Terribilis

T E R R I B I L I S

Es terrible… ¿no? Estás acostado en la cama, desnudo, sudando, con el sexo a punto de estallar y de pronto tu pareja te dice:

"Cariño, yo sé que alguna vez has publicado un texto y, bueno, no eres el Marqués de Sade, ni Shakespeare, ni Dostoievski, ni Chejov, ni Borges; sabes que no vas a engrosar los manuales de Historia de la Literatura, pero, oye, el último texto que has publicado no está nada mal. De hecho, hay gente que lo ha leído y te lo ha puntuado bastante bien: tu texto consigue varios "Excelentes", varios "Notables" y algún "Normal", y de pronto te ves en el "Top 100"; sabes que no te van a dar un premio por eso, pero, eh, te da gustito, aunque no tanto como si te dedicase una buena sesión de sexo oral para, después, follarte hasta que te tiemblen las piernas y te sientas tan mareado que tengas que agarrarte a las sábanas llenas de semen porque todo se mueve, la vista se te nubla y crees que te vas a desmayar.

Pero sabes que enseguida llegarán los Reyes Magos de los Terribles y te quitan de en medio rápidamente poniéndote con dos o tres clics unos "Terribles" que desintegran tu texto del "Top 100", sin siquiera dignarse a leerlo.

Sé que a veces has publicado un texto y te ha pasado, ¿cierto?".

Bueno, pues ésta es una protesta anónima que tú mismo podrías haber escrito; de hecho, es anónima por eso, porque tú eres el autor.

Así que yo propongo, o sea, tú propones, es decir, todos proponemos (porque todos somos sus autores, y con "todos" dejamos fuera a los Reyes Magos de los Terribles, en los que no creemos), que valoremos este texto nosotros mismos (y será la primera y última vez que el autor pueda valorar su relato, una oportunidad que hemos de aprovechar), autores de este texto cuya finalidad es expresar nuestro más firme rechazo contra los Reyes de marras; y como el texto es nuestro le ponemos lo que nos da gustito que nos pongan cuando lo merecemos: un clic "Excelente".

Tan sólo queremos comprobar cuánto tiempo dura este relato en el #1 del "Top 100".

Y como lo hemos escrito todos, nos saludamos a nosotros mismos.