Terrible mi compañero de trabajo!!!!
Coincidimos con un compañero de trabajo, mas chico que yo, y la pase muy bien. Terriblemente bien
Hacia 7 meses estaba en una sucursal nueva y trasladaron a un compañero, Luis 1,80 muy delgado, 24 años, morocho, rapado, mucha facha, lindas manos y hermosos labios, ya nos conocíamos de otra sucursal y volvíamos a trabajar juntos.
Un día me envía un mensaje por Facebook, estaba con parte médico hacia una semana, le respondí, nos pasamos los números de teléfono, me atraía pero no sabía cuáles eran sus intenciones, comenzamos a hablar por mensaje cerca de las 21 hs y me dice de tomar algo algún día, yo ajena a sus intenciones, simples compañeros, además no me veía del tipo de chica con las que el saldría, pero acepte, seguimos conversando y me dice me vendría bien verte, extraño tu escote, pero más linda era verte que te ibas, aja?? No sabia que responder, es más le dije no creí que me miraras?, quería más que mirarte, pero te salvo que eras mi jefa, respondió, seguía sorprendida, realmente jamás demostró ningún tipo de interés o quizás si, pero no me crei ser su tipo de mujer. La conversación se extendió, después de las 22hs se pusieron calientes, hasta casi las dos de la mañana, que excitada estuve esa noche, seguía asombrada al no haber podido darme cuenta de sus intenciones antes, pero no era tarde, al menos se había animado a decírmelo y dispusimos un día para vernos. Antes de terminar me dijo que cuide la ropa que iba a ponerme porque le gustaba romperla, solo reí.
Unos días más tarde volvía de comer de la casa de una amiga y me manda un mensaje, si podíamos vernos antes, le dije que andaba en la calle si quería pasaba a buscarlo, y así hice, me paso la dirección, eran cerca de las doce de la noche un lunes, me había puesto una camisa de gasa estampada con muchos colores, corpiño negro que se traslucía un poco, zapatos altos y calza negra.
Llego al lugar, eran pasada las 12 de la noche, sube al auto, remera blanca a rayas negra, campera de gabardina verde militar, pantalón de jeans azul oscuro, zapatillas, y un rosario de acero quirúrgico, hablamos dos palabras y me dice querés mucho a esa camisa?? Mmm sip respondí, lástima dice él.
Llegamos a mi casa, tenía unas cervezas en la heladera, puse música y nos sentamos a conversar, yo lo observaba y no se veía para nada alterado, más bien calmo, tranquilo y creí que íbamos a quedar en eso solamente.
Me levante para ir al baño, vuelvo y él estaba agachado cambiando la música, me acerco con una sonrisa y haciéndole un chiste, que haces?? No me cambies la música, se levanta me toma de la cara y me dice estoy poniendo la música acorde a la ocasión, y me da un beso muy húmedo fogoso, sabor a cerveza, dulce pero ardiente, suave pero excitado, pose mis manos en sus hombros, me mira y dice creías que íbamos a hablar toda la noche?? Tapándome la boca con otro beso, mordía mis labios, sentía su lengua fregarse con la mía, el calor en mi cuerpo subía, al igual que la tensión en sus manos al presionarme las caderas, que hermosos besos, me excita que me besen con pasión, la barba apenas crecida, sentía la irritación en la cara el cuello, y había encaminado a mi escote, tocaba mis pechos por sobre la ropa, los apretaba y metía la cara entre mis pechos, podía sentir su perfume, la cabeza rapada, rozaba en mi mentón, adoro la sensación de barba o pelo corto en el cuerpo, me tienta a pasarle la mano, la lengua, fregarme para sentir que raya, hicimos unos pasos y quedamos frente a la mesada, me miró a los ojos y note que había despertado una fiera, puso sus manos sobre mi escote y de un solo tirón abrió la ropa y volaron todos los botones de mi hermosa camisa, que sensación rara, hasta me dieron ganas de romperme la ropa, me erizó la piel entera, el siguió besando mis pechos, llevo la camisa hasta los codos, me puso de espaldas a él, llevo mis brazos hacia atrás y los ato con mi ropa, su mano en mi concha, la respiración y los besos en mi cuello, estaba mojada, excitada por semejantes besos, comenzó a bajar la calza, me inclino hacia la mesada, corrió la tanga, abrió mis nalgas, y comenzó a comerme la cola, legua, barba, dedos, el frio del rosario, la concha mojadísima, manos atadas, por dios estaba por explotar, y recién empezábamos.
