Terribles decisiones, Liz Parte 3, final Liz.
César tomaría la virginidad de mi novia Liz y no podía hacer nada al respecto...
La suerte estaba echada. César tomaría la virginidad de mi linda novia Liz. No podía evitarlo, lo sabía, cuando ella colgó esa llamada no me preguntó ni una vez si estaba seguro, solo tomó su oportunidad. Al menos quise hacerle una petición que ella aceptó, por culpa tal vez.
Al otro día en clases intenté no pensar en eso, y llegó el receso, Liz me esperaba donde siempre. Me senté a lado de ella y no me atreví a tomar su mano, fuimos al comedor y cuando se empinó un poco para servirse, miré su culo, noté que sus nalgas se veían más lindas y redondas que de costumbre con esa floja falda de tablones, como si estuviera más marcada la redondez de sus nalgas.
— No traes los shorts de licra — dije sin dejar de mirar, ella se volteó.
— No — dijo avergonzada.
— ¿Que traes debajo? — dije nervioso.
— Pues — balbuceaba viendo su ensalada — Una tanga — dijo débilmente.
Salimos de ahí de la misma manera que entramos, prácticamente sin hablar, ella con la vista clavada al suelo y yo viendo al frente, la chicharra sonaba, ella se despidió levantando una mano, sin beso, y la vi alejarse. Cuando acabaron las clases me llegó un mensaje.
— Ya me fui, tengo que preparar algunas cosas ¿Ok? — me dijo ella en texto, enfurecí.
— ¿Que cosas? Debiste despedirte — escribí furioso.
— Lo siento, no te enfades por favor — escribió ella rápidamente — Te amo — agregó de inmediato ¿Sólo quería que no echara abajo su gran día? — Quiero ordenar el cuarto — respondió, obviamente no fue una buena excusa.
— Recuerda el plan — escribí.
Llegué a mi casa e intenté no subir a mi cuarto, si estaba a solas me masturbaría, y si me masturbaba recobraría la cordura, no quería enfrentarme a la realidad. Lave los trastes, platique con mi madre, jugué solo con un mazo de cartas. Fue la tarde más larga de mi vida.
Me desesperé y fui por mi celular, llegué a las 2:30pm a casa, vi la hora, 5:48pm, lo desbloqueé y ni un solo mensaje, vi la última hora de conexión de ella, 2:53pm, sentí un escalofrío al pensar que obviamente a esa hora había llegado él y que estaban tan ocupados que ella ni siquiera había mirado su celular.
Subí a mi cuarto y comencé a masturbarme viendo aquellas fotos que irónicamente el mismo César le había tomado. Me masturbé como loco viendo las fotos, pensaba en todo el placer que él estaría obteniendo ahora mismo con ella, casi me corría y me detenía, no quise aclarar mi mente, 6:20pm.
Decidí relajarme, todo era tan abrumador, me sentí exhausto mentalmente y logré dormir un poco, desperté, de inmediato vi el celular, nada, 6:55pm "Última hora de conexión 2:53pm"
Pensé en llamarla, pero ¿Y si ella se pone nerviosa y dice algo estúpido? ¿Que haría él? Me quedé viendo como avanzaban los minutos con la aplicación de llamada abierta y su número marcado, 7:17pm.
Apenas cerraba los ojos y lo imaginaba a él con cara de placer histérico follandose a toda velocidad a mi novia en cuatro patas, 7:25pm.
Fui al baño, me moje la cara ¿Debería bañarme? Igual me tendría que bañar más tarde, podría quemar tiempo y tener un pendiente menos, el celular sonó, contesté histérico sin siquiera confirmar qué fuera ella, 7:42pm.
— ¡¿Bueno?! — dije histérico.
— Hola — respondía, escuchar su voz hacía me tranquilizó.
— ¿Ya se fue? — pregunté de inmediato.
— Si, se acaba de ir, me diji-
— Voy para allá — respondí interrumpiéndola y colgué.
Corrí a mi cuarto y tomé la mochila rápidamente, bajé corriendo.
— Voy a casa de Gustavo, una tarea — le dije rápidamente a mi papá.
— ¿Te llevo? — preguntó.
— No, está bien, yo voy, llego más tarde — dije rápidamente, mi padre asintió.
Corrí a su casa y en 4 mins estaba en su casa, toqué el timbre, ella me vio sorprendida por la ventana y fue a abrir.
— ¿Estabas cerca? No te vio ¿Verdad? — preguntó nerviosa lanzando la mirada a la calle, llevaba solo la blusa escolar y una linda tanga roja, entré rápidamente.
— No, estaba en mi casa — dije con la respiración agitada.
— Ok — dijo nerviosa.
