Tentaciones . Capítulo 18 : ¿ El inicio del fin ?
Definitivamente , Florián ve que Abdullah está muy , muy raro . Y no es para menos . A nuestro árabe se le está cayendo con rapidez la máscara de perfección que le había puesto a la relación que mantienen . Su rubio va a saberlo ¡¡¡ absolutamente todo !!! . La cosa no pinta nada bien para ellos ...
Abdullah se echó a reir a la vez que Florián le iba dando un cachete en el culo .
Vale , amor - el moreno le dio un sonoro beso - . Si te digo cual es mi fantasía , ¿ estaremos en paz ?
Eso creo - su rubio parecía muy conforme .
A mí lo que me gustaría es hacerlo contigo . . . en mi despacho del Corporativo - los ojos del bello heredero brillaron de esa forma lujurioso - intimidante .
Su contrario se hallaba verdaderamente atónito , aunque no sabía el por qué . Lo que acababa de escuchar era de esperarse viniendo de Abdullah El Hakim , un gran maestro en dar ( y también recibir , aunque no quisiera reconocerlo ) amor gay de todas las formas que pudieran imaginarse .
- Cuando tú quieras - prosiguió su jefe - , podemos hacer realidad mi fantasía y la tuya . Estoy dispuesto a ello .
Florián lo besó de cuenta nueva y le contestó con una sonrisa de las suyas :
- No pienso dejar que me folles en tu despacho .
Y dicho esto , le dio la espalda y empezó a irse del mirador .
- Florián , no me digas eso - al oirle , su prometido soltó una risa - . No te burles de mí , ¿ eh ? Te hablo muy en serio . ¡ Ni se te ocurra dejarme solo ! ¡ Espérame , baby !
Los días fueron transcurriendo con tranquilidad y romanticismo para Abdullah y Florián . Las semanas se les iban volando con los prepartivos y la organización de su boda . Tanto que ya tan sólo faltaba una semana justa para el día D . Nada podía fallar . Y sabiendo como era el bello moreno , con la perfección que él siempre demostraba de cara al público , eso estaba garantizado .
Lo que no estaba previsto , y era algo que la pareja no podía evitar , es que la prensa rosa se hiciera eco de cómo sería el que ya llamaban `` el gran enlace gay del año ´´ . No era para menos . Uno de los famosos solteros más cotizados por los machos de toda condición iba a casarse . Y todos querían saberlo todo de todo .
Pero Florián Pacheco iba a encargarse de que su vida privada siguiera siendo respetada . Se moriría avergonzado si un paparazzi sacase a la luz unas fotos que fuesen muy comprometidas durante su luna de miel . Y Abdullah ya se lo había jurado :
- Mi amor , tu vida pública sí será distinta , pero tu vida íntima no cambiará nunca . Eso tenlo por seguro - le había dicho hacía tres días , cuando el rubio le sacó aquella cuestión tras catar diferentes propuestas para el menú del banquete que tendría lugar una vez estuvieran casados .
Su asistente y casi esposo le creyó . ¿ Por qué Abdullah le mentiría con algo así ? Él siempre le había dicho la verdad , aunque últimamente le había visto medio extraño . Su prometido se hallaba extremadamente sensible , llorando cuando se emocionaba hasta lo profundo . Parecía que tenía más secretos de los habituales con su tío Alí . Y a veces le hablaba con reservas , como si algo muy pesado le colgase de su conciencia .
Florián sacudió su cabeza . No tenía que preocuparse de nada . Abdullah era el hombre de su vida , el profesional perfecto , y sería el marido ideal . . .
Pero justo cuando le llevaba en un vaso de plástico para llevar un café que su moreno le había pedido ( uno con leche y dos cucharadas de azúcar , como siempre le gustaba tomar ) , empezó a oir desde el umbral de la puerta del despacho del heredero en el Corporativo algo que nunca se hubiese esperado .
- . . . se lo voy a decir , tío Alí . Florián tiene que saber ya que nuestro matrimonio se halla medio condicionado para que pueda ayudarnos a salvar esta empresa .
El rubio no podía creerlo . ¡ Todo lo que había vivido junto a Abdullah era una vil mentira ! Una intensa furia se apoderó de su ser , y una vez más su cerebro actuó antes que su cuerpo . Abrió la puerta de la oficina , sin importarle que su jefe estuviese reunido con su tío , y le arrojó el café a la cara .
- ¿ Cómo pudiste engañarme así ? - le reclamó su rubio asistente ya lloroso .