Thalia, la puta 3

Santiago aparecía en mi vida mientras que Daniel se volvía parte de ella, pero poco a poco descubriría que en mi juego era Santiago quien tendría el poder

Me bajé del autobús y corrí a mi casa a ducharme para el cumpleaños de mi primo. Me comenzó a divertir el como en la mañana estaba gimiendo como una perra y en la tarde estaba aplaudiendo en una piñata. Daniel no me había vuelto a escribir y aún tenía el número de Santiago, asi que decidí que valía la pena intentarlo. Daniel era apuesto, pero Santiago tenia un muy buen cuerpo así que me decidí a contactarlo.

# Hey, soy la chica del autobús

  • Vaya que te recuerdo- me respondió

  • Eres la puta

  • Antes de avanzar, quiero asegurarme de tu precio- me dijo y yo me sorprendí

# No lo tengo

# Yo no cobro por coger

  • Oh, entonces mejor para mí ¿Quieres saber de mí?

# Realmente no

  • Muy bien, chica del autobús, vamos al grano ¿Cuando y donde?

# Tú decídelo, me gusta seguir órdenes

  • Te veo en el vestidor de la cancha de america de la escuela N (Nota: por obvias razones no daré el nombre de mi escuela)a las 7 de la noche del miércoles

# Ahí estaré

Por un instante me sentí victoriosa, pero luego lo entendí. Tenía razón en que no conocía al chico y eso cumplía con mi requerimiento, pero esa era también mi universidad y alguien podría reconocerme. Me apresuré a tomar mi teléfono y mandarle mensaje de regreso

# Ey, ¿Podemos cambiar de lugar?

  • Te gusta obedecer. Hazlo

Me dio un poco de miedo seguir esa orden tan ciegamente, pero no podría pasar nada malo, los miércoles casi no había clases para los alumnos, y menos a esas horas, así que internamente lo acepté. Daniel volvió a escribirme

# Veo que ya has follado hoy. Me gustaría hablar contigo, si tienes tiempo de responderme. He estado pensando en algo qué tal vez te agrade.

  • Llámame

Le dije, todo el mundo estaba distraído con la piñata y para fortuna, había dos de ellas, así que nadie notaría mi ausencia, yo era la única de los primos que no participaba en eso y las madres adoran capturar a sus hijos en fotos y videos así que me metí a la casa donde no quedaba nadie. A los pocos segundo entró la llamada de Daniel.

  • Hola, putita- me saludó

  • Hola, Daniel- le respondí

  • Puedes llamarme mi amor. Parece apropiado... por ahora. Veo que te gusto tanto mi verga que estás buscando nuevas

  • Así es. Pero me gustaría volver a sentir la tuya

  • A mí me gustaria volver a cogerte como ese día. A escucharte pedir por más. Pero tengo un trato que ofrecerte

  • Te escucho

  • Quiero cogerte y sabes que no eres a la única que cojo. Así como yo no soy el único que te coge. Pero quiero llegar a un acuerdo, velo como una rutina.

  • Explicame más

  • Me excita tu voz, escucharte decir lo perra que eres. Quiero que una vez a la semana tengamos una conversación donde me pidas verga, quiero una videollamada a la semana, el día que sea, quiero que me pidas verga mientras te metes el dildo que te regalé

  • Y qué gano yo?- pregunté

  • Si tú logras hacer que me corra en esa videollamada. Voy a llenarte toda de leche algun día de esa semana, uno que acordemos, voy a cogerte como me plazca, eso te encanta, no es así?- me preguntó

  • Me encantaría. Sólo nací para ser una perra

  • Así es putita. Pero, si no logras que me corra, no vas a poder coger con nadie esa semana

  • Suena injusto

  • Es todo o nada

  • Como sabrás que no cogeré con nadie más?- le pregunté

  • Eres una perra obediente, sólo por eso.

Esa semana tuve mi primer videollamada con Daniel, la tuve el lunes en la noche, fue muy excitante, me fui desnudando bajo sus órdenes, me puse en las posiciones que él me dijo. Él no había dejado de jalarse la verga desde que me quite mi brazier.

  • Mira como me la pones putita- sonaba su voz en mis audífonos

  • Justo como me encanta. Como quisiera que me la metieras toda hasta adentro

  • Quieres que te viole?- me preguntó y la pregunta sólo me hizo prenderme más

  • Sí, quiero que me cojas, que me uses

  • Quieres que te eche todo adentro de ti?- me preguntaba

  • Quiero que te corras en donde quieras. Follame en donde quieras.

