The Elder Scrolls IV:La dunmer y el Hijo de Viento

Esto es una parodia de un fanfic realizado por mi sobre de Elder Scrolls IV, Oblivion. Si no conoces el juego, puede que te pierdas un poco. Procurare que se pueda leer aunque no se sepa de que va el asunto. Gracias.

Esto es una parodia de un fanfic realizado por mi sobre de Elder Scrolls IV, Oblivion. Si no conoces el juego, puede que te pierdas un poco. Procurare que se pueda leer aunque no se sepa de que va el asunto. Gracias. Llueve. Como no. Siempre que intento pasear y no pensar en draedras, en lo que he pasado por los planos de Oblivion, en las pesadillas con Umaril(cada vez mas frecuentes) o en la imagen de Martin desapareciendo en una vorágine de fuego para que Akatosh se reencarnase en el, siempre llueve. Y el poco tiempo que pasé en el gremio de magos no me sirvió para aprender ningún conjuro climático. Desde que Traven murió y mi amigo Kirim asumió el liderazgo del gremio, no me he vuelto a acercar a ninguna sede… Odio que llueva cuando quiero olvidar. Permitid que me presente. Me llaman Hasser, hijo de Haaner. Hasta hace unos 4 meses era un mercenario que luchaba para unos rebeldes de Skyrim contra la legión, pero me hicieron prisionero y me mandaron a la prisión. Allí conocí a Uriel, y todo cambió. Ahora soy el Campeón de Cyrodiil, el Maestro del Gremio de Luchadores y el refundador y líder de la Orden de los Caballeros de los Nueve. No esta mal para un reo fugado… Soy nórdico, concretamente de la ciudad de Windhelm. Mido dos metros quince, una altura aceptable para un Hijo del Viento. Al contrario que mis compatriotas, tengo el pelo negro como la noche, y llevo las típicas trenzas de Niben. Mis ojos son plateados, como dos lunas de metal liquido, y tengo un cuerpo muy musculado, como es norma en mi raza. Volvamos a mi paseo. Soy asquerosamente rico, ya que tengo participaciones en todos los negocios importantes de aquí a Morrowind. Así que tengo propiedades en todos los condados de Cyrodiil. Esta mañana tuve una pesadilla con a muerte de Uriel, y salí a ver si me despejaba. Apenas puse un pie en la calle y comenzó a llover. Comencé a andar, esperando cándidamente que la lluvia cesase. Iluso de mi… La llovizna paso a lluvia, y la lluvia a granizo. Caminando rápidamente, casi trotando, llegué a uno de esos puentes cubiertos típicos de Cheydinhal. Me cubrí bajo el y me apoyé en la barandilla a ver caer el granizo sobre el agua de los lagos de los jardines. Mirando a mi alrededor observé que había una hermosa dunmer bajo el mismo techo que yo. En lo primero que se posaron mis ojos fue su trasero, pues llevaba una falda corta impropia de las mujeres. La elfa oscura estaba apoyada en la barandilla opuesta, por lo que no me veía escrutar su anatomía. Cuando mis ojos ascendieron, esbocé una mueca. Esa dunmer me sonaba, me sonaba mucho. Hasser-Disculpa La joven se giró y me hallé con unos familiares ojos carmesí. Hasser-Hey! Yo te conozco! No eres Falanu Hlaalu?(Mente de Hasser) ‘’La necrofilica de Skingrad?’’ Falanu-Vaya! El mocetón de ojos de plata! Que haces en Cheydinhal? H-Tratar de olvidar. Dicen que esta es la mejor ciudad para ello… Y tu? Que te ha alejado de tu tienda? F-Recuerdas a Mariun Lieber, el bretón? Ha muerto hace poco. Yo fui a hacerle una visita, pero su mujer me pilló. Tu sabias que es una conjuradora?

H-Primera noticia. Así que has venido a ocultarte un tiempo, eh? Y ya tienes donde quedarte?

F-En un principio pensaba quedarme en la taberna, pero como tuve que salir tan precipitadamente de Skingrad no pude coger dinero, por lo que estoy en la calle, sin blanca y en tiempos de tormenta

Por unos segundos, Falanu cerró los ojos y suspiró. Dediqué esos momentos a dar gracias a los 9 divinos y a los 16 príncipes draedra porque ese preciso día lloviese.

