Terror zoofílico (2)

Una vez rotas las barreras ya nada podía detenerlos.

TERROR ZOOFÍLICO – 2

Luego de todo este ajetreo, Beto se fue al baño y yo regresé a la parrilla, estaba en eso cuando regresaron las mujeres de su paseo. La cena estuvo tranquila y se conversó de todo, el ambiente relajado y las mujeres ignorantes de lo acontecido no entendían las indirectas que nos mandábamos Beto y yo.

Al día siguiente mucha playa y paseos al centro con toda la familia no dieron oportunidad para que pudiéramos conversar, así que solo había miradas cómplices y risas sin motivo aparente, que nadie, además de nosotros dos, entendía.

Una semana tuvo que transcurrir para que se diera la oportunidad que estábamos esperando, las mujeres proyectaron un viaje a la capital y eso implicaba que se quedarían a dormir allá esa noche, obviamente nosotros nos excusamos, dijimos que cortaríamos el césped y haríamos otros trabajitos en esos dos días.

Una vez que se marcharon las mujeres, nos fuimos a la playa y tomando sol pudimos por fin tener nuestra charla a fondo,

bueno tío, has tenido unos cuantos días para pensar, ¿cómo va la cosa?

y no sé, sí he pensado mucho y creo que debemos dejar esto como una aventura que te tocó vivir y nada más

¿nada más, estás loco?, esta aventura como le decís me va a marcar para siempre, es más me ha hecho ver que es lo que quiero en verdad.

¿y qué querés, seguir haciendo eso para siempre?

no sé si para siempre, pero hoy que estamos solos quiero que cumplamos la promesa que nos hicimos el otro día.

pero Beto comprendeme, soy tu tío, y si bien te dije algunas cosas, fui influenciado por la calentura que me agarré al verte ensartado por el perro, y creo que no debería pasar nada entre nosotros.

ponete una mano en el corazón y decime la pura verdad, ¿no te gustaría llevar a la realidad los sucios pensamientos que tuviste con mi persona?

pero mi niño, no seas así, sabés que mi deseo por ti es inmenso, pero vamos a dejarlo así.

está bien, ¿te dejarías entonces montar por el perro del vecino?

te diré que la idea cruzó por mi cabeza, pero, ¿viste el semejante pedazo de pija qué tiene?

no seas cagón, yo soy mucho mas chico que vos y al final me la metió toda y no me morí.

está bien, pero me tenés que ayudar.

pero claro, esto no me lo pierdo por nada.

Nos fuimos a la casa a preparar todo y a tratar de que el perrazo viniera con nosotros sin llamar la atención de los vecinos. La suerte nos acompañó, pues el animal estaba dormido en el bosquecillo del fondo, allí donde había ocurrido todo unos días antes.

bueno tío, tu destino está marcado, los dioses te sonríen y tu macho está esperando por ti.

pero Beto, es mediodía.

dale tío, esto es tan espeso que no se ve de ningún lado.

está bien, ¿y qué te parece que hagamos?

sacate el bañador y ponete de cuatro patas que yo me encargo del resto.

con un poco de vergüenza me lo saqué esperando el comentario del muchacho.

¡qué lindo pedazo de pija tío!

dale, no me jodas, vos no te quedás atrás

pero el mío mide 18 cms y me parece que el tuyo debe tener como 21 cms y es muy grueso

algo así, bien parado mide 19 cms de largo y como 12 cms de circunferencia

yo no me medí nunca la circunferencia, pero debe ser muy parecida a la de tu pija.

después lo medimos, ¿de acuerdo?

bien, pero ahora vamos a lo nuestro, ponete bien de cuatro patas y levantá un poquito la cola.

Yo hice lo que me pedía Beto y éste me dio unos golpecitos en las nalgas mientras llamaba al perro, éste ni corto ni perezoso vino enseguida y comenzó a lamerme el culo. me dio dos o tres lametazos y se me subió, atrapándome por la cintura con una fuerza increíble, a la vez que comenzaba con sus movimientos de vaivén, pero no lograba su cometido. Yo sentía la punta de su pija mojada y caliente que chocaba con mis nalgas, se iba por mi espalda o por entre las bolas.

ahora vas a ver para que sirve un sobrino, tío querido,

y mientras decía esto tomó con su mano la pija del perro y me la colocó en la entrada del culo, el perro al sentir el calor de mi recto, empezó a bombear con más ganas y yo comencé a sentir como me entraba aquel semejante monstruo, rompiendo todo lo que encontraba a su paso. Metió tan rápidamente la verga, que ésta entró totalmente sin adquirir todo su grosor, pero en pocos instantes comencé a sentir como ésta crecía más y más, y el bulto que tiene en la parte de atrás creció tanto dentro de mi recto, que el esfínter no le permitía escapar

¿te duele tío?

  • me duele la entrada del culo y siento que la punta de la pija me empuja los intestinos, pero en realidad no es algo tan malo,

mirá como tengo mi pija.

Beto se agacha un poco, miró mi erección e inmediatamente se quita el bañador, se acuesta boca arriba y se desliza por entre mis brazos hasta llegar con su boca a mi pija, comenzando a mamarla, cosa que casi me vuelve loco. Tenía en el culo la pija del perro, que en ese momento me pasa una pata por encima y quedamos enganchados, soltando litros de leche caliente en mis entrañas, a mi sobrino dándome una súper mamada, y por si fuera poco veo frente a mis ojos la hermosa pija de Beto, a punto de reventar y soltando líquido preseminal. Agaché la cabeza y empecé a lamer y chupar ese hermoso pedazo que tantas veces había anhelado.