Entramos a su cuarto, la cama estaba destendida, su falda escolar de tablones en el suelo a lado de su brassier, ella los recogía y ponía en la cama, la tanga era de hilo, ver ese hilo metiéndose entre sus lindas nalgas era increíble, miré fijamente y sin vergüenza, su coño parecía bastante húmedo.
— Me estaba vistiendo y escuché el timbre — decía justificándose.
Volteé a su la laptop, el celular conectado y la ventana de Windows de copiado en un 85%
— Llegaste tan rápido que apenas se está pasando — dijo sonriendo nerviosa.
Veíamos como se completaba rápidamente, sin decir nada, 100%, tomé el mousse de inmediato, ella detuvo mi mano.
— ¿En serio quieres verlo? — preguntó nerviosa con su mano sobre la mía.
— Si — respondí firmemente y di doble clic.
— No te rías… ni te enojes — dijo débilmente.
El video comenzaba y César hablaba detrás del celular apuntando a mi novia sentada en la cama, ella sonreía nerviosa.
— ¿Que vamos a hacer? — preguntaba cómicamente César, ella reía — ¿Que vamos a hacer? — insistía él.
— Follar — respondía en pantalla Liz.
— Te voy a hacer mujer — decía cómicamente, ella reía histérica de nuevo.
— Ok jajaja me harás mujer — él se ponía de pie y apuntaba hacia abajo.
— ¿Cuánto llevas con tu novio? — preguntaba cruelmente acariciando su cabeza, ella reía nerviosa.
— 1 año y medio — decía débilmente.
— ¿Y no te ha hecho mujer? — preguntaba con crueldad, ella reía.
— No... — respondía débilmente.
— ¿Hace cuanto nos conocemos? — preguntaba él.
— Mmm ¿5 meses? — preguntaba ella.
— ¿Pero hace cuanto nos hablamos? — insistía él.
— ¿Un mes? — respondía ella.
— Y aún así me darás tu virginidad a mi — decía cruelmente, ella asentía avergonzada — Chúpamela — él exigía y ella le abría el cierre de inmediato, le desabrochaba el pantalón y los bajaba rápidamente hasta sus tobillos.
Ella lamía obscenamente a todo lo largo su falo erecto por encima de sus boxers, él apuntaba firmemente y se retorcía un poco.
— ¿Que le dijiste de grabar? — le pregunté sin dejar de ver la pantalla.
— Solo que quería grabar, le gustó la idea — dijo en seco viendo también la pantalla.
— Chúpamela bien putita — decía César en la pantalla.
Liz bajaba firmemente sus boxers y su enorme verga larga y gruesa salía de un salto, ella comenzaba a darle una mamada de inmediato. Él gemía un poco y empujaba con su mano libre la cabeza de mi novia hasta hacerlo tragar casi toda su verga, era abrumador verla con la boca tan abierta y ver esa enorme verga desaparecer casi por completo dentro de ella, la retiraba de su verga con su mano sobre su frente, ella miraba la cámara esperando, él se sentaba en la cama sin dejar de grabar en primera persona.
— Desnúdate para mí — decía lujuriosamente, ella se ponía de pie.
Se quitaba tímidamente la blusa, un lindo brassier, el que estaba tirado en el piso, dejaba caer la blusa y se retiraba el brassier rápidamente.
— ¿En serio él ni siquiera ha visto tus lindas tetas? — preguntaba sin mover la toma, ella negaba con la cabeza, estaba a lado mío con solo la blusa puesta, no llevaba nada debajo de su blusa y ni así había podido ver sus lindas tetas en vivo aún.
En pantalla ella bajaba su cierre de la falda y dejaba que la falda cayera.
— La tanga de espaldas — decía él con firmeza, ella sonreía nerviosa y se daba la vuelta sosteniendo su tanga sin bajarla — Empínate — le decía firmemente y ella reía dándole la espald — Como quiera hoy vas estar empinada toda la tarde — reían más.
Ella doblaba la espalda y levantaba el culo, sabía hacerlo ahora, esos días con él había aprendido como mostrar su lindo culo, sostenía su tanga delicadamente con ambas manos y la bajaba lentamente, sus preciosas nalgas firmes quedaban al desnudo y él tocaba con una mano, separando obscenamente una nalga para mostrar sus agujeros en primer plano.
— Acuéstate — decía él con firmeza.
Ella se acostaba en la cama boca arriba, él hacia una toma de mi linda novia desnuda sobre la cama. Él colocó el celular sobre la mesa de noche a lado de la cama, era como si miraras sentado en una silla a lado de la cabecera, a lado de ella y apuntando hacia la cama, el encuadre comenzaba en la almohada donde ella tenia la cabeza y hacia lo largo en la cama, enfocando el resto de la cama y al fondo su closet.