Desata la camisa y termina de sacármela, desprende el corpiño seguía de espaldas, a medida que lo iba sacando sus manos agarraron mis pechos, firme pero dulce, la hebilla del cinto incrustada en mi cola, el frio de la mesada en mi pelvis, mis manos libres, me doy vuelta, su lengua y la mía conectaron desde el primer beso, besos calientes, húmedos, deseosos de probar más carne, más humedad, más profundidad y piel, comencé a sacarle la remera y a vislumbrar el pequeño y delgado torso, me dio mucha ternura, parecía una criatura de 15 años pero con las habilidades de un adulto, desprendí lentamente el cinto, luego uno a uno los botones del pantalón mientras seguíamos besándonos, sus manos en mis pechos, en la concha, buscando el origen de la humedad, el frio del metal del rosario, descalcé mis zapatos, baje la calza, él sostuvo la tanga por las tiras para que la dejara puesta, logre ver su pene, el tamaño no decía mucho, pero era tal la excitación del momento que logre mirarlo con mucho cariño, tampoco quise hacer juicio y sentenciar algo que recién había comenzado.
Suavemente lo tome con la mano derecha, mientras con sus dedos pulgares había alzado la tanga por las tiras y la tenía incrustada en el orto y fregándome el clítoris, por favor ese chico sabía lo que hacía, lo que me gustaba, podía leer mi mente? Algo habíamos hablado por mensaje pero, a cada cosa que hacía más me excitaba, sentía la humedad correr por la entrepierna y era el principio, un poco avergonzada, le digo me moje entera, me encanta respondió, se agacho corrió la tanga, que habilidosa lengua, abrió los labios con los dedos dejando expuesto el clítoris, paso la lengua, entre lamidas y mordisqueos, me afirme con una mano de su cabeza y con la otra de la mesada, la cerveza ya había hecho efecto en mi cerebro, en mis piernas en mi todo, mojada, agitada, deseosa, borracha pero consciente nada de inhibición, la concha me latía, el orto pedía verga, dedo, lengua lo que fuera, quería que me clavara pero que siguiera chupándome hasta los pensamientos.
Se incorpora, sigo besándolo y tocándole la verga, de a poco comienzo a descender al mismo tiempo besando y lamiendo el pecho, la panza, la pelvis, levanto la vista, llego a la verga, deslice la lengua por todo el largo, ida y vuelta, la metí entera en la boca, la saque la enrosque con la lengua, metí un huevo luego el otro, refregué mi cara en todo, otra vez la verga en mi boca, él se afirmó en la mesada, y hacia presión para meterla más adentro, me toma de la cara pone su dedo gordo en mis labios, comienza a besarme, con su dedo entremedio, la otra mano estrujando mi nalga desde el nacimiento hasta el final, jugando con el anillo de mi ano y la concha, tome su pene haciendo lentos movimientos de arriba hacia abajo, el frio del rosario en mis tetas, que bien la estaba pasando, totalmente sorprendida, disfrutando cada segundo, tomándonos tiempo para probar cada centímetro, hendidura, pliegue, el perfume, el sabor a cerveza, el pene, mis fluidos, estaba desbordada, creí que nada mejor podía pasar, hasta que me di cuenta que todavía no me había clavado, solo había llegado a mis agujeros con las manos, y mis agujeros no habían llegado a su pene, lento besándonos fui llevándolo a mi habitación, el velador estaba encendido, tenía una frazada de hilo, termino de sacarse las zapatillas, medias y pantalón, me llevo hacia la cama, me recosté todavía tenía la tanga puesta, vino sobre mí, el rosario frio en mi pecho, comenzó a chuparme las tetas las dos juntas tapándole la cara raspándolas con la barba, apretaba su cuerpo con mis piernas, su verga durísima, apoyada y fregándose en la concha, este chico podía leerme la mente, que bien la estábamos pasando, en todo momento me beso, acarició, refregó, lamio entera, comenzó a bajar, quiero ver eso de que terminas por la cola dijo, ver pregunte, si respondió, yo no entendía nada, abrió