Teresa (3)

Teresa es una niña bien con novio algo inútil. Un tipo mayor que ella con poco escrúpulos se la folla como quiere enseñándola a disfrutar de su lado mas sucio. Esta vez en casa del cornudo.

Al día siguiente fuimos a comer. Estábamos por el segundo plato cuando la llamo el cornudo.

Me miro preguntando qué hacer. Le cogí los AirPods, le di el derecho, me puse el otro y pulse descolgar.

Teresa - ¿¡Si cariño!?

Cornudo - Hola amor, ¿dónde estas?.

Teresa - Comiendo con un compañero.

Cornudo - ok, ¿el que te miraba mucho?.

Teresa - jajaja, si. - Me miro poniendose roja.

Cornudo - ¿me tengo que poner celoso?

Teresa - ¡Por supuesto!

Cornudo - jajaja, que mala eres, confío en ti cariño no te preocupes.

Puso cara de agobio y puso ojitos de cachondeo.

Cornudo - Vale, solo era decirte que si no te molesta mi jefe me dijo había un problema con un cliente de Palma y me pidió que fuera a solucionarlo. Sería de hoy al Domingo. Pero solo si no te parece mal.

Teresa - ¡Pero cari! teníamos plan este finde, y casi tres días sin ti, ¿qué voy a hacer?.

La muy puta, lo sabía perfectamente.

Cogí mi movil, abrí las notas y le escribí una nota mostrándosela.

  • “Vas a chupar polla”

Se lamió los labios.

Cornudo - Ya, me fastidia mucho, ademas tenía una sorpresa para ti. - Esto prometía.

Seguí escribiéndole - “Quiero correrme dentro de ti, verte abierta de piernas con el coño chorreando semen”.

Afirmo repetidamente con la cabeza como si estuviera encantada.

Cornudo - Bueno, en realidad era una sorpresa de mi madre.

Teresa - Sorprendeme. - Su cara era un poema.

Cornudo - Veras… encontró su traje de novia, me lo dio esta mañana. Queríamos ver si te gustaba y te quedaba bien, ya no queda tanto para el día….

¡¡Estaban prometidos!!, eso no me lo había contado. Me miro roja como un tomate.

Cornudo - Sé que te hará ilusión, lo tienes aquí encima de la cama.

Escribí - “¿Sabes que te voy a follar con el puesto verdad?”

Afirmo con la cabeza sonriendo.

Cornudo - ¿Me podrías llevar al aeropuerto?. Tendrías que salir un poco antes.

Le hice un gesto afirmativo mientras que cogiendo su bolso busque las llaves de su casa y me las guarde.

Concretaron un poco mas y colgaron.

Yo - Cuando estéis llegando al aeropuerto dile que las tuyas te las dejaste en la oficina, que te deje las suyas.

Teresa - ok

Le active en su movil la localización compartida. - A partir de ahora siempre sabré donde estas - ¿Algún problema?.

Teresa - No.

Yo - ¿Te gusta obedecer verdad?.

Teresa- Normalmente no, pero quiero hacerlo.

Yo - Bien. Se cariñosa, no le vas a ver en unos días. Pero nada de follar o chupar antes de que se marche.

Saldremos juntos de la oficina, me bajare de tu coche 100m antes y os veré iros. Quiero verlo, tengo curiosidad. Luego subiré a tu casa y te esperare alli.

Teresa - ¿Mientras le llevo al aeropuerto tu estarás en nuestra casa?

Yo - Si, cuando vuelvas te pondrás ese traje de novia para mi.

Teresa - Ummmmm, no tengo palabras.

Yo - La palabra que buscas no es tan difícil de encontrar.

Teresa - Nunca pensé que me sonara tan bien.

¿Por qué lo de sus llaves?.

Yo - Su casa, su novia, sus llaves, tu coño. Si todo va bien el domingo lo dejaras.

Teresa - ¿Y si no?

Yo - Te casaras con un cornudo al que nunca respetaras.

Teresa - Nunca lo respetare - murmuro - eso no me preocupa, me preocupa respetarme a mi misma.

Yo - Jajaja, lo vas pillando.

Teresa -¿Ser tu puta es respetarme a mi misma?.

Yo - No, decidir serlo o no..

Yo - Cuando llegues a casa también podrás pedirme que me marche.

Se levanto y se fue al baño, al regresar me cogio la mano por debajo de la mesa y me dio sus bragas. Estaban muy calientes.