Él tardaba unos segundo y luego subía desnudo a la cama y ella lo veía fijamente, la toma era perfecta, podía ver todo su cuerpo a lo largo y su cara perfectamente, él abría firmemente sus piernas y sentí un escalofrío, él veía detenidamente su coño perfectamente depilado, ella no dejaba de mirarlo. Él hundía la cara entre sus piernas y ella le ponía las manos sobre la cabeza, él alcanzaba su coño con la cara y comenzaba a comérsela, ella alzaba la cara, se retorcía un poco ante su primer lamida y gemía tímidamente, la verga me saltó en los pantalones.
Él la veía fijamente alzando la vista con su coño en la boca, ella disfrutaba su boca entre sus piernas, él comía con más profundidad y ella se retorcía y gemía sin cerrar las piernas ni un solo segundo y apretaba con firmeza su cabeza contra su lindo coño y alzando la cadera restregándole el coño en la cara. César levantó la cabeza y la veía fijamente acercando las entrepiernas, ella recuperaba la respiración y César se ponía de rodillas frente a ella entre sus piernas, tomaba su verga con una mano y la colocaba.
— Despacito — decía ella en pantalla débilmente, él sonreía con sorna — Despacito jaja — reía insistiendo nerviosa — ¡Ay! — expresaba ella casi gimiendo en pantalla mientras él le colocaba la verga en el coño, nada parecido a sus gemidos tímidos por su lengua, un gemido firme y largo.
Él no soltaba su verga e iba más profundo, apenas la punta entrando y ella veía fijamente abajo, él se acostó lentamente sobre ella sin mover la cadera y Liz lo abrazó, ella quiso besarlo, pero él tenía la vista clavada en la almohada y posaba su rostro lentamente a lado del de ella.
Ella apretó mi mano, pude ver cómo él movió lentamente su trasero hacia ella entrando lentamente, muy lentamente, ella se retorcía y gemía con fuerza a lado de la cara de él, pude ver la cara de César perdida en el placer entrando lentamente en mi novia virgen.
— Estás súper apretada — decía él desesperado sin alzar la cara a lado de la de ella, su trasero hacia atrás y luego hacia adelante con el mismo ritmo lento, pero firme, ella se retorcía y gemía.
César comenzaba a tomar ritmo, iba hacia adelante y hacia afuera con más profundidad, le clavaba la verga por completo y restregaba su pubis contra el de ella con firmeza con toda su enorme verga dentro, ella soltó su cuello y apretaba histéricamente con ambas manos las sábanas con los brazos extendidos, él cerraba los ojos y aumentaba la velocidad y la fuerza de sus penetraciones, su trasero bajaba y subía rápidamente sobre mi novia y él gemía profundamente disfrutando cada segundo, ella hacia ruidos histéricos y se retorcía debajo de él. César levantaba la cara, ella lo buscaba y lo besaba desesperada, él se ponía de rodillas frente a ella y pude ver cómo su gruesa verga seguía metida dentro de ella a medias, su coño lo abrazaba firmemente, él tomaba sus piernas y ponía sus rodillas sobre sus hombros, ella veía con curiosidad. César se recostaba lentamente sobre ella sin penetrarla, cara a cara, ella reía nerviosa por como él la hacia doblarse hasta poner sus propias rodillas a lado de su propia cara, él bajaba las manos y la tomaba firmemente del culo con ambas manos, una mano en cada nalga, él sobre ella con la parte posterior de sus rodillas sobre sus hombros, ella tan torcida que tenía sus propias rodillas a lado de su cara, viéndose ambos fijamente y él tomando el lindo de mi novia con ambas manos... Y el show comenzó en serio.
Él se dejó caer sobre ella con fuerza y gimió profundamente, al mismo tiempo ella se retorció tan fuerte que lo empujó un poco con sus piernas y lanzó un alarido casi preocupante, él se restregaba contra ella fuertemente manteniendo la posición, disfrutando estar por completo dentro de ella, alzaba la cara y gemía, su cara de placer era casi graciosa.
— Me dolió cabrón... — me dijo a lado mío, su tono no era una queja.
— Te entró toda — dije nervioso viendo la pantalla, ella no respondió.
Él comenzó a ir a toda velocidad sobre ella sin piedad, ella se retorcía y hacia ruidos histéricos, nosotros en la vida real veíamos en completo silencio, podíamos escuchar los húmedos sonidos de él entrando ella, iba cada vez más rápido y los ruidos histéricos de ella se convertían con cada penetración en honestos gemidos de placer.
— Ahora SI eres mi puta — decía él mirándola histérico, ella asentía desesperada entre sus gemidos — Dilo — exigió él con fuerza.
— ¡Soy tu puta! — dijo desesperada como pudo entre sus ruidos.
— ¿Te gustaba? — pregunté solo por morbo.
— Demasiado — dijo ella.
