Tentaciones . Capítulo 12 : Decepciones ( I )

Aprovechando que lo tenía estrechado y a su lado una vez más , Abdullah acarició los musculosos brazos de Florián . Entonces notó lo que su amado rubio no le decía ni tampoco le quería mostrar . Aquellas cicatrices que hacía tres semanas le había visto de casualidad , le recorrían esas extremidades marcándolas de arriba abajo . Su asistente y futuro esposo se estremeció .

• Ojalá pudieses contarme tu secreto , amor mío - le dijo el bello moreno .

-  Abdullah - Florián se volvió para observarle más detenidamente  y sus miradas se encontraron - , quiero que sepas que sí confío en tí , aunque tú no lo puedas creer . Te amo como nunca antes amé a un hombre . Eres el único gran amor de mi vida - lo besó apasionadamente - . Que no se te ocurra olvidar eso .

• Florián . . .

• ¿ Sí ?

• Quiero que ahora . . . tú me hagas tuyo .

Florián se asombró al escuchar esa petición . En efecto , había conocido mejor a su macho y jefe en esas semanas que llevaban juntos , pero jamás le pidió eso . Hasta ahora .

• ¿ Estás seguro ? - quiso saber . Abdullah El Hakim no era de esos hombres que se quedaban insatisfechos en la cama a cuenta de las artes amatorias .

• Sí , lo estoy - al sobrino de Alí le brillaban sus bellos ojos - . Quiero tenerte dentro de mí , sentirte en lo más profundo de mi cuerpo , y que me hagas todo lo que pueda darme placer .

Su bello rubio le besó nuevamente como respuesta positiva , y con rapidez de movimiento se le puso encima . Abdullah cerró sus ojos , dispuesto a perderse por completo en el imperio de los sentidos . Florián le separó sus atléticas piernas para reacomodarse sobre él , y a continuación le llenó de besos . Su frente , su nariz , su ojos , sus mejillas , su boca  ( donde sus lenguas gozaron con enloquecido frenesí )  , su cuello , su pecho , sus pezones . Se incorporó , y vio a Abdullah mirándole y gimiendo intensamente . Pidiéndole con los ojos que lo masturbara .

Una de las manos de Florián viajó rauda a través de sus muslos hasta su entrepierna , acariciando sus huevos , tomando su virilidad y moviéndola arriba y abajo , jugando con ella y haciéndole gozar a su antojo , endureciéndola de nuevo . Mientras con la otra se acariciaba su propio miembro haciendo que creciera .  Abdullah no se pudo contener y se arqueó sobre su lecho , liberando un fuerte gemido desde el interior mas recóndito de su garganta .

• Para . . . me voy a correr - le pidió jadeando , pero su amado asistente le puso un dedo en los labios y le anunció :

• Ahora me sentirás infinitamente .

Florián bajó sus manos hasta su entrada , introduciendo lentamente tres de sus dedos y realizando movimientos sensuales . Cuando lo sintió listo , Abdullah le espetó como bien pudo :

• ¡  Lléname de tí !

El rubio sujetó su miembro duro , y poco a poco fue entrando dentro de su moreno , que se volvió a arquear mientras agarraba con fuerza las sábanas . Florián se echó sobre él , notando que las manos de su contrario le rodearon su cintura , y empezó a embestirle con toda la energía de la que disponía .

• ¡¡¡ QUIERO MÁS !!! - le gritó Abdullah , que se hallaba al borde de la pérdida de consciencia .

Su futuro marido le embistió más , y más , y mucho más , hasta que ambos liberaron sus semillas con un intenso gemido que hubiera escandalizado a los más tradicionales de la capital . Cuando se separaron , sus respectivos labios se unieron de nuevo con encendidos besos .

Aunque ya eran un solo cuerpo , sus alamas eran ahora una sola .

Tres días después , en una noche de abril en la que la meteorología resultó ser favorable , se llevó a cabo la fiesta de compromiso de Abdullah El Hakim y Florián Pacheco en el Corporativo . Aparte de los Pacheco , Rosa y el resto de empleados de la compañía , también acudieron las personas más conocidas y representativas de la capital , así como un sinfin de famosos de la vida social española .

El bello heredero se veía elegante con aquel traje de Armani que realzaba sus facciones y aumentaba su físico . Todos le saludaron , felices y ansiosos  ( excepto Rosa , Alí y los Pacheco quienes ya lo sabían )  por saber qué hombre iba a casarse con él . Pero sus ojos sólo buscaban a Florián .

Sus pasos lo condujeron en el ascensor hasta el décimo piso , apenas alumbrado ya que el evento se desarrollaba más bajo . Y entonces escuchó a su amado decirle a Rosa :

• ¿ . . . y ahora cómo le voy a decir a Abdullah que me autolesiono ?