Teresa - ¿Te queda claro?

Yo - Pidamos la cuenta.

Llegamos a su casa, mientras ella aparcaba me busque una terraza justo delante de su portal y pedí una cerveza.

A los veinte minutos bajaron juntos, era un tipo rubio, con cara de bobo, poca cosa. Me acabe la caña mientras veía en el movil la posición de ella rumbo al aeropuerto y jugaba con sus bragas en mi bolsillo , me la imaginaba chorreando pensando lo guarra que era.

Entre sin problema, era una urbanización muy pija al norte de Madrid,  con piscina y jardines en el centro de varios edificios. Un criadero. Su casa estaba en la ultima planta. Al entrar un aroma a limpio me llego. El cornudo había aprovechado para limpiar, eso me gusto, un detalle por su parte. La casa no era muy grande, unos 80 metros, decorada con mucho gusto.  Curiosee fotos, cajones…

En la cocina, encontré un buen vino blanco me serví una copa y puse algo de música.  La botella en una champanera con hielo junto con un par de copas me acompañarón al dormitorio,  una cama enorme, un edredón bonito, cortinas de diseño, vestidor y un baño que parecía de hotel 5 estrellas.

Sobre el edredón resplandecía un bonito vestido de novia. Iba a estar increíble con el puesto.

En la mesilla de el un libro de un ex presidente del gobierno, calcetines y una caja de condones pequeños, pobre chica, cada vez la entendía mas. En la de ella algo de bisutería, un libro de “Cartas de Groucho”, un vibrador y un Satifyer escondidos al fondo del cajón en una caja con dibujos floreados.

En el vestidor empece a hacer dos montones. En uno puse todo lo que no era ajustado, casi todos los pantalones, menos un par que se debían pegarse como un guantes y los zapatos sin tacón. Me gusta cómo se le mueven las tetas a una mujer con unos buenos tacones. Ropa interior, todo lo que era color carne o simplemente era ropa interior para estar cómoda fuera.

Sono mi movil.

Teresa - ¿estas en mi casa?.

Yo - Si, organizando tu armario, vas a donar unas cuantas cosas.

Teresa - ¿Cómo por ejemplo?

Yo - Todo lo que no se ajuste a esos tetones que te gastas.

Teresa - Al cornudo no le gusta que marque.

Yo - A mi si.

Teresa - Vale.

Yo - Tan pequeña la tiene como para usar esos condones.

Teresa - Joder!, no te dejas nada.

Yo - Contesta

Teresa - Si, es pequeña.

Yo - Pues igual no deberías leer libros de humor en la cama, no sea que piense que te ríes de otra cosa.

Teresa - jajaja, que cabrón.

Teresa - Lo del tamaño no me importaba mucho hasta que te conocí la verdad. Ahora sí tengo que elegir prefiero una pareja con una buena polla.

Yo - Siempre se puede aprender algo.

Teresa -  Voy en el coche chorreando y estoy en un maldito atasco!.

Yo - Y sin bragas!

Teresa - si, abro bastante las piernas cada vez que paramos para notar la ventilación  en mi coño, me da escalofríos.

Yo - Ummm, quítate el sujetador, y abrete la camisa menos un botón del medio mas o menos, me gusta como se te bambolean cuando me la chupas, seguro que conduciendo estarás preciosa . Y deja el sujetador en el asiento del copiloto, si pasas algún camión seguro que le alegras.

Teresa - Joder, eso requiere una maniobra complicada, espera.

Escuche un par de bufidos y al final lo que quería escuchar.

Teresa - Ya esta, sueltas, que gusto, ¿puedo sobarmelas?, me encanta al final del día.

Yo - Claro, cuando estes conmigo pídemelo a mi.

Teresa - ¡Trato! - ¿Todos los días?

Yo - Me sacrificare

Teresa - Una mujer afortunada, al llegar a casa me quitare el sujetador sentada sobre tus piernas y me sobaras las tetas un buen rato.

Yo - Trato.

Yo -  Lo que nunca entenderé es por que eso junto con otras cosas no era ya una norma establecida en esta casa.

Teresa - Ni yo.

Yo - Cuéntame que haces.

Teresa - Conduzco, cuando paramos me acaricio las tetas, por abajo, me gusta cogerlas, levantarlas un poco, y apretarlas. Me encanta hacerlo. Notarlas bien gordas… es un toston muchas veces pero ahora mismo me encanta tenerlas tan grandes… luego aprieto un poco mis pezones, los estiro y cuando ya duele los suelto y durante un segundo noto un calambrazo desde mis pezones hasta mi coño.