Vimos por varios minutos como ellos disfrutaban entre ruidos y jadeos esa posición, ella gimiendo como loca con los ojos cerrados, él viéndola fijamente a la cara y sin bajar la velocidad, él se retiraba rápidamente y ella recuperaba la respiración desesperada, él tomaba el celular y lo ponía sobre el mismo escritorio donde estábamos viendo nosotros ese vídeo, apuntaba a la cama de lado, él se sentó en la cama y la tomaba de la mano, ella comprendió y fue a sentarse sobre él rápidamente.
Ella se colocaba tímidamente sobre él, echando la vista abajo, él sostenía su verga con una mano para que ella se penetrara así misma sentándose sobre él, la toma está vez era abrumadora, en la toma anterior no podía ver explícitamente, sus cuerpos moviéndose y sus caras de placer, ahora veía en primer plano el precioso culo de ella y como ella iba sentándose lentamente sobre esa enorme y gruesa verga obscena con sus asquerosas venas tan marcadas, ella iba sentándose en él, gemía delicadamente y veía la cara de placer del idiota mientras su enorme verga desaparecía dentro de ella. Las piernas de ella temblaban y Liz se detenía a la mitad de su falo, él ya estaba suficientemente dentro de ella, soltó su verga, la tomó con una mano por el hombro pasándola por su suave espalda y con la otra sobre la cadera y la hizo bajar firmemente hasta la base, ella se retorció fuertemente y lanzó un gimoteo jodidamente cachondo, sigo teniendo grabada a fuego en mi mente la cara de completo placer de él, mientras tenia por completo ensartada a mi novia así.
— ¿Te dolió? — pregunté tímidamente viéndola, alejando la vista de la pantalla por primera vez.
— No... — dijo débilmente.
Un gemido profundo de él en pantalla nos hizo ver de nuevo, él la tomaba firmemente del culo con ambas manos y la hacia bajar y subir rápidamente, ella lo abrazó desesperada por el cuello y dejó que él la usara como quisiera durante varios minutos, ver el precioso culo firme de mi novia caer una y otra vez desapareciendo esa enorme verga dentro de ella casi me hace eyacular sin tocarme.
— A ver... — decía él en pantalla parando, ella se retiraba lentamente, nunca olvidaré como salía la verga dentro de ella y como un pliegue de piel del coño de mi novia le abrazaba la verga firmemente.
Él le indicaba con un dedo el piso, ella lo veía confundida, "ponte en cuatro" le dijo firmemente, ella bajó al piso y se puso en cuatro patas en el piso, medio cuerpo sobre la cama y rodillas en el suelo, su precioso culo apuntando directamente a la cámara, él se ponía de rodillas detrás de ella, la tomaba firmemente por la cadera y la penetraba de golpe, ella se movió de una manera casi violenta, como si quisiera escapar, él se restregó contra ella, atrapándola entre la cama y él.
— ¡Esper-espérate! — decía histérica en cámara lanzando las manos hacia atrás intentando detenerlo por la cadera.
El acostó su pecho sobre su espalda y tomó sus manos fuertemente y las puso sobre la cama sosteniéndolas, salía y entraba con fuerza usando solo la cadera, ella intentaba levantar el cuerpo y él afianzaba su pecho sobre su espalda y siguió embistiéndola con fuerza, ella se retorcía y lanzaba ruidos histéricos.
— ESO si me dolió — me dijo a lado mío.
— ¿Te la está metiendo por el culo? — pregunté casi confundido, vi su verga entrar en su coño, pero la reacción de ella parecía demasiado.
— No, pero se sentía súper intenso así — me respondió débilmente.
Él seguía penetrándola así, casi de manera lenta para que ella no huyera, pero con completa firmeza y yendo por completo dentro de ella, Liz dejó de luchar, él se levantó de su espalda, tomó su cadera y comenzó a follarsela como Dios manda a cuatro patas. La sostuvo firmemente de la cadera, la mirada puesta en su lindo trasero, comenzó a follarla de 0 a 100 en un segundo, ella hundió la cara en la cama y escuché sus gimoteos, jadeos, gritos y gemidos histéricos ahogados en su cama.
Él sostenía fuertemente a mi novia de la cadera, comenzó a penetrarla tan fuertemente que sus bolas aplaudían firmemente contra su húmedo coño, mientras él gemía profundamente y no dejaba de ver las preciosas nalgas de mi novia, ella pataleaba un poco a veces, pero él la tenía tan firmemente de la cadera que no perdía el tino y seguía entrando en ella con violencia, Liz alzaba la cara un poco y gimoteaba desesperada.
— Soy tu puta — dijo ella en pantalla entre gemidos, él aumentaba aún más la velocidad como recompensa y los húmedos aplausos de penetración eran escandalosos — ¡SOY TU PUTA! — dijo histérica.
Él la penetró con toda su velocidad desesperado, tenía cara de enajenado y ella ahogaba sus gritos contra la cama.
— ¿Eso te dolía aún? — pregunté débilmente.