  • Tú sabes donde te voy a follar, en el suelo

  • Sí, porque a las perras se les folla en el suelo- le respondí

  • Metete el dildo, hazlo de un solo golpec me dijo, yo lo tomé. No hacía falta lubricantes, yo estaba muy mojada así que me senté frente a la cámara y me abrí de piernas. Me lo metí y gemí un poco fuerte, me olvidé de que mis padres estaban ahí y casi recé que no me hayan oído- Eso es putita, piensa que es es mi verga y follate tan duro como puedas.

Le hice caso, me metí y me saqué el pene de plástico azul y empecé a gemir lo suficiente para que se escuchara en el micrófono. Me metía y sacaba el juguete mientras él se jalaba la verga y me insultaba

  • Eres un puta, la más grande puta que conocí. Que es lo que más te gusta? Te gusta la verga?

  • Me encanta, yo sólo quiero que me cojas

  • Vas a quedar con tus agujeros bien abiertos

  • Me encantaría. Quiero que me uses como quieras, que me golpees las nalgas

  • Que ganas de nalguearte y dejarte mis manos marcadas.

No pasó mucho tiempo hasta que Daniel se corrió, a pesar de mí excitación yo no lo había hecho, pero él había terminado y para mí eso era todo el objetivo, ya después sería mi turno.

  • Muy bien perrita, me hiciste correrme, lo justo es que te llene el coño de mi semen también

Pactamos un día y una hora, me haría suya el día viernes, nos quedamos de ver en el mismo antro que la otra vez, por lo mientras yo debía alistarme para el día miércoles. No entraré en detalles de cómo fue mi día, ni de cómo el miércoles estaba llena de nervios que incluso pensé no ir, ni como casi me doy media vuelta cuando llegué al vestidor, el punto es que a las 7 yo ya estaba en el vestidor de hombres de la escuela. Pasó el tiempo y Santiago no llegaba, me pregunté si había entendido bien, saqué mi teléfono y leí los mensajes, sí, todo era como habíamos acordado. Él llegó a las 7:30 a los vestidores con una playera del equipo de American de la escuela, era un jugador.

  • Vaya, fuiste tan puta como para esperar 30 minutos solo para que te den verga

  • No hablemos de eso, sólo cogeme- dije comenzando a acariciar mis pechos.

  • No, hay cosas de las que quiero hablar. ¿Cómo te llamas?

  • Eso no importa, puedes llamarme como quieras- le pregunté- algunos sólo prefieren perra o puta- le dije y el sonrió

  • Bueno perra, enséñame si estás tan buena como pareces.

El se acercó a mí mientras yo me desnudaba y me quedaba de pie rodada de los lockers de la universidad. El me miró por todas partes, como quien está viendo una pieza de ganado, me pasó la mano por el coño y luego sobó mis pechos, luego me susurró al oído

  • Que buena follada te voy a meter, perra- me dijo y me empujó de espaldas contra los lockers.

Comenzó a lamerme los pechos, mi cuello y a besarme, me di cuenta que antes no me habían besado cuando me cogian, él me besó y también mi cuello causándome una nueva excitacion que incluso hacía vibrar mis piernas.

  • Si hay algo que quieras decir, sólo dilo- me dijo

  • Me gustas, me excitas- le dije

  • Quieres esto- dijo Tomando mi mano y poniéndomela sobre su pene

  • Sí, quiero que me folles- le dije entre gemidos- cogeme como a una perra

Poco tiempo despues el se bajó su lana deportivo y salió a la vista su pene, era se una tamaño bueno, aunque no muy grande, venoso y su glande estaba perfectamente marcado y vaya que era grueso, el saco de su bolsillo del pantalón que ahora estaba en el suelo un condon

  • No sé con cuantos hayas estado, pero no quiero que me pegues nada- me dijo haciéndome sentir sucia, pero lo esperé sin siquiera tener un poco de dignidad por lo que me acababa de decir.

Cuando se puso el condón me firó y pegó mis pechos a los lockers, abrió mis piernas y me lo metió todo. Yo comencé a gemir como la perra y la puta que soy. Mientras tanto, su pene entraba y salía de mi valija, él me tomó de los brazos y me tiraba hacia atrás para metérmelo más al fondo y mis pechos seguían contra el frío metal del locker.  Sus embestidas eran muy fuertes y me volvía completamente loca cómo su pensé era tan ancho que raspaba todo el cuello de mi vagina.