Yo - Ummm

Teresa - Cuando arrancamos bajo la mano a mi coño, me acaricio la  raja de abajo a arriba, toco, solo un momento, mi clitoris. Hasta que noto como mi coño se estremece, entonces meto dos o tres dedos, uno tras otro,  hasta que los puedo apretar como si fuera tu polla. Y repito, cuando paramos lo subo hasta mi nariz, huelo mi olor a hembra y me los chupo, están muy ricos, entiendo por que estarás deseando comermelo, entiendo por que todos los tios se volverian locos si me acercara a ellos y les dijera “comete el coño gilipollas”.

Yo - Uff, si que estamos bien.

Teresa - en serio, ¿no te pareció bonito el otro día?. Es precioso, solo puedo marcarlo con mallas pero es muy bonito, suave y esta muy muy rico, me encanta mi coño. Es algo precioso, no cómo lo vuestro, que la mayoría del tiempo parece un cesto de frutas con pelo.

Yo - Jajajaj, que cabrona. Era bonito si. Por eso estoy tratando de tomarlo, necesito una nueva patria.

Teresa - Tu nueva patria será mi coño, ummm, me gusta eso, me gusta mucho.

Yo - Umm, y acabo de encontrar un culotte que será una buena bandera,

Teresa - ¿Uno negro?

Yo - Si, voy a colgarlo en la ventana, a ver qué encuentro de mástil.

Teresa - ¡no uses tu polla!, no quiero que coja frio.

Yo - jajaja, estaba pensando en un palo de golf del cornudo mas bien tranquila.

Teresa - Eso, lo tuyo bien guardado y calentito hasta que llegue.

Al cabo de un rato me aviso de que estaba aparcando, entro como un vendaval, la pille justo detrás de la puerta principal. Me soltó un morreo de los que parece que te están follando con la boca. Metí la mano bajo su falda agarrándola por el coño levantandola hasta hacerse ponerse de puntillas, chorreaba. Se me colgó de la cintura con sus piernas y continuando comiéndome la boca. La lleve a la cocina tirándola sobre una mesa de madera bastante grande. Me soltó el cinturón sacándome la polla que ya estaba como un palo, templaba de nervios mientras lo hacía. Sin esperar nada se la apunto a su raja y moviendo sus caderas se escurrió hasta que empezó a entrar. Termine de abrirle la camisa, estruje sus melones apretando sus pezones con saña hasta que jadeo llamándome cabrón pero sin intentar impedirlo, luego le agarre las manos y las puse debajo de su cabeza.

Yo - Déjalas ahí zorra.

Agarre sus piernas y las subí hasta mis hombros. Empece a sacarla casi completamente y con un brusco tirón se la clavaba hasta el fondo, una y otra vez, sus tetas botaban arriba y abajo. El coño chapoteaba empapándome las pelotas. Me encantaba el sonido que hacía al metérsela. Gemía con los ojos entre cerrados diciendo una y otra vez, soy una puta. Se corrío con un fuerte espasmo, su espalda se curbo poniéndose tensa a unos centímetros de la mesa, los pezones parecía que se iban a salir disparados. El coño se le cerro con un par de espasmos estrujando la polla que en ese momento estaba metida hasta el fondo. Durante unos segundos aguanto esa postura soltando un débil e ininterrumpido gemido hasta que se dejo caer y su cuerpo se destenso. La deje disfrutar de la relajación un min y saque la polla de su coño, girando al rededor de la mesa subí hasta donde estaba su cabeza, girandole la cara le metí la polla en la boca. Ella sello la entrada con sus labios sorbiendo fuerte y se dejo follar la boca, con una mano agarro mis pelotas acariciandolas y dejándome hacer. Conseguí lo que buscaba y empece a a correrme, ella apretó suavemente mis bolas y sorbió mas fuerte. La leche manaba y yo sentía como ella directamente la engullía, no la intentaba frenar con la lengua no nada parecido, tragaba directamente. Fue una corrida sencillamente bestial. Al final casi me dolían las pelotas de lo vacias que quedaron. Ella se la saco de la boca y se lamio los labios sonriendo.

Teresa - Este fin de semana quiero todo el que puedas producir dentro de mi.

Como siempre encantado de que me escribais o agreguéis, mis datos estan en el perfil.

Espero que lo disfrutarais.