— Sólo un poco... — respondió ella, ninguno dejamos de ver la pantalla.
Los "aplausos" penetratorios eran escandalosos, después de varios minutos de ir a toda su potencia le clavó la verga por completo, clavó la mirada en su culo y le restregaba con fuerza la verga dentro en ella por completo, él gemía con fuerza profundamente y ella gimoteaba contra la cama.
— ¡¿Te eyaculó dentro?! — pregunté histérico viéndola por un segundo, ella sólo me miró nerviosa.
Regresé la mirada al show, él gemía estando dentro de ella, recuperaba la respiración y le azotaba una nalga con todas sus fuerzas, ella gritaba y pataleaba, él reía un poco y le sacaba la verga lentamente, pude ver en primer plano como ese enorme falo salía lleno de un espeso y cremoso fluido, él desaparecía de cuadro, el coño de ella estaba boquiabierto y una corrida espesa y blanquecina caía pesadamente en espesas y grandes gotas de ella mientras recuperaba la respiración pesadamente y no se movía. Él tomaba el celular y le acercaba la toma a la cara.
— ¿Te gustó putita? — le preguntaba aún respirando agitado.
— Mucho — decía débilmente con la cara sobre la cama.
— Te voy a cojer cuando yo quiera — le decía firmemente, ella asentía con la mirada perdida y aún recuperando la respiración, el vídeo terminó.
— 42 minutos — dije sin voltear a verla.
— Si... — respondió débilmente.
— ¿Cuántas veces te folló? — pregunté casi con miedo, volteé a verla lentamente, ella levantó 4 dedos — ¿Contando esta? — insistí, ella asintió clavando la vista al suelo — Llegó a las meras 3 ¿verdad? — pregunté.
— Si, un poco antes — dijo.
— ¿Llegando empezaron? — quería saberlo todo.
— Si, luego luego... — decía débilmente, asentí — Pues... me dijo que no le gusta usar condón y yo le dije del vídeo, entramos aquí y luego luego empezó a grabar eso que viste — dijo apuntando con la mirada a la laptop.
— ¿Donde y como te folló? — pregunté intentando despistar mi emoción.
— En todos lados ¡ja! — expresó avergonzada indicándome todo el cuarto con la mano — Me folló hasta acostado sobre mi espalda en la cama… y un ratito cargada — decía nerviosa.
— ¿Se vestían entre una follada y otra? ¿O que hacían? — pregunté ansioso.
— No me dejó ponerme nada de ropa jaja yo iba a ponerme la tanga y él me dijo que ni de broma, nos la pasamos desnudos todo el rato… y pues platicábamos, o nos besábamos o así — decía nerviosa, me miraba, yo asentía — Se le ponía dura de nuevo... Y pues otra vez — decía avergonzada
— ¿Todas eyaculó dentro de ti? — pregunté nervioso, ella solo asintió — Deberías tomarte la pastilla — dije débilmente.
Yo le di una pastilla de emergencia que me dio mi padre una vez "por si hacia alguna estupidez" se la di a ella porque le dije que la usaríamos nuestra primera vez.
— Tráela — dije nervioso, ella se levantó y fue a abrir un cajón, rebuscó entre su ropa interior, llegué por detrás y le tomé el culo, ella reía y volteó con la cajita en las manos, me besó en los labios dulcemente — Ahorita me toca a mí — dije con firmeza, ella me sonrió lujuriosa.
— Si, pero primero deberíamos leer las instrucciones — dijo abriendo la pequeña caja.
— Las instrucciones están arruinadas... — dije confundido, me miró igual — ¿No la haz abierto?
— No ¿Para que? — preguntó confundida y la abría rápidamente.
— Te escribí algo — dije sonriendo.
Sacó el papel de las instrucciones y contraindicaciones y lo desdobló, escribí en ese enorme papel con un marcador negro muy intenso antes de dársela, una especie de carta, leyó en voz baja.
"Te doy esto porque te amo, porque sé que nuestra primera vez será maravillosa y porque quiero que sea contigo..."
Me veía histérica, le sonreí dulcemente, volvió a leer.
"Porque eres el amor de mi vida y por-"
Dejó de leer y me vio histérica.
— ¡¿Por qué escribiste esto?! ¡Soy una mierda! — me dijo desesperada y las lágrimas comenzaron a rodar, intenté abrazarla y me apartó agresivamente — ¡LO ARRUINE! — gritó histérica.
— ¡No, no! ¡Está bien! — dije histérico.
— ¡¿Como va estar bien?! — me dijo y comenzó a llorar tapando la cara, como una niña pequeña, me quedé ahí viéndola con el corazón roto — ¡Lo siento! — dijo entre sus gimoteos — ¡Vete! — me dijo histérica empujándome fuera del cuarto.
— ¡¿Esto es mi culpa?! — pregunté molesto.
