Terrible verano (I)
Fui embaucado por una gitana, un verano en mi pubertad.
Era verano, hacia calor, agosto, yo tenia 15 años y pasé una experiencia terrible, a la vez que excitante.
iba por mi barrio a una academia para intentar aprobar los cates que me habían clavado en invierno, cuando se me cruzó una gitana con un niño en brazos y una bolsa que llevaba medio arrastrando de lo que pesaba, y me dijo:
Gitana Chico, me puedes ayudar, voy cargada como una mula, llévame la bolsa hasta mi casa, anda corason, que esta ahí al ladito.
Yo No, no puedo tengo prisa.
Para entonces, me había acorralado contra una esquina.
G Llévame al niño entonces, me dijo echándomelo casi encima.
El niño era un bebé y estaba mamando de la teta de la gitana.
En un momento me vi envuelto en un espectáculo bochornoso, me hizo coger al niño en brazos y me quitó los libros de la mano, echándolos dentro de la bolsa. El niño empezó a llorar como loco y se meó encima de mí.
Me puso chorreando la camiseta y los pantalones cortos que llevaba.
La gitana empezó a gritarme.
G Ha visto lo que has hecho!!!. Venga, coge la bolsa y sígueme.
Cogió al niño de nuevo, y al darle otra vez el pecho el niño se cayó.
La gitana debía tener unos treinta y cinco años, seguramente menos, pero se la veía muy trabajada; era alta y más corpulenta que yo, aunque no llegaba a estar gorda, tenía unas grandes tetas y un pelo largo y negro, recogido con un moño.
Seguí a la gitana hasta salir de mi calle y entrar en un barrio bastante peligroso, yo estaba cagado de miedo, pues a los lados de la calle habían camellos, drogadictos y toda clase de maleantes.
Uno se me puso delante y me dijo,
Uno Donde vas payo? Aquí no entra gente como tu.
Gitana Deja al payo que viene conmigo.
Yo aligeré el paso de tras de la gitana, y escuché risas tras de mí.
Entramos en un corralón, por fin, con un patio muy grande en medio, subimos al primer piso y entramos en una casa.
Gitana Pasa pa dentro y deja la bolsa en la habitación del fondo
Yo obedecí para acabar cuanto antes y largarme
G Quieres una coca-cola?
YO No gracias tengo que irme
G Como te vas a ir lleno de meao, anda quítate la ropa que la lave.
Me empujó y me tiró contra el sofá, se subió encima de mí y me quitó la camiseta de un tirón que casi me arranca las orejas, a continuación me desabrochó el botón del pantalón y tiró hacia abajo tan rápido que si no me aguanto los calzoncillos de deja en pelotas.
Se fue a la cocina con ambas prendas y me dejó en el salón solo con el slip, mis tenis de marca y empalmado.
No sabia lo que hacer, pues iba a volver y me iba a encontrar de aquella manera, pero tampoco me atrevía a moverme estaba como paralizado, pensaba donde voy sin ropa, con la polla tiesa y en la calle esperando para darme una paliza pensaba.
La gitana volvió y sin dejar de mirarme me dijo:
Gitana Estas caliente cabrón.
Entonces puso su pie derecho encima de mí y empezó a sobarme la polla a través de los calzoncillos.
Tenía los pies sucios y las unas largas y pintadas de rojo.
Me abrió las piernas con las manos, se arrodilló entre ellas y se puso a darme bocados y chupetones en el pecho, la barriga el ombligo y por fin, la polla.
Gitana yo también estoy muy caliente, mi hombre está en la cárcel hace dos años.
Diciendo esto me bajó el slip, y me echó dos escupitajos en la polla, cogió la polla fuertemente con la mano derecha y me la lubricó con la saliva, Luego se la comió entera, chupaba como una desesperada.
Yo Espera...para...me voy a correr. Ella paró
Gitana Ya, tan rápido, follas poco verdad? A cuantas payas te has tirado?
Yo A ninguna.
Gitana Jajaja un payo virgen, a tu edad los gitanos están hartos de follar.
Se chupó un dedo y me lo metió por el culo de un tirón, empezó a meter y sacar el dedo a la vez que me hacia una paja y me chupaba la punta del capullo.
Cuando vio que me iba a correr aceleró la paja y el mete-saca del dedo en mi ano.
Yo empece a gritar y me corrí a lo bestia. Empezaron a saltar chicates de semen, cayendo en mi barriga en mi pecho y en su cara. Con la lengua me limpió todo el semen de mi cuerpo y con mis calzoncillos se limpió la cara.
A continuación se fue con mis calzoncillos en la mano, yo me quedé en pelotas en el salón, a excepción de mis tenis.
Dos gitanos de unos 18 y 20 años entraron corriendo y sin mediar palabra uno de ellos me dio un puñetazo en la cara que me tiró al suelo, me llevaron a rastras hasta un dormitorio donde había una cama de matrimonio, y me ataron las manos con unas cuerdas a la cabecera de la cama.
Uno me quitó el reloj y una cadena que llevaba, y otro me quitó mis preciados tenis y los calcetines.
Se fueron si más y yo me quede atado a la cama y sangrando por la nariz.