mis piernas, la concha mojada hasta el orto, que linda dijo, estaba entregadísima, otra persona a la que le gustaba la humedad de mi concha, yo lo miraba quería saber que hacia ahí abajo, puso sus dos brazos haciendo palanca en mis muslos, para evitar que cierre las piernas, las dos manos sobre la concha, abrió los labios y sentía el frio del rosario rozándome el orto mientras pasaba la lengua y la metía en la concha chupaba el clítoris, mordía y succionaba los labios uno a uno, su lengua en mi orto, a punto de desmallarme, excitada, creí que la noche no podía mejorar, me sujete de las frazada, la estruje, tironee, gemía, me temblaban las piernas, estaba agitada, mojada, sin poder creer lo que estaba pasando, su dedo pidiendo permiso para entrar en el orto, busque el codo y con el talón le hice fuerza y empuje a que me meta el dedo, su cara metida en mi concha, mojada, chorreada, irritada de la barba, mis manos en su cabeza sintiendo el pelo rayarme las manos, un dedo en orto, la boca en la concha otro dedo en el clítoris, tocándolo y acariciándolo lentamente, así como la hacía yo al masturbarme, me encantaba, estaba en la gloria, quien iba a decirlo que ese flacucho al que no le había ni prestado atención estuviera dándome tanto placer, era increíble.
Como las cosas pueden cambiar de un momento a otro, en eso lo inevitable, estaba por terminar pero quería que siguiera, que lindo el dedo en el orto, metemelo hasta el fondo y fuerte le dije, voy a terminar, y eso hizo, acabe en su boca, me la chupo hasta la última contracción, la sentía hinchada por dentro llena de ganas de que me la meta, que me clave la verga, el dedo en el orto seguía entrando y saliendo, por favor, arranque hasta las sabanas de la cama, un gemido que no terminaba más, los dientes apretados las venas del cuello dilatadas, creí que me hacía pis encima, el corazón parecía salirse por la boca, que lindo dijo y aun sin poder emitir sonido, se vino encima mío, su boca mojada con mi sexo, me clavo la verga en un solo movimiento, que apretada la sentía, todavía tenés contracciones dijo, que hermosa sensación todavía no terminaba de acabar y tenía la verga adentro, se tiro para tras, llevo mis piernas a sus hombros, empezó a darme duro, así me gusta, lo incitaba cada vez más adentro, abrió mis piernas el dedo en el orto la verga en la concha, estruje la almohada, la ropa de cama estaba enroscada entera, que hermosa sensación llenos todos los agujeros y seguía besándome, apretándome las tetas, salvaje pero suave, con delicadeza, dejaba disfrutar cada segundo de lo que hacia mi cuerpo, iba de a poco asimilando la situación.
Sale de la concha, se para frente a mí, date vuelta, quiero la cola, me puse en cuatro estaba con la piernas temblando, demasiado agitada, no creí soportar más, pero quería seguir, abrió las nalgas, la lengua en orto, la mano en la concha, ya no respondía, realmente ese chico tenía mucha energía, el orto más mojado de lo que ya estaba, y pum la verga entera en el orto, hasta los huevos, la metió de una y la dejo unos segundos antes de empezar a moverse, seguía prendida del embrollo de sabanas y almohadas, su respiración en mi cuello, la mano jalándome amablemente el pelo, generalmente me disgusta eso, pero me deje llevar, estaba en el cielo, un encuentro increíble, la conexión entre los cuerpos fue instantánea, la velocidad empezó a subir, cada vez más adentro la verga, tocate me dijo, era lo que tenía en mente, otra vez estaba lista, voy a acabar le dije, hijo de puta, adoraba tanto esa sensación pero despierta el insulto instantáneamente, sii grito, te quiero ver explotar, bastaron unos segundos para otro orgasmo, él se afirmó con sus manos en mis nalgas para darme más duro y rápido, que lindo, estaba destruida por ese flacucho que ni por remota idea pensé iba a terminar en mi cama, un pendejo para mis 31 años, pero sabía muy bien lo que hacía.