— ¡No! ¡Tu eres maravilloso! ¡Vete! — dijo histérica y me comenzó a golpear el pecho como lo hacen ellas en las películas, y yo la abracé fuertemente a mi pecho como lo hacen ellos — ¡¿Que clase de zorra soy?! — decía llorando y forcejeando.
— ¡Está bien! ¿Ok? — dije desesperado, me odié por haber escrito eso.
— Él sólo me gusta y sólo por eso lo hice ¡A ti te amo! ¡Perdón! ¡Tenia que ser especial! ¡No así todo morboso y sexual! — dijo histérica, la besé — Necesito bañarme — dijo histérica separándose de mi — Me siento sucia, siento su saliva entre mis nalgas y su sudor encima, y sus corridas en mis muslos y s-
— Tengamos nuestra primera vez ¿Ok? — dije sonriendo interrumpiéndola, ella me miró confundida — Esto nunca pasó ¿Ok? Tengamos nuestra primera vez con flores, chocolates, muchas caricias y besos — dije sonriendo, ella asintió con jubilo.
— ¡Si si! — dijo rápidamente.
Nos abrazamos unos segundos, vi la hora, 8:42pm, sus padres llegarían en 18 minutos, tuve que salir corriendo de ahí.
No hablamos durante la noche, al otro día no fue a clases, le llamé desde el baño y dijo que se sentía algo enferma, apenas me contestó los mensajes durante ese día, sabía que me evitaba y que todo estaba arruinado. El día siguiente me dijo que Samara la necesitaba por un mal de amores y se la pasó con ella en el receso, saliendo las encontré afuera, Samara me miró acercarme y me sostenía la mirada ¿Hablaban de mi? Me acerqué y se quedaron calladas, Liz veía el suelo.
— Liz quiere decirte algo — dijo Samara firmemente, como si estuviera molesta.
— ¿Que pasa? — dije nervioso.
— Yo le digo, wey — le dijo Liz débilmente a Samara.
— No, porque no le vas a decir — dijo cruelmente la muy perra de Samara mirándome.
— ¿Que pasa Liz? — pregunté nervioso buscándole la cara.
— Ya no quiere ser tu novia — dijo la muy puta encogiéndose de hombros ante mi mirada desesperada.
— ¡Yo le digo, Samara! ¡Ya wey! — dijo Liz molesta, la miraba evitando verme a mí.
— ¡¿Es verdad?! — pregunté desesperado, Liz me miró melancólica — ¡¿Por qué?! — pregunté desesperado.
— Ay tu sabes porque, no mames — dijo Samara cruelmente.
— ¡Lárgate de aquí! — le dije furioso.
— ¡No me grites pendejo! ¡Así le hubieras gritado a César! — dijo furiosa, aunque casi sonrió al final, la miré confundido — Obvio sé todo no mames, es mi mejor amiga — dijo molesta.
— Samara, vete — dijo Liz firmemente.
— No vayas a regresar con él, no seas pendeja, follate a César y ya si quieres, no hagas lo que él diga — dijo molesta.
— ¡Vete! — le dijo Liz furiosa, Samara tomó su mochila y se fue.
— ¿Que pasa? — dije destrozado.
— Creo que deberíamos tomarnos un tiempo — dijo viendo el piso.
— ¡¿Por qué?! ¡Dijimos que eso nunca pasó! — dije desesperado.
— ¡Pero si pasó! — me dijo histérica y le rodó una lágrima — ¡Ya no se que siento! — dijo desesperada.
— ¡Me amas! — dije firmemente.
— Si te amo, pero ahora es confuso, es que... ¡No puedo dejar de pensar en él! ¡Perdón! Siento que lo odio por como me trato, pero luego quiero verlo, o mandarle mensaje o algo ¡Luego me siento una mierda contigo! — decía y limpiaba furiosamente sus lágrimas de sus mejillas.
— ¡¿Sientes que lo amas o algo así?! — pregunté desesperado, ella me miró con furia y confusión.
— ¡Claro que no! ¡¿Que pendejada es esa?! — dijo furiosa.
— ¡Entonces solo es que te gusta y ya! ¡No es la gran cosa! — dije honestamente.
— ¡Pero me folló! ¡¿No estás molesto?! ¡Ni siquiera me haz visto desnuda en persona! — me preguntó con ese tono de furia y confusión que no se le iba — ¡¿Que sientes?! ¡¿Que piensas tú?! — me exigió viéndome fijamente.
— No lo sé... — respondí con total honestidad — Todo fue una pendejada por estar calientes — dije derrotado, todo había sido tan repentino, ahora recuerdo esos días confusamente, una neblina masturbatoria y alocada, la realidad nos alcanzó, la realidad alcanza a todos.
— Si... Lo arruinamos — dijo melancólica.