  • Más duro, más duro- le pedía. Podía escuchar como mis nalgas soñaban contra su pelvis mientras no dejaba de oenetrarme brutalmente

  • ¿Te gusta perrita?

  • Me encanta, cogeme más, lo quiero todo

  • Que quieres?

  • Quiero verga, nada me gusta más que sentir tu verga adentro, quiero que me cojas, me violes, me des tan duro como puedas, quiero toda tu verga adentro, me encanta. Soy tu perra, tu puta.

  • Si que eres una puta, Thalia

En ese momento me quedé helada, mi excitacion y mis ganas de verga casi desaparecieron por completo  Él sabía mi nombre, él no debía saberlo, él sabía de mí.

  • ¿Como sabes mi nombre?- le pregunté

  • Thalia Saldivar... era Velázquez?- me dijo sin dejar de embestirme, yo me estaba comenzando a sentir incómoda

  • Velasco- le respondí

  • No importa. Eres la puta, la perra, no es así?

  • Deténte- le pedí poniendo mi cuerpo rígido

  • Tu vas a obedecer, no es así?- me dijo mientras me embestía más duro y me seguía sacando unos gemidos

  • Deténte, no quiero- le dije

  • Vamos Thalia, los dos sabemos que te gusta, que te gusta sentir una verga adentro de ti sin importar nada.

Le pedí que se detuviera varias veces máa, pero eso sólo hacía que me embistiera más duro, yo trataba de tener la boca cerrada porque creía que lo excitaba oírme, pero no le importaba mi silencio, sus embestidas eran duras y me hacían mojarme cada vez más, el cuerpo reaccionaba de una forma diferente a la que yo quería. Comencé a resistirme, el me tomo el cabello y puso mi cara contra el locker, comenzó a lamer mi cuello y también a morderlo, me cofia con velocidad y con fuerza y mis ojos querían ponerse en blanco, me gustaba tanto que no podía ni siquiera seguir peleando por mi dignidad ni por saber el cómo sabía quien era. Él me cogio un tiempo, mis piernas me temblaban y mi cuerpo comenzaba a dolerme, al final me hizo correrme, pero el siguió unos minutos más, hasta que sus movimientos se hicieron más pausado pero mucho más fuertes, yo estaba casi de puntillas mientras recibía toda su verga. al terminar de violase salió de mi y me soltó, yo caí al suelo agotada. Él se quitó el condón lo hizo un nudo y me lo aventó

  • Thalia, la puta- me dijo con sarcasmo mientras se ponía de vuelta los pantalones.

  • ¿Cómo sabes eso de mí?

  • Estudiante de economía, amiga de José, Eduardo y Diego. Muy buenas notas, una vez tuviste un problema académico, pero eso ya es pasado, inscrita en el grupo de violín para intermedios...

  • Como sabes eso?- dije al borde del llanto, estaba asustando, esta ocasion en verdad lo estaba

  • Yo soy Santiago, de Contaduría, mi papá es el director del campus, sólo leí tu expediente. Tengo una sorpresa más, mira arriba a tu alrededor

Lo hice con miedo, arriba había 2 cámaras, una de cada lado que habían grabado todo.

  • Grabaron incluso tú voz pidiendo verga. Thalia, tú estás en mi poder, si no quieres que este video llegue a mucha gente, más que te conoce, tienes que ser una buena perrita. Espera mi mensaje.

Yo sentí que el alma se me iba. La había regado, no podía acudir a ninguna autoridad para salirme de eso porque en la escuela él era el hijo del director, estaba en el equipo de americano, era intocable y no podía hacerlo sin delatar mi puterío, tenía una grabación donde pedía que me cogiera tan duro como pudiera, donde expresamente le había pedido que me violara. Él me tenía en sus manos, yo era de él. Él se fue, yo me subí el pantalón rápidamente y me arreglé para salir de ahí lo más pronto posible. No podía hablar con nadie de estómago ni con mis amigas y menos con mis amigos, menos aún con la familia, así que le mande mensaje al único al que le podía decir esto. Le mande un audio a Daniel contándole todo y el solo me respondió:

  • Eso te pasa por puta.

  • Ahora él es dueño de tu vida, obedécelo

  • Aigue siendo una buena perra