H-Falanu, si quieres puedes venir a mi casa. Es grande, y tengo una habitación de sobra. Vale que es la morada de un nórdico, pero siempre es mejor que esto. F-De verdad? Gracias a Sanguine! Te debo la vida. Por cierto, te sonará raro, tras las muchas veces que has venido a mi tienda, pero… No sé tu nombre H-Hasser. Me llamo Hasser. 10 minutos mas tarde. Casa de Hasser. F-Wow! Esta es tu casa?! H-Si, te gusta?

F-Si me gusta?? Bromeas? Esto es un palacio! (Mente de Hasser)’’Cierto es que la casa tiene poco de humilde, pero cuando salvas al mundo de ser invadido por los demonios y destierras al vacío a un Rey Ayleid no muerto, puedes permitirte algún capricho.’’ H-No es para tanto. Es bastante humilde… Sabes que eres la primera mujer que la pisa?

F-En serio??

‘’No’’

H-Completamente.

F-Vaya, que honor. Oye entonces supongo que no tendrás ropa de mujer para prestarme, no?

Entonces caí en la cuenta de que ambos estábamos empapados, y las maravillosas formas de mi amiga dunmer se adherían a las mojadas prendas. Sus senos se adivinaban grandes bajo el blusón granate que llevaba, y sus torneadas piernas relucían brillantes por el agua.

H-No, pero hay ropa mía en un arcón, si subes las escaleras, estas se bifurcan. A la derecha está mi cuarto, y a los pies de la cama el arcón. A la izquierda está tu cuarto.

F- Gracias!- dijo alegremente la dunmer subiendo las escaleras.

Al subir, se mostraron a la perfección sus redondas y firmes nalgas, solo cubiertas por unas delicadas bragas blancas de algodón (Que pasa, que en The elder Scrolls no pueden llevar ropa interior??) brillantes por el agua y moviéndose incitantemente. Yo las seguí como hipnotizado, y cuando desapareció en mi habitación, desperté de la ensoñación. Decidí que yo también debía cambiarme de ropa, pues también estaba empapado. Llevaba una camisa oscura, con bordados en el pecho y los hombros, unos sencillos pantalones de herrero y unos zapatos de ante. Siempre me dicen que visto con demasiada sencillez para alguien de mi posición, pero me siento más cómodo así. Me quité toda la ropa y la colgué en las sillas de la mesa del comedor. Inconscientemente, me encaminé a mi habitación a buscar ropa con la que cambiarme. Al abrir la puerta me encontré de frente con una desnuda Falanu, que me daba la espalda rebuscando en mi arcón. Mientras rebuscaba en el, mostraba completamente su vulnerable trasero, hermoso como el de todas las elfas, sean de la raza que sean, amen de que sus grandes senos(mas de lo que me parecieron a simple vista) se bamboleaban juguetones a izquierda y derecha. Ella se percató de mi llegada y me sonrió de forma picara volviendo la cara. Yo sufrí una potente erección, a lo que Falanu me dijo, guiñándome un ojo:

F-Vaya, veo que alguien se alegra de verme!

H-Si, bueno, esteee… Disculpa, había olvidado que estabas aquí

F-No es nada. Es halagador que el Gran Campeon de Cyrodiil, el Terror de los Draedra, se ‘’alegre’’ de semejante modo ante mis encantos.

‘’Que coño te pasa, Hasser? Tíratela, bésala, sodomízala, hazle el amor…Pero haz algo joder! Te has metido en los portones de Oblivion cientos de veces, has devorado el corazón de tus enemigos vencidos, y te pones hecho un manojo de nervios por una dunmer?’’

Nota al margen: sigo sin saber que me pone tan nervioso de esta chica. Tengo 29 años y sigo siendo un flan sin levadura con ella! Joder, ni que tuviese 15!

Finalmente, rojo como el corazón de un trasgo, me coloqué en cuclillas tras ella, y le susurré al oído:

H-Puedo sugerirte algo para cubrirte?

F-Claro, siempre estoy abierta a sugerencias-Me dijo ronroneando como una gatita.

H-Para el torso… Que te parece un brazo de nórdico?-dije pasando un brazo sobre sus pechos y poniéndonos en pie.