— Arreglémoslo — dije mirándola a los ojos.
— Franco... No se si puedo tocarte — dijo melancólica — Me siento extraña al pensar en acostarme contigo o algo así — dijo viendo el piso — Ahora todo lo del sexo es confuso y me hace pensar demasiado — remató.
— ¡Pues tengamos paciencia! — dije desesperado — ¿Por qué Samara dijo eso de follarte a César? ¿Quieres hacerlo? ¿Eso le dijiste? — ella me miró.
— No lo sé — dijo firmemente, nos miramos por varios segundos, ella tomó aire — A lo mejor es porque fue la primera vez y todo fue demasiado rápido ¡Y me siento una basura porque todo fue súper sucio y morboso! ¡¿Por qué lo hicimos?! Ya no sé que pensar!... O a lo mejor no te amo realmente si pude acostarme con él... — dijo melancólica — Solo dame tiempo, necesito pensar, perdón… — dijo tomando su mochila del piso.
— ¡No puedes dejarme así, esto no fue mi culpa! — le dije desesperado.
— Fue NUESTRA culpa Franco — dijo melancólica — No me mandes mensaje — dijo y se fue llorando.
Cuando llegué a casa destrozado ella me había bloqueado en toda red social, intenté hablar con ella en la escuela, pero siempre se resistió y Samara hizo un excelente trabajo no dejándola sola para hablar conmigo, el año escolar terminó, nos graduamos de la preparatoria y no volví a saber de ella hasta años después.
FIN.
Bien amigo lector, la historia termina aquí, la de Liz al menos. Pero quiero incluir una última cosa, una conversación transcrita que tuvimos años después por Facebook, un día simplemente la agregué y comenzamos a platicar como viejos amigos, después de disculparnos mutuamente por lo que pasó y aclarar que estaba superado, comenzamos a tener una charla que puede servir como epílogo a todo esto.
Fragmento de una conversación en Facebook con Liz, 3 años después de los eventos. Ten en cuenta que los mensajes largos muchas veces son mensajes cortos seguido uno de otro, como todos hablamos en redes sociales, pero para evitar acotaciones y hacerlo más legible, lo dejo como uno solo.
— ¿Y como te fue en tu cumpleaños? Aún recuerdo que es el 12 de Mayo — le escribí, estaba feliz de hablar con ella después de tanto, seguía siendo muy especial para mí, mi primer amor.
— ¡Wow! Pues súper bien la verdad, me siento vieja jajaja — escribió Liz.
— Estamos chavos todavía, no digas mamadas jajaja
— Súper chavos jajaja bueno, somos jóvenes, chavos en la prepa — escribió ella.
— Quieres abrir viejas heridas jajaja — le escribí.
— No, olvídalo, perdón
— Nah, estoy bromeando, ya está superado
— Nos pasamos de pendejos, yo sí te amaba
— Yo también, lo sabes — le dije
— Si, lo sé, no debí acostarme con César — escribió, pero escribía más — Aunque casi me rogaras para hacerlo rarito jajaja no debí hacerlo
— ¡Yo no te rogué! Jajaja apenas lo propuse y tú en chinga fuiste a darle tu precioso trasero ¿Por qué lo hiciste? ¿Por qué fue tan fácil que lo hicieras?
— JAJAJAJAJA si, la verdad solo lo dijiste una vez y ahí voy de burra a darle el culo jajaja no lo sé, me gustaba un chingo el wey, y uno está todo cachondo a esa edad, estábamos locos, debí darte tu lugar
— Te encantó no te hagas
— Un chingo, ese wey follaba súper bien... Mmm ¿En serio no molesta hablar esto?
— No, de hecho me parece divertido jajaja
— Jajaja enfermo
— Aguas jajaja
— JAJAJAJAJA
— ¿Te arrepientes?
— No lo sé, la primera vez no es nunca como uno quisiera o cree que va ser, yo juraba que mi primera vez iba ser contigo todo súper romántico y cursi, y nada... que me folló César hasta dejarme hecha mierda en mi cama jajajaja
— jajajajaja
— A lo que voy es que no se si me arrepiento porque como quiera la primera vez siempre es un desastre según me dicen todos, a mi al menos me follaron chingon jajajaja
— jajaja y vaya que si, casi chillabas cuando te la metió César
— jajaja lágrimas de felicidad pura
— JAJAJAJAJA IDIOTA
— jajajaja menso, si pudiera volver el tiempo creo que follaria primero contigo, para tener un lindo recuerdo, además me quedé con la curiosidad de saber cómo hubiera sido... Luego a darle mi culo a César para que me destrozara jajajajajaja
— Jajajajaja la verdad hasta la fecha no se si fue lo correcto, pero fue una experiencia súper emocionante
— Si, la verdad es que si, cuando les cuento a amigas del trabajo o así, no me creen jajajaja menos la parte de que mi novio me dio chance jajaja
— A mí tampoco me creen jajaja
— jajaja hey! no des nombres jajaja oye... ¿Y tú? ¿Te arrepientes? La neta
— No sabes con cuántas ganas me quedé de tu precioso culito redondo, de lamerte entre las nalgas sobre todo y verte desnuda en cuatro patas en vivo, no tienes idea cuánto quería eso jajaja se te veía deliciosa la falda de la prepa, pinches nalguitas que tenías, todas redonditas y lindas, nunca fuiste "nalgona", pero tenías el culo precioso
— Jajaja TENGO el culo precioso déjame decirte jajaja César hasta me decía que se la escaldaba la lengua de tanto lamerme entre las nalgas jajaja pinches hombres asquerosos jajaja pero responde ¿Te arrepientes?
