Tetaterapia

Experiencia clínica de una neurosis obsesiva con las tetas.

TETATERAPIA

CASO CLINICO

Se nos presenta un varón, blanco, de 39 años de edad, 1m 70cm de altura y 69 kg. de peso al cual, estudiada su sintomatología, se le diagnostica una neurosis obsesiva-compulsiva cuyo origen parece ser una fijación simbiótica por los pechos femeninos.

El tratamiento propuesto serán sesiones de tetaterapia durante un periodo no inferior a seis meses. El objetivo es que en dicho periodo el paciente pueda desarrollar una conducta normal y la hipótesis de de trabajo, que la curación se logrará induciendo a que el paciente asocie inconscientemente el objeto sexual (los pechos) con sensaciones displicentes en oposicón a otras placenteras.

Sesión 1ª

Tras averiguar cual es su perfume femenino favorito, sentaremos al paciente con los ojos vendados y le daremos a oler, alternativamente, un frasco con dicho perfume y otro con quero seno , de tal manera que cuando huela el perfume dirá en voz alta: ¡perfume! , y cuando huela el otro: ¡quero seno !. Perfume, quero seno , quero seno , quero seno , perfume… al final terminará aborreciendo todo lo que le recuerde al quero seno .

Sesión 2ª

También con los ojos vendados, se le dará a probar de dos platos: el primero con algún puré que sea de su agrado y el segundo con el mismo contenido pero añadiéndole trocitos sólidos desagradables (granos de cayena, por ejemplo). Según los pruebe, deberá repetir, como en la sesión anterior: ¡puré!, si es el plato bueno o ¡tro pezón !, si mastica la cayena. Puré, tro pezón , puré, tro pezón , tro pezón , tro pezón El resultado deberá ser idéntico al anterior.

Sesión 3ª

En este caso, dotaremos al paciente con unos auriculares a través de los cuales iremos proporcionándole dos tipos distintos de melodías. La primera, alguna ópera cantada por Pavarotti, sublime y placentera, y la segunda, algún aria interpretada por Ainhoa Ar teta , pero en este caso, se la distorsionaremos de tal manera que suene estridente e insoportable. Le pediremos que identifique sucesivamente cuál de las dos está escuchando y que lo diga: Pavarotti, Ar teta , Ar teta , Pavarotti, Ar teta

Sesión 4ª

Sobre una bicicleta estática, pediremos al paciente que pedalee, aumentando y disminuyendo la dificultad del pedaleo, de tal manera que en ocasiones tenga la sensación de que rueda sobre llano y otras de que sube una cuesta. Así, cuando emplee menos esfuerzo, deberá decir ¡llano!, y cuando vaya subiendo: ¡re pecho!** *

* Hay que llamar la atención, por si no lo habían advertido, sobre el hecho de que en todas las sesiones el porcentaje de palabras clave que le haremos repetir ha de ser, al menos del 90%.

Sesión 5ª

Por último, dispondremos una gran pantalla sobre la que proyectaremos dos diapositivas. Una de ellas corresponderá a una exuberante y sugerente mujer; la otra mostrará un pene en erección, lo más repugnante posible. Ofreceremos al paciente la posibilidad de que elija si quiere verlas o no. En el primer caso deberá pedir: ¡enseña! , y en el segundo: ¡c ubre ! , continuando así el procedimiento como en los casos anteriores: enseña, c ubre , c ubre , c ubre ..

RESULTADOS

La terapia pretendía estimular inconscientemente la libido del paciente a través de los cinco sentidos, para corregir su comportamiento obsesivo. Tras repetir las sesiones durante seis meses, dimos de alta al paciente, pero procedimos a hacerle un seguimiento que duró otro mes más.

Hemos de reconocer que, aunque la terapia puede ser considerada como un rotundo éxito, aún hay detalles que pulir.

En principio, hemos optado por ingresar al paciente pues, lejos de corregirse, no hacía más que abalanzarse sobre toda teta que se moviera o que no se moviera, da igual, lo cual ha provocado la renuncia al experimento de la doctora Pascual, harta de que la intentara sobar a todas horas. Creemos que este hecho no tiene mayor importancia, que es debido a un reflujo subconsciente de la libido agónica y que se pasará.

Por otro lado, el paciente se nos ha hecho adicto al queroseno, lo cual no entraña ningún peligro (peor hubiera sido la heroína, joder) siempre y cuando no se encienda un cigarro mientras consume.

Pero solución tiene lo de la úlcera gastrointestinal irreversible provocada por la cayena aunque, al menos, no es un cáncer. Además, el hombre se ha esforzado en llevar una vida saludable a través del ejercicio físico, subiendo diariamente hasta 2.100 metros con su bicicleta, aunque pensamos que fue demasiado exagerado y que ha tenido suerte de sobrevivir a los tres infartos.

Pero lo que más nos preocupa (en realidad es la única razón por la que permanece ingresado) es esa absurda e injustificada obsesión que le ha entrado por degollar a la soprano, que hasta había comprado un billete a Milán con el fin de darle pasaporte allí mismo.

A pesar de estos pequeños detalles sin importancia, fáciles de subsanar, puede afirmarse, sin lugar a dudas, que la tetaterapia es la más nueva y efectiva forma de acabar con las obsesiones de este tipo. Animamos a la comunidad científica para que profundice y comparta con nosotros sus hallazgos.