Quede rendida en la cama, pero él no había terminado, saco la verga del orto vino a mi hombro que hermosa, me encantas lo miré algo aturdida y desorientada, no terminaste? No respondió, pero si vos estas bien con eso suficiente, aaahhh, un dandy el pendejo, fue al baño, aun no podía incorporarme, quede tendida en la cama, con el orto, la concha latiendo, mojadas, el cuerpo entero irritado de la barba, sin entender la ausencia de su leche, me sentí incomoda, mal, no lo había excitado lo suficiente?? Realmente no comprendía porque no había terminado él, volvió a la cama, ya me había acomodado con la cara mirando a la puerta, entró a la habitación se acostó a mi lado, lo miro y me besa, estás bien pregunto, más o menos, su cara de asombro, me siento mal porque no terminaste, te gusto lo que hicimos pregunte, si, pero no te preocupes a veces la cerveza hace eso, y no termino, me abrazo acaricio y continuo besándome, quédate tranquila, disfrute cada segundo no me interesa terminar, tu cara me dice que la pasaste bien, y la forma en la que acabas me encanta sos única, imagine que podía disfrutar el sexo con vos pero no así, me sorprendiste, sonreí, tampoco para tanto respondí, hago lo que me gusta y estoy dispuesta a que la pasemos bien, se acurruco entre mis pechos como una criatura, me encanta esto dijo y nos dormitamos por unos minutos, abrazados, las piernas entrecruzados, desnudos, desbastados aun agitados.
Me desperté sobresaltada creyendo que debía ir a trabajar, pero ese día también estaba con parte médico, eran cerca de las 5 de la mañana y lo desperté sin querer, se asustó y nos desvelamos, seguimos acariciándonos, pase la mano por la espalda, conversamos un poco más, unos masajes me vendrían genial dijo, salí de la cama y busque un aceite, puedo pregunte, sonriendo me dice sos increíble, se tiro boca abajo, unas gotas de aceite y comencé suave, los hombros, omoplato, columna, cintura, muslos, pantorrillas y pies, regrese a la nuca, estoy en la gloria decía, masajee la cabeza, y me dice me encanta que me toques la cabeza, comencé a reír, a mí no sé porque me gusta la sensación del pelo corto raspando en las manos, respondí, él se reía, si me di cuenta dijo, puedo hacer algo más pregunte, a ver con que me sorprendes, me arrodille a su lado y bese lento, húmedo entre besos y lamidas, toda la espalda hasta la cola, no seguí para no incomodarlo, me voy desmallar con tu besoterapia dijo, comencé a reír, tampoco para tanto respondí, me abrazo besos nuevamente, despertaste a Kevin me dijo sonriendo, él también quiere besitos, me fui entre sus piernas, acomodo unas almohadas para verte mejor dijo, pase la lengua de arriba abajo, metí un huevo en la boca después el otro, bese, la entrepierna, mordisque la pelvis, seguí masajeando sus muslos, se nota que te gusta chuparla dijo, si bastante respondí, decime si te hago mal o te molesta le dije, dale que la estoy pasando genial, siempre mirándolo a los ojos, estaba mojada otra vez metí la verga entera en la boca, una mano en los huevos, subía y bajaba, comencé a tocarme, no buscaba otro orgasmo, pero sentía ganas, los labios ardidos, inflamados, el clítoris duro, salido de la capucha, con la lengua lo enroscaba dentro de la boca, la metía en el agujerito, me encanta, no dejas de sorprenderme, acelere el ritmo, sus manos en mi cabeza, comenzó a mover la pelvis, hasta casi los huevos tenía adentro, seguí así, continuo diciendo, puedo acabarte, mire con la verga en la boca sin poder responderle, solo asentí con los ojos, pasaron unos segundos las piernas tensas, los ojos cerrados, los dientes apretados y la boca llena de leche, la deje correr hasta la garganta, había tragado casi todo, él seguía moviéndose, cinco sacudones en la boca, se desplomo, sentí como se relajaban sus músculos, abrió los ojos, la verga estaba en mi boca y de a poco iba perdiendo rigidez, la seguí succionando, me vas a matar dijo, la saque, disculpa si te hice mal dije, me encanta, encima te la tragaste, me gusta la leche, mira si la voy a chupar tanto y perderme lo mejor, sonreía, sos única realmente no sé cómo no me anime antes, dijo, me llevo hacia el y me beso.