Sentir la verga del perro soltando su leche en mi interior, la boca de Beto mamando la mía y yo a mi vez chupando la de él, fue más de lo que podía soportar y comencé una interminable acabada, largando cantidades de semen que el muchacho se tragaba golosamente. Sentir mi leche en su boca fue también el disparador para que él comenzara a acabarse en mi boca, lo succioné con mas ganas y me tragué todo el semen que salía a borbotones.

mi niño, esto fue lo mas fabuloso que sentí en la vida, le dije mientras besaba sus testículos y me animaba a pasarle la punta de la lengua por el culito

¿verdad que estuvo bueno, te gustó como te la mamé?

claro, veo que tienes una gran experiencia.

pues no, es la primer pija que chupo, aunque en sueños ya lo había hecho muchas veces, ¿y qué te pareció el perro?

joder, niño mío, pensé que me partiría en dos con semejante aparato.

pero no fue así, como empieza metiendo la punta dura, fina y bien lubricada, te va abriendo sin causarte mucho daño

En ese instante el perro hace un movimiento y su enorme pene sale de mi interior sonando como un taponazo, Beto y yo nos dedicamos a mirarlo mientras se lame, a mí me salía a chorros el semen del culo, corriendo por mis piernas y cayendo al suelo.

tío, ¿no te gustaría mamar al perro?

la verdad es que no me animo, pero si querés hacerlo yo te ayudo.

bueno, ponele el culo para que te lama y yo me ocupo de su pija.

Caminando de cuatro patas me fui colocando en una posición en la que dejaba mi trasero lo mas cerca posible de su boca, y el animal comenzó a lamer su propio semen, con unos lengüetazos que me volvieron loco. Mientras yo hacía que el perro me lamiera el culo, mi sobrino se fue aproximando a su tremendo pene y comenzó tímidamente a pasarle la lengua, como el perro no opuso resistencia enseguida se lo metió en la boca y comenzó a mamarlo con ganas. El perro terminó conmigo y se enderezó, comenzando a realizar movimientos copulatorios en la boca del niño, lo que demostraba que estaba pronto para otra cojida.

el perro sigue con ganas Beto, ¿qué hacemos?

¿lo ayudarías a que me ensarte y te pondrías después en posición para que yo te la meta a ti?

me encanta la idea.

Mientras decidíamos esto, el animal había logrado enfundar el pene a base de lamidas y nos miraba con atención, como si hubiera entendido qué esperábamos de él.

Puse al muchacho de cuatro patas y comencé a lamerle el culo, esto hizo que el perro se aproximara para hacer lo mismo, yo se lo permití y mientras acariciaba el pene de mi sobrino. En un instante el perro se subió a la espalda de Beto y comenzó con su consabido vaivén, yo tomé su verga con la mano y dirigí su roja punta al culo ansioso que pedía a gritos una verga. En un instante la tenía toda adentro y hasta el bulto, que comenzó a crecer dentro del recto del niño.

Yo me acosté boca abajo y fui retrocediendo por entre los brazos del muchacho hasta quedar en una buena posición para que este pudiera meterme la pija, cosa que logró fácilmente, pues entre sus líquidos y los del perro estaba bien lubricado. Una vez ubicado y cuando sentí la cabezota de su verga en mi esfínter anal, comencé a levantar la cola lentamente para que pudiera entrar, pero no contaba con la ayuda del perro que con cada embestida que daba, hacia que la pija del muchacho entrara profundamente en mi interior

por dios tío, esto es el cielo, mi calentura es tanta que no creo que me aguante mucho.

tratá de aguantar hijo, así disfrutamos un rato mas de estas pijas grandes y calientes.

trataré, pero no creo, dame tu lengua, metemela en la boca, comeme todo.

Cuando nuestras bocas se juntaron y las lenguas comenzaron a buscarse, la calentura fue tanta que sentí que el pene de Beto comenzaba a latir en mi interior y me llenó de leche caliente.

¿te fuiste, tío?

no, pero no creo que demore

por favor sali de abajo mío y poneme la pija para que te la chupe

Rápidamente me moví hacia delante haciendo que su verga saliera de mi culo y atrás de ella todo su semen, me instalé de rodillas frente a él y se metió mi pene en la boca, le dio dos chupetazos y no me aguanté más, le llené la boca con mi semen, que tragó con muchas ganas.

En ese momento el perro se desconecta de mi sobrino, quedando su enorme verga fuera del capullo, pero el animal inmediatamente se pone a lamerla y en unos minutos la guarda completamente y se acuesta a dormir.

bueno , creo que por hoy tenemos bastante, le dije al muchacho.

para el mediodía sí, me contestó muy atrevido, pero no te olvides que esta noche estamos solos.

¿y qué ideas tenés, niño terrible?

vamos a bañarnos y te cuento.

andá vos, después voy yo.

de ningún modo, tío mío, nos bañamos juntos y luego dormiré en tu cama.

si te quedás en mi cama esta noche, no creo que podamos descansar.

veo que vas captando la idea.