— No lo sé, me arrepiento porque terminamos y no pude follarte, no de que él te haya follado
— Pienso exactamente lo mismo, no debí terminarte, pero tenía la cabeza hecha mierda, todo fue súper rápido y demasiado ¡Wow! No sé
— ¿Amabas a César o algo? La verdad
— Tal vez eso pensé después de la primera vez, lo veía como ¡wow! "¡Que súper hombretón! ¡Lo amo!" Pero ¡Nah! estaba pendeja y cachonda nomás jajaja pero sentía que no hubiera podido acostarme contigo después de eso la verdad, me hubiera sentido rara
— Seguiste follando con él, ¿verdad?
— Si... la verdad si, y la neta, la neta... un chingo
— ¿Cuánto tiempo? ¿Cuántas veces?
— Ni idea, durante la prepa 3 o hasta 4 veces por semana, toda la pinche tarde metiéndome la verga hasta que se hartaba el wey jajaja nadie nos molestaba en mi casa ya sabes
— ¿Nomás por cachonda o por eso de que sentías que lo amabas?
— Por las 2, pero no lo amaba obvio, ni salíamos, pero eso pensaba, no mames neta nunca fuimos al cine ni nada, nomás me follaba toda la tarde en mi casa hasta que ya no se le paraba jajaja
— ¿Te seguía tratando igual de mal? Porque te trataba de la fregada, hasta yo me daba cuenta jajaja
— ¡Y aun así me dijiste que le diera mis nalgas! Jajaja si te pone muy cachondo este fetiche ¿Verdad? Cuckold se llama ¿no? Me seguía tratando igual, ahora lo pienso y me da pena haber sido tan pendeja, a veces el wey hasta me presumía que ayer se había follado a Mariyan y a mi me estaba follando en ese rato y yo toda pendeja festejándoselo jajaja
— ¡Te dije una vez que le dieras las nalgas! UNA VEZ jajajaja pinche vato, tu culito precioso y el culazo de Mariyan...
— Jajaja todos querían su traserote gordo jajaja qué pena ajena si me pasé de pendeja, el wey hasta me obligó a tomarme la píldora porque el señorito nunca quiso usar condón
— Nada pendejo jajaja ¿Por qué dejaron de follar?
— Pues cuando salimos de la prepa ya no se podía tanto, él vivía súper lejos, la neta yo le valía madres y como que empezó a follar más con Mariyan, me mandó al diablo y luego yo ya tenía novio
— ¿Lo engañaste con él?
— Un par de veces, pero luego me di cuenta que era una presencia súper tóxica en mi vida, nomás me usaba para cojer y me fui enamorando en serio de mi novio, a César nomás me le negué como 2 veces y no volvió a hablarme, me decía que me quería, pero apenas no quise cojer con él y se desapareció
— ¿Se decían que se querían?
— Si, es que yo se lo decía, y él como que me lo decía para que le siguiera dando las nalgas, pero apenas le decía que fuéramos al cine o algo, "No porque nos pueden ver" y peleábamos y luego yo de pendeja ahí iba a buscarlo para darle las nalgas 2 días después, súper tóxico todo neta
— Y por mientras yo sufriendo mientras aquel te metía la verga casi diario jajaja
— Ya sé, perdón en serio, me sentía súper culpable contigo la verdad, todo era un caos, me sentía mal contigo, luego él me buscaba y me follaba, luego me sentía mal contigo e intentaba no verlo, pero Samara me echaba porras y ahí iba a darle las nalgas otra vez jajaja y así todo el maldito último semestre de la prepa
— Samara me odiaba
— No te odiaba, pero como que la wey le gustaba que anduviera follando chingo con César, como que se emocionaba que yo le contara mis aventuras, todos tenemos esa amiga alcahueta
— Pues que festín se dio con tu culito precioso jajaja
— Jajaja estuvo divertido, pero ya me ando casando ya me calmé, tú tienes novia por lo que veo en tu perfil, está guapa...
— Vamos muy bien, la amo, ya casi 2 años.