F-Mmmm, me gusta… Es algo áspero, pero es piel curtida. Seguro que resiste si le clavo las uñas

Sonreí, mientras con mi mano izquierda le cubría la límpida vagina por completo y la alzaba hasta mi cama. La acosté cuidadosamente, y susurré un conjuro para suavizar mi áspera piel. ‘’Gracias, Kirim, maldito metrosexual!’’. A continuación explore despacio cada centímetro de su anatomía. Ella sonreía ruborizada. Normalmente sus amantes se movían menos y estaban mas fríos, y aunque extraña, la sensación de ser llevada le gustaba. Aproveché la ocasión para apreciar con detalle su anatomía: sus turgentes pechos, con sus delicados pezones oscuros; su dulce rostro, siempre con una picara sonrisa; sus hermosos ojos, rojos y brillantes como rubíes; su suave y fragante piel; su cabello castaño claro, cortado a la altura de los hombros, que le daba un aspecto jovial y fresco; su aromática vagina, que comenzaba a humedecerse a causa de mis caricias. No tenia el mas mínimo rastro de vello púbico, así que decidí demostrarle las ventajas que tiene realizar la danza del amor con vivos en lugar de sus acostumbrados amantes. Falanu suspiraba ante los inquisitivos movimientos de mis manos, pero fue acallada por un beso que deposité delicadamente en sus labios. Al principio fue suave y cortés, muy tierno, pero luego fue ávido y hambriento. Mi lengua se abrió camino entre sus delicados labios, mientras la de ella se acercaba tímidamente a la mía. Comprendí lo extraño que debía de ser para ella, acostumbrada a que sus apagados amantes se dejasen hacer y a llevar ella las riendas. Decidí concederle una ventaja. Puse fin al beso y me coloqué a su lado en la cama, mientras tiraba de ella hasta sentarla sobre mi regazo. Ella sonrió y se acercó a besar mi mejilla y a ronronear ‘’Vas a ver de lo que soy capaz’’.

Se colocó de rodillas sobre mi erecto falo, que guió con la mano derecha a su mojada abertura, apoyando la izquierda sobre mi pecho. Al comenzar a entrar, Falanu suspiró y comenzó a descender. Entonces noté una resistencia en su vagina. La miré a los ojos sorprendido, ella mostraba una mueca de dolor mientras cerraba un ojo. H-Falanu, alguna vez has hecho esto con alguien que respirase?

F-No, no esperaba que doliese tanto

Esbocé una media sonrisa y la besé de nuevo. Ella se estremeció sonrojada, y cerrando los ojos se olvidó de mi pene erecto ensartado en ella y se dejó caer sobre mí. Se separó de mí y apretó los dientes gimiendo de dolor. Yo le acaricié el pelo con ternura, y pasé dos dedos por sus labios inferiores. Tras una tenue luz azulada, Falanu se relajó. Unos hilillos de sangre descendían de su rasgado himen, pero el dolor había remitido. Falanu me besó, esta vez ella a mi. Estuvimos un rato así, ella sentada sobre mi pene, acostumbrándose a el, y yo disfrutando de su cuerpo, de sus besos y caricias. Tras unos minutos, Falanu se desprendió de mis labios y comenzó a moverse sobre mi, subiendo y bajando al tiempo que retrocedía y avanzaba. Empezó a gemir como una gatita, al tiempo que depositaba besos de vez en cuando en mi boca. Mis manos jugueteaban con sus pechos; sopesándolos, acariciándolos, pellizcando suavemente sus pequeños pezones, pasando el dedo por sus pequeñas aureolas, jugando con sus puntos secretos. Estuvimos así unos 20 minutos, tras los cuales ella ya saltaba riendo alegremente sobre mi machacado priapo, mientras yo observaba cautivado el bello ser que hacia el amor conmigo. Tras otros interminables 10 minutos, ella se aferró a mis hombros y hundió la cabeza en mi cuello. Yo la abracé con fuerza, y ambos contuvimos la respiración. Al momento, ambos eyaculamos. Nos quedamos jadeando temblorosos, y al cabo de un rato ella se levantó apoyándose en mi pecho. Me sonrió, esta vez con dulzura y cariño, como nunca la había visto. F-Te importa que duerma contigo esta noche? Me reí entre dientes. H-En absoluto.

Tras esto, Falanu vive en mi casa de Cheydinhal. Hacemos el amor siempre que estoy en la ciudad, y su calidez me alegra y me ayuda a dejar de pensar en lo que he pasado. Ha dejado la necrofilia, y ha abierto una tiendecita aquí en Cheydinhal, de productos alquímicos, y ha contratado a un hombre que se había quedado en paro de Skingrad para que se hiciese cargo de su tienda allí. Ahora tiene una pequeña fortuna, y podría tener su propia casa, pero tras todas las noches, tardes y mañanas que hemos pasado juntos, prefiere seguir viviendo en mi casa. Y así seguirá bastante tiempo.

Este es mi primer relato publicado, mis amigos me han animado a publicarlo, yo no lo considero muy bueno, y no se que acogida tendrán, pero se ponen muy pesados, así que espero comentarios. Gracias!