Fui al baño, volví a la cama, nos acurrucamos nuevamente, me da tranquilidad estar aca dijo, y nuevamente nos dormimos.
De repente entre dormida, siento besos en las tetas, la mano en la cocha, ya me tengo que ir, dijo, pero podemos hacer algo más, inconsciente pero la concha había tomado la delantera, ya estaba húmeda, no sé si recién comenzaba a tocarme o lo estaba haciendo hacia un rato, abrí las piernas admitiéndole la entrada a su mano, se te mojo la cola que problema dijo sonriendo, y yo aún no lograba despertar, me besaba entera, la barba me raspaba y de a poco iba tomando consciencia de lo que estaba pasando, se metió entre mis piernas, la verga dura, un dedo metido hasta el fondo en el orto, la verga entera en la concha, me sujete de las sabanas, un grito de placer, comencé a gemir, saco la verga y la metió en el orto, otro grito, pero lo estaba esperando, el orto dilatado, mojado, cuanto goce, terrible la excitación, realmente no lograba asimilar la situación, sus manos se afirmaron en la cintura para clavarse hasta los huevos, abrí las piernas lo más que puede, bajo el ritmo, miraba como entraba la verga en el orto, comencé a tocarme, me había tomado de los tobillos para que no cierre las piernas, las soltó, se vino hacia mí, sus manos pasaron bajo mis brazos, me tomo los hombros, besándome apasionadamente, jugando se encontraban nuevamente nuestras lenguas, mordiscones en los labios, enrosque su cuerpo con las piernas, mis brazos en su cabeza, gemíamos juntos, la respiración acelerada, te acabo en el orto dijo, se afirmó nuevamente en las caderas, empujo y metió lo más que pudo la verga, sentí tres sacudones en el orto, perdón no me aguante dijo, y ahí venia yo, seguí le dije en tono de orden, me miro sorprendido, siguió moviéndose, fueron dos segundos y estalle, gemía, mordía los labios, estruje su espalda, un espasmo tras otro, contracciones en la concha y me desplome, había batido el record, tres orgasmos con ese chico, era demasiado para mí, siempre tengo dificultad para lograr uno, pero eso había sido increíble.
Estas bien preguntó sorprendido, si respondí apenas me salía la vos, me vas a matar le dije, tene piedad de mí, sonreía, nos vamos a matar mutuamente, respondió, se fue al baño.
Otra vez tirada en la cama, los espasmos continuaban, miro la hora 11 de la mañana, la cabeza me explotaba, habíamos tomado cuatro cervezas durante la noche, estaba exhausta, entra a la habitación, se tira a mi lado, y dice me tengo que ir vida, todavía no lograba despertarme, y esa criatura me decía vida, no entendía nada. Respondí rápidamente, está bien y me levante, fui al baño mientras él se cambiaba, volví a la habitación, me puse algo de ropa, ate el cabello con una colita, él estaba en la cocina, teníamos una cara de destruidos los dos, al salir me toma por la cintura, me besa y dice me quedaría todo el día, pero tengo que hacer cosas y realmente estoy muerto, no te hagas problema, estoy en pedacitos respondí, abrí la puerta y se fue, volví a la cama, sorprendida, feliz de la hermosa noche que había tenido, pensando en cómo las cosas pueden cambiar por un simple mensaje y así me dormí nuevamente.