Thai, mi jovencita amiga tailandesa (3)

Continuación del relato sobre mis vivencias en un viaje por Tailandia, en el que conocí a la horma de mi zapato personificada en una jovencita muy especial (y su hermana).

Thai, mi jovencita amiga tailandesa (3).

Continuación del relato sobre mis vivencias en un viaje por Tailandia, en el que conocí a la horma de mi zapato personificada en una jovencita muy especial (y su hermana).

Tal y como nos quedamos dormidos la noche anterior, amanecimos, Thai a mi lado y Shi en un sofá del hotel.

Yo fui el primero en despertar y como ya dije en el anterior relato, tenía ya algo pensado si eso ocurría.

Nada mas despertar fui a orinar y luego me dirigí donde estaba Shi, al acercarme pude comprobar que para su comodidad había abierto las piernas y había apoyado los pies en el suelo, uno hacía cada lado. Esto me daba un primer plano de sus partes mas intimas, lo cual me empezó a producir una erección, pero al fijarme un poco más y comprobar que la leche se había escapado de su culo y estaba reseca en el sofá de cuero, mi erección creció hasta un nivel máximo.

Allí estaba Shi, ajena completamente a lo que ocurría a s alrededor, así que, siguiendo más mi instinto que otra cosa, con cuidado empecé a tocarle la zona del clítoris poco a poco, a pesar de no despertar, empezó a segregar jugos, al momento parecía inconscientemente dispuesta para lo que le deparaba. Apunté mi erección a su gruta y de un empellón se la clavé hasta el fondo. Ella despertó instantáneamente y al yo pensar que pudiese gritar del susto, silencié sus labios con los míos y continué el rítmico bombeo.

A los pocos segundos, ella dejó de mirarme y empezó a perdérsele la vista por el infinito, cerraba los ojos cansinamente y luego los abría como si se despertara de un bonito sueño.

Yo, en la misma posición seguí bombeando muy excitado, a los pocos minutos no pude aguantarme más y dando un fuerte y último empujón, me corrí copiosamente mientras decía:

-“siiiii, siiiii, siiiiii, toma maldita putaaaaaa, lo que mas te gustaaaaaaa”

Al terminar, me puse en pie y vi que tanto ella como yo estábamos bastante sucios, por lo que me dispuse a terminar la faena matutina de una forma mas “limpia”.

Agarré a Shi de las manos y moviéndola como a un pelele me encaminé al servicio, supuse que quería orinar, así que la senté en la taza y la dejé hacer. Yo estaba a su lado de pie y al mirarla vi que estaba mirando directamente a mi polla… “Craso error”, pensé yo. Agarré mi polla manchada de nuestros flujos y se la puse en la boca, ella, resignada solo abrió y empezó a limpiármela poco a poco, a lameretazos, lo me recordó a un gato bebiendo y mi polla reaccionó al instante recuperando su “fuerza” perdida.

Shi había terminado ya, pero a mi no me importaba, ya que tenía otras cosas entre manos. Y precisamente fueron las manos con las que agarré a Shi por la cabeza y empecé una lenta follada de boca, de pronto, caí en la cuenta de que seguíamos estando sucios, así que se la saqué de la boquita y la ayudé a entrar en la bañera, con la erección en ristre.

Cogí jabón y lo aplique sobre nuestros cuerpos, luego empecé a frotarme con ella y a limpiarla por todos sitios, a ella pareció gustarle. Cuando no pude más, descarté el follármela otra vez y me decidí por continuar con la follada de boca. Así que, sentándola en el borde interior de la bañera y apoyando su cabecita en los azulejos, la puse a la altura necesaria y me introduje en su boca. Empecé a follar su boca poco a poco y luego fui acelerando. La situación me calentaba mucho, ella estaba inmóvil, viendo como horadada su boca sin casi poder participar en nada y mientras yo follándole la boca apoyado en la barra de la pared. Fue precisamente esta sumisión lo que me hizo excitarme aún mas y pensar en que cuanto mas aguantara, mas leche la daría como premio a su “labor”.

La verdad es que me sorprendió mi aguante y cuando pensaba que mas controlaba la situación, se me fue de las manos y viendo que no había marcha atrás, aceleré el ritmo y me corrí

-”Hoy te toca desayunar a ti y esta vez si que hay bastanteeeeeeeee”

Fue una gran cantidad que ella tragó al no poder hacer otra cosa. Al separarme comprobé que le había salido un poco por la nariz al no poder tragarlo todo, lo recogí con el dedo y se lo di a comer de nuevo, ella lo acepto sin protestas.

Acabé de ducharme y la hice “acabar” a ella con mis dedos como agradecimiento.

Salimos de la ducha, se vistió y se marchó en silencio no sin antes coger unas piezas de fruta y guardárselas en los bolsillos.

Yo por mi parte volví a la cama y pude dormir un par de horas mas antes de tener que despertarme para ir a una excursión de 2 días que ya había contratado.

Antes de irme, preparé un paquete de alimentos a Thai y se lo dejé en la cama, la desperté y la dije que eso era para ella y que esa noche no me buscara ya que no estaría. Me dio un beso y siguió durmiendo plácidamente.

Antes de irme guardé mis cosas en la maleta y la cerré con llave en el armario, “quien quita la ocasión quita el peligro” pensé para mi.

Fue una bonita excursión y por la noche gracias al cansancio acumulado dormí de un tirón.

Al día siguiente regresé a media tarde el hotel y al recoger la llave me dijeron que había un mensaje:

“De Thai. Mi familia quiere agradecerte lo bueno que eres, por favor, ven a cenar esta noche, nuestra casa está en la zona……..”

Me extrañó un poco, pero le pregunté al recepcionista y me dijo que no era una zona muy mala y que por unas monedas, el llamaba a un guardián que me llevaría e incluso esperaría lo necesario por una módica tarifa.

Acepté al guardián el cual resultó ser un tipo de 1,60 y muy poca cosa, pero al que se le notaba un bulto en forma de pistola en el pantalón. Antes de ir di instrucciones al recepcionista para que alguien fuese a comprar una caja con víveres y algunos dulces por un lado y que me prepararan un bocadillo y bebida sin alcohol (para el guardián) por otro.

Y usando al guardián como porteador, pusimos rumbo a la casa de Thai y Shi.

Continuará

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