hacerlo, porque tú eres mi secreto más intimo y privado, y mi amor platónico. Te adoro mi chapero".

De vuelta al local.

Fran: Y ya está colega... ¿Os ha puesto cachondos y los pollones bien duros?

Marcell: ¡Uffff, colega, bestial!... Ese tío está coladito por ti Fran. ¿Lo sabes, verdad?

Fran: Lo sé colega, pero ya lo hablamos hace tiempo y él no va a dejar a la novia y de hecho se casará con ella. Su familia es muy conservadora y si se enterara de lo suyo con los tíos, le desheredarían, así que ésta es nuestra relación. Pero para mí no es un problema, porque así me puedo follar a todos los tíos que quiera, y no tengo que darle cuentas a nadie.

Pablo: Bueno. ¿Y vosotros qué?

Marcell: ¡Buenooooo!... Jajaja, si yo te contara chaval.

Eloy: Marcell, cuéntales lo de tu sobrino Christopher, ahora que estamos de puta madre y súper agusto tío.

Fran: Eso, eso cuenta Marcell.

Marcell: Valeeee...