The Hollow

Esto pasa cuando no puedes llenar un vacío.

The hollow

Debo admitir que soy una zorra, y que me encanta serlo. A pesar de ser una mujer fiel y buena amiga, tengo mi puta interna bien asumida. Normalmente para mis salidas a discos y otros lugares siempre llevo y buen escote, pantalones apretados, maquillaje decente (soy puta, pero o barata) y la verdad es que, la cara de caliente no se me quita ni con borrador.

Por desgracia esa parte de mi debe mantenerse escondida la mayoría del tiempo. Pero, afortunadamente tiene escapatoria.

Para hablarles de mi relación, llevamos un buen tiempo siendo novios, más de un año. La verdad es que en materia de sexo, el no era muy experimentado, y mis experiencias a decir verdad dejaban bastante que desear. De hecho, los sujetos de mis historias me calentaban más cuando recordaba que había hecho que de hecho estando con alguno de ellos. Por lo mismo, nuestras sesiones de sexo con mi novio solían ser "típicas" o como dicen por ahí "vainilla" y debo admitir, que ambos nos estábamos aburriendo, a tal punto que prefería a veces conversar que hacer el amor con el. Obviamente lo amo desasido, por lo que pensé que ya habría forma de arreglar ese pequeño gran detalle. Y la hubo.

En realidad debo asumir que siempre ha sido culpa mía. A pesar de ser una mujer un tanto dominante con un carácter de puta madre, me gusta mucho ser sometida. Tal vez en este momento de mi vida, la única manera de poder sentir deseo es sintiéndome sometida.

Era una noche en que quedamos solos en su casa. La verdad es que teníamos unos 3 días para estar solos esa semana. Entonces ahí ocurrió… intentamos tener sexo, y yo estaba mas seca que una carretera en verano.

amor- dije

¿Por qué no te excitas?-

hagamos un juego-

¿Qué cosa?-

tú tápame la boca…y rózame con tu pene entre mis piernas…-

Y ahí comenzó el juego. De cuando en cuando me agarraba las muñecas y en nuestra lucha ficticia intentaba soltarme…me bajo la ropa interior y se bajo el la suya… y yo estaba mojada, como en mucho tiempo no lo estaba… siguió tapándome la boca y me lo metió lo mas suave posible…y de a poco cada vez mas fuerte… hasta que acabamos, se salio de mi, y sentí como su semen bajaba por mi cosita, pasaba por mi rajita y me la mojaba toda. Nos abrazamos y nos besamos

amor- de nuevo dije.

¿mm?

¿Te la limpio?

Una sonrisa maliciosa me indico que hacer, y limpie su verga con una mezcla entre su semen y mis jugos.

Fue una escalada hacia lo que somos ahora. Ese fue el punto de partida para nuestro noviazgo, que en la intimidad se transforma totalmente en una relación dominación-sumisión.

la primera vez en el living, la cocina y lugares exóticos de su casa.

Sus padres viajan de vez en cuando, muchas veces debiendo dejarlo solo ya que el suele trabajar los fines de semana. Es por ello, que aquellos fines de semana se transforman obligadamente para mí en prácticamente irme a vivir a su casa un par de días.

Por lo que comenzamos en la cocina. Yo cocinaba y el miraba TV, y yo como siempre, empecé a provocarlo. Le restregaba mi culo en la entrepierna, lo tocaba y pasaba mi lengua por sus orejas. El excitado y caliente, quería llevarme a su cuarto.

hagámoslo aquí- le dije. Quiero estar parada afirmada en la mesa para que me lo hagas

¿quiere que te lo meta aquí mismo eh? – dijo , en un tono de "que caliente eres"

Por desgracia la diferencia de altura nos dificulto mucho la cosa, por lo que se sentó y me ordeno sentarme sobre el. Yo obviamente, obedecí. Por desgracia, todavía era incomodo, por lo que me llevo a su living, donde me puse en cuatro patas sobre un sillón de cuero y el comenzó a clavármela, mientras me tiraba fuertemente el pelo.

mírame- ordenaba, y yo como podía lo miraba – dime que te gusta, dime que te gusta ser mi puta-.

Si…me encanta…hazme todo lo que quieras…-

Eres mía…dilo…-

Soy tuya…y puedes hacer lo que quieras conmigo.-

Siguió metiéndomela, y comenzó a jugar con mi ano. Me asuste, por que nunca había tenido sexo anal en mi vida. Se salio y se sentó, y me hizo chuparsela un rato, agarrandome del pelo y metiéndomela hasta a garganta… con toda mi habilidad antes de que entrara a mi garganta respiraba para que no me dieran arcadas y en realidad funcionaba bastante bien. Me puso en 4 sobre el sillón y me la metió hasta acabar… el saco y quedo un momento mirando como el semen salía de mi vagina… me baje del sillón

se ensucio- dije al ver una mancha de semen sobre el negro cuero del sillón.

Límpialo- me dijo con una sonrisa malvada.

¿con que? – pregunte, intuyendo la respuesta

con la lengua- acto seguido lamí todo lo que había que lamer del sillón, y me dispuse a limpiársela también con mi lengua.