Tercera noche con mis padres

Por fin llega la tercera noche con ellos, me preparo para la ocasión, voy vestida sexy...

Después de estar dos noches trabajando como puta en casa, y estar asimilando durante todo el día lo q ha pasado estos dos días anteriores, me planteo como va a ser la tercera noche, si pasara algo mas o no.

El día de hoy, ha sido tranquilo, observando los movimientos de mis padres, después de pasar la noche con ellos. Mi madre ha estado algo inquieta, como excitada, pienso q es porque ha sentido todo lo q ha pasado y le ha gustado, q use su cuerpo.

Me voy haciendo a la situación, viéndola como mas natural y normal, como una experiencia mas, y el morbo q me da de jugar con ellos. Soy esclava y tengo Dueño, por lo q el servir es algo q sale natural de mi, así lo siento y así lo quiero ser, y el dar placer sexual como puta, lo disfruto, he elegido ser esclava y todo lo q eso conlleva.

Por fin llega la tercera noche con ellos, me preparo para la ocasión, voy vestida sexy, aunque el ir vestida es algo relativo, ya q solamente llevo un tanga, liguero, medias, tacones y una camisa entreabierta. Termino de arreglarme poniéndome algo de perfume y retocando mi cabello largo, dejándolo suelto y con algo de volumen.

Mis padres, David y Marta, duermen desnudos, tan solo con ropa interior, braga y calzoncillos y mi madre con un camisón fino y q deja ver su cuerpo. Voy a su habitación, me gusta verles dormir, así q me quedo por un minuto observándolos, hoy solo me dedicare a mi madre, será ella quien disfrute mas de mis caricias, de mis servicios, del placer q yo le pueda dar.

Me situó al lado de mi madre, le beso la boca por un minuto mas o menos, mientras la acaricio sus muslos, pasando ligeramente mis dedos, para q las caricias sean suaves pero q las note y disfrute. Me resulta raro besar a una mujer, ya q no estoy acostumbrada a ello, pero he de reconocer q me gusta, sus labios son carnosos, dulces, la verdad, es una sensación agradable, totalmente distinto q besar a un hombre. Le susurro al oído a mi madre :

  • Abrete de piernas para mi, madre, deja q la puta de tu hija te de placer.

Al momento de susurrarle eso, vi como había reaccionado a mis palabras, había abierto un poco las piernas, pero tampoco demasiado, pero no se iban a quedar así, sino q la iba ayudar yo a abrirlas mas. Me puse a los pies de Marta y empecé a besarla desde los pies, lentamente, saboreando cada milímetro de sus piernas con mi lengua, de su piel, y fui subiendo poco a poco en dirección hacia su coño, deteniéndome en sus muslos.

Volví a susurrarle q abriera las piernas, pero esta vez q las abriera mucho mas q antes. Además de eso le hice esta pregunta:

  • Marta, ¿Estas disfrutando con mis caricias y mis besos?

No obtuve respuesta sobre si le gustaba estar así, recibir mis besos y caricias, pero si q conseguí cuando le susurre q abriera las piernas, q las abriera y dejara expuesto para mi su coño. Lo estuve mirando y me lance a darle lametones, a probarlo y saborear su preciado coño.

Estaba muy nerviosa así q mi primer lametón a su coño tan apenas lo roce con mi lengua, quería q le gustara y por lo tanto lamerle bien, así q seguí lamiéndole el coño, estaba con mas firmeza y seguridad, le di cuatro grandes lametones mas aparte del q tan apenas la roce. Me gusto probar su coño, saborearlo ya q estaba algo excitada y por lo tanto tenia el coño mojado.

Decidí seguir con los susurros e intentar q queden mis palabras en su subconsciente y durante esta misma noche y  al día siguiente, mirar si reacciona o no de alguna manera distinta. Así q le dije estas palabras:

  • Cada vez q escuches la palabra madre abrirás las piernas completamente y cuando escuches la palabra hija cerraras las piernas. – Repeti esa frase durante unos dos minutos. –

Estaba en la cama de ellos, entre medio de Marta y David, para poder acceder mejor a sus cuerpos, mientras le repetía la frase una y otra vez al oído, acariciaba el coño de mi madre con un dedo, jugando con su clítoris y metiendo un poco mi dedo y con la otra mano acariciaba la polla de mi padre. Escuche algo q venia de mi padre, pero no pude entender q decía, era como si hablara en sueños quizás por la reacción al notar mis caricias, por lo tanto hice como q no había escuchada nada y seguí con mi labor.

Llego el momento de comprobar si mi madre reaccionaria al escuchar las palabras madre e hija, por lo q durante un minuto estuve diciendo ambas palabras, alternándolas, observando así a ver si sucedía algo. Al principio no hubo cambio ni abría ni cerraba las piernas, pero ya si al punto de acabar con ese minuto q estuve repitiendo madre e hija, si q comenzó a abrir y cerrar las piernas. Mi padre no paraba de moverse en la cama, pensé q estaba a punto de despertarse, aunque también podía ser q le incomodara q mi madre no parara de moverse, al estar excitada y reaccionar a mis palabras, caricias…

Mi noche con mi madre estaba apunto de terminar, porque dudaba de q mi padre siguiera despierto y quería q esta noche solo fuera de mi madre y mía, por lo q no quería q se despertara y me viera dando placer a mi madre. Estuve repitiéndole la frase de q abra y cierra las piernas cuando escuche las palabras clave mientras con la palma de mi mano la tocaba el coño.

Ufff tenia el coño bien caliente y mojado, me dejo la mano empapada, y la tuve q limpiar con mi lengua, lamí toda mi mano para limpiarla de los jugos q había dejado mi madre en ella. Ahora saboreaba el coño de mi madre pero en mi mano y con ese sabor en mi boca me iría a dormir. Había excitado a mi madre y dado placer aunque no llegue a terminar mi trabajo, pero en parte quería q fuera así, para q durante el día siguiente, Marta estuviera todo el día excitada y mojada.

Mi padre comenzó a toser y moverse mas en la cama, así q salí de su habitación (antes de q se depertara) sigilosamente, a cuatro patas, como una perra, hasta llegar así a mi habitación.