Thai, mi jovencita amiga tailandesa

Sobre mis vivencias en un viaje por Tailandia, en el que conocí a la horma de mi zapato personificada en una jovencita muy especial.

Thai, mi jovencita amiga tailandesa.

Sobre mis vivencias en un viaje por Tailandia, en el que conocí a la horma de mi zapato personificada en una jovencita muy especial.

Había ahorrado durante mucho tiempo para darme un capricho, este capricho era un viaje de un mes por Tailandia, los veinte primeros días estaría viendo las ciudades y templos interiores y los siguientes, escogería el lugar que más me gustara para pasar el resto, este lugar era sin duda Hua Hin, lo preferí antes que a Bangkok, ya que era menos grande y ruidoso.

Pasé un par de días viendo cosas por las mañanas y haraganeando por las tardes para así poder salir de marcha en la noche, al segundo día me pasó alo que marcaría el resto de mis vacaciones.

Estaba yo sentado en la barra con mi segunda cerveza cuando se me acercó una muchachita que como mucho calculé que tenía 16 años, aunque eso era difícil de decir ya que su forma de desarrollo no es igual al estándar europeo. Tenía la apariencia que tendría una chica de 15 años, poco pecho, pocas caderas, bajita y con cara de niña, pero no se podía saber aproximadamente la edad, ya que la alimentación y el modo de vida es muy diferente.

Se me quedó mirando y me saludó en un inglés aun peor que el mío, yo la saludé y ella medio por señas me indicó que si la invitaba a una copa. Pedí otra cerveza y como la anterior, me la pusieron a mi gusto, ósea, solo la botella, la cogí y se la ofrecí, ella me sonrió y empezó a beber glotonamente, de dos viajes la terminó, me lo agradeció y empezó a preguntarme cosas como que de donde era y demás cosas intranscendentes. De paso me enteré que se llamaba Thai, que tenía 18 años (aunque no le creí demasiado) y que era la mediana de una familia de 3 hermanos. Mientras hablábamos, yo pedí otras dos cervezas, una de las cuales se la di a la muchacha. A ella pareció sorprenderle y me lo agradeció dándome un beso en la mejilla, tenía los labios suaves y calientes a pesar de no ser muy carnosos.

No se si por las cervezas o porqué, pero la chica empezó a parecerme mas atractiva y simpática. En un momento dado medio jugando la hice unos juegos de manos muy simples pero que a ella le gustaron mucho. Ella me hizo saber que también tenía habilidades y la reté a enseñármelas.

Lo que vi a continuación me dejó frío y a la vez me excito como hacía tiempo que no me pasaba, con una erección que casi me dolía.

La muchacha cogió una botella medio vacía de cerveza y la puso entre los labios, poco a poco sin ayuda de las manos, la fue absorbiendo hasta que solo se veía el culo de la botella entre sus labios y a través de ese culo pude ver como adsorbía lo que quedaba en la botella de golpe. Luego poco a poco igual que entró, la sacó y la recuperó de entre sus labios con las manos.

Yo solo pude decirle que era increíble y (en ese momento mi otra cabeza había tomado el control) que a parte de guapa y simpática, sabia hacer cosas que no había visto nunca. Ella se sonrojó y dijo que yo también le gustaba y que si quería podíamos ser “amigos” esa noche si luego la daba un presente de mi país.

Estaba claro que a parte de lo “atraída” que se sentía hacia mi lo que quería era pasar un tiempo en un hotel, y si de paso pasaba un buen rato, mucho mejor.

Con lo salido que estaba me estiré como si tuviese sueño y la dije que si quería ver el hotel, ella me respondió que si y me acompañó.

Al llegar a la habitación, prácticamente salto sobre un cesto de frutas y empezó a comerse una de forma muy glotona, eso me excito aun mas, me acerque y la acaricié la tripita por debajo de la blusa, sus ropas eran viejas, pero se veían limpias. Ella soltó la manzana y salto hacia mi abrazándose a mi cuello y dándome un beso entrecruzando nuestras lenguas mientras compartíamos el sabor de la manzana.

En ese momento de excitación máxima pensaba que esa chica no sabía lo que hacía al excitarme de esa manera, porque la pensaba destrozar a polvos.

Ella me fue desnudando poco a poco y luego me sentó en la cama, se apartó un poco y empezó a desnudarse como bailando al ritmo de una música, cuando de dio la vuelta para bajarse las braguitas, yo pensaba que en un momento podía saltar y follármela brutalmente allí mismo.

Ella se dio cuenta y me dijo:

  • “Tu mucho fuerza, no ser bueno, yo quita fuerza”

Y se acercó arrodillándose entre mis piernas, estaba allí a pocos centímetros de mi pene cuando dijo:

  • “Yo muy hábil”.

Y se metió poco a poco sin tocar con las manos mi pene en su boca, luego empezó a hacer un ruido gutural que significaba que me estaba masturbando con la garganta, esto me llevó al límite y cogiéndola de la cabecita y diciendo un:

  • “Toma preciosa, toma tu premioooaaaaaaa”

Me corrí muy copiosamente mientras ella seguía tragando.

Solo fueron unos segundos después de la corrida cuando su garganta y su boquita ya me habían provocado otra erección, esta vez si, mas “estable que la anterior”.

Soltó mi verga sacándola poco a poco de su garganta y antes de poder tomar la iniciativa, saltó sobre mi y mientras se metía mi pene me decía:

  • “mi gustan occidentales, ellos grandes y yo gusto grande”

Si la muchacha se pensaba que yo era un pelele y que ella controlaba la situación estaba muy confundida, así que agarrándola por las caderas le di dos buenos empellones que por la cara que puso, tocaron “fondo”, le di media vuelta, subí sus tobillos a mi cuello y empecé un metisaca muy acompasado y profundo. Ella parecía que tenía estertores de muerte, cogió aire poco a poco mientras respiraba como una mujer de parto y cuando menos me lo esperaba dio un gemido de placer muy grande seguido de otros mas pequeños. Se estaba corriendo como una cerda, su vagina hacía movimientos involuntarios espasmódicos alrededor de mi polla, no pude resistir mas y me corrí mientras le decía:

  • “eres fantástica, la mejor de todas aaaaaaahhhhhhhhhhh, Tooooooooma.”

Ella no decía nada, parecía estar en coma, pero al salirme de ella y tumbarme a su lado, me besó y dijo en castellano “gracias”

Así nos quedamos dormidos, pero la mañana depararía otras sorpresas.

Continuará

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